SURGIMIENTO Y PROLIFERACIÓN DEL SEXTING. PROBABLES CAUSAS Y CONSECUENCIAS EN ADOLESCENTES DE SECUNDARIA René Oswaldo Marrufo Manzanilla Trabajo elaborado para obtener el grado de Maestro en Investigación Educativa Tesis dirigida por Ángel Martín Aguilar Riveroll Mérida de Yucatán Marzo de 2012 iii Declaro que esta tesis es mi propio trabajo, con excepción de las citas en las que he dado crédito a sus autores; asimismo afirmo que no ha sido presentada previamente para la obtención de algún título, grado académico o equivalente René Oswaldo Marrufo Manzanilla iv Agradezco el apoyo brindado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por haberme otorgado la beca No.231686 durante el período de septiembre de 2009 a julio de 2011 para la realización de mis estudios de maestría que concluyen con esta tesis, producto final de la Maestría en Investigación Educativa de la Universidad Autónoma de Yucatán. v Dedicatoria A mis dos grandes tesoros: Claudia Oyuki Hernández Novelo (Mi amada esposa) y Oswaldo Marrufo Hernández (Mi adorado hijo) Ustedes son el motor que me impulsa a hacer todo lo que hago y lograr metas como esta. vi Agradecimiento En primer lugar le doy gracias a Dios por haberme permitido ingresar a la Facultad de Educación a realizar mis estudios de posgrado y más aún por permitirme culminar con éxito la maestría. Agradezco a mi asesor Dr. Ángel Martín Aguilar Riveroll por su entusiasmo en la orientación y apoyo permanente para la realización de esta investigación, así como a los miembros de mi comité: Mtra. Magdalena Jiménez Aldrete y Mtro. José Israel Méndez Ojeda, que con su apoyo y valiosas aportaciones hicieron posible la culminación de este trabajo. Agradezco a todos y cada uno de los maestros con quienes tomé las diversas asignaturas de la maestría a lo largo de los dos años, en particular al Mtro. Mario Martín Pavón por estar siempre al pendiente de los alumnos y por dar ese extra de su tiempo para sacarme de mis dudas y motivarme a seguir con ánimo en el trayecto final. A cada una de las instituciones educativas participantes en esta investigación, por la disposición y las facilidades otorgadas para la realización de la misma. vii Resumen El objetivo principal de este estudio fue identificar el grado de participación (envío, recepción, posesión) que adolescentes de secundaria de la ciudad de Mérida tienen en relación al manejo de mensajes de texto, imágenes o vídeos (personales) sexualmente sugerentes vía teléfono móvil o Internet, práctica conocida como sexting la cual se ha convertido en un serio problema en escuelas de Estados Unidos y otros países y que se ha venido dando paulatinamente en nuestro país. Asimismo, a través de esta investigación se pretendió determinar, desde la perspectiva de los adolescentes de secundaria, las razones por las cuales un chico o chica de su edad enviaría fotos o vídeos sexis de sí mismo; así como determinar, desde esta misma perspectiva, las probables consecuencias por participar en prácticas de sexting. La información fue recabada a través del Cuestionario sobre Tecnología y Sexualidad (CTS) el cual fue administrado a un total de 401 estudiantes de secundaria. Los resultados muestran que por lo menos uno de cada cinco estudiantes percibe que sí se están dando las prácticas de sexting. Asimismo, más de un 20% de los adolescentes encuestados participa en las acciones receptivas de sexting, hallándose que son los hombres quienes más reciben material de este tipo. La participación más alta se centra en la recepción de mensajes escritos sexualmente sugestivos con un 30.4%; por el contrario, la menor participación, con apenas un 6.2%, se encuentra en el hecho de enviar una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de uno mismo a alguien, dato que contrasta con un elevado 22.7% de estudiantes que dijo haber recibido una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de alguien. En cuanto a las razones por las cuales un adolescente, ya sea hombre o mujer, enviaría fotos o vídeos sexis de sí mismos, se coincidió en la cuestión de atraer la atención de alguien que les gusta como principal razón, aunque la diferencia está en que la proporción de mujeres que lo harían es más alta, lo cual las pone una situación de riesgo mayor. En lo concerniente a las probables consecuencias por participar en prácticas de sexting, concretamente en el envío de fotos o vídeos sexis de sí mismo, ambos géneros señalaron como las tres principales repercusiones del sexting: “podría decepcionar a mi familia y amigos” “podría arrepentirme en el futuro y no poder hacer nada al respecto” y viii “podría dañar seriamente mi reputación”; y relacionado con esto se tuvo que otra probable consecuencia altamente considerada por los adolescentes sería el hecho de recibir un castigo por parte de los padres al ser descubierto en el envío de fotos o vídeos sexis (85.3%). Se discuten los resultados obtenidos comparándolos con los de otros estudios y se hace una serie de sugerencias entre las que destaca la idea de implementar programas a través de los cuales las instituciones educativas puedan educar a los adolescentes en el uso correcto de las tecnologías de la comunicación, específicamente la telefonía móvil e Internet, así como en el manejo adecuado de las formas de expresar su sexualidad para evitar que caigan en situaciones de riesgo. ix Tabla de contenido Resumen/ vii Tabla de contenido/ ix Tablas/ xi Capítulo 1. Introducción/ 1 Antecedentes/ 3 Situaciones problemáticas/ 5 Planteamiento del problema/ 6 Objetivos/ 6 Justificación/ 7 Capítulo 2. Marco Teórico/ 9 Sexting/ 9 Algunos aspectos de la adolescencia/ 10 Pornografía infantil/ 12 Legislación/ 14 Sexi/ 18 Escenario del fenómeno sexting/ 19 Capítulo 3. Metodología/ 27 Población/ 28 Muestra/ 29 Instrumento/ 31 Análisis de los datos/ 32 Capítulo 4. Resultados/ 35 Percepción general de adolescentes sobre el sexting/ 35 Participación en actos de sexting/ 37 x Razones para la participación en actos de sexting/ 40 Consecuencias probables por participar en actos de sexting/ 45 Capítulo 5. Conclusiones y Discusión de Resultados/ 49 Recomendaciones/ 52 Referencias/ 55 Apéndice A. Cuestionario sobre Tecnología y Sexualidad/ 59 xi Tablas Tabla 1. Percepción general de adolescentes de secundaria sobre la frecuencia con que se da el fenómeno sexting/ 35 Tabla 2. Medias por escuela de la percepción general de adolescentes de secundaria sobre la frecuencia con que se da el fenómeno sexting/ 36 Tabla 3. Frecuencias y porcentajes de acciones de sexting llevadas a la práctica por adolescentes/ 37-38 Tabla 4. Razones por las cuales una chica adolescente enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí misma/ 40 Tabla 5. Razones por las cuales un chico adolescente enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí mismo/ 41 Tabla 6. Frecuencias y porcentajes por género de los calificativos para actos de sexting/ 43 Tabla 7. Consecuencias probables por participar en el envío de fotos o vídeos sexis de sí mismo según los hombres/ 45 Tabla 8. Consecuencias probables por participar en el envío de fotos o vídeos sexis de sí mismo según las mujeres/ 46 Tabla 9/ Frecuencias y porcentajes de la postura asumida por adolescentes ante las probables consecuencias por enviar mensajes, fotos o vídeos sexis/ 47 1 Capítulo 1 Introducción La era digital en la que se vive actualmente, se ha constituido vertiginosamente como un hábitat natural para los jóvenes de la generación moderna, siendo ellos el sector de la población que está más inmerso en el uso de las diferentes tecnologías de la comunicación, principalmente de Internet y del teléfono móvil. Este fenómeno se ha dado a tal grado que en diversos países se han desarrollado estudios acerca del uso y las perspectivas de los jóvenes y adolescentes ante estas tecnologías de la comunicación (Malo, Casas, Figuer y González, 2006; Subrahmanyam y Greenfield, 2008) En el caso particular del uso de teléfonos celulares por parte de los adolescentes, también se han hecho varios estudios. En algunos de ellos el abuso en el empleo de esta tecnología se ha caracterizado como una adicción y se ha considerado que aún sin llegar a ese extremo adictivo, el exceso en su uso puede producir afectaciones psicológicas, como ansiedad y depresión, así como influencias negativas en el ámbito educativo, como puede ser un bajo rendimiento académico (Jenaro, Flores, Gómez-Vela, González-Gil, y Caballo, 2007). Tales repercusiones en el ámbito educativo se han dado como resultado de la intromisión de un mal uso de los celulares a las aulas, llegando a convertirse en una distracción para los alumnos, al grado de que se las ingenian para emplearlos en clase, ya sea para ver o tomar fotos o vídeos, para escuchar música o enviar mensajes, generando un malestar grande en los profesores, quienes se la pasan luchando contra este mal hábito. Obviamente todo esto va en detrimento de la atención prestada a las lecciones que imparten los docentes y es muy probable que como consecuencia se reduzca el nivel de aprovechamiento del alumno. Hasta este punto, el uso de los celulares por parte de los adolescentes parecería ser poco dañino en sus vidas y de un aparente bajo impacto en el ámbito educativo; sin embargo, en los últimos años ha surgido una nueva problemática que ha atraído paulatinamente la atención de psicólogos, autoridades, organizaciones y profesionales del 2 ámbito educativo, en diversos países y de la cual día con día se oye más: es el llamado sexting. El sexting es un fenómeno de reciente surgimiento que consiste en el envío o recepción de imágenes o vídeos personales de índole sexual a través de celulares o Internet o algún otro medio electrónico, que está aumentando de manera alarmante (Bouceck, 2009; Koch, s.f.). El término acuñado para esta problemática es de origen anglosajón y proviene de los vocablos sex (sexo) y texting (mandar mensajes de texto), pues originalmente sólo se usaba para hacer mención al envío de mensajes de texto con contenido sexual. Sin embargo, al ir evolucionando esta práctica junto con la modernización de los celulares y la incorporación de nuevas funciones tecnológicas en los mismos, específicamente la adición de cámaras para fotos y vídeo, se incorporó también en el sexting el intercambio de fotos o vídeos con contenidos sexuales (Islas, 2009); en Puerto Rico se le ha dado la traducción al español bajo el concepto “texnudismo” (Senado de Puerto Rico, 2009). Las primeras referencias periodísticas sobre el fenómeno sexting datan del año 2005, al parecer de un artículo publicado en el diario Sunday Telegraph; reportándose posteriormente expresiones de sexting en Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, el Reino Unido y también en México (Islas, 2009). El sexting se convierte en un problema educativo porque se considera que el ámbito escolar constituye, probablemente, el lugar idóneo para llevarlo a la práctica, por ser un centro de convergencia masiva de jóvenes. Además, las noticias sobre este tema señalan como escenario principal a las escuelas. Una prueba de esto es que en algunas instituciones educativas de la Unión Americana ya se incluyó dentro del reglamento escolar un apartado que contempla la existencia del sexting dentro de los planteles escolares, tal es el caso de la Vienna High School, en Illinois que sanciona esta práctica con castigos que van desde la detención y destrucción del material, hasta la suspensión del alumno (Student Handbook 2009-2010. Vienna High School, 2009). Es de remarcar, que en nuestro contexto también se está experimentando esta situación dentro de las escuelas, hasta donde se sabe en los niveles de educación secundaria, preparatoria y superior (Diario de Yucatán, 2009), de allí el interés por llevar a 3 cabo una investigación sobre esta temática, teniendo la intención de determinar en qué grado se está dando este fenómeno. Antecedentes. El sexting se ha manifestado en varios países como: Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, el Reino Unido, Puerto Rico, México, y Argentina. Sin embargo, empezó a ser considerado como un problema serio a raíz de un tristemente sonado caso de suicidio de una alumna de preparatoria de 18 años de edad, ocurrido en los Estados Unidos, que fue víctima de una situación de este tipo. Es el caso de Jesse Logan, quien se vio envuelta en un escándalo porque en su escuela circulaba una imagen en la que aparecía desnuda en los celulares de un gran número de alumnos. Dicha foto se la había enviado al que fuera su novio un tiempo atrás, pero cuando la relación terminó, el muchacho envió la foto a otra persona y ésta a otra más, hasta que fue circulando cada vez más y más entre los compañeros de la escuela. Esta situación, aunada a las burlas y bullying de que fue objeto, el cual consiste en el acoso escolar caracterizado por maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado, le causó un grave estado depresivo que la obligó a abandonar sus estudios y posteriormente, a la desafortunada y fatal decisión de quitarse la vida (Mattey y Mattey, 2009; Rommelmann, 2009). Existe poca información acerca del sexting en lo que respecta a alguna investigación de carácter científico; asimismo, hasta el momento de elaborar este documento, no se ha encontrado un libro que trate específicamente sobre este tema. La mayor parte de la información está en páginas electrónicas de Internet, revistas y periódicos. Sin embargo, entre los artículos encontrados hay varios que tienen información relevante y de utilidad para los propósitos del presente estudio, de los cuales se habla en los párrafos siguientes. Rommelmann (2009), en un artículo publicado en la revista Reason, presenta de una manera muy particular la problemática del sexting. La autora relata las situaciones problemáticas que enfrentan dos jóvenes enamorados al involucrarse en un conflicto de este tipo, señalando que de acuerdo a las autoridades del estado donde ocurrió tal práctica es un delito considerado como pornografía infantil. 