RESULTADOS TÍTULO DEL PROYECTO: IDENTIFICACIÓN, CARACTERIZACIÓN Y MANEJO DE AGENTES CAUSALES DE ENFERMEDADES RADICULARES DEL MANZANO EN LAS PRICIPALES REGIONES PRODUCTORAS DE CHIHUAHUA. NÚMERO DE CLAVE: 362 INVESTIGADOR RESPONSABLE: DR. RIOS VELASCO CLAUDIO RESÚMEN EJECUTIVO La producción nacional del manzano es inestable debido a factores abióticos (baja acumulación de horas frío, heladas tardías, granizo, entre otros) y bióticos (insectos plaga y enfermedades), los cuales limitan su producción ocasionando pérdidas económicas. Las enfermedades reportadas que atacan a este frutal a nivel mundial, siguen siendo un gran problema para los fruticultores, dentro de estas enfermedades destacan las radiculares causadas por diversos patógenos presentes en el suelo, tales como Phymatotrichopsis omnivora Phytophthora cactorum, Fusarium spp., Armillaria spp., Rhizoctonia spp., Alternaria spp., Rosellinia necatrix, Xylaria mali, Nectria spp., y Pythium spp. entre otros. Cabe señalar también que en los mismos suelos plantados con manzano, se encuentran microorganismos antagonistas, tales como bacterias Bacillus spp., hongos Trichoderma spp. y actinomicetos (Streptomyces spp.), los cuales son una alternativa viable y económicamente rentable para el manejo de enfermedades. En la actualidad, la información generada sobre las enfermedades radiculares en manzano en México, es escasa y no muy reciente en cuanto a agentes causales asociados, sintomatología, incidencia, severidad, distribución, manejo, entre otros. Dado lo anterior, el objetivo del estudio fue caracterizar a los hongos causantes de enfermedades radiculares en manzano y sus antagonistas, en huertos del estado de Chihuahua. Para lo cual, se estimó la incidencia de enfermedades radiculares en cinco huertos de cada uno de los cuatro municipios productores de manzano en el estado de Chihuahua, en los mismos huertos se tomaron muestras de suelo de la rizosfera de árboles y de tejido vegetal, para el aislamiento de hongos fitopatógenos y antagonistas. Los hongos fitopatógenos y antagonistas fueron identificados morfológica y molecularmente. Los hongos antagonistas aislados y del cepario del CIAD, A.C. fueron confrontados in vitro con los fitopatógenos, para medir su capacidad antagónica como una alternativa al control químico. Dada la gran diversidad de especies de hongos entomopatógenos encontrados asociados a huertos de manzano en el estado, se realizaron pruebas de patogenicidad (postulados de Koch), bajo condiciones de invernadero en 12 portainjertos de manzano, en la cual se contemplaron 15 patógenos que en estudios previos en otros países han sido reportados como agentes causales. Mediante las características morfológicas macro y microscópicas, se identificaron a los siguientes hongos fitopatógenos: Pythium spp., Phytophthora cactorum, Fusarium oxysporum, F. sacchari, F. tricinctum, F. solani, Alternatia alternata, A. brassicae, Bionectria ochroleuca, Gibberella intermedia y a los antagonistas Trichoderma harzianum, T. asperelum, T. gamsii, T. atroviridae, entre otros. Estos microorganismos al igual que las bacterias antagónicas Bacillus amyloliquefaciens y B. methylotrophicus, fueron confirmados mediante la secuenciación de los productos de PCR, de acuerdo con las secuencias de la base de datos del Banco de Genes (NCBI), mediante el algoritmo de BLAST. Se caracterizó micro y macroscópicamente a los aislados de hongos y bacterias antagonistas. Se estimó una incidencia de árboles de manzano, con problemas sintomatología de enfermedades radiculares en los huertos muestreados que fluctúo del 1 al 32 %. El promedio de incidencia para el estado de Chihuahua, obtenido de los diferentes huertos muestreados en Cuauhtémoc, Guerrero, Namiquipa, Bachíniva, fue del 17 %. De los hongos fitopatógenos aislados de huertos de manzano en diferentes municipios del estado de Chihuahua, Fusarium oxysporum fue el más frecuentemente encontrado con un 32.6 %, seguido por Bionectria ochroleuca. De igual manera, se encontraron a los oomicetos Phytophthora cactorum y Pythium spp. con una frecuencia del 1.4 y 0.7 % respectivamente. El género Fusarium fue el más frecuente en los cuatro municipios muestreados. Así mismo, se aislaron hongos antagonistas del género Trichoderma, siendo T. gamsii el más frecuente con un 72.5 %. Las especies del hongo antagonista Trichoderma spp. mostró un porcentaje de inhibición del crecimiento radial (PICR) en especies de Pythium, mientras que en P. cactorum, PICR estuvo por arriba del 80% al día ocho. Sin embargo, cabe mencionar que todas las especies de Trichoderma a los días 10-12 invadieron por completo a los patógenos Pythium spp. y P. cactorum. Los antagonistas bacterianos B. amyloliquefaciens y B. methylotrophicus, fueron efectivas en la reducción del PICR de P. cactorum y Pythium spp. y mostraron un halo de inhibición en el crecimiento micelial de los patógenos Oomicetos evaluados in vitro. De los 12 portainjertos evaluados, el más susceptible a la mayoría de los patógenos evaluado fueron G30 y G202, ambos susceptibles a Pythium sp. 2 y P. cactorum a3 y Bionectria ochroleuca. G30 además fue susceptible al ataque de P. cactorum a1 y Fusarium sacchari, mientras que G202 mostró susceptibilidad a P. cactorum a4 y Alternaria alternata. G935 fue susceptible a Pythium sp. 2 y P. cactorum a1, BUD 118 a P. cactorum a1 y P. cactorum a3. El resto de los portainjertos también fueron susceptibles al menos a un patógeno de los 12 evaluados, con excepción de G222, M111 y Standart que fueron tolerantes o resistentes al ataque de todos los patógenos. Derivado de lo anterior, se elaboró un boletín técnico dirigido a los productores, un tríptico, se realizaron dos cursos de capacitación y un día de laboratorio y uno de campo, donde se dieron a conocer los resultados encontrados, a fin de fortalecer los programas de manejo de enfermedades en manzano en el estado, impactando tanto económica como socialmente, debido a que con estos resultados se reducirá el uso de fungicidas químicos y se evitará la mortandad de árboles al ser manejados biorracionalmente. Se encontró una incidencia alta de árboles sintomáticos de enfermedades radiculares en los huertos de manzano evaluados del estado de Chihuahua por arriba del 17 %; se encontraron nueve géneros de hongos fitopatógenos, en árboles de manzano sintomáticos de enfermedades radiculares, siendo el más frecuente Fusarium oxysporum; Phytophthora cactorum a2, y F. sacchari son los posibles agentes causales de la muerte del 100 % de al menos 3 de los portainjertos; los portainjertos M111, mostraron resistencia al 80 % de los hongos fitopatógenos evaluados; los antagonistas encontrados pertenecen al género Trichoderma, siendo T. gamsii el más frecuente; las cuatro especies de Trichoderma, detuvieron el crecimiento de Pythium spp. y P. cactorum; B. amyloliquefaciens y B. methylotrophicus inhibieron el desarrollo de P. cactorum con más del 90 %, bajo condiciones in vitro. El diagnóstico visual de síntomas es insuficiente para determinar la naturaleza del agente causal, por lo que un análisis de laboratorio es esencial para identificar al agente causal, requisito indispensable para implementar medidas de control de la enfermedad; una vez realizado el diagnóstico, se pueden usar fungicidas sistémicos en forma preventiva tanto en árboles dañados como en aquellos que están alrededor. Sin embargo, también es recomendable aplicar Trichoderma spp. al inicio del período de crecimiento de los árboles, como preventivos; evitar la diseminación de este tipo de enfermedades, que se puede dar mediante cualquier movilización del suelo y raíces contaminadas, arrastre por corrientes de agua, en implementos agrícolas, maquinaria y sobre todo en árboles contaminados y que se usan para plantar nuevos huertos o replantar en huertos ya establecidas. RESULTADOS DEL PROYECTO Se cumplieron al 100% las metas y objetivos; se estimó la incidencia de enfermedades radiculares de enfermedades radiculares en árboles de huertos de cuatro municipios del estado de Chihuahua, se identificaron y caracterizaron morfológica y molecularmente los agentes causales de enfermedades radiculares en manzano, además de aislar hongos antagonistas del género Trichoderma spp., se realizaron las pruebas de patogenicidad (postulados de Koch) en portainjertos de árboles de manzano de un edad, bajo condiciones de invernadero, se realizaron pruebas de antagonismo in vitro de hongos y bacterias entomopatógenas contra los hongos fitopatógenos asociados al manzano. INTRODUCCIÓN El manzano (Malus domestica Borkh.), es el frutal más cultivado en el mundo, siendo China el principal productor. México ocupa el lugar 20 en producción con 630,533 ton/año aproximadamente (FAOSTAT, 2013). Cabe señalar, que el estado de Chihuahua aporta el 73% de la producción nacional, equivalente a 462,180 ton/año, siendo el municipio de Cuauhtémoc el líder en cuanto a superficie plantada y cosechada, seguido por Guerrero, Namiquipa y Bachíniva (SIAP-SAGARPA, 2013). Sin embargo, la tendencia de la producción nacional del manzano es inestable debido a factores abióticos (baja acumulación de horas frío, heladas tardías, granizo, entre otros) y bióticos (insectos plaga y enfermedades), los cuales limitan su producción ocasionando pérdidas económicas. Las enfermedades reportadas que atacan a este frutal a nivel mundial, han sido y siguen siendo un gran problema para los fruticultores, dentro de estas enfermedades destacan las radiculares