TRES SOMBREROS DE COPA. MIGUEL MIHURA DATOS BIOGRÁFICOS En 1905 nace Miguel en Madrid. Desde muy pequeño conoció el ambiente teatral, ya que su padre era actor y empresario. Durante la guerra dirigió La ametralladora, una revista de humor, que no será primera pues en 1942 funda La Codorniz y que dirige hasta 1946, revista a la que impone otro tipo de humor, más descabellado, por buscar un adjetivo. Colabora con Berlanga y Bardem como guionista de cine en Bienvenido, Mister Marhsall, en 1952. Un año más tarde, reanuda su producción teatral y va congeniando con los gustos del público. En el año 1976 es elegido miembro de la Real Academia Española. Muere en 1977. PRODUCCIÓN TEATRAL Su primera obra es Tres sombreros de copa, escrita en 1932. Pero la obra no fue comprendida en su momento, el público no supo captar el tipo de humor y tuvieron que transcurrir veinte años para su estreno. Confiesa el autor que decidió hacer ese teatro comercial o de consumo inmediato, al alcance de empresarios, actores y público burgués que no quería pensar demasiado sino pasar un buen rato sin tener quebraderos de cabeza con juegos de humor de índole conceptual. Desde este análisis nos damos cuenta de lo que supuso para Mihura claudicar, frenar su libertad creadora, renunciar a ciertas audacias de humor insólito. El propio autor afirma que su teatro “oculta mi pesimismo, mi melancolía, mi desencanto por todo bajo un disfraz burlesco”. Escribió veintitrés comedias en total, entre las que daremos algunos títulos como Ni pobre ni rico sino todo lo contrario, en colaboración con Antonio Lara, más conocido por “Tono”, en 1939. Con Álvaro de Laiglesia escribió en 1946 El caso de la mujer asesinadita. En ambas destaca el diálogo hilarante y el inconformismo ante las convenciones. Sublime decisión. Mi adorado Juan, Melocotón en almíbar, Maribel y la extraña familia, Premio Nacional de Teatro en 1959 , La bella Dorotea, en 1963 o Ninette y un señor de Murcia son algunos títulos de obras que conviene destacar. Es indiscutible su capacidad para urdir tramas sorprendentes, revitalizando géneros como la comedia de enredo, el vaudeville o la comedia policíaca. Aúna como ningún otro autor del momento imaginación, humor, ternura y poesía, detalles que reconoceréis en la obra que veremos el día 13 de enero. TRES SOMBREROS DE COPA En la comedia se proyectan experiencias personales, como un viaje que hizo con una compañía cómica y durante la cual se quedó impresionado con una bailarina. También habla el autor de “un forzado rompimiento amoroso” con una novia suya. Dionisio se halla entre una novia y una bailarina. Se funden amor y melancolía, espontaneidad y tristeza, risa ante lo absurdo de determinadas situaciones, sorpresa y la impresión de que el individuo no puede escaparse de ciertas convenciones, pese a que se le presenta la elección de nuevos caminos. “ Sin proponérmelo había escrito una obra rarísima, casi de vanguardia”. Tras estas palabras se esconde la escasa viabilidad de un teatro nuevo, distinto. El tratamiento formal debe mucho al vanguardismo de la preguerra. Los lectores pudieron conocer la obra editada en 1947, pero su estreno no se produce hasta 1952 y un año más tarde recibe el Premio Nacional de Teatro. Gustó especialmente a un público más joven. En los años siguientes fue representada por grupos universitarios los que la obra era como un soplo de juventud e inconformismo. SENTIDO DE LA OBRA En el fondo, bajo “ un disfraz burlesco”, se esconde un tema trágico: la frustración absurda. Es la comedia en la que se malogra de la forma más absurda un atisbo de felicidad. Dionisio es el un ejemplo de vida gris. En una noche insólita encuentra lo imprevisto de la mano de Paula, como “ una libertad paradisíaca”. Se enfrentan, así, dos mundos: una vida prosaica y ridícula y una vida poética y hermosa; la vida burguesa con normas de don Sacramento, la vulgaridad del Odioso Señor y, por otra parte, el mundo de Paula en el que conviven los juegos de la infancia y una amor apasionado al margen de las convenciones. El protagonista se debate entre esos dos mundos y comenta: “Pensé salir hacia el camino de la libertad y voy al camino de la ñoñería y de la hipercloridia”. Miguel Mihura esgrime como nadie el arma del ridículo: los representantes de la sociedad burguesa, los que prefieren la fría regularidad de la costumbre. Y así, lo que pudo ser una tragedia se queda en una inmensa farsa. PERSONAJES Dionisio destaca por su timidez y cursilería. Es un ser inmaduro y el tratamiento que le da el autor consiste en acentuar su infantilismo. Y de repente descubre