4 Por otra parte, Mattey y Mattey (2009), quienes se desempeñan como School Nurses (enfermeras escolares), destacan con su artículo Sexting: How much of a danger is it and what can school nurse do about it?, escrito en el cual, desde la perspectiva de esa profesión, hacen un análisis de la seriedad con que debe ser tomado y afrontado el sexting tanto por parte de las autoridades educativas como legislativas. También presentan una serie de consejos útiles para padres y docentes para hablar con los adolescentes sobre sexting y el mal uso de las tecnologías de la comunicación, principalmente el teléfono celular e Internet. Asimismo, Kash (2009), en su tesis para obtener el grado de Doctor en Filosofía en Educación , analiza diferentes situaciones conflictivas que pueden poner en situación de riesgo de fracaso académico a los adolescentes, contemplando dentro de ellas el fenómeno del sexting y donde señala que se requiere hacer investigaciones sobre este problema en particular. Por otra parte, refiriendo el fenómeno del sexting como problema educativo, hay que puntualizar que se han reportado casos en que las o los jóvenes involucrados en este problema son expulsados o suspendidos de sus escuelas (Teens Share Sexually Explicit Messages: Simple Rebelion or Dangerous Behavior?, 2009; Cassia Co. schools crack down on cyber-bullying, 2009) o ellos mismos se autoexcluyen para evitar las burlas. También, como ya se ha mencionado, Kash (2009), contempla el sexting como uno de varios factores que pueden conducir a los alumnos a situaciones de riesgo de fracaso académico. A fines del año 2008, una organización no gubernamental de Estados Unidos llevó a cabo una encuesta para cuantificar la proporción de adolescentes que practican el sexting. Se reportó que por lo menos 20% de los adolescentes habían enviado fotos en las que aparecían desnudos vía mensajes de celular o correo electrónico (The National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy, 2008). En ese país se han reportado casos de suicidio (Hewitt y Driscoll, 2009) y varios estados ya han iniciado o aprobado legislación al respecto (Mattey y Mattey, 2009). Esta problemática produjo eco en Puerto Rico, pues en junio de 2009 se planteó también una propuesta para legislar la práctica del sexting (Senado de Puerto Rico, 2009). 5 A diferencia de lo que está ocurriendo en los Estados Unidos, donde ya hay una preocupación seria acerca de las consecuencias negativas que puede traer este problema a los adolescentes, en México todavía no se le ha dado la importancia a los riesgos que la práctica del sexting conlleva en la vida de niños y adolescentes, lo cual se refleja en la falta de estudios sobre este tema. Por otra parte, se carece de un marco jurídico idóneo para responder a la complejidad de un fenómeno de esta naturaleza (Islas, 2009). En Yucatán, como en otras partes del país, en medios de prensa locales ya se ha tenido información sobre casos de sexting entre jóvenes y adolescentes, principalmente de alumnos de secundaria y preparatoria e incluso de nivel universitario (Diario de Yucatán, 2009). No obstante, dentro de la revisión de literatura hecha para esta investigación, no se halló un estudio formal al respecto. Situaciones Problemáticas. Una vez definido el concepto de sexting y habiendo sido expuesto que esta práctica se está convirtiendo en un problema de índole educativo en diversos países, se pueden señalar algunas situaciones problemáticas las cuales se comentan en los siguientes párrafos. El envío o recepción de fotografías o vídeos personales con contenido erótico vía celular se está dando con frecuencia entre estudiantes adolescentes (Boucek, 2009; Koch, 2009). Este fenómeno se da incluso dentro de las propias escuelas, al grado de que los mensajes llegan a ser vistos por un gran número de alumnos, pues quien los envió ya no tiene el control de cuántas personas más los recibirán o, peor aún, de que sean subidos a Internet (Boucek, 2009; Mattley, E. y Mattley, G., 2009). Se han dado casos en que los alumnos involucrados fueron suspendidos o incluso expulsados de sus escuelas (Teens Share Sexually Explicit Messages: Simple Rebelion or Dangerous Behavior?, 2009; Cassia Co. schools crack down on cyber-bullying, 2009). Por ello, en algunas instituciones educativas se están contemplando medidas disciplinarias contra el sexting dentro del reglamento escolar, para evitar llegar a estas sanciones extremas. (Student Handbook 2009-2010. Vienna High School, 2009). El sexting conduce a los alumnos a situaciones de riesgo de fracaso académico, según lo contempla Kash (2009), considerándolo como una de las diversas situaciones de fracaso escolar que existen. 6 De igual manera, se han reportado serias afectaciones psicológicas, principalmente cuadros de depresión y ansiedad (El sexting vulnera la dignidad y causa daños psicológicos: CODHEM, 2009; Hewitt y Driscoll, 2009). La exposición o divulgación de material de este tipo puede llevar a las alumnas a una situación de acoso por parte de sus compañeros o incluso de depredadores sexuales (Islas, 2009; Rommelmann, 2009). Las consecuencias más drásticas que se han registrado son: levantamiento de cargos legales por pornografía infantil, y el suicidio de la persona expuesta, tras experimentar una fuerte crisis emocional por haber sido exhibida dentro de su centro escolar (Hewitt y Driscoll, 2009; Koch, s.f.; Lithwick, 2009; Rommelmann, 2009). Como se puede notar, el sexting da lugar a muchas situaciones de riesgo para los adolescentes, incluyendo aspectos del ámbito educativo, por lo que se considera que debería tomarse con mayor seriedad y no esperar a que se presente una consecuencia fatal para intervenir. Con la presente investigación se pretende hacer conciencia al respecto, esperando que las aportaciones sean de beneficio para jóvenes y adolescentes. Planteamiento del Problema. Con base en el análisis de las situaciones problemáticas se puede establecer el problema de investigación de la siguiente manera: La proliferación del sexting se está presentando con frecuencia entre estudiantes adolescentes, particularmente en los niveles medio y medio superior. En México, debido a la falta de estudios sobre el tema, se desconoce el grado de participación que tienen los adolescentes en esta práctica, así como sus posibles causas y consecuencias. Objetivos. La investigación aquí presentada tuvo como propósito general describir la manera en que se está dando el fenómeno sexting entre los adolescentes de la ciudad de Mérida, sus posibles repercusiones, así como señalar la importancia de educar a estudiantes adolescentes de secundaria sobre el uso responsable de la tecnología, particularmente en las 7 redes sociales que se pueden presentar en Internet y telefonía móvil, para evitar que caigan en situaciones de riesgo. De allí se plantean los siguientes objetivos: Identificar el grado de participación (envío, recepción, posesión) que adolescentes de secundaria tienen en relación al manejo de imágenes o vídeos (personales) sexualmente sugestivos vía teléfono móvil o Internet. Determinar, desde la perspectiva de los adolescentes de secundaria, las razones por las cuales participan o no en el envío de imágenes o vídeos sexualmente sugestivos de sí mismos. Determinar, desde la perspectiva adolescente, las probables consecuencias por participar en prácticas de sexting. Sugerir mecanismos de acción a las instituciones educativas que puedan implementarse para educar a los adolescentes en el adecuado uso de los medios virtuales de comunicación como la telefonía móvil e Internet, para evitar que caigan en situaciones de riesgo. Justificación. La problemática del sexting está proliferando entre los adolescentes, por ello, se concuerda con varios especialistas que señalan que existe la necesidad de hacer investigaciones sobre este tema (Islas, 2009; Kash, 2009; Mattey y Mattey, 2009), pues al no haber estudios formales sobre el mismo, existe un desconocimiento del fenómeno. Como ya se dijo, en contraste con lo que ha ocurrido en los Estados Unidos y otros países, donde ya se ha tomado con seriedad las consecuencias negativas provocadas por el sexting en los adolescentes, pues además de legislar al respecto ya se ha trabajado en otros ámbitos para combatirlo (Mattey y Mattey, 2009), en México todavía no se ha prestado atención a este problema, así como tampoco ha sido contemplada la manera de abordarlo en las leyes mexicanas (Islas, 2009). Sobre la base de los elementos aportados, se considera que hacer una investigación formal sobre la problemática del sexting tiene relevancia debido a la falta de estudios al respecto. Por otra parte, se tendría un beneficio dentro del contexto de la sociedad de Yucatán dado que también aquí se han reportado casos de sexting: medios de prensa locales publicaron, en meses recientes, varias notas de casos de sexting cometidos por estudiantes, 8 los cuales se registraron en municipios como: Mérida, Ticul, Tekax, Progreso y Tizimín (Diario de Yucatán, 2009). Los jóvenes que llevan a cabo esta práctica en nuestro medio, también se ponen en una situación de riesgo de problemas psicológicos, sexuales y, por supuesto, de índole educativa. 9 Capítulo 2 Marco teórico En el presente capítulo se presentan algunas definiciones del término sexting con la intención de clarificar en qué consiste propiamente este fenómeno, así como la definición del concepto de pornografía infantil que, desde el punto de vista legal, está estrechamente ligado a esta problemática. De lo anterior surge la necesidad de hacer una revisión de cuál es la situación en la que se encuentra la legislación en asuntos relacionados con el sexting. Asimismo, se abordan algunos aspectos de de la adolescencia con la finalidad de entender por qué se escogió a estudiantes de educación secundaria para el desarrollo del estudio. De igual manera, se señala a qué se hace referencia con los términos en los que se usa el vocablo sexi en el instrumento utilizado para la recolección de datos. También se registran las aportaciones de varios autores, ya sea de artículos de prensa, de México o del extranjero, o de artículos de revistas de divulgación o de carácter científico, entre otras fuentes, sobre la manera en que se está presentando el sexting, las probables causas o repercusiones que podría tener en la vida de jóvenes o adolescentes y la importancia de prestar atención y combatir de manera oportuna al problema. Sexting. La definición del concepto sexting adoptada para propósitos de este estudio, la cual señala que consiste en el envío o recepción de imágenes o vídeos personales de índole sexual a través de celulares o Internet o algún otro medio electrónico, es sólo una de entre varias que existen, de hecho todavía no se llega a un consenso acerca del mismo. Incluso en 2009 este vocablo contendió a ser la palabra del año a ser agregada en el diccionario New Oxford American Dictionary, pero finalmente el término ganador fue otro y por lo tanto no fue incluido, al menos en la edición de dicho año. En la definición que aquí se presenta se reúnen varios elementos que consideran diferentes autores, como podemos ver a continuación. Algunas definiciones traducidas del inglés señalan que el sexting consiste en: el envío y recepción de fotos y vídeo sexualmente explícitos a través del celular (Sexting the 10 result of porno-drenched society, 2009); el envío de mensajes a través del celular de fotos sexualmente explícitas, frecuentemente de sí mismos, por parte de adolescentes (To deal with "sexting" XXXtra discretion is advised, 2009); el acto de enviar imágenes o mensajes sexualmente explícitos entre celulares (Sexting, 2009); la transmisión de fotos desnudas o semi-desnudas vía teléfono celular (Hewitt y Driscoll, 2009), el acto de enviar, recibir o reenviar fotos desnudas o mensajes sexualmente sugerentes vía teléfono celular (Mattey y Mattey, 2009). Hernández (2009), señala que el término sexting equivaldría en español a “sexteando” y lo define como un fenómeno que “consiste en hacerse fotografías o vídeos con teléfono celular o cámara, semi o totalmente desnudos (as), en poses atrayentes, para enviarlas (o efear) por mensaje de texto o correo electrónico a contactos personales.” El diputado Alzamora, en su propuesta de “Ley contra el texnudismo” en el Senado de Puerto Rico (2009), señala que: “texnudismo” significa la práctica de una persona menor de 18 años que produce fotografías suyas en estado de desnudez y las envía, intercambia o distribuye por correo electrónico o por comunicación celular a otra persona menor de 18 años o de cualquier edad [sic] que produce fotografías en estado de desnudez de otra persona menor de edad y las envía, intercambia o distribuye por correo electrónico o por comunicación celular a otra persona menor de 18 años o de cualquier edad (p. 4). Como ya se dijo, la definición de sexting que se ha adoptado en la presente investigación integra elementos de las diversas definiciones expuestas en los párrafos anteriores y con la intención de tener un concepto más delimitado pone mayor énfasis en las fotos y vídeos, y no tanto en los mensajes escritos. Algunos aspectos de la adolescencia. La adolescencia, comprendida entre la infancia y la madurez, es una de las etapas más críticas en el desarrollo del ser humano pues además de la serie de impactantes cambios físicos, psíquicos, cognoscitivos y sociales que en ella ocurren, es el momento previo a la adopción de las responsabilidades propias de los adultos, lo cual implica la 11 definición o descubrimiento de la identidad respondiendo a la pregunta ¿quién soy? (Pick, et al, 1997; Feldman, 2007) De acuerdo con Erickson (citado por Feldman, 2007), los adolescentes que tienen dificultades por encontrar una identidad apropiada pueden tomar un camino incorrecto y asumir roles que son socialmente inaceptables con la intención de expresar lo que no quieren ser o simplemente por la presión social de los coetáneos. Uno de los rasgos en los cambios del adolescente que tienen mayor influencia en su conducta es el que se refiere a su desarrollo cognoscitivo, el cual, desde la perspectiva piagetiana, se caracteriza por ser el momento en el que el individuo posee la habilidad para pensar de manera abstracta en la llamada etapa de las operaciones formales, y que es capaz de usar un razonamiento formal y emplear el pensamiento lógico. Al usar estas dos herramientas cognoscitivas, el adolescente experimenta un giro en su vida cotidiana, pues ahora es capaz de cuestionar las reglas que anteriormente seguían sin poner objeciones, de modo que esas habilidades de razonamiento abstracto le permiten cuestionar a sus padres u otras figuras de autoridad (Craig y Baucum, 2001; Feldman, 2007). El adolescente experimenta además un conjunto de inestabilidades que implican transformaciones, tanto dentro de su familia, en lo que respecta a las relaciones que establece con sus miembros, como para él mismo, principalmente en lo que se refiere al aspecto corporal, la autoestima y la seguridad en sí mismo. Asimismo, es común encontrar que el adolescente adopta modelos que tiene una alta valoración social e intenta adecuarse a ellos; el papel de los medios de comunicación, en este sentido, tiene fuerte incidencia. Por lo tanto, la condición de adolescencia implica un mayor grado de vulnerabilidad, por lo que se es más susceptible a influencias del medio y a las presiones sociales (Meece, 2000). Craig (2001) hace alusión a esa vulnerabilidad de los adolescentes, enfocándose a la influencia de los medios masivos de comunicación, pudiéndose transpolar a la influencia del uso del celular e Internet, señalando: “Al parecer los adolescentes, con el