Diario Laboral Nro 86 – 01.09.2016 El abandono incumplimiento del trabajador. Nota al caso F. Por Juan J. Confalonieri El 29 de febrero del año en curso, la Sala VI de la Excma. CNAT se expidió en el caso “F. G. F. c/ Obra Social del Personal de la Construcción s/ despido”, confirmando la sentencia de grado, que hizo lugar a las pretensiones deducidas por la parte actora, siendo, de las que interesan para el comentario, que consideró injustificada la causal de abandono de trabajo que se le imputó. El art. 244 LCT regula al abandono de trabajo y reza lo siguiente: “El abandono de trabajo como acto de incumplimiento del trabajador sólo se configurará cuando previa constitución en mora, mediante intimación hecha en forma fehaciente a que se reintegre al trabajo, por el plazo que impongan las modalidades que resulten en cada caso”1. El llamado abandono incumplimiento o abandono injuria tiene requisitos específicos para configurarse. La ley sólo contempla expresamente el requisito objetivo de la intimación del empleador al trabajador, hecha en forma fehaciente, en donde le exigirá dar una respuesta justificante o bien la oportunidad de presentarse a trabajar. En otras palabras, no es posible que se configure el abandono incumplimiento sin que medie la intimación del empleador al trabajador de que retome sus tareas. Si se cumple con dicha intimación, se abre camino al resto de los requisitos agregados por la jurisprudencia2. Primero, que las ausencias sean prolongadas o considerables; aquí creo que no tiene sentido profundizar ya que se trata de algo totalmente subjetivo y variable, que se debe analizar en base a caso en concreto. Ahora bien, respecto del elemento de la voluntariedad, o elemento subjetivo, hay que mencionar que éste es la voluntad o el ánimo del trabajador de no volver a su puesto de trabajo. Dice al respecto el Profesor Rodríguez Mancini: “Para que el empresario pueda válidamente invocar la figura del art. 244 LCT, no basta con que hayan ausencias durante un lapso prolongado e intimación, sino que se necesita, además, que exista un elemento subjetivo de la figura; una disposición o intención del trabajador en sentido de abandono de su trabajo o su contrato”3. En el caso bajo análisis, la parte demandada sostuvo que resultó justificado haber considerado al actor en la causal de “abandono de trabajo”. Su fundamento radica en el que accionante no acreditó la autenticidad del certificado médico acompañado como prueba y por medio del cual pretendía extender su licencia médica y no retomar sus tareas. El camarista Raffaghelli sostuvo en su voto (al que posteriormente adhirió la Dra. Craig) que para que se configure el abandono de trabajo, debe acreditarse no sólo el elemento objetivo, consistente en la ausencia del dependiente a su empleo, sino que también es necesario probar que el ánimo del trabajador fue el de no reintegrarse a sus tareas, ya que no toda ausencia permite inferir la existencia de ese elemento subjetivo. Aquí se entiende que la carga de la prueba pesa sobre el empleador. Sin embargo, el camarista citado ut-supra entendió que en modo alguno haya habido un desinterés por parte del actor en continuar con el vínculo, ni el ánimo de abandonar la relación laboral. Para sostener su postura argumentó que del intercambio telegráfico se desprendió que el accionante respondió todas las intimaciones realizadas por la demandada, manifestando que se encontraba con una licencia médica y poniendo a disposición de su empleadora el certificado médico. Por lo que resultó evidente que no se 1 Me parece necesario distinguir las dos figuras que existen relacionadas con el concepto de “abandono de trabajo”. En primer lugar, existe el denominado “abandono incumplimiento o abandono injuria” (porque ese incumplimiento puede configurar una injuria en los términos del art. 242 LCT) o bien, en segundo lugar, el “abandono-renuncia” (el abandono unilateral, propiamente dicho, que no está específicamente tratado en la LCT). 2 La jurisprudencia ha agregado los requisitos de “prolongadas o considerables” a las ausencias y también el elemento de la voluntariedad o también conocido como elemento subjetivo. 3 Rodríguez Mancini, Jorge, “Ley de contrato de trabajo. Comentada, anotada y concordada”, Tomo IV, 1era. Edición, Buenos Aires, La Ley, 2007, página 387. encontraba con el ánimo de abandonar la relación laboral, sino, más bien, el de justificar sus asistencias. Quiero dejar en claro que ha sido el trabajador quien demostró en ánimo de continuar con la relación laboral. No pongo en tela de juicio que para configurarse la causa de abandono incumplimiento son necesarios los dos elementos antes descriptos, el objetivo por un lado y el subjetivo por el otro. Ahora bien, en donde quiero poner el foco es en el tema de la prueba. Primeramente se le exige al empleador que pruebe haber intimado y en segundo lugar, se le exige demostrar el no ánimo del trabajador de reintegrarse a su puesto de trabajo. Es decir, una prueba negativa. A mi modo de ver se está obligando al empleador a tener que tolerar las ausencias (por las cuales luego intimará), a lo que se suma seguir esperando a que el trabajador se reintegre y encima que pruebe el no animus. Considero que quien debe probar el elemento subjetivo es el trabajador, es él quien tiene que demostrar que está interesado en continuar con el vínculo y no el empleador que, habiendo cumplido con el requisito objetivo debería encima probar el subjetivo. La jurisprudencia tiene dicho: “no toda ausencia permite inferir la existencia de ese elemento subjetivo”4. Justamente, en base a ese argumento es el trabajador quien deberá demostrar que su ausencia está justificada. En el caso, el accionante logró demostrar que no estaba interesado en abandonar su trabajo y lo hizo respondiendo a las intimaciones de su empleador, agregándole, para fortalecer su defensa, la puesta a disposición de un certificado médico, mientras se encontraba con licencia médica. En conclusión, considero que el empleador sólo debe cumplir y luego probar el requisito objetivo. Será el trabajador quien una vez intimado, deba demostrar que tiene interés en continuar con la relación laboral. Mientras que el empleador, transcurrido un tiempo “considerable o prolongado” podrá invocar la causal del abandono de trabajo, ya que habrá intimado y el trabajador no habrá demostrado su elemento subjetivo. Quiere decir, que ambos requisitos serán configurativos de la figura del abandono de trabajo, pero a mi modo de ver, el empleador deberá probar el elemento objetivo y el trabajador el elemento subjetivo. 4 CNAT, Sala VII, 01/09/1987, “Esquivel c/ Lamela”, DT, 987-B, 2081.