Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz Fraternidad

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Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz
14 de septiembre de 2012
“Junto a tu Cruz he llorado de amargura,
la amo porque me une a Ti;
junto a tu Cruz, Señor, oro por la humanidad crucificada”
Fraternidad Franciscana de la Cruz
Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz
I VISPERAS
V- +Dios mío, ven en mi auxilio
R- Señor date prisa en socorrerme
HIMNO
No me mueve mi Dios.
No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido,
para dejar por eso de ofenderte.
No me mueves mi Dios, muéveme el
verte,
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme al fin tu Amor y en tal
manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te
amara
y aunque no hubiera infierno, te
temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no
esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera,
lo mismo que te quiero te quisiera.
«Nuestro Dios merece una alabanza
armoniosa». Por esto debemos
procurar que el amor, difundido por el
Espíritu en nuestros corazones, nos
armonice en un solo sentir y pensar.
Así la música y la acción de gracias será
buena. Todos y cada uno magnificamos
armónicamente la Providencia del
Padre.
El se preocupa de que no nos falte el
pan cotidiano y hasta nos anticipa a hoy
el pan escatológico del mañana.
Para El, cada uno de nosotros no es un
simple número o un innominado en
medio de la masa humana: nos conoce
y nos llama por nuestro nombre
estableciendo con nosotros una
relación auténticamente interpersonal.
En la persona de su Hijo nos despojó de
nuestro mal y subió a la cruz nuestros
pecados para que vivamos y, con sus
heridas, nos curó.
Nuestra alabanza adquiere credibilidad
cuando el objeto de la misma llega a
ser para nosotros exigencia y modelo
de actuación.
MONICIÓN SALMICA 146
Resonancias en la vida religiosa
Cada una de nuestras voces, de
nuestras personas, se convierte en un
elemento insustituible de armonía en la
alabanza comunitaria que ahora
dirigimos al Señor:
ANT-1: El Crucificado resucitó de entre
los muertos y nos redimió. Aleluya.
Alabad al Señor, que la música es
buena;
nuestro Dios merece una alabanza
armoniosa.
1
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel;
Él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre.
Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.
El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados.
Entonad la acción de gracias al Señor,
tocad la cítara para nuestro Dios,
que cubre el cielo de nubes,
preparando la lluvia para la tierra;
que hace brotar hierba en los montes,
para los que sirven al hombre;
que da su alimento al ganado
y a las crías de cuervo que graznan.
No aprecia el vigor de los caballos,
no estima los jarretes del hombre:
el Señor aprecia a sus fieles,
que confían en su misericordia.
ANT-1: El Crucificado resucitó de entre
los muertos y nos redimió. Aleluya.
ORACIÓN
Señor, que no aprecias el orgullo del
hombre, sino su humilde confianza en
tu misericordia; concédenos la gracia
de conocer tu grandeza y poderío,
manifestados en la pobreza y pequeñez
de tu Hijo hecho hombre; así nuestra
vida será agradable a tus ojos. Te lo
pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
MONICIÓN SALMICA 147
Resonancias en la vida religiosa
La comunidad religiosa está llamada a
ser testigo de la paz escatológica del
Reino:
En ella se ha de anticipar la seguridad
de que Dios Padre ofrece la paz del
Espíritu,
la
saciedad
de
las
bienaventuranzas
de
Jesús,
la
«domesticación» cristológica de la
naturaleza («nieve como lana»,
«escarcha como ceniza», «hielo como
migajas»), las relaciones confidenciales
de Dios con sus elegidos.
Jesús contagió primero con su
presencia
y
después
con
la
comunicación de su Espíritu estas
actitudes
escatológicas
a
su
comunidad; de Él proceden.
Llamados a revivirlas constantemente,
hemos de ofrecer a un mundo en el
que todo se relativiza y que cuestiona,
la alternativa de la seguridad que brota
de la fe; en una sociedad dividida y
enemistada, la alternativa de la paz
vivificante; en una historia de dolor sinsentido, la alternativa de las
bienaventuranzas; en una naturaleza
ecológicamente desequilibrada, la
alternativa
de
su
comprensión
sacramental y humanizadora; en una
humanidad, demasiado propensa al
ateísmo y al idolismo, la alternativa del
encuentro humilde y amoroso con Dios.
La fuerza de la Gracia de Dios en
nuestra comunidad nos convoca a la
alabanza y a la glorificación, pues con
ella somos la alternativa esperada.
Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz
ANT-2: En medio de la ciudad santa de
Jerusalén está el árbol de la vida, y las
hojas del árbol sirven de medicina a las
naciones. Aleluya
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus
puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
ANT-2: En medio de la ciudad santa de
Jerusalén está el árbol de la vida, y las
hojas del árbol sirven de medicina a las
naciones. Aleluya.
ORACIÓN
Después de haber probado a tu pueblo,
Señor, pusiste paz en sus fronteras,
reforzaste los cerrojos de la ciudad y
saciaste a sus habitantes con flor de
harina; mira también las dificultades de
tu Iglesia, bendice a sus hijos, sácialos
con el Pan Eucarístico, para que
anuncien el Evangelio a toda nación y,
de este modo, te alaben a Ti, su Dios y
Señor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
MONICIÓN AL CANTICO Flp2,6-11
Resonancias en la vida religiosa
La obediencia religiosa arraiga en la
actitud obediente y humilde de Jesús:
Jesús llegó a la libertad del Señor a
través de la obediencia del siervo,
solidarizándose con los hombres
esclavos. Marcada por estos rasgos, la
obediencia exige a los religiosos la
renuncia real y efectiva al propio
querer, al auto-servicio; la asimilación a
aquellos que no tienen libertad para
poder acoger, como don gratuito, la
libertad de Dios. Nuestra obediencia no
es simplemente una estrategia
temporal o coyuntural, define el
proyecto total de nuestra vida... hasta
la muerte. Quien no asume esta
condición dentro de la vida religiosa no
sigue radicalmente los pasos de Jesús.
Cantemos, pues, el himno de la
humillación glorificadora de Jesús,
paradigma de nuestra vocación.
ANT-3: Nosotros hemos de gloriarnos
en la cruz de nuestro Señor Jesucristo.
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
3
Y así, actuando como un hombre
cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la
muerte,
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todonombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda
rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios
Padre.
ANT-3: Nosotros hemos de gloriarnos
en la cruz de nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN
Oh Dios, Padre lleno de bondad, tanto
amaste al mundo que le entregaste a tu
propio Hijo, quien se despojó de sí
mismo pasando por uno de tantos,
mira misericordiosamente a los hijos
que adquiriste y enséñales a abrazarse
a la Sabiduría de la cruz, porque Tú,
Dios nuestro, enalteces a quien se
humilla. Te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
Lectura Breve
1 Co 1,23-24
Predicamos a Cristo crucificado:
escándalo para los judíos, necedad para
los gentiles; pero, para los llamados
judíos o griegos, un Mesías que es
fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
REFLEXIÓN
En tiempos de Pablo todavía era la
cruz un escándalo para los judíos y
una necedad para los romanos, pero
los judíos y romanos de nuestro
tiempo, los césares y fariseos de hoy,
se honran con la cruz y se
condecoran.
¿Acaso habrán comprendido que la
cruz es sabiduría de Dios? ¿o habrá
que decir que la cruz ya no significa
lo mismo?
Si en aquel tiempo fue plantada la
cruz en la oposición, frente a los
señores de este mundo y su justicia,
y si ahora la vemos convertida en un
ornato
inofensivo
que
nada
contradice en la sociedad, será
porque la cruz ha sido tergiversada,
desfigurada, manipulada, y no
ciertamente porque la sociedad se
haya convertido a la cruz de Cristo.
Vemos aquí la causa de que los
cristianos hayamos perdido la
conciencia de nuestra identidad,
pues no sabemos lo que decimos, lo
que apreciamos y por lo que
luchamos en el mundo, si es que
luchamos por algo.
Para recuperar esta conciencia y
encontrarnos a nosotros mismos y
saber qué debemos hacer como
cristianos, habrá que poner en claro
lo que significó la cruz para Cristo y
debe significar, por lo tanto, para
quienes se llaman hoy sus discípulos.
La cruz fue para Cristo la voluntad del
Padre cumplida hasta el extremo: "y
como Moisés levantó la serpiente en
el desierto, así tiene que ser
levantado el Hijo del Hombre".
Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz
Fue para Cristo la última palabra y la
más elocuente. En la palabra de la
cruz manifestó de una vez por todas
lo que es Dios y quiere ser para los
hombres, y ahora sabemos que Dios
es Amor.
La cruz fue para Cristo ponerse en el
último lugar y prestar el mejor
servicio a todos los hombres.
La exaltación de la cruz, fiesta que
celebraremos mañana, ha de ser
para nosotros ocasión de hacer
memoria, de recordar y proclamar
muy alto lo que se ha querido olvidar
y silenciar incluso dentro de la misma
iglesia: que Cristo ha sido exaltado en
la cruz y que todos los que son de
Cristo no pueden apetecer otra gloria
que ésta.
