34 LA VANGUARDIA MIÉRCOLES, 10 OCTUBRE 2012 Cultura El autor de ‘La pell freda’ se pasa a la novela histórica Barcelona resiste 13 meses de asedio Baluarte y portal de Tallers Ho spi tal Portal de Sant Pau Baluarte y portal Nou Mar Mediterráneo Catedral Ramb la Cal le Baluarte y portal de l’Angel BARCELONA Santa Maria del Mar 6 Tras la humillante derrota, Berwick intensifica el bloqueo naval mientras mientras sus tropas siguen avanzando por el interior de las trincheras ideadas por Vauban. Como resultado, Barcelona se muere de hambre y agoniza Puerto Mar Mediterráneo 7 Con los barceloneses hundidos, el mariscal comienza a bombardear exclusivamente las murallas del norte de la ciudad, por donde entran las fuerzas borbónicas y francesas. Tras 10 horas de asalto, los barceloneses se rinden Santa Maria del Mar Baluarte de Santa Clara 5 BATALLA 14-15 DE AGOSTO de 1714 El mariscal termina por desesperarse y se lanza con tropas francesas al baluarte de Santa Clara. Su ataque fracasa y pierde casi un millar de soldados La catedral BARCELONA 4 Berwick ordena avanzar con trincheras de ataque hacia la muralla Castillo de Montjuïc Baluarte portal de l’Angel Baluarte y portal de Tallers Convento de los Capuchinos El Clot 1 JUNIO/JULIO DE 1713 las tropas borbónicas acordonan Barcelona, por tierra y por mar. Se establecen en la línea de contravalación; a una distancia lo suficientemente alejada de los muros de la ciudad como para que sus cañones no les alcancen Campamento de franceses Campamento de franceses FUENTE: ‘VICTUS’, La Campana y AHCB V XAVI AYÉN Barcelona uelve Albert Sánchez Piñol. El escritor vivo más traducido de la literatura catalana publica, hoy, Victus (La Campana), una monumental –más de 600 páginas– novela centrada en el asedio que sufrió Barcelona en 1714 por las tropas borbónicas y que concluyó el Onze de Setembre con los resultados ya sabidos. Sánchez Piñol (Barcelona, 1965) ha utilizado por primera vez el castellano para dar vida a las aventuras de Martí Zuviria, un aprendiz de ingeniero militar –descreído, próximo a los antihéroes de la picaresca– que, después de un periodo de formación en Francia, se verá implicado en varios acontecimientos en Madrid, Almansa, Tortosa... y finalmente Barcelona. Conocerá a personajes históricos como el duque de Berwick, que dirigió la toma de la ciudad; el general Villarroel, un castellano que la defendió heroicamente; el ingeniero francés Vauban, que convirtió la guerra en un apasionante ejercicio de la inteligencia; el abogado Rafael Casanova, “La Barcelona de 1714 es el ‘far west’ de los catalanes” Albert Sánchez Piñol, escritor, que publica ‘Victus’ director de un lucrativo bufete no siempre del todo eficaz... A caballo entre el humor y la épica, en Victus recibe todo el mundo: Felipe V (Felipito), su rival Carlos III (el Karlangas), los políticos y nobles catalanes... Sólo se salvan Villarroel y las clases populares de una ciudad que empujan a sus dirigentes a una resistencia irracional pero cuya fuerza simbólica sigue activa casi trescientos años después. A Sánchez Piñol lo catapultaron a la fama sus novelas La pell freda (2002) y Pandora al Congo (2005). Victus tiene un registro radicalmente diferente a sus otras obras. Para empezar, está en castellano... Alguna bofetada ya me ha caído... No me hubiera imaginado nunca que escribiría en castellano, pero me salió así. Entiendo que puede decepcionar a alguna gente pero un creador se tiene que dejar lle- var, los autores somos instrumentos. El cambio de idioma me ha permitido un distanciamiento. ¿Por qué el Onze de Setembre? Ha sido muy abordado desde la ideología pero tengo que decir, como narrador, que es la tragedia perfecta. ¿Cómo? 1714 tendría que ser un género, yo creo que ya lo es, de la misma manera que para los norteameri- canos lo es el far west. En él encontramos todos los elementos dramáticos en un modo superlativo. Hay muchos pueblos que han declarado la guerra a un tirano, pero