causadas por diversos patógenos presentes en el suelo, tales como Phymatotrichopsis omnivora (SamaniegoGaxiola, 2007), Phytophthora cactorum (Hantula et al., 2000; Jeffers, 2006; Latorre y Rioja, 2001; Tewoldemedhin et al., 2011a; Tuset et al., 2002; Uthkede y Smith, 1991), Fusarium spp. (Lugo y Sanabria, 2001; Marlatt et al., 1996; Tewoldemedhin et al., 2011a), Armillaria spp., Rhizoctonia spp. (Tewoldemedhin et al., 2011a), Alternaria spp. (Serdani et al., 2002), Rosellinia necatrix (Hoopen y Krauss, 2006), Xylaria mali (Whalley, 1996), Nectria spp., y Pythium spp. (MostowfizadehGhalamfarsa y Banihashemi, 2005; Tewoldemedhin et al., 2011a; Uthkede y Smith, 1991), entre otros. Dichos patógenos, causan graves daños en los árboles susceptibles, al bloquear los vasos vasculares (xilema y floema) reduciendo la absorción de nutrientes y agua, e inclusive ocasionando la completa destrucción del sistema radical y por ende su muerte inmediata. Cabe señalar también que en los suelos plantados con manzano, se encuentran microorganismos antagonistas, tales como bacterias Bacillus spp. (Vega, 2001), hongos Trichoderma spp. (Anees et al., 2010; Bell et al., 1982; García et al., 2005) y actinomicetos (Streptomyces spp.) (Ezziyyani et al., 2004), los cuales pueden inhibir el crecimiento de los patógenos antes mencionados de forma natural. En la actualidad, la información generada sobre las enfermedades radiculares en manzano en México, es escasa y no muy reciente en cuanto a agentes causales asociados, sintomatología, incidencia, severidad, distribución, manejo, entre otros. Por lo cual, es necesario actuar de manera inmediata para evitar la mortandad de árboles y así, proteger la producción en las regiones manzaneras del Estado y del país. Dado lo anterior, el objetivo del estudio fue caracterizar a los hongos causantes de enfermedades radiculares en manzano y sus antagonistas, en huertos del estado de Chihuahua. OBJETIVOS: 1. Identificar y caracterizar los principales agentes productores de enfermedades radiculares en manzano. 2. Estimar la incidencia de los agentes causales de enfermedades radiculares. 3. Describir la sintomatología característica de cada agente causal 4. Manejar biorracionalmente las enfermedades radiculares mediante la integración de antagonistas. MATERIALES Y MÉTODOS El trabajo experimental, se llevó a cabo en los municipios de Cuauhtémoc, Guerrero, Namiquipa y Bachíniva, principales productores de manzano del estado de Chihuahua, México (SIAP-SAGARPA, 2011) (Fig. 3). En cada uno de los municipios, se contemplaron cinco huertos para la recolección de muestras y toma de datos (Cuadro 2). Estimación de incidencia de enfermedades radiculares La incidencia se estimó en cinco huertos de cada uno de los cuatro municipios productores de manzano en el estado de Chihuahua (Cuadro 1), en los cuales se evaluaron 500 árboles, distribuidos en 10 hileras a todo lo ancho del huerto, evaluando 50 árboles por cada una de ellas, dejando de 5 árboles en la periferia del huerto evaluado (Fig. 1). Para lo cual, se registró el número de árboles que presentaron síntomas característicos de enfermedades radiculares causados por hongos, para lo cual se usó una escala visual arbitraria (Fig. 2) (Carisse y Jobin, 2012). Figura 1. Esquema de la estimación de la incidencia de enfermedades radiculares en huertos de manzano del estado de Chihuahua. a b Figura. 2. Escala visual arbitraria para la estimación de incidencia en huertos de manzano en los principales municipios productores del estado de Chihuahua. a) árbol sano, b) árbol con síntomas de enfermedades radiculares. Recolección de muestras Para la obtención de los hongos fitopatógenos asociados a enfermedades radiculares, se realizaron muestreos dirigidos tomando partes vegetales (raíz y cuello) de 10-20 cm de la zona de transición (tejido muerto y tejido vivo), así como 10 muestras de rizosfera de 500-600 g con de 10 árboles con apariencia enferma (Fig. 2, 3, 4) y de cinco árboles con apariencia sana, en cada huerto para la obtención de antagonistas (MacHardy et al., 1999). Las muestras fueron llevadas al Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C., Unidad Cuauhtémoc (CIAD), para su almacenamiento a 0 ºC hasta su procesamiento. Cuadro 1. Ubicación de los huertos donde se llevaron a cabo los muestreos y la estimación de incidencia de enfermedades radiculares Bachíniva Guerrero Namiquipa Cuauhtémoc Municipio Huerto Coordenadas Picacho Lote 7 28º29'28" N; 106º40'08" W; 2020 msnm Picacho Lote 6 28º29'31" N; 106º39'45” W; 2017 msnm Picacho Lote 1A 28º29'23" N; 106º39'07" W; 2025 msnm Campo 2A (2 abajo) 28º26'40" N; 106º59'18" W; 2130 msnm Campana (Campo 4) 28º33'49" N; 106º54'24" W; 1995 msnm Carlos Márquez 29º11'2.6" N; 107º 25' 14" W; 1877 msnm Manuel Rivera 29º08'53" N; 107º 23'34" W; 1868 msnm Reyes Nevarez 1 29º10' 31" N; 107º 22' 27" W; 1900 msnm Reyes Nevarez 2 29º 09' 32" N; 107º 23' 10" W; 1873 msnm Reyes Nevarez 3 29º 08' 59.4" N; 107º 23' 30" W; 1889 msnm El Encino 28º 33' 23" N; 107º 27' 21" W; 2084 msnm El Tanque 28º 33' 36" N; 107º 27' 23" W; 2082 msnm Tres Compadres 28º 32' 5.9" N; 107º 27' 10" W; 2099 msnm Ing. Gameros 28º 31' 58" N; 107º 26' 57" W; 2096 msnm Las Margaritas 28º 33' 31" N; 107º 29' 37" W; 2012 msnm San Joaquín 28º51'58" N; 107º15'57" W; 1991 msnm Rosy 28º51'45" N; 107º16'08" W; 1984 msnm Bety 28º51'29" N; 107º16'17" W; 1977 msnm Manuel 28º51'107" N; 107º15'39" W; 1979 msnm La Ciénega 28º46'52" N; 107º15'21" W; 2009 msnm Aislamiento de hongos fitopatógenos y antagonistas Los posibles hongos fitopatógenos asociados con las enfermedades radiculares del manzano tales como Phytophthora spp., Fusarium spp., Alternaria spp., Rhizoctonia spp., Pythium spp., Xylaria spp., Gibberella spp. y Bionectria spp., así como especies de Trichoderma, fueron aislados y purificados en medios de cultivo artificiales semi-selectivos para cada uno de ellos. Para Phytophthora spp., las partes vegetales enfermas (tejido de transición), se lavaron con agua potable para eliminar el exceso de suelo. Posteriormente, se realizaron cortes de 3-5 mm aproximadamente y fueron esterilizados por 5 min en hipoclorito de sodio (NaClO) al 0.5 %, se enjuagaron con agua destilada estéril y se dejaron secar en una campana de flujo laminar (Envirco Corporation), en seguida se colocaron en cámaras húmedas (cajas de Petri con algodón humedecido con agua destilada estéril en una incubadora) e incubadas en una cámara de crecimiento ambiental (Precision Scientific, Modelo 31534), por 5 d a 26 ºC. Los hongos fueron purificados en medio V8-agar más tres antibióticos (piramicina, rifampicina y oxitetraciclina), y un fungicida (carbendazim), e incubados a 26 ºC por 48 h (Latorre y Rioja, 2001; Tewoldemedhin et al., 2011a; Tumwine et al., 2000; Tuset et al., 2002; Uthkede y Smith, 1991). a b c d Figura 3 a-d. Recolecta de muestras vegetales a partir de árboles de manzano con sintomatología de enfermedades radiculares y suelo de la rizosfera. Zona de transición 10-20 cm Suelo cercano a la rizosfera 500-600g Figura 4. Esquematización de la toma de muestras de tejido vegetal y rizosfera de árboles de manzano con sintomatología de enfermedades radiculares. Para el resto de los patógenos y antagonistas, los cortes vegetales se lavaron con agua potable para remover el excedente de suelo, se trataron con NaClO 0.5 % por 5 min, se enjuagaron con agua destilada estéril y se dejaron secar en una campana de flujo laminar. Los segmentos de raíz (de 3-5 mm), previamente tratados, fueron sembrados en agar-agua, PDA y V8-agar que contenían los antibióticos antes mencionados (Ikeda et al., 2005; Tewoldemedhin et al., 2011a; Uppalapati et al., 2010; Uthkede y Smith, 1991). Los aislados de hongos, se incubaron a 26 ºC por 48 h y fueron purificados mediante las técnicas de cultivos monospóricos y punta de hifa (Fig. 5) (Cañedo y Ames, 2004). Figura 5. Aislamiento y clasificación de hongos de acuerdo a sus características macroscópicas Identificación morfológica Los patógenos y antagonistas aislados fueron cultivados en medios semiselectivos (Jeffers, 2006; Leslie y Summerell, 2006; Páez et al., 1993; Tewoldemedhin et al., 2011a), para su identificación morfológica de acuerdo a sus características macro y microscópicas propias de cada género y clasificándolos en grupos, con la ayuda de un microscopio compuesto Carl Zeiss y claves taxonómicas de diversos autores (Barnett y Hunter 1972; Dugan 2006; Watanabe 2010). Caracterización molecular Las muestras obtenidas, fueron caracterizadas molecularmente tomando un explante de la colonia del microorganismo purificado, el cual se colocó en cajas de Petri con PDA cubierto con un celofán estéril y se incubó por 7 d a 28 ºC. El micelio fue cosechado con la ayuda de una espátula de acero inoxidable y se colocó en un mortero de porcelana al cual se le adicionó un buffer de extracción de DNA de hongos filamentosos a 70 ºC (200 mM Tris-HCl (pH = 8), 250 mM NaCl, 25 mM EDTA, 0.5 % SDS) y se maceró para la extracción del DNA siguiendo el protocolo descrito por Raeder y Broda (1985) y Martínez y Soto (1993). El DNA total obtenido fue examinado mediante electroforesis en geles de agarosa al 1%, el cual se utilizó para amplificar el espaciador de transcrito interno (ITS) del 18s del rDNA utilizando los iniciadores universales ITS5 (5'GGAAGTAAAAGTCGTAACAAGG-3') e ITS4 (5'-TCCTCCGCTTATTGATATGC-3') donde el fragmento esperado fue de 710 a 850 pb, dependiendo de la especie de hongo (White et al., 1990). Las