. 4 revista DOMINGO, 8 MAYO 2005 L A VA N G U A R D I A Jordi Ferrés, educador de gatos, mostró su habilidad para comunicarse con dos gatos poco sociables INMA SAINZ DE BARANDA Un salvaje en casa Adoptar un gato es convivir con un pedazo de naturaleza en estado puro L os gatos no son muñecos de peluche, aunque alguien los acoja con la intención de adornar la casa y mirarlos sólo de vez en cuando. No son perros ni tampoco niños, aunque muchos otros intenten relacionarse con ellos de forma similar y esperen unas respuestas que no obtienen. Tratar con un gato es meter en casa un pedazo de naturaleza en estado puro, cuyas principales reglas es necesario conocer. Una vez asumidas es cuando llegan las sorpresas favorables en cascada: el afecto que dan y reciben, la serenidad que inspiran, el seguimiento constante del amo... Los veterinarios son cada vez más conscientes de la importancia de conocer la conducta de los animales domésticos para mitigar las molestias que enturbian su tenencia. No se consideran ya suficientes los conocimientos médicos y fisiológicos. Pero curiosamente el estudio del comportamiento del gato tiene pocas décadas de historia. El gato montés daba problemas de localización y seguimiento por su carácter huidizo, y respecto al doméstico, como apunta Stephen Budiansky en La naturaleza de los gatos, “los biólogos de verdad que estudiaban la vida salvaje no estaban interesados en gatitos, preferían ponerse su uniforme de safari y subirse al Land Rover. Tampoco ha sido de mucha ayuda la idea errónea mantenida por muchos zoólogos y etólogos de que los animales domésticos son un puñado de seres corrompidos y sentimentales a los que no vale la pena estudiar de forma científica”. En Veterinaria, el estudio de la etología del animal doméstico también ha ganado importancia en los últimos años. En la Universitat Autònoma de Barcelona incluso se imparte un máster sobre etología clínica del animal do- méstico que, con el de Southampton, en Reino Unido, es pionero en Europa. Uno de sus profesores, Xavier Manteca, accedió a establecer un ranking de problemas con que se encuentran los amos de gatos: “El más importante es la deposición de heces y orina en el lugar no indicado, a causa de una enfermedad o del marcaje territorial. El segundo es una actitud agresiva hacia otros gatos o hacia el propietario. Y el tercero es el marcaje con las uñas. Cada caso es distinto y precisa el consejo experto”. El marcaje territorial con orina y con las uñas se suele solucionar con la esterilización y la colocación de rascadores en los lugares preferidos del gato, y la agresividad, según Jordi Ferrés, educador de gatos, se puede solucionar con muchas dosis de paciencia y afecto hacia el animal. El ronroneo El ronroneo es uno de los aspectos más misteriosos del gato, y tal vez constituye el lazo que los humanos valoran más como expresión de afecto y bienestar con que el gato premia su dedicación. Ha sido objeto de múltiples teorías y especulaciones, algunas tan peregrinas, según Budiansky, como considerarlo un mantra o una manifestación de euforia antes de la muerte. Hoy sabemos que es el sonido de contacto que emiten los gatitos cuando maman, y que luego se utiliza para funciones diversas, en cortejos, para apaciguar al animal dominante o para requerir caricias. También se da en gatos enfermos o en las gatas cuando paren. Siempre, pues, invita a la empatía y a la no agresión por parte de otros gatos o de sus amos. Una investigación de la Universidad Dartmouth (Reino Unido) concluyó que los ronroneos son generados por impulsos nerviosos rápidos y regulares enviados desde el sistema nervioso central al diafragma y de ahí a las cuerdas vocales. Los músculos se activan de forma alternante en 20 o 30 estallidos por segundo. Al parecer, aunque otros mamíferos utilizan vibraciones comunicativas sordas, ninguna alcanza tanta frecuencia y regularidad.c El hombre que los educa Jordi Ferrés recibía tantas consultas sobre problemas de convivencia con los mininos que decidió crear un nuevo perfil profesional: educador de gatos. Había trabajado previamente en Londres con felinos, en Sudáfrica con lobos y en Barcelona con los gatos abandonados en la perrera municipal. “El año pasado alquilé una moto, repartí carteles por la ciudad y empecé a visitar casas con gatos”. Cobra sólo 15 por visita, en la que conoce al gato y a sus amos, y a continuación propone un programa de acciones. No es un adiestrador. “Soy educador de modales, de maneras”. Gatos que se muestran agresivos o esquivos con sus amos, que no aceptan a otras mascotas, que hacen sus necesidades fuera de lugar... Insiste en que cualquier problema tiene solución, en que no hay que darse por vencido, en que la conducta de un gato adulto puede ser modificada. “A un perro lo sometes con un grito, pero el gato se asusta. Es muy susceptible. Hay que tener mucha paciencia, darle mucho cariño... Entonces los amos reticentes se convierten en apasionados del animal. El problema siempre viene de la manera especial de ver el mundo de los felinos, no siempre entendida”. Tras desentrañarla y obrar en consecuencia, el resto se resume en amor Todo lo que sé lo aprendí de mi gato De ‘All I need to know I learned from my cat’, con dibujos y texto de S. Becker (Workman Publishing) y 1,6 millones de ejemplares vendidos 1 Mostrar afecto (frotamientos) y expresar felicidad (ronroneo) 2 No acudir siempre que te llamen. Mostrarse misterioso 3 Ser tolerante, pero no acomodaticio. Muchas caricias agobian 4 Pase lo que pase, caer siempre de pie 5 Preferir el tiempo desestructurado mirando cualquier cosa 6 El dinero es solamente papel, la televisión un ruido 7 Ser curioso y buscar momentos para ti. Disfrutar de ti mismo 8 Enfadarse con quien te pisa, pero olvidarlo rápido 9 Conocer todos los lugares soleados de la casa 10 Morder a veces la mano que te da comer 11 No dar explicaciones a ciertas acciones poco simpáticas 12 Reconocer un juguete en cualquier cosa 13 Obedecer tus instintos y evitar las compañías que no te gustan 14 Subir escaleras tan rápido como olvidar para que las subías 15 Conseguir que sea duro dejarte en casa 16 Aceptar que no todos te querrán, pero amar incondicionalmente 17 Comer solamente cuando tengas hambre 18 Conseguir que otro limpie el baño. Llevar lo mismo cada día 19 Dormir y realizar estiramientos está subestimado 20 Estar en casa no significa que debas contestar el teléfono LAS RAZAS MÁS HABITUALES EN ESPAÑA PERSA Desciende del angora turco. Es inteligente, dócil, afable, tranquilo. No cazador. Un clásico gato para vivir en un apartamento. Debe ser cepillado y peinado diariamente a partir de las seis semanas de edad SIAMÉS Considerado como uno de los gatos más inteligentes, está dotado de una personalidad que a veces le hace imprevisible. Se adapta a un apartamento, aunque prefiere la libertad de un jardín EGIPCIO Perezoso, pero buen cazador, el egipcio cuenta con un pelaje fino, denso y brillante. Es delicado, le afectan los cambios bruscos de temperatura. No tiene necesidad de grandes espacios SIBERIANO Independiente y con mucha vitalidad, necesita sentirse libre. No se considera un gato adecuado para un piso; precisa espacios abiertos. Se recomienda administrarle preparados de malta con regularidad SOMALÍ Es una mutación de pelo largo del abisinio, del que conserva su personalidad. Vivaz, inteligente y buen cazador. No se adapta bien al frío. Vive a gusto en casa, sobre todo en estaciones benignas. Necesita libertad