nosotros a dos a la vez, el español y el francés. Cada generación tiene una visión nueva. Hay docenas de novelas, y es curioso que algunos, bien adelantado el XIX, explicaban que escribían un libro sobre eso porque, como todos los niños, de pequeños, en vez de indios y cowboys, jugaban en la calle a borbónicos y austriacistas. De hecho, La pell freda y Pandora al Congo son también asedios. Me he dado cuenta después... Victus es una novela sobre la poliorcética, el arte de asediar ciudades. En aquella época había toda una cultura de la guerra, un sistema académico dedicado a aprender cómo destruir ciudades y defenderlas. Las fortalezas eran hechas por una élite, los ingenieros militares, profesionales muy buscados por los reyes. Y yo cojo a un individuo procedente de una escuela así, ultrarracional, y lo pongo en el asedio más irracional, el de Barcelona. Se sabía que una fortaleza atacada resistía como mucho 34 días, y Barcelona #tuitsdecultura LA VANGUARDIA 35 CULTURA MIÉRCOLES, 10 OCTUBRE 2012 Tempest, otro gran disco del maestro Dylan I, abans com ara, la llengua és l'expressió més clara d'aquesta unitat nacional espanyola, que és una unitat nacional castellana. El Ave-inglés: “Ladi-an gente-men, the tra-is arriving to-adrid puerta-tocha, tan-you for tra-lling with Renfe, ho-to welco-yu-on...” “Tugurio, semitugurio y supertugurio: a esto se reduce la evolución de las ciudades”. Patrick Geddes aludiendo al siglo... ¿XX? @KikoVeneno Kiko Veneno Cantante @joanfmira Joan F. Mira Escritor @quimyo Quim Gutiérrez Actor @GabiMartnez Gabi Martínez Escritor Embarcaciones del convoy de Mallorca Los barcos borbónicos y franceses intentan cerrar la entrada del puerto de Barcelona a las embarcaciones provenientes de Mallorca con suministros y alimentos... ... pero, en muchos casos, los barcos de Mallorca, más pequeños, consiguen llegar al puerto Río Llobregat Desembarco de las tropas francesas 3 Barcelona sigue sin rendirse y el Duque de Populi es relevado por el coronel más laureado de Europa, el mariscal de Berwick, con tropas de refresco francesas 2 Barcelona no se rinde y los enemigos asaltan con 5.000 hombres el convento de los Capuchinos, desde donde bombardean la ciudad con 50.000 bombas durante nueve días a las ordenes del Duque de Populi Campamento de franceses Raúl Camañas y Alan Jürgens / LA VANGUARDIA resistió un año y un mes. Gracias a una guarnición no profesional, formada por sus vecinos, muy valerosa, y a un mando muy bueno, del general Villarroel. ¿Qué parte de ficción y de hechos reales encontramos? La vida privada es ficción. El resto, todas las operaciones militaD I S T R A C C I Ó N I N F A N T IL “A finales del XIX, los niños jugaban en la calle a borbónicos y austriacistas” MARTÍ ZUVIRIA “A través de la mirada del personaje contaré todo el siglo XVIII en una serie de novelas” res y hechos históricos, son reales, incluso las escaramuzas y ciertos diálogos. He hecho muchas veces sólo un cortar y pegar de los mismos textos de la época, cambiando la puntuación para actualizarla. Me sorprende que las cosas que la gente encuentra más inverosímiles son las reales. 1714 lo explica la rauxa, no el seny. La voz narrativa es singular: este Martí Zuviria, el protagonista que, a pesar de estar allí, en el siglo XVIII, utiliza un lenguaje muy actual y popular, vulgar, con interjecciones, motes, palabrotas y todo lo que se quiera. Al principio sorprende porque uno está acostumbrado a leer estos temas con una imitación del lenguaje de época... El lenguaje antiguo solemniza falsamente. Lo peor que podía hacer era una cosa solemne, porque el Onze de Setembre es sagrado, es decir, no te puedes acercar a él de cualquier manera, y justamente yo lo primero que debía hacer era desacralizarlo. Quería una historia explicada desde abajo, del pueblo. Martí Zuviria existió, fue ayudante de Villarroel, aunque me invento su vida entera, claro. Y lo hago hablar con este registro, digamos, violento. Es