261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 261 PLAZA DEL PARAÍSO EN SANTIAGO DE COMPOSTELA. UN PROYECTO URBANO DEL OBISPO DIEGO GELMÍREZ, AÑO 1122 José Miguel Remolina Seivane En el transcurso de los siglos XI y XII Santiago de Compostela llegó a convertirse en una de las más importantes ciudades del norte de la península ibérica, gracias a algunas fundamentales operaciones de transformación urbana promovidas por el obispo Diego Gelmírez, cuyo principal objetivo fue conseguir una gran ciudad, digna de acoger los numerosos peregrinos que desde toda Europa llegaban para visitar la tumba del apóstol Santiago. Especial interés adquiere la operación de creación de un espacio a modo de plaza-atrio ante la portada norte de la catedral, operación dirigida por el obispo Gelmírez en torno al año 1122. Los estudios más recientes han puesto de manifiesto las características físicas de la fuente central y de la monumental fachada románica, pero el significado cultural del espacio creado, que recibe en fecha temprana la denominación de Paraíso no ha recibido aún la necesaria atención crítica1. Este artículo pretende ser una primera aproximación a un episodio que se revela como del más alto interés en la historia de la ciudad medieval ibérica. Diego Gelmírez personaje fundamental en la construcción de la ciudad medieval de Santiago En el desarrollo urbano histórico de la ciudad de Santiago de Compostela resulta especialmente decisivo el periodo inicial del siglo XII en que 1 Entre una amplísima bibliografía cabe destacar la reciente monografía CASTIÑEIRAS GONZÁLES, M.A. (Ed.): Compostela y Europa. La Historia de Diego Gelmírez, Santiago, 2010, con refe- rencias bibliográficas actualizadas. 261 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 262 Diego Gelmírez (c. 1070-1140), que fue obispo de la ciudad desde el año 1100 hasta su muerte, tuvo la responsabilidad e iniciativa de transformar la pequeña ciudad en un gran centro urbano, objetivo de grandes peregrinaciones a lo largo de la Edad Media. Personaje de origen noble, Gelmírez demostró su inteligencia y capacidad desde muy joven, primero al servicio del obispo de Santiago, y después, desde 1092 como secretario del conde Raimundo de Borgoña, importante personaje casado con Urraca, hija del Rey Alfonso VI, que se convertirá en uno de los más decisivos actores de la política del reino de Castilla y León2. El obispo que precedió a Gelmírez, Diego Peláez, fue un importante personaje, responsable de la iniciativa de construcción de una nueva catedral en Santiago, que comenzó a edificarse en torno al año 1078, iniciándose por el ábside con elementos de estilo románico muy novedosos, influenciado por las denominadas iglesias de peregrinación contemporáneas del sur de Francia. Sin embargo en el año 1088, Peláez cayó en desgracia, y, acusado de conspiración contra el rey Alfonso VI, fue depuesto y encarcelado3. Durante los años en que el obispado quedó vacante se produjo una interrupción en los trabajos de la nueva catedral, que sólo serán retomados doce años más tarde, en 1100, ya en tiempos de Gelmírez. Una vez elegido obispo, Diego Gelmírez retomará con nuevas energías la construcción, respetando las líneas generales previas, pero enriqueciendo la decoración escultórica y la articulación de los distintos cuerpos y las fachadas4. La catedral se situaba en el lugar del primitivo cementerio de origen romano en que la tradición indicaba el sepulcro del apóstol Santiago; aquí se había edificado en el siglo IX una pequeña iglesia, a la que posteriormente se realizaron diversos añadidos. Este primer conjunto fue fortificado en torno al año 960; en el siglo XI el obispo Cresconio habría planificado un nuevo recinto amurallado de gran extensión, que incluía en su interior algunos de los burgos previamente desarrollados sobre las vías de acceso al santuario; la nueva muralla definió de este modo un contorno irregular que condicionará para siempre la forma urbis compostelana, caracterizada por una marcada asimetría, con la catedral situada en el extremo norte, y un gran área inicialmente poco densa al sur donde se irá produciendo el sucesivo desarrollo urbano5. 