Poder Judicial de la Nación ///ta, 12 de noviembre de 2012.AUTOS Y VISTA: Esta causa nro. 177/12 caratulada: “Armando, Sergio- Baldovino, José –Vasallo, Damián- Vilardel, Horacio- Vilardel, Ricardo Isaac s/Infracción a la ley 24.769 –penal tributario-” con trámite en el Juzgado Federal N° 1 de Salta (expediente nro. 647/10), y RESULTANDO: I.Que se elevan las actuaciones de referencia a USO OFICIAL conocimiento de este Tribunal en virtud de los recursos de apelación interpuestos por las defensas de Ricardo Isaac Vilardel, Horacio Aníbal Vilardel, Damián Javier Vasallo, Sergio Armando y José Baldobino en contra del punto I del auto de fs. 1922/2020 por el que se ordenó sus procesamientos por el delito de asociación ilícita fiscal en calidad de miembros y convirtió en prisión preventiva su detención (art. 15 inc. “c” de la ley 24.769). II.Que las presentes actuaciones se inician con la denuncia formulada por Martín Alfredo Knudtsen, Supervisor Interino de la División Investigaciones de la Dirección Regional Salta de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP-DGI), en la que señalaba una serie de maniobras delictivas detectadas por el organismo fiscal consistentes en la utilización de interpósitas personas –físicas y/o jurídicas- insolventes para generar documentación respaldatoria que permitiera justificar el movimiento físico o traslado de grano adquirido en el mercado marginal como así también el cómputo de créditos fiscales apócrifos. 1 Relató que de las tareas investigativas realizadas por el organismo fiscal, se detectó que, a fin de obtener cartas de porte que permitieran transportar por el territorio nacional granos –maíz, soja, poroto, etc.-, vendidos en el mercado marginal, actores (profesionales, gestores, etc.), procedían a la inscripción ante la propia administración fiscal de nuevos “contribuyentes” que no poseían la capacidad económica y/o financiera para desarrollar la actividad declarada ante la AFIP-DGI, esto es, cultivo o comercialización de granos. Consideró que existían suficientes elementos para sostener que el contribuyente Ricardo Isaac Vilardel se encontraba actuando del modo denunciado. Indicó que el antes mencionado si bien se encontraba con la matrícula cancelada para ejercer la profesión de contador, sin embargo declaraba como actividad principal el servicio de contabilidad y teneduría de libros, auditoría y asesoría fiscal y, como secundaria, la actividad de cultivo de legumbres secas; cuando en realidad no registraba inscripción alguna en la ONCCA ni estaba incluido en el Registro Fiscal de Operadores de Granos y Legumbres Secas. Indicó que se trataría de una verdadera organización delictiva que hace uso de sujetos prestanombres, insolventes, empresas ficticias, etc. para dotar de una aparente legalidad el traslado y blanqueo de granos comercializados en el mercado marginal y así evadir los tributos derivados de la producción y comercialización de granos. Agregó que a fin de obtener las cartas de porte que permitieran transportar por el territorio nacional granos –maíz, soja, poroto, etc.-, procedían a la inscripción ante la AFIP de nuevos “contribuyentes” o bien al reflotamiento y regularización de obligaciones formales de empresas o personas que a la fecha no desarrollaban 2 Poder Judicial de la Nación actividad comercial alguna, y que no poseían la capacidad económica y/o financiera para realizar la actividad declarada ante el organismo fiscal: cultivo o comercialización de granos. Precisó que el investigado era titular de dos cuentas bancarias las cuales no registraban acreditaciones superiores a los $8.000, lo que a su modo de ver resultaba un monto insuficiente para desarrollar la actividad de productor agropecuario que justifique el movimiento de granos que se advirtió vinculado a Vilardel. Asimismo, señaló que es integrante de 36 sociedades, destacando que ellas fueron inscriptas por USO OFICIAL el propio Vilardel, quien a su vez era el administrador de las claves fiscales. Calificó como sospechoso que todas ellas fueran inscriptas en menos de 2 meses –más precisamente entre el 30/07/2010 y el 29/09/2010-, lo que refuerza la idea de que se tratarían de sociedades creadas con la sola intención de hacerse de cartas de porte para comercializar granos de origen marginal, añadiendo que la totalidad de estas supuestas empresas declaraban el mismo domicilio fiscal, que coincide con el domicilio en que reside el investigado. Precisó que las 36 sociedades de hecho que integra, más las 15 personas físicas que tienen vinculación con aquél y una SRL de la cual era apoderado, solicitaron un total de 7.188 cartas de porte desde abril de 2010 al 2 de octubre de ese mismo año, las que permitirían movilizar 16.140 toneladas de granos. Concluyó que en virtud de tales actos se estaría ante una organización delictiva liderada por el contador Ricardo Isaac Vilardel y aportó un número telefónico que sería utilizado por él. III.- 3 Conforme los hechos puestos en conocimiento, se citó a prestar declaración testimonial al agente del organismo denunciante Martín Alfredo Knudtsen, quien expuso que de las investigaciones practicadas en el marco de la presente causa surgían contribuyentes que sin contar con capacidad operativa para actuar como productores de granos, obtenían u utilizaban cartas de porte para acreditar el traslado de mercadería adquirida en forma marginal. Afirmó que durante los meses de agosto y setiembre, se inscribieron un total de 36 sociedades de hecho de las que Ricardo Isaac Vilardel resulta ser integrante y administrador de sus claves fiscales. Puso de relieve que las cartas de porte obtenidas habían permitido el movimiento de granos a 46 localidades de 7 provincias, y que teniendo en cuenta que tales contribuyentes no contaban con capacidad operativa, presumía que el grano había sido adquirido en el mercado marginal (ver fs. 127 y vta.). IV.En razón de lo indicios recabados en la instrucción el a quo dispuso la intervención de las líneas telefónicas N° 0387155014557, utilizada por Ricardo Isaac Vilardel; Nº 0351-3897434 y 03515644628 que empleada por Damián Javier Vasallo y Nº 0387-4525555 utilizada por Sergio Armando. Asimismo, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, designada como fuerza de prevención en las presentes actuaciones, presentó distintos informes conteniendo un análisis de inteligencia respecto a las conversaciones interceptadas que resultan relevantes a la causa, los que obran a fs. 98/126, 133/200, 201/286, 291/306, 4 Poder Judicial de la Nación 488/489, 495/545, 600/619, 683/702, 708/752, 806/814, 820/831, 835/855, 856/859, 895/896, 919/921, 922/937, 949/962 y fs. 965/981. V.Que a fs. 1009/1109, la División Investigación de la AFIP, en su carácter de auxiliar de la justicia, realizó a pedido del Instructor un pormenorizado análisis acerca de la situación fiscal de cada una de las personas investigadas. Habiéndose valorado las pruebas colectadas, el a quo consideró que existían sospechas objetivas suficientes para proceder a USO OFICIAL los registros de los domicilios denunciados, los cuales se realizaron en forma simultánea y con apoyo del personal del organismo fiscal. En función de ello, a fs. 1109/1116, se libró orden de allanamiento de los domicilios: 1) Dr. José Miguel Urrutia Nº 261 -2º piso, departamento F de la Ciudad de Córdoba, domicilio de Damián Vasallo (fs. 1220/1221); 2) calle Las Heras Nº 643 de la localidad de Sampacho- Río Cuarto, Córdoba, residencia de José Manuel Baldobino (fs. 1179 y vta.); 3) calle Pringles Nº 621 de igual localidad, donde funciona la empresa de propiedad de José Manuel Baldobino; 4) Pasaje 1, Casa 2, esquina Avenida Lisandro De La Torre, Barrio Santa Ana de esta ciudad, domicilio de Ricardo Isaac Vilardel y Horacio Vilardel (fs. 1135/1136) y, 5) calle Facundo de ZuviríaNº 333, 4º piso A de esta ciudad, lugar de trabajo de Sergio Armando (fs. 1157/1158). VI.A fs. 1505/1506 se acumuló a la presente la causa 790/11 caratulada “López, Laura Elizabeth s/Infracción a los artículos 292 y 296 del CP”, que se inició como consecuencia de la denuncia presentada por la encartada al advertir que se encontraba inscripta como productora de 5 soja y legumbres cuando, según sus dichos, nunca había realizado trámites al respecto; además se advirtió que integraba una sociedad de hecho denominada “Vilardel, Ricardo I y Vilardel, Horacio y López, Laura S.H.”