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ORGANIZACIÓN ACTUAL DEL COMERCIO
EXTERIOR DE GRANOS Y DERIVADOS EN
ARGENTINA:
NOTAS PARA LA NACIONALIZACIÓN
Este trabajo fue realizado en el marco del proyecto de investigación
“La post convertibilidad y un nuevo modelo de desarrollo. Desafíos y
perspectivas” de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
Equipo de investigación:
Dr. Germán Diego Pinazo
Mag. Juan Pablo Fal
Lic. Sonia Marina Filipetto
Centro de Estudios Políticos Económicos y Sociales
Mayo de 2015
1
INDICE
I.
El significado del comercio exterior de granos y la renta de la tierra en Argentina:
comentarios introductorios ......................................................................................... 4
II.
Cambios de la política económica: un breve recorrido histórico por las principales
medidas de política económica que afectaron al sector agropecuario, 1980-2002 ..... 8
III.
Cuánto producimos de los principales cultivos ......................................................... 11
IV.
Evolución de las exportaciones de los cuatros principales cultivos........................... 19
V.
Quiénes controlan el mercado de exportación de granos y derivados en la
Argentina ................................................................................................................. 21
VI.
Infraestructura de la exportación granaria en Argentina ........................................... 23
VII.
Comentarios finales ................................................................................................. 34
VIII.
Bibliografía ............................................................................................................... 36
2
ORGANIZACIÓN ACTUAL DEL COMERCIO EXTERIOR DE
GRANOS Y DERIVADOS EN ARGENTINA: NOTAS PARA LA
NACIONALIZACIÓN
I.
El significado del comercio exterior de granos y la renta de la tierra en
Argentina: comentarios introductorios.
El comercio exterior de granos en la Argentina tiene una larga historia marcada por los
diferentes intereses en pugna. A lo largo del Siglo XX, el excedente del sector
agropecuario y su captura ha sido uno de los centros de disputa más importantes, en
tanto ha servido para defender diferentes proyectos políticos. Desde aquellos liberales
con un fuerte sesgo oligárquico, a uno que podríamos denominar nacional popular
pasando por los de matriz desarrollistas.
No caben dudas que el excedente agrícola ha jugado un papel central en el desarrollo
histórico argentino. La génesis de ese papel, su efecto sobre la magnitud y el proceso de
acumulación de capital, han sido objeto de numerosas discusiones. Todas ellas han
puesto el acento, de una u otra manera, en la tierra como eje central de la generación y
apropiación del excedente.
Así, mientras la tradición liberal (Cortés Conde, 2002; Díaz Alejandro, 2002) enfatizó en lo
que podríamos denominar la teoría de las ventajas comparativas, donde la dotación
relativa de factores (tierra en nuestro país) es lo que explicaría, para principios del siglo
XX, el sendero sostenible de desarrollo económico que atravesó nuestro país, en las
antípodas, y desde una teoría clásica de la renta diferencial, trabajos como los de Laclau
(1969), Flichman (1977) y Sábato (1988) colocaron el acento en la naturaleza del ingreso
agropecuario (renta y no ganancia)1 y el comportamiento que éste generó sobre las élites
locales como la razón última que explica los vaivenes económicos de nuestro país previos
1
Para Laclau (1969), como la magnitud de la renta diferencial depende de la posibilidad de colocar
las materias primas en el mercado mundial, y puesto que dicha posibilidad deriva de la
acumulación capitalista de los países industrializados, toda la expansión económica terminaba por
depender de una variable que escapa a su control.
3
a la crisis del ´30 y los bajos niveles de inversión que posibilitaron el estancamiento
posterior.2
Otros trabajos, que, como los anteriores, pueden ser englobados en una denominada
tradición crítica de pensamiento3, han colocado el eje en el vínculo de la renta diferencial y
la cuestión de la gran propiedad agropecuaria para comprender el por qué del
estancamiento económico (Giberti, 1964; Ferrer, 1999). Nochteff (1994 y 1996) en línea
con lo anterior, señala que las ventajas comparativas de la producción pampeana y las
rentas “ricardianas” de ellas derivadas habrían sido de tal magnitud, que existían pocos
estímulos para que los productores realizaran esfuerzos sistemáticos en materia de
inversión y búsqueda de eficiencia. Así, en lugar de monopolios basados en la innovación,
la elite local habría podido obtener rentas basadas en la explotación simple de los
recursos naturales.
En esta misma dirección, aunque con una menor importancia, se desarrollaron los
estudios que intentaron, desde las diferentes doctrinas teóricas, explicar la naturaleza del
excedente agrícola para el período de sustitución de importaciones como para el
subsiguiente, caracterizado por la desregulación comercial y financiera (hasta la década
de los noventa). Todos ellos siguieron insistiendo en la tierra y sus características
diferenciales como la fuente última de la riqueza del sector. La diferencia con los estudios
que intentaron explicar lo acontecido hasta la década de los ´40 se encuentra en que el
sector ya no pasa a ser sólo importante para explicar el crecimiento del país por su falta o
no de dinamismo, sino por la incidencia que tuvo sobre el desarrollo de la industria, la cual
pasa a depender en forma casi exclusiva del aporte de divisas generadas a partir de las
exportaciones de los productos agrícolas (Ferrer, 1963; Diamand; 1972; Teubal, 1975;
Braun y Joy, 1981; Barsky y Djenderedjian, 2003).
Los estudios elaborados para el análisis de la década de los noventa y,
fundamentalmente, para el período abierto con la devaluación de 2002 transitaron una
senda no demasiado diferente que la comentada hasta aquí (Ingaramo, 2004; Rodríguez,
2004; Arbolave, 2005; Rodríguez y Arceo, 2006). Las condiciones naturales de la tierra
2
El argumento que se encuentra detrás de lo comentado es que la renta diferencial permitió la
obtención de grandes sumas de dinero desincentivando todo tipo de mejora en el sector agrícola.
3
El término es utilizado, a falta de uno más preciso, para englobar aquellos trabajos que
cuestionan la visión liberal.
4
siguieron siendo el eje central a partir de los cuales todos estos análisis han
fundamentado el excedente del sector agrícola argentino. Al respecto, Rodríguez (2004),
señala que independientemente de las diferentes discusiones que se han dado entorno al
concepto de renta, no se puede dejar de soslayar las condiciones naturales excepcionales
que reúne la región pampeana; condiciones que marcaron el aumento de la renta. Bajo
este marco, el autor señala que las posibilidades de crecimiento y desarrollo de la
economía local están determinados, en parte, por el aumento y utilización de dicha renta.
