La Prehistoria y Edad Antigua La Prehistoria peninsular Es una larga etapa que abarca el desarrollo de las primeras sociedades humanas, desde la aparición de los homínidos hasta la invención y difusión de la escritura. Los primeros testimonios de la presencia humana en la península Ibérica se localizan en los yacimientos de Atapuerca, en los que un grupo espeleológico Edelweis de Burgos descubren en 1962 la existencia de restos de fósiles humanos más antiguos encontrados en Europa pertenecientes a dos especies distintas (Homo Antecesor y Homo Hedilbergensis) y también herramientas de silex. Las dimensiones del área explotada por los homínidos dependían de la disponibilidad de recursos como agua, animales, refugios, plantas y materias primas y, además realizaban la mayor parte de sus actividades en las llanuras que rodeaban la sierra de Atapuerca. También se presentan en los fósiles humanos claras evidencias de canibalismo. Los investigadores concluyen diciendo que el hombre de Atapuerca era diestro y tenía un patrón de desarrollo físico muy próximo al nuestro. Otro importante descubrimiento fue el llamado Hombre de Horce por el equipo paleontológico de José Gibert, Jorge Agustí y Salvador Moyá. Tuvo lugar en Granada a nueve km del pueblo de Orce, donde se encontraron dos piezas que corresponden a un brazo y un trozo de cráneo con una antiguedad entre 1,5 a 2,2 millones de años. También se hallaron restos de industrias líticas y restos óseos con marcas producidas por el tratamiento realizado por estos homínidos para la extracción de la carne.El resto de cráneo fue atribuido al llamado Hombre de Orce. La prehistoria se divide en tres grandes etapas: El Paleolítico, El Neolítico y la Edad de los metales: % El paleólítico : es el periodo más antiguo, en él el hombre se dedica al trabajo de la piedra en forma intensiva, para fabricar armas y utensilios. Se divide en 3 etapas: − Paleolítico inferior: en esta etapa aparece el Pitecántropus (homo−erectus) que poseía el mayor volumen cerebral. Se alimentaban sobre todo a base de carne y eran nómadas, es decir, andaban de un lado a otro sin lugar estable donde quedarse. Además se valían de los elementos del medio ambiente para luego transformarlos en herramientas, como garrotes y piedras. − Paleolítico medio: en esta etapa desaparecen los Pitecántropus y son reemplazados por el Neandertal. En este periodo el hombre perfecciona su tecnología, se logra crear y dominar el fuego y también logran fabricar trampas para los animales. Por otra parte comienza la práctica del enterramiento de cadáveres. − Paleolítico superior: en esta etapa aparece el llamado Homo−Sapiens (hombre pensante) u hombre de Cromagnon. Tiene una creencia y pensamiento abstracto, usa un determinado lenguaje, habita en cuevas semiconstruidas, practica ritos funerarios, crea una cultura y, además, se organiza para la caza. % El Neolítico: durante esta etapa el hombre descubrió una serie de técnicas nuevas tales como la agricultura, la ganadería, la domesticación de animales, la cerámica (o alfarería), el tejido y la rueda, que transformaron por completo su estilo de vida. 1 1 Los grupos humanos pasaron de una economía de apropiación, una economía basada en tomar de la naturaleza los alimentos necesarios a una economía de producción, o sea la producción de los alimentos mediante la práctica de la agricultura y la ganadería. El mejoramiento de la alimentación trajo como consecuencia el aumento de la población: Los grupos humanos se volvieron sedentarios, es decir, se establecieron en un determinado lugar y se formaron las primeras aldeas agrícolas, las viviendas fueron construidas sobre pilotes a orillas de los lagos, ríos y del mar, estas viviendas reciben el nombre de palafitos o viviendas lacustres. Una de sus características más importantes, además del cambio climático, fue el abandono definitivo de la talla de piedra y la utilización de artefactos líticos pulidos, elaborados mediante la frotación de unas piedras con otras; por esta razón, este período recibe también el nombre de período de la piedra pulimentada. % La Edad de los metales: es el periodo de la evolución tecnológica de la humanidad caracterizado por el desarrollo de la metalurgia.Podemos destacar en la geografía andaluza El sepulcro dolménico de las Cuevas de Menga, en Antequera (Málaga). La colonizaciones Los griegos y los fenicios navegaron por todo el Mediterráneo y colonizaron la península Ibérica con el fin de elaborar productos de lujo a través del comercio de metales, en lo que destacaban el estaño y el cobre en mayor medida, y el oro y la plata en menor medida. Se distinguen 3 tipos de colonias: % Colonización fenicia: éstos fundaron en la Península varias ciudades