2 GIBBS, G.: Diego Xelmirez,Vigo 1983. CASTIÑEIRAS GONZÁLES, M.A. (Ed.): Didacus Gelmirez, patrono de las artes. El largo camino de Compostela: de periferia a centro del románico en Compostela y Europa. La Historia de Diego Gelmírez. Santiago, 2010a. Con amplia bibliografía. 3 GIBBS, p. 42 4 GIBBS, p. 183 5 Sobre el desarrollo urbano de Santiago V. LÓPEZ ALSINA, F.: La ciudad de Santiago de Compostela en la Alta Edad Media, Santiago de Compostela, Ayuntamiento 1988. MARTI ARÍS, 262 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 263 Esta singular ubicación de la catedral, así como la orientación tradicional del templo este-oeste, ha condicionado históricamente la articulación de la catedral con los tejidos urbanos desarrollados en torno al santuario. Así la fachada principal occidental de la catedral se abre hacia un espacio no completamente edificado hasta época moderna, y son las dos fachadas de los cruceros las que definen la imagen principal del templo medieval, adquiriendo especial importancia en la relación con la ciudad. Estos condicionantes serán interpretados con inteligencia por Gelmírez, proponiendo sendos espacios públicos singulares en estos puntos. Es así que las dos fachadas del transepto poseen un carácter muy diverso: la meridional se abre hacia el corazón de la ciudad de los mercaderes, donde se sitúan la gran mayoría de las actividades comerciales; aquí Gelmírez propone una plaza de representación del poder civil del obispo, inmediatamente ligada al palacio episcopal. La fachada septentrional se abre, sin embargo, hacía el itinerario de los peregrinos que habiendo seguido el camino francés llegan a la catedral; aquí el obispo propondrá un espacio de anuncio de la importancia espiritual del templo. Aspecto fundamental para comprender las actuaciones de Gelmírez es señalar la importancia en su formación cultural de los dos viajes efectuados por Francia e Italia en los años 1100 y 1105, realizados con el objetivo de visitar al papa en Roma. Estos viajes supusieron una magnífica ocasión para conocer las novedades en arquitectura religiosa y urbana de la época, y fueron ciertamente fundamentales para su posterior decantación por determinados modelos formales de dirección artística y urbanística en su ciudad. El primer viaje a Roma lo realizó en 1100, con motivo de su ordenación como subdiácono. El segundo lo hizo en 1005 con el objetivo de obtener privilegios para su catedral, recorriendo en su transcurso una serie de lugares del sur de Francia célebres por sus santuarios románicos; así visitó las iglesias de Saint Sernin de Toulouse, Saint Pierre de Moissac y, sobre todo, el gran monasterio de Cluny, destacado centro espiritual, que tuvo una gran influencia en la Castilla y León medieval y en la organización del denominado “Camino Francés”, el recorrido principal que seguían los peregrinos para alcanzar la tumba del apóstol en Santiago6. C.: Santiago de Compostela, la ciudad histórica como presente, Santiago de Compostela 1995. FRANCO TABOADA, A.: Los orígenes de Compostela, una historia dibujada, Santiago, 1998. PORTELA SILVA, E.: Historia de la ciudad de Santiago de Compostela, Universidade de Santiago de Compostela, 2003. 