Estudio revela perfil de las mujeres condenadas en

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LATERCERA Sábado 8 de junio de 2013
País
R El informe de la U. de Chile indica
Estudio revela perfil de
las mujeres condenadas
en cárceles del país
que el 31% de ellas ha estado más de
cinco años de su vida en un penal.
R El análisis busca mejorar las
herramientas de reinserción y
capacitación de las reclusas.
LAS CONCLUSIONES DEL INFORME
3 veces
6%
24,42%
5-6 años
15%
2,8. %
Sin pareja estable
Con pareja estable
69,7%
67,2%
30,3%
25,8%
No
Delito por el que cumple condena
Tipo de empleo
Delito de mayor gravedad
Trabajo antes de entrar a la cárcel
Delito
Si
Número
Delito por ley de drogas
205
Robos*
115
Homicidio
16
Hurto
16
Delitos de tipo económico
9
Comercio sexual
6
Lesiones
3
Delitos contra menores de edad 2
Otros
6
Sin respuesta
13
Más de
9 años
12%
7-8 años
4%
4 y más veces
10%
Porcentaje
52,40%
29,40%
*Con violencia, con fuerza, con sorpresa, con intimidación, con homicidio
El 38% de las mujeres condenadas ha estado en la cárcel
más de una vez y el 31% ha estado más de cinco años de su
vida detenidas. Así lo reveló
un estudio presentado el jueves, en la primera Mesa de
Políticas Penitenciarias con
enfoque de género 2013, realizada por el Ministerio de
Justicia.
El estudio, encargado por
el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) y realizado por
el Instituto de Asuntos Públicos y Centro de Estudios en
Seguridad Ciudadana de la
Universidad de Chile, consideró a 391 mujeres reclusas de
distintos centros penitenciarios de la Región de Valparaíso, Biobío y Metropolitana,
de entre 19 y 78 años. De ellas,
el 94,1% tiene, en promedio,
casi tres hijos, mientras que
el 30,3% es jefa de hogar sin
tener una pareja estable.
Al respecto, la coordinadora general del informe y de
estudios penitenciarios de
este centro de la Universidad
de Chile, Olga Espinoza, ex-
Manufactura
$ 176.615
Otros varios
Servicios
En casa de otra persona
$ 250.307
7,5%
En casa de mis clientes
Comercio
9,9%
$ 303.833
En un local, oficina o empresa
12,9%
Otros (varios)
En la calle
Dependiente
18%
$ 332.857
17,0%
En la feria
18,7%
No lo tengo claro
12%
Actividades delictivas
$ 820.000
En mi casa
27,9%
FUENTE: Estudio Universidad de Chile
Gabriela Castillo
Sueldo promedio por rubro
de empleo
6,1%
4,10%
4,10%
2,30%
1,50%
0,80%
0,50%
1,50%
3,30%
Lugar donde desarrollaba
su trabajo
Empleo antes de entrar a la cárcel
Independiente
70%
10,60%
5,99%
1,84%
Una vez
38%
Reicidente
Jefa de hogar
57,14%
No responde
31%
1-2 años
31%
Ha estado 10%
desde 5 a
más años 3-4 años
17%
2 veces
22%
Hijos:
promedio
Menos de un año
11%
4 y más
veces
Nunca
60%
Tres veces
1 vez
2%
Promedio:
37 años
Edad:
entre 19 y
78 años.
Veces en la cárcel siendo
jefa de hogar
¿Cuántos años de su vida ha estado en la cárcel?
Dos veces
¿Cuántas veces ha estado en la cárcel?
Nunca
Caracterización
sociodemográfica
INFOGRAFIA: Heglar Fleming • LA TERCERA
plicó que parte de la información más importante que
arrojó la investigación es el
perfil que caracteriza a estas
mujeres. “En este sentido, un
alto porcentaje tiene entre
dos y cinco hijos, que indican
que es jefa de hogar, por lo
que es la principal fuente de
ingresos de su familia”. Otra
de las conclusiones es que el
41% de estas jefas de hogar es
reincidente y el 10% ha estado presa por cuatro o más veces. Respecto de los años de
permanencia en las cárceles,
el 12% ha estado por más de
nueve años.
Otro de los datos que arroja el estudio es que el 32% de
condenadas encuestadas trabajaba, previo a su condena,
en el rubro del comercio. Por
su parte, el 6% se dedicaba a
actividades delictivas, recibiendo alrededor de $ 820
mil mensuales, mientras que
las que se dedicaban a actividades lícitas ganaban, en
promedio, $ 303 mil. Ante
esto, Espinoza indicó que “un
público de escasa formación
(75% no ha completado sus
estudios formales), con limi-
tado acceso a experiencia laboral (...), podrá tener mayor
probabilidad de optar a actividades que generen retorno
(dinero) de forma rápida y
fácil”.
Reinserción
Para colaborar en la reinserción de las mujeres privadas
de libertad, la ministra de
Justicia, Patricia Pérez, explicó que es necesario diseñar programas enfocados en
las características y condiciones propias de la mujer,
debido a que hoy “las cárceles, en general, están construidas para las necesidades
de los hombres”. La ministra
agregó que “existe una invisibilización de la realidad penitenciaria y más aún, de la
que viven los grupos minoritarios, como las mujeres”.
Este grupo alcanza el 8% del
total de la población penal. El
objetivo de este informe era
evidenciar el perfil de las
reclusas para mejorar las instancias de capacitación y
reinserción.
Según la ministra, hay que
reforzar los programas ha-
cia una mayor capacitación
en oficios, considerando que
cerca del 65,7% de las reclusas -según el estudio- tiene
como proyección trabajar de
manera independiente. “La
información (del documento) permite, a quienes elaboran las políticas públicas,
identificar que los programas de reinserción deben
trabajar el tema de las expectativas laborales futuras, pero necesariamente
también, en el apoyo sicosocial y de seguimiento”, señaló Olga Espinoza.
Otro punto de la política
penitenciaria es avanzar en la
nivelación de estudios y modificar el reglamento de las
cárceles. “Esto es muy importante porque la normativa no tiene un enfoque de
género y es bastante antigua”, indicó la ministra Pérez. A raíz de esto, en abril, en
la última conferencia plenaria de ministros de Justicia
iberoamericanos desarrollada en Viña del Mar, Chile se
suscribió al Programa Modelo de Género en contexto de
privación de libertad.b
REACCIONES
“Existe una
invisibilización de la
realidad penitenciaria
que viven las
mujeres”.
Patricia Pérez
Ministra de Justicia.
“Un público de escasa
formación tendrá más
probabilidad de optar
a actividades que den
dinero fácil”.
Olga Espinoza,
experta U. de Chile.
Los cursos
con que se
capacitan
RR De acuerdo con el informe de la Universidad de Chile, las reclusas tienen una serie de cursos de capacitación
en los recintos penales, como
teatro, pintura, enfermería,
peluquería, electricidad y
gastronomía. De acuerdo con
el análisis, los más demandados por las condenadas son
cocina, cosmética, peluquería, vendedora, manipulación de alimentos, cuidadoras de enfermos y corte y confección. Agregan que en su
mayoría esperan tener un aumento en las expectativas de
sueldo de $ 41 mil, dado que
en promedio ganaban $ 285
mil antes de ser condenadas
y tras su paso por la cárcel esperaban que la suma llegara
a $ 326 mil. Otra de las conclusiones es que una vez en libertad recurrían a municipalidades y amigos para encontrar empleo.
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