PLATAFORMA ELECTORAL CANDIDATO INDEPENDIENTE A

PLATAFORMA ELECTORAL
CANDIDATO INDEPENDIENTE A
DIPUTADO FEDERAL POR EL
DISTRITO VI
MANUEL ALBERTO MERLO MARTINEZ
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ÍNDICE TEMÁTICO
INTRODUCCIÓN
1. GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA Y PARTICIPATIVA
o Empoderamiento Ciudadano
▪
Mecanismos institucionales de participación ciudadana.
o Fortalecimiento Institucional
▪
Gobierno y parlamento abierto
▪
Control y fiscalización imparcial
2. SUSTENTABILIDAD CON ENFOQUE GLOBAL
o México comprometido con el equilibrio ecológico
▪
Más y mejor cuidado del ambiente
o Compromiso ético con la vida animal
▪
Gestión responsable
3. SOCIEDAD Y DESARROLLO INTEGRAL
o Equidad de género y pluralidad democrática
▪
Mujeres libres de violencia
▪
México sin discriminación
o El agro mexicano
4. JUVENTUD, DEPORTE Y CULTURA
o
Reconstrucción de la cohesión y el tejido social
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La ciudadanía frente a los desafíos del México
contemporáneo
Los ciudadanos (de a pie) padecemos un desolador panorama que
demanda urgentemente atención a problemáticas latentes en la vida
diaria, tales como la falta de oportunidades para el desarrollo integral,
riesgo de ser víctimas de la violencia e inseguridad, ausencia de fuentes
laborales permanentes y que garanticen salarios dignos, y una profunda
crisis institucional que nos hace perder la esperanza y confianza en la
política de manera generalizada.
La falta de voluntad, capacidad y apertura de nuestros gobiernos
para dar soluciones eficaces de mano de la sociedad civil a los grandes
problemas de nuestro país han provocado un clima acentuado de
hartazgo social en quienes llevamos el día a día con gran esfuerzo,
situación que se agudiza con las diversas barreras institucionales y
extra-institucionales que abonan a la enorme brecha existente entre
gobierno y ciudadanía.
Sin embargo, aun cuando el escenario que se nos presenta se
configura por retos sumamente complejos, debemos reconocer en
nosotros mismos potenciales actores e impulsores de un cambio de
fondo, posible y necesario. En ese sentido, como pueblo mexicano
tenemos diversos aspectos de la vida pública por atender, los cuales
considero luchas democráticas que habremos de librar para centrar al
ciudadano como principio y fin último de la acción política.
En primer lugar, reivindicar el rol de la sociedad civil organizada
como aliada estratégica de las instancias gubernamentales para la
solución de problemáticas fehacientes en la vida cotidiana.
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Para ello resulta indispensable abrir nuevos espacios a la
participación ciudadana como medio para la gobernabilidad democrática
ya que la complejidad de los fenómenos sociales rebasa en muchas
ocasiones la capacidad de respuesta por parte de nuestros
representantes. La toma de decisiones de forma unilateral por parte de
los mandatarios es símbolo de subestimación hacia la potencialidad de
sus mandantes.
En segunda instancia, pugnar en favor de que sean retomados
formalmente dentro de las instituciones públicas y privadas rubros de la
agenda ciudadana que han sido desplazados, desdeñados o, en el mejor
de los casos, medianamente abordados por nuestros gobiernos. Al
respecto, existe una creciente tendencia de la sociedad civil por abonar
en ello organizándose en torno a la exigencia de posicionar dichos temas
pendientes dentro de la agenda de gobierno, tales como el combate a la
corrupción y la impunidad, el respeto a los derechos humanos,
transparencia y acceso a la información, mejores condiciones de vida,
acceso a servicios públicos de calidad, entre otros, fenómeno que, de
ser canalizado de manera adecuada a la atención institucional, traerá
enormes beneficios al país en el corto, mediano y largo plazo.
En tercer lugar, es fundamental hacer frente a viejas prácticas del
régimen político que, lamentablemente, se han perpetuado en el
ejercicio del poder público y las cuales colocan a la ciudadanía en
dinámicas que sirven de cimientos a usos y costumbres que hacen de
las elecciones y la función pública un negocio redituable.