rápido desarrollo de sus capacidades físicas y cognoscitivas, son particularmente vulnerables al papel de consumidores pasivos de estos medios (…) Tal vez modelen su conducta con base en los hechos trillados o 12 extraños que ven en los medios (…) Es interminable la lista de influjos potencialmente nocivos a que están expuestos” (p. 347). Sin embargo, los adolescentes, opuestamente, se creen invulnerables a las cosas negativas de acuerdo al concepto de la fábula personal que se refiere a la idea de que las experiencias propias son únicas, de que lo que se vive es excepcional y nadie más lo comparte. Lo cual los lleva a la creencia de que son inmunes a los riesgos o perjuicios que experimentan otros, de que las cosas malas sólo les pasan a otro tipo de personas, pero nunca a ellos (Craig, 2001; Feldman, 2007). Asimismo, la serie de cambios hormonales que vive el púber no se limitan a la maduración de los órganos sexuales sino que generan un nuevo rango de sentimientos frente al aspecto de la sexualidad; por ello, es común que ciertas conductas sexuales o los pensamientos acerca del sexo suelan constituirse en las principales preocupaciones de los adolescentes (Kelly, 2001; Ponton, 2001 citados por Feldman,2007). En otras palabras, el adolescente experimenta “un cúmulo de sensaciones sexuales, de dimensiones que desconoce. Todo este proceso se da en el contexto de una sociedad que presiona para reproducir los patrones de vida vigentes, frente a los que el adolescente tendrá que asumir una posición” (Pick, et al, 1997). Dada la naturaleza de estas características muy particulares de los adolescentes y a que, de acuerdo a la literatura revisada, la mayoría de los reportes sobre sexting señalan que éste se da principalmente entre adolescentes estudiantes, confirmado que es una etapa en la que se corren riesgos, se decidió realizar la presente investigación en este grupo de la población. Pornografía infantil. El fenómeno del sexting tiene una fuerte vinculación con el problema de la pornografía infantil, por ello es importante presentar algunos apuntes y consideraciones de la misma con la intención de tener una perspectiva más amplia de este concepto. El término pornografía es algo ambiguo y difícil de delimitar. Por ejemplo, según la Enciclopedia del Sexo y de la Educación Sexual (1996), la pornografía: “Consiste en un material evidentemente (descaradamente) sexual, material que solo [sic] se refiere al asunto 13 carnal, genital del aspecto fornicatorio, con ausencia casi total de las facetas sentimentales, afectivas o de relaciones interpersonales de la sexualidad humana…” (p. 663). Por ello, para fines de esta investigación es importante clarificar a qué se está haciendo referencia cuando se habla de pornografía infantil al relacionarla con el sexting. Antes de dar una definición de pornografía infantil se considera importante presentar la siguiente información que deja ver la magnitud del problema en México, y por consiguiente el riesgo al que se pueden exponer los adolescentes o jóvenes que practican el sexting. De acuerdo con información presentada en el Informe global de monitoreo de las acciones en contra de la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes (2006), emitido por el organismo llamado End child prostitution, child pornography and trafficking of children for sexual purposes (ECPAT), subdivisión México, que es la representación local de la Red Internacional ECPAT, asociación no gubernamental que tiene presencia en más de 70 países y cuenta con un estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas: Las estadísticas de la PFP (Policía Federal Preventiva) de México, señalan que la explotación sexual de niños/as y adolescentes a través de Internet ocupa el tercer lugar en la lista de delitos cibernéticos, sólo antecedida por los fraudes y las amenazas. Además, afirma que los sitios en la red incrementan a ritmos acelerados. Mientras en enero de 2004 se registraron 72 mil 100 sitios de pornografía sexual de menores de edad, a inicios del 2006 ya existían más de 100 mil sitios. Además, México es considerado segundo país a nivel mundial con mayor producción de pornografía infantil (p. 13). Es importante señalar que la Organización de las Naciones Unidas define como niños a los menores de 18 años de edad, a menos que las leyes de determinado país establezcan antes la mayoría de edad. De acuerdo con un protocolo de la Oficina del alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (2002), en el cual se señala que los niños tienen derecho a la protección contra la explotación y la realización de acciones que puedan ser peligrosas o que puedan entorpecer su educación o afectar su salud o desarrollo físico, mental, espiritual o social, se entiende por pornografía infantil: “toda 14 representación, por cualquier medio, de un niño dedicado a actividades sexuales explícitas, reales o simuladas, o toda representación de las partes genitales de un niño con fines primordialmente sexuales”. Legislación. En cuanto a la manera en que las leyes mexicanas abordan situaciones relacionadas con el sexting y la pornografía infantil se tiene que en el Código Penal Federal (2009) se trata el tema de la pornografía infantil sin emplear explícitamente tal concepto, señalándola como “pornografía de personas menores de dieciocho años de edad” como se puede notar en los artículos 202 y 202 bis: Artículo 202.- Comete el delito de pornografía de personas menores de dieciocho años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo, quien procure, obligue, facilite o induzca, por cualquier medio, a una o varias de estas personas a realizar actos sexuales o de exhibicionismo corporal con fines lascivos o sexuales, reales o simulados, con el objeto de vídeo grabarlos, fotografiarlos, filmarlos, exhibirlos o describirlos a través de anuncios impresos, transmisión de archivos de datos en red pública o privada de telecomunicaciones, sistemas de cómputo, electrónicos o sucedáneos. Al autor de este delito se le impondrá pena de siete a doce años de prisión y de ochocientos a dos mil días multa. A quien fije, imprima, vídeo grabe, fotografíe, filme o describa actos de exhibicionismo corporal o lascivos o sexuales, reales o simulados, en que participen una o varias personas menores de dieciocho años de edad o una o varias personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o una o varias personas que no tienen capacidad para resistirlo, se le impondrá la pena de siete a doce años de prisión y de ochocientos a dos mil días multa, así como el decomiso de los objetos, instrumentos y productos del delito. La misma pena se impondrá a quien reproduzca, almacene, distribuya, venda, compre, arriende, exponga, publicite, transmita, importe o exporte el material a que se refieren los párrafos anteriores. 15 Artículo 202 BIS.- Quien almacene, compre, arriende, el material a que se refieren los párrafos anteriores, sin fines de comercialización o distribución se le impondrán de uno a cinco años de prisión y de cien a quinientos días multa. Asimismo, estará sujeto a tratamiento psiquiátrico especializado (p. 48). Por otra parte, dentro del contexto local, el Código Penal del Estado de Yucatán (2000), que actualmente rige a este estado, contiene lo siguientes artículos relacionados con la problemática del sexting, en los cuales se contemplan los delitos de corrupción de menores y pornografía infantil: Artículo 208. Comete el delito de corrupción de menores, e incapaces, el que induzca, procure, facilite u obligue a un menor de dieciséis años de edad o a quien no tenga capacidad para comprender el significado del hecho, a realizar actos de exhibicionismo corporal, lascivos, sexuales, prostitución, ebriedad, consumo de narcóticos, prácticas sexuales o a cometer hechos delictuosos. Al autor de este delito se le aplicarán de cinco a diez años de prisión y de cien a quinientos díasmulta. (…) Artículo 211. Al que procure o facilite por cualquier medio que uno o más menores de dieciséis años, con o sin su consentimiento, los obligue o induzca a realizar actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales, con objeto y fin de videograbarlos, fotografiarlos o exhibirlos mediante anuncios impresos o electrónicos, con o sin el fin de obtener un lucro, se le impondrán de cinco a diez años de prisión y de cuatrocientos a quinientos días-multa. Al que fije, grabe o imprima actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales en que participen uno o más menores de dieciséis años, se le impondrá la pena de diez a catorce años de prisión y de cuatrocientos a quinientos días-multa. La misma pena se impondrá a quien con fines de lucro o sin él, elabore, reproduzca, venda, arriende, exponga, publicite o transmita el material a que se refieren las acciones anteriores. Se impondrá prisión de ocho a dieciséis años y de cuatrocientos cincuenta a quinientos días-multa, así como el decomiso de los objetos, instrumentos y productos del delito, a quien por sí o a través de terceros, dirija, administre o 16 supervise cualquier tipo de asociación delictuosa con el propósito de que se realicen las conductas previstas en los dos párrafos anteriores con menores de dieciséis años. Para los efectos de este artículo se entiende por pornografía infantil, la representación sexualmente explícita de imágenes de menores de dieciséis años (pp. 32, 33). Los artículos legislativos expuestos anteriormente son aplicables a mayores de 18 años de edad, pero son tomados como referentes al aplicar las leyes para adolescentes, considerándolos como personas de entre 12 años cumplidos y menores de 18 años de edad, que existen en nuestro país y cuyos artículos relacionados con la temática aquí abordada se comentan a continuación. En el ámbito federal se encuentra vigente la Ley Federal para el Tratamiento de Menores Infractores, para el Distrito Federal en materia común y para toda la República en materia federal (2003), que tiene por objeto reglamentar la función del Estado en la protección de los derechos de los menores, así como en la adaptación social de aquéllos cuya conducta se encuentra tipificada en las leyes penales federales, en la cual se señala al Consejo de Menores como el órgano administrativo que tiene a su cargo la aplicación de las disposiciones de dicha Ley, como se puede ver en el párrafo uno del artículo sexto: Artículo 6º.-El Consejo de Menores es competente para conocer de la conducta de las personas mayores de 11 y menores de 18 años de edad, tipificada por las leyes penales señaladas en el artículo 1o. de esta Ley. Los menores de 11 años, serán sujetos de asistencia social por parte de las instituciones de los sectores público, social y privado que se ocupen de esta materia, las cuales se constituirán, en este aspecto, como auxiliares del Consejo (p. 2). Asimismo, en cuanto a las sanciones o medidas aplicables a adolescentes esta ley señala, sin entrar en detalle de las mismas ni de las infracciones que pudieran considerarse como graves, lo siguiente: Artículo 88.- El Consejo, a través de los órganos competentes, deberá determinar en cada caso, las medidas de orientación, de protección y de tratamiento externo e 17 interno previstas en esta ley, que fueren necesarias para encauzar dentro de la normatividad la conducta del menor y lograr su adaptación social. Los consejeros unitarios ordenarán la aplicación conjunta o separada de las medidas de orientación, de protección y de tratamiento externo e interno, tomando en consideración la gravedad de la infracción y las circunstancias personales del menor, con base en el dictamen técnico respectivo (p. 23). Cabe señalar que adicionalmente a esta ley, al momento de redactar este documento, se ha aprobado por la Cámara de Senadores, pero aún no se ha publicado en el Diario Oficial de la Federación, la Ley Federal de Justicia para Adolescentes (2010), la cual señala como sujetos de la misma a adolescentes, definiéndolos como “personas de entre doce años cumplidos y menos de dieciocho años de edad a quienes se les atribuya o compruebe la realización de una o varias conductas tipificadas como delito”. Algunas cuestiones a destacar de esta nueva ley son: el señalamiento expreso en su Artículo 13 de que “Los adolescentes podrán ser responsables por infringir la ley penal federal y demás legislación que contemple delitos que sean competencia de las autoridades federales, en los casos y términos que se establecen en esta Ley”. Por otra parte, en el Artículo 78 se estipula que “La decisión sobre la medida que debe ser impuesta tendrá relación directa con los daños causados, el grado de participación del adolescente en los hechos y los fines señalados en el primer párrafo de este artículo”. Tales medidas están clasificadas en Medidas de Orientación y Protección y Medidas de Internamiento, las últimas de las cuales son las más graves y sólo podrán aplicarse a adolescentes en una edad de entre catorce años cumplidos y dieciocho años no cumplidos; siempre que se trate de alguna de las conductas graves tipificadas como delito enlistadas en la misma ley, entre las cuales no se contempla la pornografía infantil. En lo que respecta al ámbito local, se encuentra vigente la Ley de Justicia para Adolescentes del Estado de Yucatán (2006) que tiene entre uno de sus objetivos “determinar, aplicar y supervisar las medidas impuestas al adolescente que sea declarado responsable de una conducta tipificada como delito en las normas penales del Estado”, entendiendo como adolescente a la persona que tenga entre doce años cumplidos y menos de dieciocho años de edad y en la cual se señala al Centro Especializado en la Aplicación 18 de Medidas para Adolescentes (CEAMA), como la unidad administrativa facultada para ejecutar las medidas que se impongan al adolescente. Las sanciones o medidas aplicables a adolescentes infractores en Yucatán son similares a las estipuladas en la Ley Federal de Justicia para Adolescentes, y están clasificadas en Medidas de Orientación, Medidas de Protección y Medidas de Tratamiento, estas últimas podrán aplicarse en las modalidades interna o externa. Destaca el hecho de que en esta legislación estatal sí se considera como conducta grave la pornografía infantil, prevista en el artículo 211 del Código Penal del Estado de Yucatán que se comentó anteriormente, y de lo cual se puede inferir que la medida a que se haría acreedor un adolescente que fuera denunciado por sexting, que se puede tipificar como pornografía infantil, sería más severa pudiendo incluir la privación de la libertad cuando se tratare de adolescentes de 14 años en adelante. Como se puede notar la legislación vigente en México no es la ideal para combatir la práctica del sexting pues resulta ambigua, ya que si se aplicara estrictamente podría considerarse esta práctica como un delito de pornografía infantil llevando a diversas sanciones, que pudieran incluir la privación de la libertad particularmente en Yucatán, a los adolescentes o jóvenes que se vieran involucrados en ella. Esto es precisamente lo que ha ocurrido en varios estados de la Unión Americana, como se verá más adelante, lo cual ha motivado debates sobre la necesidad de modificar las leyes para no culpar bajo el cargo de pornografía infantil al gran número de adolescentes y jóvenes que han caído en la práctica del sexting, sino aplicarles sanciones menos drásticas que sirvan de correctivo, pero que no se conviertan en estigmas para toda la vida. Sexi. Según el diccionario Collins English Dictionary and Thesaurus (s.f.), se entiende por sexi algo que provoca o tiene la intención de provocar interés sexual. Por su parte, el Nuevo Diccionario Enciclopédico Espasa (1998), presenta la siguiente definición: se dice de la persona que tiene gran atractivo físico y de las cosas con carácter erótico. Sin embargo, para una mejor comprensión de los términos empleados en el estudio, y 19 particularmente en el instrumento empleado para la recolección de datos sobre el fenómeno sexting, se considera pertinente delimitar los siguientes conceptos: Mensajes sexis.