de centro san pablo teología biblica Al Partir El Pan 1 de Agosto 2010 La vanidad del necio Mons. José Gomez, Arzobispo de San Antonio Leyendo la Biblia en el corazón de la Iglesia St. Paul Center for Biblical Theology A non-profit educational and research institute for promoting life-transforming study of Sacred Scripture in the Catholic tradition. address 2228 Sunset Blvd Suite 2A Steubenville, Ohio 43952 phone (740) 264-9535 fax (740) 264-7908 email [email protected] website www.salvationhistory.com 18o Domingo de Tiempo Ordinario Las lecturas: Eclesiastés 1,2; 2,21-23 Salmo 95,1-2.6-7.8-9 Colosenses 3,1-5.9-11 Lucas 12,13-21 Confiar en Dios como la Roca de nuestra salvación, como el Señor que nos ha hecho su pueblo escogido, como nuestro pastor y guía: esa debería ser la evidencia de nuestro seguimiento de Cristo. Como los israelitas a quienes recordamos en el salmo de esta semana, hemos hecho un éxodo al pasar por las aguas del Bautismo y quedar así liberados de nuestra esclavitud al pecado. Nosotros también peregrinamos hacia una patria prometida con el Señor en medio nuestro, que nos alimenta con pan del cielo y nos da aguas vivas para beber (cfr. 1Co 10,1-4). Debemos guardarnos contra la insensatez que hizo a los israelitas pelear contra Moises y Aaron y poner a prueba la bondad de Dios en Meribá y en Masá. Podemos endurecer nuestros corazones en maneras más sutiles, aunque no menos destructivas: poniendo nuestra confianza en posesiones materiales; riñendo sobre herencias terrenales; engañándonos a nosotros mismos pensando que merecemos lo que tenemos; acumulando tesoros pensando que nos garantizarán descanso y seguridad. Todo esto es “vanidad de vanidades”, una forma de vida falsa y fatal, como nos dice la primera lectura de esta semana. Esa es la codicia contra la cual nos previene Cristo en el Evangelio de esta semana. La ansiedad y el trabajo esforzado del hombre rico reflejan su falta de fe en el cuidado y en la providencia de Dios. Por eso Pablo llama a la avaricia “idolatría” en la epistula de esta semana. Al confundir el “tener” con el “ser”, la “posesión” con la “existencia”, nos olvidamos de que Dios es el dador de todo lo que somos; exaltamos las cosas que podemos hacer o comprar por encima de nuestro Hacedor (cfr. Rm 1,25). Jesús llama “necio” al hombre rico, expresión usada en el Antiguo Testamento para designar a quien se rebela contra Dios o lo ha olvidado (cfr. Sal 14,1). Lo que más debemos atesorar es la nueva vida que nos ha sido dada en Cristo, y buscar las cosas de arriba, la herencia prometida del cielo. Debemos ver todas las cosas a la luz de la eternidad, conscientes de que Aquel que nos ha dado el aliento de vida podría, en cualquier momento – incluso esta misma noche- pedírnoslo de nuevo. Reflexiones Biblicas Sobre Las Lecturas De Las Misas Dominicales www.salvationhistory.com www.salvationhistory.com 1 de centro san pablo teología biblica Al Partir El Pan 8 de Agosto 2010 La fe de nuestros padres Mons. José Gomez, Arzobispo de San Antonio Leyendo la Biblia en el corazón de la Iglesia St. Paul Center for Biblical Theology A non-profit educational and research institute for promoting life-transforming study of Sacred Scripture in the Catholic tradition. address 2228 Sunset Blvd Suite 2A Steubenville, Ohio 43952 phone (740) 264-9535 fax (740) 264-7908 email [email protected] website 19o Domingo de Tiempo Ordinario Las lecturas: Sabiduría 18,6-9 Salmo 33,1.12.18-22 Hebreos 11,1-2.8-19 Lucas 12,35-40 Hemos nacido de la fe de nuestros padres; somos descendientes de una “gran nube de testigos” cuya fe está atestiguada en cada página de la Escritura (cfr. Hb 12,1). Hemos sido constituidos pueblo de Dios, escogidos como su heredad, como cantamos en el salmo de este domingo. La liturgia de esta semana canta las alabanzas de nuestros padres, rememorando los momentos claves de nuestra “historia familiar”. En la epístola recordamos la vocación de Abraham; en la primera lectura revivimos la noche del éxodo y la llamada de Dios a los santos hijos de Israel. Nuestros padres, se nos ha dicho, confiaron en la Palabra de Dios y creyeron en sus juramentos, convencidos de que lo que Él había prometido, eso haría. Ninguno de ellos vivió para ver las promesas cumplidas. Y no fue sino hasta la llegada de Cristo y su Iglesia que los hijos de Abraham fueron hechos incontables como las estrellas y la arena (cfr. Ga 3,16-17.29). No fue sino hasta su Última Cena y la Eucaristía que “el sacrificio…la institución divina” de aquella primera Pascua se cumplió verdaderamente. También ahora esperamos