una historia dictada, de hecho, por Zuviria, ya viejo, a una mujer austriaca, Waltraud, a quien no para de insultar: zopenca, culona... Espero que las feministas no le critiquen demasiado... Espero que no. En realidad, el alter ego del autor no es Zuviria, como parece, sino Waltraud. Albert Sánchez Piñol, fotografiado la semana pasada en el castillo de Montjuïc Ahora sí me deja confuso. Me he tomado la pastilla antes de salir de casa, tranquilo, pero es verdad: yo me sentía como ella, con un tipo con tricornio que me iba dictando la historia. Además, quiero hacer toda una serie de novelas –quizás una docena, si no me muero antes– que expliquen todo el siglo XVIII narrado por Martí Zuviria: porque Estados Unidos fue independiente gracias a él, que resolvió el asedio de Yorktown contra las tropas inglesas ¿no lo sabía? Nos explicará también cómo era el capitán Cook, cómo los maorís dominaban la poliorcética y por qué tiene esta enemistad con Voltaire, con quien coincidió después en la cor- te de Prusia. Cada vez, Waltraud irá interviniendo más pero aquí es el papel que le tocaba. ¿Qué tiene Vauban para que Zuviria lo admire tanto? Me fascina. Es el mayor ingeniero militar de todos los tiempos. Es su gran maestro. Las fortalezas medievales tenían una estructura desfasada, y él hizo otro tipo de construcción. Aportó dos grandes ideas al mundo, contenida cada una en sus dos grandes bestsellers: Cómo fortificar fortalezas y Cómo expugnar fortalezas. Para Vauban, el ataque era una operación racional compleja, su frase más famosa es la que dirigió a los soldados: ‘Dadme vuestro sudor, y os ahorraré vuestra sangre’. ANA JIMÉNEZ ¿Y la vida privada de Berwick? Aquí emerge como un nuevo icono gay. No se sabe, pero mire, mire estas láminas suyas. ¿Qué le sugieren? Mmm... tenía diez hijos pero es raro porque estaba siempre en campaña. Llegó con los regimientos de élite franceses, sustituyendo al fracasado duque de Pópuli. ¿Pobre Casanova, no? Tras leer Victus, no sé si la gente le seguirá dejando flores... Yo no pienso como Zuviria, Casanova no lo hizo tan mal. Pasa que era el jefe político, su trabajo no era salir a caballo con la bandera por las trincheras. CONTINÚA EN LA PÁGINA SIGUIENTE >> LA VANGUARDIA 37 CULTURA MIÉRCOLES, 10 OCTUBRE 2012 Jennifer Lynch, la hija de David Lynch, presentó ‘Chained’, sobre un asesino en serie y su víctima, un crío retenido a su lado durante diez años Generación Sitges SALVADOR LLOPART Sitges E l festival habló ayer de su programación futura. Se puede decir que hizo un tráiler de sí mismo en un evento dedicado a las películas que vendrán, hechas por directores de aquí, es decir, por esos directores que han dado en llamarse generación Sitges. Se han formado, la mayoría de ellos, como espectadores en el festival, y, luego, han presentado sus primeros cortos también aquí. Son Kike Maillo, Bayona y, claro, Jaume Balagueró, que habló en la presentación de REC 4: apocalipsis, cuyo rodaje empezará a finales de este año. “Además de la cámara subjetiva y la claustrofobia, la serie REC nace de la vocación de jugar y de sorprender”, dijo el director, que añadió: “En REC 4 continuaremos sorprendiendo”. Se habló también de Mama, tiene en marcha dos proyectos nada menos, Manolo Vázquez y Jordi Vilches, por su parte, hablaron de otro proyecto “donde no muere nadie”, dijeron. Una comedia en clave de falso documental que habla (crítica, se ríe) del mundo cultural barcelonés. “Será un ejercicio de metacine”, dijo Vázquez, el director, a lo que Vilches añadió: “Una película en la que yo hago de mí mismo, lo cual no es fácil, no crean. Porque, a ver, si no se ni quién soy ¿cómo voy a interpretarme a mí mismo?” Y siguieron los proyectos. Oscar Ro- Grand Café Y tras el atisbo del futuro, el presente del festival. Después del espejismo que representó Lo imposible, de J.A. Bayona, y su exaltación de la solidaridad, Sitges expulsó el sentimentalismo de su programación y continuó