6 CASTIÑEIRAS GONZÁLES, M.A.: El porqué de una exposición itinerante. Diego Gelmírez, genio y espíritu viajero del románico en Compostela y Europa. La Historia de Diego Gelmírez, Santiago, 263 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 264 Sin duda durante su estancia en Roma Gelmírez visitó los lugares principales de la ciudad, y seguramente a partir de ello tomó cuerpo su proyecto de renovación de su ciudad compostelana. En su ambicioso proyecto urbano la ciudad de Santiago debía convertirse en una nueva Roma, ciudad de referencia de toda la cristiandad, y así en su proyecto de una nueva imagen de prestigio para Santiago encontramos soluciones de emulación de la basílica de San Pedro o del complejo de San Giovanni in Laterano. Es importante señalar igualmente la relación especial existente entre Gelmírez y el papa cluniacense Pascual II (1099-1118), y, sobre todo con Calixto II (1119-1124), de origen borgoñón y que tenía relación familiar directa con Raimundo, entonces Conde de Galicia y uno de los principales protectores de Gelmírez7. La platea palatii (plaza de Platerías) La fachada del transepto sur, denominada de Platerías fue iniciada en 1103, y aparece concebida según un complejo programa iconográfico, aún motivo de estudio para los especialistas en la historia del arte. En ella Gelmírez buscaba reflejar una representación del poder temporal del obispo y de su capacidad de promulgar leyes y administrar justicia, de cara a la comunidad de ciudadanos de Santiago; de esta voluntad de representación es señal característica la presencia de leones como elemento decorativo significativo en las puertas, que deben ser interpretados como símbolo del poder temporal, aludiendo al trono del rey Salomón8. El Codex calixtinus menciona exprsamente este particular: “En el mismo pórtico hay cuatro Leones, uno a la derecha en una entrada, y otro en la otra. En la parte de arriba del pilar, entre las dos entradas, hay otros dos feroces leones, cada uno de los cuáles apoya en el lomo del otro”9. Si en el románico italiano es habitual la presencia de figuras de leones en los pórticos catedralicios, en el arte románico de la península ibérica este uso es rarísimo, y es por ello que debemos buscar su justificación en las visitas italianas de Gelmírez. Situado al costado de la portada del transepto de Platerías se proyectó 2010b, p. 16-30. 7 CASTIÑEIRAS GONZÁLES, M.A.: Calixto II, Giovanni da Crema y Gelmírez en Compostellanum, Vol. 47, Nº. 3-4, 2002, pág. 401-412. 8 Cfr. CASTIÑEIRAS GONZÁLES, MA.: Un adro para un Bispo: modelos e intencións na fachada de Praterías en Semata, nº 10, 1998, p. 260. 9 Codex Calixtinus V, IX. V. MORALEJO, A., TORRES, C., FEO, J.: Liber Sancti jacobi “Codex Calistinus”, Santiago, 1999. 264 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 265 un palacio episcopal de gran importancia simbólica. Se comenzó a construir en 1101 según un programa del cual apenas conocemos los detalles, pero que debía ser muy ambicioso; el palacio aparece descrito en la Historia Compostellana, con una especial referencia a la existencia de un ámbito principal formado por tres espacios, solución arquitectónica que ha sido interpretada como emulación de arquitecturas de prestigio italianas, según se estudiará más adelante: “ínter muros ejusdem civitatis Bti. Jacobi opus noviter inceptum mirabili suo ingenio tricameratum solium cum turri convenienter incepit, et convenientius ad perfectionem, non remota festinatione, perduxit”10. El programa incluía también la creación de una residencia para canónigos, organizada en torno a un claustro, para el cual debió ser elaborada la taza de la fuente que más adelante veremos finalmente instalado en la plaza-atrio del Paraíso11. Ante la portada y el palacio se extendía un espacio libre a modo de plaza, identificado en documentos de la época como Platea palatii. El palacio debía abrirse hacia la plaza mediante algún tipo de arcada, de modo que la plaza actuaba de atrio de respeto de palacio y catedral. Aún en 1537 se conservaba un cierto carácter de espacio reservado de esta plaza, apareciendo simbólicamente cerrada por cadenas12. Poco conocemos de cuanto se llegó a construir de este palacio