importantes: Gades (Cádiz), Sexi (Almuñécar), Abdera (Adra) y Onoba (Huelva). Los fenicios difundieron las técnicas para la salazón del pescado, el alfabeto, el cultivo de la vid, etc. Las colonias fenicias eran ciudades estado, independientes entre sí y dominadas por la oligarquía de mercantil. Las relaciones con los indígenas fueron intensas, por lo que hubo una gran mezcla cultural. % Colonización griega: los griegos, al igual que los fenicios, fundaron colonias en nuestra península, como en Cataluña la ciudad de Rhode (Rosas), Barcelona y Emporion (Ampurias). Al sur de la península instauraron Levante (Sagunto) y Andalucía. Sus objetivos eran, por un lado, la obtención de metales y, por otro, solucionar el problema demográfico que afectaban a las ciudades griegas. Los colonizadores griegos proporcionaron cerámicas, vino y aceite a cambio de sal, esparto y telas de lino, aportaron el alfabeto e iniciaron contactos comerciales con el mundo indígena y su influencia se convirtió en un elemento constitutivo de la cultura ibérica, intercambiando trueques y monedas como medio. % Colonización cartaginesa: el pueblo cartaginés sustituyó a los comerciantes fenicios y se instalaron en las factorías comerciales donde mantenían el intercambio de metales, productos agrícolas y pescado, y controlaban productos del interior principalmente minas, mientras que dejaban su influencia sobre las culturas ibéricas. Existen abundantes cerámicas, objetos funerarios y restos de la influencia cultural cartaginesa. 2 El reino de Tartessos 2 Fue el nombre por el que los griegos conocían a la primera civilización de Occidente. Heredera de la cultura megalítica del suroeste ibérico, que se desarrolló supuestamente en el triángulo formado por las actuales provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, en la costa suroeste de la península Ibérica. Tuvo por eje el río Tartessos, que los romanos llamaron luego Baetis (antes Oleum flumen río de aceite) y los árabes Guadalquivir (que significa río grande). Los pueblos prerromanos Podemos diferenciar dos grandes áreas en la Península Ibérica. En el centro se encuentran: %Celtas: penetran en la futura España, como en otros muchos países de Europa. Son una serie de tribus indoeuropeas que se asientan en las dos mesetas, el oeste, el noroeste y el Cantábrico. Su nivel de civilización era menor inicialmente que el de los otros pueblos de la futura Hispania, porque en ella, al final, todos fueron romanizados. Lucharon muchos de ellos contra los romanos. % Celtíberos: son un conjunto de pueblos que habitaban ambas mesetas cuando se produjo la conquista romana, por lo tanto, sufrieron un proceso de iberización. Sus orígenes son inciertos, con restos arqueológicos muy dispares y en ocasiones confusos. Eran pueblos con una economía agraria, más bien pobre, y se organizaban en tribus. Además de éstos, habitaron también en el centro los lusitanos y los vacceos, organizados en tribus. En el norte: Al igual que los celtas, los cántabros, astures y galaicos también lucharon contra los romanos y estaban organizados en tribus, llamados castros y solían estar fortificados. Éstos adoraban a fuerzas de la naturaleza y apenas practicaban la agricultura. En el sur y el levante se encuentran: % Íberos: son pueblos herederos de la herencia tartésica, llegaron a la Península Ibérica desde el Norte de África, asentándose fundamentalmente en la costa mediterránea y al sur, donde crearon diversas culturas de las que aún hoy se conservan restos arqueológicos de gran importancia. La romanización de Hispania La romanización es el proceso de adaptación de los pueblos indígenas hispanos a la estructura económicas, sociales, políticas y culturales de la civilización romana que se produjo tras la conquista y ocupación del territorio por el ejército de Roma. 3 % La conquista romana Se distinguen tres etapas: 3 − Primera etapa (conquista del este y el sur peninsular): el inicio de la conquista se enmarcó en el contexto de la Segunda Guerra Púnica (guerras que enfrentaron a Roma y Cartago por la hegemonía en el mediterráneo occidental). Los cartagineses tenían asentamientos importantes en el levante peninsular y desde allí atacaron Roma a través del sur de Francia y los Alpes. Roma contraatacó invadiendo las posesiones cartaginesas en Hispania. La victoria romana de Ilipa puso fin a la presencia cartaginesa en Hispania y consagró el dominio de Roma sobre el este y el sur peninsular. − Segunda etapa (conquista del centro y el oeste peninsular): los romanos tuvieron que hacer frente a la resistencia de los pueblos de esta zona. Los mejores ejemplos son las guerras lusitanas y la férrea resitencia celtíbera en Numancia hasta su rendición. La República romana vivió