Los trabajos mencionados en este sub-apartado, toman como cuestión relevante las
condiciones naturales de la tierra; dato observable en la definición que se toma sobre el
concepto de renta, donde la misma es definida, fundamentalmente, por las diferencias
internacionales de costos, originadas en la calidad de nuestros suelos (Rodríguez y
Arceo, 2006). Cabe señalar, que pese a que en dichos trabajos la tecnología aparece, no
lo hace como determinante del ingreso agrícola: se continúa poniendo el acento en las
condiciones naturales de la tierra como el elemento central del nuevo ingreso del sector.
Sin embargo, estas condiciones comienzan a verse modificadas durante los últimos
treinta años, fundamentalmente a partir de una serie de transformaciones superpuestas
que se dan en plano internacional, con gran impacto en las esferas nacionales, las cuales
se profundizan durante la década de los noventa (Arrighi, 1997; Hobsbawn, 1995; Saxe
Fernández, et al, 2001; Dabat y Rivera, 2005; Arceo, 2005, entre otros). Entre los
principales cambios a las cuales nos interesa hacer mención se encuentran: i) la
modificación en la organización social de la producción a escala internacional, donde el
impulso fundamental está dado por el desarrollo de un nuevo paradigma técnico
económico basado en las tecnologías de la información y la comunicación; ii) los
desarrollos biotecnológicos y, iii) los cambios en la demanda mundial de alimentos.
El fenomenal desarrollo biotecnológico4 (Reboratti, 2003; Barsky y Dávila, 2008;
Rodríguez, 2008, Anlló, Bisang y Campi, 2008, entre otros) y la implementación extendida
de la siembra directa, se retroalimenta con una nueva dinámica productiva a nivel
mundial, que parece no reconocer barreras nacionales. Esto ha dado lugar en Argentina a
numerosos cambios organizacionales y productivos que, entre otras cosas, han
4
Nos referimos a la proliferación del uso de semillas genéticamente modificadas y a la masificación
en el uso de agroquímicos y herbicidas.
5
modificado la generación y apropiación del excedente del sector agrícola, a partir del
cambio en los costos, rentabilidades relativas, y escalas óptimas de producción.
Al mismo tiempo, y de manera central, la demanda mundial de productos de origen
agropecuario se ha reconfigurado a partir de tres causas: i) un incremento en la demanda
mundial de alimentos con mayor valor proteico (la incorporación de un número mayor de
habitantes provenientes de China e India al mercado como consumidores importantes); ii)
una tendencia en aumento al uso de fuentes vegetales para la producción de energía; iii)
la potencialidad de la producción agropecuaria en la industria, tanto como proveedora de
insumos industriales (biomasa), como reemplazante eficiente de ciertos eslabones del
proceso de productivo industrial por procesos biológicos (uso creciente de plantas y
animales como biorreactores) (OECD, 2008).
De esta manera y a diferencia de lo que ocurrió durante el siglo XIX y gran parte del siglo
XX, en la actualidad, la productividad del sector agrícola tiende a depender más del
sistema industrial que fabrica las semillas, fertilizantes, herbicidas y maquinarias
necesarias para poner en marcha el articulado conjunto de elementos que hacen posible
la producción, que de la abundancia de tierra y de las especiales condiciones de su
fertilidad. Todas estas grandes transformaciones tecnológicas5 que acontecen en el agro,
las cuales se materializan a través de la biotecnología, obligan a repensar al sector
agrícola argentino y las formas de captación del excedente. Estos cambios, en tanto
modifican las escalas óptimas de producción, provocan modificaciones que impactan en la
generación y apropiación de la renta agrícola y, con ellas, en toda la estructura
organizativa de la producción, lo que nos lleva a afirmar que lo que existe en el sector
agrícola argentino es un nuevo capitalismo, a partir del cual, la especificidad del proceso
de generación y apropiación de la renta agrícola del país tiene que ser repensado, en
tanto el eje de todo el proceso no puede ubicarse sólo en el productor (propietario) y las
características diferenciales de la tierra.
5
Según Claudio Katz (2007), existen diferentes formas de analizar el capitalismo. Una de ellas
consiste en estudiar el proceso productivo, a partir del cual se modifican las relaciones sociales de
producción. Al respecto, el autor señala: “Poner en el primer plano del análisis al proceso
productivo significa estudiar atentamente el cambio tecnológico. Ningún fenómeno tiene tanta
gravitación en la dinámica del capital como la innovación. En función de la introducción de los
nuevos productos y las nuevas formas de producción se modifican los tiempos de trabajo y los
valores relativos de todas las mercancías. De estos cambios surgen los beneficios extraordinarios,
que desplazan la inversión de una rama a otra y las pérdidas acumulativas que desembocan en la
crisis” (Katz, C., 2007: 2-3).
6
A la luz de los cambios mencionados, caracterizados por los adelantos de la química y la
genética6, los cuales han sido atravesados por la integración mundial de la producción, la
centralización de la gestión y los cambios en la demanda mundial de productos de origen
agropecuario, se plantea el problema sobre cómo impactan estas transformaciones en el
sector agrícola nacional. En particular, ¿cuáles son sus implicancias sobre la naturaleza y
apropiación de la renta agrícola argentina?
No hay que olvidar que los granos en Argentina significan la posibilidad de distribuir
ingresos, vía retenciones; industrialización a través del financiamiento con divisas
provenientes del agro; también puede significar inflación, vía suba de precios
internacionales, pero también a través del no financiamiento de la oferta industrial. En fin,
distribución de ingresos, inflación e industrialización, entre otras aristas, cuestiones
demasiado importantes como para que sean controladas por un grupo de actores muy
pequeños que concentran en sus manos la toma de decisiones centrales para el
desarrollo del país.
En arreglo a lo planteado, en el presente informe daremos nuestros primeros pasos para
intentar dilucidar un aspecto central en este camino para poder comprender las razones
del por qué nacionalizar el comercio exterior de granos. En este sentido, nuestro primer
paso consistirá en señalar qué y cuánto producimos de los principales cultivos: soja, maíz,
girasol y trigo. En segundo lugar, describiremos las exportaciones y sus principales
destinos. Luego, nos concentraremos en la identificación de los principales actores
exportadores de granos y sus derivados. En cuarto lugar, estudiaremos el transporte y la
molienda, incluyendo la localización de puertos y la importancia de los diferentes
complejos junto a su localización espacial.