. Asimismo, se acumularon los expedientes Nº 367/11 caratulado “Guanuco, Aldo Néstor s/su denuncia s/infracción a la ley 24.769” (fs. 1564/1585) y el expediente Nº 809/11 caratulado “Méndez, Luciano Jacinto s/su denuncia s/uso de DNI ajeno” (fs. 1604/1712), en los que se encuentran involucrados Sergio Armando y Ricardo Vilardel, respectivamente. VII.Convocados a prestar declaración indagatoria en los términos del art. 294 del CPPN a fs. 1170/1171, 1172/1173, 1249/1250 y 1251/1252), Horacio Aníbal Vilardel, Ricardo Isaac Vilardel, Damián Javier Vasallo y José Manuel Baldobino, respectivamente se abstuvieron de prestar declaración indagatoria. Oportunamente, a fs. 1378/1379 Sergio Armando negó haber tenido conocimiento o haber participado de los hechos que se le imputan, negando asimismo su intervención en las llamadas telefónicas agregadas a la causa. Señaló que su relación con los hermanos Vilardel era solamente de carácter laboral y ocasional, aclarando que los conocía por su trabajo como auxiliar en un estudio contable. Relató que solía cruzarse con ellos en distintos organismos tales como Rentas, AFIP, Municipalidad, etc., y que en algunas oportunidades Ricardo Vilardel lo llamaba para que le explique algunos trámites impositivos. Agregó que por la condición de alcohólico y adicto de Vilardel nunca tenía plata, por lo que solía llamarlo pidiéndole montos chicos 6 Poder Judicial de la Nación de dinero. Sostuvo que desconocía que Vilardel se encontraba con su matrícula de Contador Público suspendida, agregando que en algunas oportunidades solía ir a verlo a su trabajo para pedirle dinero y solicitarle la impresión de algunos trabajos, desconociendo el diciente de qué se trataban. Respecto a la lista de sociedades obrantes a fs. 1062/1064, sostuvo que no participó en la inscripción de las mismas ni asesoró sobre ello. Reconoció haberle aconsejado a Vilardel que fuera a ver a un tal Javier en la AFIP, el cual podía asesorarlo para cualquier trámite en ese organismo. USO OFICIAL Argumentó que solía asesorar contablemente a otras personas que eran clientes del Contador Guaymás, para lo cual viajaba a las localidades de Orán, Colonia Santa Rosa y Embarcación. Asimismo, señaló que tenía clientes propios y que ninguno de ellos era agropecuario. Negó conocer a José Baldobino y Damián Javier Vasallo, como así también realizar contratos de arriendo, confeccionar carpetas relacionadas al sector agropecuario y solicitar cartas de porte. VIII.A fs. 1487/1489 Damián Javier Vasallo en la ampliación de su declaración indagatoria manifestó que se dedicaba al comercio de granos en general, siendo un intermediario entre comprador y vendedor y obteniendo una comisión por tal operación. Sostuvo que tal actividad la llevaba a cabo desde hacía 5 años aproximadamente y que en una oportunidad al comentar a una amiga que necesitaba cartas de porte, le suministró el número de teléfono de Mario Araoz, quien supuestamente le podía proveer de tales documentos. 7 Recordó que se comunicó con el nombrado por primera vez aproximadamente en el mes de mayo de 2010, oportunidad en que Aráoz le dijo que podía conseguirle cartas de porte. Explicó que necesitaba tales documentos para cargar unos camiones que había adquirido en el mercado marginal. Sostuvo que posteriormente empezó a comercializar las cartas de porte entre sus colegas. Señaló que la operatoria era siempre la misma: obtenía las distintas cartas de porte que le solicitaban por intermedio de Mario Aráoz, aclarando que recién cuando fue detenido tomó conocimiento de que este último era en realidad Ricardo Isaac Vilardel. Declaró que en un momento no pudo comunicarse con Mario por lo que le envió un mail, recibiendo la respuesta de un tal Horacio Vilardel quien le manifestó que lo estaba reemplazando, motivo por el cual cuando necesitara cartas de porte debía comunicarse con él. Relató que por la venta de cartas de porte obtenía una ganancia de 20 a 30 pesos y que le enviaba el dinero producto de la venta a Vilardel por giro, siendo él quien establecía el precio del documento. Al ser interrogado acerca de si Ricardo Vilardel le vendía carpetas, recordó que en una oportunidad iba a armar una carpeta para Cacho Roldán por la suma de $ 5.000, pero nunca cumplió a pesar de que se había enviado la suma por adelantado. Reconoció venderle cartas de porte a José Baldobino por $ 100 cada una, y que también adquiría cartas a Karina Silva. Por otro lado, negó comercializar facturas, aunque reconoció que en alguna oportunidad las vendió junto con las cartas de porte. 8 Poder Judicial de la Nación Finalmente, manifestó que desconocía que estaba cometiendo un delito tan complicado al vender las cartas de porte, que si bien sabía que no estaba bien hacerlo, pensó que se trataba de una infracción menor. IX.Que en atención a las nuevas pruebas colectadas (ver fs. 1378/1380 e informe de fs. 1715/1800), a fs. 1856/1857 y vta.), Sergio Armando amplió su declaración manifestando que nunca conoció a Guanuco, no lo asesoró ni atendió en carácter de Contador. Explicó que los USO OFICIAL trámites de inscripción en la AFIP son personales y la documentación que se presenta tiene que estar debidamente certificada para lograr la obtención del CUIT y clave fiscal. Reconoció haber declarado deuda por $ 58.982,35, que correspondía a la declaración jurada de ganancias del período 2010 y que se había originado producto del alquiler de máquinas, mantenimiento y reparación de maquinarias y compra de mercaderías que tuvo con las firmas citadas a fs. 1036, por lo que no resultaría un pasivo inexistente como lo informa la AFIP. Justificó la multiplicidad de actividades detallada a fs. 1035, argumentando que se debía a la diversidad de oportunidades comerciales y empresariales que tuvo desde sus inicios como inscripto en la AFIP desde el año 2006. X.a.- Que al expresar agravios en los términos del art. 454 del Código Procesal Penal de la Nación, el Defensor Oficial de Damián Javier Vassallo a fs. 2094/2102 señaló, en primer lugar, que el auto 9 atacado carece de motivación, tornándolo arbitrario e insanablemente nulo. Consideró que el procesamiento dictado en contra de su defendido está desnudo de pruebas que avalen la conclusión a la que arribó el a quo respecto de su responsabilidad en los hechos investigados. Destacó que no se encuentra probado la intervención de su defendido en la conformación de sociedad apócrifa alguna, sino que su función se limitó a la comercialización de las cartas de porte ya conformadas. Se agravió de la indeterminación de la imputación realizada, toda vez que no se ha establecido la cantidad y magnitud de los hechos ilícitos en los que habría intervenido. Subsidiariamente, solicitó se modifique la calificación impuesta en cuanto a su entender no se encuentra probado que Vassallo se haya asociado con sus coimputados para conseguir falsos contribuyentes y menos aún que se encuentre registrado o registrare terceros prestanombres ante el organismo fiscal, ni tampoco colaboró en la creación de las empresas mencionadas por la AFIP. Manifestó que no se verifican los requisitos objetivos y subjetivos del grado de participación como para considerarlo coautor del delito que se le endilga. Finalmente sostuvo que si bien la ley 24.769 no distingue la posible participación secundaria en el tipo penal previsto por el art. 15, en virtud de lo cual toda colaboración que se preste a la organización tendría en principio el alcance de complicidad, aun cuando no sea exigible que la misma sea primaria, existen situaciones como la del sub judice en donde resulta ajustado a derecho aplicar la referida figura. 10 Poder Judicial de la Nación b.