- Se refiere a mensajes escritos sexualmente sugestivos en teléfono celular o en correo electrónico. Fotos o vídeos sexis.- Se refiere a fotos o vídeos personales, tomados vía teléfono celular o cámara digital, que son sexualmente sugestivos conteniendo imágenes de semi-desnudos o desnudos de uno mismo, sin referirse a fotos o vídeos atrevidos de modelos o artistas, ni a material pornográfico explícito. Sexualmente sugestivo.- Se refiere a lo que tiene cierta influencia en una persona insinuando o provocando un interés o atracción sexual. Escenario del fenómeno sexting. El fenómeno sexting se considera un problema educativo porque es en el ámbito escolar donde los adolescentes y jóvenes tienen los espacios propicios para entablar relaciones con sus grupos de pares y posteriormente llevarlo a la práctica. Además, es precisamente de las escuelas donde surgen con mayor frecuencia noticias sobre este tema. El país donde se ha prestado mayor atención a esta problemática es Estados Unidos de América, dada la proliferación del fenómeno a lo largo y ancho de su territorio, de acuerdo a la información proporcionada por diversos medios de prensa e incluso algunos estudios realizados por organizaciones no gubernamentales. Según la revista State Legilatures en los últimos meses se han registrado cientos de historias sobre adolescentes, principalmente estudiantes, que participaron en incidentes de sexting. Oficiales de las escuelas e incluso la policía ha investigado docenas de casos y, por lo menos en seis estados de la Unión Americana, los legisladores analizan cómo aplicar las leyes ante este problema, que actualmente se considera como pornografía infantil (The vexing issue of "sexting", 2009). La atención hacia esta problemática se dio a raíz del suicidio de una joven estudiante en los Estados Unidos, pero a pesar de esa tragedia la tendencia sigue en aumento y es un asunto serio que tiene pocas probabilidades de desaparecer sin la intervención de la educación por parte de los padres y las escuelas (Mattey y Mattey, 2009). 20 A pesar de las múltiples repercusiones negativas que conlleva la práctica del sexting, hasta el día de hoy, existen pocos estudios al respecto. El primer estudio formal, pero aún sin carácter netamente científico, sobre el sexting fue realizado por una asociación no gubernamental de los Estados Unidos llamada The National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy, donde se hizo una cuantificación de la proporción de adolescentes y adultos jóvenes que envían imágenes o mensajes sexualmente sugerentes con la finalidad de entender la relación entre sexo y ciberespacio con respecto a las actitudes y la conducta. Se llevó a cabo una encuesta “en línea” por la empresa TRU, líder en investigación sobre adolescentes, la cual se aplicó en el año 2008 a un total de 1280 individuos de entre 13 y 26 años de edad, de los cuales 653 son adolescentes de 13 a 19 años y 627 son adultos jóvenes de 20 a 26 años (The National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy, 2008). Los resultados globales respecto al envío de fotos o vídeos de desnudos o semidesnudos, por parte de adolescentes, arrojan que: un total de 20 % de adolescentes lo ha hecho, de los cuales 22% son mujeres y 18 %, varones, y 11 % adolescentes de temprana edad (de entre 13 y 16 años). Algunos resultados más específicos obtenidos en ese estudio son: 1 de cada 5 chicas adolescentes (22 %) – y 11% de entre 13 y 16 años – dijeron que habían enviado o colocado en línea, imágenes desnudas o semidesnudas de sí mismas. Estas imágenes también están siendo reenviadas: un tercio (33 %) de adolescentes varones y un cuarto (25 %) de chicas adolescentes dijeron que habían obtenido imágenes desnudas o semidesnudas, que originalmente eran dirigidas para otra persona, con un supuesto carácter privado. No sólo las muchachas comparten contenido sexualmente explícito. Casi 1 de cada 5 adolescentes varones (18 %) dijeron que habían enviado imágenes sexuales de sí mismos. Entre las razones que tuvieron las chicas adolescentes para enviar contenidos sexualmente sugerentes están: “por diversión o para coquetear” (66 %), fue un “regalo sexy” para el novio (52 %), “fue una broma” (40 %). Aunque casi una tercera parte de los adolescentes (75 %) dijo que enviar contenido sexualmente sugerente “puede traer serias consecuencias negativas”, 21 cerca de un cuarto (19 %), dijo que enviar contenido de ese tipo “no es la gran cosa”. Aunque los resultados de esta encuesta contienen datos reveladores sobre la problemática del sexting y resultan ser muy interesantes, hay que señalar que la metodología empleada carece de algunas características para darle validez científica, por lo que debe ser tomada como un inicio de futuras investigaciones. Otro estudio llevado a cabo en los Estados Unidos es el llamado Teen online & wireless Safety Survey, Cyberbullying, Sexting and Parental Controls (2009), realizado en el mes de abril de citado año, por la empresa Cox Communications, la cual es una de las principales compañías dedicadas a las telecomunicaciones en ese país y que tiene como uno de sus compromisos promover la educación en el área de protección y seguridad para los adolescentes. Este estudio consistió en una encuesta aplicada precisamente a adolescentes de entre 13 y 18 años de edad, teniendo como uno de sus objetivos el de examinar su conducta en el uso de Internet y el teléfono celular, principalmente en lo que respecta al envío de mensajes por celular o correos electrónicos sexualmente sugestivos. Algunos de los resultados de esta encuesta, la cual se realizó “en línea”, son presentados a continuación. Aproximadamente uno de cada cinco adolescentes se ha visto involucrado en sexting, ya sea enviando, recibiendo, o distribuyendo mensajes vía celular o correo electrónico con contenido sexualmente sugestivo, con desnudos o semidesnudos. Asimismo, más de una tercera parte de ellos dijo que sabía de algún amigo que había enviado este tipo de mensajes. La mayoría de los adolescentes que participan en esta práctica señalan que estos mensajes son más comúnmente enviados a novios porque éstos se los solicitaron o simplemente por diversión; sin embargo, un dato más alarmante es que uno de cada diez dijo haber enviado material de este tipo incluso a gente que no conocía. Por otra parte, en este estudio se hizo un análisis acerca de las actitudes asumidas por los adolescentes partícipes de esta práctica. La mayoría de los adolescentes piensa que enviar imágenes o vídeos de contenido sexual de alguien menor de 18 años está mal; incluso la mitad de los involucrados en casos de sexting concuerda en que es algo malo, siendo el caso que un 80% de los involucrados resulto ser menor de edad. Además, siete de 22 cada diez individuos de este último grupo piensan que la gente de su edad es demasiado joven para estar participando en esta práctica, pero cerca de la mitad piensa que ya tienen la suficiente edad como para decidir por sí mimos si lo hacen o no. Otros datos importantes de este estudio señalan que: casi todos los adolescentes, incluyendo a los partícipes de este fenómeno, piensan que el sexting es algo peligroso. Solamente un pequeño porcentaje de adolescentes que practican el sexting han sido sorprendidos en el acto. Cerca de la mitad de los adolescentes concuerdan en que los adultos sobrereaccionan ante el sexting, pero también concuerdan en que cuando alguien es atrapado en tal práctica pueden existir serias consecuencias legales. Con este estudio de Cox Communications se enriqueció un poco más la panorámica del fenómeno sexting, trayendo a la luz las percepciones de los adolescentes ante el mismo y creando más preocupación por el grado de participación y las actitudes reflejadas ante este problema. Asimismo, en el estudio llamado Teens and sexting llevado a cabo por Lenhart (2009), también en los Estados Unidos y teniendo representatividad nacional, bajo el auspicio de la organización Pew Research Center’s Internet & American Life Project, se reportó la siguiente información: 4% de los adolescentes, de edades de entre 12 y 17 años, que poseen un teléfono celular, dijeron haber enviado imágenes sexualmente sugestivas con desnudos o semidesnudos de sí mismos a alguien a través de un mensaje vía celular. Un 15% de esa misma población dijo que habían recibido imágenes sexualmente sugestivas con desnudos o semidesnudos de alguien que conocen, vía mensaje en el celular. Los adolescentes mayores son más propensos a enviar y recibir este tipo de imágenes; un 8% de chicos de 17 años que tienen teléfono celular ha enviado una imagen sexualmente provocativa y un 30% ha recibido una imagen con desnudo o semidesnudo en su teléfono. Los púberes que pagan por sí mismos los gastos de su teléfono celular son más propensos a enviar este tipo de material: 17% de los adolescentes con esta característica participan en el envío de material sexual a través de mensajes; mientras que sólo el 3% de quienes no pagan, o sólo pagan una porción, de los gastos del celular han enviado imágenes de este tipo. 23 Un análisis realizado a través de focus groups, dentro de este último estudio, reveló que existen tres escenarios principales para la práctica del sexting: 1) intercambio de imágenes únicamente entre dos compañeros de romance; 2) intercambio entre compañeros de romance, pero que son compartidos con otros fuera de la relación y 3) intercambio entre personas que todavía no han entablado una relación, pero en donde hay al menos uno interesado en que así fuera. Un estudio más reciente que arroja información sobre el fenómeno sexting es una investigación a gran escala, cofinanciada por la Unión Europea y llevada a cabo durante la primavera-verano de 2010, llamada “Risks and safety on the internet. The perspective of European children”(Riesgos y seguridad en Internet. La perspectiva de los niños europeos), la cual consistió en una gran encuesta aplicada en 25 países de la Unión Europea (entre ellos Francia, España, Italia, Alemania, Reino Unido, y España), dirigida a 25,142 niños de 9 a 16 años y a uno de sus padres con el fin de mejorar el conocimiento acerca de las prácticas de riesgo y seguridad en el uso de internet por parte de los niños europeos, incluyendo entre tales riesgos el sexting. El estudio señala como resultados en este rubro lo siguiente: 15 % de los encuestados, de entre 11 y 16 años, dijo haber recibido mensajes o imágenes con contenido sexual a través de Internet y 3 % de ellos señaló que había enviado o publicado vía Internet material de este tipo. Un dato interesante de esta investigación es la información extraída de los padres en cuyas respuestas reflejaron no estar conscientes de la participación de sus hijos en tales prácticas, por ejemplo 52% de los padres cuyos hijos dijeron haber recibido un mensaje con contenido sexual señalaron que sus hijos nunca habían recibido este tipo de mensajes (Livingstone, S., Haddon, L., Gӧrzig, A. y Ólafsson , K., 2011). Con toda la información presentada en estos estudios se puede ver claramente que el sexting es un fenómeno que ciertamente está proliferando en la vida de los adolescentes y que, precisamente debido a ello y a las problemáticas legales que involucra, ha despertado el interés de distintos sectores de la sociedad. En relación con los peligros del sexting se encuentran los riesgos que el mal uso de Internet y las tecnologías de la comunicación pueden traer a niños y adolescentes. Por ello en varios países de América Latina, y otras regiones, se están buscando mecanismos para 24 garantizar la seguridad de este sector vulnerable de la población. Bajo esta perspectiva, en julio de 2009 en el Seminario llamado Derechos, Adolescentes y Redes Sociales en Internet, que fue realizado en Montevideo, Uruguay, se elaboró un documento al que se llamó Memorándum sobre la protección de datos personales y la vida privada en las redes sociales en Internet en particular de niños niñas y adolescentes (mejor conocido como Memorándum de Montevideo), el cual fue presentado en México en diciembre de ese mismo año (Memorándum de Montevideo, 2009). El Memorándum de Montevideo (2009) señala, en cuanto a los riesgos que conllevan las tecnologías de la comunicación para niños y adolescentes, lo siguiente: Los niños, niñas y adolescentes tienen cada vez mayor acceso a los distintos sistemas de comunicación, que les permiten obtener todos los beneficios que ellos representan, pero esta situación también ha llevado al límite el balance entre el ejercicio de los derechos fundamentales y los riesgos —para la vida privada, el honor, buen nombre, y la intimidad, entre otros— que, así como los abusos de los cuales pueden ser víctimas —como discriminación, explotación sexual, pornografía, entre otros— pueden tener un impacto negativo en su desarrollo integral y vida adulta (p. 1). Por otra parte, en dicho Memorándum de Montevideo se presentan una serie de recomendaciones para los Estados y entidades educativas en cuanto a la prevención y educación de niñas, niños y adolescentes, entre las que destacan, para efectos de este estudio, las siguientes: Los Estados y las entidades educativas deben tener en cuenta el rol de los progenitores, o cualquier otra persona que tenga bajo su responsabilidad el cuidado de las niñas, niños y adolescentes, en la formación personal de ellos, que incluye el uso responsable y seguro del Internet y las redes sociales digitales. Es tarea del Estado y las entidades educativas proveer información y fortalecer capacidades de los progenitores y personas responsables, sobre los eventuales riesgos a los que se enfrentan las niñas, niños y adolescentes en los ambientes digitales. Los niños, niñas y adolescentes deben conocer que la distribución de contenidos prohibidos por la regulación local y regional (en especial la pornografía infantil), el 25 acoso (en especial el acoso sexual), la discriminación, la promoción del odio racial, la difamación, la violencia, entre otros, son ilegales en Internet y en las redes sociales digitales y están penados por la ley. Se debe promover una política educativa —expresada en términos acordes a la edad de las niñas, niños y adolescentes — que incluya una estrategia informativa y formativa que los ayude a gestionar las potencialidades y los riesgos derivados de la Sociedad de la Información y el conocimiento, en especial del uso de Internet y de las redes sociales digitales. Se recomienda enfáticamente la promoción de una sostenida y completa educación sobre la sociedad de la Información y el Conocimiento, en especial para el uso responsable y seguro del Internet y las redes sociales digitales, (…) Los docentes deben ser capacitados para facilitar la discusión y poner en contexto las ventajas y los riesgos de la Sociedad de la Información y el conocimiento, y en especial de Internet y las redes sociales digitales; pudiendo contar para ello con el apoyo de las autoridades de protección de los datos personales o de todas aquellas organizaciones que trabajen en este tema en los diferentes países (pp.3-5). Como se puede ver, entre las recomendaciones aquí presentadas, las cuales se plantean junto con muchas más en este interesante memorándum de relevancia internacional, destacan: el señalamiento sobre la importancia de la intervención oportuna tanto del Estado como de las instituciones educativas para el combate de los peligros que conllevan el mal uso de Internet y las redes sociales, pudiendo considerar entre éstas el intercambio de información vía teléfono celular; así como el señalamiento expreso de la necesidad de la educación en este rubro, lo cual requiere a su vez la capacitación de los docentes para poder afrontar adecuadamente esta problemática, constituyéndose en retos para las naciones que asuman estos compromisos. 