Para servir hay que ponerse en la
cola, y hasta ahí, hasta el último
lugar, descendió el que era Hijo de
Dios, y no quiso alardear de ello
porque vino al mundo a servir y no a
ser servido.
Tengamos, pues, los mismos
sentimientos que tuvo Cristo y no
queramos conformarnos a este
mundo. Si somos verdaderos
discípulos de Cristo estaremos
siempre con él, en la cruz.
Por eso fue también la cruz el trono
de la exaltación de Cristo, su gloria.
Por eso recibió en la cruz el "nombresobre-todo-nombre".
La cruz fue, finalmente, la justicia
ajusticiada por los poderosos de este
mundo, y, por ende, la justicia de
Dios contra la justicia de los
poderosos.
Y si la cruz fue para Cristo todo eso,
la cruz de Cristo no puede ser ya
nunca
asimilada,
integrada,
desvirtuada por un sistema en el que
domina el capricho del egoísmo
sobre las exigencias de la voluntad de
Dios, el odio y la mentira sobre la
revelación del amor, el dominio y el
abuso de poder sobre el servicio, la
ostentación de lo que no se es, por
encima de la aceptación de la propia
verdad.
La cruz de Cristo es el mentís, la
contradicción manifiesta de una
sociedad competitiva donde se
fomenta la rivalidad y la vanagloria.
LA CRUZ, CAMINO DE CADA DÍA:
"Quien no lleve su cruz detrás de mí,
no puede ser discípulo mío".
No habla Jesucristo de acordarnos de
su cruz ni de convertirla en adorno o
en objeto oficial ni se refiere a algún
hecho extraordinario en nuestra vida,
sino que habla de algo para cada día.
Esto es la cruz como camino. Esto es
lo que significó para El la cruz. No un
final desgraciado o inesperado, sino
la culminación de su camino.
No hay rompimiento entre lo que
hizo antes y su cruz. Jesucristo llegó a
la cruz precisamente porque era el
lugar adonde llevaba lo que El decía y
hacía. La cruz -la incomprensión, la
persecución, la oposición- Jesucristo
la halló desde el primer momento,
pero no se desvió en absoluto de su
camino. Jesucristo no escoge la cruz,
pero tampoco se aparta de su
camino aunque éste lleve a la cruz.
5
Es un problema de fidelidad a su
decir la verdad, a su luchar por la
justicia, a su darse a los marginados y
despreciados, a su combatir todo
mal, toda trampa. Todo esto -lo
sabemos bien- significa cruz para
cada día.
LA CRUZ CAMINO DE VIDA: La cruz
no condena; la cruz salva.
"Dios no mandó su Hijo al mundo
para condenar al mundo, sino para
que el mundo se salve por Él".
Si nuestro cristianismo entiende y
habla a veces de la cruz como un mal,
un castigo, una desgracia, ¿no será
porque ha comprendido poco qué es
la Buena Noticia de Jesucristo? Aquí
está el escándalo y por eso la fe
cristiana es fe (es decir, algo que
nunca se podrá demostrar): porque
creemos que un camino de Cruz
puede ser camino de Vida. Reducir el
camino a Cruz y negar que es camino
de Vida, es traicionar a Jesucristo. Es
convertir su Buena Noticia en una
Triste Noticia.
sirva a la verdad y no a la mentira, al
amor generoso y no al egoísmo
insolidario, a la justicia de cada día y
no al aprovecharse de los débiles,
etc.., etc., etc.
Y con ello basta. Si hacemos esto,
ninguno de nosotros necesitará
buscar la cruz: la encontrará sin
buscarla. Cada día. Pero la
encontrará como Jesucristo: como un
camino de vida, un camino que dará
fruto.
Ahora, cuando bastantes
actividades
personales
y
comunitarias
reemprenden
sus
tareas, de cara al nuevo curso, será
bueno tener presente todo eso. Es
necesario escoger bien el camino y
saber por adelantado que, si es el de
Jesucristo, será difícil. El cristiano no
busca el sufrimiento, pero no puede
rehuir la dificultad. No puede ser
miedoso, ni fofo, ni cansarse por los
obstáculos que deben superarse. El
camino de Vida es camino de Cruz.
RESPONSORIO BREVE
¿COMO?: La cruz, camino de cada
día. La cruz, camino de vida.
R.-Te adoramos. Oh Cristo, y te
bendecimos.