condiciones de amplificación se dividieron en cinco etapas; una primera de desnaturalización a 94 ºC por 5 min, la segunda igualmente de desnaturalización a 94 ºC por 30 s, una tercera de alineamiento a 60 ºC por 30 s, una cuarta de extensión a 72 ºC por 45 s, con un número de 30 ciclos y una extensión final a 72 ºC por 10 min. Los productos de amplificación fueron examinados mediante geles de agarosa 1 % y posteriormente purificados utilizando un kit de extracción de DNA (DNA Clean & Concentrator, Zymo Research) siguiendo el protocolo del fabricante. Dichos amplicones se enviaron a la empresa Macrogen (Maryland, EUA) donde fueron secuenciados siguiendo el método de Sanger et al. (1977). Las secuencias obtenidas se compararon contra la base de datos del banco de genes (NCBI) usando el algoritmo de BLAST (Altschul et al., 1990). Pruebas de antagonismo in vitro El uso de microorganismos es una alternativa al control químico que de forma natural tienen la capacidad de controlar fitopatógenos (Sandoval et al., 2011). Sin embargo, es importante seleccionar hongos y bacterias antagonistas con un alto potencial para inhibir el desarrollo del patógeno. Es por ello que se evaluó el efecto antagonista in vitro de los microorganismos aislados de la rizosfera de huertos de manzano (aislados de Trichoderma spp.) y del cepario del CIAD Unidad Cuauhtémoc (cepas de Bacillus spp.), contra los hongos fitopatógenos causantes de las enfermedades radiculares para lo cual, se realizaron confrontaciones (antagonista vs patógeno), empleando la técnica de cultivo dual en cajas de Petri con PDA, colocando en un extremo de la caja un papel filtro, de aproximadamente 4 mm de diámetro, impregnado con micelio y/o conidias del patógeno y en el extremo opuesto otro papel filtro impregnado con micelio y/o conidias del antagonista. Los testigos (antagonistas y patógenos), se sembraron individualmente, e incubaron a 25 ºC por 10 d, realizando mediciones del crecimiento radial de las colonias de hongos cada 24 h. El antagonismo fue evaluado registrando las siguientes variables: radio de crecimiento antagonista (RCA), radio de crecimiento de patógeno (RCP), micoparasitismo (MICMO) y porcentaje de inhibición de crecimiento radial (PICR). La competencia de nutrientes y espacio, se evaluó comparando la velocidad de crecimiento de los patógenos (RCP) y antagonistas (RCA) (Fernández y Suárez, 2009). Conjuntamente, se evaluó el PICR empleando la fórmula de Ezziyyani et al. (2004), PICR = (R1 – R2) / R1 x 100, donde R1 es el radio del patógeno control y R2 es el radio del patógeno en la confrontación. Para indicar el micoparasitismo como posible mecanismo de acción, se realizaron evaluaciones microscópicas de los cultivos duales, tomando como índice la invasión del antagonista sobre la superficie del micelio del patógeno, utilizando la escala empleada por Bell et al. (1982) (Cuadro 2). Cuadro 2. Evaluación de la capacidad antagónica in vitro de aislados de Trichoderma spp. de acuerdo con la escala reportada por Bell et al. (1982). Escala Capacidad antagónica 1 El antagonista sobrecrece completamente al patógeno y cubre la superficie completa del medio. 2 El antagonista sobrecrece al menos 2/3 partes de la superficie del medio. 3 El antagonista y el patógeno crecen aproximadamente a la mitad de la superficie del medio (más de 1/3 y menos de 2/3) y ninguno organismo parece dominar sobre el otro. 4 El patógeno crece al menos 2/3 partes del medio y parece resistirse a la invasión del antagonista. 5 El patógeno sobrecrece completamente al antagonista y cubre la superficie completa del medio. Pruebas de patogenicidad (postulados de Koch) Las pruebas de patogenicidad, se realizaron bajo condiciones de invernadero en las instalaciones del CIAD, Unidad Cuauhtémoc, para cada uno de los hongos fitopatógenos encontrados en los huertos (Phytophthora spp., Pythium spp., Fusarium spp., Alternaria spp., Gibberella sp., Bionectria sp.), asociados a enfermedades radiculares, para lo cual fueron inoculados cinco árboles de 12 portainjertos más comúnmente plantados en el estado de Chihuahua (MM.106, M.25, MM.111, M.7, G.30, G.41, G.222, G.202, G.935, Bud 9, Bud 118 y Franco) de 1 año de edad, que fueron replantados en bolsas negras de polietileno, así mismo se dejaron cinco árboles por cada portainjerto como testigos (sin inóculo). 5 árboles de cada portainjerto de 1 año edad por patógeno Bud.9 G.41 G.935 G.222 G.202 M.7 MM.106 MM.111 G.30 Bud.118 Aislamiento Purificación Identificación Sustrato Inoculación Franco (Std) M25 Inóculo Sintomatología Incubar en invernadero Figura 6. Esquematización de las pruebas de patogenicidad o postulados de Koch de fitopatógenos en portainjertos de manzano de un año de edad. El sustrato utilizado (1:1:1, mezcla de suelo franco: peat moss: vermilita) fue esterilizado y posteriormente infectado con una mezcla de inóculo de 14 d de edad contenido en caldo de verduras: hojuelas avena (96:4 v/v) a 23 °C (Fig. 6). Los árboles se incubaron por 2 meses en el invernadero y se mantuvieron húmedos (Latorre y Rioja, 2001; Tuset et al., 2002; Uthkede y Quamme, 1988; Uthkede y Smith, 1991). Posterior a esto, se observaron los síntomas característicos causados por los hongos fitopatógenos en evaluación y se tomó una muestra del patógeno para su re-aislamiento, purificación e identificación, para cumplir con los postulados de Koch. RESULTADOS Identificación de los microorganismos Mediante las características morfológicas macro y microscópicas (Figs. 7, 8, 10), y la ayuda de claves taxonómicas (Barnett y Hunter, 1972; Dugan, 2006; Leslie and Summerell, 2006; Watanabe, 2010), se identificaron a los siguientes hongos fitopatógenos: Pythium spp., Phytophthora cactorum, Fusarium oxysporum, F. sacchari, F. tricinctum, F. solani, Alternatia alternata, A. brassicae, Bionectria ochroleuca, Gibberella intermedia y a los antagonistas Trichoderma harzianum, T. asperelum, T. gamsii, T. atroviridae. Estos microorganismos al igual que las bacterias antagónicas Bacillus amyloliquefaciens y B. methylotrophicus, fueron confirmados mediante la secuenciación de los productos de PCR, de acuerdo con las secuencias de la base de datos del Banco de Genes (NCBI), mediante el algoritmo de BLAST (Fig. 9) (Altschul et al., 1990). Figura 7. Características macroscópicas de hongos fitopatógenos asociados a enfermedades radiculares en manzano: a) Bionectria ochroleuca, b) Alternaria alternata, c) A. brassicae, d) Fusarium sacchari, e) F. tricinctum, f) F. solani, g) Gibberella intermedia, h) F. oxysporum, i) Phytophthora sp.1, j) Phytophthora sp.2, k) Phytophthora sp.3, l) Phytophthora sp.4, m) Pythium sp.1, n) Pythium sp.2, o) Pythium sp.3. Características morfológicas microscópicas Bionectria ochroleuca es de un color blanco a amarillo pálido característico o ascomata blanco, con dos células y ascosporas hialinas. Las conidias ligeramente curveadas y ampliamente redondeadas (Fig. 8 a) (Chandra-Paul et al. 2013). Alternaria spp., tiene micelio septado y ramificado, tornándose oscuro conforme madura, los conidióforos que emergen en el tejido enfermo del hospedero son cortos, simples, erectos y oscuros, que portan cadenas simples o ramificadas de conidios. Los conidióforos formados en cultivos puros son picudos y muciformes, formándose individualmente o en cadenas de dos, miden de 17-200 µm de longitud (Castro-Quijano et al., 2002). Las conidias son grandes, alargadas, claviformes en forma de pera y con septos transversales y longitudinales que terminan en picos bien definidos, elipsoidales o redondas sin pico (Fig. 8 b y c). Alternaria alternata, presenta conidióforos marrón claros, simples o ramificados, con conidias catenuladas en el ápice y partes apicales fértiles, conidias catenuladas, principalmente en cadenas de hasta nueve, frecuentemente ramificado, acropetalmente desarrollado, marrón oscuro, fusiforme o cilíndrico, frecuentemente con picos cilíndricos, compuesta de 3-4 líneas transversales y de 1-2 logitudinales. A. brassicae, presenta conidias alargadas y piriformes con un pico largo, son de color dorado o marrón. Fusarium spp., con conidias lunuladas con una célula base, algunos forman microconidias y otras no, las micronidias son septadas, algunos forman clamidosporas. Fusarium oxysporum tiene el conidióforo hialino, simple y corto con masas de esporas en los vértices, sus conidias son hialinas de dos tipos: macro-conidias en forma de barco, con células apicales ligeramente reducidas y células basales enganchadas, con cuatro células, microconidias elipsoidales unicelulares, clamidosporas marrón, globosas y usualmente solitarias (Watanabe, 2010). Fusarium solani, su teleomorfo es Nectria haematococca, presenta conidióforos hialinos, simples y masas de esporas en los vértices, con conidias hialinas de dos tipos: macro-conidias con células apicales ligeramente curveadas, dos células centrales cilíndricas, ligeramente curveadas en un lado y células basales enganchadas, usualmente consta de 3-5 células, microconidias cilíndricas de una a dos células, clamidosporas marrón, globosas y usualmente solitarias (Watanabe, 2010). Fusarium sacchari, su etapa sexual o teleoformo es Gibberella sacchari, presenta células apicales curveadas y células basales pobremente desarrolladas, macro-conidias usualmente con tres septos, las micro-conidias/meso-conidias son ovales y sin septos, aunque pueden presentar meso-conidias con 1 o 2 septos, micelio aéreo presente, células conidiogenas (mono y poli-fiálides), no