LITERATURA ÉPICA MEDIEVAL I Esteban: Cuando

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LITERATURA ÉPICA MEDIEVAL I
Esteban: Cuando uno comienza a estudiar literatura formalmente, en la enseñanza
secundaria, media, o luego de la enseñanza primaria (según como se llame en su lugar),
introducen la literatura universal y comienzan con cierto tipo de escritos que a uno lo dejan
perplejo, porque están en un español que a uno le parece que fuera de otra galaxia. Este es
el caso por ejemplo del "Cantar del Mío Cid" como primer libro, en ese orden cronológico en el
estudio de la literatura universal.
Con Ezequiel Dellutri queremos ver la literatura épica, el Mío Cid, qué podemos aprender de
todo esto y cómo aprender de algo que es herencia para todo el mundo hispano.
Bienvenido.
Ezequiel. ¡Qué tema para comenzar! De entrada ya, nos ganamos el odio de todos nuestros
oyentes que sufrieron, o mejor dicho, los profesores de literatura los hicimos sufrir con el Cid,
porque realmente cuando uno lo estudia en el colegio secundario, es bastante difícil de
comprender, se "pelea" con el Cid y creo que hasta le toma algo de odio al texto. Esto aunque
el texto es bastante agradable, si uno lo leyera en otra circunstancia y supiera algunas
condiciones del contexto en el cual este texto se desarrollo y escribió.
Esteban: Claro, primero que nada tener en cuenta la época en que se escribió.
Ezequiel: Estamos en la Edad Media. El Cid es un texto fundamental dentro de la lengua
castellana porque es el primer texto narrativo completo que se conserva.
En rigor al manuscrito del Cid le faltan algunas páginas, quienes lo leyeron recordarán que
pasan dos o tres cosas que no comprendemos porque faltan algunas cosas del principio y
medio del libro. De manera que ya de entrada el libro nos llega con unas cuantas páginas de
menos. De todas maneras tiene el valor de ser la primera narración que se conserva en
lengua castellana, por supuesto que el castellano es el medieval, todavía tiene muchas
complicaciones para la lectura, por si esto fuera poco, está escrito en verso. Y es así, porque
los poemas épicos eran en realidad letra de canciones (y como se dará cuenta nuestro
oyente) muy largas que los juglares cantaban en las plazas de los pueblos, divididas en varias
noches. Generalmente dividían los versos en dos o tres partes, cada noche cantaban a la
gente del pueblo una canción distinta. Era como una especie de continuará, la historia
quedaba inconclusa y la noche siguiente continuaba. La gente del pueblo a cambio de eso le
daba hospedaje y le pagaba. Esa era la profesión del juglar. Iba recorriendo los distintos
pueblos (era un artista itinerante) cantando estas canciones. Realmente su repertorio se
componía de dos o tres canciones nada más, porque cuando terminaba, a pesar de ser
pequeño, se movía al pueblo siguiente. Para que llegara a dar la vuelta completa y volviera
nuevamente al pueblo, pasaba mucho tiempo.
Generalmente lo que hacían los juglares era partir de historias reales, pero para hacerlas más
atractivas al público, iban agregándole elementos muy atractivos, vinculados con el romance,
la acción y la ficción, entonces agregaban elementos irreales y todo eso iba deformando el
hecho real.
De manera que los poemas épicos tienen siempre una base de realidad, pero esa base de
realidad va siendo distorsionada por los juglares y el tiempo. A pesar de eso, El Cid, es uno
de los poemas más históricos que existen. Porque una de las características que tiene estos
textos épicos que consisten en la letra de una canción que cuenta una historia, la
característica que tiene en España, es que es cien por ciento fiel a la historia real.
Por supuesto que a medida que pasa el tiempo se le van agregando variaciones, pero en
definitiva son muy fieles a lo que sucedió en la realidad. De hecho Rodrigo Ruiz...., el
personaje que encarna al Cid es de existencia real y comprobada históricamente.
Esteban: Todo eso nos muestra que hay una mezcla de historia, poesía, parte del negocio
del juglar también, lo que hacía que se mezclara un tema muy particular también para llegar al
oído del oyente.
Ezequiel: Claro, porque tenía que ganar dinero y hacer una historia que le resultara
agradable al oído del público al cual iba dirigido. Además tenía un público muy plural, porque
había niños, gente grande, mujeres también, así que no solamente debían tener elementos
guerreros, en el texto épico lo fundamental es el elemento guerrero, pero al margen de eso
también había que agregarle algún elemento romántico que era lo que atraía a las mujeres, y
también algún elemento cómico que era lo que atraía al chico, entonces el juglar se tenía que
manejar con todo eso. La profesión del juglar era una bien complicada, que por supuesto, con
la tecnología se ha perdido, pero debía de ser muy interesante ver a un juglar contando sus
historias.
