carcinoma de células escamosas en felinos

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CARCINOMA DE CÉLULAS ESCAMOSAS EN FELINOS
FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS UNIVERSIDAD DEL CENTRO DE LA
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Maria Florencia Spampinato *; Iparraguirre Horacio **;
*Alumno de residencia
**Tutor de residencia
INTRODUCCIÓN:
El Carcinoma de células escamosas (CCE) es una neoplasia maligna cutánea que
aparece con frecuencia en los felinos, y si bien se presenta en otros animales, es en el
gato donde se comporta como una entidad mórbida específica, con una conducta
biológica disímil a otras especies.
Es una de las pocas neoplasias donde se conoce el factor predisponente
(característica genética de algunos felinos) y el agente carcinogénico (radiación solar
ultravioleta).
La dermatitis actínica crónica en áreas despigmentadas por exposición a los rayos
ultravioletas es el preludio de éste mal, considerándose un estado de precáncer; si la
exposición al sol continúa, la dermatitis actínica crónica culmina en un CCE (8).
Los CCE son los tumores malignos más corrientes de la cavidad bucal felina, seguido
a distancia por el fibrosarcoma y conforman hasta el 15% de los tumores
tegumentarios felinos (1-3-7).
Tienden a presentarse en gatos mayores de 7 años, con un promedio entre 9 y 14
años; y en gatos blancos su ocurrencia guarda correlación con la exposición a la luz
ultravioleta, y lo presentan con una frecuencia 13 veces mayor que otros ejemplares,
debido a una mayor susceptibilidad al daño actínico. Así, el CCE es más común en las
regiones geográficas caracterizadas por extensos períodos de exposición solar
intensa.
Rara vez, se presenta en cicatrices de quemaduras o procesos infecciosos crónicos.
La transformación neoplásica puede producirse tras el desarrollo de queratosis solar
(3-5-6-7).
Los CCE consisten en proliferaciones irregulares de células epidérmicas, que exhiben
atipia, mitosis, masas densas de queratina (perlas córneas) e invasión de la dermis.
Los parámetros de determinación cutánea son: Nódulos; úlceras; placas;
proliferaciones (7).
En los gatos los lugares predilectos son los pabellones auriculares, el plano nasal,
labios y los párpados. (4-6-7)
A nivel dérmico las lesiones iniciales suelen ser leves, y evolucionar desde estadios
preneoplásicos (eritema, queratosis actínica) a carcinoma in situ, en el cual ya hay
ulceración.
Finalmente se presenta como CCE invasivo, con ulceración profunda y destrucción de
los tejidos (inclusive involucrando el hueso subyacente), o como masas productivas,
con superficie ulcerada y sangrante, aunque este último tipo es más frecuente en las
mucosas (4).
La detección, diagnóstico y tratamiento tempranos son esenciales para el tratamiento
de la neoplasia oral felina (1).
ETIOLOGÍA:
Los Carcinomas de células escamosas se originan a partir de los queratinocitos; su
etiología no es obvia en todos los casos. Son más frecuentes en el tegumento dañado
por el sol y pueden ser precedidos por la queratosis actínica (3-5). Algunos autores
citan que la etiología del CCE bucal o intranasal es desconocida (4).
Por lo tanto al CCE cutáneo (CCE c) lo podemos clasificar de acuerdo a su capacidad
infiltrativa (8):
1.
CCEc in situ: se encuentra a nivel superficial, sin penetrar la membrana basal
de la epidermis. Dentro de éste grupo encontramos a la enfermedad de Bowen o CCE
c. in situ multicéntrico. Esta es una enfermedad poco frecuente en los gatos, que
consiste en la aparición multifocal de lesiones costrosas en forma de placas a menudo
alopécicas que afectan preferentemente la cabeza, cuello, área escapular, miembros
anteriores y dedos. A la inversa de lo que ocurre con el CCE c. invasivo y CCE oral
asociado. Se desconoce la influencia de los rayos ultravioleta sobre el desarrollo de
ésta enfermedad.
2.
CCEc invasivo: en este caso se produce la invasión de los queratinocitos de la
epidermis más allá de la membrana basal, penetrando en la dermis y tejido
subcutáneo, dependiendo esto del tipo de localización.
También, podemos subdividir al CCEc invasivo en grupos de acuerdo a su ubicación:
•
•
•
CCEc invasivo nasal
CCE invasivo de párpados
CCEc invasivo de labio superior
Esta subdivisión se realizó considerando que estos grupos tienen un comportamiento
distinto en cuanto a la evolución, al tratamiento y al pronóstico.