II.
Cambios de la política económica: un breve recorrido histórico por las
principales
medidas
de
política
económica
que
afectaron
al
sector
agropecuario, 1980-2002
6
Cabe aclarar, que estos cambios encontraron sus inicios a partir de la segunda mitad del siglo
XX, pero será recién a mediados de la década de los noventa que lograrán un gran desarrollo.
7
La dictadura militar que usurpó el gobierno en 1976 ayudó a transformar las bases sobre
las que se sustentaba la industrialización por sustitución de importaciones, colaborando7
en la instauración de un nuevo modo de acumulación caracterizado como aperturista con
hegemonía financiera (Basualdo, E., 2006; Rapoport, M., 2000). En lo que refiere al
campo, los objetivos del Ministro de Economía del gobierno de facto, Alfredo Martínez De
Hoz, se concentraron en incrementar la producción y la productividad, extender la frontera
agropecuaria y en modernizar el sector por medio de la incorporación de tecnología
(Martínez De Hoz, A., 1981).
En el diagnóstico del Ministro, la principal causa de estancamiento del sector
agropecuario se encontraba en la falta de inversión producto de los desfavorables precios
relativos que imponían la batería de medidas proteccionistas que el país tenía por
aquellos años (Martínez de Hoz, A., 1981). Bajo este marco, la solución del gobierno fue
eliminar las retenciones a las exportaciones agropecuarias y dejar de intervenir en la
comercialización, quedando la actividad de la Junta Nacional de Granos reducida a la
fijación de un precio sostén para el caso en que los precios internacionales descendieran
por debajo de determinados niveles. La reforma financiera del año 1977 conjuntamente
con la caída de los precios internacionales de bienes primarios, determinaron que los
ingresos en concepto de exportaciones se vieran fuertemente disminuidos. No obstante
esto, la actividad agropecuaria fue una de las ramas productivas que más se benefició
con las políticas implementadas por la dictadura.
El primer gobierno constitucional que asume en 1983, encuentra un país inmerso en
graves problemas económicos con niveles de desempleo, inflación y endeudamiento
externo hasta ese momento inéditos para el país. Los fuertes desequilibrios en las
cuentas públicas y en los precios internacionales (suba moderada del precio del ganado),
impulsaron al gobierno a lanzar sucesivos planes de estabilización, en conjunto con
políticas de congelamiento de precios, y donde se establecieron, entre otros, precios
máximos para los bienes primarios. Sin embargo, a pesar de estos diferentes planes, el
7
Decimos que ayudó a la instauración de un nuevo modo de acumulación con la idea de plantear, cuestión
que no es motivo de este trabajo, que el modo de acumulación instaurado en la Argentina no es solo fruto de
la aplicación de medidas económicas por parte de la dictadura militar, sino que encuentra también anclaje en
los cambios que por aquellos años ocurrieron en el capitalismo mundial. Es decir, lo que intentamos señalar es
que la perspectiva que asumimos considera a la Argentina como una parte del todo.
8
gobierno de Alfonsín trazó un eje en materia económica que no modificó en forma
sustancial la política monetaria instaurada por el gobierno militar, conservando, de esa
manera, uno de los pilares centrales del modo de acumulación instaurado en 1976.
Hacia fines de los años ochenta, el país se caracterizaba por un avanzado proceso
inflacionario, una alarmante reestructuración capitalista y un importante incremento de las
inversiones especulativas y fuga de capitales8. Como resultado de esto, el país estuvo
sumergido en una severa estanflación económica, que derivó en un rápido incremento de
los indicadores de pobreza e indigencia. En este marco y con el objetivo de frenar el
proceso hiperinflacionario, el nuevo gobierno asumido por Carlos Menem en 1989,
instrumenta una serie de medidas que profundizan las políticas económicas
implementadas desde la dictadura militar (Basualdo, E., 2006., Rapoport, M., 2000). A la
liberalización comercial y financiera y la apertura económica indiscriminada, se sumó la
sanción de la ley de convertibilidad donde se fija la paridad cambiaria que obliga al Banco
Central a mantener reservas en proporción no inferior al 80% de la base monetaria. La
nueva paridad establecida significó la apreciación de la moneda nacional, estableciendo
un conjunto de precios relativos desfavorables al sector agropecuario. Un tipo de cambio
sobrevaluado, en un marco de apertura total de los mercados sin control alguno de la
producción agropecuaria, resultó ser negativo para el sector, fundamentalmente, para los
pequeños y medianos productores.
Asimismo, diferentes organismos encargados de llevar acabo el control y la articulación
de las diferentes actividades agropecuarias fueron eliminados con la ley Nº 2248 en 1991.
Entre los principales órganos excluidos se encuentran la Junta Nacional de Granos y
Carnes, el Instituto Nacional de Vitivinicultura, y la Dirección Nacional de Azúcar. La
desaparición de estos organismos significó un duro golpe para los pequeños y medianos
productores, ya que dejaron de aplicarse cuotas de producción y precios mínimos. Como
resultado de estas medidas, entre 1988 y fines de siglo XX desaparecieran 56.330
productores agropecuarios de ganado bovino, todos ellos pequeños y medianos
productores. Muchas de sus tierras fueron ocupados por grandes terratenientes y / o
capitales externos que continuaron con la producción bovina o transformaron la actividad
originaria de esos sectores y se volcaron al sector agrícola.
8
Para mayor detalle sobre las características del período previo a los años noventa véase
Basualdo, E., 2006; Azpiazu, D., y Nochteff, N., (1994), entre otros.
9
Transformadas las condiciones estructurales del mercado real y financiero, en un marco
de profunda recesión económica y social, asume el gobierno de la Alianza que no hizo
otra cosa que profundizar algunas de las medidas económicas aplicadas durante el
menemismo. Como resultado de esto, el país sufrió en diciembre de 2001 la peor crisis
económico-social de su historia (el país tuvo cinco presidentes en once días). El último de
ellos fue Eduardo Duhalde que duró en el cargo un poco más de un año y donde las
políticas económicas aplicadas combinaron el abandono de una tasa de cambio fija junto
al default de gran parte de la deuda pública. La derogación de la ley de convertibilidad
supuso un cambio de precios relativos favorable a los sectores productores de bienes,
que en un marco de bajas tasas de interés, permitieron comenzar a desarmar el
andamiaje económico introducido por el gobierno de Videla.
