CHILE NO PUEDE ESPERAR: HACIA UN CAMBIO DEL SISTEMA

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CHILE NO PUEDE ESPERAR: HACIA UN CAMBIO DEL
SISTEMA PREVISIONAL
Chile espera urgentemente una propuesta gubernamental posterior a las
deliberaciones de la comisión presidencial convocada por la Presidenta
Michelle Bachelet en 2015. El 70% de la población declaró en una encuesta
encargada por esta Comisión Presidencial, no estar de acuerdo con el sistema
actual. La calle lo confirmó este domingo 24 de julio.
El sistema actual previsional al cabo de 35 años de funcionamiento ha
fracasado. El 91% de las pensiones que se pagan actualmente son inferiores a
$156.000. El sistema de capitalización individual (las AFP) es deficitario
económica y socialmente. Hoy el Estado debe concurrir con el 0,6% del PIB
mediante Pensiones Básicas y el Aporte Previsional Solidario a subvencionar
al sistema. El otro sistema llamado contributivo –especialmente de las FF. AA.
y Carabineros (Capredena y Dipreca)- es también deficitario en un 0,7% del
PIB.
Las reformas generales hay que hacerlas. El sistema puede empezar
cambiar ahora.
 En Chile es necesario avanzar hacia un sistema mixto con pensiones
solidarias y capitalización para los aportes adicionales individuales.
En el caso de las FF. AA. habrá que extender la carrera militar (de 20 a
25 años y de 30 a 35 años) y prever los abusos que se visualizaron en
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Gendarmería, aumentando el período para el cálculo de la pensión
(cinco años como se hace para los pensionados del sistema antiguo
hasta hoy) y estableciendo un tope máximo de pensión de 72 UF
indexado al índice real de remuneraciones.
Sin embargo, hay cosas que se puede hacer en lo inmediato. Chile 21
propone un cambio institucional ahora. Esto es la creación deI
Instituto Previsional Solidario, administrado por el Estado, y que
asegure una tasa de rentabilidad neta de 5% a todas las cotizaciones
de los trabajadores que perciben hasta un tope de remuneraciones de
$300.000 sin comisión alguna.
Según nuestros cálculos esto aseguraría tasas de remplazo de no
menos de 75% a quienes cotizan por 30 años. De su parte, el Estado
podría usar estos fondos únicamente en inversiones reales o
financieras, por ejemplo, para fortalecer el Fondo de Infraestructura
actualmente en discusión, reemplazar los fondos que solicita el Estado
para las concesiones, desarrollar proyectos de transporte,
especialmente ferroviarios, entre otros. Todo lo anterior, permitiría
incentivar la economía y retornos en la inversión incluso superiores al
5%.
Chile 21 propone además que la jubilación de todo trabajador que
haya cotizado por, al menos, 20 años no pueda ser inferior al salario
mínimo.
Se ha argumentado que hay trabajos peligrosos. Es así como existe una
legislación de trabajos pesados que permite un aporte patronal
adicional de 2%. Esto podría ampliarse a los trabajos peligrosos –aun
aumentando el aporte patronal a 4%- pero sin distorsionar el sistema
de pensiones como ocurrió en Gendarmería.
Estamos conscientes que el incremento de la esperanza de vida de
Chile alcanza los niveles de países desarrollados, siendo para las
mujeres de 90 años y para los hombres de 85. Este factor amplía la
brecha entre el monto esperado de la pensión mensual y el último
ingreso laboral. No obstante, los cálculos de las rentas vitalicias y
retiros programados no pueden ni deben hacerse a los niveles actuales
(120 y 110 años). La pensión vitalicia debiese hacerse con un tope en
torno a la expectativa promedio de vida (85 años) y, si la persona la
supera, el Estado debe concurrir con una pensión solidaria en los años
posteriores.
 Chile 21 propone que el sector empresarial aporte gradualmente no
menos de un 5% en un plazo de 5 años. El aporte de cotizaciones de
10% del salario en Chile es actualmente de cargo exclusivo de los
trabajadores. Las mejores prácticas internacionales recomiendan
aportes de trabajadores, empleadores y del Estado alcanzando a una
contribución total de 20% promedio en los países de la OCDE. Los
sistemas antiguos denominados Cajas de Previsión por gremios
cobraban hasta un 20% pero obtenían pensiones con una tasa de
reemplazo cercana al 80% (Comisión Bravo). En consecuencia, es
necesario aumentar los aportes previsionales.
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