Introducción Muy buenas tardes, me da una gran alegría poder

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Introducción
Muy buenas tardes, me da una gran alegría poder estar compartiendo con ustedes, poder conocerlos y
ver en sus rostros a personas luchadoras y exitosas. Personas que han llegado hasta donde están con su
esfuerzo y dedicación constante.
Gracias por permitirme acompañarles, sé que para todos ustedes es un paso muy importante el que están
tomando. Yo también saque un MBA, y fue algo bien especial. Así que ¡Mis más grandes felicitaciones
para cada uno de ustedes!
Para hoy pensé oportuno compartir unas experiencias de nuestra historia, algunos pensamientos, y un
poco de la visión que tenemos en cuanto el país y la participación de nuestra generación. Y con eso ojala
dejarles algunas ideas sembradas para que las cultiven a su manera.
Los veo y pienso en ese espíritu emprendedor e idealista que permite cambiar nuestra realidad, están
aquí porque son líderes y deberían tener un mundo de oportunidades por delante. Y tengo fe que así será.
Pero también se de lo difícil que es desarrollarse profesionalmente en El Salvador hoy en día. Nos
enfrentamos a una dura realidad, vivimos en un país pequeño de pocos recursos, un país en crisis, donde
tenemos el entusiasmo y las ganas de trabajar y superarnos pero muchos no encontramos las
oportunidades.
Historia
Quisiera comenzar compartiendo un poco de nuestra historia para darles algo de contexto en cuanto
nuestra familia y el grupo empresarial. Hace 65 años mi abuelo Daniel (El Chato) llego al país en barco, un
joven carnicero con mucha hambre de superación, y con la convicción de que su trabajo constante,
sacrificio y esfuerzo le permitiría lograrlo. Y así fue, logro desarrollarse como empleado en el primer
supermercado de El Salvador, donde trabajo muchos años, atendiendo clientes, siempre con la gabacha
puesta. Le encantaba lo que hacía, era de las personas que se sentía bien en el trabajo, sus amigos, su
vida, su familia eran los compañeros del súper.
Hace unos 50 años, cuando mi padre tenía tan solo 20 años, un joven con aspiraciones y sueños de
trabajar para construir algo propio, convenció a mi abuelo de dar un gran paso, arriesgarse juntos, socios,
sacando un préstamo para comprar el supermercado adonde trabajaba mi abuelo, mi padre vio, la gran
oportunidad de lo que se podía construir. También vio el gran riesgo, pero su espíritu joven, aventurero,
su visión y fuerzas para trabajar hacen que nazca lo que ahora todos conocemos como súper Selectos.
Eran un equipo de 12 personas cuando comenzaron, hoy somos más de 6,000 y muchísimas miles más si
tomamos en cuenta nuestros proveedores trabajando bajos los techos Selectos. En esos casi 50 años
nunca dejamos de invertir, nunca dejamos de crecer, durante el conflicto armado, las varias crisis
económicas, siempre seguimos adelante.
Igual que a mi abuelo y a mi padre, a mí me encanta lo que hago y me siento sumamente bendecido por
las oportunidades que tengo de poder trabajar en la gran familia Calleja. Gracias a Dios contamos con
uno de los mejores equipos humanos del país, gente con ganas de salir adelante, luchadores y
comprometidos con la visión del grupo. Cada uno nos sentimos parte de una gran familia en la que TODOS
somos dueños de la empresa. Y gracias a Dios hemos logrado algo especial, hoy en día Súper Selectos es
una de las empresas salvadoreñas más grandes y admiradas de nuestro país.
En mi caso, trabajé en el súper desde chiquito durante mis vacaciones. En las bodegas, descargando
camiones, cargando cajas, en las salas de venta llenando góndolas, limpiando, trabaje de cajero, pasé por
todo. Fue allí donde aprendí el valor del trabajar y empecé a conocer el negocio, desde pequeño, algo que
me ayudó mucho. Eso sí, ya graduado trabaje afuera del negocio familiar en nueva york, después de la
universidad, e igual después de la maestría para agarrar experiencia, para conocer otros mundos.