- Que a fs. 2112/2131el Defensor Oficial de Ricardo Isaac Vilardel y Horacio Aníbal Vilardel planteó en primer lugar la nulidad de la resolución que dispone la intervención de la línea telefónica bajo el número 0387-155014557 con fundamento en la violación del derecho de defensa y en la falta de motivación de dicha medida. Sostuvo que el art. 236 del CPPN dispone que sólo el imputado en un delito puede ser sujeto legitimado para que recaiga esta medida de coerción, por lo que no podría ser decretada en el marco del comienzo de una investigación en donde sólo existe sospecha. USO OFICIAL Sobre el punto señaló que la solicitud de intervención telefónica fundada en lo dispuesto por el art. 21 de la ley 24.769 no corresponde por no haber sido contemplada originalmente por el legislador al proveer este remedio. En ese sentido indicó que la medida adoptada por el a quo tiene por fin “producir prueba”, desvirtuando la inspiración original de la medida, la cual es “obtención y resguardo” de elementos de juicio. Asimismo precisó los argumentos vertidos en la denuncia que consideró inexactos y tendenciosos: la no inclusión en el Registro de Operadores en la Compraventa de Granos y Legumbres Secas así como la no inscripción en la ONCCA; las situaciones impositivas de las personas físicas que integran las Sociedades de Hecho; que las sociedades tenían el mismo domicilio fiscal que Vilardel y, finalmente, que la inscripción de las sociedades presuntamente apócrifas se concretó en un periodo de dos meses. Por otra parte solicitó la nulidad del allanamiento practicado en el domicilio de sus defendidos por cuanto consideró que los efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria se 11 excedieron en las facultades conferidas por el magistrado al utilizar canes para la búsqueda de sustancias estupefacientes cuando solo debían secuestrar documentación. Finalmente planteó la nulidad del auto impugnado por falta de motivación al no encontrarse determinada debidamente la imputación objetiva del hecho. c.- Que a fs. 2135/2136 y vta. la defensa técnica de José Manuel Baldovino negó que su defendido haya participado o cometido el accionar delictivo que se le pretende incriminar. Indicó que, si bien es cierto que realizó y recibió llamadas, las mismas estaban vinculadas a su actividad laboral, desconociendo que existían hechos ilícitos. Indicó que la documentación era obtenida de manera lícita, por lo que pagaba un precio real y cierto por las cartas de porte que adquiría a personas que tenían facultades para comerciarlas. Sostuvo que no fue su propósito evadir ni hacer evadir tributos y que jamás constituyó ni inscribió sociedades de hecho. En función de ello, solicitó se revoque el procesamiento de su defendido y se dicte auto de falta de mérito. d.- Que la defensa técnica de Sergio Armando sostuvo que la prueba utilizada para determinar la imputación delictiva resulta irrelevante a los fines del descubrimiento de la verdad real, toda vez que la misma carece de eficacia para la comprobación del presunto hecho delictivo imputado. Consideró que la investigación instructoria resultó incompleta y carente de medios de pruebas objetivos que demuestren la real responsabilidad de su defendido. Más aún cuando, según su entender, la resolución atacada se basa casi exclusivamente en las escuchas telefónicas 12 Poder Judicial de la Nación presentadas a través de los informes de inteligencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Sobre ese punto precisó que las escuchas telefónicas ordenadas ab initio constituyeron una abierta violación al derecho de intimidad contemplado en el art. 19 de la CN. Señaló que por la especificidad de la Ley Penal Tributaria y por exigencia de la propia norma, debe demostrarse que mediante una asociación ilícita fiscal se logra consumar alguno de los tipos previstos dentro del catálogo punitivo contenidos en esa ley, ya sea evasión simple, agravada o cualquiera de las otras figuras previstas, a fin de demostrar USO OFICIAL la afectación de la hacienda pública, situación que a su entender no se verifica en el auto atacado. Indicó que la documentación incautada en el allanamiento practicado en el estudio contable está vinculada a clientes de dicho estudio y ajenas a los hechos investigados y a su defendido, quien sólo realizaba tareas de auxiliar contable. Sostuvo que las llamadas en que su mandante niega haber intervenido revisten el carácter de meros indicios, en cuanto a su utilidad para el proceso, ya que no fueron consentidas por el titular de la línea telefónica intervenida, por lo que carecen de relevancia probatoria a los fines de demostrar el hecho generador de la obligación. Finalmente se agravió del embargo trabado sobre los bienes del imputado, considerándolo desproporcionado (fs. 2137/2142). e.- La querella a través de sus representantes legales señaló a fs. 2145/2166 respecto a la situación de Baldovino, que resulta ilógico pensar que desconocía la ilicitud de las cartas de porte, toda vez 13 que las mismas no se deben comercializar, ya que deberían ser emitidas por los productores en forma gratuita. Asimismo consideró que los elementos de prueba de la causa dejan en evidencia su participación en los hechos delictivos. Sobre la situación de Damián Javier Vassallo, señaló que el propio imputado reconoce el ánimo de facilitar a terceros que realizan compras y ventas irregulares de granos defraudando al Fisco, a cambio de una retribución pecuniaria, efectuando dicha actividad de manera habitual con más de tres personas. Indicó que su aporte a la asociación era la comercialización y en algunos casos la confección de la documentación apócrifa, calificando su aporte como imprescindible, forzoso e indispensable para la continuidad de la asociación. Continuó analizando la situación de Sergio Armando; señaló que existen elementos de prueba que acreditan su efectiva participación en la asociación ilícita y la concurrencia de los elementos del tipo penal, particularmente el dolo manifestado mediante la intención concreta de contribuir a los fines, a sabiendas de que defraudaría al Fisco Nacional, con el pleno conocimiento de que la organización estaba integrada por tres o más integrantes. Respecto a la situación de Ricardo Isaac Vilardel y su hermano Horacio Aníbal Vilardel, señaló que los fundamentos que se intentan hacer valer en nada podrían alterar la conjunción de las pruebas arrimadas a la causa. Manifestó que las escuchas telefónicas posibilitaron incorporar contundentes elementos probatorios respecto de los sujetos que integraban la organización, la función y aportes de cada uno. 14 Poder Judicial de la Nación Consideró que la defensa intenta fallidamente dar naturalidad a las acciones realizadas por los imputados, las que lejos de asemejarse a las de un sujeto tributario, sólo develan una única finalidad que es la de generar la documentación espuria que se comercializaba y era fuente de ingresos pecuniarios. Aclaró que la creación e inscripción de sociedades no tiene otro fin lícito que el de revestir de un ropaje jurídico a varios sujetos (personas físicas) que se asocian con fines ilícitos, por lo que considerar normal la inscripción de múltiples sociedades si no se ejerce actividad comercial alguna abona el criterio seguido por el auto de procesamiento. USO OFICIAL Asimismo, señaló que Horacio Vilardel fue un claro colaborador en la generación de documentación e inscripción de sujetos tributarios, haciéndose cargo en forma individual y en su totalidad de la empresa ilícita durante el tiempo que su hermano se encontraba privado de la libertad. Finalmente, dijo que las defensas de los encartados no han ofrecido ni aportado prueba alguna de la actividad comercial que legitimaría el accionar de los imputados. Formuló reserva del caso federal y solicitó se confirme en su totalidad la resolución apelada, con expresa imposición de costas. f.- Que a fs. 2167/2173 el Fiscal General Subrogante entendió que el auto de procesamiento es nulo cuando carece de fundamentos o lo son sólo aparentes, circunstancia que a su entender no se da en la presente causa. Indicó que el planteo de la defensa no refuta acabadamente la prueba incorporada y valorada por el a quo, discrepando únicamente con el criterio que se utilizó en el auto recurrido para fundamentarlo. 