Esteban: Bueno, luego de contarlas y de ese período netamente oral alguien las escribió.
Ezequiel: Sí. Por supuesto que hay muchos poemas épicos de los cuales nunca vamos a
tener referencia porque jamás se escribieron, lo que en definitiva conservamos es un
porcentaje relativamente menor. Seguramente algún oyente que haya leído algún poema
épico, sintió que tenía un valor tal que merecía ser escrito, entonces lo escribió y de esa
forma se conservaron. De hecho, la conservación de los poemas épicos es bastante azarosa.
Hay un caso bien conocido dentro del ambiente de la literatura en la cual se encontró dentro
de las tapas de un libro, un fragmento de un poema épico, porque la persona que había
encuadernado el libro había sacado páginas de un poema épico y las había pegado para
generar el cartón de la tapa.
Casualmente, estudiando el libro se descubrió que allí había un fragmento que se conoce con
el nombre de fragmento de " Cantar de Roncesvalles", que son algunos versos de algún
poema épico, el resto se perdió definitivamente, y así hay muchos textos que se han perdido,
algunos definitivamente, y tal vez se conservan por referencia que se hacen a ellos en otros
textos. Por ejemplo un autor que dice: "había un poema épico que contaba tal historia",
tenemos la referencia, pero no tenemos el poema épico en sí. Podemos imaginarnos
entonces que hubo más poemas épicos de los que en definitiva se conocieron, y que se
perdieron en la historia.
Esteban: Así que este es el contexto en el cual la época se desarrolla y llega a nosotros.
Ezequiel: Sí. Tal vez para nuestros oyentes tengan una idea más certera de lo que
hablamos, podríamos describir el poema del Cid, que pertenece a nuestra lengua, al español
o castellano.
Cuenta la historia de Rodrigo Díaz de Vivar, un guerrero que se enemista con el rey, a causa
de ello éste, lo expulsa. Un episodio conocido como la Jura de Santa Gadea, que no aparece
en el texto original, fue lo que se perdió, donde se plantea el conflicto. Pero básicamente el
texto comienza con el momento en el cual el Cid es expulsado, en ese momento podríamos
decir que un tercio de la península ibérica está en poder de los españoles, los otros dos
tercios estaban en poder de los árabes, que eran la súper potencia de la época y el Califato
Omeya había tomado gran parte de España. De hecho, la ciudad de Castilla marcaba la
frontera entre españoles y árabes.
Esteban: Los moros como decían ellos.
Ezequiel: Por supuesto que hay un gran componente de racismo vinculado con el Moro por el
tema de su color de piel y todo lo demás. El nombre del Cid, proviene justamente de los
moros, porque aunque era su enemigo, ellos le pusieron Cid, que significa: "Señor" pues, lo
reconocían como un gran guerrero.
De alguna manera es el máximo reconocimiento que se puede tener de parte de los
enemigos, que lo reconozcan como señor, un gran combatiente. Así que cuando el rey lo
expulsa, lo manda al territorio de la península ibérica que no estaba en poder de los
españoles, sino en territorio Moro, diríamos que "lo manda al muere", porque lo envía adonde
están sus enemigos. ¿Qué posibilidades tenía el Cid de combatir en territorio enemigo sólo?
La historia comienza con el Cid partiendo sólo, cruzando un río que lo separa, para luego
internarse en el territorio enemigo.
Un gran número de combatientes compañeros del Cid en los años que éste combatió para el
rey, deciden también acompañarlo, a pesar (y aquí marca al típico honor que marcaba al
caballero medieval) de que el rey, si ellos lo seguían al Cid, los iban a desterrar también, no
iban a poder regresar a sus reinos y ciudades. Quedarían desterrados igual que él, pero un
gran número de caballeros lo acompaña, cruzan esa frontera y se internan en el territorio
enemigo, para esto el Cid no puede enviar a su familia, así que decide dejar a su esposa,
Doña Jimena, y a sus dos hijas en un convento.
Ahí tenemos la despedida, con llanto incluido por supuesto, con la promesa de que el Cid
volverá en algún momento o vendrá a buscarlas, después el cruce acompañado de sus
mejores caballeros, el cual sigue internándose en un territorio totalmente hostil, pero en el que
seguramente él va a poder mostrar sus virtudes como guerrero.
Esteban: Iniciamos una historia bien tremenda en el contexto familiar, personal y colectivo
que lo llevan a batallar nuevamente.
Ezequiel: Claro. Ahí lo tenemos a él internándose en territorio enemigo, por supuesto
comienza una larga campaña intentando primero sobrevivir y luego peleando para ir
conquistando nuevos territorios.