episcopal; en las revueltas ciudadans de 1116 y 1167 el palacio fue asaltado y completamente destruído, y años después cuando Gelmírez se plantea su reconstrucción se decide definitivamente trasladarlo a una nueva ubicación, situándolo en el lateral septentrional de la catedral, donde a partir de 1120 se comienza a construir el gran palacio de dos plantas que aún hoy existe 13. La plaza-atrio de el Paraíso La otra fachada del transepto, la orientada hacia el norte, denominada Porta Francígena, tenía un carácter muy diferente. Éste era un importante lugar para Gelmírez pues era el punto por el que los peregrinos llegaban a la catedral, procedentes del camino francés. Es por ello que el obispo aborda aquí el proyecto de transformar este punto en elemento funda10 Historia Compostelana, lib. I, cap. XX, pág. 54. 11Cfr. FIGUEIRA VALVERDE, J.: Historias de Compostela, Santiago 1970, p. 66. 12 Cfr. CASTIÑEIRAS GONZÁLES, 1998. p. 232. ROSENDO VALDÉS, A.: Una historia urbana: Compostela 1595-1780. Santiago, 2004, p. 258. 13 Cfr. GIBBS, p. 187. 265 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 266 mental de articulación entre la catedral y el espacio urbano de Santiago. Este espacio recibió la denominación de Paradisus y estaba constituído por un espacio libre a modo de atrio donde se situaba una fuente monumental. Conocemos pocas cosas seguras acerca de su morfología, pero sin duda poseía un carácter singular que fue siempre resaltado por los relatos de los distintos viajeros, incluyéndose además una descripción detallada del mismo en la Historia Compostelana y en el Codex Calixtinus, ambas, obras literarias de alto interés cultural, elaboradas para glorificar la ciudad de Santiago y sus peregrinaciones, así como para resaltar las actuaciones del obispo Diego Gelmírez. El Codex Calixtinus describe detalladamente el espacio que encuentran los peregrinos: “Cum nos gens galilea apostolicam basilicam ingredi nolumus, per partem septentrionalem intramus. Ante cuius introitum est iuxta uiam hospitale pauperum peregrinorum sci. lacobi; et inde habetur ultra uiam scilicet quídam paradisus ubi sunt gradus descensionis nouem. In fine uero graduum eiusdem paradisi, fons mirabilis liabetur, cui siinilis in toto mundo non inuenitur”14. Del mismo modo, también la fuente monumental aparece descrita con detalle: “Habet enim fons ille in pede tres gradus lapídeos super quos sita est quedam pulcherríma conca lapídea, instar parapsídís uei bacinní, rotunda et cauata, que etiam tanta habetur, quia largíter possunt in ea balneari, ut puto, quindecim liomines. In medio cuius sita est columpna erea, inferius grossa, septem quadris apta, decenti altitudine longa; de cuius cacumine quatuor procedunt leones, per quorum ora quatuor exeunt limplie flumina ad reficiendum bti. lacobi peregrinos et ciues. Que etiam flumina postquam egrediuntur ab oribus leonvm, ilico labuntur in eadem conca inferius; et ab hinc exeuntes per quoddam eiusdem conque foramen subtus terram recedunt. Sicut uideri nequit unde aqua uenit, sic nec uideri ualet quo uadit. Est autem limpha illa dulcis, nutribilis, sana, clara, obtima, yeme calida, estáte temperata. In prefata uero columna he littere scripte hoc modo induabus lineis sub pedibus leonum habentur per circuitum: T EGO BERNARDVS BTI. JACOBI TS. (THESAURARIUS) HANC AQVAM HVC ADDVXI ET PRESENS HOPVS COMPOSVI AD MEE ET ANIMAEVM MEOE-VM PARENTVM REMEDIVM. E. I.C.L.X.III. IDVS APEILIS”15. Entre la fuente y la portada se extendía un espacio cualificado, el atrio, 14 15 266 Codex Calixtinus V, IX. Codex Calixtinus V, IX. 