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Como hace algunos años proclamó la comunidad literaria de Perú:
“La democracia es el ejercicio de una negociación: todo gobierno
debe escuchar a su sociedad civil. La sociedad Civil tiene el deber
de guiar a su gobierno, hacer sentir su poder, su mandato y
fiscalizar su rectitud”.
La cita anterior es un pequeño extracto de un manifiesto político
cuya autoría pertenece a 107 escritores peruanos (destacando Alfredo
Bryce Echenique y Mario Vargas Llosa) que decidieron posicionarse
públicamente sobre las elecciones presidenciales de 2011 en Perú, a
través del cual expresan su rechazo y preocupación frente a “la
amenaza que, contra la democracia y la libertad de los peruanos”
supuso “la posible resurrección de la dictadura fujimorista”.
Con ella se refleja el espíritu del presente documento, que aparte
y más allá de elaborarse como una plataforma política, trasciende a un
esbozo de ideario político el cual está especialmente dedicado a todas
las personas y organizaciones de la sociedad civil de las que formando
parte y, de algún modo han tocado mi sentir y pensar, tanto en el
periodo de recolección de firmas de respaldo ciudadano necesarias para
llegar hasta este punto, como en el activismo, la universidad, foros,
marchas, ponencias, diversos colectivos, el salón de clases, movimientos
sociales y la vida cotidiana en general.
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Incluyo aquí el conocimiento obtenido de experiencias diarias en el
recorrido por el Distrito 6 del estado de Puebla en búsqueda del respaldo
ciudadano, así como el compartido de familia, profesores, amigos
personales, compañeros de clases, liderazgos sociales, compañeros
activistas, funcionarios públicos, talleres, el diplomado en Derechos
Humanos, Democracia y Participación Ciudadana que cursé, así como
todo lo aprendido hasta la etapa final de la licenciatura en Ciencias
Políticas y Administración Pública, etapa formativa que culmino unos
meses después de los comicios a efectuarse este año. Pero, sobre todo,
elaboro este texto desde la preocupación y tristeza que me provoca ver
un México profundamente herido y convaleciente, teniendo la riqueza
natural y cultural necesaria para que todos tengamos una vida
democrática digna.
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IDEARIO POLÍTICO DESDE EL APARTIDISMO
En las diversas etapas de su transición a la democracia, el Estado
mexicano ha experimentado diversas coyunturas que han exigido como
necesidad su mutación a lo largo del tiempo desde el constituyente de
1917, transformándolo sustancialmente mediante la creación de un
entramado institucional sometido a una dinámica política, social,
económica y cultural en constantes cambios. Éste a su vez, ha
presentado valiosos pero insuficientes reajustes con el transcurso de los
años, adaptándose a las exigencias coyunturales emergentes en
diversos escenarios de su historia, transitando desde un régimen pobre
o nulamente democrático hacia uno paulatinamente con mayor calidad
democrática.
Cabe mencionar que, respecto a la forma de acceso y ejercicio del
poder, los mecanismos occidentales de toma de decisiones colectivas
posteriores a la Revolución francesa de 1789 y las formas de gobierno
erigidas sobre los principios de la igualdad, legalidad y fraternidad
tuvieron como cimientos para su construcción al ser humano como
principio y fin de la acción política, con especial énfasis en el sistema de
partidos al ser considerados una vía adecuada para la representación de
intereses.
En el caso del sistema político y de partidos mexicanos, es
necesario tomar en cuenta que, además de los ideales liberales
filosóficos del S. XVIII que condujeron a la caída de las monarquías
absolutistas, su diseño fue influido por procesos complejos de profunda
re-configuración estatal como la descolonización de América (y otras
partes del mundo) y la Revolución nacional de 1910.
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El segundo de dichos acontecimientos dio génesis originalmente a
una sociedad fuertemente identificada con sus principios, valores y
discurso, posteriormente aglutinada en un partido de masas único cuya
visión de país era compartida por un sector dominante de la población.
