La Fortaleza de ser Mujer

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El 8 de marzo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer
Trabajadora o Día Internacional de la Mujer, la celebración surgió en
Copenhague, Dinamarca, el 19 de marzo de 1911.
La fortaleza es un don que solo tienen aquellos que aceptan el reto de vivir. ¡Venciste mujer!
Con no dejarte vencer. Pedro Calderón de la Barca (1600-1681). Poeta español
(Preparar un ambiente de reflexión: flores, velas y fotografías de mujeres)
Desde un inicio Dios creó a la mujer con el propósito de que el hombre no estuviera
solo, que ambos se hagan compañía comprendiendo que la soledad solo debilita la
fortaleza de la humanidad, ambos deben asumir el compromiso y la ayuda mutua en
bien de la familia (Génesis 2,18). También en la Palabra de Dios queda claro que la
mujer debe ser protegida, amada y respetada y que por ella el hombre debe ser capaz
de renunciar a su familia y ser en ella un solo cuerpo y una sola carne sin importar el
transcurso del tiempo (efesios 5,25-31).
Como clara demostración de la importancia de SER mujer, la Biblia está llena de
historias de grandes mujeres: valientes y
visionarias, virtuosas y abnegadas. Las
Escrituras se refieren particularmente a
algunas de ellas: Ruth, Ester, Judit y María
Magdalena, entre otras, que a pesar de las
desventajas y las situaciones adversas
lograron poner en alto el nombre de Dios y
cumplieron con la misión que Dios les
había confiado.
La realidad actual no es distinta, pero la
mujer dejó de lado el ser solo un símbolo
de maternidad para convertirse en una
heroína que se va
enfrentando
cotidianamente
con
diferentes
problemáticas: la exclusión, la inequidad de
roles, la discriminación, la violencia, la infravaloración, desconocimiento de sus
valores… siendo estas situaciones que llegan a ser un obstáculo para su desarrollo
integral.
En muchas ocasiones ha sido ignorada la
labor de la mujer en todos los ámbitos de
la vida social, económica, cultural, artística
y política, aun así demuestra fortaleza
para sobrellevar estas adversidades y
obtener respeto por su dignidad y el rol
que tiene en la sociedad.
Una mujer de fortaleza “no retrocede” sino
que enfrenta toda adversidad con el poder
y la autoridad que Dios le ha dado y
“actúa”; no se debilita con el problema o la
situación sino que en la tormenta levanta
vuelo con la unción del Espíritu; una mujer
de fortaleza sabe lo que quiere, sabe
dónde está parada, asume desafíos, se
pone metas y las cumple, porque se siente llena de la gracia de Dios.
TEXTOS BÍBLICOS:
Isaías 60:1 “Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz, y la Gloria de Yahvé ha
nacido sobre ti”.
Proverbios 31:10 “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su valor sobrepasa a las
perlas”
Reflexión:
UNA MUJER FUERTE O UNA MUJER DE FORTALEZA
Una mujer fuerte hace ejercicios todos los días
para mantener su cuerpo en forma...
mientras que una mujer de fortaleza se arrodilla
a orar, para mantener su alma en forma...
Una mujer fuerte NO teme a nada...
mientras que una mujer de fortaleza demuestra VALOR
en medio de su temor...
Una mujer fuerte a nadie permite que le quite lo
mejor de ella...
mientras que una mujer de fortaleza DA lo mejor
de sí a todos...
Una mujer fuerte comete errores y los evita en
el futuro...
mientras una mujer de fortaleza se da cuenta que
los errores en la vida también pueden ser
bendiciones de Dios, y aprende de ellos...
Una mujer fuerte camina con pasos seguros...
mientras que una mujer de fortaleza sabe que Dios la
ayudará si cae...
Una mujer fuerte muestra en su rostro una
expresión de confianza...
mientras que una mujer de fortaleza muestra una
expresión de gracia...
Una mujer fuerte tiene fe en que tiene fuerza
suficiente para el viaje...
mientras que una mujer de fortaleza tiene fe que el
viaje la hará más fuerte...
REFLEXIÓN (Se puede compartir):
 ¿Qué tipo de mujer soy, una mujer fuerte, o una mujer de
fortaleza?
 ¿Las actividades cotidianas en el trabajo ponen a prueba tu
fortaleza?
 ¿Cómo consideras fortalecer a la mujer que viene en busca de
ayuda?
Entre las fortalezas que podemos destacar está el de la mujer que sobrevive a la
violencia intrafamiliar que a pesar del maltrato, la exclusión y vulneración de sus
derechos termina con el ciclo de violencia y empieza a establecer una nueva vida,
que si bien, al principio, se convierte en una situación difícil de superar, -pues debe
enfrentarse y romper con esquemas establecidos por la sociedad como: costumbres,
tradiciones, prejuicios como el ¡qué dirán!. Debe luchar económicamente al lado de
sus hijos asumiendo tareas consideradas propias del hombre, debe sobrellevar el
dolor de las secuelas que le dejaron las agresiones impartidas por aquel al que creía
en un momento dado su protector.
ORACIÓN DE ACCION DE GRACIAS
(Extraído de la “Carta del Papa Juan Pablo II a las Mujeres. Vaticano, 29 de junio,
Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, año 1995.)
Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría
y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el
niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento,
punto de referencia en el posterior camino de la vida.
Te doy gracias, mujer-esposa, que unes irrevocablemente tu destino al de un hombre,
mediante una relación de recíproca entrega, al servicio de la comunión y de la vida.
Te doy gracias, mujer-hija y mujer-hermana, que aportas al núcleo familiar y también al
conjunto de la vida social las riquezas de tu sensibilidad, intuición, generosidad y
constancia.
Te doy gracias, mujer-trabajadora, que participas en todos los ámbitos de la vida
social, económica, cultural, artística y política, mediante la indispensable aportación
que das a la elaboración de una cultura capaz de conciliar razón y sentimiento, a una
concepción de la vida siempre abierta al sentido del « misterio », a la edificación de
estructuras económicas y políticas más ricas de humanidad.
Te doy gracias, mujer-consagrada, que a ejemplo de la más grande de las mujeres, la
Madre de Cristo, Verbo encarnado, te abres con docilidad y fidelidad al amor de Dios,
ayudando a la Iglesia y a toda la humanidad a vivir para Dios una respuesta
«esponsal», que expresa maravillosamente la comunión que El quiere establecer con
su criatura.
Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu
femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de
las relaciones humanas.
ORACION FINAL
"Padre Celestial enséñanos a poder ser mujeres de bendición para los demás,
ayúdanos a ser sensibles a tu voz y derrama en cada una de nosotras
tu sabiduría y prudencia...
ayúdanos a ser mujeres de fortaleza…
Gracias porque nuestras vidas están en Ti...
y Tú, eres nuestra Fortaleza..."
Elaborada por: Ana Silva contacto Justicia y Paz - Regional Sayariy
Warmi – Fundación Levántate Mujer –Provincia Bolivia/Chile
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