Con la salida de la convertibilidad se sumó al desarrollo tecnológico un tipo de cambio
favorable a la exportación y una sostenida demanda internacional de soja, que transformó
a este cultivo en una alternativa altamente atractiva para los sectores concentrados. El
bajo precio relativo de las tierras del Chaco semiárido completó la ecuación para empujar
el avance de las frontera agraria sobre esta región, lo cual provocó una doble presión
sobre su ambiente: el avance de los desmontes para agricultura en las zonas con
registros hídricos y suelos más favorables y la ganadería empresarial sobre las zonas aún
consideradas marginales para la agricultura (Colina, S., et. al: 107).
III.
Cuánto producimos de los principales cultivos
Para este primer informe hemos tomado los cuatro principales cultivos de la estructura
productiva agrícola argentina: maíz, soja, trigo y girasol. Lo que primero podemos
observar es como el maíz y la soja concentran el 89% de la producción total,
considerando estos cuatros cultivos: 53 millones de toneladas de soja se produjeron en la
campaña 2012/13, 33 millones de maíz, 9 millones de trigo y 2 millones de girasol. La
importancia de la soja y el maíz es superlativa. Estamos hablando que más del 50% de lo
producido está representado por la soja, tal como puede observarse en el cuadro N° 1.
10
Cuadro N° 1: Producción en toneladas, 1990/1991-2013/14
Fuente: SIIA, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, 2015
Un análisis más detallado de lo acontecido durante el período bajo análisis, se encuentra
en los cuadros N° 2 y N° 3, en los cuales se puede observar lo sembrado y cosechado
durante el período bajo estudio. Notemos, que el momento de mayor crecimiento
comienza a la campaña 1996-1997, que es justo la campaña en la cual se comienza a
sembrar soja transgénica, lo que provoca un aumento de rindes, pero fundamentalmente,
permite avanzar sobre ambientes sobre los cuales anteriormente había sido casi
imposible trabajar con este tipo de agricultura, en particular, nos referimos al norte
argentino y a las regiones de la pampa húmeda en las cuales habitualmente se ha tendido
a hacer ganadería, como lo fue la zona deprimida del salado en la provincia de Buenos
Aires. Decimos que permitió avanzar en tanto la resistencia del cultivo a otras condiciones
climáticas y edáficas, pero además porque en esos lugares modificó la ecuación
económica. El crecimiento, desde aquel año hasta la fecha, ha sido constante.
Resulto oportuno aclara en está línea, que los vaivenes de la producción tuvieron que ver
con cuestiones climáticas y cambios en los precios internacionales, fundamentalmente.
En el 2008/09 alguna relación también existió con el conflicto mantenido entre el gobierno
y alguna de las principales entidades agropecuarias por la resolución 125.
11
Cuadro N° 2: Sembrado y cosechado de Soja, 1990/91-2013/14
Fuente: SIIA, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, 2015
Es importante destacar, que la estructura productiva de la soja en el país no es
homogénea. Por el contrario, está concentrada en un grupo reducido de agentes
productivos. El 6% de los productores son grandes (más de 1.500 toneladas / campaña),
representando el 54% del total producido. El 94% restante son pequeños (menos de
1.500 toneladas/campaña), dando cuenta del 46% de la producción restante (Mecon,
2011). Es decir que un poco más de 25 millones de toneladas de soja lo maneja tan sólo
el 6% de los productores de soja.
12
Cuadro N° 3: Producción de soja en toneladas, 1990/91-2013/14
Fuente: SIIA, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, 2015
Con la producción de maíz pasa algo similar, con aumentos desde el ´96, con algunos
altibajos a principios de los 2000. La razón del estancamiento de la producción entre la
campaña del ´99 y la del 2003/4, se debe a la enorme diferencia de rentabilidad entre el
maíz y la soja, lo cual incentivó a los productores a inclinarse por esta última.
Cuadro N° 4: Sembrado y Cosechado de Maíz
Fuente: SIIA, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, 2015
13
Cuadro N° 5: Producción de maíz, 1990/91 2013/14
Fuente: SIIA, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, 2015
En relación de la producción de girasol, el comportamiento fue el opuesto. Importante
hasta la campaña del año 1999/2000 y luego pasó a hacer un cultivo menor, llegando a
producirse 2 millones de toneladas en la campaña 2013/14.
A nivel mundial, Argentina ocupa el 4° lugar como productor de girasol, detrás de Rusia,
Ucrania y UE‐27 (USDA). Luego de la caída evidenciada por el área sembrada y la
producción de hacia finales de los años ’90 y principios del 2000, ambas variables se
mantuvieron relativamente estables en torno a un determinado nivel: en el caso de la
superficie sembrada en las 2 millones de hectáreas en tanto que en la producción en las
3,5 millones de toneladas. La estabilidad relativa de los últimos años se explica, en gran
medida, por: i) sustitución en el mercado interno por aceites más baratos (soja),
especialmente a partir de la crisis económica del 2001; ii) mayores facilidades y menores
costos en el cultivo de la soja frente a los problemas técnicos asociados al girasol (Mecon,
2011).
14
Cuadro N° 6: Sembrado y cosechado de Girasol, 1990/91-2013/14
Fuente: SIIA, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, 2015
Cuadro N° 7: Producción de Girasol, 1990/91-2013/14
Fuente: SIIA, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, 2015
Los datos de los cuatros cultivos más importantes, tomados como ejemplos aquí,
muestran claramente la importancia que tienen en el plano productivo y económico. Lo
interesante a destacar, es que el crecimiento vertiginoso de la agricultura argentina, la
15
cual llega a casi 100 millones de toneladas en los últimos años, se da a partir de
mediados de la década los noventa como consecuencia del incremento exponencial de la
soja transgénica. En los cuadros Nº 1 y Nº 2 se puede observar una imagen muy clara
sobre el fuerte crecimiento que se dio entre 1988/89 y 2006/7.