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 267 cuyas dimensiones debían corresponderse con la anchura de la portada, poseyendo una planta cuadrada. A los lados se situaban los comerciantes con artículos para los peregrinos, si bien desconocemos si se llegó a construir algún tipo de pórtico o estructura permanente para alojar la actividad comercial. “Post fontem habetur paradisus, ut diximus, pauimento lapídeo factus: in quo crusille piscium id est Ínter signa bti. lacobi uenduntur peregrinis, et butti uinarii, sotulares, pere ceruine, marsupia, corrigie, cingulo, et omne genus erbarum medicinalium et cetera pigmenta; et alia multa ibi ad uondenclum liabentur. Cambiatores uero et hospitales ceterique mercatores in uia francigena liabentur. Paradisus uero ille tantus est, quantum iactus est lapidis in utraque parte. Inmediatamente se situaba la gran portada septentrional del transepto, la denominada Porta Francigena, que posteriormente fuera denominada de Azabachería, debido a la abundancia en el lugar de artesanos de este material, que aparece así descrita: §. VIII. — De porta septemtrionali. Post paradisum namque illum septemtrionalis porta francigena eiusdem basilice sci. lacobi inuenitur; inqua dúo introitus liabentur, qui etiam liis operibus pulcre sculpuntur16. Desconocemos con exactitud el modo en que la calle desembocaba en la plaza-atrio; previamente a la construcción de la catedral románica el acceso de los peregrinos desde el nordeste se realizaba a través de la vía sacra, pequeña calle que conducía a la cabecera de la pequeña iglesia existente, pero con la construcción de la nueva catedral el recorrido experimentó una importante modificación. Si bien se ha señalado la posibilidad de un acceso más directo, que siempre debía superar algunos escalones, la gran mayoría de las referencias documentales nos permiten interpretar una solución de encuentro similar a la actualmente existente, con un acceso lateral este-oeste a nivel, paralelo al cuerpo de la nave, llegando lateralmente a la plaza-atrio; no sabemos si el fuerte desnivel, actualmente resuelto mediante nueve escalones, fue resuelto con el proyecto17. La fuente del Paraíso fue instalada en la plaza en el año de 112218. Bernardo, que aparece citado documentalmente como tesorero del cabildo parece que fue un personaje clave en la operación, con la responsabilidad 16 17 Codex Calixtinus V, IX Cfr. CASTIÑEIRAS, M., NODAR, V.: Reconstruyendo la Porta Francíegena de la Catedral de Santiago: materiales multimedia para una exposición de arte románico en Románico, 10, Junio 2010. 18 Cfr. GIBBS, 182. LÓPEZ FERREIRO,1901: III, p. 66. Reconstrucción de la morfología de la fuente en MORALEJO, S.: La imagen arquitectónica de la Catedral de Santiago en Il pellegrinaggio a Santiago di Compostela e la letteratura Jacopea, Atti del Convegno Internazionale di studi, Perugia, 1985, p. 42. Esta basada en un diseño del autor en CASTIÑEIRAS, NODAR, op. cit. 267 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 268 de dirigir las obras; es ciertamente significativo que sea su nombre y no el de Gelmírez, el que aparece escrito sobre la columna central de la fuente. Se ha supuesto que este destacado personaje pudiera tener algún tipo de relación de parentesco con Bernardo el Viejo, constructor de la catedral, debiendo poseer en todo caso una importante formación técnica y artística19. Aún no se han realizado estudios definitivos sobre el origen formal de la fuente del Paraíso, tan cuidadosamente descrita por las descripciones de la época; en la península ibérica de inicios del siglo XII este concepto de proyecto urbano complejo era del todo insólito, y por ello es factible apuntar su origen a partir de la experiencia viajera de Gelmírez, a través de sus visitas a Italia en 1100 y 1105, buscando en todo caso la emulación de un ejemplo de prestigio, que sin embargo si aparecen en los grandes centros urbanos italianos de la época. Ciertamente los cuatro caños de la fuente hacén alusión a los cuatro ríos del paraíso; uno de los modelos posibles es el de las fuentes claustrales de los monasterios cluniacenses, aunque la