presenta clamidosporas (Leslie and Summerell, 2006). Fusarium tricinctum su estado sexual es Gibberella tricincta, presenta macroconidias, relativamente delgadas, desde encorvadas a casi lunuladas, con células apicales curveadas y estrechas, y basales bien desarrolladas, predominantemente con tres septos, pero ocasionalmente pueden presentar hasta cuatro o cinco. Sus micro-conidias son napiformes, ovales, piriformes, ocasionalmente citriformes, sin septos y ocasionalmente pueden presentar uno. Algunas micro-conidias pueden tener papilas en la base de las mismas, presentan micelio aéreo con pequeños microconidios que pueden estar agrupados o aparecen como racimos de uvas, son monofialides, algunas cepas forman clamidosporas globosas (con pared exterior lisa, que se tornan color marrón al madurar), en las hifas ya sean individualmente o en cadenas (Leslie and Summerell, 2006). Phytophthora spp., presenta oogonios típicamente ampiginos (patrones sexuales de inserción del oogonio a través del anteridio), esporangios globosos, zoosporas diferenciados dentro de los esporangios (Watanabe, 2010). La morfología de los esporangios Phytophthora cactorum varían ampliamente (pueden ser elipsoidales obpiriformes, ovoides o esféricos), una característica distintiva de este patógeno en comparación con otras especies de Phytophthora, es que sus es esporangios terminan con pedicelos de menos de 40 µm. Los esporangios son a menudo, agrupados y los esporangióforos normalmente simples. Cada esporangio puede contener más de 50 zoosporas. En general, las clamidosporas son terminales, pero en ocasiones pueden ser intercaladas. Todos los anteridios son pleurógenos (formados lateralmente) y son generalmente esféricos. Los oogonios suelen ser hialinos, con paredes lisas. Las especies de Pythium presentan cuerpos vegetativos filamentosos (micelio) ligeramente amarillento y ramificado apicalmente en ángulo recto formando hifas de 5-7µm de ancho en la mayoría de los casos (Fig. 8 m, n y o). Pythium spp. pueden producir apresorios (hifas de adhesión) que permiten penetrar a su hospedero (Rusagara et al., 2012). Para la identificación de especies de este género, se incluyen las siguientes estructuras morfológicas: presencia de estructuras reproductivas, morfología de esporangios, pared oogonial, oosporas y características de los anteridios (Fig. 8, m, n y o) (Rusagara et al., 2012; Hernández-Sarmiento y Plasencia-Maldonado, 2013). Cabe señalar que estos aislados fueron identificados y corroborados molecularmente (Fig. 9). a b c d e f g h i j k l m n o Figura 8. Características microscópicas de fitopatógenos tomadas en 1000 X: a) Bionectria ochroleuca, b) Alternaria alternata, c) A. brassicae, d) Fusarium sacchari, e) F. tricinctum, f) F. solani, g) Gibberella intermedia, h) F. oxysporum, i) Phytophthora cactorum a1, j) P. cactorum a2, k) P. cactorum a3, l) P. cactorum a4, m) Pythium sp. 1, n) Pythium sp. 2, o) Pythium sp. 3. a b 1 2 800 pb 600 pb 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 800 pb 600 pb 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 100 pb 100 pb Figura 9. Geles de agarosa al 1 % con productos de PCR obtenidos de la amplificación del ITS 4 e ITS 5 de hongos fitopatógenos aislados de árboles de manzano en el municipio de Cuauhtémoc, Chih. Morfología macroscópica de los antagonistas Las colonias de Trichoderma, en medios nutritivos artificiales al inicio son de color blanco que se tornan verde oscuro o amarillento, con la esporulación densa (Fig. 10) (Infante et al., 2009), esta coloración se debe a la pigmentación de las fialosporas y esporas producidas (Qinche, 2009). El micelio es ralo en su mayoría, y visto al microscopio es fino, está constituido por hifas que pueden medir de 3 a 12 µm de diámetro, son septadas, con paredes lisas (Osorio-Hernandéz et al., 2009), terminan en fiálides donde se forman las esporas asexuales o conidias (Infante et al., 2009). También, se pueden encontrar clamidiosporas globosas y elipsoidales en las partes terminales de las ramificaciones laterales de la hifa (Castro, 2007). Las fiálides son células en forma de botella, reducidas en su base, hinchadas en la parte media y angostas en el ápice, éstas producen conidias verdes y se disponen en grupos irregulares de hasta 5 en el extremo de las fiálides , en los extremos de las ramificaciones (Ulloa y Hanlin, 2006). Las conidias aseguran las generaciones del hongo durante gran parte del período vegetativo de las plantas, son haploides y su pared está compuesta por quitina y glucanos, los conidióforos son ramificados (Infante et al., 2009) y pueden ser lisas, de pared rugosa, hialinas, verdes, ovoides, elípticas u oblongas (Quinche, 2009). Los conidióforos tienen ramas estrechas, curveadas (con un eje principal de 6 μm de ancho); las fiálides en su mayoría están en verticilios de 2-3(-5), sus conidios son verdes. Las especies en la sección de Trichoderma tienen conidióforos estrechos y curveados, con ramas y fiálides libres, emparejados con frecuencia y rara vez los verticilios tienen más de 3 (Kubicek y Harman, 2002). Figura 10. Características macroscópicas de cepas de Trichoderma spp. asociadas a huertos de manzano, utilizadas en las pruebas de antagonismo: a) T. gamsii, b) T. harzianum, c) T. atroviride, d) T. asperellum. Las colonias de Trichoderma, usualmente crecen rápido, inicialmente el micelio está sumergido en un inicio, con el tiempo varía en forma flocosa, enmarañada, lanosa o aracnoide con micelio aéreo y hialino, dependiendo de la cepa y el medio de cultivo. La coloración puede variar desde el descolorido al amarillo, ambar, rojizo opaco o amarillo-verdoso. Su olor es característico del género, sobretodo pronunciado o débil, muy parecido al coco o alcanfor. La formación de conidias es diseminada o acolchada o formada en pústulas compactas; normalmente en tonos verdes o con menos frecuencia blancos, gris o café. Los conidióforos están en la mayoría de las especies con eje principal amplio y ramificado a intervalos regulares, por lo general con ramas sucesivas apicalmente y ramas más o menos divergentes, solitarios, emparejados o en verticilios; verticilios repetitivos, la ramificación puede resultar en una estructura piramidal muy ramificada; en otras especies de ramificación es menos regular con ramas solitarias o pareadas y no ampliamente reramificadas (Kubicek y Harman, 2002). Las colonias tienen crecimiento lento o rápido denepdiento de la especie, el micelio aéreo está usualmente limitado, flocoso a aracnoide; las coloraciones del reverso de la caja de Petri van del incoloro a amarillo opaco. Algunos aislados tienen un distintivo olor aromático, parecido al coco. La formación de conidias es variablemente y dispersa, forma pústulas compactas; son color blanco al inicio y eventualmente verdes (rara vez café). Las clamidosporas presentes en la mayoría de los aislados, son frecuentemente abuntantes. Los conidióforos generalmente son estrechos y flexivos, con ramas primarias los cuales surgen a intervalos regulares, usualmente pareadas en verticilios de tres, por lo general cortos y no ampliamente re-ramificados. Las fiálides se encuentran en su mayoría en verticilios de 2 a 3, aunque en algunas cepas pueden llegar hasta 5 verticiladas, langiformes a subuladas. Los conidios son color verde (rara vez café), de paredes lisas, claramente verrugosas, de forma subglobosa a obovoide o elipsoide (Kubicek y Harman, 2002). Trichoderma harzianum Rifai, su teleomorfo es Hypocrea lixii, sus conidióforos consisten de muchas estructuras ramificadas, con un estipe (estructura de soporte) de las ramas, con formas piramidales, en cada rama presentan fiálides irregulares o ampuliformes con conidias individuales, no en cadenas, a menudo se adhieren en pequeños grupos, esferoidales, sub-esferoidales o a veces ampliamente elipsoidales. Distintivamente produce conidióforos ramificados compactos en forma piramidal, la base es muy ramificada y el ápice tiene una fiálide, las conidias son de paredes lisas, casi esférica y menos de 3.5 µm de longitud (Pitt y Hocking, 2009). Las colonias de Trichoderma harzianum crecen rápidamente (la mayoría de los aislados crecen de 7-9 cm). La formación de conidias son predominantemente dispersas, que aparecen en forma de gránulos o polvosas, debido a la densa formación; se tornan rápidamente verde-amarillosas a verde oscuro o producen manojos o pústulas en franjas por micelio blanco estéril. El color en el reverso va del amarillo opaco al marrón o gris. Su olor es indistinto o ligeramente a tierra. Los conidióforos tienden a ser regulares, verticiliados, los cuales forman una estructura piramidal. Las fiálides tienen forma de ámpula a lageniforme, usualmente 3-4 verticilios, ocasionalmente pareadas, comúnmente de 3.5-7.5 x 2.5-3.8 μm, las fiálides terminales miden arriba de 10 μm de largo. Las conidias son subglobosas a obovoides, en su mayoría miden (2.5-)2.7-3.5 x 2.12.6(-3.0) μm, son de pared lisa, subhialina a verde pálido (Kubicek y Harman, 2002). Las colonias de Trichoderma atroviride, crecen rápidamente (5-8 cm). La formación de conidias aparece en forma de gránulos o costrosa con la edad; inicialmente gris-azulado o verde, tornándose rápidamente a verde oscuro. El color se invierte generalmente del incoloro a amarillo o gris con la edad. Su olor es aromático y agradable que se asemeja al del coco. Los conidióforos son característicos en cada sección. Las fiálides son individuales o de 2-4 verticiladas, más o menos