¿Cómo defender la igualdad, la libertad y la justicia?

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Excusas
para no
pensar
los lectores preguntan
a eduardo punset
¿Cómo defender la
igualdad, la libertad
y la justicia?
E
ra amigo de verdad
y querido a pesar de
su voz ronca, pese
a su falta aparente
de brillantez; en el mundo
latinoamericano fue asesor
personal de todos los dirigentes
que retrasaron la llegada al
poder de Pinochet, que torció
el rumbo de Chile durante un
rato. En esta despiadada batalla,
Luciano Tomassini aprendió
todo de los unos y de los otros.
Acaba de ser premiado a
título póstumo como el mejor
autor de ensayo sobre la
teoría y práctica de la política;
recurrió en vida para ello a
las enseñanzas del escritor
británico Hugh Whitemore
describiendo, simplemente, el
tesón y la inteligencia de un
grupo interdisciplinar de los
aliados en la guerra contra
el fascismo, supuestamente
localizado en Bletchley Park.
Rompiendo Códigos se llamaba
el grupo y fue, precisamente,
gracias a esa ruptura que
la impecable y portentosa
Alemania de Hitler sucumbió
ante la deshilvanada Gran
Bretaña y sus aliados. Luciano
Tomassini no pudo elegir mejor
título para su ensayo que el
de Rompiendo códigos.
Siento de veras haber estado
xlSemanal 5 de agosto de 2012
distraído estos últimos años y
haber perdido la ocasión que
tuvimos tantas veces de haber
repasado con Luciano lo que
nos estaba ocurriendo, sin que
lo notáramos. En conversaciones
variadas mantenidas en Madrid,
París, Londres o Washington
se me estaba deletreando
la ruptura necesaria de
códigos por parte de los que
deberían haber defendido
de manera consecuente la
libertad, la igualdad y la justicia
del estado de bienestar.
Luciano Tomassini supo
antes que muchos de nosotros
dos cosas: que cambiar
de idea puede ser no solo
preciso algunas veces, sino
absolutamente necesario. Lo
más difícil, no obstante, es
aceptar que a veces no hay más
remedio que romper los códigos
a los que nos acostumbraron.
Que me perdonen mis lectores
si les digo sin miramientos la
verdad, si les revelo lo que sin
querer y después de muerto
me ha dicho Luciano.
La izquierda, pero no solo
la izquierda española sino la
izquierda europea, no ha sabido
ni podido darse cuenta de que
la gente de la calle le estaba
reclamando que rompiera
los códigos que la inducían
a interpretar de una manera
simplista y mecánica la libertad,
la igualdad y la justicia por la que
habían luchado sus antepasados.
marina cano
marcelina fuentes garcía. correo electrónico
"Es necesario
cambiar
los códigos
heredados.
Ir contra los
derroches y la
corrupción"
En la crisis actual estamos
contemplando hasta qué
punto la izquierda no ha sabido
romper los códigos heredados
del pasado, causando un daño
enorme a los ciudadanos y
hundiendo el respeto del resto de
los países hacia nosotros. ¿Cómo
es posible que los abanderados
de los más modestos de antaño
no hayan sabido cambiar, ante
una situación absolutamente
nueva, la manera de defender la
libertad, la igualdad y la justicia?
¿Cómo es posible que no
quisieran ver que la suma
de los endeudamientos
privados y públicos representa
porcentualmente más del cien
por cien de la riqueza generada?
Nadie le ha dicho a la sociedad
española que no contaba con
los recursos necesarios para
devolver el dinero prestado.
Lejos de mirar la realidad,
se ha puesto el grito en el
cielo cada vez que el Gobierno
aumentaba los impuestos en
lugar de reducir los gastos. Es
probable que no hiciera falta
subir tanto los impuestos,
pero lo consecuente habría
sido disminuir drásticamente
los gastos improductivos
del propio Gobierno y su
manera de gobernar.
Yo no he visto en las
manifestaciones callejeras
una sola pancarta llamando la
atención de que estamos en la
bancarrota ni aportando ideas
sobre la mejor manera de salir
de apuros. Desde la calle habría
agradecido cualquier pancarta
que, en lugar de insultar al Banco
Central Europeo o quejarse de
la insensibilidad de los países
europeos, hubiera despotricado,
en cambio, contra los derroches
cometidos por los españoles,
la corrupción solapada
de estos mismos o el salto al
vacío dado por tantos gestores
españoles del dinero público. n
Si quiere participar en la sección, envíe sus preguntas a
[email protected] o a XLSemanal. Excusas para
no pensar. Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 7. 1ª. 28027 Madrid.
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