singularidad de su ubicación aislada en el centro del espacio parece aludir a modelos más urbanos. No conocemos descripciones detalladas de la fuente posteriores al Codex Calixtinus; un documento de 1161 nos habla de la denominada fuente de Tronos, sin que podamos deducir nada sobre origen y significado de la nueva denominación, pudiéndose deducir una temprana transformación de la primitiva fuente o su inmediato entorno, que justificaría su cambio de nombre20. En el siglo XVI un incendio destruye todo el conjunto del Paraíso, ocasionando la realización de importantes trabajos de reestructuración alterando la forma del viejo espacio; debe de ser este el momento en que la fuente desaparece del lugar, pues poco después tenemos notocia del traslado de la taza de la fuente al centro del denominado claustro gótico, donde aún hoy parece encontrarse21. Operaciones imprescindibles para el buen funcionamiento de la fuente fueron las obras de conducción de aguas promovidas por Gelmírez, las cuáles aparecen igualmente descritas en la Historia Compostelana. El agua llegaba a la ciudad desde el norte, desde el barrio de Vite, donde comien19 Cfr. LÓPEZ FERREIRO, Historia de la Santa A M Iglesia compostelana, Santiago, 1910 Libro segundo, p. 40. 20 Cfr. GONZÁLES VÁSQUEZ, El agua y sus sistemas de suministro en la Compostela medieval en Segundo Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Madrid, 1998, p. 212. 21 ROSENDO VALDÉS, p. 233 y ss. 268 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 269 za una canalización que llegaba, ya dentro del casco urbano, a la iglesia que por ello adquirió el apelativo de San Miguel de la Cisterna. La realización de esta importante obra nos indica la destacada capacidad técnica alcanzada en el Santiago de Gelmírez22. La emulación en Santiago de Compostela de ejemplos foráneos de prestigio Aunque aún no se han abordado en profundidad los orígenes y precedentes formales de esta singular operación urbana de la plaza–atrio del Paraíso, sí es posible realizar una primera aproximación a las influencias de soluciones arquitectónicas de prestigio procedentes de la ciudad de Roma, conocidas por Gelmirez durante la visita y aplicadas aquí en un deseo de emulación de su grandeza y simbolismo. Ciertamente la denominación del nuevo espacio frente a la puerta Francígena, el Paraíso, nos remite de modo inmediato a una relación con el atrio porticado existente ante la basílica de San Pedro del Vaticano en Roma; este espacio cumplía una importante función de espacio de presentación a la gran basílica, construida en tiempos de Constantino, siendo aquí que los peregrinos recibían la primera fuerte impresión durante su visita al gran santuario vaticano23. Pero, ¿cuál era exactamente la fuente que sirvió de modelo a Gelmírez? Ciertamente en el centro del atrio vaticano se situaba el Cantharus, o Fontana della Pigna, gran fuente monumental que incluía la gran piña de cobre de origen antiguo, fuente que la tradición quiere fuese construida por el Papa Symmachus, originalmente con cuatro grandes columnas de pórfido24, pero ciertamente las singularísimas características de esta fuente imposibilitan toda comparación formal con la fuente de Santiago de Compostela. Es por ello que debemos fijar nuestra atención en una segunda fuente existente en el atrio, de menor importancia y de la que sin duda poseemos menos referencias documentales. Esta pequeña fuente, igualmente de cobre, aparece representada en la célebre planta del conjunto vaticano de Tiberio Alfarano (c. 1582) identificada con el número 117, y descrita como “Fons Magnus Aeneus pro peregrinis a Symm”25; de ella apenas conocemos que poseía forma circular. En la reconstrucción del complejo vaticano de Brewer (1891) esta segunda fuente se representa con una columna central, con el agua que desciende desde lo alto hasta la gran taza26; no conocemos cuáles son las referencias documentales que permiten esta 22 GONZÁLES VÁSQUEZ, p. 212 23 Cfr. KRAUTHEIMER, R.: Rome profile of a city, 312-1308, Princenton, 1980, p. 28 24 KRAUTHEIMER, p. 35 25 TIBERIO ALFARANO, De basilicae Vaticanae antiquissima et nova structura (c. 1582). 