26 27 Capítulo 3 Metodología En virtud de los objetivos de estudio, la presente investigación se planteó bajo un enfoque cuantitativo. Asimismo, ésta se desarrolló a través de un método no experimental y con un diseño transversal, así como a modo de un estudio de tipo exploratorio y descriptivo. En primer lugar, el estudio se establece bajo el método no experimental con fundamento en la definición propuesta por Kerlinger y Lee (2005): “La investigación no experimental es la búsqueda empírica y sistemática en que la que el científico no posee control directo sobre las variables independientes, debido a que sus manifestaciones ya han ocurrido o a que son inherentemente no manipulables” (p. 504). Por otra parte, el señalamiento de que la presente investigación se apega a un diseño transversal, es con base a lo expresado por Coolican (2005) en la siguiente afirmación: “Un estudio transversal compara muestras que se obtienen de diferentes subgrupos distinguibles de una población (…) y comparándolos al mismo momento” (p.138). En cuanto al aspecto exploratorio del estudio, éste se plantea con base en el señalamiento del propósito que caracteriza a un estudio de este tipo, de acuerdo con lo sustentado por Hernández, Fernández y Baptista (2006) quienes establecen que: Los estudios exploratorios se realizan cuando el objetivo es examinar un tema o problema de investigación poco estudiado, del cual se tienen muchas dudas o no se ha abordado antes. Es decir, cuando la revisión de la literatura reveló que tan sólo hay guías no investigadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de estudio, o bien, si deseamos indagar sobre temas y áreas desde nuevas perspectivas (pp. 100, 101). Asimismo, dicho aspecto exploratorio también se plantea tomando en consideración el hecho de que entre otros propósitos de un estudio de esta naturaleza están: el de descubrir variables significativas en la situación de una investigación de campo, descubrir posibles relaciones entre tales variables, así como establecer las bases para estudios posteriores más profundos y rigurosos (Kerlinger y Lee, 2005). 28 En otras palabras, un estudio exploratorio sirve para empezar a familiarizarse con fenómenos poco conocidos, como es el caso del sexting, y obtener información que permita investigaciones futuras más completas, así como identificar conceptos o variables promisorias para otros estudios. Por otra parte, el presente estudio también tiene un alcance descriptivo de acuerdo con lo también sustentado por Hernández, Fernández y Baptista (2006): Los estudios descriptivos buscan especificar las propiedades, las características y los perfiles de personas, grupos, comunidades, procesos, objetos o cualquier otro fenómeno que se someta a un análisis (Danhke, 1989). Es decir, miden, evalúan o recolectan datos sobre diversos conceptos (variables), aspectos, dimensiones o componentes del fenómeno a investigar. En un estudio descriptivo se selecciona una serie de cuestiones y se mide o recolecta información sobre cada una de ellas, para así (valga la redundancia) describir lo que se investiga (p. 102). En síntesis, en un estudio descriptivo el investigador deberá definir las variables o conceptos que se medirán y con base en qué o quiénes se recolectarán los datos, de modo que sea útil para presentar con precisión las diferentes dimensiones de un fenómeno. Por último, se concuerda con McMillan y Schumacher (2007), quienes afirman: “La investigación descriptiva proporciona datos muy valiosos, particularmente, cuando se investiga un área por primera vez” (p. 268). Población. La población contemplada para el estudio está comprendida dentro de la matrícula de alumnos de educación de escuelas secundarias públicas de la ciudad de Mérida, de acuerdo con el objetivo primordial del estudio que es el de identificar el grado de participación que adolescentes de secundaria tienen en relación al manejo de imágenes o vídeos (personales) sexualmente sugerentes vía teléfono celular o Internet. 29 Muestra. En el proceso de muestreo, o selección de sujetos de la muestra, se utilizó una combinación de métodos no probabilísticos y probabilísticos, tal como se expone a continuación. La determinación del tamaño de la muestra de las escuelas secundarias para este estudio se llevó, dado el gran tamaño de la población, mediante un método no probabilístico con la intención de reducir los costos y tiempos, teniendo como base lo expuesto por McMillan y Schumacher (2007), quienes señalan al respecto: “En la investigación exploratoria es aceptable un tamaño muestral más pequeño porque el investigador está dispuesto a tolerar un mayor margen de error en los resultados” (p. 147). Cabe señalar, por otra parte, que en la selección de estas escuelas se trató de abarcar las diferentes zonas geográficas de la ciudad de Mérida, de modo que los centros escolares escogidos están ubicados en los cuatro puntos cardinales de esta capital, norte, sur, oriente y poniente, considerando que se pudieran hacer contrastes de los resultados del estudio respecto a la ubicación de los mismos en vista de las diferencias socioeconómicas de dichas zonas. Siendo el hecho que las diferencias más marcadas se encuentran entre la zona norte, identificada como la parte de la ciudad donde habitan los sectores de más altos ingresos, y la zona sur, en la cual se encuentra la población de más bajos recursos (Programa de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Mérida, 2003). De este modo, el método no probabilístico utilizado para la selección de las escuelas en donde se llevó a cabo la investigación fue, en concreto, el muestreo por conveniencia (en el cual la muestra supone estar compuesta por un grupo de sujetos seleccionados por el hecho de ser de fácil acceso y considerarse adecuados para los propósitos del estudio). Consistió en tomar como muestra a las secundarias disponibles a las que se permitió el acceso, cuidando que estuviesen ubicadas en los cuatro puntos cardinales, y en las que se brindaron las facilidades necesarias para la aplicación del instrumento de medición utilizado (Hernández, Fernández, y Baptista, 2006; McMillan y Schumacher, 2007). En lo que corresponde a la elección de la muestra de estudiantes, se tomaron grupos de primero, segundo y tercero de secundaria de las diversas escuelas ya adoptadas para el estudio con el proceso antes señalado, los cuales fueron seleccionados mediante un 30 muestreo por grupos, método no probabilístico en el cual el investigador hace una identificación, según le conviene, de unidades grupales naturales, en este caso específico de grupos de alumnos de secundaria por grado escolar, para luego escoger al azar algunas de estas unidades para el estudio (Ary, Jacobs, y Razavieh, 1989; McMillan y Schumacher, 2007), lo cual fue el último paso al seleccionar de manera aleatoria un grupo de cada grado, siendo doce grupos escolares en total, con los cuales se constituyó la muestra final integrada por un total de 401 estudiantes, siendo 203 hombres y 198 mujeres, cuyas edades oscilan entre los 12 y los 18 años de edad, aunque el mayor porcentaje está ubicado entre los 13 y 14 años (68.9%), y teniendo sólo un sujeto de 18 años. A continuación se presenta la distribución por escuelas de la muestra de estudiantes, así como los porcentajes de las respuestas de los alumnos respecto a la disponibilidad de algunos elementos de tecnología que pueden ser condicionantes para la práctica del sexting. En la escuela norte participaron un total de 81 alumnos, de los cuales 44 son hombres y 37 son mujeres, cuyas respuestas respecto a los elementos de tecnología con que cuentan son: 72.8% dijo tener teléfono celular con cámara digital, 75.3 % posee computadora, 61.7% utiliza internet en su casa y 35.8 % lo utiliza en un ciber, 86.4% cuenta con correo electrónico y 65.4 % tiene una cuenta en alguna red social como Facebook u otra. Por otra parte, en la escuela sur se contó con la participación de 106 alumnos, siendo 54 hombres y 52 mujeres, quienes reportaron lo siguiente acerca de los elementos de tecnología con que disponen: 65.1% tiene teléfono celular con cámara digital, 29.2 % posee computadora, 16 % utiliza internet en su casa y 82.1 % lo utiliza en un ciber, 40.6 % cuenta con correo electrónico y 31.1 % tiene una cuenta en alguna red social como Facebook u otra. En la escuela oriente participaron 97 estudiantes, de los cuales 42 son hombres y 55 son mujeres, sus respuestas respecto a los elementos de tecnología son: 66% cuenta con teléfono celular con cámara digital, 53.6% tiene computadora, 43.8% utiliza internet en su casa y 53.1% lo hace en un ciber, 73.2% cuenta con correo electrónico y 56.7% tiene una cuenta en alguna red social como Facebook u otra. 31 Por último, en la escuela poniente hubo una participación de 117 alumnos, siendo 63 hombres y 54 mujeres. En el caso de esta escuela, la información en lo que se refiere a la disponibilidad de algunos elementos de tecnología que pueden ser condicionantes para la práctica del sexting quedó de la siguiente manera: 76.9% tiene teléfono celular con cámara digital, 95.7% posee computadora, 86.3% utiliza internet en su casa y 13.7 % lo utiliza en un ciber, 96.6% tiene correo electrónico y 85.5% hace uso de una cuenta en alguna red social como Facebook u otra. Instrumento. Para la recolección de datos se utilizó un cuestionario dirigido a estudiantes de secundaria para conocer el fenómeno del sexting desde la perspectiva de los adolescentes que se encuentran en este nivel de estudios. El contenido de dicho instrumento fue revisado por los directores de las cuatro escuelas que participaron en el estudio y se contó con su aval e interés para llevar a cabo la investigación. Cabe señalar que en la aplicación del cuestionario se dio a los alumnos la libertad de decidir si lo contestaban o no, así como que en todo momento se cuidó la confidencialidad de los datos obtenidos, ya que estos se recolectaron de manera anónima. El instrumento aplicado a los alumnos al que se llamó Cuestionario sobre Tecnología y Sexualidad (CTS), es una traducción y adaptación, realizada por el propio investigador de este estudio, del cuestionario llamado “Sex and Tech” diseñado por la asociación no gubernamental norteamericana The National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy, el cual sirvió en un estudio exploratorio llevado a cabo a nivel nacional, en los Estados Unidos, en el año 2008. El CTS fue sometido a una revisión por jueces, maestros de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Yucatán, expertos en el área de educación, investigación y psicología, para posteriormente ser sometido a un estudio piloto en el cual participaron un total de 264 estudiantes de nivel secundaria de tres escuelas, dos de la ciudad de Mérida y una de un municipio del interior del estado de Yucatán. Como seguimiento a esta primera etapa de la investigación que consistió en el piloteo del cuestionario, llevada a cabo con la intención de darle mayor validez y 32 confiabilidad al mismo, se procedió a realizarle una edición. Se eliminaron dos reactivos, se modificó la redacción de otros para darles más claridad y eliminar algunos términos que pudieran haber causado confusión al momento de contestarlo en la fase piloto y, por último, se procedió a subdividir una de las secciones del instrumento, la cual hace referencia a las razones por las que los adolescentes participan en el envío de fotos o vídeos sexis de sí mismos, haciendo una diferenciación por género, lo cual no estaba previsto en el cuestionario aplicado inicialmente Así, una vez corregido el CTS, se procedió a su aplicación en las cuatro escuelas secundarias que conformaron la población. Como ya se mencionó, los grupos en los que se respondió el cuestionario, uno de cada grado, fueron elegidos al azar. La aplicación fue llevada a cabo por el propio investigador y el tiempo aproximado en el que los sujetos respondieron fue de entre 10 y 20 minutos. La versión final del cuestionario está integrada por siete dimensiones para un total de 59 reactivos distribuidos de la siguiente manera: “Percepción general de adolescentes de secundaria sobre cómo se da el fenómeno sexting” (cinco ítems con escala Likert); “Acciones de sexting cometidas” (10 reactivos dicotómicos); “Postura ante afirmaciones sobre el sexting” (12 ítems con escala Likert); “Calificativos para actos de sexting” (10 ítems con escala Likert); “Razones por las que una chica cometería sexting”; “Razones por las que un chico cometería sexting (Ambas dimensiones con ocho reactivos dicotómicos); y “Consecuencias que preocuparían a un adolescente si cometiera sexting” (seis reactivos dicotómicos). Análisis de los datos. Dada la naturaleza del tipo de estudio y diseño de la investigación, el análisis de los datos se llevó a cabo empleando técnicas de estadística, usando el programa estadístico SPSS Statistics 17.0, que consistieron básicamente en análisis de frecuencias y porcentajes de las diversas variables, así como procesos comparativos con la prueba T para muestras independientes, y prueba chi cuadrada, así como análisis de varianza. Para poder emplear algunos de estos análisis, se creó un indicador en escala del 0 al 10 con base en los puntajes máximo y mínimo de éstas para cada una de las dimensiones del instrumento. 