Mapa N° 1 y 2: Hectáreas sembradas 1988/89 y 2006/07, total cultivos
Fuente: Cruzate, G., et al., (2009)
Dicha expansión se dio sobre el territorio de la pampa húmeda (dedicado a la cría de
ganado) y sobre el norte argentino. El avance fue considerable, fundamentalmente, sobre
esta última región, en la cual se da la expansión de la frontera agropecuaria, modificando
profundamente el uso del suelo.
Un análisis más detallado de la distribución territorial de la soja y del girasol se puede
observar en mapas N° 3 y N° 4, en los cuales se nota que la expansión de la soja avanza
sobre el territorio que presenta peores condiciones para la agricultura.
16
Mapa N° 3: Distribución territorial de la soja, 2009
Mapa N° 4: Distribución territorial del girasol, 2009
17
IV.
Evolución de las exportaciones de los cuatros principales cultivos
El análisis de las exportaciones muestra nuevamente la importancia de los cultivos de
soja y maíz. Igualmente, notemos como el porcentaje más alto se utiliza en la molienda,
muchas veces para luego ser exportado en aceites y otros subproductos, tal como puede
observarse en el flujograma Nº 1.
Cuadro N° 8: Evolución de la producción, molienda y exportación de soja, maíz, trigo y
girasol en Argentina, 2012-2015.
Campaña
Stock Inicial Producción
2012-2013
2013-2014
2014-2015
1,5
0,8
1,8
8
9,2
13,9
2012-2013
2013-2014
2014-2015
0,26
0,58
0,3
3,1
2
3,2
2012-2013
2013-2014
2014-2015
4,43
5,53
8,73
49,3
53,4
59
2012-2013
2013-2014
2014-2015
0,65
1,8
3,8
32,1
33
30
Molienda Exportación Stock Final
Trigo
5,5
3,1
0,5
5,8
1,6
1,5
6
7,2
2
Girasol
2,7
0,08
0,58
2,21
0,07
0,3
2,9
0,07
0,53
Soja
40,3
8,1
5,33
41
9
8,73
46
13,5
8,23
Maíz
1,85
19,4
1,8
2,5
18
3,8
2,7
17
3,3
Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Abril 2015
El negocio de la molienda tiene dos grandes destinos, o bien va a la fabricación de
harinas, o bien el destino puede ser la fabricación de aceites crudos. Por eso resulta
importante poder comprender y tener en claro qué es la molienda, para qué sirve y quién
la controla. Indudablemente que si se quiere controlar todo el negocio de la exportación
de granos, se debería tener presente que es lo que ocurre con la molienda, en tanto que
una parte importante, al menos del complejo oleaginoso, pasa por esta actividad, que
luego se exporta y a partir de allí se obtienen divisas.
18
Flujograma N° 1: Desagregado del negocio de la soja y el girasol, 2010.
19
V.
Quiénes controlan el mercado de exportación de granos y derivados en la
Argentina.
El control de las exportaciones argentinas se encuentra dominado por un grupo muy
pequeño de empresas. Tan sólo 10 empresas controlaban en el 2014 el 70 % de las
exportaciones totales, incluyendo granos, subproductos y aceites. Si consideramos las
primeras 15, controlaban el 80%, tal como puede observarse en el cuadro Nº 9.
Cuadro N° 9: Exportaciones totales 2014, granos, subproductos y aceites.
Rubro
Total exportaciones
nacionales en tn.
Total principales 10
exportadores en tn.
Total principales 15
exportadores en tn.
Participación relativa 10
principales exportadores
Participación relativa 15
principales exportadores
total
Granos
Subproductos
Aceites
65.625.399
31.349.449
29.312.358
4.963.592
46.134.490
20.318.486
25.409.220
3.968.873
52.086.105
23.547.942
27.074.236
4.420.529
70%
65%
87%
80%
79%
75%
92%
89%
Fuente: BCR, 2014.
El análisis desagregado de los actores muestra entre los primeros lugares a Cargill,
Bunge, A.G.D., Dreyfus, Vicentín, Nidera, entre otros. Sin duda, piezas centrales del
entramado local y mundial en la exportación de granos, aceites y subproductos. Hay que
notar, que además de la concentración, lo que se observa es que son grupos
transnacionales los que dominan los tres grandes rubros de la exportación.
El origen del capital, profundiza la dependencia y la debilidad que tiene el país a la hora
de garantizar el manejo de los precios internos, fundamentalmente de los alimentos, pero
también el financiamiento de la industria, la redistribución del ingreso, la política
monetaria, entre otras variables centrales para el desarrollo local.
20
VI.
Molinos Río de la Plata
TOEPFER
A.D.M
A.F.A
CAGSA
AMAGGI
Dreyfus Paraguay
Y.P.F
Cabol
10
11
12
13
14
15
16
17
18
645.739
648.742
736.094
778.557
819.820
826.133
1.268.287
1.278.792
1.758.583
2.547.958
3.224.676
65.625.399
Noble
9
3.539.728
Total
A.C.A
8
3.569.880
10.091.877
Oleaginosa Moreno
7
4.068.249
Otros exportadores
Nidera
6
4.263.322
638.285
Vicentin
5
4.555.511
Merco
Dreyfus
4
5.829.936
20
A.G.D
3
6.488.897
Bunge Paraguay
Bunge
2
8.046.333
Total
19
Cargill
Infraestructura de la exportación granaria en Argentina
1
Fuente: BCR, 2014
Exportador
La producción de granos en Argentina durante la campaña 2010/11 se distribuyó de
acuerdo a lo planteado en el flujograma N° 2
21
60.443.101
6.762.225
585.581
0
629.583
736.094
460
819.820
801.133
1.268.287
1.278.792
1.758.583
2.547.958
3.224.676
3.539.728
3.569.880
4.068.249
4.263.322
4.554.448
5.829.936
6.488.897
7.715.449
5.182.298
3.329.652
52.704
645.739
19.159
0
778.097
0
25.000
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1.063
0
0
330.884
31.349.449
6.882.320
244.818
241.338
629.583
155.552
664.611
819.820
470.021
958.687
1.267.992
1.758.583
183.935
1.519.318
3.371.627
677.143
1.675.635
61.822
2.173.073
979.636
2.935.207
3.678.728
Total otros
Total Granos
orígenes
28.344.796
5.133.956
204.198
0
629.583
155.552
0
819.820
445.021
958.687
1.267.992
1.758.583
183.935
1.519.318
3.371.627
677.143
1.675.635
61.822
2.172.010
979.636
2.935.207
3.395.071
3.004.653
1.748.364
40.620
241.338
0
0
664.611
0
25.000
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1.063
0
0
283.657
Granos Granos otros
Nacional
orígenes
29.312.358
2.495.456
325.664
325.138
14.990
500.714
85.118
0
286.771
232.900
0
0
2.085.018
1.439.580
137.101
2.400.941
1.990.589
3.567.985
2.227.802
4.356.619
3.113.172
3.726.800
Subprod.