Está muy bien estructurado el Cid, tiene dos o tres personajes guerreros que lo acompañan y
están siempre con él.
PAUSA...
Esteban: La épica, esa época de tanta aventura, de tanto coraje, caballeros, cortes reales, el
honor sobre todas las cosas, está en la aventura del cantar del Mío Cid. Este cantar que como
bien decías y su propio nombre, es poesía relatando grandes aventuras.
Ezequiel: Por supuesto. Poesía que cuenta siempre la historia de un guerrero y la épica
siempre nos dice que el guerrero defiende los ideales de su nación. Era un tipo de texto que
servía para reforzar la identidad nacional, sobre todo en la Edad Media donde las identidades
se estaban forjando el papel de la épica es fundamental, pues consolidaba esa identidad. El
hecho de que algún héroe peleara contra determinados enemigos para defender su territorio y
lo que el consideraba justo y bueno, servía para quien recibía ese texto, también
comprendiera que valía la pena pelear por su identidad.
Esteban. Es un tema importante en nuestra época, en que la globalización desdibuja las
fronteras nacionales e internacionales y pareciera que somos más ciudadanos del mundo que
de nuestro propio país. Esas mismas necesidades surgen en las comunidades.
Ezequiel: Es muy curioso lo que decís. Por un lado decimos que la épica es realmente antiglobalización, porque remarca la identidad nacional, la necesidad de cada pueblo.
Pero al mismo tiempo hay algo muy interesante, el hecho de que todos los pueblos, antiguos
y medievales, tuvieron textos épicos, de manera que aún en medio de la diversidad de
identidades hay un rasgo común, la necesidad de producir textos que tiendan a mantener viva
esa identidad, como son los textos épicos.
De manera que la épica es al mismo tiempo individual, perteneciente a cada nación y al
mismo tiempo es global, porque todas las naciones tienen su texto épico.
Esteban: Habíamos dejado al Mío Cid siendo desterrado, dejando a su familia en un
convento y lanzándose a una aventura incierta.
Ezequiel: Incierta con sus amigos que lo van a acompañar, en primer lugar Álvar Fáñez de
Minaya el guerrero experimentado, va marcando cuáles son las estrategias que van a permitir
que el Cid conquiste las distintas ciudades moras que se van enfrentando a lo largo de su
travesía. Por otro lado: Martín Antolinez, el de sangre más joven, el más valiente, osado,
quien está siempre dispuesto para ir en primera fila a la batalla. En medio de esos dos está el
Cid, que representa al caballero perfecto. Que reúne la técnica, la valentía, el coraje de los
otros dos acompañantes. Es algo así como la síntesis de lo que debe ser un buen guerrero.
Ahora bien, los tres juntos van más todo el ejército que los va siguiendo, se les va sumando
más gente que decide salir del territorio español para acompañarlos. Llega a tener un ejército
muy importante.
El mismo, va atravesando toda la península ibérica hasta que llega a conquistar la ciudad de
Valencia. Una ciudad bien importante en el contexto de la España mora, porque era una de
las ciudades más importantes. Lo que el Cid hace es algo así como un camino para llegar a la
capital del reino Moro, desde el Califato Omeya que estaba en España, de alguna manera
demostrar la supremacía del pueblo español.
Esteban: Lo que el rey utilizó de alguna manera para sacarse de encima al Cid resultó en
beneficio para todo el reinado porque aumentaron sus dimensiones y extendieron sus cortes y
las extensiones del enemigo.
Ezequiel: Exactamente, porque aunque el rey echó al Cid, lo despreció echándole, pues el
destierro era peor que la muerte, de todas formas sigue amando todo lo que el rey representa,
entonces quiere es el perdón del rey, que este lo disculpe y vuelva a recibirlo. El Cid tenía
causas valederas para pelearse con el rey, porque este había hecho una traición en la cual
se había visto envuelto como víctima, eso hizo que el Cid se enfrente al rey, pero cuando el
Cid pierde el apoyo del rey, lo primero que intenta hacer es recuperarlo. A medida que va
conquistando distintos pueblos moros, en batallas muy sangrientas por cierto, una de las
particularidades que tiene el texto es que la sangre de los enemigos chorreaba por la espada
a través del brazo y caía por el codo, era un símbolo de que estaban peleando bien.
Realmente eran textos sangrientos, como la mayoría de los pasajes épicos.
Él a medida que va avanzando, todo lo que conquista, toda la parte del botín que le
pertenece, que es una parte mayoritaria porque es el jefe del ejército, por medio de lo que se
llama dentro del texto: "embajadas", les envía un caballero que lleva la parte del botín que
ganó, se la lleva al rey y él se lo ofrece para que este lo perdone. Lo hace tres veces, en tres
oportunidades envía parte de lo que ha ganado al rey para conseguir que lo perdone.