Pero imagino que preguntaréis: bien,
todo esto ¿qué significa en la
realidad?, ¿supone que debe
buscarse el sufrimiento como si fuera
algo bueno? No se trata de eso. De
lo que se trata es de seguir a
Jesucristo, de intentar vivir como El
viviría (evidentemente, en nuestras
circunstancias, en nuestra realidad
concreta).
Te adoramos…
Escoger un camino que ahora sea
consecuente con lo que El nos
enseñó: un camino que, por ejemplo,
ANT: Era necesario que el Mesías
padeciera y resucitara de entre los
muertos para entrar en su gloria.
V.-Porque con tu cruz has redimido al
mundo. Gloría al Padre.
Te adoramos…
MAGNIFICAT (cantado)
Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz
PRECES:
Cantado:
Cristo hizo de la cruz camino de
Salvación. Hoy presentamos las cruces
propias y del mundo para que
uniéndolas a la de Cristo sean semilla
de Salvación.
Por Cristo,
con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria,
por los siglos de los siglos.
Repetimos: Que tu cruz nos salve,
Señor.
. Por el Papa Benedicto para que todos
sus esfuerzos y desvelos por extender
el Reino fructifiquen y cada vez más
entiendan el camino que Jesús nos
mostró. OREMOS.
. Por los dirigentes de las naciones para
que pongan sus ojos en Cristo, de
donde nos viene la Salvación. OREMOS.
. Por todos los que sufren, para que
Cristo alivie sus sufrimientos y
acreciente su fe y esperanza. OREMOS.
Amén
PADRE NUESTRO (cantado)
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que has querido
realizar la salvación de todos los
hombres por medio de tu hijo,
muerto en la cruz, concédenos, te
rogamos, a quienes hemos conocido
en la tierra este misterio, alcanzar en
el cielo los premios de la redención.
Por nuestro Señor Jesucristo…
. Por los difuntos que acompañaron a
Cristo en el camino de la cruz para que
también sigan junto a Él en la casa del
Padre. OREMOS. .
Por la Fraternidad Franciscana de la
Cruz, para que el Espíritu nos guíe
ORACIÓN PROPIA
siempre por el camino que Cristo nos
trazó. OREMOS.
Nada te turbe, nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia todo lo alcanza,
quien a Dios tiene nada le falta, solo
Dios basta.
(Se pueden hacer preces espontáneas.)
7
LAUDES
MONICIÓN SÁLMICA 62
Resonancias en la vida religiosa
¡Este es el árbol de la Cruz, donde
estuvo clavada la salvación del mundo!
V- +Señor ábreme los labios
R- Y mi boca cantará tu alabanza
HIMNO (cantado)
Cuánto he esperado este momento,
cuánto he esperado que estuvieras así,
cuánto he esperado que me hablaras,
cuánto he esperado que vinieras a mí.
Yo sé bien lo que has vivido,
sé también por qué has llorado.
Yo sé bien lo que has sufrido,
pues de tu lado no me he ido.
Pues nadie te ama como yo,
pues nadie te ama como yo.
Mira la cruz, ésta es mi más grande
prueba.
Nadie te ama como yo.
Pues nadie te ama como yo,
pues nadie te ama como yo.
Mira la cruz, fue por ti, fue porque te
amo.
Nadie te ama como yo.
El salmo 62 moviliza los sentimientos
más profundos, la experiencia religiosa
más genuina, que originó nuestra
vocación. ¿No recordamos aquel día en
que, abandonándolo todo, le dijimos:
«Oh Dios, Tú eres mi Dios»? En
aquellos primeros momentos, cuando
Dios nos sedujo, contemplábamos su
belleza, su encanto, su poder, mas no
sospechábamos que no todo en
nuestra vida sería dirigido por aquella
luz, por aquella saciedad.
Hemos tenido que vivir, como Jesús, la
experiencia del destierro, de la noche,
de la sequedad, de la lejanía del Padre.
Pero con el salmista constatamos que
hoy se puede revivir aquella
experiencia vocacional, que es posible
que su luz desvele nuestro sueño y que
nos haga madrugar, como Jesús
resucitó la mañana de Pascua cuando
los demás dormían.
Nuestra misma sed es sed de Dios,
como la sed de Jesús crucificado. Y es
posible calmarla con el «agua viva» del
Espíritu.
A pesar de las noches oscuras y de la
sequedad seguimos anclados y unidos a
Dios: «Mi alma está unida a Ti», «Sin Mí
no podéis hacer nada».
Lo recordamos como María en nuestro
pensamiento y vida. Intuimos que
nuestra noche sólo es la sombra que el
mismo Dios proyecta sobre nuestro
camino.
Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz
Renovemos la respuesta de nuestra
vocación diciendo a nuestro Dios: «Tu
gracia vale más que la vida». Tu
encanto, tu belleza, tu amor, tu poder
liberador, manifestados en el «lleno de
gracia», Jesús, merece que te
consagremos nuestra existencia y nos
perdamos en el océano de tu mar
inmenso.
ANT-1: Murió en la Santa Cruz el que
venció al infierno. Ceñido de poder,
resucitó al tercer día.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti
madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
ORACIÓN
Señor, tú nos has creado así… Tú has
metido en nuestra entraña, esta
necesidad que tenemos de ti. Somos
esa tierra reseca, agostada, sin agua…
que grita para calmar su sed.
Tú eres nuestra agua… te necesitamos.
Nuestra vida sin ti no tiene sentido,
sería todo un fracaso. La experiencia
nos dice: cuando hemos intentado
prescindir de ti, nos hemos sentido
frustrados, angustiados.
Por eso, queremos hacer de nuestra
vida una búsqueda, un encuentro
permanente contigo. Que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amén.
MONICIÓN AL CANTICO DN-3
Resonancias en la vida religiosa
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de
manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con
júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
ANT-1: Murió en la Santa Cruz el que
venció al infierno. Ceñido de poder,
resucitó al tercer día.
Hemos experimentado la bendición de
Dios.
Bendición es la vida que nos da el pan
de cada día para nuestro cuerpo y
espíritu, para la conservación de
nuestro ser. Bendición de Dios es el
Jesús que Él nos entrega en el
acontecimiento de muerte y de
resurrección, y que se simboliza
realmente en los sacramentos;
bendición de Dios es su Palabra que nos
convoca, congrega, comunitariza y
fraterniza.
9
Aunque paradójicamente a los ojos de
muchos, bendición de Dios es nuestra
pobreza, virginidad y obediencia,
cuando Dios se sirve de ellas para
fecundar la imagen de un hombre
nuevo.
Bendición de Dios es el marco cósmico
que nos rodea, este maravilloso mundo
que se regenera incansablemente
como símbolo de la indeficiente
fecundidad de Dios.
Por eso, nosotros, comunidad bendita,
en un cosmos bendito, refractamos la
bendición bendiciendo a nuestro Padre.
Tratamos de ser un pálido reflejo
agradecido de su inmensa prodigalidad.
Formamos parte de esta gigantesca
sinfonía de toda la creación que
glorifica al Señor.
Sin manipularla, con mística actitud
contemplativa, con el recato tímido de
nuestra pobreza y obediencia virginal,
seamos portavoces de este mundo
bendito.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al
Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
ANT-2: ¡Como brilla la cruz, de la que
colgó Dios en carne humana y en la
que, con su sangre, lavó nuestras
heridas!
Criaturas todas del Señor, bendecid al
Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Hijos de los hombres, bendecid al
Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al
Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al
Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid
al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al
Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz
Bendigamos al Padre y al Hijo con el
Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Pueblo es
aglutinante.
fuerza
incitante
y
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los
siglos.
Quisieron borrar su nombre de la tierra,
arrasar a su Iglesia, exterminar la fe en
Él. Y siglo tras siglo su figura se
engrandece y su presencia resulta más
alentadora.
ANT-2: ¡Como brilla la cruz, de la que
colgó Dios en carne humana y en la
que, con su sangre, lavó nuestras
heridas!
Nuestro proyecto de vida dramatiza en
la Iglesia la victoria del Reino de Dios.
ORACIÓN
Señor, de verdad que eres admirable.
Intentas acercarte a nosotros y
hablarnos en el lenguaje que podamos
entender. Cada una de tus criaturas es
una palabra que nos habla de ti, con el
lenguaje de su belleza, de su grandeza,
de su color. Somos nosotros quienes
tenemos que aprender a escucharte y a
encontrarte ahí, en la grandeza y
sencillez de tus obras. Nuestra vocación
es todo un reto a desarrollar y a vivir.
Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos. Amén.
MONICIÓN SÁLMICA 149
Resonancias en la vida religiosa
Nadie puede arrebatarnos el derecho a
la alegría, a la fiesta.
Somos comunidad guerrera en el
Pueblo de Dios, intérpretes de sus
luchas y victorias. Cristo en medio de su
La humildad, la pobreza, el despojo que
nos hace solidarios de los humillados,
pobres y despojados, son los medios
estratégicos de Dios para conseguir su
victoria.