27.681.793
1.349.448
313.580
0
0
500.714
0
0
286.771
232.900
0
0
2.085.018
1.439.580
137.101
2.400.941
1.990.589
3.567.985
2.227.802
4.356.619
3.113.172
3.679.573
Subprod.
nacional
1.630.565
1.146.008
12.084
325.138
14.990
0
85.118
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
47.227
Subprod.
otros
origenes
4.963.592
714.101
67.803
79.263
4.169
79.828
28.828
0
69.341
76.700
10.800
0
279.005
265.778
31.000
491.796
402.025
633.515
154.636
493.681
440.518
640.805
Aceites
4.416.512
278.821
67.803
0
0
79.828
460
0
69.341
76.700
10.800
0
279.005
265.778
31.000
491.796
402.025
633.515
154.636
493.681
440.518
640.805
Acietes
nacional
derivados.
Ranking
Total
Nacional
547.080
435.280
0
79.263
4.169
0
28.368
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
Aceites otros
orígenes
Cuadro N° 10: Empresas que controlan el mercado de exportación de granos y
Flujograma N° 2: desagregado general de la producción granaria argentina, campaña
2010-2011.
Fuente: BCR, 2010
De la producción total de granos, 10 millones de toneladas se consumen en chacras o
quedan en stock. Los 88 millones restantes se transportan a los puertos para la
exportación o a las Industria para su procesamiento, de acuerdo a lo observado en el
cuadro N° 11.
Cuadro N° 11: Transporte en el cual se trasladan los granos, campaña 2010/2011
Transporte
Ton. Granos
Transportadas
%
Distancia
media
U$S / Tm /
Km
Valor fletes
Camión
84,1%
74
330
0,08
2,002
FF.CC
14,8%
13
450
0,04
222
1,1%
1
650
0,02
13
100,0%
88
351
0,07
2.200,0
Baracaza
Total
Fuente: BCR, 2010
De los 88 millones, se exportan 77 millones de toneladas en concepto de granos,
aceites y subproductos. Entre los principales puertos tenemos:
22
Mapa N° 5: Exportaciones de granos por puertos
Fuente: BCR, 2010
Mapa N° 6: Exportación de subproductos por puerto
23
Fuente: BCR, 2010
Mapa N° 7: Exportación de aceites por puerto
Fuente: BCR, 2010
En materia de granos los puertos se reparten entre el Gran Rosario y la provincia de
Buenos Aires, sin embargo, en lo que hace a la exportación de subproductos y aceites, el
24
Gran Rosario domina ampliamente por sobre los puertos bonaerenses, tal como se puede
observar en los mapa N°5, N° 6 y N° 7.
Cuadro Nº 12: Capacidad teórica de molienda de semillas oleaginosas por planta.
Segundo semestre 2013. En Tn /día.
Empres a s
Loca l i da d
Provi nci a
Di c. 2013 Subtotal Pa rt.
Termi na l 6 S.A
Pto Sa n Ma rtín
Sa nta Fe
20.000
Mol i nos Río (ex Pecom-Agra SA)
Sa n Lorenzo
Sa nta Fe
20.000
Vi centín SAIC
Pto. Sa n Lorenzo Sa nta Fe
16.000
Ca rgi l l SACI
Va . Gob. Gá l vez
Sa nta Fe
13.000
Loui s Dreyfus SACEIF
Gra l . La gos
Sa nta Fe
12.000
Ca rgi l l SACI
Pto. Sa n Ma rtín
Sa nta Fe
9.000
Bunge Arg. S.A (ex La Pl a ta)
Pto. Sa n Ma rtín
Sa nta Fe
8.000
Loui s Dreyfus SACEIF
Ti mbúes
Sa nta Fe
8.000
Vi centín SAIC
Ri ca rdone
Sa nta Fe
5.000
Acei tera Cha bá s S.A (gra l Deheza )
Cha bá s
Sa nta Fe
4.000
Buya tti SAICA (a fa con Ca rgi l l )
Pto. Sa n Ma rtín
Sa nta Fe
3.350
Ni dera S.A
Pto. Sa n Ma rtín
Sa nta Fe
6.500
Bunge Arg. S.A (ex Bunge ceva l )
Sa n Jeróni mo Sur Sa nta Fe
2.200
Mol i nos Río (Fa b. Acei tes s ta Cl a ra SAIC)
Ros a ri o
Sa nta Fe
1.500
AFA
Los Ca rdos
Sa nta Fe
600
Ta noni Hnos . SA
Bomba l
Sa nta Fe
500
Acei tera Ri ceda l
Cha bá s
Sa nta Fe
350
Nobl e Argentina SA
Ti mbúes
Sa nta Fe
9.500
Ol ea gi nos a Sa n Lorenzo SA
Pto Sa n Ma rtín
Sa nta Fe
10.000
Renova (Ol ea gi nos a Moreno-Vi centín)
Ti mbúes
Sa nta Fe
20.000
Subgrupo Zona de Infl uenci a de Ros a ri o (a ctua l )
Buya tti SAICA (a fa con Ca rgi l l )
Reconqui s ta
Sa nta Fe
1.456
Ol eos Sa ntafes i nos SA
Sa nto Tomé
Sa nta Fe
200
Fco. Hes s el e hi jos SRL
Es pera nza
Sa nta Fe
100
Provi nci a de Sa nta Fe (s i n i na ctiva s y proyectos )
Acei tera Gra l . Deheza SAICA
Gra l . Deheza
Córdoba
17.000
Bunge Arg. SA
Ta nca cha
Córdoba
1.000
Ol ea g. Gra l Ca brera OLCA SA
Gra l . Ca brera
Córdoba
270
Ol eos del centro SA (ex ACA)
Río Tercero
Córdoba
350
Bi o-Com SA
Pi l a r
Córdoba
130
Na t Nueva Acei tera Ti ci no
Ti ci no
Córdoba
200
169.500
78%
171.256
79%
Fuente: BCR, 2014
25
Cuadro Nº 12 (cont.): Capacidad teórica de molienda de semillas oleaginosas por planta.
