Que dure la euforia

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Que dure la euforia
Juan José Millás
Los seres humanos, pese a nacer en cautividad, hacemos cosas increíbles. Revoluciones,
sin ir más lejos. Las revoluciones, sobre todo las que nacen para erradicar la cautividad, la
multiplican con más frecuencia de la deseable debido a una especie de efecto rebote (como la
píldora que aumenta el dolor de cabeza contra el que se ingirió). Vean la cubana, por ejemplo,
que tantas esperanzas nos hizo concebir en su día. Los Castro están liberando, gracias a las
presiones (no se lo pierdan) de la Iglesia, a una serie de presos que mantenían en cautividad
(valga la redundancia). Una de dos: o los presos no eran presos, sino secuestrados, o la
revolución cubana es un fracaso. Quizá las dos cosas: los presos no eran presos y la revolución
es un fracaso. Los Castro deberían haberse dado cuenta de que las cosas no funcionaban cuando
hace años se vieron obligados a recibir al Papa de Roma como lo habría recibido Berlusconi.
También cuando, al efectuar el recuento de la población, vieron que el 20% había huido a nado
del paraíso socialista.
El fracaso de la revolución es una mala noticia (otra más) para todos los seres que viven
(que vivimos) en cautividad. No parece que haya alternativas al zoológico. Si al menos
fuéramos como esos animales que no se reproducen tras las rejas, o que se ponen tristes, o que
dejan de comer… Nada de eso. A nosotros, las cárceles económicas, ideológicas, nacionalistas,
identitarias, desidentitarias, filosóficas, científicas, religiosas, etcétera, etcétera, nos abren el
apetito, nos dan alas. Nos gusta, como si dijéramos, la vida del parque. Fíjense la que acabamos
de montar con el Mundial de Fútbol y con ese pobre pulpo, de nombre Paul, al que tenemos
recluido, a nuestra vez, en un recipiente de metacrilato.
Lo primero que se dice de los parques zoológicos buenos es que no parecen parques
zoológicos. No es cierto, porque uno ha visto muchos y están llenos de detalles que le hacen a
uno recordar dónde se encuentra. Pero es verdad que hay cárceles más aseadas que otras. Ahora
bien, en época de crisis, los primeros que pagan el pato son los animales: se les reduce la
comida, se les quita la calefacción, se espacian las visitas del veterinario… No hay nada más
triste que un zoológico afectado por una crisis económica. Que dure, al menos, la euforia del
Mundial.
Información, 17/7/2010
1) Establecimiento del tema del texto, breve resumen de su contenido y descripción y
explicación de su esquema organizativo –partes temáticas constitutivas del texto y
articulación de las mismas- (0´5, 1 y 1´5 puntos).
2) Explicación y valoración de las ideas expuestas a partir de la cultura del alumno y de su
conocimiento del mundo (1 punto).
Elija uno de los dos bloques de preguntas:
3) Comente los aspectos más destacados de cohesión léxico-semántica (2 puntos).
4) Analice sintácticamente: “Los Castro deberían haberse dado cuenta de que las cosas no
funcionaban cuando hace años se vieron obligados a recibir al Papa de Roma como lo
habría recibido Berlusconi” (2 puntos).
5) Análisis de los protagonistas de La casa de los espíritus (2 puntos).
3) Comente los aspectos más destacados de modalización (2 puntos).
4) Analice morfológicamente: “socialista”, “económicas” y “desidentitarias”. Explique el
significado, en su contexto, de “euforia” y “pagan el pato”.
5) La vida y la muerte en la poesía de Miguel Hernández.
El tema es el apoteósico triunfo español en el Mundial de fútbol (¿?).
El tema es el fracaso de la revolución cubana (¿?).
El tema es la miseria en la que viven los animales en los zoos (¿?).
El tema es la injusticia de tener a Paul encerrado en un acuario (¿?).
El tema es la crisis (¿?).
El tema es el adocenamiento (¿?) de la gente.
El tema es la adaptación sumisa a que nos sometemos en situaciones de
opresión.
El tema es criticar la docilidad con que nos dejamos manejar y el peligro que
ello conlleva en momentos difíciles.
El tema es la falsa apariencia de libertad que disfrutamos.
Un resumen del contenido del texto es el siguiente:
Las revoluciones liberadoras del pueblo, en vez de romper cadenas, nos hacen
más esclavos. En Cuba ha fracasado por culpa de la represión a que son sometidos
los disidentes, el éxodo de muchos cubanos y la ceguera de sus dirigentes. Así pues,
no parece conveniente rebelarse sino todo lo contrario: nos sentimos felizmente
integrados en un sistema opresor cuya única válvula de escape es el ocasional
triunfo de la selección en el Mundial de fútbol. No obstante, por muy asumidas que
tengamos las imposiciones, ni siquiera espacios aparentemente confortables se
salvan de los efectos de la crisis, cuando ya ha pasado el momento de alegría por el
triunfo en el Mundial.
