Protestas: Un malestar que hoy explota por la crisis social y

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Protestas: Un malestar que hoy explota por la crisis social y económica
(21-03-2014 a las 10:09:32) - - Última actualización (21-03-2014 a las 10:13:20)
Dos historiadores de LUZ ofrecen una lectura sobre los casi dos meses de
manifestaciones bajo una pregunta polémica: ¿son legítimas?
Isabel Cristina Morán
Ángel Lombardi Boscán, profesor, historiador y director del Centro
Histórico de la Universidad del Zulia (LUZ). Foto: Eloy Hernández
Un manifestante yace en el suelo, ensangrentado. Decenas de personas corren, le pasan por encima a ese cuerpo.
Tratan de alejarse de uniformados de verde oliva. Vienen por ellos. Motorizados disparan. Balas y perdigones vuelan,
buscan pieles que penetrar. Vecinos graban videos, postean mensajes en Twitter y piden resguardar a gente. Están en
inminente peligro.
Venezuela tiene casi dos meses sangrando, de venas abiertas, como la América Latina que el escritor uruguayo
Eduardo Galeano reseñó en 1971. El desencanto social, el malestar que sobreviene desde hace 10 años se instaló en
las calles de Venezuela el pasado 6 de febrero, según Ángel Lombardi Boscán, profesor, historiador y director del
Centro Histórico de la Universidad del Zulia (LUZ).
Ese día comenzó un conflicto nacional desde el núcleo universitario. Fue en Táchira, en la Universidad de Los Andes,
donde se prendió la primera candela. Ya hoy se cuentan 31 muertes (25 civiles, 6 funcionarios militares, policiales y
trabajadores públicos), 400 lesionados y más de 1854 detenidos, según la Fiscalía General de la República.
Lo inédito
Para la semana siguiente al 6 de febrero las protestas se extendieron a Zulia, Caracas, Valencia, Mérida, Trujillo, Falcón
y otros estados. Fue entonces cuando diversos sectores sociales se unieron a lo que comenzaron los estudiantes. Se
instauraron barricadas (guarimbas). Trancaron calles y avenidas. Ya marzo va por el día 23 y la expresión de una parte
del pueblo venezolano, lejos de disminuir, se acrecienta.
La extensión e intensidad de la protestas son los dos puntos innovadores que Lombardi ve en estas jornadas. Forma
parte de una continuidad histórica de malestar acumulado que hoy explota, "que está relacionado con la situación
económica (inflación, escasez de alimentos, bajos salarios, falta de divisas, expropiaciones) y el deterioro social en la
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calidad de vida del venezolano (colapso de los servicios públicos: transporte, salud, vivienda, educación); además del
desempleo, la corrupción y la inseguridad".
Juan Romero, historiador, politólogo y profesor de LUZ. Foto: Archivo
Una perspectiva distinta ofrece Juan Romero, historiador, politólogo y profesor de LUZ. Cree que es necesario entender
que se trata de una situación no espontánea. Las manifestaciones se dan en un contexto en el que resaltan varios
elementos, dice Romero: "La oportunidad política que dejó el fallecimiento de Hugo Chávez, la transición de Chávez a
Maduro y un conjunto de elementos sociales y económicos que manifestantes tomaron como consignas".
Esta protesta, ¿es legítima?
Romero piensa que hay motivaciones valederas, aunque la manera en la que se expresan, pese a que es legítima, no
está dentro de los límites de las leyes. En varios sectores de Maracaibo no se puede transitar libremente.
Manifestantes, en el ejercicio de su derecho a protestar, construyeron obstáculos con basura, escombros y árboles.
Ejemplos claros son las urbanizaciones El Pinar, Palaima y gran parte de la avenida Guajira, Sabaneta y las Torres de
El Saladillo. Por eso Romero ya no considera esa forma de protestar constitucional.
"La protesta ciertamente está reflejada en la Constitución. Sin embargo, hay artículos en el Código Penal que establecen,
por ejemplo, que los individuos no pueden fabricar o usar explosivos, arremeter contra edificios, tampoco romper obras
urbanas ni obstaculizar el paso".
Lombardi lo contraría. No apoya las barricadas ni la violencia, pues se atenta contra fundamentales derechos
ciudadanos (propiedad privada, bienes del Estado, libre tránsito y el derecho a la vida). Pero cuando hay un Estado
que "no actúa en el marco de la ley y se dedica a reprimir y a violar libertades, una ciudadanía desesperada termina
rebelándose usando formas de expresión no cónsonas con el espíritu originario de la protesta".
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó a algunos alcaldes, entre ellos a Eveling Trejo, implementar acciones para
evitar la ejecución de guarimbas en sus jurisdicciones. En Maracaibo –como otras veces desde que cientos de
manifestantes tomaron la calle y vecinos de diversos sectores decidieron trancar vías públicas– los ciudadanos
han seguido viendo cuadrillas de la Alcaldía recoger la basura y remover obstáculos.
Eso es distinto a enfrentar a civiles en plena manifestación, alegan mandatarios locales. Tal y como ha quedado claro en
los últimos días, las policías municipales carecen de equipos antimotines pues no tienen competencia para resguardar el
orden público, responsabilidad que le es propia al Ejecutivo nacional.
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