Segundo semestre 2013. En Tn /día.
Provi nci a de Córdoba
Bunge Arg. S.A
Ra ma l l o
Buenos Ai res
3.000
Ni dera S.A
Sa forca da
Buenos Ai res
4.500
Ol ea gi nos a Moreno Hnos . S.A
Gra l . Vi l l ega s
Buenos Ai res
2.000
Ca rgi l l SACI
Ing. Whi te
Buenos Ai res
2.200
Ol ea gi nos a Moreno Hnos . S.A
Da i rea ux
Buenos Ai res
1.800
Ca rgi l l SACI
Necochea
Buenos Ai res
2.000
Ol ea gi nos a Moreno Hnos . S.A
Necochea
Buenos Ai res
1.350
Mol i no Ca ñuel a s SACIFIA
Ca ñuel a s
Buenos Ai res
1.200
Productos de Ma íz S.A (Ex IMASA)
Cha ca buco
Buenos Ai res
150
Kruguer S.A (des de 11/98)
Ma nuel Oca mpo Buenos Ai res
750
Gen-Si r Oi l S.A (Si ra cus a ) (Ex Gerl i )
Ba hía Bl a nca
Buenos Ai res
500
Germa íz S.A
Ba ra dero
Buenos Ai res
300
S.E.D.A S.A
Leza ma
Buenos Ai res
300
Arcor SAIC (des de 1/93)
Sa n Pedro
Buenos Ai res
100
Supra S.R.L
La nús
Buenos Ai res
75
Ol ea gi nos a de Hua nguel én S.A
Bol íva r
Buenos Ai res
300
Si ete Sol es S.A
Sa l to
Buenos Ai res
50
Mol i no Nva rro S.R.L (ex FACA)
Vi l l a Ma dero
CABA
Gren La ke SA
Luca s Gonzá l ez
Entre Ríos
250
Acei tera del Li tora l SA
Pa ra ná
Entre Ríos
600
Entre Ríos Crus i n SA
Gua l egua ychú
Entre Ríos
1.000
Gente de l a Pa mpa SA
Ca tri l ó
La Pa mpa
300
Coop Agr. Ltda de Pi ca da Li bertad
L.N. Al em
Mi s i ones
140
CIDA Cía Ind. De a cei tes SCA
Nogoyá
Entre Ríos
120
Cía Acei tera del Ta rtaga l S.R.L
Ta rtaga l
Sa l ta
Vi l uco SA (Grupo Lucci )
Fría s
Sgo. Es tero
Total Na ci ona l con pl a ntas a ctiva s
Fuente: BCR, 2014
9%
21.275
10%
5.450
3%
700
Provi nci a de Buenos Ai res (s i n i na ctiva s )
Otra s provi nci a s (s i n i na ctiva s )
18.950
40
3.000
216.931 100%
Una mirada que abarque la región permite poner en perspectiva la importancia Argentina
en el mercado de las oleaginosas y como ha sido su evolución en los últimos años
(Cuadro N° 13).
26
Cuadro N° 13: Capacidad teórica de molienda de semillas oleaginosas de cada país
(plantas activas)
País
2º smestre del
2003
2º semestre
del 2013
Incremento en Tn / día
entre 2003 y 2013
Incremento en %
(2003 vs 2013)
Complejo Industrial Oleaginosas Argentina
97.546
216.931
119.385
122%
Complejo Industrial Oleaginosas Brasil
128.835
138.055
9.220
7%
Complejo Industrial Oleaginosas Paraguay
6.200
16.100
9.900
160%
Complejo Industrial Oleaginosas Bolivia
6.203
9.310
3.107
50%
Complejo Industrial Oleaginosas Uruguay
600
690
90
15%
239.384
381.086
141.702
59%
Total complejos industriales oleaginosos del
Mercosur ampliado
Fuente: BCR, 2014.
Con el objetivo de identificar las empresas que comercializan los principales productos de
exportación y su poder de logística y grado de concentración, presentamos a continuación
un ranking sobre la participación que cada firma tiene por embarques de granos, en el
periodo seleccionado. Así, en 2002 cinco firmas representaban el 70% del total de
embarques, mientras que en 2012, esta cifra desciende a 55%. Cargill, ADM y Bunge
encabezan el ranking, siendo tres firmas que poseen fábricas aceiteras en las zonas
portuarias en las que operan (Burgos, M., et. al., 2014).
Cuadro N° 14: Ranking de embarques de granos por firma en % sobre el total
Empresa
Año
2002
2005
2007
2008
2010
2012
Cargill SACI
22,55
21,82
19,93
16,818
19,411
14,637
ADM. Argentina SA
10,04
10,03
13,9
12,107
12,471
11,245
Bunge Argentina SA
10,56
16,09
13,42
13,488
13,72
9,4932
Alfred C Toepfer Intl SA
17,49
12,97
8,68
10,595
11,567
9,9263
9,48
11,62
9,45
11,107
11,424
10,183
70,12
72,53
65,38
64,115
68,593
55,4845
SACEIF Louis Dreyfus
Total
Fuente: Brugos, M., Mattos, E., Medina, A., 2014
Cuando la mirada se dirige hacia los embarques de subproductos, lo que se observa es
que la situación no cambia demasiado respecto a los embarques de granos. En el año
2002 solo cinco empresas controlaban el 75% de la comercialización de los subproductos
mientras que en el año 2012 la concentración alcanzó el 67%, reduciéndose ocho puntos
porcentuales. En este caso, Cargill y Bunge lideraron el segmento de subproductos,
ubicándose en tercer lugar Aceitera General Deheza (Burgos, M., et. al., 2014).
