¿Soy espiritual y religioso? Vivir espiritualmente es vivir en el Espíritu Santo. En una charla de teología, de conversaciones sobre nuestra fe en un grupo de jóvenes, el tema del día fue la espiritualidad y religión. A los asistentes a esta charla se les hicieron las siguientes preguntas: ¿Para ti qué es la espiritualidad? Y ¿la religión? Espiritualidad Relación con Dios Estilo de vida Diálogo Sentir Abandono en Dios Religión Práctica de fe Camino hacia la bondad Deseo de unión con Dios Creencias de un grupo o institución Enseñanzas, doctrina De acuerdo al orador las respuestas no fueron ni acertadas ni equivocadas. Él comentó que a algunas personas al hacerles esta pregunta responden: ¡yo soy espiritual pero no religioso!, y lo curioso de esto es que no se puede ser espiritual sin ser religioso. Es decir quien es espiritual también es religioso. Veamos por qué: Si vemos las columnas de arriba, los asistentes contestaron que espiritualidad para ellos significa tener una relación estrecha con Dios. Y religión quiere decir: relación. Relación, experiencia, vida y crecimiento con otros seres humanos. Vivir espiritualmente es vivir en el Espíritu Santo. Los seres humanos somos cuerpo, alma y espíritu. “La espiritualidad es el corazón donde el alma nutre y cuida al espíritu y la corporalidad que la hacen una persona”. Fray Gilberto Cabazos-González WWW.OYEMAGAZINE.ORG Desde el concepto ontológico, clásico, de experiencia, ciencia y arte, la espiritualidad es una dimensión fundamental del ser humano, basada en la vida en relación al prójimo y sus experiencias de vida, tradición y sabiduría de la comunidad. Como ciencia, también es un estudio académico con sujeto y método y como arte, una gracia y disciplina para la formación integral del ser humano. A continuación te presentamos los 12 pilares que te ayudarán a llevar una vida espiritual plena. 12 Pilares de la vida espiritual de la religión cristiana Divinidad (Presencia de Dios en mi diario vivir) Confianza en el plan de salvación Centrada en Cristo (Cristo está en todo) Sellada con la Cruz Inhabitación de la Santísima Trinidad Combatir el narcisismo (admiración excesiva que alguien siente por sí mismo), el pragmatismo (actitud y pensamiento que valora sobre todo la utilidad y el valor práctico de las cosas) y el aburrimiento (falsa creencia de no tener nada que divierta y distraiga) Comunión con la familia de Dios (con TODOS, hasta los que no te agraden mucho) Fidelidad a la realidad (en casa y en el templo) Vida apostólica y contemplativa Evangelización Kerigmática (anuncio, enseñanza y forma de comunicación de lo sagrado.) Justicia, paz y salvaguardar la creación Diálogo interreligioso e intercultural ¿Y tú eres espiritual? Para ayudarte a crecer espiritualmente podrías comenzar a hacer ejercicios espirituales. Tal vez te estés preguntando ¿y qué son los ejercicios espirituales? ¿Cómo se hacen? Bueno, aquí contestamos estas preguntas: Los Ejercicios Espirituales son un diálogo y conversación continua y constante con Dios, donde el Espíritu de Jesús es el actor principal de los Ejercicios porque es Él quien nos mueve, inspira constantemente y nos sugiere que podemos mejorar, cambiar de manera de vivir, de comportarnos. Y es Él quien nos anima a conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas, y cómo podemos vivir lo que Dios quiere en la práctica cotidiana de nuestra vida. Es fundamental vivir esta experiencia, estar atentos, escuchar, orar y buscar lo que Dios nos pueda decir. Los Ejercicios Espirituales son un “camino de libertad” para transformarse, para ser de verdad hijos de Dios, hermanos de todos y servidores del Reino de la Vida. La intención de estos Ejercicios Espirituales es liberarte de todo lo que te ata y no te permite poner en práctica la voluntad de Dios, es decir lo que Dios quiere que tú seas. Hacer estos Ejercicios Espirituales es comenzar a encontrar a Dios en todas las cosas y en todo… WWW.OYEMAGAZINE.ORG Ejercicio Espiritual Algunos consejos prácticos para vivir al máximo los Ejercicios Ponerse en la presencia de Dios al comenzar el día, es decir sentir que Dios está presente con nosotros en lo que hacemos y a donde vamos. Encomendarle y pedirle que bendiga nuestras labores, actividades, trabajos, etc. Darle gracias por su presencia Pensar en algo por lo que te gustaría orar Planificar tu día de tal manera que se pueda reservar una hora de tiempo para hacer la oración. Encontrar un lugar adecuado para hacer oración, alejado del bullicio, donde se pueda estar en silencio y en soledad. El silencio también implica ver dentro del corazón de uno mismo, hacer silencio en el corazón, dejar las angustias y preocupaciones a un lado para poder escuchar a Dios. Hacer todo lo posible para que nadie interrumpa tu oración. Las recomendaciones mencionadas arriba y el siguiente ejercicio son extractos tomados de “…despertar a la vida diferente… Guí as de ayuda para hacer los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola en la vida corriente”. Ignacio Huarte S.J. WWW.OYEMAGAZINE.ORG Comenzar la oración siguiendo las recomendaciones sugeridas anteriormente. Lectura de: Jeremías18, 2-6 “Dijo Yavé a Jeremías: Levántate y baja al taller del alfarero que trabaja el barro, allí te haré oír mi palabra. Bajé al taller del alfarero y lo encontré trabajando en el torno. A veces trabajando el barro, le salía mal una vasija; entonces hacía otra vasija, como mejor le parecía, a su gusto. Yavé, entonces, me dirigió esta palabra: Yo puedo hacer lo mismo contigo… como el barro en la mano del alfarero, así eres tú en mi mano”. Una vez hecha la lectura del texto, muy despacio repite la lectura para entenderla bien. Recuerda lo que más te llama la atención. De ser necesario, lee la lectura un par de veces. Dios te está hablando a ti, esto te lo está diciendo a ti con mucho amor. Escucha en silencio sus palabras y permite que resuenen en tu corazón. Cierra tus ojos… imagina que eres tú quien baja al taller, ahí ves a Dios que está fabricando la vasija de tu vida… a su gusto… Reflexión: ¿Qué sentimientos me produce esta escena? ¿Siento que mi vida ha sido de barro? ¿Cuántas veces se ha roto mi vida? ¿Por qué? ¿Y qué hago cuando mi vida se rompe? ¿Me desespero? ¿Pienso que no hay nada que hacer? ¿Creo que soy una vasija que a Dios le gusta? ¿Qué le puede faltar a mi vida para ser de verdad una vasija como la quiere Dios? Hoy, en este momento, en este tiempo de retiro, Dios está fabricando el barro, continúa creándote, curándote, dándote vida, fuerza, ánimo. A veces se le rompe el barro, porque precisamente es barro. Escribe tus respuestas en un diario o en una agenda y reflexiona sobre ellas. Llevar un diario sobre tu jornada espiritual te ayudará a ver con más claridad tu evolución espiritual. WWW.OYEMAGAZINE.ORG