Casos infReCuentes en neuRopediatRía

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reporte de casos
Casos infrecuentes en
neuropediatría
Unusual neuropediatric cases
Adriana Lucía Pajón Ceballos1
Jennifer León2
César Rodríguez3
Resumen
Por considerar infrecuentes los síndromes de Aicardi, de Kallmann y de Sturge-Weber, la
leucodistrofia metacromática y la malformación de la vena de Galeno con síndrome de hipotensión
endocraneana, en este artículo se describe un caso de cada una de estas enfermedades con los
hallazgos imaginológicos y un resumen teórico de cada uno de ellos.
Palabras clave (DeCS)
Síndrome de Aicardi
Síndrome de Kallmann
Síndrome de Sturge-Weber
Leucodistrofia metacromática
Malformaciones de la vena
de Galeno
Key words (MeSH)
Aicardi syndrome
Kallmann syndrome
Sturge-Weber syndrome
Metachromatic leucodystrophy
Vein of Galen malformations
1
Médica neurorradióloga.
Resonancia Magnética del Country.
Bogotá, Colombia.
2
Médica residente de IV año de
radiología. Hospital Universitario San
Ignacio. Bogotá, Colombia.
3
Médico residente de I año de
radiología. Hospital Universitario San
Ignacio. Bogotá, Colombia.
Rev Colomb Radiol. 2009; 20(1):2589-93
Summary
Considering unusual the Aicardi’s, Kallmann’s, and Sturge-Weber’s syndromes, metachromatic
leucodystrophy and Galen Vein malformation with endocraneal hypotension, we describe a case
of each disease with the imaging findings and a review of each one.
Introducción
Describimos el caso clínico, resumen teórico y descripción de los hallazgos imaginológicos en el sistema nervioso
central en los síndromes de Aicardi, de Kallman y de SturgeWeber, y de la leucodistrofia metacromática, así como de la
malformación de la vena de Galeno con síndrome de hipotensión endocraneana, diagnosticados en nuestro servicio de
radiología. Este trabajo fue originalmente presentado como
un cartel en el XXXIII Congreso Colombiano de Radiología,
en el año 2008.
Síndrome de Aicardi
Caso 1: lactante de sexo femenino, de 7 meses
de edad, producto del segundo embarazo (hermano
sano), parto vaginal a término, peso, talla y APGAR
en límites adecuados, con dimorfismo facial dado por
microftalmia grave (casi anoftalmia) y labio leporino. A
los 2 meses de edad inicia crisis convulsivas parciales
que se generalizan al hemicuerpo izquierdo, seguidas
de espasmos flexores masivos, de difícil manejo. También, con retraso en el desarrollo sicomotor, hipotonía
axial y microcefalia. El electroencefalograma mostró
un patrón completamente anormal de alto voltaje del
tipo paroxismo, con atenuación de predominio en el
hemisferio cerebral izquierdo. No se evidenciaron infecciones congénitas ni alteraciones metabólicas. Las
radiografías de la columna torácica mostraron vértebras
en mariposa y hemivértebras (Fig. 1).
Esta paciente cumple con los tres requisitos básicos
para el diagnóstico de síndrome de Aicardi: los espasmos
masivos asimétricos de aparición antes de los 3 meses de
edad y los hallazgos en el electroencefalograma descritos
como estallido-supresión con asincronía interhemisférica.
Los hallazgos en la resonancia magnética (Fig. 1), tales
como las anomalías del cuerpo calloso, quistes de la línea
media, alteraciones de la migración neuronal y anomalías
oculares, corroboran el diagnóstico.
El síndrome de Aicardi es un trastorno dominante
ligado al cromosoma X; ocurre exclusivamente en
mujeres o en 47 XXY (síndrome de Klinefelter), la
sobrevida es muy variada, con edad promedio de muerte
reportada entre los 8,3 y los 18,5 años de vida (1,2).
Desde su descripción, en 1965, se han publicado más
de 180 casos en el mundo, casi todas niñas, y raramente
en personas con cariotipo XXY (3).