langeniforme, a menudo curveada de 6-12 x 2.4-3.0 μm. Los conidios son de color verde oscuro, liso, subglobosos en la madurez, miden aproximadamente de 2.6-3.8(-4.2) x 2.2-3.4(-3.8) μm. Trichoderma asperellum, se propaga usando esporas aéreas, las cuales son producidas en medio sólido, los cuales son inadecuados para la producción a gran escala debido a que es difícil mantener las culturas en las condiciones óptimas de temperatura y de flujo de aire (Watanabe et al., 2006). Algunas cepas de esta especie, son utilizadas como control biológico de un amplio espectro de microorganismos fitopatógenos, incluyendo los straminopilas tal como algunas especies de Phytophthora, hongos y nematodos. Se ha encontrado que tiene actividad antibacterial a través de la producción de tricotoxinas peptaibólicas (Watanabe et al., 2006). Puede inhibir su crecimiento o parasitárlos, además se ha encontrado que promueve el crecimiento vegetal y la inmunidad. T. asperellum ha demostrado tener un comportamiento endofítico parecido a las micorrizas por lo que las plantas absorben mejor los nutrientes y elevan su niveles de ácidos jasmónico, salicílico y peroxidasas con lo que son más resistentes al ataque de enfermedades fúngicas y bacterianas (Dou et al., 2014). Las conidias son subglobosas o ovoidales, spinuloso en los extremos (a menudo aparece liso en la luz del microscópio, mide aproximadamente (2.8–) 3.4–3.6(–7.0) × (2.4–)3–4(–6) µm, L/W 1.0–1.7. Las colonias carecen de olor similar al del coco; aunque rara vez tienen ese olor (Walter et al., 2006). Su coloración va de verde claro a verde oscuro, conforme va avanzando en edad. Las conidias de Trichoderma gamsii al entrar en contacto con el suelo y detectar la presencia del hongo fitopatógeno, genera hifas o hilos que crecen paralelamente a la hifa del hongo dañino, después de reconocerlo se adhieren y lo penetran enrollándolo hasta estrangularlo, consumiéndolo (parasitismo) y compitiendo con él por el espacio, energía y luz. La producción de antibióticos por parte de Trichoderma hace que el área donde se desarrolla este hongo esté libre de otros hongos dañinos al cultivo. Se encontró la especie en los más diversos contextos; algunos ejemplos de actividades incluyen organoclorados degradación como un hongo del suelo, el control biológico de las enfermedades de plantas inducidas por hongos. Se dice para efectuar la germinación de semillas de plantas con flores y mejorar la absorción de fósforo por las plantas. Su coloración es blanco a crema. Produce enzimas, degrada los residuos agrícolas, coloniza la hojarasca y es un habitante normal de los suelos. Sus conidias son suaves y elipsoidales y poseen la más larga relación que hemos visto en Trichoderma (Walter et al., 2006). Incidencia de enfermedades radiculares en árboles de manzano La incidencia de árboles sintomáticos en los huertos muestreados en el municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua, fluctuó de 1-32 %, que en promedio fue de 16 % (Cuadro 3). Esto pudo deberse al grado de tecnificación en cada uno de los huertos, que fue muy variable. Cabe señalar que en el huerto “La Campana” (Campo 4), la mayoría de los árboles tienen más de 40 años de edad y un grado de tecnificación medio, mientras que el huerto “Picacho Lote 6”, tiene un nivel de tecnificación alto. Cuadro 3. Incidencia de árboles de manzano sintomáticos de enfermedades radiculares en el municipio de Cuauhtémoc. 2013. Huerto Picacho ha plantadas 30 Árboles/ha 1,098 Total de Árboles Incidencia árboles enfermos (%) 32,940 1,153 4 Lote 7 Picacho 43 800 34,400 344 1 45 350 15,750 2,237 14 10 666 6,660 1,838 28 12 444 5,328 1,694 32 28 672 19,016 1,453 16 Lote 6 Picacho Lote 1A 2 abajo (campo 2A) Campana 4) Promedio (campo La incidencia de enfermedades radiculares en los huertos de manzano muestreados del municipio de Namiquipa, fluctuó de 4 a 28 % que en promedio fue 16 % (Cuadro 4). Los huertos contemplados en este municipio tienen diferente grado de tecnificación, así como también diferentes tipos de portainjertos, además de la edad de los árboles. Dado que la susceptibilidad o resistencia de los árboles dependerá de estos aspectos. Cuadro 4. Incidencia de árboles de manzano sintomáticos de enfermedades radiculares en el municipio de Namiquipa. 2013. Ha Árboles/h Total de Árboles plantadas a árboles enfermos Carlos Márquez 5 560 2,800 487 17 Manuel Rivera 4 375 1,500 231 15 Reyes Nevarez 1 8 500 4,000 528 13 Reyes Nevarez 2 4 1,000 4,000 144 4 Reyes Nevarez 3 3 666 2,000 564 28 Promedio 5 620 2,860 391 16 Huerto Incidencia (%) En el municipio de Guerrero, los árboles sintomáticos de enfermedades radiculares fluctuaron del 12 al 24 % que en promedio fue de 17 % (Cuadro 5). En el municipio de Bachiniva fluctuó de 2-40 % (Cuadro 6). Cabe señalar que el huerto “San Joaquín” son árboles viejos y también cuentan con diferente grado de tecnificación, es por ello de la gran variabilidad en la incidencia. Sin embargo, en la mayoría de estos huertos tienen tecnificación baja, particularmente en “La Cienega” y “San Joaquín” o son árboles viejos sin manejo. Cuadro 5. Incidencia de árboles de manzano sintomáticos de enfermedades radiculares en el municipio de Guerrero. 2013 Huerto ha plantadas Árboles/ha Total de árboles Árboles enfermos Incidencia (%) El Encino 5 500 2,500 295 12 El Tanque 6 280 1,680 326 19 Tres Compadres 6 500 3,000 408 14 Ing. Gameros 4 425 1,700 408 24 Las Margaritas 3 1,000 3,000 558 19 Promedio 5 541 2,376 399 17 Cuadro 6. Incidencia de árboles de manzano sintomáticos de enfermedades radiculares en el municipio de Bachíniva. 2013 Huerto ha plantadas Árboles/ha Total de Árboles árboles enfermos Incidencia (%) San Joaquín 17 445 7,565 2,996 40 Rosy (SJ2) 7 500 3,500 231 7 Bety (SJ3) 9 667 6,003 324 5 Manuel (SJ4) 7 667 4,669 103 2 La Ciénega 5 500 2,500 815 33 Promedio 9 556 4,847 894 17 El promedio de incidencia para el estado de Chihuahua, obtenido de los diferentes huertos muestreados en Cuauhtémoc, Guerrero, Namiquipa, Bachíniva, fue del 17 % (Cuadro 7). Cuadro 7. Incidencia de árboles de manzano sintomáticos de enfermedades radiculares en huertos de manzano en el estado de Chihuahua. Total de Árboles Incidencia enfermos (%) 672 14,687 16 14,885 620 2,316 16 24 12,984 541 2,270 17 Bachíniva 45 25,011 556 4,322 17 Promedio 233 146,904 597 5,899 17 Municipio ha sembradas Cuauhtémoc 140 94,024 Namiquipa 24 Guerrero árboles Árboles/ha De los hongos fitopatógenos aislados de huertos de manzano en diferentes municipios del estado de Chihuahua, Fusarium oxysporum fue el más frecuentemente encontrado con un 32.6 %, seguido por Bionectria ochroleuca. De igual manera, se encontraron a los oomicetos Phytophthora cactorum y Pythium spp. con una frecuencia del 1.4 y 0.7 % respectivamente. El género Fusarium fue el más frecuente en los cuatro municipios muestreados (Cuadro 8). Así mismo, se aislaron hongos antagonistas del género Trichoderma, siendo T. gamsii el más frecuente con un 72.5 % (Cuadro 9). Cuadro 8. Frecuencia de hongos fitopatógenos asociados a huertos de manzano en el estado de Chihuahua. Frecuencia (%) Hongo Cuauhtémoc Namiquipa Guerrero Bachíniva Total Fusarium oxysporum 15.0 4.4 6.4 6.8 32.6 Bionectria ochroleuca 10.0 1.0 -- 1.0 12.0 Gibberella moniliformis 7.0 1.4 0.3 -- 8.7 Fusarium solani 8.0 0.3 -- 0.7 9.0 Fusarium subglutinans 7.0 1.4 -- -- 8.4 Gibberella intermedia 5.0 -- -- 1.4 6.4 Fusarium succisae 4.1 1.0 -- -- 5.1 Fusarium sacchari 4.0 -- -- 3.1 7.1 Fusarium sp. 1.4 -- 0.7 -- 2.0 Clonostachys sp. 1.4 -- -- -- 1.4 Phytophthora cactorum 1.0 0.3 -- -- 1.4 Fusarium tricinctum 1.4 -- -- 0.7 2.0 Pythium spp. 0.7 -- -- -- 0.7 Fusarium fujikoroi 0.7 -- -- -- 0.7 Fusarium proliferatum 0.7 -- -- -- 0.7 Alternaria brassicae 0.7 -- -- -- 0.7 Alternaria sp. -- -- 0.3 -- 0.3 Alternaria alternata -- -- 0.3 -- 0.3 Xylariaceae sp. -- -- 0.3 -- 0.3 Total 68 10 8 14 100 Cuadro 9. Frecuencia de hongos antagonistas aislados de manzano en el estado de Chihuahua. Frecuencia (%) Hongo Cuauhtémoc Namiquipa Guerrero Bachíniva Total Trichoderma gamsii 65.0 5.0 0.0 2.5 72.5 Trichoderma hamatum 0.0 2.5 12.5 0.0 15.0 Trichoderma harzianum 5.0 0.0 0.0 2.5 7.5 Trichoderma atroviride 5.0 0.0 0.0 0.0 5.0 Total 75 8 13 5 100 Antagonismo de aislados de Trichoderma spp. contra Oomicetos Trichoderma asperellum mostró un PICR en las tres especies de Pythium que fluctuó de 15.51 a 31.44 %, donde el mayor porcentaje se observó en Pythium sp. 1, al día cinco después de la confrontación. Cabe señalar que el T. asperellum testigo al día tres llenó por completo la caja de Petri. Para P. cactorum el PICR estuvo por arriba del 84 % al día ocho (Fig. 11). Para el control biológico de Pythium se han usado los hongos Trichoderma spp. y Gliocladium spp., las bacterias Enterobacter spp., Erwinia spp., Bacillus spp., Burkholderia spp., Stenotrophomonas spp., Rhizobium spp. y Pseudomonas spp. y de actinomicetos como Streptomyces spp., Actinoplanes spp. y Micromonospora spp. (Rusagara et al., 2012). a a a a 90 80 Crecimiento radial (%) Antagonista 100 Patógeno Ant. vs Pat. 90 PICR a b 70 b 60 50 A 40 a a a a A A A A 80 b b A 30 Crecimiento radial (%) 100 A 20 b 70 b 60 c c 50 40 30 20 10 10 0 d d d sp. 2 sp. 3 d 0 sp. 1 sp. 2 sp. 3 Pythium spp. DC = 5 sp. 1 sp. 4 Phytophthora spp. DC = 8 Figura 11. Antagonismo de Trichoderma asperellum contra aislados de Pythium spp. y Phytophthora cactorum. Trichoderma harzianum de igual manera mostró la misma tendencia en el PICR que T. asperellum, dado que en Pythium spp. fluctuó de 1.6-7.9 % y en P. cactorum fue de 86.62 a 92.1 % (Fig. 12). a a c a b 90 Crecimiento radial (%) 80 Antagonista 100 Patógeno Ant. vs Pat. 90 PICR c 70 a a a a A AB AB B 80 c d Crecimiento radial (%) 100 d 60 50 40 30 b 70 60 b c c 50 40 30 20 20 A 10 B B 0 sp. 1 sp. 2 sp. 3 Pythium spp. 10 d d d sp. 2 sp. 3 sp. 4 d 0 sp. 1 Phytophthora spp. DC = 3 DC = 4 Figura 12. Antagonismo de Trichoderma harzianum contra aislados de Pythium spp. y Phytophthora cactorum. Trichoderma gamsii mostró un PICR en Pythium spp. de 15.51 al 29.73 %, mientras que en P. cactorum fue de más del 81 % (Fig. 13). a 100 a Antagonista 100 Patógeno Ant. vs Pat. PICR 90 a a a 90 a a a A b b Crecimiento radial (%) Crecimiento radial (%) A 80 b 70 b 60 50 40 a A A 80 b 70 b c 60 c 50 40 A A 30 20 30 20 A 10 10 d d d sp. 2 sp. 3 d 0 0 sp. 1 sp. 2 Pythium spp. DC = 5 sp. 3 sp. 1 sp. 4 Phytophthora spp. DC = 7 Figura 13. Antagonismo de Trichoderma gamsii contra aislados de Pythium spp. y Phytophthora cactorum. Trichoderma atroviride mostró la misma tendencia con un PICR en Pythium spp. que fluctuó de 11.84 a 26.29 % y por arriba del 88 % en P. cactorum, al día 5 y 6 respectivamente (Fig. 14). 