REFLEXIÓN SOBRE LA NUEVA ESCUELA

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REFLEXIÓN SOBRE LA NUEVA ESCUELA
Por
Gustavo Enrique Calderón Henao
Estudiante del Programa de Artes Plásticas
Tomado de la Revista Debates # 35 septiembre de 2003.
Este ensayo, aunque su exposición se ajusta más a un modelo general, plantea
implícitamente los fenómenos de la globalidad, la identidad cultural, la comunicación
tecnológica y en especial la inquietud por el lenguaje.
Un buen maestro necesita, cuando pretende impartir conocimiento en el sentido de
formar la construcción del otro, el retiro como un hecho importante para coorientar en
su libre desarrollo.
A través de tiempos inmemoriales, la cultura occidental siempre ha presentado una
reflexión constante sobre el porvenir de las escuelas, esta reflexión es cíclica: va y
viene en todo tiempo por parte de los autores y actores; se construyen, se deforman
parámetros ideales, son tantos los elementos que la conforman que pensar en impartir
conocimiento e instruir cultura desde la escuela es de alguna manera una tarea
utópica. Pensar en cómo es la mejor manera de concebir la Nueva Escuela, es una
labor que se impregna de una atmósfera altamente abstracta, es decir, demasiado
etérea, fugaz.
En todo caso se diseñan modelos de acuerdo con dictados estatales impartidos por
los ministerios de educación, siempre ligados a políticas económicas impuestas por el
Estado. Las concepciones del libre desarrollo del hombre que son los postulados de
dichas políticas, son subordinadas a concepciones de sostenibilidad del Estado. Se
crea, entonces, una estructura casi impenetrable en donde la manipulación del
conocimiento es ejercida por las élites dominantes. Esta manipulación está manifiesta
en decretos y constituciones que establecen normas y metodologías que sólo están
hechas para cumplir objetivos propuestos para los intereses del Estado.
Aquí quiero exponer algo a los que pretenden generar ideales metodológicos en
cuanto a la forma de impartir cultura a las nuevas generaciones: trabajar en nuestro
interior, fomentar la autocrítica, debemos tener en cuenta que somos producto de las
mencionadas políticas, que nos hemos formado por medio de esas estrategias
estatales, que por más que creamos que tenemos un pensamiento alejado de estas
estructuras sospecho que es todo lo contrario: estamos más próximos a ellas,
tenemos esa matriz tan adentro de nosotros que posiblemente nos tenga cegados y
sólo nos permita visualizar siempre modelos que terminan siendo hijos de los
anteriores.
La lejanía y el retiro planteado en el diálogo del documento “Sobre el porvenir de las
nuevas escuelas” (Nietzsche, Friedrich), parece ser una forma que me permite el
planteamiento al cual acabo de referirme; un buen maestro necesita, cuando pretende
impartir conocimiento en el sentido de formar la construcción del otro, el retiro como
un hecho importante para coorientar en su libre desarrollo, sin intervenir en la magia
del sueño del que empieza a abrirse a la posibilidad de la vida, que cada hombre
nuevo trae como su luz propia en donde es precisamente la educación la que debe
potenciar y acrecentar las posibilidades del individuo para que desde su propio mundo
se proyecte a los demás. Contemplando la urgencia de desmontar todo método
educativo que vaya en detrimento del individuo.
Ha empezado, desde algún tiempo atrás, a caerse esa vieja estructura por el peso de
su obsolescencia. Cuando empieza la educación a distancia visualizo los primeros
indicios de dicha caída; le sigue abriendo el paso a esta caída los métodos educativos
semipresenciales, y qué decir de la incursión de las nuevas tecnologías informáticas
cuando están haciendo su aparición en la escena educativa. Es en esta crisis que el
educador de hoy tiene su posibilidad de desarrollar su proyecto educativo, una vez
haya tenido conciencia en su retiro, de su propia capacidad y limitación como
coorientador en la formación del otro.
Debemos tener plena conciencia en acercarnos lo más próximo a la situación actual
que se está generando en nuestro entorno, para advertir de los nuevos tramados que
está construyendo el hombre de hoy.