Con el mismo criterio se consideró importante subdividir al CCEc invasivo nasal en
tres estadíos según la lesión presente en la consulta:
•
•
•
Estadío I: eritema
Estadío II: costras
Estadio III: lesión ulcerativa
ASPECTOS CLÍNICOS:
El CCEc invasivo felino se presenta clínicamente con erosiones, escamas y costras
que luego se profundizan dando un aspecto crateriforme.
Estas lesiones sangran profusamente al ser traumatizadas, aunque el trauma sea
muy leve.
En términos generales podemos decir que el CCEc invasivo se infiltra localmente y
rara vez produce metástasis y, si lo hace, afecta a linfonódulos regionales y
pulmonares (3-6-8).
En los perros y gatos los CCE digitales parecen ser más agresivos y pueden
confundirse con paroniquia o alguna forma de piodermia (5-6)
Los tumores suelen ser solitarios y pueden ser productivos o erosivos. Las formas
productivas suelen ser papilomatosas, con aspecto de coliflor, mientras que las formas
erosivas comienzan como erosiones superficiales y costrosas que van gradualmente
extendiéndose hasta convertirse en úlceras profundas, con el aspecto de cráteres.
Estas formas erosivas suelen asociarse con mayor frecuencia a la exposición crónica
a la radiación ultravioleta (6).
DIAGNÓSTICO:
Las áreas ulceradas sobre pabellones auriculares, plano nasal, párpados y labios de
los gatos de pelaje blanco son altamente sospechosas. Se aconseja realizar una
biopsia incisional/histopatología o aspiración con aguja fina/citología para un
diagnóstico más definitivo.
Si se presenta linfadenopatía regional se puede realizar la aspiración y posterior
citología del ganglio linfático afectado.
La radiología torácico se puede utilizar para evaluar enfermedad metastásica (3-7).
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:
Se debe establecer mediante la citología o el estudio histopatológico.
Diversas lesiones no neoplásicas pueden ser confundidas con tumores, incluyendo
hiperplasia gingival, reacción granulomatosa, osteomielitis, lesiones ulcerativas
crónicas como los granulomas eosinofílico, pólipos nasofaríngeos y estomatitis
linfocítica/plamocítica (1-3-4).
La mayoría de los carcinomas se conforman con células redondas o poligonales que
tienden a reunirse entre sí, formando racimos, sus citoplasmas en general son de azul
intenso y la vacuolización es evidente en muchos adenocarcinomas.
En los carcinomas de células escamosas, las células por lo usual están
individualizadas, tienen citoplasmas basófilos intensos (con un ocasional margen
eosinofílico) y carencia de vacuolas. Los núcleos en los adenocarcinomas y
carcinomas de células escamosas son voluminosos con cromatina fina y nucléolos
evidentes (2).
TRATAMIENTO:
Las alternativas terapéuticas pasan por la ablación quirúrgica, criocirugía,
quimioterapia, radioterapia y fotoquimioterapia.
Para algunos autores la cirugía es eficaz solo para lesiones tempranas, diminutas,
superficiales y no invasivas. Otros afirman que tiene un 50% de éxito y una alta tasa
de recurrencia de aproximadamente un 80% (8).
Lamentablemente las neoplasias orales felinas crecen con rapidez y pueden ser
inoperables para el momento del diagnostico.
Los CCE linguales o sublinguales son de tratamiento difícil, porque la cirugía no es
compatible con la retención de una lengua funcional.
Asimismo, no hay evidencia hasta el momento que la quimioterapia, terapia radiante, o
inmunoterapia sean satisfactorias en el manejo de los tumores orales felinos (1-7).
Se puede realizar una terapéutica primaria abarcando:
•
Cirugía:
En la que las tasas de cura varían del 17% al 66% dependiendo del estadio del tumor
y agresividad terapéutica.
Las tasas de control mayores de 1-1.5 años o la cura puede alcanzarse en muchos
gatos con tumores diminutos poco invasores.
La amputación de los márgenes auriculares puede resultar curativa.
La resección del plano nasal brindó buenos resultados cosméticos en los gatos y
favorables en los perros con CCE (3-5).
•
Criocirugía:
En ésta, la probabilidad de sobrevida es del 82% (3-5).