100 a a a Antagonista Patógeno Ant. vs Pat. PICR a b 90 b 80 d Crecimiento radial (%) Crecimiento radial (%) a a a A a A A 90 A 80 c 70 100 d 60 50 40 30 A b b 70 60 c c 50 40 30 20 20 B B 10 10 d d d d sp. 2 sp. 3 sp. 4 0 0 sp. 1 sp. 2 sp. 3 sp. 1 Phytophthora spp. Pythium spp. DC = 6 DC = 5 Figura 14. Antagonismo de Trichoderma atroviride contra aislados de Pythium spp. y Phytophthora spp. Cabe señalar que las cuatro especies de Trichoderma mostraron un comportamiento similar de antagonismo en Pythium spp. y P. cactorum, sin embargo, entre estas el nivel de PICR fue diferente que el Pythium spp. fluctuó de 1.6 a 31.44 % y de 81.38 a 92.1 % en P. cactorum. Es importante resaltar, que en todos los aislados de ambos patógenos se observó sobrecrecimiento (invasión total de los patógenos) por parte de las cuatro especies de Trichoderma a los 8 d. Antagonismo de aislados de Bacillus spp. contra Oomicetos Bacillus amyloliquefaciens mostró un PICR que fluctuó de 2.38 al 47.63 % en Pythium spp. y de 85.07 al 93.84% en Phytophthora spp. al día 6 (Fig. 15). B. methylotrophicus mostró la misma tendencia, con un PICR del 1.35 al 18.75 en Pythium spp. y por arriba del 85% en Phytophthora spp. (Fig. 16). Cabe señalar que en Phytophthora spp. no hubo día de contacto, debido a la presencia de un halo de inhibición. Ambas bacterias fueron efectivas en la reducción del PICR de Phytophthora spp., esto fue debido a la capacidad de producir antibióticos o compuestos volátiles que detuvieron el crecimiento del patógeno. Sin embargo, no fue así para los aislados de Pythium spp. Los antagonistas bacterianos B. amyloliquefaciens y B. methylotrophicus, mostraron un halo de inhibición en el crecimiento micelial de los patógenos Oomicetos evaluados a los 6 d de incubación in vitro (Fig. 15 y 16). Al respecto, hay estudios realizados en campo por Guillen et al., (2006) donde muestran que el género Bacillus tuvo un efecto antagónico ante Phytophthora cactorum, además de inducir el crecimiento de la planta, posiblemente porque le proporcionó nutrientes, o contribuyó a la fijación de N, P, K, solubilización de fosfatos y otros nutrientes, entre otros, donde B. amyloliquefaciens fue más eficiente. Las especies de Pythium fueron de rápido crecimiento, es por ello que el PICR fue muy bajo en comparación con los aislados de Phytophthora cactorum al ser confrontadas in vitro contra Bacillus spp. 100 b 90 80 100 c c AB A B 90 C 80 Crecimiento radial (%) cd d 70 Crecimiento radial (%) Antagonista Patógeno Ant. vs Pat. PICR a A 60 50 40 30 a a 70 b 60 b 50 40 30 20 20 B c 10 10 e C e c e c c c c c c 0 0 sp. 1 sp. 2 Pythium spp. DC = 6 sp. 3 sp. 1 sp. 2 sp. 3 sp. 4 Phytophthora spp. DC = 6 Figura 15. Antagonismo de Bacillus amyloliquefaciens contra aislados de Pythium spp. y Phytophthora spp. 100 Antagonista 100 a Patógeno b 90 Ant. vs Pat. PICR d a d c d 70 60 50 40 30 A 20 10 B c B B 80 Crecimiento radial (%) Crecimiento radial (%) 80 A A 90 c 70 60 40 30 20 C 0 b b 50 10 c a c d c d c cd c d 0 sp. 1 sp. 2 sp. 3 Pythium spp. DC = 5 sp. 1 sp. 2 sp. 3 sp. 4 Phytophthora spp. DC = 5 Figura 16. Antagonismo de Bacillus methylotrophicus contra aislados de Pythium spp. y Phytophthora spp. De los 12 portainjertos evaluados, el más susceptible a la mayoría de los patógenos evaluado fueron G30 y G202, ambos susceptibles a Pythium sp. 2 y Phytophthora cactorum aislado 3 y Bionectria ochroleuca. G30 además fue susceptible al ataque de Phytophthora cactorum aislado 1 y Fusarium sacchari, mientras que G202 mostró susceptibilidad a Phytophthora cactorum aislado 4 y Alternaria alternata (Cuadro 10). Cuadro 10. Porcentaje de incidencia en portainjertos de manzano G935 fue susceptible a Pythium sp. 2 y Phytophthora cactorum sp. 1, BUD 118 a Phytophthora cactorum sp.1 y P. cactorum sp. 3. El resto de los portainjertos también fueron susceptibles al menos a un patógeno de los 12 evaluados, con excepción de G222, M111 y Standart que fueron tolerantes o resistentes al ataque de todos los patógenos (Cuadro 10). Pruebas de patogenicidad Figura 17. Portainjerto de manzano G30, de 1 año de edad inoculado con: a) Fusarium sacchari, b) Alternaria brassicae, c) Bionectria ochroleuca, d) A. alternata, e) Gibberella intermedia, f) F. solani, g) F. tricinctum, h) Phytophthora sp.1, i) Phytophthora sp. 2, j) Phytophthora sp. 3, k) Phytophthora sp. 4, l) Pythium sp. 1, m) Pythium sp. 2, n) Pythium sp. 3, o) Testigo Figura 18. Portainjertos de manzano de 1 año de edad inoculados con Phytophthora sp. 3: a) G222, b) M111, c) G935, d) M25, e) Bud 118, f) Bud 9, g) G30, h) M106, i) G202, j) G41, k) M7, l) Franco. Los síntomas ocasionados por los diferentes microorganismos responsables de las pudriciones de raíz en manzano son muy similares. El diagnóstico visual de síntomas es insuficiente para determinar la naturaleza del agente causal, por lo que un análisis de laboratorio es esencial para identificar al agente causal, lo cual es requisito indispensable para implementar medidas de combate de la enfermedad. Algas y hongos fitopatógenos que ocasionan pudrición de raíz en manzano, producen estructuras de crecimiento y sobrevivencia que permanecen en suelo y/o raíces infectadas. La diseminación de este tipo de enfermedades se da en cualquier forma de movimiento de suelo y raíces contaminadas, arrastre por corrientes de agua, en implementos agrícolas, maquinaria y sobre todo en arbolitos contaminados y que se usan para plantar nuevas huertas o replantar en huertas ya establecidas. El contacto de raíces de árboles enfermos con raíces de árboles sanos. Exceso de humedad sobre todo en suelos pesados, favorece el desarrollo de estas enfermedades. En suelos pesados o con mal drenaje, riegos ligeros deberían preferirse sobre riegos pesados. Arbolitos para replante o para plantar nuevas huertas debe asegurarse que provengan de viveros sanos. En huertas con árboles enfermos, se debe evitar la diseminación de suelo contaminado, dejando al final las labores de cultivo en estos árboles y los que los rodean, además debe desinfectarse los implementos de trabajo una vez que se usaron en árboles con síntomas. Arboles con daño avanzado deben sacarse y eliminarse, dejando solarizar la cepa de 6 a 8 semanas. En huertas con árboles presentando síntomas, debe equilibrase el área foliar con poda, pues ya poseen pocas raíces sanas. Una vez realizado el diagnóstico, se puede usar fungicidas sistémicos en forma preventiva tanto en árboles dañados como en aquellos que están alrededor. La aplicación es recomendable realizarla al inicio del período de crecimiento de los árboles. Los síntomas iniciales causados por Fusarium spp., pueden ser visibles presentando necrosis en hojas y marchitamiento en brotes jóvenes, de modo que al hacer un corte en el tallo se puede observar que el tejido vascular esta decolorado y obstruido, pérdida de coloración y brillo, al hacer un corte longitudinal, se observa el tejido vascular manchado de color marrón, causando la muerte del brote y posteriormente de la planta (Lubbe, 2008; Acurio y Manosalvas, 2010; y Salazar et al., 2010). Las hojas no se vuelven cloróticas y flácidas, sino rígidas y secas después de la necrosis, permaneciendo sujetas al tallo por mucho más tiempo posterior a la muerte de la planta, también presenta lesiones en los tallos extendiéndose desde la raíz hacia la parte aérea de la planta y lesionando la planta en el floema y xilema (Obreque, 2004). Alternaria spp., se caracteriza por dañar las hojas provocando manchas redondas y de color pardo oscuro, con anillos concéntricos de color amarillento. Comúnmente, las hojas senescentes de la parte inferior de la planta son las primeras en ser atacadas, la enfermedad se extiende hacia la parte superior de la planta y hace que las hojas afectadas se sequen, debiliten y/o desprendan (Agrios, 1991). En el tallo las manchas son negras y ovaladas, trayendo consigo el daño de debilidad de la rama. Walker (1959) señala que cuando la mancha se encuentra entre la unión del tallo y una rama lateral, ésta provoca que la rama se quiebre una vez que los frutos tengan un volumen significativo, o bien por la sobrecarga de frutos. En ocasiones las lesiones del tallo forman cánceres que pueden extenderse, cubrir el tallo y matar a la planta, o bien si se forma cerca del suelo