27
Cuadro N° 15: Ranking de embarques de subproductos por firma en % sobre el total
Empresa
Año
2002
2005
2007
2008
2010
2012
Cargill SACI
18,71
18,17
22,03
22,37
19,67
19,29
Bunge Argentina SA
17,45
18,75
14,42
16,27
15,3
13,07
Aceitera Gral. Deheza
15,86
17,38
14,36
15,29
14,55
14,4
13,1
11,33
12,41
13,35
11,52
10,94
10,14
13,23
12,53
9,6
10,96
9,67
Total
75,26
78,86
Fuente: Brugos, M., Mattos, E., Medina, A., 2014
75,75
76,88
72
67,37
SACEIF Louis Dreyfus
Vincentín SAIC
En aceites se repite la situación. Cinco firmas concentran más del 70 % de los
embarques, tal como puede observarse en el cuadro N° 16.
Cuadro N° 16: Ranking de embarques de aceites por firma en % sobre el total
Empresa
Año
2002
2005
2007
2008
2010
2012
Cargill SACI
21,69
20,01
23,18
24,54
25,25
20,87
Bunge Argentina SA
13,66
16,39
14,71
13,38
15,41
15,48
Aceitera Gral. Deheza
11,81
13,41
11,69
12,4
11,74
11,89
SACEIF Louis Dreyfus
12,94
10,74
12,11
12,57
11,44
5,94
10,4
13,25
11,1
8,62
6,89
7,02
Total
70,5
73,8
Fuente: Brugos, M., Mattos, E., Medina, A., 2014
72,79
71,51
70,73
61,2
Vincentín SAIC
Es importante notar, cuando se analiza la ubicación geográfica de los puertos, la
importancia del Gran Rosario sobre el resto de los puertos del país (cuadro N° 17). Toda
la cuenca del Paraná es central en la exportación de granos. Esta es la razón por la cual
la gran mayoría de las aceiteras y empresas exportadoras se ubican en esta región, tal
como puede observarse en el mapa N° 8.
Notemos, que el 90% de los embarques de subproductos parten del Gran Rosario,
situación que se profundiza al 2014. En contraposición, los puertos bonaerenses sólo
representan entre el 7% y 5% de los embarques. Un cifra menor si consideramos la
importancia de la provincia de Buenos Aires en la producción agrícola argentina. Una de
las razones más importantes se encuentra en las condiciones naturales que presenta la
cuenta del Paraná para poder entrar y sacar la carga con barcos de gran calado, cuestión
que en los puertos bonaerenses suele no cumplirse.
28
Cuadro N° 17: Total de embarques subproductos por puerto, 2012-2014
Nodo portuario
Total Embarque Repùblica
Argentina
Embarques Gran Rosario
Subproductos
Subproductos
Subproductos
Año 2012
Año 2013
Año 2014
Variación 2013
vs 2014
26.418.880
25.998.895
29.312.358
3.313.463
3.101.250
23.788.526
24.694.129
27.795.379
Embarques Bahía Blanca (1)
930.324
764.180
772.441
Embarques Necochea (2)
448.934
99.936
0
-99.936
Embarques Ramallo (3)
378.891
333.281
715.732
382.451
8.261
Embarques puertos de la
provincia de Buenos Aires (1)
+ (2) + (3)
1.758.149
1.197.397
1.488.173
290.776
% Gran Rosario / Argentina
90%
95%
95%
94%
% Puertos Bonaerenses /
Argentina
7%
5%
5%
9%
Fuente: BCR, 2014
Cabe señalar, que el sector industrial tiene, al igual que el primario, un elevadísimo nivel
de concentración: el 11% de las empresas con capacidad de procesamiento de granos de
más de 20 mil tn. / día explican el 51 % de la molienda. En el otro extremo, el 61% de las
empresas con capacidad para procesar hasta mil toneladas día, representan el 4% de la
molienda (Mecon, 2011).
29
Mapa N° 8: Aceiteras y puertos de las principales empresas exportadoras.
30
Mapa: N° 9: Distribución geográfica de puertos.
31
Cuadro N° 18: Principales indicadores, valores 2010.
Fuente: Mecon, 2011.
32
VII.
Comentarios finales
El sector granario argentino y sus derivados son de una importancia superlativa para la
Argentina. El aporte de alimentos en el plano nacional e internacional genera una enorme
cantidad de divisas. De esta manera, la Argentina se ha convertido en los últimos años en
uno de los principales abastecedores de alimentos para el mundo. Está ubicado entre los
tres principales proveedores de cereales y oleaginosas. Es el primer exportador mundial
de harina y aceite de soja. Es el segundo exportador mundial de aceites y harina de
girasol. Argentina es el tercer exportador mundial de poroto de soja. (1º USA y 2º Brasil),
el segundo exportador mundial de Maíz (muy por debajo de Estados Unidos). Quinto (5º)
exportador mundial de trigo. Es el cuarto productor mundial de biodiesel y principal
exportador mundial. Es el octavo (8º) productor mundial de alimentos según la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). Séptimo
exportador (7º) de alimentos según la Organización Mundial de Comercio (OMC). La
mayor parte de estos alimentos se cultivan, producen o industrializan en el ámbito
geográfico de la región centro, integrada por las provincias de Córdoba, Entre Ríos y
Santa Fe (BCR, 2010).
Todas las divisas aportadas por el sector conforman un núcleo central para el desarrollo
del país, tal como fue señalado brevemente en las primeras páginas de este informe.
Ahora bien, en tanto que esto es así, resulta central quién controla dichas divisas. En la
actual etapa histórica, y luego del proceso de desguace del Estado argentino, resulta
primordial volver a retomar el control de dichas divisas, en tanto representan la posibilidad
o no de inflación, la de distribuir ingresos, la posibilidad o no de tener política industrial,
entre otras aristas importantes. En el actual contexto, sólo un pequeño grupo de actores
privados extranjeros, son los que tiene para sí el control de las variables antes señaladas.
Así, el poder que detentan es muy grande, ya que pueden vetar directamente proyectos
económicos - políticos que no les favorezcan.
Son estas las razones por las cuales entendemos que es necesario avanzar en la
nacionalización del comercio exterior de granos y derivados. Para ello, dadas las
transformaciones del negocio, entre otras cuestiones por avances tecnológicos, es
necesario poder comprender la forma de funcionamiento de la cadena de valor de los
granos y derivados y cuál es el poder que tienen los actuales actores. Es importante
33
visualizar claramente el accionar de estos grupos para poder saber hasta dónde el Estado
argentino puede avanzar en forma individual o bien necesita asociarse con otros actores
para poder lograr el control total o parcial de las divisas provenientes del sector granario y
de sus derivados en Argentina.
34
VIII.
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