15 Consideró correcta la calificación efectuada en el auto recurrido sobre la participación que le cupo a Vassallo en el hecho investigado, toda vez que se encuentra acreditado que era el encargado de comunicarse con los hermanos Vilardel, quienes establecían cuales eran las sociedades de las cuales se podía obtener las cartas de porte y fijaban los precios para que luego Vassallo las vendiera. Indicó que era un intermediario necesario para la colocación de la documentación que generaba la organización, por lo que su participación lejos de ser secundaria, resultaba imprescindible para la continuidad de la asociación. Sostuvo que la orden judicial que dispuso la intervención telefónica se encuentra debidamente fundada en motivos objetivos suficientes, los que fueron aportados por el organismo recaudador. Sobre la situación de José Manuel Baldovino y Sergio Armando sostuvo que el Instructor determinó con el grado de certeza requerido en esta instancia, una serie de actividades que constituyen actos preparatorios o de ejecución de evasiones impositivas que permiten inferir la existencia de una organización conformada para cometer indeterminados hechos ilícitos de la misma naturaleza. Consideró que se encuentra suficientemente probado que los hermanos Vilardel, Vassallo y Baldovino tomaron parte en la organización ilícita que tenía como función producir documentación respaldatoria que permitía el transporte por el territorio nacional de granos adquiridos en el mercado negro, y de esa forma los verdaderos productores mantenían oculta su real producción a los efectos de evadir los tributos. Sostuvo que si se tiene en consideración que el grupo estaría integrado por más de tres personas y que el desarrollo de la 16 Poder Judicial de la Nación actividad consistente en utilizar personas insolventes con el objeto de generar documentación respaldatoria que permita justificar el traslado de granos adquiridos en el mercado marginal se había prolongado en el tiempo, cabe inferir que se estaría dando el requisito de cantidad de personas y el de permanencia que requiere el tipo penal en estudio. Asimismo, señaló que la división de funciones que se advierte a partir de los roles cumplidos por cada uno de los imputados, acreditaría prima facie la existencia de un acuerdo o pacto entre aquéllos, determinándose que el aporte de los cinco causantes resultó de gran relevancia USO OFICIAL para el funcionamiento de la organización. En base a lo expuesto solicitó se confirme el auto de procesamiento de fs. 1922/2020. CONSIDERANDO: I.Que corresponde analizar en primer lugar la deficiencia formal a la que aludieron las defensas de Damián Javier Vassallo, Ricardo Isaac Vilardel y Horacio Aníbal Vilardel respecto de la falta de motivación del auto en crisis. Al respecto debe señalarse que este Tribunal no comparte las afirmaciones expuestas, entendiéndose por el contrario que el dispositivo criticado contiene una enumeración y análisis de las pruebas colectadas, y la decisión de mérito a la que se arribó es una derivación razonada de las constancias de la causa, por lo que no se advierte en la ilación lógica del fallo, en su coherencia interna o en la correlación entre las pruebas y las conclusiones, un defecto que pudiese generar una violación al derecho de defensa que justifique su nulidad. 17 En este punto bueno es resaltar que, tal como lo sostiene la Cámara Nacional de Casación Penal, el requisito de la motivación de los actos jurisdiccionales se cumple siempre que guarde relación con los antecedentes que le sirven de causa y sean congruentes con el punto que decide, suficientes para el conocimiento de las partes y para las eventuales impugnaciones que se le pudieran plantear (confr. C. Nac. Cas. Penal., Sala II, “Gaete Martínez, Rufo Edgar s/recurso de casación”, sentencia del 03/06/99). Cabe destacar en este sentido que en los considerandos de la resolución el magistrado reseñó las distintas contingencias procesales y las constancias probatorias colectadas en el expediente, exponiendo las consideraciones fácticas y jurídicas que estimó pertinentes y esgrimiendo los fundamentos en virtud de los cuales adoptó la decisión de mérito, con lo cual puede concluirse que se encuentran cumplidas las exigencias de motivación contenidas en el art. 123 del CPPN. Asimismo, las críticas formuladas acerca del modo de valoración de las constancias arrimadas a la causa por parte del juez actuante constituyen materia de análisis para ser tenida en consideración al momento de resolver la situación procesal de los imputados, pero la divergencia acerca de los criterios de valoración de la prueba no pueden justificar la anulación de un auto que cumple con las pautas requeridas por el ordenamiento formal. Por las razones expuestas, no puede prosperar en esta instancia la crítica genérica que reposa en la falta de motivación de la resolución apelada. II.18 Poder Judicial de la Nación Que, primeramente, cabe precisar que el hecho investigado en la presente causa consiste en la presunta existencia de una asociación ilícita integrada, al menos, por Ricardo Isaac Vilardel, Horacio Aníbal Vilardel, Damián Javier Vassallo, José Baldobino y Sergio Armando, quienes mediante la creación de entes societarios ficticios y carentes de actividad real, así como de la utilización de la identidad de personas físicas sin capacidad económica ni operativa para llevar a cabo la actividad que declaraban, desarrollaban, coordinada y mancomunadamente una actividad habitual con el objeto de obtener documentación respaldatoria –cartas de USO OFICIAL porte- que permitiera el traslado hacia distintos puntos del país, de granos adquiridos en el mercado marginal, en condiciones formales de comercialización. Al respecto, debe resaltarse que a los fines de realizar el transporte de granos se debe contar obligatoriamente con cartas de porte generadas bajo el sistema informático previsto y reglamentado por el Decreto 34/2009 y la Resolución Conjunta (AFIP- ONCCA- Subsec. de Transporte Automotor) N° 2556-1173-3/2009, único documento válido para cumplir dicha función. Ésta documentación no sólo justifica el traslado de la mercadería sino que además identifica al productor, comercializador, etc. y permite su eventual control impositivo, que es, justamente, lo que los autores del ilícito investigado querían evitar. Sentado ello, cabe adelantar que el cuadro probatorio reunido en la causa, entre ellos, el informe presentado por el Supervisor Interino de la División Investigación de la AFIP (fs. 6/54); transcripción de las escuchas telefónicas (fs. 98/123, 133/195, 204/278, 312/463, 467/482, 495/541, 562/613, 640/700, 708/747, 758/799, 806/813, 19 820/829, 860/918, 952/962); informes de la AFIP (fs. 555/560, 1009/1039, 1045/1064); declaración testimonial de Martín Alfredo Knudsten (fs. 127 y vta.); denuncia ante la AFIP de Coronel Carrazana (fs. 835); informe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria de Córdoba (fs. 922/945); denuncias de fs. 1041/1044; impresión de mails (fs. 1065/1107); allanamientos de fs. 1135/1136, 1157/1158, 1163/1165, 1179 y vta., 1190/1191, 1220/1221 y vta., 1263 y vta.; informes de fs. 1330/1347; informe AFIP de fs. 1392/1413; informes sobre la totalidad de los teléfonos celulares secuestrados (fs. 1414/1483); expediente Nº 790/11 (fs. 1505/1562); expediente Nº 367/11 (fs. 1564/1601); expediente Nº 809/11 (fs. 1604/1712); Informe de investigación (fs. 1715/1800, 1807/1811, 1887/1916), y demás constancias de autos, permiten tener por acreditado con el grado de probabilidad requerido en esta instancia, la realización del tipo de la asociación ilícita previsto en el artículo 15 inc. “c” de la ley 24.769. III.En efecto, las pruebas reunidas en la causa permiten sostener que Ricardo Isaac Vilardel, Horacio Aníbal Vilardel, Damián Javier Vassallo, Sergio Armando y José Baldobino integraban una organización que tenía por objeto la generación de documentación respaldatoria que permitía justificar el movimiento físico del grano adquirido en el mercado marginal mediante la utilización de interpósitas personas insolventes en forma individual como así también integrando sociedades (denominadas por el organismo fiscal como usinas de facturas apócrifas). Cabe destacar que, al momento de iniciarse las investigaciones (octubre de 2010), el organismo fiscal informó que existían 36 Sociedades de Hecho y una SRL creadas por la asociación ilícita, las que, no 20 Poder Judicial de la Nación obstante estar inscriptas ante la AFIP, no existirían más que formalmente, pues no habrían tenido alguna actividad real comprobada. Posteriormente, se pudo determinar que al 18 de marzo de 2011 existían inscriptas en la AFIP al menos 70 sociedades de hecho vinculadas a las personas imputadas en la causa y que evidenciaban irregularidades similares relacionadas con su constitución y funcionamiento; así: a) veintidós personas físicas (entre ellos Emilio Sica, Cristóbal Alzogaray, Juan Daniel Quinteros, Mario Enrique Aráoz, Carlos Adrián Ceballos, Javier Mario Vegas), figuraban como USO OFICIAL integrantes de sociedades diversas, destacándose la participación en su gran mayoría del Contador Ricardo Isaac Vilardel (ver planillas de fs. 12/13, 1062/1064 e informe de fs. 555/560); b) un mismo domicilio, Suboficial Carlos H. Medina 2 -Barrio Santa Ana-, se repite para todas las sociedades integradas por Vilardel, siendo coincidente con su domicilio fiscal; c) fueron inscriptas en el período que va desde el 30/07/2010 al 23/02/2011, con excepción de la firma Cristal SRL que fue dada de alta en fecha 27/12/2000; d) no declaran empleados en relación de dependencia; e) las declaraciones juradas por