33 Es importante señalar que en la dimensión “Calificativos para actos de sexting”, los adjetivos empleados se clasificaron en función de la postura asumida por los adolescentes de estar de acuerdo o desacuerdo con ellos y conforme a esto determinar si constituyen o no un condicionante para participar en actos de sexting, quedando de la siguiente manera: adjetivos con sentido negativo (por estar de acuerdo con ellos) coqueto, provocativo, excitante, divertido, e inofensivo) y adjetivos con sentido positivo (por estar en desacuerdo con ellos): asqueroso, ofensivo, estúpido, peligroso, e inmoral). Por último, para la correcta interpretación de los datos es necesario tomar en cuenta que en los análisis de frecuencia se consideró como un área de atención o de factor de riesgo los reactivos que registraron al menos un 20% de frecuencia en los aspectos que reflejan tendencias a participar en actos de sexting. 34 35 Capítulo 4 Resultados Para dar cumplimiento a los objetivos planteados en esta investigación, se procedió a hacer el análisis de los datos recabados. En esta sección se presenta la descripción de los resultados para cada uno de los objetivos establecidos. Percepción general de adolescentes sobre el sexting. En primer lugar, para determinar cuál es la percepción general de los adolescentes de secundaria sobre la frecuencia con que se da el fenómeno sexting entre los jóvenes de su edad, se realizó un análisis de frecuencias a cada uno de los ítems que miden la dimensión “Percepción general de adolescentes de secundaria sobre cómo se da el fenómeno sexting”. Se centró la atención en aquellos reactivos en los que al menos un 20% de los encuestados respondió a las opciones algo frecuente o muy frecuente. En la tabla 1 se muestra la distribución de frecuencias y porcentajes de las respuestas dadas. Tabla 1. Percepción general de adolescentes de secundaria sobre la frecuencia con que se da el fenómeno sexting Item Nada No muy Algo Muy No frecuente frecuente frecuente frecuente respondió F F F F F % % % % % Enviar mensajes sexis a alguien. Compartir mensajes sexis con personas distintas a las que originalmente fueron enviados. Enviar fotos o vídeos sexis de uno mismo a alguien. “Subir” a Internet fotos o vídeos sexis de uno mismo. Compartir fotos o vídeos sexis con personas distintas a las que originalmente fueron enviados. 230 85 57 29 0 57.4 239 21.2 14.2 7.2 0 81 54 27 0 20.2 13.5 6.7 0 254 63 54 28 2 63.3 252 15.7 62 13.5 43 7.0 42 .5 2 62.8 244 15.5 57 10.7 50 10.5 50 .5 0 60.8 14.2 12.5 12.5 0 59.6 36 Como se observa en la Tabla 1, no obstante que es mayor el porcentaje de estudiantes que tiene la percepción de que no se dan con demasiada frecuencia las diversas acciones de sexting, se tiene que señalar que en todas las acciones de sexting existe por lo menos un 20 % de los estudiantes, es decir uno de cada cinco, que percibe que estas prácticas sí se están dando con algo de frecuencia o incluso muy frecuentemente. Una vez obtenido este dato, con la finalidad de identificar si existe diferencia significativa en cuanto a esta percepción general de los adolescentes de secundaria sobre cómo se da el fenómeno sexting respecto a la escuela, se realizó un análisis de varianza a la ya citada dimensión que midió este aspecto, cuyos resultados se presentan en la tabla 2. Tabla 2. Medias por escuela de la percepción general de adolescentes de secundaria sobre la frecuencia con que se da el fenómeno sexting Dimensión Percepción general de adolescentes de secundaria sobre cómo se da el fenómeno sexting. Escuela Norte Sur Oriente Poniente 2.79 3.08 1.55 1.91 F p 7.05 .000 Como se puede apreciar, existe una diferencia significativa en la forma en que los adolescentes de las diversas escuelas perciben cómo se da el fenómeno sexting, siendo el caso que los alumnos de las escuelas de las zonas norte y sur son los que consideran que los jóvenes de su edad participan con mayor frecuencia en prácticas de sexting (F=7.05, p<.05) Asimismo, a fin de identificar si existe diferencia significativa en cuanto a la percepción general de los adolescentes de secundaria sobre cómo se da el fenómeno sexting en relación al género, se realizó una prueba T para muestras independientes, con base en el mismo indicador, encontrándose que no existe diferencia significativa en dicha percepción respecto a esta variable (t=-1.11, p>.05). 37 Participación en actos de sexting. Pasando a otro aspecto, con el propósito de identificar el grado de participación (envío, recepción o posesión) que adolescentes de secundaria tienen en relación al manejo de imágenes o vídeos personales sexualmente sugerentes vía teléfono móvil o Internet, se realizó un análisis de frecuencias de los reactivos de la dimensión “Acciones de sexting cometidas”. En la tabla 3 se presenta detalladamente la distribución de frecuencias y porcentajes de las respuestas obtenidas. Tabla 3. Frecuencias y porcentajes de acciones de sexting llevadas a la práctica por adolescentes Item No Sí No Respondió F F F % % % Enviar un mensaje sexualmente sugestivo a alguien (ya sea por 359 42 0 teléfono celular o por correo electrónico) 89.5 10.5 0 “Subir” a internet mensajes escritos sexualmente sugestivos. 379 21 1 Recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo de alguien (en el teléfono celular o en correo electrónico). Compartir un mensaje escrito sexualmente sugestivo con alguien distinto a quien quería enviárselo. Recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo que no estaba dirigido a mí y que supuestamente era algo privado. Enviar una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de ti mismo a alguien (ya sea por teléfono celular o por correo electrónico). “Subir” a internet una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de ti mismo a alguien 94.5 279 5.2 122 .2 0 69.6 358 30.4 42 0 1 89.3 301 10.5 100 .2 0 75.1 376 24.9 25 0 0 93.8 384 6.2 16 0 1 95.8 4.0 .2 38 Tabla 3. Frecuencias y porcentajes de acciones de sexting llevadas a la práctica por adolescentes (Continuación) Item No Sí No Respondió F F F % % % 310 91 0 electrónico). 77.3 22.7 0 Compartir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi- 367 34 0 91.5 8.5 0 326 75 0 81.3 18.7 0 Recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de alguien (en el teléfono celular o en correo desnudos con alguien distinto a quien quería enviárselo. Recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos que no estaba dirigido a mí. Como se muestra en la Tabla 3, en tres de las acciones relacionadas con la práctica del sexting los adolescentes tienen una participación mayor al 20%, siendo la más alta la recepción de mensajes escritos sexualmente sugestivos con un 30.4%. Por el contrario, la menor participación, con apenas un 6.2%, se encuentra en el hecho de enviar una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de uno mismo a alguien, ya sea por teléfono celular o por correo electrónico; sin embargo contrario a este dato, existe un 22.7% de estudiantes que dijo haber recibido una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de alguien. Por otra parte, con el fin de determinar si existe una diferencia significativa en el grado de participación en acciones de sexting cometidas por los adolescentes respecto al género, se realizó un análisis de prueba T para muestras independientes a la dimensión “Acciones de sexting cometidas”. El resultado obtenido fue que sí existe una diferencia significativa debido al género en cuanto a la puesta en práctica de las diversas expresiones 39 de sexting (t=4.26, p<.05), de tal modo que, en términos generales, quienes tienen mayor participación son los hombres. Asimismo, para conocer con más precisión las tendencias en la práctica del sexting debido al género se llevó a cabo un análisis más detallado, ahora considerando las tres acciones de sexting con los porcentajes más altos de participación (“recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo de alguien en el teléfono celular o en correo electrónico”, “recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo que no estaba dirigido a mí y que supuestamente era algo privado”, y “recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de alguien en el teléfono celular o en correo electrónico”), así como la que tuvo menor grado de participación, que corresponde a “enviar una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de ti mismo a alguien”; dicho análisis consistió en un proceso comparativo con la prueba chi cuadrada para cada reactivo, obteniéndose que solamente en dos de estas acciones existe diferencia significativa: “recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de alguien en el teléfono celular o en correo electrónico” (Χ 2=12.68, p<.05), y “enviar una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de ti mismo a alguien” (Χ2=4.87, p<.05), siendo el hecho que en ambos casos son los hombres los que participan en una mayor proporción. Seguidamente, con el fin de determinar si existe una diferencia significativa en el grado de participación en acciones de sexting cometidas por los adolescentes debido a la escuela de pertenencia se llevó a cabo un análisis de varianza de la dimensión “Acciones de sexting cometidas”, el resultado obtenido fue que existe diferencia significativa en función de la escuela de pertenencia del alumno en lo que respecta al nivel de participación en acciones de sexting, pero no fue posible identificar en cuál o cuáles de las escuelas los adolescentes tienen una menor o mayor participación (F=2.70, p<.05). Asimismo, con el fin de determinar si existe una diferencia significativa en dicho grado de participación en acciones de sexting cometidas por los adolescentes debido al grado escolar que cursan se llevó a cabo un análisis de varianza de la misma dimensión. En esta comparación por grado escolar, se encontró que también existe diferencia significativa, siendo el caso que los alumnos de tercer año son los que más participan en el sexting (F=10.63, p<.05). 40 Razones para la participación en actos de sexting. Pasando a los resultados de otro de los objetivos, con el propósito de determinar, desde la perspectiva de los adolescentes de secundaria, las razones por las cuales un chico o chica de su edad participa o no en el envío de imágenes o vídeos sexualmente sugestivos, se realizó un análisis descriptivo de la suma de la puntuación de las variables que midieron este aspecto y se tomaron las tres que tuvieron las proporciones más altas como las razones principales para participar en tal acción. En las Tablas 4 y 5 se muestra por separado las razones por las que un varón o una mujer adolescente enviaría este material. Tabla 4. Razones por las cuales una chica adolescente enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí misma Razón Suma Proporción D.T. Para atraer atención de alguien que le gusta. 354 .88 .322 Por presión del chico que le gusta. 234 .58 .494 Como regalo sexi para su novio. 290 .72 .448 Para sentirse y ser vista como alguien sexi. 285 .71 .454 Por presión de amigos (as). 209 .52 .500 Para dar la impresión de que es alguien coqueta o divertida. 280 .70 .460 Para ser tomada en cuenta por personas de su edad. 252 .63 .484 Como respuesta a una foto o vídeo sexi que le enviaron. 213 .53 .500 Así, se tiene que las tres razones principales por las cuales una chica adolescente enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí misma son: “para atraer la atención de 41 alguien que le gusta” (P=.88 y DT=.322), “como un “regalo” sexi para su novio” (P=.72 y DT=.448) y “para sentirse y ser vista como alguien sexi” (P=.71 y DT=.454). Tabla 5. Razones por las cuáles un chico adolescente enviaría fotos vídeos sexualmente sugestivos de sí mismo Razón Suma Proporción D.T. Para atraer atención de alguien que le gusta. 309 .77 .421 Por presión de la chica que le gusta. 183 .46 .499 Como regalo sexi para su novia. 255 .64 .482 Para sentirse y ser visto como alguien sexi. 286 .71 .453 Por presión de amigos (as). 216 .54 .499 Para dar la impresión de que es alguien coqueto o divertido. 250 .62 .485 Para ser tomado en cuenta por personas de su edad. 240 .60 .491 Como respuesta a una foto o vídeo sexi que le enviaron. 239 .60 .491 Por su parte, las principales razones por las cuales un chico adolescente enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí mismo son: “para atraer la atención de alguien que le gusta” (P=.77 y DT=.421), “para sentirse y ser visto como alguien sexi” (P=.71 y DT=.453) y “como un “regalo” sexi para su novia” (P=.64 y DT=.482). Con el fin de determinar si existe una diferencia significativa respecto a las razones por las cuales un chico o chica de su edad enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí mismo debido a la escuela de pertenencia se realizó un análisis de varianza de los tres reactivos señalados como las principales razones por las que una chica enviaría este 42 material, así como de los tres reactivos señalados como las principales razones por las que un chico lo haría. El resultado obtenido en el caso de los chicos fue que no existe diferencia significativa en función de la escuela de pertenencia del alumno en ninguna de las principales razones por las cuales participaría en el envío de fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí mismo; mientras que en el caso de las chicas se encontró que existe diferencia significativa únicamente en dos de las tres razones, siendo las correspondientes a: que una chica enviaría este material como un “regalo” sexi para su novio (F=4.00, p<.05); y que una chica enviaría este material para sentirse y ser vista como alguien sexi (F=2.83, p<.05); sin embargo, no fue posible identificar en cuál o cuáles de las escuelas las adolescentes consideraron con mayor o menor frecuencia estas razones. Con relación al aspecto de las razones por las cuales un chico o chica adolescente enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos, se hizo un análisis de frecuencias a los ítems de la dimensión “Calificativos para actos de sexting” la cual enlista una serie de adjetivos que completan la frase “Enviar mensajes escritos sexualmente sugestivos o fotos o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de uno mismo es algo…” y con los cuales los adolescentes, desde su perspectiva, describen o califican las acciones de sexting. En la Tabla 6 se muestra la distribución de frecuencias y porcentajes de las respuestas dadas. 