O:
A pesar de lo que pudiera parecer, y más en momentos de alegría colectiva como
el de la victoria española en el Mundial de fútbol, estamos sometidos a los dictados
de un sistema (político, económico…) igual que los animales de un zoo dependen de
sus cuidadores. Si algo falla (el dinero, por ejemplo), somos los primeros en notarlo.
No nos rebelamos porque hemos visto que las revoluciones no sirven para nada o
incluso incrementan la opresión al pueblo, como ha sucedido en Cuba, que se ha
quedado anclada en el pasado y a expensas de lo que la jerarquía eclesiástica le
dicte.
La estructura del texto está planificada de forma que al final la tesis (vivimos
adocenados) se impone a los lectores. Por ello hablamos de estructura sintetizante o
inductiva. Para llegar a la conclusión el autor sigue el siguiente orden:
planteamiento de la cuestión, cuerpo argumentativo y cierre en forma de tesis
implícita.
Para demostrar la idea de que la capacidad del hombre para rebelarse no da los
frutos esperados, igual que un analgésico empeora el dolor de cabeza (analogía),
alega el ejemplo de Cuba, donde se están liberando presos políticos, consecuencia
del fracaso de la revolución así como la pérdida demográfica.
En el segundo párrafo, como resultado de los anterior, se formula la idea de que
no tenemos escapatoria a la presión (encierro) a que estamos sometidos, igual que
los animales en un zoo (analogía), o peor porque nos adaptamos a esa forma de vida
mejor que ellos. Prueba de ello (ejemplo) es la última celebración del Mundial.
Siguiendo con la analogía anterior, aunque los zoológicos se disfracen de
bienestar, cuando hay una crisis como la presente, los animales, es decir, nosotros
somos los primeros en pagar las consecuencias. Por eso, más nos vale refugiarnos en
el fútbol.
3) Entre los elementos de modalización que operan en el texto, podemos discernir
varios tipos de modalización:
-epistémica: engloba modalidades oracionales dubitativas (“Quizá las dos
cosas”), asertivas (“Nada de eso”, “No es cierto que…”, “es verdad que…”) y verbos
modales (“No parece…”).
-bulomayeica: modalidades desiderativas (“Que dure…”).
-deóntica: imperativos (“Vean”, “valga”, “no se lo pierdan”, “Fíjense”) para
dirigirse a los lectores, perífrasis modales de obligación (“deberían haberse dado
cuenta”), hipótesis (“como si dijéramos”, “Si al menos fuéramos…”, “como lo habría
recibido…”).
-valorativa: adjetivos calificativos (“increíbles”, “deseable”, “mala”, “pobre”…),
sustantivos valorativos (“esperanzas”, “fracaso”), verbos y perífrasis modales (“parece”,
“deberían”), locuciones adverbiales (“gracias a…”).
También la deíxis personal y social contribuye a mostrar la subjetividad del
autor. Éste se erige en portavoz de los lectores a través de los plurales inclusivos
“vivimos” (en un inciso reformulador), “hacemos”, “nos hizo”, “nosotros”, “nos gusta”,
“nuestra vez”, etc. Por otra parte, diferencia la colectividad (“seres humanos”) y la
individualidad impersonal (“uno”). En cuanto a la deíxis social, el emisor se dirige
respetuosamente a los receptores (“Vean”, “pierdan”).
Una forma de emitir juicios de valor es cuantificando en términos relativos:
“tantas esperanzas”, “otra más”, “multiplican”, “llenos”, “nada más”… De igual forma,
el uso de recursos expresivos o figuras retóricas, tales como la ironía “paraíso
socialista”, las metáforas “cárceles”, “alas”, “parque”, la hipérbole, etc. Las
connotaciones semánticas negativas de “euforia”, el humor a propósito del pulpo Paul,
las variaciones de registro (“pagan el pato”, “dan alas”, “montar”).
4) Entre los procedimientos que el autor emplea para dotar de cohesión léxicosemántica al texto encontramos los siguientes:
-palabras clave por su índice de aparición: “cautividad”, “fracaso”, “revolución”
y “animales”. La primera nos serviría para designar todo un campo conceptual integrado
por “presiones, presos, secuestrados, obligados, liberando, huido, parque zoológico,
rejas, cárceles, recluido, recipiente”. A su vez, dentro de este campo podríamos
establecer una esfera conceptual más reducida referente a “parque zoológico”:
“veterinario, comida, calefacción, rejas, alas, vida, reproducen, metacrilato, animales”.
Por último, el término “animales” lo consideramos hipónimo del hiperónimo “seres” y
cohipónimo de “humanos”; también sería “animales” hiperónimo de “pulpo” y “pato”.
-relaciones semánticas: sinonimia (“alas-vida”, “seres humanos-población”),
antonimia (“alas/rejas”, “erradicar/multiplican”, “fracaso/esperanzas”, “tristes/euforia”),
hiperonimia (“cosas increíbles”), hiponimia (“revoluciones”), metonimia (“rejas” por
cárcel).
5) La cohesión gramatical queda patente a través de los recursos sintácticos
empleados por el autor del texto:
-correlación o bimembración: “o… o…”.
-paralelismo: “Los Castro… Los Castro…”.