Es decir, las circunstancias históricas del momento determinaron
la construcción de un sistema político que excluyó formas alternativas
de agregación de intereses disidentes y acceso al poder para quienes no
comulgaran con el ideario post-revolucionario.
Para entonces, en el entorno político de occidente, la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano se había convertido en
punto de referencia para países recientemente arribados o en camino
hacia a una nueva forma de gobierno cuyos principales componentes
fueron el apego a la legalidad, la soberanía popular, la separación de
poderes y la dignidad del ser humano. En ella se vislumbró un proyecto
de enormes magnitudes y máximas aspiraciones de la humanidad
entera que fue adoptado formalmente en 1948 por la comunidad
internacional a través de la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas
Desde entonces, gobiernos de todo el mundo han emprendido un
conjunto de esfuerzos orientados a garantizar la salvaguarda de los
denominados derechos fundamentales consagrados tanto en el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos como en las constituciones
políticas de los Estados-Nación que conducen.
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No obstante, a poco más de dos siglos de distancia en relación a
su primera declaración, una gran parte de la población mundial
sobrevive en condiciones precarias y de extrema pobreza, lo cual impide
el goce y disfrute de sus derechos más esenciales. En este respecto,
lamentablemente México no es la excepción.
La democracia genuinamente construida desde la colectividad y los
derechos que tiene por obligación garantizar, seguirán como promesas a
futuro si no trascienden de proclamaciones y discursos políticos
anquilosados que enarbolan sus noblezas de manera esperanzadora
como moneda de cambio en el utilitarismo de cada periodo electoral.
Concretar materialmente las más altas aspiraciones y expectativas
del ser humano en sociedad, es un reto de colosales magnitudes, y
demanda un compromiso de corresponsabilidad entre gobierno y
sociedad, en el cual ambos actores tomemos consciencia de nuestra
hiriente realidad para actuar sensatamente en consecuencia.
Esta plataforma electoral como Candidato Independiente tiene
como base ideológica la Declaración Universal de los Derechos Humanos
sobre la cual se ciernen las aspiraciones de la humanidad cristalizados
en nuestra Constitución Política y otros documentos como la Carta de la
Tierra que de dicha Declaración emanen, bajo los principios de
universalidad, interdependencia, progresividad e indivisibilidad.
También, se construye desde una doble perspectiva a partir de: lo
inherente a la figura del Diputado Federal y lo relativo a su desempeño
legislativo.
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Así mismo, en materia de labor legislativa, se contempla un
enfoque bidimensional, el cual vislumbra por un lado propuestas en
materia de legislación federal respecto a la vida política del país, y por
otro, medidas que tienen base en las urgencias de los ciudadanos que
habitan en el Distrito Electoral Federal 6 del estado de Puebla.
En consecuencia, la oferta medular nominativa, no limitativa de este
documento es incluir y posicionar temas que respondan a una agenda
genuinamente ciudadana, integrando propuestas creadas fuera del seno
de la dinámica del sistema de partidos en México, cuyo origen sea la voz
misma de los sectores de la población a quienes aspiro representar
dignamente mediante los mecanismos de consulta emprendidos para tal
efecto. La crisis que vivimos actualmente no permite ocurrencias ni
improvisaciones.
La propuesta de dicho ejercicio se realiza con la convicción de que la
democracia se construye mediante el diálogo y consenso entre quienes
la conformamos. Al ser partes de una comunidad, debemos
reconocernos mutuamente como sujetos capaces de decidir y moldear la
realidad en que vivimos.
Si bien es cierto que la crítica constructiva es un pilar fundamental
para mejorar el estado de algo que no funciona como debería (el
Estado, por ejemplo), no menos cierto es que la mejor queja o protesta
es aquella acompañada por una buena propuesta.
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De ahí que sea sumamente importante el hecho de discutir como
sociedad sobre la vida política de México, pero más relevante aún es que
quienes nos representen, escuchen nuestra voz y la hagan resonar
hasta la instancia en que se desempeñan. Debido a esto, retomo
exigencias y propuestas de temas abordados por diversas convenciones,
posicionamientos y cumbres de organizaciones de la sociedad civil –
nacionales e internacionales- que han realizado un excelente trabajo en
señalar las directrices que habrán de llevarnos a un mejor país.