Aprender de los buenos y malos jefes, el que hacer y qué no hacer. Fue una gran experiencia, me ayudo
ganar confianza en mí mismo, y entender que los trabajos se ganan en base a mérito y no favores o
nepotismo. Al día de hoy, igual que todos en nuestro grupo, yo me tengo que ganar mi puesto todos los
días.
En la empresa somos una mezcla de gente de muchos años y experiencia y de un gran equipo de jóvenes
con mucha garra y energía. Todos trabajamos en pro de la constante mejora de la empresa, y buscamos
ver oportunidades dentro de todo problema que enfrentamos, oportunidades para innovar, para
construir ventajas competitivas sostenibles, pues vemos las cosas a largo plazo y por lo mismo nos hemos
aventurado un sin número de veces lo cual nos ha permitido crecer.
Pero a pesar que hemos crecido como empresa, nunca nos olvidamos de nuestras raíces, de dónde
venimos, siempre mantenemos ese espíritu de servicio, ese sentido de urgencia, y esa humildad que nos
ha caracterizado desde que se comenzó el grupo hace más de medio siglo.
Estamos conscientes que competimos con una de las empresas más grandes del mundo y creemos que la
competencia es sana. Buscamos siempre innovar, ser más agiles y mantenernos un paso adelante.
Trabajamos muchísimo en estar cerca de nuestros clientes, los cuales son más sofisticados y exigentes
cada día. Hasta ahora gracias a Dios la formula ha sido exitosa.
RSE
Acepto que soy un idealista y parto de la filosofía que las empresas tienen que migrar a una nueva manera
de hacer negocios, en la cual se necesita incorporar una visión social al día - día. Las empresas que no lo
hacen lastimosamente se quedaran fuera de competencia. Pues el mercado va premiar esas empresas
que buscan retornos no solo para los accionistas sino también para las comunidades donde operan.
Entre muchas iniciativas sociales en Selectos al que quizás más le dedicamos tiempo es el programa
denominado Cultivando Oportunidades el cual beneficia a comunidades de productores nacionales del
sector agricultor, ganadero, y pesca en todo el país, generando con esto una cadena de valor sumamente
valiosa para todos, para nuestros proveedores, nuestros clientes y para la empresa.
Con nuestra experiencia hemos comprobado que no se trata solo de regalías y caridad, al contrario
nuestra gente salvadoreña es sumamente trabajadora y lo que necesita es esa oportunidad de ser
productivos, pues la voluntad y el deseo es lo que nos sobra, necesitamos brindar capacitación, asesoría e
inversión y ofrecerles un mercado, para que todos seamos multiplicadores de progreso.
Visión
Como joven, igual que ustedes, me gusta soñar, y tengo la convicción que cada uno de nosotros debemos
de convertirnos en dinamizadores de desarrollo de nuestras naciones, ser activistas, exigir igualdad de
oportunidades y justicia social para todos, sobre todo para nuestros hermanos con menos posibilidades.
La sostenibilidad de nuestra sociedad se logra únicamente a través de fortalecer la base de la pirámide
social, para que no se derrumbe, y que seamos muchos los que empujemos al país hacia el progreso.
La pobreza y la falta de oportunidades son nuestros mayores enemigos y para que nuestros niños pobres
entiendan que no hay vida digna en las pandillas tienen que creer y ver que si hay oportunidades en El
Salvador.
Nuestra gente es el capital más valioso con el que contamos y es por esto que la mejor inversión que
podemos hacer es apostarle al desarrollo social y humano, a la educación y a la generación de
oportunidades; pues con ello entramos en un círculo virtuoso en la que el capital humano se fortalece
para mejorar las condiciones económicas no solo de ellos sino de sus familias y comunidades, lo que nos
lleva a cimentar mejores condiciones de progreso para nuestro país.