el cumplimiento de lo que Dios nos ha prometido en Cristo. Como Él mismo nos dice en el Evangelio de esta semana, debemos vivir con la “cintura ceñida”, así como los Israelitas se ciñeron sus largas túnicas y comieron su Pascua de pie, vigilantes y listos para cumplir Su voluntad (cfr. Ex 12,11; 2 R 4,29). El Señor vendrá a una hora que no esperamos; tocará nuestra puerta (cfr. Ap 3,20) invitándonos al banquete de bodas en la patria que es mejor, aquella celestial que nuestros padres vieron desde lejos y que empezamos a saborear en cada Eucaristía. Así como ellos, podemos esperar con “conocimiento cierto”, mientras la Palabra guía nuestros pasos como una antorcha (cfr. Sal 119, 105). Nuestro Dios es digno de confianza y si esperamos con fe, esperamos en su bondad y amamos como hemos sigo amados, recibiremos la bendición que nos ha prometido: ser librados de la muerte. www.salvationhistory.com Reflexiones Biblicas Sobre Las Lecturas De Las Misas Dominicales www.salvationhistory.com www.salvationhistory.com 2 de centro san pablo teología biblica Al Partir El Pan 15 de Agosto 2010 La Reina Madre Mons. José Gomez, Arzobispo de San Antonio Leyendo la Biblia en el corazón de la Iglesia St. Paul Center for Biblical Theology A non-profit educational and research institute for promoting life-transforming study of Sacred Scripture in the Catholic tradition. address 2228 Sunset Blvd Suite 2A Steubenville, Ohio 43952 phone (740) 264-9535 fax (740) 264-7908 email [email protected] website www.salvationhistory.com La Asunción de la Santísima Virgen María Las lecturas: Apocalipsis 11,19a;12,1-6a.10ab Salmo 45,10.11.12.16 1 Corintios 15,20-27 Lucas 1,39-56 En esta gran fiesta, alabamos a Dios quien ha recibido a la Inmaculada Virgen María, cuerpo y alma, en su gloria. La celebración data de la antigüedad en la Iglesia y la realidad que celebra está implícita en las lecturas del día. En la primera lectura de Apocalipsis, encontramos el Arca de la Alianza revelada en el Templo de Dios en el cielo. El Arca fue el objeto más sagrado de la historia de Israel. Se había perdido desde la destrucción del Templo en 586 a.C. Así, Juan, el autor de Apocalipsis, nos da una noticia sorprendente, se ha hallado el Arca de la alianza. Mas sorprendente todavía es la revelación que el Arca ahora es una mujer, la madre del real Hijo de David, el Mesías. De esta mujer, entonces, cantamos a Dios como los antiguos Israelitas, “La reina está a tu derecha, con oro de Ofir” (S.45.10). En la corte del Rey Salomón, podemos vislumbrar la antigua costumbre de Israel: la madre del rey, Betsebé, toma su lugar a su derecha (cfr. 1 R 2,19). En su Asunción, como podemos ver en Apocalipsis, la reina toma su lugar a la derecha del Hijo de David otra vez. Nuestra segunda lectura nos enseña porque esto es correcto: “así también todos revivirán en Cristo. Pero cada cual en su rango” (1 Cor 15.20). Lo que está implícito en lo que dice San Pablo es revelado en Apocalipsis. La consumación de la obra de Cristo ha iniciado, como debe ser, con la Asunción de la reina madre. El Apocalipsis de Juan muestra el cumplimiento de la lectura del Evangelio donde escuchamos que María, esperando a Jesús, sigue el mismo camino de David cuando trajo el Arca a Jerusalén (cfr. 2 S 6). María, “se levantó y partió” a “la región montañosa” como hizo David. Isabel se asombra, como David ante el Arca. El encuentro causa a la criatura Juan saltar en el vientre de su madre, como David saltó ante el Arca. Y María se quedó en la “Casa de Zacarías” por tres meses. El Arca quedó en la “casa de Obededón” por tres meses también. María es el arca de la presencia de Dios y es la reina madre. Reina ahora en gloria con Jesús en la Jerusalén celestial. Reflexiones Biblicas Sobre Las Lecturas De Las Misas Dominicales www.salvationhistory.com www.salvationhistory.com 3 de centro san pablo teología biblica Al Partir El Pan 22 de Agosto 2010 Puerta a la vida Mons. José Gomez, Arzobispo de San Antonio Leyendo la Biblia en el corazón de la Iglesia St. Paul Center for Biblical Theology A non-profit educational and research institute for promoting life-transforming study of Sacred Scripture in the Catholic tradition. address 2228 Sunset Blvd Suite 2A Steubenville, Ohio 43952 phone (740) 264-9535 fax (740) 264-7908 email [email protected] website www.salvationhistory.com 21o Domingo de Tiempo Ordinario Las lecturas: Isaías 66,18-21 Salmo 117,1.2 Hebreos 12,5-7.11-13 Lucas 13,22-30 Jesús no responde a la pregunta que le hacen en el Evangelio de este domingo. No nos sirve de nada especular sobre