Se presenta con una triada clásica de alteraciones
del cuerpo calloso, alteraciones oculares como displasias retinianas, colobomas y lagunas coriorretinales
presentes desde el nacimiento (consisten en aéreas
de hipopigmentación redondeadas bajo las cuales se
observan vasos coroidales).
Los principales hallazgos de imagen son: anomalías
del cuerpo calloso, quistes interhemisféricos (alrededor del tercer ventrículo o de los plexos coroides),
malformaciones corticales del desarrollo (paquigiria y
polimicrogiria) y heterotopias (4).
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Hallazgos adicionales: retardo mental profundo, anomalías vertebrales y de las costillas, microftalmia, hallazgos característicos al
electroencefalograma (patrón de estallido-supresión con disociación interhemisférica, que suele progresar a un patrón de alto voltaje multifocal
completamente desorganizado, que se atenúa con el sueño), asimetría
interhemisférica, alteración del tipo Cavum septi pellucidum y Cavum
vergae, hipoplasia cerebelosa, anomalías faciales y malformaciones
vasculares o malignidades vasculares (5).
Los espasmos masivos son una de las características fundamentales
que definen este síndrome, tal como se han descrito en otras enfermedades neurológicas; entre ellas, la esclerosis tuberosa, fenilcetonuria,
síndrome de Down, secuelas de prematuridad, infecciones del sistema
nervioso central; deben siempre descartarse otras posibles etiologías.
Orienta el hecho de que las convulsiones se presenten antes de los
3 meses de edad y que se inicien parciales, se generalicen en forma
asimétrica y avancen a espasmos masivos, lo que es infrecuente en las
otras enfermedades (6-8).
a
b
Síndrome de Kallman
Caso 2: niña de 5 años, sin antecedentes personales ni familiares de
importancia, a quien se le realiza resonancia de silla turca por bajo peso
y baja talla para la edad, con los siguientes hallazgos de la resonancia
magnética: surcos y bulbos olfatorios no evidentes, silla turca vacía,
neurohipófisis ectópica en la eminencia media y el tallo hipofisiario displásico. Se sugirió el diagnóstico de Síndrome de Kallman (Fig. 2).
El reporte del primer caso fue en 1856, cuando Maestre de San
Juan describió el caso de la autopsia de un hombre de 40 años con
hipogonadismo y ausencia de bulbos olfatorios. Kallman sugirió la
naturaleza genética del hipogonadismo con anosmia al describir la
presencia de esta alteración en tres familias. El síndrome de Kallman
se clasificó como hipogonadismo hipogonadótropo, y estudios posteriores aportaron clara evidencia al identificar defecto en la secreción
de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH). Su incidencia se
estima en 1/10.000 hombres y 1/70.000 mujeres, con hipogonadismo
asociado a anosmia; la relación hombre - mujer es 5:1.
c
Fig. 1. Síndrome de Aicardi (a) T1 sagital simple. (b) T1 coronal contrastado. (c) T2 axial. Microcefalia, microftalmia severa, atrofia parenquimatosa, con asimetría interhemisférica y
ventriculomegalia supratentorial compensatoria, heterotopia subcortical parietal derecha y subependimaria posterior izquierda, hipogenesia del cuerpo calloso, quiste interhemisférico
y calcificación periventricular derecha.
a
c
b
Fig. 2. Síndrome de Kallman (a) T1 coronal contrastado. (b) T1 sagital contrastado. (c). T2 coronal. Ni los surcos ni los bulbos olfatorios son evidentes; silla turca vacía; la neurohipófisis
es ectópica en la eminencia media y el tallo hipofisiario es displásico.
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Casos infrecuentes en neuropediatría. Pajón AL, León J, Rodríguez C
reporte de casos
Puede ser heredado o esporádico. El heredado es ligado al cromosoma
X y puede ser autosómico dominante o recesivo. La penetrancia del gen es
variable, lo que lleva a la presentación incompleta del síndrome (9,10).