•
Terapia radiante:
En gatos con tumores diminutos poco invasores, la radiación alcanzó una tasa de cura
del 56% y sobrevidas libres de progresión a 1 y 5 años del 60% y 10%
respectivamente.
En tumores nasales felinos, rindió una tasa de cura a 1 año del 62% (3-5).
•
Cirugía láser:
Fue satisfactoria en el tratamiento de un gato con CCE del plano nasal. Se necesitaron
cuatro tratamientos durante 14 meses.
•
Terapia fotodinámica:
El éxito de este tratamiento se relaciona con invasión mínima y tamaños tumorales
menores de 5 cm.
NOTA: la quimioterapia oral demostró tener eficacia irregular con reducidas tasas de
respuesta de corta duración. Otras modalidades comunicadas con cierto éxito incluyen
hipertermia local y quimioterapia intralesional con cisplatino o 5-fluorouracilo (3).
La hipertermia a menudo es efectiva para el tratamiento de los CCE cutáneos
superficiales en gatos y perros.
La quimioterapia con bleomicina, vincristina, hidroxiurea, cisplatino, benzaldehído,
tioprolina y retinoides bucales en general fue infructuosa. En los gatos, el desarrollo de
nuevos carcinomas es común debido a la contínua exposición a la luz ultravioleta (5).
PRONÓSTICO:
Los CCE en general son invasivos locales pero de metástasis lentas.
Las lesiones ungueales parecen ser las más agresivas (cerca del 70% invade el tejido
óseo de la tercer falange) y las metástasis mas regulares (hasta el 22% en
linfoglándulas regionales).
En los gatos, el pronóstico se correlaciona con el grado de diferenciación
histopatológica pero no con el sitio anatómico. (5)
Por lo usual los carcinomas tienen un pronóstico moderado a malo. Su pronóstico es
malo sobre todo cuando residen a nivel digital. Existe una excepción para el estadío
temprano de los CCE en los pabellones auriculares de los gatos, los cuales tienen un
pronóstico bueno. (7)
PREVENCIÓN:
Las medidas preventivas consisten en la anulación del contacto del animal con el sol,
uso de tatuajes y filtros solares. También es de suma importancia el reconocimiento
precoz de las lesiones neoplásicas para una terapia oportuna. (8)
BIBLIOGRAFÍA:
1) August Jhon R.; Consultas en Medicina Interna Felina; 3ª edición; Cap. 80: Manejo
de la salud bucal en criaderos productivos; editorial Intermédica 1999. Pág. 639-642.
2) Couto Guillermo C., Nelson Richard W.; Pilares de Medicina Interna en Animales
Pequeños; Cap.Citología; editorial Intermédica 1995. Pág. 781.
3) Norsworthy Gary D., Crystal Mitchell A., Fooshee Sharon K.; El Paciente Felino,
Bases del Diagnóstico y Tratamiento; Cap. 111:Carcinoma de Células escamosas;
editorial Intermédica 2000. Pág. 397-398.
4) M.V. Minovich Fabián G., M.V. Paludi Alejandro E., M.V. Rossano mariano J.; Libro
de Medicina Felina Práctica; Cap.14: Enfermedades neoplásicas: Masas y Lesiones de
origen neoplásico facilmente detectables; editorial Aniwa Publishing 2002. Pág. 248250.
5) Soco Danny E., Miller William H. (h), Griffin Craig E., Muller & Kir`s; Dermatología
en Pequeños Animales; 5ª edición; Cap. 10: Tumores neoplásicos y no neoplásicos;
editorial Intermédica 1997. Pág. 1126-1130.
6) Wilquinson George T.,Harvey Richard G.; Atlas en color de Dermatologís de
Pequeños nimales; 2ª edición; Cap. 14 : Dermatitis neoplásicas; editorial
Mosby/Doyama Libros 1996. Pág. 227-228.
7) Willemse Ton;Dermatología clínica de perros y gatos. Guía para el diagnóstico y la
terapéutica; Facultad de Medicina Veterinaria, Universidad de Utrech; Cap. Neoplasias
epiteliales; editorial Intermédica 1999. Pág. 106-110.
8) Tesina para la carrera de posgrado; Fiorentini Jorge y cols. , Carcinoma de
células escamosas cutáneo invasivo de la cabeza y cuello en felinos: tratamiento con
crioterapia; Universidad Nacional de Rio cuarto. Córdoba. Pág. 69-75.
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