los impuestos a las ganancias y al valor agregado de las personas físicas y las sociedades fueron presentadas en su mayoría sin movimiento, por lo que no podrían justificar la plantación, recolección de cultivos ni su posterior comercialización (ver fs. 23/39); f) no poseen retenciones de IVA y Ganancias 21 tanto sufridas como practicadas; g) las sociedades no son titulares de cuentas bancarias, y si bien algunos de los contribuyentes vinculados a las mismas registran cuentas, los movimientos de fondos no resultan acordes con el desarrollo de una actividad agraria; h) declararon la actividad de cultivo agrícola, no surgiendo de las bases informáticas que hayan adquirido granos para su posterior comercialización; i) registraron movimientos de granos a los pocos días de su inscripción, lo que no condice con los tiempos propios de la actividad; j) No registran pagos a la AFIP en ningún concepto. IV.Las circunstancias detalladas permiten inferir prima facie y con el grado de certeza requerido en esta instancia que, tal como lo sostuvo el a quo, la creación e inscripción de las sociedades tenía como único objetivo emitir documentación (cartas de portes, facturas, etc.) que permitiera registrar operaciones de venta y/o traslado de granos a fin de ocultar a los verdaderos operadores que permanecían en situación marginal, no existiendo constancias de una actividad real de las mismas. Con idéntico fin se habrían inscripto, además, falsos productores (entre ellos César Omar Gonzalez, Rodrigo Ariel Coronel Carranza, Emilio Nicolás Coronel Carranza, Rene Miguel, Arturo Raúl Orlando) quienes, según surge de las constancias de la causa, no contaban con la capacidad operativa ni solvencia económica necesaria para operar en los 22 Poder Judicial de la Nación niveles que la totalidad de las cartas de porte solicitadas le permitirían hacerlo (ver informe AFIP fs. 1715/1729). Corrobora lo expuesto las denuncias formuladas por René Miguel Soto Guanca (fs. 1042), Raúl Orlando Arturo (fs. 1043), Laura Elizabeth López (fs. 1505), Aldo Néstor Guanuco (fs. 1582/1585), Luciano Jacinto Méndez (fs. 1604), quienes manifestaron que la inscripción realizada en el organismo fiscal como productores de granos no reflejaba su real situación económica y que además fue efectivizada sin su consentimiento. USO OFICIAL Pues bien, el desarrollo de las maniobras antes descriptas habría posibilitado a la asociación ilícita solicitar al 23 de febrero de 2011 un total de 23.684 cartas de portes, de las cuales sólo 2015 fueron autorizadas (ver informe de fs. 557 in fine), las que posibilitaron el traslado de una gran cantidad de grano prima facie de manera ilegal. Asimismo, se pudo determinar que la maniobra se habría prolongado, por lo menos, durante los años 2010 y 2011, teniendo en cuenta la fecha de constitución de las sociedades apócrifas, el análisis de las casillas de correos donde surge que durante dicho período los imputados habrían negociado una gran cantidad de cartas de porte (ver fs. 1065/1107), la documentación reservada en Secretaría de las que surge el volumen de granos transportados durante esos períodos y las planillas impresas desde la computadora de Damián Vassallo que dan cuenta de los nombres de los clientes y cantidad de cartas de porte (ver análisis de la documentación de fs. 1333/1346); lo que denota la permanencia en el tiempo de la organización con proyección al futuro. 23 Así las cosas, se pudo establecer algunos destinatarios del grano movilizado que confirmaron la recepción de documentos de traslado emitidos por las usinas de documentación apócrifas, encontrándose entre los principales Vincentin SAIC, Marlenheim SA y Molinos Río de la Plata (ver informe de fs. 1055); debiéndose destacar que en algunas cartas de porte el destinatario de la mercadería resultaba coincidente con el remitente, circunstancia comúnmente utilizada para impedir la identificación del verdadero destinatario del grano (por ejemplo carta de porte de fs. 1067). En este marco, se aprecia que la calificación legal asignada al sub lite resulta prima facie ajustada a las probanzas de la causa, con independencia de la efectiva acreditación del delito posterior que se vincula con los planes delictivos de la asociación ilícita, extremo que deberá ser objeto de investigación. En efecto, como ya lo dijo esta Cámara en la causa “Jerez, Sandra Esther y otros s/Infracción a la ley 24.769”, resolución de fecha 24/11/2011, el tipo penal de asociación ilícita previsto por el art. 15 inc. “c” de la Ley Penal Tributaria no requiere la existencia de otros delitos tributarios consumados y resulta un delito independiente de los delitos que en ejecución de lo pactado, todos o algunos de sus miembros pudieran cometer, es decir que lo que aquí se reprocha es la voluntad de conformar e integrar una asociación destinada a cometer delitos tributarios, circunstancia que tiene significación jurídico penal independientemente de si esos delitos fueron ejecutados, consumados o no, ya que en tal caso se darían las hipótesis concursales respectivas, lo cual no puede descartarse si se profundizan las investigaciones en tal sentido. 24 Poder Judicial de la Nación V.Que efectuadas dichas consideraciones y en atención a las características de la resolución recurrida por la cual se examinó la situación procesal de numerosos imputados, y con la finalidad de alcanzar una mayor claridad expositiva de los agravios señalados por las defensas de las partes recurrentes, se analizará en primer término los elementos vinculados a la situación de Damián Javier Vassallo. Así, resulta oportuno precisar que los agravios de su defensa se centraron en alegar la nulidad por falta de motivación de la USO OFICIAL resolución apelada -circunstancia que ya fue tratada en el considerando II-, y la falta de pruebas que acreditaran la asociación de Vassallo con sus consortes de causa para conseguir falsos contribuyentes o constituir sociedades apócrifas, señalando que su participación se limitaba a la venta de las cartas de porte. Ahora bien, el análisis de las numerosas conversaciones telefónicas recabadas en autos permiten inferir que el imputado habría tenido activa participación en la confección, venta y entrega de las cartas de porte (ver por ejemplo transcripciones de fs. 467, 475/476, 478/479, 480/482, 495/496, 500, 502/505, 508/510, 513, 514/516, 521/523, 526/527, 528/527), a cuyo fin se comunicaba cotidianamente con José Baldobino, Ricardo Vilardel y Horacio Vilardel. Lo expuesto es corroborado por el propio imputado en su declaración indagatoria de fs. 1488 en la que manifestó que la operatoria era siempre la misma, que los intermediarios de compra y venta de granos se comunicaban para requerirle cartas de porte y él las obtenía de Mario Aráoz (nombre ficticio utilizado por Ricardo Isaac 25 Vilardel) y, posteriormente las vendía a sus clientes a un precio que oscilaba entre los $70 y $120, agregando que también comercializaba carpetas. En efecto, la documentación vinculada a la actividad investigada y que fuera encontrada en el domicilio de Vassallo (ver acta de procedimiento de fs. 1220/1221 y vta.y acta de fs. 1332/1334), acredita lo expuesto, debiéndose destacar que del análisis de sus computadoras fue posible obtener la impresión de una gran cantidad de cartas de portes pertenecientes a las firmas denunciadas como “prestanombres”, entre ellas Tamer Borys y Quispe Delfor Daniel SH; Méndez Albino Javier y Vilardel Ricardo Isaac SA, Tamer Borys y Cardozo Juan José SH; Vilardel Ricardo Isaac y Cardozo Juan José y Araoz Mario Enrique SH (ver fs. 1333/1334 e informe de fs. 1062/1064). Asimismo, se secuestraron distintos comprobantes de depósitos bancarios y giros de dinero entre Ricardo Vilardel, Mario Aráoz, Horacio Vilardel y José Baldobino, entre otros sujetos, lo que evidencia la vinculación entre los encausados. Además, debe destacarse que en el marco de su empresa “Negocios Agropecuarios”, el imputado no sólo preveía de documentación apócrifa a sus clientes sino que también asesoraba sobre distintas formas de regularizar mercadería adquirida en el mercado marginal (ver fs. 469/471, 497/499, 502/505, 766), además de evacuar consultas referidas a las sociedades apócrifas (ver por ejemplo fs. 664/665 y 666/667), por lo que, contrariamente a lo sostenido por la defensa, las maniobras utilizadas para la generación de la documentación que luego vendía no le resultaban extrañas sino que participaba activa y coordinadamente en su ejecución. Más aún, alentaba a sus consortes de causa a preparar carpetas que les permitieran obtener otro tipo de documentación (ver transcripción de fs. 26 Poder Judicial de la Nación 430/431, 443/446), demostrando cabal conocimiento de la operatoria ya que reconoció que tenía conciencia de que lo que hacía no estaba bien (punto VIII del RESULTANDO in fine) Pues bien, las circunstancias expuestas permiten concluir, con el grado de certeza que se requiere ante esta instancia que la participación de Vassallo no era circunstancial o aislada, sino que por el contrario se ensamblaba dentro del esquema organizativo permanente, donde cada uno de los integrantes cumplía un rol determinado, configurándose el dolo requerido por la figura imputada, consistente en la intención de USO OFICIAL pertenecer a la asociación ilícita, el conocimiento de la ilicitud de sus planes y de que está integrada por tres o más personas. VI.a.