El defecto básico que causa el hipogonadismo en este síndrome es
la incapacidad hipotalámica para liberar GnRH, secundaria a defecto
en la migración de las neuronas liberadoras de GnRH desde la placoda
olfatoria al cerebro, y a la agenesia de los bulbos olfatorios. La adenohipófisis puede ser normal, hipoplásica o ausente, y la neurohipófisis,
ectópica. Los pacientes usualmente consultan por retraso en la pubertad
o desarrollo sexual incompleto, y en el 80% de los casos puede haber
anosmia o hiposmia, y el déficit aislado en la liberación de gonadotropinas establece el diagnóstico (11,12).
Al examen físico usualmente hay testículos prepuberales, micropene
y criptorquidia y en las mujeres se encuentra ausencia de vello púbico y
axilar, y lo más importante es la falta de telarquia. Otras manifestaciones
son anomalías esqueléticas (sindactilia, metacarpianos cortos, asimetría
craneofacial), defectos de la línea media (labio y paladar hendidos, daltonismo, agenesia renal), malrotación intestinal, cardiopatía, alteración
en los movimientos oculares y disfunción cerebelar. Puede asociarse a
ictiosis, retraso mental, condrodisplasia punctata y enanismo (13).
El diagnóstico se establece en adultos cuando hay niveles séricos
normales o bajos de hormona foliculoestimulante (FSH) y hormona
luteinizante (LH), con bajos niveles de testosterona en hombres y de
estradiol en mujeres. En los pacientes más jóvenes es difícil y requiere
seguimiento establecer la diferencia entre déficit de gonadotropinas y
retraso constitucional de la pubertad. Una vez se establece el diagnóstico de hipogonadismo hipogonadótropo, los antecedentes familiares
positivos y la presencia de anosmia son altamente sugestivos del
síndrome. Entre los diagnósticos diferenciales más frecuentes están
el retraso constitucional de la pubertad, hipopituitarismo idiopático,
craneofaringioma, desnutrición, hipotiroidismo, hiperprolactinemia,
diabetes mellitus y síndrome de Cushing.
Leucodistrofia metacromática
Caso 3: paciente de sexo femenino, de 6 años de edad, con diagnóstico conocido de leucodistrofia metacromática de presentación infantil,
diagnosticado desde los 3 años de edad, por disminución de la actividad
en la orina de 24 horas de arilsulfatasa. Actualmente cuadripléjica, afásica e invidente, recibe alimentación por gastrostomía. La resonancia
de control (Fig. 3) demuestra atrofia cerebral, hiperintensidades de
sustancia blanca con patrón tigroide, compromiso de los tractos corticoespinales y cerebelosas derechas con espectroscopia, que demuestra
disminución del NAA y aumento de la Cho y de la Cr, sugestivos de
pérdida neuronal y desmielinización y pico de Mionisitol por gliosis.
La leucodistrofia metacromática es una enfermedad por almacenamiento lisosomal, causada por la deficiencia de la enzima arilsulfatasa
A, y presenta un patrón de herencia autosómico recesivo. Es la leucodistrofia hereditaria más común, con una prevalencia de 1:100.000
recién nacidos (14). La arilsulfatasa A interviene en el metabolismo
de los sulfatos, necesarios para la formación de la mielina, lo que condiciona la acumulación de material lipídico metacromático, sulfátidos
de galactosilceramida, en la sustancia blanca del sistema nervioso
central y periférico, la cual sufre desmielinización simétrica; también
se acumula en los riñones, hígado, vesícula biliar y nervios periféricos.
La acumulación de los sulfátidos en las neuronas y células gliales da
la reacción metacromática. La disminución de los niveles de la enzima
en los leucocitos y en la orina hace el diagnóstico. Puede manifestarse
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como infantil tardía (2-3 años), juvenil temprana, (4-6 años) juvenil
tardía (> 6 años) y adulta.
Los hallazgos por imagen comprenden áreas simétricas confluentes
de hiperintensidad de la señal, en la sustancia blanca periventricular, que
respeta las fibras en U. Estos hallazgos se evidencian en las secuencias
T2, Flair y difusión. No hay realce evidente en la tomografía computada
o en la resonancia magnética. En ocasiones puede observarse un aspecto
“tigroide” o de “piel de leopardo” en el patrón de desmielinización de la
sustancia blanca más posterior en el centro semioval, que es ocasionado
por preservación de la sustancia blanca perivascular.