43 Tabla 6. Frecuencias y porcentajes por género de los calificativos para actos de sexting* Muy en desacuerdo Calificativo En desacuerdo De acuerdo Muy De acuerdo No respondió H M H M H M H M H M F % F % F % F % F % F % F % F % F % F % Coqueto 71 35.0 68 34.4 43 21.2 49 24.7 65 32.0 52 26.3 22 10.8 28 14.1 2 1.0 1 .5 Provocativo 55 27.0 60 30.3 32 15.8 40 20.2 73 36.0 58 29.3 42 20.7 38 19.2 1 .5 2 1.0 Asqueroso 69 34.0 56 28.3 48 23.6 17 8.6 41 20.2 60 30.3 44 21.7 65 32.8 1 .5 0 0 Ofensivo 65 32.0 61 30.8 43 21.2 22 11.1 50 24.6 55 27.8 41 20.2 60 30.3 4 2.0 0 0 Estúpido 65 32.0 47 23.7 40 19.7 23 11.6 38 18.7 62 31.3 60 29.6 66 33.3 0 0 0 0 Peligroso 52 25.7 54 27.2 37 18.2 15 7.6 50 24.6 51 25.8 61 30.0 77 38.9 3 1.5 1 .5 Excitante 56 27.5 97 49.0 40 19.7 30 15.2 53 26.1 35 17.7 51 25.1 35 17.7 3 1.5 1 .5 Divertido 64 31.6 82 41.3 38 18.7 53 26.8 62 30.5 33 16.7 36 17.7 30 15.2 3 1.5 0 0 Inofensivo 83 40.9 93 47.0 49 24.1 45 22.6 42 20.7 30 15.2 26 12.8 30 15.2 3 1.5 0 0 Inmoral 69 34.0 72 36.4 43 21.2 25 12.6 40 19.6 47 23.7 47 23.2 53 26.8 4 2.0 1 .5 * n Hombres=203 n Mujeres=198 De la Tabla 6 se obtiene la siguiente información respecto a los calificativos para actos de sexting expresados por los adolescentes. En el grupo de adjetivos que, de acuerdo a 44 lo expuesto en la metodología, son considerados con un sentido negativo porque que de cierto modo condicionarían a la práctica del sexting, se tiene que al sumar los porcentajes ubicados en las columnas de acuerdo o muy de acuerdo los actos de sexting son calificados de la siguiente manera: Coqueto: 42.8% de los hombres y 40.4% de las mujeres. Provocativo: 56.7% de los hombres y 48.5% de las mujeres. Excitante: 51.2% de los hombres y un 35.4% de las mujeres. Divertido: 48.2% de los hombres y 31.9% de las mujeres. Inofensivo: 33.5% de los hombres y 30.4% de las mujeres. Por lo tanto, en lo que respecta a este primer grupo de calificativos se puede destacar que la mayoría de los hombres está de acuerdo que el enviar mensajes escritos sexualmente sugestivos o fotos o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de uno mismo es algo provocativo y excitante. Mientras que en el caso de las mujeres un alto porcentaje está de acuerdo con la idea de que enviar este tipo de material es algo provocativo y coqueto. Por su parte, en el caso de los adjetivos que fueron considerados con un sentido positivo, se centró la atención en la suma de los porcentajes ubicados en las columnas en desacuerdo o muy en desacuerdo, entendiendo que si los adolescentes asumen esta postura ante estos calificativos también reflejarían ciertas tendencias a participar en actos de sexting. Los datos obtenidos son: Asqueroso: 57.6% de los hombres y 36.9% de las mujeres. Ofensivo: 53.2% de los hombres y 41.9% de las mujeres. Estúpido: 51.7% de los hombres y 35.3% de las mujeres. Peligroso: 43.9% de los hombres y 34.8% de las mujeres. Inmoral: 55.2% de los hombres y 49% de las mujeres. En cuanto a este grupo de calificativos resalta el hecho de que la mayor parte de los hombres está en desacuerdo con la idea de que el enviar mensajes escritos sexualmente sugestivos o fotos o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de uno mismo sea algo asqueroso o inmoral; por su parte un alto porcentaje de las mujeres señala estar en desacuerdo que el participar en esas acciones es algo inmoral u ofensivo. En esta parte también destaca que 45 el menor porcentaje, tanto para hombres como para mujeres recae en el calificativo “peligroso”, lo que implícitamente deja ver que es mayor el porcentaje de adolescentes que están de acuerdo que participar en sexting representa un peligro. Consecuencias probables por participar en actos de sexting. Con la intención de determinar, desde la perspectiva adolescente, las probables consecuencias por participar en prácticas de sexting, concretamente en el envío de fotos o vídeos sexis de sí mismo, se realizó un análisis descriptivo de la suma de la puntuación de las seis variables que midieron este aspecto, las cuales están agrupadas en la dimensión “Consecuencias que preocuparían a un adolescente si cometiera sexting”, y se tomaron las tres que tuvieron las proporciones más altas como las principales consecuencias potenciales. En las tablas siete y ocho se muestra la lista completa de consecuencias probables por participar en el envío de fotos o vídeos sexis de sí mismo, consideradas en el instrumento aplicado, según el género del encuestado. Tabla 7. Consecuencias probables por participar en el envío de fotos o vídeos sexis de sí mismo según los hombres* Consecuencia Suma Proporción D.T. 175 .86 .346 Podría decepcionar a mi familia y amigos. 159 .78 .413 Podría dañar seriamente mi reputación Me podría meter en problemas serios en la 158 .78 .416 escuela. Si ese material se distribuyera entre los 153 .75 .432 alumnos de mi escuela me afectaría emocionalmente. Si ese material se distribuyera entre los 152 .75 .435 alumnos de mi escuela me burlarían y me sentiría muy avergonzado (a). Podría arrepentirme en el futuro y ya no 163 .80 .399 podría hacer nada al respecto. * n= 203 En la Tabla 7 se puede notar que las tres principales consecuencias potenciales vistas desde la perspectiva de los hombres son: “podría decepcionar a mi familia y amigos” (P=.86 y DT=.346), “podría arrepentirme en el futuro y no poder hacer nada al respecto” (P=.80 y DT=.399) y “podría dañar seriamente mi reputación” (P=.78 y DT=.413). 46 Tabla 8. Consecuencias probables por participar en el envío de fotos o vídeos sexis de sí mismo según las mujeres* Consecuencia Suma Proporción D.T. 183 .92 .265 Podría decepcionar a mi familia y amigos. 179 .90 .295 Podría dañar seriamente mi reputación Me podría meter en problemas serios en la 158 .80 .403 escuela. Si ese material se distribuyera entre los 165 .83 .374 alumnos de mi escuela me afectaría emocionalmente. Si ese material se distribuyera entre los 164 .83 .378 alumnos de mi escuela me burlarían y me sentiría muy avergonzado (a). Podría arrepentirme en el futuro y ya no 170 .86 .349 podría hacer nada al respecto. * n=198 Como se ve en la Tabla 8 las tres principales consecuencias potenciales vistas desde la perspectiva de las mujeres son: “podría decepcionar a mi familia y amigos” (P=.92 y DT=.265), “podría dañar seriamente mi reputación” (P=.90 y DT=.295) y “podría arrepentirme en el futuro y no poder hacer nada al respecto” (P=.86 y DT=.349). Relacionado con este aspecto de las probables consecuencias por participar en prácticas de sexting, se encuentran algunos reactivos de la dimensión “Postura ante afirmaciones sobre el sexting”, en la cual los adolescentes expresan su grado de acuerdo o desacuerdo con ciertas aseveraciones relacionadas con el hecho de participar en el envío tanto de fotos o vídeos sexis, como de mensajes con este contenido. Así en la Tabla 9 se presenta un análisis de frecuencias y porcentajes de los reactivos de esta dimensión que ponen énfasis en las probables consecuencias que desde la perspectiva de los adolescentes pudiera tener el hecho de participar en dichas acciones de sexting. 47 Tabla 9. Frecuencias y porcentajes de la postura asumida por adolescentes ante las probables consecuencias por enviar mensajes, fotos o vídeos sexis Item Muy Muy en En De No De Desacuerdo Desacuerdo Acuerdo Respondió acuerdo F F F F F % % % % % Enviar mensajes, fotos o 53 39 135 171 3 vídeos sexis personales puede traer consecuencias 13.3 9.7 33.7 42.6 .7 negativas. Existe la posibilidad de ser 44 sancionado en mi escuela 40 131 184 2 al participar en el envío de 11.0 mensajes, fotos o vídeos 10.0 32.7 45.8 .5 sexis. Existe la posibilidad de ser expulsado de mi escuela al 49 32 132 186 2 participar en el envío de mensajes, fotos o vídeos 12.2 8.0 32.9 46.9 .5 sexis. Si mis padres descubrieran 35 22 100 242 2 que participo en el envío de fotos o vídeos sexis me 8.7 5.5 24.9 60.4 .5 castigarían Como se puede ver en la Tabla 9, en todas las probables consecuencias por participar en actos de sexting que aquí se plantean los porcentajes más altos se concentran en las columnas muy de acuerdo y de acuerdo, lo que hace ver que una amplia mayoría de los adolescentes están conscientes de las repercusiones que puede traer el participar en esta actividad, sobresaliendo como principal consecuencia la de recibir un castigo por parte de los padres al ser descubierto en el envío de fotos o vídeos sexis (85.3%). Sin embargo, en cada posible consecuencia, a excepción de esta última, existe por lo menos un 20% de adolescentes que expresan su desacuerdo, en menor o mayor grado, respecto a que el sexting pudiera ocasionarles repercusiones tales como consecuencias negativas de diversa índole, sanciones en la escuela o la expulsión de la misma. Por último, para determinar si existe diferencia significativa de esta perspectiva acerca de las probables consecuencias que pudiera tener el hecho de participar en sexting en 48 lo que respecta al género, se realizó una prueba comparativa de chi cuadrada para cada una de las cuatro probables consecuencias ya mencionadas, encontrándose que sólo existe diferencia significativa en la postura de reconocer que “Existe la posibilidad de ser sancionado en mi escuela al participar en el envío de mensajes, fotos o vídeos sexis”, siendo el caso que son los hombres los que consideran esta posible consecuencia en una mayor proporción (Χ2=10.01, p<.05). 49 Capítulo 5 Conclusiones y Discusión de resultados Con base en los resultados obtenidos en la presente investigación, y considerando los elementos teóricos que la sustentan, se establecen las conclusiones que a continuación se exponen. Se puede afirmar que el fenómeno sexting sí se está dando entre los estudiantes de las secundarias de Mérida, pues por lo menos uno de cada cinco alumnos considera que los jóvenes de su edad participan de una u otra manera en acciones de sexting. Este dato concuerda con lo expuesto en el estudio llamado Teen online & wireless Safety Survey, Cyberbullying, Sexting and Parental Controls (2009), realizado en los Estados Unidos, que señala que aproximadamente uno de cada cinco adolescentes se ha visto involucrado en sexting. Además, se pudo identificar que esta percepción sobre la incidencia de actos de sexting es más alta en los alumnos de las escuelas de las zonas norte y sur de la ciudad. Asimismo, en cuanto a la aceptación de la participación personal en actos de sexting por parte de adolescentes de secundaria se reflejó una participación mayor al 20 % en los aspectos relacionados a la recepción ya sea de mensajes, fotos o vídeos con contenido erótico, lo cual implícitamente sugiere que el porcentaje de quienes envían este tipo de material podría ser similar. Esta última idea se puede plantear dada la información contrastante de los porcentajes de participación en las variables “enviar una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de uno mismo a alguien, ya sea por teléfono celular o por correo electrónico” de apenas un 6.2 %, que es similar a lo reportado por Lenhart (2009) en su estudio Teens and sexting, en el que se señala que un 4% de adolescentes, de entre 12 y 17 años, dijeron haber enviado imágenes sexualmente sugestivas con desnudos o semidesnudos de sí mismos a alguien, que dista mucho del porcentaje de participación en este rubro por parte de adolescentes norteamericanos (20 %) reportado en el estudio de The National Campaign (The National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy, 2008). Además el dato opuesto de un 22.7 % de alumnos que señala haber recibido una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de alguien, puede estar reflejando que 50 no todos los estudiantes reconocen abiertamente su participación activa en el envío de este material. Por otra parte, tanto el género como el grado escolar resultaron ser variables que constituyen factores condicionantes para la puesta en práctica de las diversas expresiones de sexting. En cuanto al género, se tiene que éste es condicionante principalmente en lo que respecta a la recepción de fotos o vídeos con imágenes de desnudos o semidesnudos, lo cual hace suponer que son las mujeres quienes más envían este tipo de material, pero paradójicamente el análisis estadístico señala que las mujeres participan muy poco en este aspecto, aunque esto puede entenderse si consideramos la posibilidad de que los hombres están siendo más abiertos que las mujeres en reconocer su participación. En lo que respecta al grado escolar, los alumnos de tercer año son los que manifiestan un mayor índice de participación en acciones de sexting cometidas, probablemente porque al ser los alumnos de más edad en la secundaria se encuentran esa etapa de la adolescencia, señalada por Pick (1997), de estar experimentando “un cúmulo de sensaciones sexuales”. En cuanto a las razones por las cuales un adolescente, ya sea hombre o mujer, enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí mismos, se coincidió en la cuestión de atraer la atención de alguien que les gusta como principal razón; pero siendo más alta la proporción de mujeres que lo harían, lo cual las pone una situación de riesgo mayor. Destaca también como razón para participar en el envío de este tipo de material el hacerlo como un regalo sexi ya sea para el novio o la novia, nuevamente habiendo una proporción mayor por parte de las mujeres, equivalente al 72%, dato muy por arriba del 52% de chicas que lo hicieron por esta razón, reportado en el estudio The National Campaign (The National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy, 2008), en el que la principal razón para participar en estos hechos fue por diversión o para coquetear con un elevado 66%, y en el cual destacó también un 51% de mujeres que participaron por presión de un chico. También se consideran como razones para participar en el sexting la postura asumida por los adolescentes ante algunos calificativos que describen el envío de mensajes escritos sexualmente sugestivos, o fotos o vídeos con imágenes de desnudos o semidesnudos de uno mismo, siendo el caso que para la mayoría de los hombres esta acción 51 es algo provocativo y excitante y a la vez están en desacuerdo con la idea de que el enviar este tipo de material sea visto como algo asqueroso o inmoral ; mientras que un alto porcentaje de mujeres lo ve como algo provocativo y coqueto y también señalan estar en desacuerdo que el participar en esas acciones es algo inmoral u ofensivo. La manifestación de estas posturas por la mayor parte de los adolescentes, ya sean hombres o mujeres hace pensar que podrían estar condicionados a participar en tales prácticas dado que sus opiniones al respecto sugieren que les