la “bohemio que llevaba dentro”. Es un antihéroe digno de compasión por ser una víctima de lo convencional. Paula representa la alegría, la belleza, la imaginación, lo anticonvencional. Sin embargo es víctima de Buby y, en cierta medida, marginada por la sociedad, seducida por odiosos señores pero no valorada por los auténticos caballeros, según el sentir de la época. Y sin embargo conserva la ilusión. Observad la hondura del personaje, la nobleza de sentimientos y el intento de escapar de la servidumbre, capaz de aceptar amargamente pero de forma lúcida su derrota. Los restantes personajes son a veces muñecos, necesitan más cuerpo para tener carácter de entes dramáticos, son peleles de raíz esperpéntica. Conviene que atendáis a sus nombres: El Anciano militar, El Cazador astuto, el Odioso señor,, encarnación grotesca del poder del dinero, la caricatura de la personas decentes en boca de don Sacramento, las cursilerías y la bondad irritante de don Rosario. Además aparecen las artistas del music-hall: Fanny, la frescales, Madame Olga, contrapunto del mundo burgués. El puente sería Buby que parce escapado de una película antigua, explotador odioso y esclavo despreciado por los burgueses. ESTRUCTURA No responde a patrones clásicos. Se compone de tres actos que corresponden al tradicional esquema de planteamiento, nudo y desenlace. También se identifica con las tres unidades clásicas. Las escenas de cada acto se suceden y enlazan de forma magistral: alternan las de dos personajes y aquéllas en las que interviene múltiples personajes. La transición es perfecta así como las entradas y salidas. Movilidad y fluidez serán las notas distintivas. El ritmo es lento en un principio y, progresivamente se anima. La caída del telón responde la llamado efecto de suspensión. COMICIDAD Se han señalado tres tipos de comicidad: Comicidad de caracteres, de situaciones y de lenguaje. Observad la impresión que produce en el espectador el sombrero de copa y el pijama, el cornetín , el cruce de personajes en la escena, lo que aparece debajo de la cama, los personajes que salen del armarioliteralmente hablando-, los objetos que el Odioso señor extrae de sus bolsillos. No dejéis de atender a las conversaciones telefónicas y a cierta pulga que nos recordará a Charlot. El auricular y sus utilidades variadas nos acercan a los hermanos Marx. También fijaos el el zapato que le entregan a Dionisio, los conejos del Cazador, la carraca. Y por supuesto, en los tres sombreros de copa. El lenguaje lleva la marca de la tendencia a lo irracional. Nos conduce a la transgresión de lo establecido por la lógica, a lo imposible, al absurdo, pero un imposible o un absurdo que provocan risa. En un principio, el lenguaje va hilvanando la serie de mejoras que hay en el hotel con el paseo de las moscas, una ruptura con lo que establece la experiencia. Aparecen restricciones con respecto a conceptos que no las admiten: “ ser militar, pero poco” “ Me caso, pero poco”. En otras ocasiones hay un desvío con respecto al sentido común, como el hecho de no saber hablar inglés y la solución que se propone o una pura incongruencia como la respuesta de Dionisio cuando Fanny le dice que tiene unos ojos muy bonitos. Otros efectos se apartan de los comportamientos normales como lo que don Rosario dice que harán al despedir a Dionisio cuando se salga de la pensión. La caricatura y sátira de las costumbres aparece también en determinados apelativos afectivos que Dionisio destina a su novia o el lenguaje paródico de la Sonatina de Rubén Darío cuando don Sacramento dice cómo se encuentra la joven. Muy curiosas son ciertas expresiones que don Rosario destina a Dionisio y que proceden de canciones de la época. Junto al patetismo y la comicidad habría que hablar de poesía. Estamos ante una farsa en la que lo poético y lo cómico se equilibran en un calculado contrapunto. Es evidente en el momento en que Paula despliega su sueño de ir con Dionisio a la playa y, a su vez, él hace sonar la carraca. El efecto patético de algunas situaciones se disuelve cuando surgen otros personajes en la escena que distraen ese momento. El quiebro cómico del final de la obra, alivia la tensión emocional en el diálogo entre Paula y Dionisio y en el ¡Hoop! que cierra la obra. Por encima de sus abundantes efectos cómicos, es una obra maestra del humor, de un humor poético; tras la risa o la sonrisa, apunta una lágrima. Un buen precedente del teatro del absurdo, un teatro de audacias dispersas, de transgresiones con respecto a la lógica pero carente de una ideología existencial a la manera de Ionesco o Beckett.