La sustancia blanca del cerebelo, el cuerpo calloso, cápsula interna
y tractos corticoespinales también son afectados comúnmente. En las
etapas tardías de la leucodistrofia metacromática, a menudo, se observa
atrofia córtico-subcortical, con afectación de las fibras en U (15-17).
Las imágenes de espectroscopia por resonancia magnética demuestran disminución del NAA (N acetil aspartato) por pérdida de la
viabilidad neuronal, aumento de la Cho (colina) por desmielinización,
aumento del Myo (mioinositol) por gliosis e inestabilidad de la mielina,
debida a alteración en su composición, y aumento leve del lactato (18).
Malformación de la vena de Galeno con
síndrome de hipotensión endocraneana
Caso 4: paciente de sexo masculino de 8 años de edad, hospitalizado
en unidad de cuidados intensivos por insuficiencia cardiaca y endocarditis bacteriana, con antecedente personal de hipertensión pulmonar.
Le solicitan resonancia magnética cerebral por deterioro del estado de
conciencia. Como hallazgo incidental se encuentra malformación de la
vena de Galeno, con síndrome de hipotensión intracraneana (Fig. 4).
La malformación arteriovenosa de la vena de Galeno es una anomalía rara de la circulación intracraneal que constituye el 1% de todas las
malformaciones vasculares intracraneales, pero representa el 30% de las
anomalías vasculares intracraneales de la edad pediátrica (19,20). Puede
manifestarse en el período neonatal como falla cardiaca congestiva de
evolución tórpida, de acuerdo con el tamaño de la lesión. Su etiología
se desconoce. Es un defecto que se desarrolla de la sexta a la decimoprimera semana de vida fetal, por persistencia de la vena prosencefálica
de Markowski (21). Esta vena se inicia por unión de las dos venas cerebrales internas como un vaso corto, que se curva hacia arriba alrededor
del rodete del cuerpo calloso para abrirse en el extremo anterior del seno
recto, después de recibir las venas basales derecha e izquierda.
Durante el desarrollo embriológico las arterias y venas cerebrales
se cruzan muy próximas unas a otras, y pueden existir conexiones
fistulosas. Las fístulas persisten debido a un gradiente de presión arteriovenoso, y tanto el tamaño como el número de fístulas determinarán
el eventual tamaño del aneurisma de la vena de Galeno.
Hay dos clasificaciones de las malformaciones de la vena de
Galeno: la de Yasargil y la de Lasjaunias. En la primera hay cuatro
categorías. Los tipos I, II y III envuelven comunicaciones fistulosas
con la vena de Galeno y no existe un nido proximal, y en el tipo IV
están las malformaciones arteriovenosas parenquimatosas que drenan a
la vena de Galeno. En la clasificación de Lasjuanias hay dos tipos: las
coroideas y las murales. Las coroideas son conexiones arteriovenosas
sin obstrucción venosa, son las más frecuentes (el 90% de los casos)
y suelen diagnosticarse en el recién nacido por clínica de insuficiencia
cardiaca congestiva y soplo intracraneal; si no se tratan, las malformaciones coroideas tienen un pronóstico fatal. Las malformaciones de tipo
mural consisten en una o varias fístulas arteriovenosas con restricción
2591
a
b
c
Fig. 3. Leucodistrofia metacromática (a) Flair. (b) T2 axial. (c) Espectroscopía con TE corto. Atrofia cerebral, hiperintensidad de la sustancia blanca profunda, con patrón tigroide,
hiperintensidad de los tractos corticoespinales y en el hemisferio cerebeloso derecho. La espectroscopia demuestra relación cercana a 1:1 del NAA/Cr, NAA/Cho y Cho/ Cr por disminución
del NAA y aumento de la Cho y de la Cr, que sugieren pérdida neuronal, desmielinización y, además, pico de Myo por gliosis.