En una República democrática y representativa, el Congreso debe
ser la máxima tribuna de deliberación política con la cual se garantice a
la ciudadanía ejercer el derecho que tiene de reclamar por, mediante y
para sí la soberanía de los poderes públicos. Claro está que, quien no
consulte a las personas que pretende representar, abonará al
distanciamiento existente entre gobierno y sociedad civil.
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GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA Y PARTICIPATIVA
Nos encontramos frente a la imperiosa necesidad de re-pensar sobre las
actuales formas de representación política y popular que las
instituciones nos ofrecen, así como a la urgencia de encontrar
mecanismos alternativos a los tradicionales como los partidos políticos.
Las candidaturas independientes pudiesen ser una valiosa aportación
respecto a este tema, pero sin duda alguna habrán muchas más.
Las organizaciones de la sociedad civil tienen un papel
fundamental en esto, ya que se presentan como excelentes agrupadoras
y representantes de intereses colectivos en torno a temas de la agenda
ciudadana que muy difícilmente llegan a ser integradas en la agenda de
gobierno.
Si bien en los últimos años los poderes del Estado junto con la
academia y las organizaciones de la sociedad civil han contribuido
determinantemente en el desarrollo normativo del sistema jurídico que
nos rige, la brecha existente entre nuestra Carta Magna y su aplicación
puntual en la realidad sigue siendo uno de los principales retos que
como sociedad y gobierno enfrentamos, más aún en torno a su control y
seguimiento.
A la par, encontramos la necesidad de contar con gobiernos y
autoridades que gocen de mayor legitimidad, estabilidad y capacidad de
respuesta institucional.
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Empoderamiento Ciudadano
Objetivo estratégico: renovar la relación entre Estado, Gobierno y
Sociedad, con un enfoque de sustancial mejora en la calidad de la
democracia.
Líneas de acción:
Generar ventanas y puentes de interlocución entre la sociedad civil
respecto a su relación con los Poderes de la Unión y los distintos
órganos de gobierno.
● Construir más y mejores mecanismos de participación ciudadana que
permitan incrementar la incidencia de la sociedad en la toma de
decisiones del poder público y tener mayor participación en el diseño,
formulación, implementación y evaluación de políticas públicas.
● Consolidar el marco normativo de diversos mecanismos de participación
ciudadana que permita y garantice su pleno ejercicio, reconfigurando
sus procedimientos y requisitos que permitan a la sociedad civil su
cumplimiento prestando atención a la realidad que enfrenta ante la
escasez de recursos y estructura política.
● Generar condiciones y reglas transparentes para la apertura y el
monitoreo ciudadano de los procesos de designación de los integrantes
o responsables de órganos autónomos y órganos con funciones de
evaluación, control y vigilancia en la materia, así como renovar los
lineamientos y métodos para su selección con base en decisiones
colegiadas por el sector académico, político y ciudadano.
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Fortalecimiento Institucional
Objetivo estratégico: Impulsar iniciativas orientadas a consolidar el
sistema de pesos y contrapesos institucionales.
Línea de acción:
● Dotar de mayor autonomía e independencia a órganos de control y
evaluación gubernamental con el objetivo de prevenir, perseguir y
sancionar a funcionarios públicos que fuesen sujetos de responsabilidad
administrativa derivada del uso indebido de sus facultades, jurisdicción y
atribuciones.
● Insertar y desarrollar ampliamente en el sistema político mexicano
prácticas e instituciones que cambien el paradigma de la secrecía estatal
y se transite a un esquema de gobierno y parlamento abierto,
reforzando la transparencia, el acceso a la información pública y la
rendición de cuenta, tanto por la esfera pública como por la esfera
privada sin importar si se trata de un alto funcionario.
● Fortalecer y armonizar el marco normativo del gasto público en los tres
órdenes y poderes de gobierno, incorporando mecanismos de
participación ciudadana en las distintas etapas del ciclo presupuestario
-desde la planeación hasta la fiscalización- con un seguimiento
sistemático a las observaciones de las cuentas públicas y las sanciones
que deriven de éstas.