Repito, el tema de educación es clave, hay que apostarle a nuestra gente, debemos de recordar la frase
de Mandela: “La Educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, por eso
los felicito a ustedes graduados, por continuar con su formación y a FEPADE como institución, por estar
invirtiendo en la educación de nuestros hijos.
Tengo fe que El Salvador puede volverse un polo de desarrollo de la región, pero para esto debemos de
apostarle al desarrollo de la tecnología, la innovación y la ciencia. Mano de obra barata no es una ventaja
competitiva real, construyamos una economía basada en la capacidad de nuestra gente. No podemos
conformarnos con lo que ya tenemos, debemos de ir un paso más allá y buscar ofrecer productos y
servicios de primera calidad a otros mercados de primer mundo.
Los jóvenes salvadoreños a pesar que venimos de un país que ha vivido momentos muy difíciles, debemos
de unirnos bajo una perspectiva de hermandad, ponernos todos la camiseta de salvadoreños, en la que lo
más importante es el desarrollo de todos nuestros hermanos, no podemos dejarle el trabajo solo al
gobierno, ni a un solo sector, no salimos. Al contrario esto debe de ser una oportunidad de crear puentes
y acuerdos entre los diferentes sectores en donde cada uno haga su parte desde donde esté.
Son las personas y no los eventos los que hacen la diferencia, es por esto que necesitamos personas que
luchen por sus ideales, es necesario buscar hacer las cosas hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy; y
no debemos de permitir que nuestras capacidades nos limiten. No es necesario ser el más inteligente para
hacer la diferencia, sino lo más importante es tener una causa genuina por la cual estamos dispuestos a
esforzarnos de forma constante, así podemos terminar cambiando nuestro mundo.
Dentro de cada uno de nosotros está el potencial de poder hacer la diferencia, es natural que en
ocasiones cuestionemos nuestras capacidades, pero para poder construir algo realmente excepcional
debemos de empezar a tener fe en nosotros mismos.
Consejo
Así que les dejo una invitación a luchar por sus ideales, por sus sueños y prepararse para no conformarse
con lo que tienen hasta ahora, hay que buscar llegar a más.
Va a demandar mucho trabajo, un esfuerzo constante, se van a tener que arriesgar, la misma hambre
para encontrar algo mejor los va impulsar, el tener un sueño, un ideal, es algo poderoso que nos permite
superar nuestras inseguridades.
E independiente de que camino terminan tomando, busquen siempre la felicidad y la pasión en lo que
hacen y háganlo con integridad. Solo así van a hacer las cosas de la mejor forma posible.
Cierre
Sin restarle merito a nadie, tengo fe que nosotros podemos lograr cosas que que las generaciones
anteriores en El Salvador no pudieron concretar. A veces escuchamos críticas de los jóvenes porque
somos idealistas, porque no vivimos la guerra igual que nuestros padres y todo el sufrimiento que se dio.
Pero eso lo veo como una ventaja, porque no tenemos que cargar los prejuicios, los resentimientos y el
odio del pasado. Nosotros no buscamos soluciones de “izquierda” o “derecha” para los problemas de país,
nosotros buscamos las respuestas correctas.
Estamos en un momento crítico en nuestra historia, donde las decisiones que tomamos hoy nos pueden
ayudar a salir adelante o nos pueden condenar a seguir sufriendo lo mismo. Enfoquémonos en las
necesidades que tenemos hoy como pueblo, conscientes de que nuestra gente es la mejor ventaja
competitiva que tenemos. ¡Estoy convencido que el éxito y la sostenibilidad de nuestra nación está en
manos de esta generación, en manos de ustedes aquí sentados! Así que los reto a que sigan luchando, a
que sigan avanzando. Solo así, con fe en el futuro y unidos bajo una visión donde ponemos el país
primero, podemos construir un mejor El Salvador.
¡Muchas gracias, y muchísimas felicidades en este día tan especial!
Que Dios los bendiga
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