a
b
c
Fig. 4. Malformación de la vena de Galeno (a) T1 axial contrastado. (b) T1 coronal contrastado. (c) T1 sagital contrastado. Atrofia cerebral, hiperostosis craneal, múltiples vasos
intraparenquimatosos dilatados y marcada dilatación de la vena de Galeno que comprime el mesencéfalo y ocasiona hidrocefalia intraventricular; realce paquimeníngeo, colecciones
extra axiales hemisféricas crónicas y compresión severa de la fosa posterior, por síndrome de hipotensión endocraneana.
al flujo venoso, suelen manifestarse mas tardíamente por hidrocefalia
o síntomas neurológicos, mas raramente por falla cardiaca (22-24).
El paciente mencionado presentaba como hallazgo asociado síndrome de hipotensión intracraneana, el cual resulta de la disminución de la
presión del líquido cefalorraquídeo. Según la doctrina de Monro-Kellie
el volumen de líquido cefalorraquídeo y el volumen sanguíneo varían
inversamente; así, con la dilatación venosa presente en este paciente
aumenta el volumen sanguíneo, con la consiguiente disminución
de la presión del líquido cefalorraquídeo, lo que conlleva síndrome
de hipotensión intracraneana. Este síndrome consiste en una triada
diagnóstica que comprende paquimeningitis, descenso de las amígdalas cerebelosas a través del foramen magno y colecciones líquidas
subdurales bilaterales en un 15% de los casos (el 70% es líquida clara
y el 10%, hematomas) (25,26).
Síndrome de Sturge-Weber
Caso 5: paciente de 10 años de edad, de sexo masculino, con
antecedentes de convulsiones desde la etapa de lactante y retraso
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mental. Ingresa a nuestro centro por pérdida de la fuerza muscular del
hemicuerpo derecho. Las imágenes practicadas, resonancia magnética
y tomografía computadas (Fig. 5), demuestran hemiatrofia hemisférica
izquierda, malformación vascular leptomeníngea y calcificaciones
corticales subyacentes en la región parietooccipital izquierda.
El síndrome de Sturge-Weber (SSW), también llamado angiomatosis encéfalo-trigeminal o angiomatosis meningofacial, es un trastorno
histogenético del desarrollo, incluido dentro de los síndromes neurocutáneos, caracterizado por la presencia de angiomas en la cara, referidos como “vino oporto”, presentes desde el nacimiento, en el área de
inervación sensitiva de la primera y segunda ramas del trigémino, en la
coroides ocular y en las leptomeninges. La angiomatosis pial se presenta
en el 100% de los pacientes, con predominio hemisférico posterior e
ipsilateral al nevus facial. Otras manifestaciones son calcificaciones
intracraneales, convulsiones de aparición temprana y de difícil manejo,
hemiparesia, hemianopsia y retraso mental. Su etiología se desconoce,
aunque la mayoría de estos procesos es familiar. El SSW aparece esporádicamente, con una frecuencia aproximada de 1/50.000 (1,27).
Casos infrecuentes en neuropediatría. Pajón AL, León J, Rodríguez C
reporte de casos
a
c
b
Fig. 5. Síndrome de Sturge-Weber (a) T1 axial. (b) Sagital contrastado. (c) Tomografía axial. Hemiatrofia hemisférica izquierda, prominencia asimétrica del plexo coroideo izquierdo y
malformación vascular leptomeníngea parietooccipital izquierda, con calcificaciones corticales subyacentes.
Hallazgos imaginológicos: realce de las circunvoluciones por el
angioma, con calcificaciones parenquimatosas subyacentes; atrofia del
hemisferio afectado, con agrandamiento del plexo coroide; drenaje venoso anómalo; angiomas de la coroides, y esclera y buftalmos (28,29).
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Correspondencia
Adriana Lucía Pajón Ceballos
Clínica del Country
Carrera 16 No. 82-57
Bogotá, Colombia
[email protected]
Recibido para evaluación: 16 de enero del 2009
Aceptado para publicación: 25 de febrero del 2009
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