De manera que uno de los elementos fundamentales del texto es la fidelidad, después de la
tercera embajada, el rey termina perdonándolo y aceptando que vuelva al reino, no solamente
eso, sino también que recupere a su familia porque, como recordarán, quedó en la parte
española de la península ibérica.
La perseverancia del Cid hace que logre el perdón, esa fidelidad que tiene con el rey a pesar
de no saber a cabalidad que sucedió logró que lo perdonara.
No solamente el rey le concede el perdón, sino ya que él había conquistado Valencia se
instale en esa ciudad y desde ahí impone su reino. Como decíamos anteriormente, este fue
un reino que existió históricamente y que duró mientras el Cid estuvo vivo. Ese dato no está
en el texto, pero es un dato que se sabe, y nos permite ver la calidad de guerrero del Cid, el
reino se mantuvo mientras él se mantuvo vivo, cuando el murió nadie logró mantener el reino
en medio del territorio enemigo.
Es decir que el coraje y valor del Cid eran verdaderamente envidiables, no solamente dentro
del texto épico, que como tal tiene algunas exageraciones, sino que también como figura
histórica y personaje real.
Esteban: También el tema de la fe se introduce en medio de esta lucha que tiene el Cid por
mantener esa fidelidad, su familia, el honor, el respeto, está todo entremezclado allí.
Ezequiel: Porque la historia sigue. Contamos algo así como un tercio del total de la historia,
la misma es bastante más larga, pero es imposible hablar de un texto medieval sin que
aparezca la religión. Dentro del pensamiento medieval la religión y más allá de ésta, la fe,
eran fundamentales.
Existía el concepto de fidelidad hacia el rey, como figura puesta por Dios, por lo tanto el Cid le
debía una fidelidad prácticamente religiosa.
Si prestan atención, los temas que fuimos destacando, la fidelidad, perseverancia, son temas
que están siempre muy vinculados con la fe. Creo que esta primera parte de la historia del
Cid, conocida como el Canto del Destierro, nos explica bastante acerca de cómo pensaba el
hombre medieval, pero además, nos explica varias cosas acerca de nuestra vida. Nuestra
sociedad perdió el concepto de fidelidad. La misma, por ejemplo, en un matrimonio, parece
cosa del pasado, pareciera se puede dejar de ser fiel en cualquier momento, que el
matrimonio no es para toda la vida, uno puede enamorarse y hacer proyectos con otra
persona luego de haber contraído este compromiso.
La fidelidad a los pactos, el Cid estaba comprometido con el rey por el pacto de vasallaje, algo
que nuestra sociedad ha perdido.
¿Por qué en la Edad Media la fidelidad era algo tan importante? Porque formaba parte del
ideal cristiano: ser fiel. No tanto a Dios (que por supuesto forma parte del ideal cristiano y es
uno de los más bellos), sino la fidelidad de Dios hacia los hombres.
A lo largo de la historia de la humanidad, a pesar de todo lo que el ser humano ha podido
hacer contra sí mismo, Dios siempre ha demostrado ser fiel y manifestado estar ahí.
Si tenemos fe, confianza, nos acercamos a Dios y a esa maravillosa fidelidad que Dios tiene.
Si abrimos nuestro corazón a esa fidelidad que Dios tiene, seguramente descubriremos que
Él está ahí, seguramente puede darnos respuestas.
Una de las características principales de Dios es su inmutabilidad, nunca cambia, Él siempre
quiere estar con nosotros, eso es inalterable. La pregunta es si al igual que el Cid que fue
perseverante, tenemos la perseverancia para también poder llegar a estar al lado de él.
Esteban: En una época como esta en la cual tanta gente claudica de sus principios y valores
Ezequiel.
Ezequiel: Sí. Pero es un momento para volver a reafirmar lo que creemos. Y si no, para darle
una oportunidad a esto. Le damos posibilidades a cosas tan superficiales, propuestas que
nos hacen por televisión, ofertas religiosas que vienen de otros lugares, otros países, lo que
tenemos más cerca y forma parte de nuestra identidad, como naciones, como personas que
es el cristianismo, lo relegamos a un segundo lugar por todo lo que se ha hecho
históricamente con el término cristiano y el nombre de Jesús, no nos damos cuenta que en la
Biblia y los Evangelios hay un mensaje original, distinto al que tenemos que acercarnos para
profundizar en nuestras raíces, pero también para experimentar lo que significa ser fiel a una
persona que está dispuesta a protegerme y cuidarme, no importando lo que haga ni quien
sea.
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