Es de vieja data comprobada ya la insuficiencia por parte de los organismos estatales
que hasta ahora abordan y emprenden los procesos de impartir educación, por la
complejidad de la multidisciplinariedad con que el hombre está afrontando paradigmas
que apenas están haciendo su aparición, ésto al no estar presupuestado en sus
concepciones desborda aún más esta insuficiencia, que finalmente termina por
perjudicarnos a todos, pero esencialmente a los directamente involucrados que son la
nueva generación de seres en etapa de formación, entendemos que los
conocimientos absolutos como islas proveedoras de educación no existen, tampoco
dependen de sí mismos, sino que se entretejen complejamente entre otros saberes,
de ahí la premura de permitir una educación abierta, que parta de las inquietudes del
sujeto, de acuerdo con los parámetros de su entorno en el cual se está desarrollando,
en donde él pueda tener acceso a la información adecuada acorde con su búsqueda,
para él entenderse como un individuo de una sociedad, tanto por su parte como por la
de los demás, a la cual será su decisión libre de servirle o no. Es en esta información
donde también podemos abrir brecha para nuestra gestión profesional como
educadores de las próximas generaciones. Quiero ser claro que no es fomentar la
irresponsabilidad, sino que lo que aquí se está exponiendo es comprometernos con un
gran esfuerzo por ser planeadores e intérpretes de una dinámica distinta de juego en
la nueva educación, no se trata de confrontación ideológica con las existentes; pues
esto lo considero un desgaste innecesario, apunta más bien hacia gestar no una sino
muchas dinámicas, como en exposiciones de juegos que plantean sus propias reglas
estructurales, para poder ser impartidas y recibidas de forma coherente, dejando
entrever siempre un conectivo de entrada o de fuga, para la inserción con los demás
saberes, hasta dar la posibilidad de la transformación, si es necesario.
En cuanto a la organización general administrativa para este tipo de propuestas,
sencillamente los marcos conceptuales que poseen tanto el Estado, como los
particulares autorizados para la administración de procesos educativos, aún no
contemplan estas posibilidades por la poca o casi nula concepción de lo que significa
enseñar hoy; en estas circunstancias debemos poner en el juego de la educación a la
colectividad más preparada en el tema, que posea claras intenciones de estar
dispuesta a someterse al estudio y posteriormente a la investigación para diseñar y
proveer de herramientas capaces de formar a los educandos a partir de sus
experiencias individuales, apostándole a los planteamientos en que nos han puesto
los nuevos paradigmas.
Es menester construir aparatos conceptuales que logren soportar, organizar y poner
en práctica los nuevos proyectos educativos, para llegar a la deseada meta de permitir
la construcción de la cultura en los nuevos ciudadanos, haciendo un gran énfasis en la
libertad del sujeto, a su diferencia como pensador, creador innato que plantea
cambios, por su desarrollo único e individual, fortalecido en el propio sujeto, dado por
la formación que se plantea en este tipo de educación, la cual indudablemente se
reflejará en una cultura más rica por su diversidad de pensamiento, que tiene su
propio punto de vista en cada sujeto indagado por su función social. Coorientar al
sujeto a descubrir su valor social, es empezar a abolir la masa que no identifica, que
aliena, que elimina el pensamiento y que finalmente extermina al individuo, al sujeto.
Este ensayo, aunque su exposición se ajusta más a un modelo general, plantea
implícitamente los fenómenos de la globalidad, la identidad cultural, la comunicación
tecnológica y en especial la inquietud por el lenguaje.
El fenómeno del lenguaje, merece especial atención por ser la única herramienta
conocida para la transmisión y recepción de información entre los hombres y el sujeto
mismo. A partir del lenguaje base podemos explorar otras formas de comunicación
aún no existentes, por lo que planteo buscar y elaborar estrategias encaminadas a
coorientar en la formación del lenguaje de una manera más efectiva a las futuras
generaciones, estoy de acuerdo con los que piensan que el subdesarrollo, los
desacuerdos sociales y la inestabilidad de un pueblo se debe precisamente a que su
lenguaje es muy pobre y su capacidad de expresión es una resistencia que se opone
a la comunicación de los verdaderos intereses del individuo.
Es menester construir aparatos conceptuales que logren soportar, organizar y poner
en práctica los nuevos proyectos educativos, para llegar a la deseada meta de permitir
la construcción de la cultura en los nuevos ciudadanos, haciendo un gran énfasis en la
libertad del sujeto, a su diferencia como pensador, creador innato que plantea
cambios, por su desarrollo único e individual, fortalecido en el propio sujeto, dado por
la formación que se plantea en este tipo de educación, la cual indudablemente se
reflejará en una cultura más rica por su diversidad de pensamiento, que tiene su
propio punto de vista en cada sujeto indagado por su función social. Coorientar al
sujeto a descubrir su valor social, es empezar a abolir la masa que no identifica, que
aliena, que elimina el pensamiento y que finalmente extermina al individuo, al sujeto.
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