parece algo atractivo y “normal”, pues un alto porcentaje de ellos no lo considera ni ofensivo ni inmoral, sino más bien como algo coqueto, provocativo y hasta cierto punto divertido. Es importante señalar también que en cuanto al calificativo “peligroso” es mayor el porcentaje de adolescentes, ya sean hombres o mujeres, que están de acuerdo que participar en sexting representa un peligro, lo que concuerda con lo reportado en el ya citado estudio Teen online & wireless Safety Survey, Cyberbullying, Sexting and Parental Controls (2009) donde se señala que casi todos los adolescentes, incluyendo a los partícipes de este fenómeno, piensan que el sexting es algo peligroso, lo cual no quiere decir, como se puede ver, que esta postura los disuada de participar. En lo concerniente a las probables consecuencias que desde la perspectiva de los adolescentes pudieran tenerse por participar en prácticas de sexting, tanto hombres como mujeres coincidieron en que la principal consecuencia sería el hecho de decepcionar a su familia o amigos; asimismo, ambos géneros consideran como consecuencias importantes el dañar seriamente su reputación, así como que podrían arrepentirse en el futuro, lo cual revela una preocupación por la opinión que los demás tienen de ellos, y que en dado caso podría afectar su estabilidad emocional como lo señalan los reportes de afectaciones psicológicas, principalmente cuadros de depresión y ansiedad en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (El sexting vulnera la dignidad y causa daños psicológicos: CODHEM, 2009). Bajo este mismo orden de ideas, se tiene que un alto porcentaje de hombres y mujeres también ve como una potencial consecuencia al participar en acciones de sexting el recibir un castigo por parte de los padres. Por otra parte, es de preocupar que uno de cada cinco adolescentes muestren escasa preocupación ante la posibilidad de que el sexting 52 pudiera ocasionarles alguna consecuencia negativa ya sea de carácter general o en el ámbito académico, como sanciones en la escuela o incluso la expulsión de la misma. Esto trae a la mente el concepto de la fábula personal que se refiere a la idea que suele darse en los adolescentes de que sus experiencias son únicas y de que lo que viven nadie más lo comparte, lo cual los lleva a la creencia de que son inmunes a peligros que otros experimentan y que las cosas malas sólo les pasan a otro tipo de personas, pero nunca a ellos (Craig, 2001; Feldman, 2007). Sin embargo las consecuencia registradas en la realidad manifiestan lo contrario a través de las situaciones problemáticas originadas por el sexting como las afecciones psicológicas ya comentadas, el poner a las alumnas en situaciones de acoso sexual según lo señalan Islas (2009) y Rommelmann (2009), la probabilidad de conducir a los alumnos a situaciones de riesgo de fracaso académico, según lo contempla Kash (2009), o en casos extremos el levantamiento de cargos legales por pornografía infantil, o hasta el suicidio (Hewitt y Driscoll, 2009; Koch, s.f.; Lithwick, 2009; Rommelmann, 2009). Como puede apreciarse, toda la información obtenida a través de la presente investigación ofrece una descripción de la manera en que se está dando el fenómeno sexting entre los adolescentes de la ciudad de Mérida; siendo preocupante que, aunque dicho fenómeno probablemente se encuentra todavía en sus inicios, no dista mucho de lo que está ocurriendo en otros países, aunque con ciertas características particulares determinadas por nuestro contexto sociocultural. Recomendaciones. Expuestos los resultados y las conclusiones que se derivan de ellos, sólo cabe mencionar algunas recomendaciones, esperando que sean de utilidad para todas las personas vinculadas con la temática aquí estudiada. En primer lugar surge la necesidad de sugerir mecanismos de acción a las instituciones y autoridades educativas que puedan implementarse para educar a los adolescentes en el uso correcto de las tecnologías de la comunicación, específicamente la telefonía móvil e Internet, así como en el manejo adecuado de las formas de expresar su sexualidad (mediante actualizaciones a los programas de esta área, en los que se contemple el sexting) para evitar que caigan en situaciones de riesgo. Esto podría lograrse apegándose 53 a las recomendaciones del Memorándum de Montevideo (2009), documento que, como se señaló en el capítulo del marco teórico, presenta una serie de recomendaciones para los Estados y entidades educativas en cuanto a la prevención y educación de niñas, niños y adolescentes acerca de los riesgos que conllevan las tecnologías de la comunicación como Internet y las redes sociales digitales, entre las que se incluye la capacitación de los docentes para poder afrontar adecuadamente esta problemática. Así, entre otras cosas, se podrían ofrecer pláticas a los alumnos en las secundarias sobre los riesgos por participar en sexting o conferencias dirigidas a padres y docentes en los que se les ofrezcan consejos útiles para hablar con los adolescentes sobre este tema. Una recomendación dirigida a las autoridades en materia legislativa tanto locales como federales que pudiera tener trascendencia, es hacer una revisión de las leyes relacionadas con la pornografía infantil y la corrupción de menores, expuestas tanto en el Código Penal Federal (2009), como en el Código Penal del Estado de Yucatán (2000) que de manera implícita abordan situaciones relacionadas con el sexting, puesto que desde mi punto de vista, y teniendo como sustento lo que ha ocurrido en otros países, se puede considerar que la legislación vigente resulta ambigua, ya que si se aplicara estrictamente podría considerarse las prácticas de sexting por parte de los adolescentes o jóvenes como un delito de pornografía infantil llevándolos a fuertes sanciones que incluyen ir a prisión por varios años. Por lo cual probablemente habría que plantear de manera explícita en nuestras leyes la existencia del fenómeno sexting y establecer las sanciones pertinentes que vayan acorde a la edad de los adolescentes que se vieran involucrados, lo cual podría plasmarse también en las leyes de justicia para adolescentes tanto de orden federal como estatal. Por último, se considera pertinente hacer estudios más profundos para el fenómeno del sexting, pues mediante la presente investigación solamente se han sentado las bases iniciales para su comprensión, dejándose ver que los adolescentes de secundaria están iniciándose en esta práctica, quedando vulnerables a posibles repercusiones de diversa índole. Para futuras investigaciones sobre esta temática, es recomendable incluir la perspectiva de los docentes, indagando sobre el conocimiento que éstos tienen al respecto, por ejemplo si están enterados de las posibles repercusiones legales a las que se verían sujetos los alumnos, y sobre cómo reaccionarían ante una situación de sexting en su 54 escuela. Asimismo, se podría modificar el método para la recolección de datos, aplicando el Cuestionario sobre Tecnología y Sexualidad (CTS) en línea, ya que bajo esta modalidad los alumnos podrían ser más abiertos al ofrecer sus respuestas. 55 Referencias Ary, D., Jacobs, L. y Razavieh, A. (1989). Introducción a la Investigación Pedagógica. México: McGraw Hill. Bouceck, S. (2009). Dealing with the nightmare of "sexting". Education Digest , 75 (3), 1012. Cassia Co. schools crack down on cyber-bullying. (2009). Times News. Twin Falls, Idaho. Código Penal del Estado de Yucatán. (2000). Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán . 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De antemano se agradece tu valiosa colaboración. DATOS PERSONALES Género: Masculino Grado escolar: Femenino Primero Llevo taller de cómputo: Edad:______________ Segundo Sí Tercero No Marca con una X cada uno de los elementos siguientes con que cuentes. Teléfono celular… Con cámara _____ Computadora _____ Uso Internet… Sin cámara _____ No tengo _____ Cámara digital _____ En mi casa: _____ Correo electrónico: _____ En un ciber: _____ Cuenta en Myspace, Facebook, Hi-5, Twitter (u otra red social):_____ ANTES DE INICIAR. En este cuestionario es IMPORTANTE que entiendas a qué nos referimos con ciertas palabras para poder interpretar correctamente tus respuestas. Por favor, ten en mente lo siguiente mientras lees y respondes cada pregunta: Mensajes sexis.- Se refiere a mensajes escritos sexualmente sugestivos (en teléfono celular o en correo electrónico). Fotos o vídeos sexis.- Se refiere a fotos o vídeos personales (tomados vía teléfono celular o cámara digital) que son sexualmente sugestivos conteniendo imágenes de semi-desnudos o desnudos de uno mismo (-y no se refiere a fotos o vídeos atrevidos de modelos o artistas, ni a material pornográfico). Sexualmente sugestivo.- Se refiere a algo que tiene cierta influencia en una persona insinuando o provocando un interés o atracción sexual. 60 CUESTIONARIO SOBRE TECNOLOGÍA Y SEXUALIDAD I.- ¿Qué tan frecuente dirías que se da cada una de las acciones siguientes entre jóvenes de tu edad? (Marca con una X sólo una opción para cada enunciado). Nada frecuente No muy frecuente Algo frecuente Muy frecuente 1.- Enviar mensajes sexis a alguien. 2.- Compartir mensajes sexis con personas distintas a las que originalmente fueron enviados. 3.- Enviar fotos o vídeos sexis de uno mismo a alguien. 4.- “Subir” a Internet fotos o vídeos sexis de uno mismo. 5.- Compartir fotos o vídeos sexis con personas distintas a las que originalmente fueron enviados. II.- ¿Has hecho personalmente alguna de las siguientes acciones? (Marca con una X sí o no) ACCIÓN 6.- Enviar un mensaje sexualmente sugestivo a alguien (ya sea por teléfono celular o por correo electrónico) 7.- “Subir” a internet mensajes escritos sexualmente sugestivos. 8.- Recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo de alguien (en el teléfono celular o en correo electrónico). 9.- Compartir un mensaje escrito sexualmente sugestivo con alguien distinto a quien quería enviárselo. 10.- Recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo que no estaba dirigido a mí y que supuestamente era algo privado. 11.- Enviar una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de ti mismo a alguien (ya sea por teléfono celular o por correo electrónico). 12.- “Subir” a internet una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de ti mismo a alguien 13.- Recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de alguien (en el teléfono celular o en correo electrónico). 14.- Compartir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos con alguien distinto a quien quería enviárselo. 15.- Recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos que no estaba dirigido a mí y que supuestamente era privado. SÍ NO 61 III.- ¿Qué tanto estás de acuerdo o desacuerdo con cada una de las siguientes afirmaciones? (Marca con una X sólo una opción para cada enunciado). Muy en desacuerdo 16.- Existe presión entre las personas de mi edad para enviar fotos o vídeos sexis. 17.- Los mensajes, fotos o vídeos sexis personales usualmente terminan siendo vistos por más personas que aquéllas a las que fueron dirigidos. 18.- Se tiene que estar consciente de que los mensajes, fotos o vídeos sexis pueden terminar siendo vistos por más gente y no sólo por la persona a quien estaban dirigidos. 19.- Los jóvenes de mi edad son más “aventados” o atrevidos cuando se trata de usar mensajes, fotos o vídeos sexis, de lo que realmente son en su vida diaria. 20.- Enviar mensajes, fotos o vídeos sexis personales “no es la gran cosa”. 21.- Tengo amigos que han enviado mensajes, fotos o vídeos sexis personales a alguien. 22.- La gente que envía mensajes, fotos o vídeos sexis personales lo hacen con la idea de salir o ligar con alguien en la vida real. 23.- Soy más “aventado” o atrevido cuando se trata de usar mensajes, fotos o vídeos sexis, de lo que realmente soy en mi vida diaria. 24.- Enviar mensajes, fotos o vídeos sexis personales puede traer consecuencias negativas. 25.- Existe la posibilidad de ser sancionado en mi escuela al participar en el envío de mensajes, fotos o vídeos sexis. 26.- Existe la posibilidad de ser expulsado de mi escuela al participar en el envío de mensajes, fotos o vídeos sexis 27.- Si mis padres descubrieran que participo en el envío de fotos o vídeos sexis me castigarían. En desacuerdo De acuerdo Muy de acuerdo 62 IV.- En el siguiente cuadro se presentan diversas palabras que describen la actividad de enviar mensajes escritos sexualmente sugestivos o fotos o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de uno mismo. Señala qué tanto estás de acuerdo o desacuerdo con cada descripción. (Marca con una X sólo una opción para cada palabra). Enviar mensajes escritos sexualmente sugestivos o fotos o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de uno mismo es algo… 28.- coqueto Muy en desacuerdo En desacuerdo De acuerdo Muy de acuerdo 29.- provocativo 30.- asqueroso 31.- ofensivo 32.- estúpido 33.- peligroso 34.- excitante 35.-divertido 36.- inofensivo 37.- inmoral V.- ¿Cuáles crees que son las razones por las que una chica de tu edad enviaría fotos o vídeos sexis de sí misma? (Marca con una X las razones que tú consideres. Puede ser más de una) 38.- Para atraer la atención de alguien que le gusta. 39.- Por presión del chico que le gusta. 40.- Como un “regalo” sexi para su novio. 41.- Para sentirse y ser vista como alguien sexi. 42.- Por presión de amigos (as). 43.- Para dar la impresión de que es alguien coqueta o divertida. 44.- Para ser tomada en cuenta por personas de su edad. 45.- Como respuesta a una foto o vídeo sexi que le enviaron. VI.- ¿Cuáles crees que son las razones por las que un chico de tu edad enviaría fotos o vídeos sexis de sí mismo? (Marca con una X las razones que tú consideres. Puede ser más de una) 46.- Para atraer la atención de alguien que le gusta. 47.- Por presión de la chica que le gusta. 48.- Como un “regalo” sexi para su novia. 49.- Para sentirse y ser visto como alguien sexi. 50.- Por presión de amigos (as). 51.- Para dar la impresión de que es alguien coqueto o divertido. 52.- Para ser tomado en cuenta por personas de su edad. 53.- Como respuesta a una foto o vídeo sexi que le enviaron. 63 VII.- ¿Cuáles de las siguientes situaciones te preocuparían en caso de que tú enviaras fotos o vídeos sexis de ti mismo? (Marca con una X las situaciones que tú consideres. Puede ser más de una) 54.- Podría decepcionar a mi familia o amigos. 55.- Podría dañar seriamente mi reputación. 56.- Me podría meter en problemas serios en la escuela. 57.- Si ese material se distribuyera entre los alumnos de mi escuela me afectaría emocionalmente. 58.- Si ese material se distribuyera entre los alumnos de mi escuela me burlarían y me sentiría muy avergonzado (a). 59.- Podría arrepentirme en el futuro y ya no podría hacer nada al respecto. ¡Gracias por contestar!