- Que corresponde avocarse al conocimiento de las cuestiones que fueron articuladas por la defensa oficial de los imputados Ricardo Isaac Vilardel y Horacio Aníbal Vilardel. En primer lugar se analizará aquellos argumentos que por su naturaleza, de prosperar, impedirían analizar la existencia material del presunto hecho ilícito y la participación penalmente responsable de los imputados. La defensa, alegó la nulidad de la resolución que dispuso la intervención telefónica fundamentando su pretensión en base a que la AFIP no se encuentra autorizada para solicitar este medio de prueba en particular en virtud de lo dispuesto por el artículo 21 de la ley 24.769. Debe precisarse que el artículo 21 del texto legal citado habilita al organismo recaudador a solicitar al juez competente en la materia, determinadas medidas de obtención y/o resguardo de los elementos de prueba probablemente relacionados con la presunta comisión de algunos de 27 los delitos previstos por la Ley Penal Tributaria. Este tipo de presentaciones no requieren la convicción administrativa acerca de la comisión de un hecho ilícito, porque, como se ha entendido, esta medida no involucra la formulación de denuncia por parte del organismo recaudador , ni la previa promoción de la acción penal respectiva por parte de su titular. Ahora bien, el artículo bajo análisis debe ser interpretado de manera restrictiva y limitado a las medidas de obtención y resguardo de elementos de juicio; de lo contrario se concedería a la AFIP una facultad de intromisión excesiva en la intimidad a la cual sólo podría arribarse por vía de una interpretación extensiva, inadmisible cuando se trata de restringir derechos constitucionales (en igual sentido Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba, “Seri, Miguel Angel- Gasparini, Diego Nazareno y otros s/Infracción artículo 15 inc. “c” Ley 24.769”, resolución del 13/10/2011); por lo que debe entenderse que no podría requerir por sí mismo la intervención telefónica de un particular, pues tales facultades de prevención están reservadas exclusivamente al Ministerio Público Fiscal y Fuerzas de Seguridad. Sentado ello, surge del análisis de la causa que si bien el organismo recaudador puso en conocimiento los hechos presuntamente ilícitos y solicitó órdenes de intervención telefónica, estas se canalizaron a través del Fiscal Federal quien recondujo dicha presentación y, a los efectos de corroborar las maniobras, solicitó la intervención del teléfono celular utilizado por Ricardo Isaac Vilardel (ver fs. 73/81 y vta.), cumpliendo con su obligación legal de persecución de delitos como representante del Ministerio Público Fiscal. 28 Poder Judicial de la Nación Por otro lado, no se advierte vicio alguno en el proceder del magistrado instructor que conlleve la nulidad de la medida ordenada, toda vez que de las constancias de la causa se desprende que las resoluciones que ordenaron la intervención de las líneas telefónicas, se fundaron en la existencia de indicios serios que daban cuenta de posibles maniobras delictivas en violación a la ley 24.769, sustentando dicha afirmación en la amplia investigación llevada a cabo por el organismo fiscal y que indicaba a Ricardo Isaac Vilardel como una de los principales implicados. En este sentido cabe señalar que los arts. 123 y USO OFICIAL 236 del CPPN en cuanto establecen la obligatoria fundamentación del auto que ordena una intervención telefónica bajo pena de nulidad, deben ser analizados con arreglo al principio de razonabilidad, atendiendo a los fines que persiguen las normas bajo análisis y el interés general en el afianzamiento de la justicia. De ahí que si bien la exigencia de motivación es el modo de garantizar que la intromisión en la intimidad de los individuos aparezca como fundadamente necesaria, no es dable exigir a lo magistrados una semiplena prueba de la culpabilidad de la persona que debe soportarla (v. Cámara Nacional de Casación Penal, sala IV, “De Sousa Martins, Rodrigo”, resolución de fehca 12/05/2006), bastando la existencia de sospechas bastantes y fundadas que justifiquen la medida. b.- Que tampoco se hará lugar a la nulidad planteada por la defensa con fundamento en que la preventora se excedió en las facultades conferidas por el instructor al revisar el domicilio de sus defendidos por un can detector de estupefacientes. Cabe señalar que el artículo 224 del CPPN, faculta al juez a ordenar por auto fundado el registro del lugar en caso de 29 presumir que existen elementos vinculados a la investigación del delito, circunstancia que no implica que durante la producción de un registro la autoridad preventora carezca de facultades para incautar bienes no especificados en la orden de allanamiento y relacionados con la comisión de otro delito (cfr. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de Capital Federal, Sala V, “New Idea”, sentencia del 20/04/05). Sin perjuicio de ello, analizando el caso particular, la búsqueda de sustancia estupefaciente en el domicilio de Ricardo Vilardel arrojó resultado negativo (ver acta de fs. 1135 y vta.), por lo que no se advierte la existencia de un perjuicio concreto que amerite la declaración de nulidad del acto atacado, puesto que de ser así importaría un manifiesto exceso ritual no compatible con el buen servicio de justicia (Fallos: 295:961; 302:221; 306:146; 310:1412, entre otros). c.- Que en cuanto a la cuestión de fondo, cabe precisar que la ley 25.874 sustituyó el art. 15 de la Ley Penal Tributaria, incorporando como delito independiente en el inc. “c” de dicho artículo a la denominada asociación ilícita tributaria, cuya conducta típica consiste en formar parte de una organización o asociación compuesta por tres o más personas que habitualmente esté destinada a cometer cualquiera de los delitos tipificados en la ley 24.769. Al respecto, se entiende que la tipificación de la asociación ilícita tributaria como delito especial autónomo, tiene por objeto la protección de la Hacienda Pública Nacional, Provincial y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (cfr. modificación introducida por ley 26.735), tanto de los recursos como de los gastos, y las Rentas de la Seguridad Social, es decir el mismo bien jurídico protegido por la ley que lo cobija, distinguiéndose del tipo previsto en el art. 210 del Código Penal. 30 Poder Judicial de la Nación Sentado ello, cabe señalar que las investigaciones preliminares realizadas por la AFIP arrojaron como dato relevante que el Contador Público Nacional Ricardo Isaac Vilardel declaraba como actividad principal el servicio de contabilidad y teneduría de libros, auditoría y asesoría fiscal y como secundaria la de cultivo de legumbres secas, sin perjuicio de no encontrarse incluido en el Registro Fiscal de Operadores de Granos y Legumbres Secas y no registrara inscripción en la ONNCCA. Asimismo, se pudo determinar su participación en numerosas sociedades (105 en total) que tenían como común denominador USO OFICIAL carecer de capacidad económica para llevar adelante la actividad comercial que denunciaban, debiéndose destacar que en todas estaba autorizado al mismo Ricardo Isaac Vilardel para solicitar y/o retirar cartas de porte, además de integrar 5 fideicomisos en calidad de fiduciente, fideicomisario y beneficiario. En igual situación se encuentra su hermano, Horacio Aníbal Vilardel, quien figura como integrante de 35 Sociedades de Hecho que fueron inscriptas desde el 13/01/11 al 16/06/11, a través de las cuales se solicitaron 3.228 cartas de porte, habiendo sido autorizadas en función de las irregularidades detectadas sólo 230 (ver informes de fs. 12/13; 