Actividades Escuela Dominical. ORIGEN DE LA ESCUELA DOMINICAL Roberto Raikes, impresor y propietario del Periódico Gloucester Journal de Inglaterra, inició el trabajo de Escuela Dominical en julio de 1781. Lo respaldaron los grandes evangelistas como Juan y Carlos Westey y Jorge Whitefield. En 10 años habían distribuido 9,200 cartillas de alfabetización, 25,000 Nuevos Testamentos y 5,300 Biblias en más de 100 Escuelas Dominicales con cerca de 65,000 alumnos. La idea empezó como proyecto para ayudar a todas las personas, particularmente a los niños que en aquellos tiempos trabajaban en las fábricas durante la semana, que no podían ir a las escuelas para instruirse. Se les enseñaba lectura, escritura y cuentas de aritmética. La Escuela Dominical era un movimiento popular de los laicos evangélicos. Muchos pastores en Inglaterra se opusieron. Pero al pasar el movimiento a los Estados Unidos, todos los pastores lo aprobaron y acogieron con mucho entusiasmo. Al finalizar el siglo XVIII ya había en los Estados Unidos muchas Escuelas Dominicales pero estas se limitaron a la instrucción religiosa únicamente, tal vez por la educación pública tan accesible y a la vez que no existía el problema de trabajadores infantiles en las fábricas. La Escuela Dominical se extendió para la instrucción de todos los miembros de la Iglesia, de todas las clases sociales y de todas las edades. También se formaron uniones de Escuelas Dominicales. Por muchos años, el método de enseñanza era el Catequístico (preguntas y respuestas), sobre asuntos netamente doctrinales. Después, durante los primeros 30 años del siglo XIX, se popularizó el método de memorización de textos, en su mayoría los que deseaba aprender el alumno, junto con la recitación de pasajes sin "ton ni son". Finalmente en la Convención Internacional de 1872 se nombró un Comité de 5 Ministros y 5 Laicos de 5 diferentes denominaciones para organizar las series de lecciones uniformes de Escuela Dominical. Ese mismo Comité de Lecciones Uniformes del Concilio Internacional de Educación Religiosa y que produce lo que se llama "Lecciones Bíblicas Internacionales para la Enseñanza Cristiana". Al llegar a México los misioneros trajeron con ellos el sistema de Escuela Dominical para instrucción religiosa únicamente. Nuestro Presbiterio Nacional de la Ciudad de México, utilizó esas series de lecciones uniformes hasta el domingo 30 de diciembre de 1984; a partir del domingo 6 de enero de 1985, elabora sus propias series de Lecciones Bíblicas. Por otro lado, se da el nombre de Escuela Dominical a la Iglesia en pleno, congregada los domingos por la mañana, con el propósito de estudiar la Palabra de Dios, siguiendo un plan de estudio previamente elaborado. La Escuela Dominical tiene por propósito: 1.- Cultivar la vida espiritual de sus alumnos y estudiar en forma graduada la Palabra de Dios. 2.- Doctrinar a los alumnos, la Escuela Dominical presenta grandes oportunidades, para que el creyente progrese en el conocimiento de la Palabra de Dios y se familiarice con las principales Doctrinas de nuestra Iglesia. 3.- Evangelizar a los asistentes, por otra parte, en vista de que frecuentemente hay personas nuevas, la Escuela Dominical debe transformarse en una agencia evangelizadora, para llevar las personas al conocimiento de Cristo aceptándole como su Salvador Personal. Sin embargo hay que tener en consideración que para que pueda cumplir sus objetivos, cada miembro de iglesia debe tener un serio compromiso con Dios, estudiar sus lecciones personalmente durante la semana, participar en clase y ser puntual a dichos cultos.* Articulo tomado de Educación Cristiana elaborado por el Pbro. José Luis Genis Guzmán.