puede originar la pudrición de cuello (Agrios, 1991). Pythium spp. causa pudriciones de raíz en plantas, los síntomas producidos para el desarrollo de la enfermedad van desde el mal establecimiento de plántulas y almácigos, provocando crecimiento irregular, clorosis, tallos colapsados, defoliación y ahogamiento (Abawi et al., 2006). En el manzano (Malus domestica), P. cactorum es el principal causante de la pudrición de raíz y cuello y el síndrome de la muerte regresiva (Hantula et al., 2000). Los síntomas asociados a este fitopatógeno son la muerte súbita de los árboles a veces, pero no siempre, precedidos por clorosis de las hojas tiernas, además del marchitamiento gradual debido a la escasez de agua en los árboles sobretodo en la época de invierno (Thomidis, 2003). Por otra parte, la temperatura es uno de los factores más importantes en la influencia del crecimiento y esporulación de Phytophthora, debido a que la temperatura del suelo en ciertas épocas del año en los huertos, puede ser inhibitoria a la esporulación y colonización de las raíces, causadas por este patógeno. El desarrollo de Phytophthora, también puede ser asociado a lesiones de la corteza causadas por instrumentos mecánicos u otras causas, ya que los árboles heridos son más susceptibles a la pudrición de corona causada por dicho patógeno (Thomidis, 2003). La pudrición de corona causada por Phytophthora se puede observar a 76 cm de los troncos del manzano. La infección generalmente ocurre entre la línea del suelo y el área de la corona de la raíz. La mayoría de las infecciones comienzan a partir de la unión de una raíz lateral con el tronco. Los cáncros jóvenes a nivel del suelo, son difíciles de detectar, pero a medida que aumentan su tamaño, se oscurecen y se reprimen con un margen abrupto o más o menos ovalado. La corteza infectada se torna café y es a menudo suave y pesada o viscosa cuando esta mojada. Una decoloración café a café-rojiza de la madera y un exudado gomoso debajo de la corteza muerta del cáncro, indica la presencia de Phytophthora (Badadoost, 1988). Síntomas causados por Gibberella intermedia en manzano (Malus domestica) Este patógeno causa decadencia en las plántulas y podredumbre de la raíz, lo cual se ve reflejado en el crecimiento reprimido del árbol, clorosis en las hojas y malformación en las plantas enfermas (Pavlović et al., 2009). Las clasificaciones de los Hypocreales han cambiado significativamente en los últimos años, lo que resulta en la separación de Nectria en su sentido tradicional, en un gran número de grupos dentro de varias familias. Bionectria como se entiende que antes se centraba en el grupo de Nectria ochroleuca, con anamorfos tales como Clonostachys, que una vez se agrupan junto con Gliocladium. La clasificación de los anamorfos dentro de los Hypocreales es ferozmente compleja, por lo que el tratamiento monográfico formal, divide en seis subgéneros a Bionectria, basado en el estroma y morfología del ascoma. Algunos de ellos son claramente taxas naturales, con caracteres correspondientes de ascosporas y anamorfos (Schroers, 2001). Aunque es más común en primavera y otoño, el hongo Nectria puede infectar a las plantas durante todo el año, siempre y cuando haya suficiente humedad y la temperatura está por encima de cero. Las plantas que están estresados por, la sequía, los daños mecánicos resfriado u otra enfermedad son especialmente susceptibles. Las infecciones pueden ser peores en otoño e invierno, cuando la planta huésped está inactivo y la recuperación de la herida es más débil que en la temporada de crecimiento. El primer síntoma de una infección Nectria es un área descolorida deprimida del corteza cerca de heridas o en la base de ramitas o ramas muertas. Estos chancros generalmente no se notan hasta que aparezcan otros síntomas. Las primeras señales fácilmente visibles de Nectria son cancros pequeños de color blanco cremoso o rojo a rojizo estructuras frutales de naranja y el desarrollo de tejido de callo. Este tejido de callo se produce como la planta huésped intenta aislar el hongo. Si el callo no aísla la infección, el hongo seguirá creciendo en la madera sana y la planta responderá por el crecimiento de otra cresta de tejido de callo. Esta alternancia de crecimiento de hongos y el reborde de callo, que puede ocurrir durante muchos años, resulta en una forma de tipo de destino como redondeada o alargada. La corteza de las cordilleras de mayor edad puede decaer y el tiempo lejos de exponer las crestas de madera debajo. Esta enfermedad se desarrolla lentamente y más grandes tallos rara vez están ceñidas, aunque múltiples lesiones pueden crecer juntos y matar a una sucursal o la planta entera. Las plantas que están estresados son los más afectados por la enfermedad. Este hongo también puede afectar a las manzanas haciendo que se pudra durante el almacenamiento. El hongo penetra las plantas principalmente a través de las heridas naturales y artificiales. En manzana, sitios de entrada importantes sobre los brotes y ramas son cicatrices de pecíolos de las hojas y pedicelos frutales, grietas de crecimiento y superficies de corte expuestos por la poda; entrada en la fruta es a través de las lenticelas de la piel, lesiones de la sarna (Venturia inaequalis) y heridas (Xu y Butt, 1996). Conclusiones La incidencia de árboles sintomáticos de enfermedades radiculares evaluados en huertos de manzano del estado de Chihuahua fue de 17 %. Se encontraron nueve géneros de hongos fitopatógenos, en árboles de manzano sintomáticos de enfermedades radiculares, siendo el más frecuente Fusarium oxysporum con 40 %. Phytophthora cactorum a2, y F. sacchari son los posibles agentes causales de la muerte del 100 % de 3 de los portainjertos, respectivamente. Los portainjertos G30 y G202 resultaron ser muy susceptibles al ataque de más del 90 % de los hongos fitopatógenos evaluados. Los portainjertos M111, mostraron resistencia al 80 % de los hongos fitopatógenos evaluados. Los antagonistas encontrados pertenecen al género Trichoderma, siendo T. gamsii el más frecuente con el 84 %. Trichoderma harzianum mostró un crecimiento rápido, deteniendo el crecimiento de los fitopatógenos evaluados en un promedio de 3 d, mostrando parasitismo sobre ellos. Las cuatro especies de Trichoderma, detuvieron el crecimiento de Pythium spp. y Phytophthora spp. B. amyloliquefaciens y B. methylotrophicus inhibieron el desarrollo de Phytophthora spp. con más del 90 %, bajo condiciones in vitro. B. amyloliquefaciens y B. methylotrophicus mostraron bajos porcentajes de inhibición, menor al 50 y 20 % respectivamente, al ser enfrentados in vitro con Pythium spp. Recomendaciones 1. Seleccione cultivares y portainjertos resistentes pues es la practica más efectiva de control. Portainjertos susceptibles no deberán plantarse en suelos pesados y mal drenados. Solo arbolitos procedentes de invernaderos sanos, deben ser plantados, pues aquellos infectados son un importante surtidor de la enfermedad. Por otro lado los portainjertos deben seleccionarse adecuadamente para evitar la pudrición de cuello. M-4 y M-9 se consideran con buena resistencia, M-25, M-26, Malling-Merton (MM) 103, MM-104, MM-106, MM-107, MM-109, MM-110, MM-111, MM-113, y MM-115, son completamente susceptibles (University of Illinois). 2.- Evite plantar en suelos muy húmedos, con mal drenaje y con alto contenido de arcilla, evite la acumulación de agua en la base del tronco cuando se realiza el riego en huertos con problemas de pudrición de cuello. 3.- No plantar más profundo los arbolitos que como estaban en el vivero, ya que de lo contrario se incrementa la pudrición y daño a las raíces. 4.- En árboles ya infectados, se recomienda remover el suelo alrededor de la base del tronco del árbol recientemente infectado para exponer el área con el cáncer, cortar los tejidos enfermos y eliminarlos, exponiendo el área del tronco para que se seque y prevenir desarrollo de la enfermedad, a finales de otoño se vuelve a rellenar el área alrededor del tronco con buen suelo. 5.- Aplicaciones de fungicidas específicos contra Phytophthora pueden tener efecto en minimizar el daño, pero es recomendable aplicarlos en prevención, es decir al momento de la plantación, o en primavera antes de que inicie el desarrollo de los árboles y en otoño al final de la cosecha. Además no se debe usar solo el control químico, sino que deberá integrarse con buenas prácticas culturales y materiales resistentes. La aplicación de fungicidas difícilmente recuperará árboles con daño de moderado a severo. Cuando se realice control químico, es recomendable aplicar antes de que aparezcan los síntomas especialmente en huertos donde existen condiciones favorables a la enfermedad. Bibliografía Altschul, S.F., Gish, W., Miller, W., Myers, E.W., y Lipman, D.J. 1990. Basic local alignment search tool. Journal of Molecular Biology. 215: 403-410. Anees, M., Tronsmo, A., Edel-Hermann, V., Hjeljord, L.G., Héraud, C., y Steiberg, C. 2010. Characterization of field isolates of Trichoderma antagonistic against Rhizoctonia solani. Fungal Biology. 114: 691-701. Barnett, H.L., y Hunter, B.B. 1972. Illustrated genera of imperfect fungi (3rd ed.). USA: Burguess Publishing Company. Bell, D.K., Wells, H.D., y Markham, C.R. 1982. In vitro antagonism of Trichoderma species against six fungal plant pathogens. Ecology and Epidemiology. 