1021/1030; 1062/1064 y 1715/1729). Resulta indicativo del fin ilícito que habría tenido la sistemática inscripción de sociedades, la circunstancia de que declaraban el mismo domicilio fiscal, el que además precisamente resulta coincidente con el de Ricardo y Horacio Vilardel. En efecto, para una organización como la que es objeto de la presente causa, fijar como domicilio fiscal de las personas jurídicas que se pretenden utilizar con fines ilícitos un 31 domicilio al cual no tuvieran acceso los miembros de la organización, implicaría el riesgo que, ante posibles requerimientos o notificaciones de la AFIP, se pudiera alertar a las autoridades respecto de la inexistencia en el domicilio en cuestión de aquellas sociedades espurias. En efecto, en el allanamiento practicado en el domicilio de los imputados fue posible secuestrar 209 intimaciones de obligaciones tributarias efectuadas por la AFIP a nombre de sociedades integradas o vinculadas por Ricardo Vilardel (ver allanamiento de fs. 1135/1136 y acta de fs. 1335/1337). Asimismo, corrobora la hipótisis delictiva las denuncias presentadas por Laura Elizabeth López y Luciano Jacinto Méndez (ver fs. 1507/1561 y 1604/1683) quienes manifestaron no haber realizado ningún trámite a los fines de su inscripción ante la AFIP, sin perjuicio de lo cual figuraban como integrantes de varias sociedades junto con Ricardo y Horacio Vilardel (ver anexo de fs. 1062/1064). Así también cabe incluir las denuncias realizadas ante el organismo fiscal por Emilio Nicolás Coronel Carrazana (fs. 835) y César Omar González (fs. 843) quienes manifestaron haber aportado sus datos al Contador Vilardel para ser inscriptos como productores de granos a cambio de una suma determinada de dinero, siendo que nunca desarrollaron dicha actividad. Pues bien, las circunstancias expuestas ostentan en alto grado de verosimilitud en orden a demostrar que, tal como fue alegado por el querellante, la maniobra consistía en la inscripción de nuevos contribuyentes ante la AFIP, ya sea personas físicas o constituyendo sociedades sin capacidad económica y/o financiera para desarrollar solo en apariencia la actividad declarada -comercialización de granos-, a efectos de la 32 Poder Judicial de la Nación obtención de cartas de porte que permitieran transportar por el territorio nacional granos vendidos en el mercado marginal. En ese sentido, las numerosas escuchas telefónicas obrantes en la causa corroboran lo expuesto, toda vez que analizadas con los demás elementos de prueba permiten presumir con el grado de certeza requerido en esta instancia, tanto la participación de los imputados en el hecho investigado como la hipótesis delictiva detallada por el a quo en la resolución atacada (ver transcripciones de fs. 102/103; 113/116; 220/222; 228/231; 232/234; 244/245; 263/266; 340/341; 350/351; 359/360; 363/365; USO OFICIAL 381/383; 384/386; 406/410; 428/429; 583), siendo del caso destacar que mantenían relaciones comerciales con productores de distintas partes del país, evidenciándose un claro conocimiento de la metodología de trabajo tanto respecto a los vendedores de la documentación apócrifa como de sus usuarios. Ahora bien, cabe indicar que si bien la participación de Ricardo Isaac Vilardel en la organización resulta más activa, generada presumiblemente por sus conocimientos en la materia en atención a su profesión, los elementos de prueba reunidos en la causa permiten sostener también la intervención de su hermano Horacio Vilardel en la actividad ilícita (ver transcripciones de fs. 322; 367/368; 458; 604; 898/899; 918), debiendo destacarse que asumió mayores responsabilidades y funciones ante la ausencia transitoria de su hermano (ver transcripciones de fs. 884/885; 886). Resulta oportuno aclarar que a los fines de las actividades desplegadas por la asociación, Ricardo Isaac Vilardel se daba a conocer como Mario Aráoz, circunstancia que es corroborada por Damián Javier Vasallo en su declaración indagatoria de fs. 1487/1489 y por las 33 escuchas telefónicas de fs. 567/569; 592/594; 595; 605/606; 607; 726, entre otras. Conforme lo expuesto, cabe concluir que existen elementos de prueba suficientes para sostener que Ricardo Isaac Vilardel y Horacio Vilardel tenían un entendimiento cabal de la organización delictiva señalada, de la cual habrían formado parte por medio de la realización de aportes concretos para el cumplimiento de la finalidad de la asociación con base en la existencia de un acuerdo previo. V.Que, en cuanto a la situación de José Baldobino, cabe precisar que la defensa no se agravió de la acreditación de la materialidad del hecho ilícito investigado sino que únicamente cuestionó su participación, alegando que la documentación era obtenida de manera lícita por la cual pagaba un precio real y cierto. Que del análisis de las pruebas reunidas en la causa se pudo constatar con el grado de certeza requerido en esta instancia que que José Baldobino encargó a Ricardo Isaac Vilardel y Damián Vasallo la confección de una gran cantidad de cartas de porte, las que posteriormente vendía a clientes de distintas partes del país para el traslado de grano adquirido de manera marginal (ver transcripciones de fs. 246/253; 256/257; 259/260; 533; 670/671; 770/771). La metodología de trabajo utilizada por los encausados resultaba siempre la misma: se remitían por correo electrónico los números de CUIT y claves fiscales de las usinas de documentación apócrifa y José Baldobino completaba la información, circuito que claramente no corresponde a un método normal toda vez que el responsable de solicitar y 34 Poder Judicial de la Nación proceder al llenado de las cartas de porte es el productor agropecuario, quien además es el titular de la clave fiscal con las que se efectúan dichas operaciones (ver transcripciones de fs. 777; 783/786; 787/790; 795/796; 797/799). Corrobora lo expuesto la documentación secuestrada en el domicilio particular y en la empresa del imputado en la provincia de Córdoba, así como los mails obtenidos de su casilla de correo [email protected], de las que surge documentación relativa a los sujetos utilizados como prestanombres, entre ellos Ricardo y Horacio Vilardel, Tamer Borys y Agrocapital SA, entre otros (ver impresiones de la casilla de correo de fs. 1065/1107). USO OFICIAL En efecto, las pruebas mencionadas, así como la circunstancia de que Baldobino tenía conocimiento y participación en operatorias de comercio de granos –nótese que es titular de la empresa Agroservicios del Sur-, dejan al descubierto prima facie que no desconocía las maniobras desplegadas por la asociación, sino que por el contrario habría actuado como vínculo entre Vilardel y Vassallo con los potenciales usuarios de las cartas de porte, siendo su función primordial toda vez que no se generaría documentación apócrifa si no existieran interesados en adquirirlas. Sentado ello, lo alegado por la defensa respecto al pago de un precio real por la documentación resulta un argumento meramente defensista que lejos de mejorar la situación del imputado confirman la hipótesis delictiva esgrimida por el juzgado instructor. En efecto, debe valorarse que el imputado se dedicaba a los negocios agropecuarios y que tenía un claro manejo de la operatoria comercial (ver informe de fs. 922/923 y vta. de la Policía Aeroportuaria de Córdoba y escuchas telefónicas de fs. 783/786; 787/790; 867/868; 880), por lo que no pudo desconocer que de conformidad con la normativa legal aplicable sólo pueden solicitar 35 formularios de cartas de porte los titulares de los granos a transportar (a.- los productores de granos inscriptos en la AFIP, es decir quienes tengan declarado un código de actividad vinculado a la producción de granos y b.- los operadores del comercio de granos que se encuentren inscriptos en el Registro Único de Operadores de la Cadena Comercial Agropecuaria Alimentaria); por lo cual, el precio pagado por dicha documentación estaba establecido por la ilicitud de la maniobra y los riesgos que asumían, pues de otra forma no se entendería que los usuarios paguen por documentos a los que accederían normalmente y de forma gratuita de encontrarse en regla. VIII.Que respecto a la situación de Sergio Armando quien también se encuentra procesado como miembro de la asociación ilícita fiscal (art. 15 inc. “c” de la ley 24.769), cabe confirmar lo dispuesto por el a quo conforme las consideraciones que a continuación se efectúan. a.