su incansable y habitual exploración de las cloacas del alma humana. Es su carácter, como festival. No puede evitarlo. Que nadie se engañe, pues. Aquí se viene a chapotear en las miserias. Chained (Encadenado), de Jennifer Lynch, sin ir más lejos. La hija de su padre (David Lynch) trata de un asesino en serie Balagueró aseguró que ‘REC 4’ seguirá siendo una película de miedo, sorprendente y juguetona un largo producido por Universal, de Hollywood, que surge de un corto de 3 minutos que Andrés Muschietti presentó en Sitges hace años. Mamá llegará a Sitges en el 2013 producido por Guillermo del Toro y Jessica Chastain, la gran estrella femenina del momento en Hollywood, como protagonista. Sheol, la región de los muertos es, será, una serie de televisión de terror sobre las leyendas milenarias de Barcelona. Hablará de fantasmas, de posesiones y de exorcismos. Marc Carreter i Xavi Garriga, sus directores, explicaron que el piloto “trata de Jacint Verdaguer y su poco conocida actividad como exorcista”. Sergi Vizcaíno, otro habitual de Sitges, director de X3PD, Jennifer Lynch presentó Chained en el festival de Sitges jo habló de Omnívoros, sobre canibalismo, y Teo Garcia hablo de Seiken, donde “se reparten muchas hostias, o sea, que será de acción”. El sparring, de José Luis Montesinos, trata de un tipo que cobra para que le peguen, y la sesión de avances concluyó con los primeros 13 minutos de El cosmonauta, de Nicolás Alcalá. La primera película producida mediante el crowdfunding, modalidad participativa con cientos, miles, de pequeños productores. “Ahora escribo una novela sobre un ángel caído en una masía del Matarranya” >> VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR Villarroel cambia de bando, primero está con los borbónicos y después con los austriacistas. ¿Fue un mercenario? Noooo, acabó su contrato con los Borbones y podía firmar con otros. El espíritu de época era otro, no estaban los estados nación. Era como los contratos deportivos de ahora. Los ejércitos eran muy pequeños, profesionales, los pagaba el rey, y los soldados eran valiosos porque perderlos salía muy caro. ¿El heroísmo de la gente no es una milonga romántica? Ningún soldado lucha por una idea elevada, por una abstracción como la democracia, luchas para no defraudar a tu compañero de al lado, con quien te entrenas y duermes. Lo que mantuvo a la gente luchando fue el miedo al qué dirán, pues toda la ciudad era testigo de tu coraje o de tu cobardía. ¿Y las trincheras llenas de putas y vendedores? La vida colándose en medio de la guerra... Eso es cosa mía. la humanidad invadiendo esa estructura plutónica... ¿Se traducirá al catalán? Sí, lo hará Xavier Pàmies, y saldrá el año próximo, en marzo o abril. Si me lo traducen al ruso, al francés, al alemán y al holandés, ¿cómo voy a decir que no al catalán? Incluso vemos a los indignados de la época, acampados en la plaza Sant Jaume... Que Barcelona resistiera a los ejércitos francés y español fue una orden de los de abajo a los de arriba, como el Onze de Setembre que acabamos de pasar. La nobleza votó no luchar, y cambiaron por la presión popular. Para ellos, fue un desastre, claro, pero posiblemente sin este capital simbólico hoy no existiríamos, Valencia y Mallorca no lucharon... Jordi Balló SUSANA SAENZ / EFE (Vincent D'Onofrio) que se encariña del hijo de una de sus víctimas, y lo mantiene encerrado junto a él como testigo de sus fechorías. La incomodidad, y el ritmo pausado, marcan un filme que busca la raíz del horror en el horror sufrido, cuando era niño, por el asesino. No va más allá: se queda en el sometimiento de la víctima. Un filme disminuido por la mirada chata de su directora que se estropea, aún más, cuando busca la sorpresa final.c ¿Y el bombardeo de civiles? Fue un acto de terrorismo internacional. ¿Por qué quieres destruir una ciudad que añadirás a tus dominios? Se dice que es la novela del Onze de Setembre pero en realidad este sólo ocupa 25 