Urge dejar que la victoria de Cristo se
marque en nuestra carne; que nuestro
canto no sea un cántico viejo, sino
nuevo, con la novedad de Cristo
Resucitado.
ANT-3: Resplandece la santa cruz, por
la que el mundo recobra la salvación.
¡Oh cruz que vence!, ¡cruz que reinas!,
¡cruz que nos limpia de todo pecado!
Aleluya
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de
los fieles; que se alegre Israel por su
Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
11
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
ANT-3: Resplandece la santa cruz, por
la que el mundo recobra la salvación.
¡Oh cruz que vence!, ¡cruz que reinas!,
¡cruz que nos limpia de todo pecado!
Aleluya
ORACIÓN
Señor, eres el siempre eterno y siempre
nuevo, porque eres la vida que no
envejece. Y eso es lo que quieres y
buscas de cada uno de nosotros. Te
molesta la rutina, la monotonía, porque
dificulta tu encuentro de vida con lo
más profundo de nuestro ser. Cada día
esperas de nosotros la sorpresa de un
amor renovado, como respuesta a tu
amor siempre nuevo y permanente. De
verdad, es lo que queremos que sea
nuestra vida, desde la vivencia de
nuestros compromisos contigo. Que
vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén
Lectura del Evangelio según san Juan
3,13-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a
Nicodemo: “Nadie ha subido al cielo,
sino el que ha bajado del cielo: el Hijo
del Hombre. Así como Moisés levantó
la serpiente en el desierto, así también
es necesario que el Hijo del Hombre sea
levantado en alto, para que todo aquel
que crea en él tenga la vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que le dio su
Hijo Único, para que todo el que crea
en él no se pierda, sino que tenga vida
eterna. Dios no mandó a su Hijo a este
mundo para condenar al mundo sino
para salvarlo”. Palabra del Señor.
COMENTARIO BREVE
Esta escena comienza con un diálogo
entre Jesús y Nicodemo. En el estilo
típico de San Juan, Nicodemo se acerca
a Jesús “de noche”, para destacar que
todavía no está en la luz.
En los versículos que leemos hoy, el
diálogo se convierte en un monólogo
en el que Jesús revela el plan de
salvación de Dios. En este plan había un
punto difícil de aceptar: el Hijo del
Hombre debía morir en la cruz y
resucitar (ser levantado significa tanto
lo uno como lo otro).
Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz
Jesús recuerda el episodio de la
serpiente en el desierto. Este episodio
de la Biblia (Números 21) prefiguraba
de antemano la suerte de Jesús, pero
los judíos no habían penetrado en el
sentido de este mensaje, en realidad no
entendían los anuncios del sufrimiento
de su salvador.
Había también otro punto sobre el cual
debían modificar sus ideas. Esperaban
una venida de Dios para condenar al
mundo y castigar a los malos. Dios, en
cambio, enviaba a su propio Hijo a la
cruz para salvar al mundo puesto que
es su obra.
La lectura de hoy nos presenta tres
ideas importantes:
• La palabra mundo tiene varios
sentidos. En un primer sentido, el
mundo significa la creación, que es
buena, puesto que es obra de Dios.
Pero los evangelistas también hablan
del “mundo” como todo aquello que se
opone a Dios y a su plan.
• Asociar el amor de Dios por el mundo
sólo a la muerte de Jesús, ha ocultado
el don de Dios en la encarnación. El
nacimiento de Jesús, la Palabra hecha
carne, es la prueba más radical del
amor de Dios al querer hacerse
partícipe de nuestra humanidad.
• Jesús vino a salvar, no a condenar;
pero algunos se condenan ellos mismos
al apartarse de la luz.
Para la reflexión personal
(música de fondo)
1. ¿Qué experiencias de muerte y vida
nueva he tenido personalmente?
2. ¿Cómo estoy cuidando al mundo que
Dios tanto ama?
RESPONSORIO BREVE (cantado)
No adoréis a nadie,
a nadie más que a Él,
No adoréis a nadie,
a nadie más que a Él,
no adoréis a nadie, a nadie más …
BENEDICTUS
ANT: Tu cruz adoramos, Señor, y tu
santa resurrección alabamos y
glorificamos; por el madero ha venido
la alegría al mundo entero.
PRECES
-Invoquemos a nuestro Redentor, que
nos ha redimido por su cruz, y
digámosle:
Por tu cruz, llévanos a tu reino.