cuántos serán salvados. Lo que debemos saber es lo que hoy nos dice Cristo: cómo entrar en la salvación y cuan urgente es esforzarnos ahora, antes de que el Maestro cierre la puerta. Jesús es la “puerta angosta”, el único camino de salvación, el camino por el cual todos deben pasar para entrar en el reino del Padre (cfr. Jn 14,6). Dios ha venido en Jesús – como lo promete en la primera lectura de esta semana- para congregar a las naciones de toda lengua, para revelarles su gloria. Jesús en el Evangelio hace lentamente su camino a Jerusalén comiendo y bebiendo con ellos, enseñando en sus calles. Ahí se cumplirá la visión de Isaías: Él será levantado en el monte santo (cfr. Jn 3,14), atraerá hacia sí a hermanos provenientes de todas las naciones para adorar a Dios en la Jerusalén celestial; glorificandolo por su bondad, como cantamos en el salmo de este domingo. Según el plan de Dios, el reino fue proclamado primero a los israelitas y finalmente a los gentiles (cfr. Rm 1,16; Hch 3,25-26), que a la Iglesia han venido desde los cuatro confines de la tierra para formar el nuevo pueblo de Dios (cfr. Is 43,5-6; Sal 107,2-3). Jesús advierte, sin embargo, que muchos perderán su lugar en la mesa celestial. Al no aceptar su camino estrecho cederán, haciéndose a sí mismos desconocidos del Padre (cfr. Is 63,15-16). No queremos ser contados entre los de manos débiles y rodillas vacilantes (cfr. Is 35,3). Por tanto debemos esforzarnos por esa puerta estrecha, camino de sacrificio y sufrimiento: el camino del amado Hijo. Como nos recuerda la epístola de esta semana, mediante nuestras pruebas sabemos que somos verdaderos hijos de Dios. Hemos sido disciplinados por nuestras aflicciones, fortalecidos para caminar por la senda estrecha sin desviarnos, para que podamos entrar en la puerta, y tomar nuestro lugar en el banquete de los justos. Reflexiones Biblicas Sobre Las Lecturas De Las Misas Dominicales www.salvationhistory.com www.salvationhistory.com 4 de centro san pablo teología biblica Al Partir El Pan 29 de Agosto 2010 Subir a lo alto Mons. José Gomez, Arzobispo de San Antonio Leyendo la Biblia en el corazón de la Iglesia St. Paul Center for Biblical Theology A non-profit educational and research institute for promoting life-transforming study of Sacred Scripture in the Catholic tradition. address 2228 Sunset Blvd Suite 2A Steubenville, Ohio 43952 phone (740) 264-9535 fax (740) 264-7908 email [email protected] website www.salvationhistory.com 22o Domingo de Tiempo Ordinario Las lecturas: Sirácida 3,17-18. 20.28-29 Salmo 68,4-7.10-11 Hebreos 12,18-19. 22-24 Lucas 14,1.7-14 Llegamos al banquete de bodas celestial por la vía de la humildad y de la caridad. Esa es la instrucción paternal que escuchamos en la primera lectura de este domingo y en el mensaje del Evangelio. Jesús no está hablando sólo de buenos modales para la mesa. Está revelando el camino del reino, en el cual quien sea el más grande ha de ser el servidor de todos (cfr. Lc 22, 2427). Este es el camino que Él nos enseña al humillarse a venir y estar entre nosotros como hombre, (cfr. Flp 2,5-8), como alguien que sirve, como el portador de buenas nuevas para los pobres (cfr. Lc 4,18). También es el camino que el Padre nos ha mostrado a lo largo de los siglos en colmar a los hambrientos, despedir a los ricos con las manos vacías, levantar a los humildes, derribar a los soberbios (cfr. Lc 1,52-53). El salmo de esta semana nos recuerda del Éxodo: cómo Dios en su bondad guió a los israelitas de la cautividad a la prosperidad, hizo llover pan del cielo, les hizo su heredad convirtiéndose en “Padre de los huérfanos”. También ahora hemos logrado tener un parte de su heredad. Hemos de vivir humildemente, sabiendo que no merecemos comer de su mesa (cfr. Lc 6,7; 15,21). Hemos de dar limosna, recordando que hemos sido rescatados del pecado por el precio de su sangre (cfr. 1 Co 6,19-20). El Señor nos promete que si somos humildes seremos exaltados y encontraremos el favor de Dios; que si somos generosos con quienes no pueden pagarnos lo que deben, compensaremos nuestros pecados y encontraremos bendición en la resurrección de los justos. La epístola de esta semana nos dice que en cada Eucaristía anticipamos el cumplimiento de esas promesas. En la Misa entramos en la asamblea festiva de los ángeles y los primogénitos de Dios, en la liturgia de la Jerusalén celestial donde Jesús es el sumo sacerdote y el Rey que nos invita a subir a lo alto (cfr. Pr 25,6-7). Reflexiones Biblicas Sobre Las Lecturas De Las Misas Dominicales www.salvationhistory.com www.salvationhistory.com 5