Los autores identifican tres alternativas de desarrollo económico y territorial R. Á. Según el estudio, el desarrollo de Asturias a partir de 2014 puede conducir a tres escenarios distintos. La hipótesis más plausible, a juicio del equipo de investigadores, llevaría a un modelo con líneas de continuidad sobre la situación actual: una economía con una participación relativamente alta del sector industrial en el producto interior bruto (y en especial del subsector de la energía), una aportación moderada y complementaria del turismo y la supremacía de la sanidad y la asistencia especializada a empresas en el sector servicios. En ese caso, la ordenación territorial tampoco cambiaría mucho. Continuarían las tendencias a concentrar la población en el centro, a reservar al litoral una función especializada en segundas residencias y a proteger con figuras medioambientales la pantalla montañosa que separa a la región de la Meseta. El PIB seguiría entre los más bajos de España. Ese escenario, sin embargo, contiene elementos que podrían propiciar su evolución hacia una situación en el que el papel de locomotora económica iría a parar al binomio formado por la construcción y el turismo. Si prosperara, la consecuencia más probable sería una aceleración económica que elevara la posición de Asturias en el ranking de las comunidades autónomas. Para los autores, hay algunos indicios de que ese giro es posible: proyectos turísticos de alto coste que exigen inversiones elevadas y buscan clientes de alta capacidad adquisitiva. El desembarco de operadores inmobiliarios internacionales y la existencia de hasta 17 planes para desarrollar campos de golf abonan un escenario que, en contrapartida, tiene potencial para generar «fuerte tensiones y conflictos sociales» si se implanta de forma abrupta. Por último, cabe la alternativa sostenible, «no por menos probable menos racional». Ese escenario sólo es posible con un cambio de mentalidad, apoyo institucional y una renovación generacional del liderazgo político y social. Resultaría de combinar un sector industrial con pequeña y medianas empresas vigorosas, un sector servicios volcado hacia las nuevas tecnologías, el reforzamiento de la población y los servicios en las cabeceras comarcales de las alas de la región, y una apuesta por la producción ecológica y las denominaciones de origen en la agricultura y la ganadería.