“Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor

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“Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor”
¿Qué tan preparados estamos para recibirlo?, porque no sabemos ni el día ni la hora, y aunque no lo tengamos
presente, es una realidad absoluta para todo ser humano, vernos cara a acara con Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (3,7-13):
En medio de todos nuestros aprietos y luchas, vosotros, con vuestra fe, nos animáis; ahora nos sentimos vivir,
sabiendo que os mantenéis fieles al Señor. ¿Cómo podremos agradecérselo bastante a Dios? ¡Tanta alegría como
gozamos delante de Dios por causa vuestra, cuando pedimos día y noche veros cara a cara y remediar las
deficiencias de vuestra fe! Que Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús nos allanen el camino para ir a veros.
Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos.
Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus
santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre. Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Mateo (24,42-51):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría
abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis
viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre
la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que
le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará,
empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo
espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el
rechinar de dientes.» Palabra del Señor
Oración y Petición
Señor Jesús ayúdame a serte fiel en todos mis actos y obligaciones, guía mi vida para estar preparado para mi
encuentro Contigo, lléname de todos tus Dones y las gracias de La Santísima Virgen María para tener la dicha de
verte con un corazón limpio, lleno de amor y obras de misericordia. Santísima Virgen María, Esposa del Espíritu
Santo, ilumina mi camino para cultivar tu amor en mi corazón y así recibir a nuestro Señor en mi alma. Amen
Reflexión y Meditación
“Que Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús nos allanen el camino para ir a veros. Que el Señor os colme y
os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca
internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis
santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre”. Estas palabras del Apóstol San Pablo es una oración bellísima
que todos deberíamos repetir todos los días pidiendo a Dios que guíe nuestro camino para llegar a la santidad.
La oración es la comunicación directa que tenemos con nuestro Creador, es un encuentro personal con Él, es en
este momento cuando experimentamos que dentro de nuestro corazón vive Dios en nosotros, es ahí cuando
reconocemos que Dios es la fuerza que todos necesitamos para superar cualquier dificultad en la vida, La oración
embellece el alma y enriquece nuestro espíritu. Quienes oran y viven la Santa Eucaristía en estado de gracia con
frecuencia, experimentan frecuentemente la presencia de Jesús en su corazón y su vida es transformada, porque
viven plenamente el amor que proviene de Él. Ese maravillo regalo lo podemos vivir todos, si realmente nos
enamoramos de nuestro Señor Jesucristo.
“Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor”. ¿Qué tan preparados estamos para ese
encuentro ineludible que todo ser humano tenemos con nuestro Señor Jesucristo? Si hemos sido fieles a sus
Mandatos y hemos cumplido con las tareas que Dios nos encomendó cabalmente, con diligencia Cristiana no
tendremos de qué preocuparnos, pero si por el contrario nos hemos olvidado de dónde provenimos, nos
olvidamos quién nos creó y con qué fin vinimos a este mundo y lo que es peor nos hemos olvidado por completo
de los Mandamientos de Dios para llevar una vida digna, justa, honesta y correcta en todos los sentidos, entonces
sí que tendremos de qué preocuparnos.
A todos Dios nos dio unas obligaciones en este mundo, como padres, hermanos, hijos, trabajadores, empresarios,
políticos, religiosos (as), etc. todos tenemos un compromiso con Dios y con nuestros hermanos que cumplir, lo
importante es qué tanto y como los hemos cumplido, con qué principios y valores con qué lealtad le hemos
cumplido a Dios, de acuerdo a sus enseñanzas o a las enseñanzas de los hombres. Cada día que pasa es un día
para iniciar de nuevo, para corregir nuestros errores y reconciliarnos con Dios y nuestros semejantes y así estar
siempre preparados para ese encuentro con quien nos dio la vida y espera por todos sus hijos.
Propósito
Practicar frecuentemente el Sacramento de la Reconciliación con Dios y mis hermanos, para estar preparado
para el encuentro con nuestro Señor Jesucristo.
Frase del día
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, porque puede ser demasiado tarde.
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