Rima II Saeta que voladora cruza, arrojada al azar, y que no se sabe dónde temblando se clavará; hoja que del árbol seca arrebata el vendaval, sin que nadie acierte el surco donde al polvo volverá; gigante ola que el viento riza y empuja en el mar, y rueda y pasa, y se ignora qué playa buscando va; luz que en cercos temblorosos brilla, próxima a expirar, y que no se sabe de ellos cuál el último será; eso soy yo, que al acaso cruzo el mundo sin pensar de dónde vengo ni a dónde mis pasos me llevarán. Comentario de texto: Rima II. Gustavo Adolfo Bécquer. 1. Localización El texto propuesto para el comentario es la rima II del poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer. Dentro de las series que se suele agruparse los poemas de Bécquer, la rima II pertenece a la primera, en que el poeta la dedica a la reflexión sobre la poesía. Esta serie abarca desde la rima I a la XI. La obra de Bécquer se sitúa en la corriente posromántica, la cual se caracteriza por su sencillez, melancolía,... ; observable en los temas, vocabulario ... 2. Tema El tema de esta rima es la falta de conocimiento del destino por parte del poeta. Este desconocimiento le provoca a si mismo una falta de comprensión de su personalidad. Podríamos resumir el contenido del poema en una interrogación retórica muy utilizada en la historia de la humanidad: ¿De dónde venimos, a dónde vamos? 3. Estructura El poema se compone de veinte versos, agrupados en cinco estrofas de cuatro versos octosílabos con rima asonante llana en los pares. En cada estrofa el poeta ha utilizado la composición estrófica llamada cuarteta, caracterizada por los elementos citados anteriormente. La rima se podría dividir en dos partes diferenciadas: − Las cuatro primeras estrofas formarían la primera parte, cuya función sería la de introducción y desarrollo. En esta parte, el yo poético enumera diferentes elementos naturales para compararse a si mismo. − La última estrofa sería la segunda parte, cuya función sería la de conclusión. En esta última parte, el poeta se identifica con los elementos citados para eludir el gran desconocimiento del destino. 4. Estilo Lo primero que hay que destacar es la elaborada utilización de los verbos por parte del poeta. En el segundo verso de cada estrofa se observa el uso del infinitivo (expirar, v.14; pensar, v.18; ...), elemento utilizado en busca de la rima fácil, aunque sobre todo para dar un carácter durativo a las acciones. En el último verso de cada estrofa se puede observar la masiva utilización de verbos en futuro de indicativo (clavará, v.4; volverá, v.8; ...), para dar un carácter inacabado a las acciones. Antes de analizar el poema con más profundidad, cabría destacar el gran paralelismo semántico y sintáctico de las estrofas, ésto es un elemento característico en la poesía de Bécquer. Además, el poeta se compara con los elementos naturales, tales como la saeta, hoja, ola, ..., a los que nadie se preocupa de ellos ni les interesa; la misma actitud que la gente hace sobre el poeta. La pasividad de la gente se observa en los verbos ( no se sabe dónde, v. 3; se ignora, v.11). No hay que olvidar que los elementos de la cuatro primeras estrofas están muy relacionados con el ideal del paisaje romántico (mar embravecido, tercera estrofa; paisajes abandonados, segunda estrofa Refiriéndonos con más detalle a los elementos que el poeta utiliza en el poema, habría que destacar la abundancia de hipérbatons; observables en el primer verso de cada estrofa (Saeta que voladora en vez de Saeta voladora que ...). El poeta ha utilizado esta figura retórica para dar una mayor importancia al elemento en sí y para dar más movimiento a estos elementos. También el autor utiliza otro método para dar mayor movimiento: la utilización de verbos de movimiento en presente (cruza, v.2; arrebata, 6; ...); que van unidos a fenómenos naturales, tales como: el vendaval, v.6; el mar, v.10 ... También hay que destacar la última estrofa (la más importante), en la que el poeta se identifica con los elementos mencionados (Eso soy yo, v.17); demás pone de manifiesto su total desconocimiento del destino por medio de una antítesis de los dos últimos verbos (vengo, v.18; llevarán, v.20) 5. Conclusión Esta rima II esta dominada por el pensamiento de anhelo de conocimiento del destino y futuro. Además se observa un gran paralelismo entre todas las estrofas; en el que al final el poeta se identifica con los diferentes elementos naturales citados, y se pregunta por su existencia y por lo que le deparará el futuro.