26 Cfr. VOLBACH, W.F., HIRMER, M.: Frühchristliche Kunst, Munich, 1958, fig. 1. p. 13. 269 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 270 reconstrucción; Picard sin embargo afirma que esta fuente era de cobre, y podía provenir de una fuente más antigua27. La alusión de Tiberio Alfarano al destino principal de atención a los peregrinos de la fuente es especialmente importante para nuestra reflexión; si como sabemos la Fontana della Pigna poseía alrededor ocho columnas, fruto de una temprana intervención medieval, debía ser muy incómodo para el peregrino aproximarse al agua de la fuente, tanto para beber como para lavarse, mientras en la segunda fuente, sin ningún tipo de barrera, el acceso a los caños y al agua era más cómodo, facilitando el acto de refrescarse del peregrino. Podemos por todo ello apuntar la alta probabilidad de una inspiración directa en esta pequeña fuente, y ello aún a pesar de carecer de datos documentales ciertos acerca de su origen medieval y de la posible existencia de una columna central, que hubiese podido inspirar directamente la solución formal de la fuente del Paraíso de Santiago. Sobre la presencia de los cuatro leones existentes en la fuente tampoco poseemos referencias ciertas, si bien su significado simbólico en alusión a los cuatro ríos del paraíso es frecuente tanto en ejemplos italianos como del sur de Francia. En cuanto se refiere al proyecto del gran palacio episcopal comenzado a construir por Gelmírez junto a la portada de Platerías, se han señalado igualmente posibles referentes formales de origen romano. Tal y como cuenta con detalle la Historia Compostelana, el ámbito más importante del palacio era un espacio descrito como “tricameratum”, que es posible interpretar como una sala triabsidiada, o con tres ámbitos diferenciados de especial carácter; es por ello que se ha establecido un posible paralelismo con el célebre Triclinium de León III existente en el Patriarchum del Palacio Lateranense en Roma, espacio sin duda conocido personalmente por Gelmírez en sus visitas a Roma, que el obispo compostelano hubiera de nuevo utilizado como referencia de prestigio en su proyecto28. Conclusiones Todo el complejo de la plaza atrio fue definitivamente transformado a partir del siglo XVII; tenemos noticia de un incendio en el lugar en 1631, que da ocasión al cabildo a abordar la reestructuración del viejo recinto, 27 Cfr PICARD, J.C.: Le quadriportique de Saint-Pierre du Vatican, Mélanges de l’Ecole française de Rome. Antiquité, 1974, Vol. 86. Número 86-2. p. 851-890, sp. 887. ROPES LOOMIS, L.: The book of the Popes(Liber pontificarum), New York, 1916, p. 121. 28 Cfr. CASTIÑEIRAS GONZÁLES, 1988, p. 263. LÓPEZ FERREIRO, p. 119. 270 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 271 construyendo un frente con pórticos en el lateral occidental29; en 1705 se presenta un proyecto de reforma de Domingo de Andrade, alterándose la organización de la fachada30. No tenemos ninguna noticia segura sobre la transformación de los niveles del suelo, pero conocemos una imagen que nos ofrece el aspecto del lugar en el año 173931. En 1757 se produce la definitiva transformación de la fachada norte del transepto, que supondrá la destrucción de la Porta Francígena románica, si bien algunos de sus relieves fueron conservados, reinstalándose en la portada sur de Platerías32. La tradición local quiere que la gran taza de la fuente del paraíso fue reinstalada en el gran claustro gótico, construido a partir del siglo XVI, donde aún hoy se encuentra; no existen sin embargo estudios específicos