páginas... El clímax, no necesito más. Lo que importa es la historia que nos lleva. ¿Habrá película? Los derechos están vendidos a Brutal Medía, y con 10 o 20 millones podríamos hacer una película muy digna. ¿Y ahora qué hace? Tengo a medias la tercera novela de la trilogía de La pell freda y Pandora al Congo. Se titula Massallum y pasa en la tercera guerra carlista, en una masía del Matarranya. Ven unas luces en el cielo, después oyen un impacto... y es un ángel caído, al que persiguen unos demonios. El ángel les promete que, si lo esconden, les dará aquello que más desean en la vida. Y la gente se da cuenta de que aquello que creían desear más no es lo que realmente quieren, sino otra cosa. Estoy encontrando el tono, como de rondalla. Será el final más triste de la literatura catalana. Una novelita breve pero efectiva. Y se hará una peli, seguro: es barata de rodar.c LEA LA ENTREVISTA COMPLETA CON ALBERT SÁNCHEZ PIÑOL EN www.lavanguardia.com L os ideólogos de la españolidad andan preocupados por el descalabro de lo que ellos llaman “la marca España”. Yo les debo a Tere Badia y a Jorge Luis Marzo el hacerme comprender que esta misma idea de crear marca va unida al mito barroco de la hispanidad, a la manera como España ha tenido siempre de intentar imponer una imagen unitaria, paternalista e imperial, y que ahora se ha quedado sin sustento. ¿Se imaginan cómo va a ser la próxima Cumbre Iberoamericana, este invento neobarroco, con España intentando imponerse moralmente, con un Rey desgastado y un Gobierno acostumbrado a mirar con superioridad a los demás países que ahora se mofan abiertamente de la madre patria? Pero en Catalunya debemos repensar hasta qué punto con tantos años de convivencia no se nos ha enganchado también este espíritu mononuclear cuando intentamos decidir nuestro lugar en el mundo. Hay un ejemplo positivo de la diferencia cultural: ante el anuncio de la posible independencia catalana el Gobierno español sólo responde, en relación con otros países, reclamando la adhesión incondicional a sus ideas y tratados; mientras tanto, como ha escrito Enric Juliana, los catalanes se mueven en red, con agentes cualificados espontáneos que intentar encontrar complicidades en cada lugar, transmitiendo una visión alternativa de lo que está pasando. España hace política barroca; Catalunya, de entrada, no. Y que dure. Me planteo esta cuestión de la necesidad o no de una marca nacional en el Grand Palais de París, en la sala central de la exposición Bohèmes, recién inaugurada. En esta sala se evoca un café de Montmartre de finales del XIX, con seis mesas en el centro a cuyo alrededor cuelgan los mejores cuadros que han El Gobierno español sólo responde, en relación con otros países, reclamando la adhesión incondicional construido el fetiche bohemio. En esta selección participan, entre otros, dos cuadros de Degas (L’absinthe, Portrait du graveur Joseph Tourny), un Van Gogh, un par de Toulouse Lautrec, un Casas (La Madeleine, que preside la sala), un Fortuny (el retrato erótico de Carmen Bastián) y dos Rusiñol (Café de Montmartre, que da la clave del espacio que se evoca, y el magnífico Erik Satie en su estudio). No es la primera vez que estos cuadros de los modernistas catalanes están en París, pero no es tan habitual verlos formando parte de un discurso sin más, sin necesidad de evocar su origen o la relación entre las ciudades que los acogieron. Casas, Fortuny y Rusiñol están allí por la realidad que recrearon, o que inventaron, de la misma manera que Dalí y Miró recorren las salas de todo el mundo apelando a su propio universo creador. Y esto creo que también es esencial. Puede ser legítimo ir exponiendo el arte catalán a golpe de manifestaciones unitarias, pero lo realmente decisivo se produce cuando algunos de estos artistas, algunas de sus obras, se convierten en generadoras de un proyecto cultural internacional de envergadura. Y esto se siente en este Café en red del Grand Palais.