72: 379-382. California, U.D. 1991. Integrated Pest Management for Apples & Pears (Vol. 3340). California, USA: University of California, Division of Agruculture and Natural Resources. Cañedo, V., y Ames, T. 2004. Manual de laboratorio para hongos entomopatógenos: Centro internacional de la papa. Carisse, O., y Jobin, T. 2012. Managing summer apple scab epidemics using leaf scab incidence threshold values for fungicide sprays. Crop Protection. 35: 3640. Dugan, F.M. 2006. The identification of fungi: An illustrated introduction with keys, glossary and guide to literature: The American Phytopathology Society. Ezziyyani, M., Sánchez, C.P., Requena, M.E., Rubio, L., y Candela, M.E. 2004. Biocontrol por Streptomyces rochei –Ziyani–, de la podredumbre del pimiento (Capsicum annuum L.) causada por Phytophthora capsici. Anales de Biología, 26: 69-78. FAOSTAT. 2013. Producción Mundial de Manzana. Retrieved Abril, 2013, from http://faostat.fao.org/DesktopDefault.aspx?PageID=339&lang=es Fernández, R.J., y Suárez, C.L. 2009. Antagonismo in vitro deTrichoderma harzianum Rifai sobre Fusarium oxysporum Schlecht f. sp passiflorae en maracuyá (Passiflora edulis Sims var. flavicarpa) del municipio de la zona babanera Colombiana. Revista de la Facultad Nacional de Agronomia de Medellín, 62(1): 4743-4748. García, R., Salas, J., R.Riera, Zambrano, C., Maggiorani, A., y García, A. 2005. Uso del antagonista Trichoderma harzianum para controlar tres enfermedades fungosas del suelo. INIA Divulga, 4: (8-14). Hantula, J., Lilja, A., Nuorteva, H., Parikka, P., y Werres, S. 2000. Pathogenicity, morphology and genetic variation of Phytophthora cactorum from strawberry, apple, rhododendron, and silver birch. Mycology Research, 104(9): 1062-1068. Hoopen, G.M.t., y Krauss, U. 2006. Biology and control of Rosellinia bunodes, Rosellinia necatrix and Rosellinia pepo: A review. Crop Protection, 25: 89-107. Ikeda, K., Nakamura, H., y Matsumoto, N. 2005. Comparison between Rosellinia necatrix isolates from soil and diseased roots in terms of hypovirulence. FEMS Microbiology Ecology, 54: 307-315. Jeffers, S.N. 2006. Identifying species of Phytophthora. Department of Entomology, Soil & Plant Sciences:1-8. Latorre, B.A., y Rioja, M.E. 2001. Phytophthora species associated with Crown and root rot of apple in Chile. Plant Disease, 85(6):603-606. Leslie, J.F., y Summerell, B.A. 2006. The Fusarium laboratory manual (1st ed.): Blackwell Publishing. Lugo, Z.C., y Sanabria, N.H. 2001. Características culturales y patogénicas en aislamientos de Fusarium oxysporum f. sp. lycopersici procedentes de plantaciones comerciales en tomate. Agronomía Tropical, 51(4): 519-530. Marlatt, M.L., Correll, J.C., Kaufmann, P., y Cooper, P.E. 1996. Two genetically distinct populations of Fusarium oxysporum. sp f. lycopersici race 3 in the United States. Plant Disease, 80: 1336-1342. Martínez, S.T., y Soto, C.Y. 1993. Extracción del ADN de Fusarium oxysporum f.sp. Dianthi. Revista Colombiana de Química, 22(1): 79-88. Mazzola, M. 1997. Identification and Pathogenicity of Rhizoctonia spp. Isolated from Apple Roots and Orchard Soils. Phytopathology, 87:582-587. Mostowfizadeh-Ghalamfarsa, R., y Banihashemi, Z. 2005. Identification of soil Pythium species in fars province of Iran. Iranian Journa of Science & Technology, 29(A1): 79-87. Ogawa, J.M., y English, H. 1991. Diseases of Temperate Zone Tree Fruit and Nut Crops. California, USA: University of California, Division of Agriculture and Natural Resources. Páez, J.I., Berra, D., Vega, J.M., y Tello, J. 1993. Identificación de Phytophthora palmovira Butler en los jardines de la Exposición Universal de Sevilla (EXPO92). Boletín de Sanidad Vegetal de Plagas, 19:633-647. Raeder, U., y Broda, P. 1985. Rapid preparation of DNA from filamentous fungi. Letters in Applied Microbiology, 1: 17-20. Samaniego-Gaixiola, J.A. 2008. Germinación y sobrevivencia de esclerocios de (Phymatotrichopsis omnivora) en respuesta a NaOCl y suelo con glucosa. [Germination and survival of (Phymatotrichopsis omnivora) sclerotia in response to NaOCl and dextrose in soil]. Agricultura Técnica en México, 34(4): 375-385. Samaniego-Gaxiola, J.A. 2007. Research perspectives on Phymatotrichopsis omnivora and the disease it causes. Agricultura Técnica en México, 33(3): 309-318. Samaniego-Gaxiola, J.A., Pérez, T.H., Sandoval, A.P., Díaz, F.J., y Madinaveitia, Y.I.C. 2003. Fluctuación de la severidad de pudrición texana Phymatotrichopsis omnivora (Duggar) Hennebert en nogal pecanero (Carya illinoenesis k.) bajo las condiciones de la Comarca Lagunera, México. Revista Mexicana de Fitopatología, 21(002): 143-151. Sanger, F., Nicklen, S., y Coulson, A.R. 1977. DNA sequencing with chainterminating inhibitors. Proceedings of the National Academy of Sciences, USA, 74(12): 5463-5467. Serdani, M., Kang, J.C., Andersen, B., y Crous, P.W. 2002. Characterisation of Alternaria species-groups associated with core rot of apples in South Africa. Mycological Research, 106(5): 561-569. SIAP-SAGARPA. 2013. Producción Agrícola por Estado. Retrieved Octubre, 2013, from http://www.siap.gob.mx/index.php?option=com_wrapper&view=wrapper&Itemi d=351 Tewoldemedhin, Y.T., Mazzola, M., Botha, W.J., Spies, C.F.J., y McLeod, A. 2011a. Characterization of fungi (Fusarium and Rhizoctonia) and oomycetes (Phytophthora and Pythium) associated with apple orchards in South Africa. [Caracterización de hongos (Fusarium y Rhizoctonia) y oomycetos (Phytophthora y Pythium) asociados con huertos de manzano en Sudáfrica]. European Journal of Plant Pathology, 130: 215-229. Tewoldemedhin, Y.T., Mazzola, M., Labuschagne, I., y McLeod, A. 2011b. A multiphasic approach reveals that apple replant disease is caused by multiple biological agents, with some agents acting synergistically. Soil Biology & Biochemistry, 43: 1917-1927. Torres, G.A. 2000. Algunos aspectos de los hongos del genero Fusarium y de la especie Fusarium oxysporum. Agronomia Colombiana, 17: 11-22. Tumwine, J., Frinking, H.D., y Jegger, M.J. 2000. Isolation techniques and cultural media for Phytophthora infestans from tomatoes. Mycologist, 14(3): 137-139. Tuset, J.J., Hanarejos, C., y Mira, J.L. 2002. Podredumbre de los frutos del peral causada por Phytophthora cactorum en el área mediterránea española. Boletin de Sanidad Vegetal en Plagas, 28: 639-645. Uppalapati, S.R., Young, C.A., Marek, S.M., y Mysore, K.S. 2010. Phymatotrichum (cotton) root rot caused by Phymatotrichopsis omnivora: retrospects and prospects. Molecular Plant Pathology, 11(3): 325-334. Uthkede, R.S., y Quamme, H.A. 1988. Use of the excised soot assay to evaluate resistance to Phytophthora cactorum of apple rootstock cultivars. Canadian Journal of Plant Science/Revue Canadienne de Phytotechnie, 68:851-857. Uthkede, R.S., y Smith, E.M. 1991. Phytophthora and Pythium species associated with root rot of young apple trees and their control. Soil Biology & Biochemistry, 23(11): 1059-1063. Vega, O.F.-L. 2001. Microorganismos antagonistas para el control fitosanitario. Manejo Integrado de Plagas (Costa Rica), 62: 96-100. Watanabe, T. 2010. Pictorial atlas of soil and seed fungi: Morphologies of cultured fungi and key to species (3rd ed.): CRC Press. Whalley, A.J.S. 1996. The xylariaceous way of life. Mycology Research, 100(8): 897-922. White, T.J., Bruns, T., Lee, S., y Taylor, J. 1990. Amplification and direct sequencing of fungal ribosomal RNA genes for phylogenetics. In Press, A. (Ed.), PCR protocols: A guide to methods and applications (pp. 315-322). Hantula, J., Lilja, A., Nuorteva, H., Parikka, P., y Werres, S. 2000. Pathogenicity, morphology and genetic variation of Phytophthora cactorum from strawberry, apple, rhododendron, and silver birch. Mycology Research, 104(9): 1062-1068. Thomidis, T. 2003. Influence of temperature and bark injuries on the development of Phytophthora cactorum and P. citrophthora on peach trees. Scientia Horticulturae, 98: 347-355. Badadoost, M. (1988). Phytophthora collar rot of apple (Vol. 812). USA: University of Ilinois. Hantula, J., Lilja, A., Nuorteva, H., Parikka, P., y Werres, S. 2000. Pathogenicity, morphology and genetic variation of Phytophthora cactorum from strawberry, apple, rhododendron, and silver birch. Mycology Research, 104(9): 1062-1068. Kubicek, C.P., y Harman, G.E. 2002. Trichoderma & Gliocladium: Basic biology, taxonomy and genetics (Vol. 1): Taylor and Francis. Pavlović, S.Ð., Stojšin, V.B., Stojanoviã, S.D., Staroviã, M.S., Bagi, F.F., y Budakov, D.B. 2009. Gibberella intemredia the pathogen of St. John's wort, coneflower and marshmallow in Serbia. Proceedings of the National Academy of Sciences, USA, 116: 191-199. Thomidis, T. 2003. Influence of temperature and bark injuries on the development of Phytophthora cactorum and P. citrophthora on peach trees. Scientia Horticulturae, 98: 347-355. Walter, M., Jaklitsch, G., Samuels, J., Sarah, L., Dodd, B., ing-Sheng, L., y Druzhinina, I.S. 2006. Hypocrea rufa/Trichoderma viride: a reassessment, and description of five closely related species with and without warted conidia. Studies in Mycology, 55:135-177. Watanabe, S., Kato, H., Kumakara, K., Ishibashi, E., y Nagayama, K. 2006. Properties and biological control activities of aerial and submerged spores in Trichoderma asperellum SKT-1. Journal of Pesticide Science, 31(4):375379. Xu, X., y Butt, D.J. 1996. Tests of fungicides for post-germination activity against Nectria galligena, causal agent of canker and fruit rot of apple. Crop Protection, 15(6):513-519. Schroers, H.J. 2001. A monograph of Bionectria (Ascomycota, Hypocreales, Bionectriaceae) and its Clonostachys anamorphs. Studies in Mycology, 46:214.