que analicen críticamente sus características formales y permitan refrendar esta tradición popular33. En ausencia de estudios arqueológicos del subsuelo de la actual plaza, que nos puedan transmitir información sobre la exacta ubicación de la fuente y sus características dimensionales, y ante la escasez de referencias documentales que permitan ampliar el conocimiento sobre las distintas actuaciones históricas en el lugar, cuanto conocemos hasta ahora de esta singular operación urbana nos habla de una voluntad de emulación de soluciones arquitectónicas de prestigio, sin duda resultado de la cultura e interés del obispo Gelmírez en la arquitectura, así como de su inteligencia en interpretar las soluciones urbanas que había tenido ocasión de conocer personalmente con motivo de sus viajes por Francia e Italia. Sin duda además Gelmírez tuvo la ocasión de rodearse de técnicos y colaboradores de gran capacidad, que han hecho posible la realización de sus proyectos, de entre los que parece destacar el ya citado Bernardo, singular personaje sin duda merecedor de un estudio más profundo. Queda aún pendiente como tarea de futuro la profundización sobre la globalidad de las intervenciones urbanas en Santiago de Compostela de Diego Gelmírez, que se entreven del más alto interés, que incluirían otros proyectos importantes, como la apertura de la denominada Rúa Nueva, calle de trazado sensiblemente rectilíneo creada por él para estructurar un importante sector urbano de Santiago, operación de la que apenas tenemos hasta el momento sino superficiales referencias documentales34. 29 30 31 Cfr. ROSENDE VALDÉS, p. 325. Cfr. CASTIÑEIRAS GONZÁLES, 1988, p. 232. Cfr. FERNÁNDEZ GONZÁLES, A.: Un viejo plano olvidado en el Archivo de la catedral de Santiago: la porta Francígena, su atrio y la Corticela en el año de 1739, en Compostellanum, vol. XV, nº 2 (1970). 32 Cfr. CASTIÑEIRAS GONZÁLES, NODAR, Giugno 2010, p. 25. 33 Cfr. CASTIÑEIRAS GONZÁLES, 2010a, p. 97. 34 Cfr. LÓPEZ FERREIRO, p. 813. 271 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 272 CRONOLOGÍA 820 -30 Descubrimiento del Sepulcro del apóstol Santiago en el lugar de Compostela 960 Sisnando II obispo. Primera fortificación de Santiago de Compostela 1037 Obispo Cresconio (1037-1066) Segunda cerca, con torres 1075-8 Inicio de la catedral románica por el obispo Diego Peláez 1077 Concordia de Antealtares 1088 Diego Peláez es depuesto 1095 Obispo Dalmacio (cluniacense) la sede se traslada desde Iria a Santiago 1100 Diego Gelmírez elegido obispo. Primer viaje a Roma 1103(c) Construcción Fachada de Platerías 1105 Segundo viaje a Roma. Visita del monasterio de Cluny 1117 Revuelta contra Gelmírez de los ciudadanos de Santiago: destrucción del Palacio Episcopal de la Plaza de Platerías 1120 El papa Calixto II concede a Gelmírez el privilegio del Palio. Arzobispado 1120 Creación de la plaza-atrio del Paraíso 1140 Muerte de Diego Gelmírez 272 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 273 Catedral de Santiago de Compostela, vista desde el Este. En los dos extremos del transepto se sitúan las dos plazas estudiadas, al sur la Plaza de Platerías, al norte la Plaza de Azabachería, donde se situó la plaza-atrío del Paraíso en tiempos de Diego Gelmírez. Santiago en torno a 1150, en LÓPEZ ALSINA, F.: La ciudad de Santiago de Compostela en la Alta Edad Media, Santiago de Compostela 1988. 273 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 274 Portada de Platerías, fachada sur del transepto. 274 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 275 Portada de Azabachería, fachada norte del transepto. La taza de la primitiva fuente del Paraíso, hoy en el claustro gótico de la catedral. 275 261-276_Remolina_01_Antista 12/11/13 10.06 Pagina 276 Planta de San Pedro por Tiberio Alfarano (c.1582), De basilicae Vaticanae antiquissima et nova structura. 276