-elipsis al final del primer párrafo.
-catáforas: “Una de dos:”; “las dos cosas:”.
-anáforas: “la cautividad, la multiplican”; “Nada de eso”.
-conectores: “sin ir más lejos”, “por ejemplo” (de ejemplificación); “también”
(de adición); “Pero”, “Ahora bien” (contraargumentativos).
-nexos: “como” (comparativo); “si” (condicional); “porque” (causal).
´
El eje temporal del texto gira en torno al presente identificable como “en época
de crisis”, deíctico acompañado por verbos en presente (“están liberando”, “acabamos
de montar”, “es”, etc.). Hay alusiones a un pasado más o menos lejano (“hace años”,
“en su día”) con verbos en pretérito (“hizo”, mantenían”, “había huido”) para describir
la situación cubana. Y, por último, una consideración de cara al futuro a través del
subjuntivo “Que dure”.
En cuanto a los deícticos espaciales, por alusiones al Mundial la localización
sería en España. No obstante, hay generalización espacial (“seres humanos”, “parques
zoológicos”…) y concreciones ejemplificadoras: “[revolución] cubana”.
7) El registro más utilizado para transmitir textos periodísticos, tanto
informativos como de opinión, es el estándar en su variedad formal. La aparición de
muestras aisladas de otros registros obedece a una intencionalidad de aumentar la
expresividad del texto, caso de coloquialismos y vulgarismos, o su rigor informativo,
caso de tecnicismos. En el texto que nos ocupa, observamos las expresiones coloquiales
“pagan el pato”, “dan alas” y “montar” en el sentido de “organizar exageradamente”,
que sin duda confieren al mensaje un tono más familiar y cercano a los lectores, más
propicio, por tanto, para su adhesión. Por otra parte, el nivel de competencia lingüística
del autor se pone de manifiesto en el uso de léxico culto (“erradicar, efectuar,
identitarias…”) y de algún ejemplo de tecnicismo o lenguaje especializado
(“metacrilato”). Podemos concluir que esta heterogeneidad de registros es propia de
hablantes experimentados o comunicadores como Juan José Millás, novelista y
articulista de reconocido prestigio.
8) Nos encontramos ante un artículo de opinión publicado en diversos medios de
difusión nacional (El País) y provincial (Información de Alicante). Cumple a la
perfección los rasgos que definen este subgénero periodístico o, incluso, al de la
columna:
-referencia a la actualidad más inmediata (“crisis”), reconocible por todos los
lectores, en cualquiera de sus facetas: económica, política, cultural, televisiva, etcétera.
-firma habitual, casi diaria, de reconocido prestigio literario o periodístico (Juan
José Millás), que ocupa un lugar fijo en el rotativo, en este caso suele aparecer en la
contraportada del periódico.
-extensión relativamente breve del escrito, por lo que no se profundiza
excesivamente en el tema sino que más bien se perfila la opinión personal del autor
sobre el mismo.
-tratamiento literario de la materia abordada, lo que motiva la originalidad en el
punto de vista adoptado por el columnista y su empleo de un lenguaje altamente
connotativo.
9) La función del lenguaje más importante en el texto es la apelativa o conativa,
porque todo él va encaminado a convencer a los lectores de que nos adaptamos
demasiado fácilmente a un sistema controlado por lo que se intuye que el autor pretende
que nos rebelemos contra esta situación injusta. En segundo lugar, la función expresiva
o emotiva está presente en la subjetividad con que el autor expresa su punto de vista o
visión personal del problema (remitimos al apartado de modalización), convencido
como está de que somos víctimas de la falta de libertad. La función representativa o
referencial se manifiesta cuando, en el núcleo expositivo, el autor nos explica la
situación en Cuba con cierta objetividad puesto que en lo fundamental se atañe a los
hechos. Por último, la función poética, solidaria de la expresiva, está patente en el uso
especialmente cuidado del lenguaje y en estilo propio de Juan José Millás, que sus
seguidores reconocen (ironía, humor, imaginación…).
2) El texto atrapa al lector desde el enigmático titular (“Que dure la euforia”)
hasta el final. Sutilmente expone con razonamientos acertados y fácilmente asumibles
por los lectores el problema de la falta de libertad encubierta que padecemos y, aun a
costa de parecer exagerado, lo compara con la vida que llevan los animales en un
zoológico. Critica, creo que con acierto, la euforia un tanto cargante del triunfo español
en el Mundial de fútbol pero sin acritud (alusión al pulpo Paul).
En mi opinión, ya nadie se acuerda de momentos felices pero fugaces como el
triunfo en la Eurocopa del año pasado o los galardones conseguidos en otros deportes
como el ciclismo o el tenis. No obstante, la falta de dinero en nuestros bolsillos es
diaria, consecuencia de la “cárcel” más dura que padecemos: la económica. Estamos
entregados a los tejemanejes de grandes organismos capitalistas y presos de sus
vaivenes. Pero, ¿cómo romper las ataduras que nos unen al pago de una hipoteca cada
mes? Parece una cuestión difícil de resolver.
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