diversas guerras civiles que llegaron a la península. Las luchas internas de Roma dieron lugar a enfrentamientos bélicos en la península. Un buen ejemplo es el enfrentamiento entre Pompeyo y César. Estos conflictos aceleraron el dominio romano sobre la península. − Tercera etapa (conquista del norte peninsular): El fin de la conquista llegó en tiempos de Augusto, primer emperador romano, con la dominación de galaicos, astures, cántabros y vascones (guerras cántabras).Sin embargo, la victoria romana no supuso un control total del territorio, por lo que estas zonas del norte de la Península nunca fueron romanizadas. %Organización política: La ciudad La influencia romana tuvo gran repercusión en las ciudades ya existentes en la península, los mayores esfuerzos urbanísticos se centraron en las ciudades de nueva construcción, como Tarraco ( Tarragona), Emerita Augusta ( Mérida) o Itálica. Las provincias se subdividieron en asambleas o conventus, y la zona bética estaba formada por cuatro: Hispalis, Corduba, Astigi (Écija), y Gades. En Hispania exisitieron varios tipos de ciudades, en función de su estatuto jurídico: −Populus: eran ciudades indígenas que se transformaron en ciudades romanas de pleno derecho. −Civitas: eran núcleos de población. % La sociedad hispanorromana En la población hispanorromana debemos destacar la presencia de judíos, comerciantes orientales e itálicos. La población se estructuraba según su función jurídica en: −Libres: los patricios, los cuales eran los descendientes de las antiguas familias romanas, y los plebeyos. −Libertos: eran los esclavos liberados. −Esclavos: eran los prisioneros de guerra. 4 4 % La economía de Hispania Sus características son las siguientes: − era urbana y esclavista. − Roma explotaba los recursos naturales (materias primas) y a los humanos de los territorios que conquistaba. Los sectores económicos más desarrollados fueron: − Agricultura. Cultivaron sobre todo trigo, cebada, olivo y vid. Hispania se especializó en el aceite y el vino. − Ganaderia. Principalmente eran bovino, ovino y porcino. La lana de Hispania era famosa en todo el mundo. − Pesca. Era muy abundante (atún, calamares, pulpos etc.). A lo largo de toda la costa se hicieron factorías de salazón de pescado y de garum (salsa que se hacía para conservar el pescado). − Minería. Hispania era la zona más rica del imperio, habían minas de oro, plata, hierro, cobre, estaño, mercurio etc. − Artesanía. Se hacían sobre todo ánforas para transportar aceite y garum. Predominaban los tejidos de lana y lino, las armas y el vidrio. − Comercio. Hispania exportaba a Roma parte de su producción, y Roma le vendía productos de lujo. El comercio se desarrolló mediante rutas comerciales en torno a la Vía Augusta, Vía de la Plata y la Vía Atlántica. % La cultura y el arte Gracias al latín, considerada la lengua común se expandió el arte y la religión uniformemente. Destacaron en ingeniería, arquitectura, escultura y libros como medio de expresión. % Las crisis del siglo III en Hispania Las crisis fueron tres: − Crisis económica. La economía se vió debilitada a causa de ciertos factores: el cese de las guerras de conquista y la influencia del cristianismo; la escasez de moneda y la presión por parte de los pueblos germánicos. Como consecuencia, los ciudadanos tuvieron que emigrar hacia los pueblos. −Crisis política. El emperador perdió su poder dejándolo a manos del ejército y las tropas de Hispania defendieron Roma frente a los pueblos bárbaros dejando desprotegida Hispania, por lo tanto sus ciudades tuvieron que ser amuralladas. −Crisis ideológica. La influencia de la nueva religión, el cristianismo, que predominaba ante la religión politeísta romana y el culto al emperador. 5 5 El Estado visigodo y sus instituciones A partir de la monarquía visigoda surgieron discordias entre los nobles. La nobleza y el clero informaban al rey en el Aula Regia; los monarcas convocaban los llamados Concilios para proclamar y ordenar las leyes. % La sociedad. Éstos se ubicaron principalmente en la Meseta. El rey Leovigildo inició el proceso de acercamiento entre los visigodos e hispanorromanos con una unificación legislativa. La nobleza y el clero ejercieron los principales cargos de responsabilidad. La mayor parte de la población agrícola trabajaba en las propiedades agrícolas propias o ajenas. % La economía. Se basaba en la actividad agropecuaria. La economía se fundamentaba en una agricultura de autoconsumo y se redujo el comercio. Abundaban los campesinos colonos frente a los esclavos y libres. % Cultura y arte. El latín se asimiló como lengua propia; la cultura era de carácter religioso. El arte extendió las tradiciones germánicas en la decoración de joyas de orfebrería. 6