- En primer lugar resulta importante destacar como elemento de prueba relevante la documentación secuestrada en el estudio contable de calle Zuviría 333 -4º piso A- donde el imputado trabaja como auxiliar contable, la que analizada junto a los demás elementos de prueba, entre ellos los informes de la AFIP de fs. 1/54, 555/560, 1009/1109; 1715/1729, dejan al descubierto la utilización reiterada de los sujetos denominados por el organismo fiscal como “usinas, carpetas o prestanombres” para la utilización de documentación apócrifa. Pues bien, es preciso analizar que entre la documentación secuestrada e identificada por cajas A, B y C se hallaron documentación de la firma CONYSER SRL que incluye constancia de administrador de clave fiscal a favor de Ricardo Isaac Vilardel; contrato de la 36 Poder Judicial de la Nación firma CONSTRUCTORA NORTEÑA SRL y acta de reunión de socios por la que se designa a Ricardo Isaac Vilardel como gerente; documentación relativa a la firma SARAVIA SA y poder otorgado a favor de Isaac Vilardel para actuar en su representación; recibo de sueldo de Sergio Armando consignándose como empleador la firma antes señalada (dicha sociedad tiene domicilio fiscal inexistente, no declara ingresos que justifiquen el origen de fondos para abonar sueldos y además declara un pasivo con las firmas Cristal SRL y Vega y Vilardel SH, de las que Vilardel resulta ser apoderado e integrante respectivamente, ver fs. 1051/1052); talonario de facturas tipo A de USO OFICIAL la firma Transporte El Gaucho SH correspondiente a la razón social Vilardel Ricardo Isaac, Alzogaray Cristóbal y Villagra Daniela Alejandra SH (los sujetos que integran esta sociedad fueron denunciados por la AFIP por integrar en distintas combinaciones sociedades, ver fs. 1046), evidenciándose la vinculación entre todos los sujetos que hasta el momento fueron sindicados como miembros de la asociación. En igual sentido, cabe valorar las escuchas telefónicas de fs. 348/349; en las que Armando solicita a Vilardel cartas de porte para proveer a sus clientes, y las escuchas de fs. 689/693 que revelan que el imputado no sólo se encargaba de la venta de las cartas de porte sino que intervenía además en la inscripción en el organismo fiscal de los prestanombres y realizaba los trámites relativos a la obtención de talonarios de facturas de las sociedades apócrifas (ver fs. 455/457 y 683, 686), siendo consultado en varias oportunidades por Horacio y Ricardo Vilardel. Por otro lado, y corroborando la hipótesis delictiva, cabe destacar la denuncia formulada por Aldo Néstor Guanuco a fs. 1565/1567 y 1582/1585 contra Sergio Armando por la inscripción sin su 37 consentimiento ante la AFIP como productor de granos cuando en realidad solo desarrollaba actividad ganadera de pequeña envergadura. Resulta ilustrativo lo manifestado por el denunciante respecto a que no posee cuentas bancarias, nunca efectuó declaraciones juradas, no solicitó cartas de porte y no autorizó a terceras personas el uso de su clave fiscal, de la que sólo tenía conocimiento de ella solamente su contador Sergio Armando. Sin perjuicio de ello, surge de los datos aportados por la AFIP que se le autorizaron 11 cartas de porte con las que se habría amparado el traslado de granos, consignándose como destinatario del grano el mismo sujeto emisor, sin contar con la capacidad operativa ni solvencia económica para operar en los niveles que la totalidad de cartas de portes solicitadas le permitían hacerlo (ver fs. 1592/1596). b.- En cuanto al argumento esgrimido por Armando en su declaración indagatoria respecto a que no conocía a los demás imputados en la causa, cabe aclarar que si bien de las escuchas telefónicas surge que con las únicas personas con las que mantuvo conversaciones y que están imputadas en la presente causa son Ricardo y Horacio Vilardel; a los efectos de la configuración del delito de asociación ilícita no se exige que exista trato directo entre todos los asociados y ni siquiera que se conozcan entre sí, así como tampoco es necesario que cada miembro integre la asociación durante toda su existencia toda vez que no se requiere que el grupo se mantenga inmutable, ni que todos sus autores la hayan integrado simultáneamente (v. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, Sala B, “V.R.G y otros”, sentencia del 24/02/2006), bastando que cada uno conozca que es parte integrante de la asociación, lo que surge evidente de su adhesión y cohesión al orden orgánico. 38 Poder Judicial de la Nación c.- Por otro lado, esta Cámara tiene dicho que el delito de asociación ilícita fiscal –art. 15 inc “c” de la ley 24.769- conforma un tipo penal autónomo, cuya consumación se produce con independencia e, inclusive, sin que exista el comienzo de ejecución de los delitos previstos por la ley penal tributaria vinculados a los planes delictivos de aquélla, pues lo que se reprime es la calidad de miembro de la asociación por el mero hecho de su creación. Su razón de ser radica en que la conformación de una asociación ilícita genera una mayor peligrosidad por tratarse de crimen organizado, cometido en grupo, con ánimo de reiteración, además de tener un mayor USO OFICIAL potencial lesivo y generar alarma no sólo por los delitos cometidos, sino por la indefinición de los que eventualmente puedan cometerse (ver esta Cámara in re “Jerez, Sandra Esther y otros s/Infracción a la ley 24.769”, resolución de fecha 24/11/2011). En igual sentido, la Cámara Nacional de Casación Penal sostuvo que el delito de asociación ilícita es independiente de la comisión o no de delitos, bastando que se compruebe el acuerdo de voluntades entre los componentes, en el sentido de cometer delitos en cuanto ello sea posible y se presente la oportunidad; pues la punibilidad del pacto no está en la punibilidad de los autores de los ilícitos que los asociados en su cumplimiento cometan, sino en el peligro que por sí implica una organización criminal de cierta permanencia (C. Nac. Cas. Penal., Sala IV, in re “Bernasconi, Hernán Gustavo s/recurso de casación, resolución del 29/08/03 y “Membrives, Carlos Antonio s/recurso de casación”, resolución del 30/10/03; en igual sentido C. Nac. Penal Econ., Sala B, in re “Viazzo, Roberto G. y otros, resolución del 21/07/2006). 39 En efecto, su criminalización no podría depender de la cantidad de delitos que se cometan cuando, justamente, parte de la idea consiste en el adelantamiento de la punición hasta el momento de la lesión misma. Precisamente, la pena puede ser aplicada aún cuando la asociación ilícita no haya logrado cometer todavía ni un solo ilícito (Orce, Guillermo- Trovato, Gustavo Fabián, “Delitos Tributarios. Estudio analítico del régimen penal de la ley 24.769”, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2008, pág. 262). De ahí que pretender que la existencia de una presunta asociación ilícita en los términos del artículo 15 de la Ley Penal Tributaria requiera de la efectiva ejecución de delitos tributarios, como alega la defensa, no se ajusta a las exigencias del tipo penal en estudio. d.- Finalmente, respecto a la nulidad de las escuchas telefónicas alegada por la defensa, cabe remitirse a lo resuelto en el considerando VI punto “a” del presente decisorio. IX.Que respecto a los montos de los embargos dispuestos en contra de los imputados, como se sostuvo en reiterados fallos de este Tribunal, el art. 518 del Código Procesal Penal faculta a los jueces a fijar una suma de dinero que garantice la eventual pena pecuniaria, indemnización civil y costas a que diera lugar una posible condena de la procesada por lo que el monto del embargo fijado no resulta desproporcionado o arbitrario. Por todo lo expuesto, se RESUELVE: I.- RECHAZAR el recurso de apelación interpuesto por las defensas de los imputados y, en consecuencia 40 Poder Judicial de la Nación CONFIRMAR el punto II del auto de fs. 1922/2020 que dispuso el procesamiento de Ricardo Isaac Vilardel, Horacio Aníbal Vilardel, Damián Javier Vassallo, Sergio Armando y José Baldobino, de las demás condiciones personales obrantes en autos, como autores prima facie responsables del delito de asociación ilícita fiscal (art. 15 inc. “c” de la ley 24.769). II.- CONFIRMAR el punto III del auto de fs. 1922/2020 en cuanto trabó embargo sobre los bienes de los procesados en la suma de dos millones de pesos ($ 2.000.000) cada uno, conforme lo dispuesto por el art. 518 del CPPN). USO OFICIAL III.- DEVOLVER las presentes actuaciones al Juzgado de origen. REGISTRESE y notifíquese. Fdo. Dres. Rabbi-Baldi Cabanillas, Villada y Loutayf Ranea. Secretario: Dr. Guillermo Elías. mjp 41