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● Generar un marco normativo del gasto público- en los tres órdenes y
poderes de gobierno- que contemple mecanismos de monitoreo y
seguimiento a los procesos de fiscalización, así como a las
observaciones realizadas a las cuentas públicas, apoyados en la
participación ciudadana.
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SUSTENTABILIDAD CON ENFOQUE GLOBAL
El deterioro de nuestro planeta es una problemática que ha crecido de
manera exponencial y desproporcionada en las últimas décadas. Los
recursos naturales incluyendo flora y fauna son cada vez más escasos su
demanda crece a la par de la explosión demográfica, llegando hasta
niveles exorbitantes de más de seis mil millones de personas que
conforman la población mundial. Las consecuencias del daño que
realizamos a la Tierra se manifiestan desde cambios repentinos en la
cotidianidad hasta catástrofes naturales de magnitudes cada vez
mayores las cuales cobran miles de vidas año tras año.
Aunado a ello, el maltrato animal es una práctica muy común en nuestra
sociedad, ya sea de manera intencional o dolosa (por falta de
información o ignorancia). Esta problemática responde a causas
estructurales que desnudan el notorio proceso de descomposición social
que el país entero padece debido al contexto de violencia que nos rodea
y a la sobreexposición mediática que tenemos a ella. Esto nos ha
conducido a la indolencia y a la falta de interés por el sufrimiento ajeno;
pareciera un tema de poca relevancia aun cuando tiene implicaciones
sociales de gran calado al tener el maltrato animal una correlación
importante con la propensión de las personas a adoptar conductas en
detrimento del bienestar de los demás.
Ante dichas situaciones, es esencial la participación de la sociedad y la
adecuada intervención gubernamental para preservar la riqueza natural
de México, tomando en cuenta que todo lo que el planeta nos ofrece es
finito.
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México comprometido con el equilibrio ecológico
Objetivo estratégico: generar una cultura de respeto hacia la vida
natural o animal que permita al ser humano convivir y coexistir en
equilibrio y balance con la flora, fauna y recursos naturales de nuestro
planeta de manera civilizada.
Líneas de acción:
 Fortalecer los mecanismos e instancias gubernamentales
responsables de preservar el equilibrio ecológico con el fin de que
cuente con mayores facultades y capacidades para sancionar tanto
administrativa como penalmente a sujetos jurídicos que realicen
actividades en detrimento de la conservación ambiental.
Compromiso ético con la vida animal
Líneas de acción:
 Promover iniciativas que garanticen la imposición de sanciones
para conductas de maltrato animal, la capacitación continua y
necesario para funcionarios públicos encargados de la materia, y
sustituir el actual enfoque de las instituciones relacionadas al tema
(en los 3 órdenes de gobierno) con el fin de adoptar una política
de gestión y bienestar animal.
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SOCIEDAD Y DESARROLLO INTEGRAL
En pleno S. XXI, México sigue siendo un país de abismales contrastes y
diferencias entre los sectores poblacionales que gozan de la garantía del
ejercicio de los derechos que nuestra Carta Magna consagra como
fundamentales en una sociedad democrática. No dejamos de ser una
sociedad profundamente lacerada por la pobreza, compuesta por
millones de personas que, aun trabajando de sol a sol, perciben menos
de un salario mínimo al día con el cual se ven en la necesidad de
subsistir y de mantener a los integrantes de sus familias.
Así mismo, experimentamos un preocupante escenario de enorme
descomposición del tejido social, lo cual tiene efectos nocivos y
discriminatorios para quienes, por su persona, son objeto de maltrato
social debido a sus preferencias sexuales, ideológicas, religiosas, su
físico, género o por el grupo étnico al que pertenecen.
Como sociedad diversa, es menester que podamos transitar a un
entorno en el que, sin importar ninguna de las circunstancias antes
mencionadas, gocemos de respeto, tolerancia, comprensión y
oportunidades plenas para desarrollarnos sin obstáculos que impidan el
absoluto goce de nuestros derechos. En ese sentido, también resulta
fundamental la intervención de las instancias gubernamentales en aras
de prevenir la discriminación y combatirla de manera eficaz y oportuna.