. Cristo, tú que te despojaste de tu
rango y tomaste la condición de
esclavo, pasando por uno de tantos,
haz que los miembros de la iglesia
imitemos tu humildad. (OREMOS)
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. Cristo, tú que te rebajaste hasta
someterte incluso a la muerte, y una
muerte de cruz, otórganos, a tus
siervos,
sumisión
y
paciencia.
(OREMOS)
. Cristo, tú que fuiste levantado sobre
todo por Dios, que te concedió el
Nombre-sobre-todo-nombre, concede
a tus fieles la perseverancia hasta el
final. (OREMOS)
. Cristo, a cuyo nombre se dobla toda
rodilla en el cielo, en la tierra y en el
abismo, infunde la caridad en los
hombres, para que te adoren en la paz.
(OREMOS)
. Cristo, consuela y conforta a cuantos
hermanos nuestros sufren en el cuerpo
o el espíritu y a nosotros haznos
solícitos a sus necesidades. (OREMOS)
. Cristo, que tu cruz sea el camino de
los que nos consagramos a ti en la
Fraternidad Franciscana de la Cruz,
fortalece nuestra voluntad para seguir
siempre tus huellas. (OREMOS)
. Cristo, a quien toda lengua
proclamará Señor, para gloría de Dios
Padre, recibe a nuestros hermanos
difuntos en el reino de la felicidad
eterna. (OREMOS)
El amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones, con el Espíritu
Santo que se nos ha dado, cantemos
con fe y esperanza:
Padre Nuestro (Cantado)
ORACIÓN
Te bendecimos, Señor, Padre santo,
porque has puesto la salvación del
género humano en el árbol de la cruz,
para que, donde tuvo origen la muerte,
de
allí
resurgiera
la
vida.
Y el que venció en un árbol fuera en
otro árbol vencido por Jesucristo, tu
Hijo y nuestro Señor y Salvador.
ORACIÓN PROPIA
Oh! Alto y glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón,
dame fe recta,
esperanza cierta
y caridad perfecta;
sentido y conocimiento para que
cumpla
tu santo y veraz mandamiento.
(Se pueden hacer preces espontáneas.
Amén
Cantado:
Por Cristo,
con Él y en Él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria, por los siglos
de los siglos.
Amén.
Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz
EUCARISTÍA
Monición de Entrada
Nuestra celebración de hoy tiene un motivo especial: la dedicamos a contemplar
aquello que es el punto de referencia de nuestra fe y de nuestra esperanza, la Cruz de
Cristo. En ella tenemos la salvación, la vida y la resurrección. Hemos de poner en
relación directa la Cruz de Cristo con la Eucaristía y destacar el sentido escatológico,
por la Cruz llegamos a la luz. La Cruz, por otra parte, nos hace presentes a los
crucificados de hoy: los pobres, los enfermos, los parados que buscan trabajo con
desesperación, los detenidos justa o injustamente, los que padecen soledad, los que
viven sin fe...
Todos ellos son para nosotros un reclamo. Jesucristo los quiere resucitados con Él y
solicita nuestra colaboración para realizar esta resurrección en el mundo. Trabajar por
el que sufre es desclavar a Jesucristo de la cruz y nadie puede rehuir el realizar esta
obra de amor. Con esta certeza, comencemos nuestra celebración.
Primera Lectura
Lectura del libro de los Números 21,4-9.
En aquellos días, desde el monte Hor se encaminaron los hebreos hacia el mar Rojo
rodeando el territorio de Edom. El pueblo estaba extenuado del camino y habló
contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el
desierto? No tenemos pan ni agua y nos da náusea ese pan sin cuerpo. El Señor
envió contra el pueblo serpientes venenosas que los mordían, y murieron muchos
israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés diciendo: Hemos pecado hablando
contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: Haz una serpiente y
colócala en un estandarte: los mordidos de serpiente quedarán sanos al mirarla.
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte; cuando una
serpiente mordía a uno, miraba la serpiente de bronce y quedaba curado.
Palabra de Dios
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Salmo Responsorial (Sal 77,1-2. 34-35. 36-37. 38)
R/. No olvidéis las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza;
inclinad el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado. R/
Y cuando los hacía morir, los buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios Altísimo, su redentor. R/
Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él
ni eran fieles a su alianza. R/
El, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor. R/
Segunda Lectura
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 2,6-11.
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al
contrario, se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno
de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse
incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le
concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda
rodilla se doble -en el Cielo, en la Tierra, en el Abismo-, y toda lengua proclame:
«¡Jesucristo es Señor!», para gloria de Dios Padre.
Aleluya
¡El Hijo del hombre tiene que ser elevado, para que todo el que crea en Él, tenga
vida eterna!
Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz
Evangelio
+Lectura del santo Evangelio según San Juan 3,13-17.
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó
del cielo, el Hijo del Hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto,
así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre, para que todo el que cree en él tenga
vida eterna. Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no
perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no
mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve
por él. Palabra del Señor
Reflexión:
En muchos de nuestros pueblos la cruz adquiere una simbología particular. Puede
ser de doble sentido: asociar al crucificado los sufrimientos y dolores. Por otra parte,
es encontrar el sentido de la solidaridad en el dolor.
Pablo ha tomado un hermoso himno cristológico que seguramente se recitaba en las
primeras comunidades cristianas. La invitación es para que el creyente tenga los
mismos sentimientos de Cristo. Está llamado a configurarse plenamente con El. En
últimas, nos encontramos con una densa definición de lo que significa y exige ser
cristiano. En esta parte del diálogo de Jesús con Nicodemo se subraya
especialmente el acontecimiento salvífico. Es Dios quien toma la iniciativa.
El ha enviado a su Hijo unigénito y vuelve a él por el proceso de cruz/glorificación. El
ser humano tiene que decidir frente a Jesús. O lo acepta como proyecto de vida o,
simplemente, lo rechaza. La elevación de Jesús en la cruz, resonancia de la crisis
vivida por el pueblo en el desierto luego de salir de Egipto, es la que constituye la
exaltación de Jesús como Señor de la vida. La cruz cobra un nuevo significado para el
creyente. Ya no será motivo de vergüenza o ignominia sino símbolo del amor grande
de Dios para con la humanidad y triunfo de la vida sobre la muerte. Nuestros
pueblos oprimidos por cruces milenarias encuentran en la cruz de Jesús una luz de
esperanza para su vida. En ella descubren a un Dios que se solidariza con el dolor
humano, pero no para justificarlo sino para salvarlo, liberarlo, dignificarlo.
La Cruz es prueba amor, compromiso radical con el proyecto del Padre revelado en
Jesús. Desde esta perspectiva, cargar nuestra cruz es asumir hasta el extremo en
total fidelidad la causa de Jesús, la salvación integral de toda la humanidad.
Juan Alarcón Cámara S.J.
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Oración de los fieles
A Jesucristo, que ha sido levantado sobre la Cruz para darnos vida, alzamos nuestros
ojos y le decimos: “Señor Jesús, escúchanos”
. Por tu Cruz, Señor Jesús, concede a tu iglesia la firmeza en la fe, el valor de la
esperanza y la entrega en el amor. (OREMOS)
. Por tu Cruz, Señor Jesús, alcánzanos la paz y la reconciliación entre los cristianos,
entre todos los hombres de buena voluntad, entre todos los pueblos. (OREMOS)
. Por tu Cruz, Señor Jesús, ayuda a los enfermos, da vigor a los oprimidos, conforta a
cuantos comparten tu Pasión. (OREMOS)
. Por tu Cruz, Señor Jesús, robustece a los que predican tu Evangelio en tierras lejanas,
en los sectores más alejados de tu iglesia. (OREMOS)
. Por tu Cruz, Señor Jesús, otorga a la Fraternidad Franciscana de la Cruz, a cada uno
de los Hermanos y a todos aquellos jóvenes que desean abrazar este estilo de vida, el
Espíritu de fortaleza y de paciencia, de paz y de amor y seamos portadores de la paz y
el bien. (OREMOS)
Dios Padre nuestro, que levantaste a Tú Hijo, obediente hasta la muerte y muerte de
Cruz, escucha la oración de cuantos creemos en Él y queremos seguir su camino de
entrega, de sacrificio por amor a Ti y a nuestros hermanos, Tú que Vives y Reinas por
los siglos de los siglos. Amén.
Ofrendas
Te ofrecemos Señor, juntamente con el pan y el vino, lo mejor de nuestras vidas,
nuestra entrega generosa a Ti; que el “SI” de nuestras vidas consagradas sea un
unirnos a los padecimientos de tu Hijo muerto y Resucitado para la salvación de todos
los hombres.
Exhortación y Bendición final
Hemos sido marcados con el signo de la cruz como pueblo salvado para servir al Señor.
Recordando la cruz tenemos que aprender a perdonar y a sobrellevar las cargar de
otros y aceptar la realidad de la vida como pueblo que espera y confía en la bendición
de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
Podéis ir en Paz.
“Junto a tu Cruz he llorado de amargura, la amo porque me une a Ti;
junto a tu Cruz, Señor, oro por la humanidad crucificada”
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