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Equidad de género y pluralidad democrática
Objetivo estratégico: robustecer la legislación vigente en el sistema
jurídico mexicano orientada a prevenir, combatir y sancionar la
discriminación y conductas que menoscaben la equidad de género en el
país.
Líneas de acción:
 Armonizar las recomendaciones de diversas instituciones
académicas y la sociedad civil para armonizar la Legislación
Federal relativa a la equidad de género, la no discriminación y los
mecanismos institucionales para garantizarlos con base en el
derecho internacional de los derechos humanos, así como
tomando en cuenta las mejores prácticas en la materia a nivel
mundial.
 Otorgar partidas presupuestales a instituciones gubernamentales
garantes de la no discriminación y violencia de género para que
cuenten con capacidad suficiente para desarrollar sus labores,
incluyendo como aliados estratégicos a organizaciones de la
sociedad civil y el sector académico para la mejor formulación de
políticas públicas en las que participen especialistas en derechos
sexuales y reproductivos, perspectiva de género, derechos
indígenas y derechos humanos en general.
 Impulsar mecanismos efectivos de toma de decisiones que
garanticen el derecho de los pueblos indígenas a la consulta
pública para decidir sobre sus territorios, en los que participen
autoridades comunitarias y mujeres.
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Equidad de género y pluralidad democrática
Objetivo estratégico: atender las necesidades legislativas del campo
mexicano, fortaleciéndolo con políticas que permitan incrementar su
capacidad productiva y de comercialización y sus trabajadores cuenten
con los incentivos económicos, técnicos y administrativos suficientes
para ello.
Líneas de acción:
 Emprender acciones legislativas que permitan la inclusión de
productos de las distintas regiones del país para el crecimiento,
comercialización y fortalecimiento de las cadenas productivas
nacionales.
 Mejorar la cartera de programas y estímulos a productores
agrícolas y generar mejores canales de distribución para los
productos que comercialicen, focalizando la política agraria como
un tema de primordial relevancia para el crecimiento y sustento
del país.
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JUVENTUD, DEPORTE Y CULTURA
Contrario a las condiciones fisiológicas, psicológicas y culturales idóneas
para la infancia y la juventud como piezas clave para el futuro de todo
país, lamentablemente en México su contexto encuentra enormes
adversidades para desarrollarse de manera sana y saludable.
La vida de dichos sectores poblacionales está caracterizada de
manera general en un creciente y grave problema de obesidad infantil,
juvenil y adulta en las poblaciones urbanas del país, un aumento de la
violencia y la delincuencia con millones de jóvenes que ni estudian, ni
trabajan por falta de oportunidades suficientes y dignas de empleo y
que se han vuelto presa fácil del narcotráfico como consumidores y
como operadores y de actividades delictivas. Finalmente, constatamos
gobiernos municipales sin el andamiaje institucional, herramientas,
presupuestos, personal profesional y duración de sus gestiones que les
permitan administrar de manera digna y eficiente ciudades muy
pobladas, crecientemente complejas, profundamente desiguales y con
serias rupturas de su tejido social.
Líneas de acción:
 Desarrollar de manera mucho más amplia la legislación aplicable
para detonar la dignificación de espacios públicos e instalaciones
deportivas con el fin de impedir que sean afectadas por el
deterioro histórico.
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 Impulsar medidas legislativas para evitar la paulatina privatización
de espacios deportivos con el fin de que estén abiertos como
espacios comunitarios de recreación, destinando presupuestos de
mayor talla y que se ajusten a la demanda colectiva de este
derecho.
 Desarrollar y poner en práctica un modelo de intervenciones de
tipo deportivo y cultural, como herramienta para el desarrollo de
ciudadanía, la reconstrucción de tejido social y la utilización
constructiva y saludable del tiempo libre de la infancia y la
juventud.

Evaluar y rediseñar la normatividad relativa a la educación
superior en referencia al requisito de realizar servicio social como
parte de la formación académica y universitaria de la comunidad
estudiantil con el fin de que su curso garantice verdaderas
oportunidades de crecimiento profesional y humano tanto propias
como de su comunidad.
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