Título de la comunicación: TALLER DE BIBLIOTERAPIA Autoría de

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Título de la comunicación: TALLER DE BIBLIOTERAPIA
Autoría de la comunicación: Ana Linarejos Galán Dueñas
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Resumen
El “taller de biblioterapia” es una sencilla experiencia que llevo a cabo
en mi Instituto desde el curso pasado, para ayudar a los padres y las madres
de los adolescentes a afrontar mejor los problemas de convivencia tan
frecuentes en esta etapa. En este taller, propongo un libro para leer
serenamente a lo largo del curso, repartiendo su contenido entre las sesiones
mensuales de trabajo. Los asistentes deben venir con el/los capítulos
correspondientes leídos, para intercambiar opiniones, emociones y reflexiones
a propósito. No hay más que el diálogo alrededor de una mesa, con nuestro
libro. La lectura previa a la sesión, permite y facilita la participación, así como la
ayuda entre iguales.
Se trata de una actividad muy accesible y sencilla de organizar, que
pretende colaborar a la mejora de la convivencia desde la escuela, intentando
que los padres mejoren su habilidad para gestionar sus emociones, y puedan
así afrontar con más confianza la educación emocional de sus hijos
adolescentes.
1. Contexto en el que surge la propuesta
La idea de poner en marcha un taller de biblioterapia surge hace tres años,
tras la reunión anual de enseñantes de La Rinconada, localidad donde trabajo.
La logopeda de uno de los colegios del pueblo me comentó que estaba
sugiriendo a algunos padres, la lectura de determinados textos de “autoayuda”
para facilitar la superación de barreras y bloqueos en su propio proceso de
crecimiento vital, y estaba satisfecha con los logros. Era la primera vez que oía
hablar de Biblioterapia en la escuela.
Aquel mismo año se había puesto en marcha en el IES Carmen Laffón, mi
instituto, un bonito plan de fomento de la lectura: el Proyecto Lector. Este
proyecto pretendía además, potenciar el papel de la Biblioteca en el IES,
animando a los alumnos a utlizarla y cuidarla como lugar de trabajo especial,
acogedor y facilitador de la concentración precisa para disfrutar con la lectura.
Casualmente, una fractura en el talón me obligó a permanecer en casa
unos meses, por lo que seleccioné algunos libros que me acompañaran en el
reposo, y tuve la suerte de leer despacio el libro de Maite Vallet “Cómo educar
adolescentes, un esfuerzo que merece la pena”. En su lectura, las dos
experiencias referidas anteriormente, se hicieron especialmente brillantes:
podía ofrecer a los padres un taller de Biblioterapia, y celebrar las sesiones de
trabajo en la Biblioteca, extendiendo los objetivos del Proyecto Lector a las
familias y abriéndoles también a ellos este espacio “protegido”.
El libro de Maite Vallet era una herramienta adecuada para abordar la
convivencia con los
adolescentes, tema ampliamente demandado en la
intervención con los padres de los alumnos de mi instituto. La reflexión que
este libro provoca y las pautas que ofrece, podían ser una gran ayuda, así que
comencé a pensar cómo ponerlo en marcha.
El IES Carmen Laffón es el instituto más joven de la localidad, San José de
La Rinconada. Municipio cercano a Sevilla, a unos 8 Km, con fácil acceso y
comunicaciones (tren de cercanías, autobuses y autovía), por lo que tiene a su
disposición la oferta formativa, cultural y de ocio de la ciudad. El Ayuntamiento
de la localidad impulsa además numerosas actividades culturales. A pesar de
todo ello, hay un sector de población en situación de desventaja
socioeducativa, con riesgo de exclusión y graves carencias, destinatarios de
proyectos y programas específicos por parte de distintas entidades públicas y
privadas.
2. El concepto
La biblioterapia es un proceso interactivo (sujeto/s-libro-terapeuta) y se
basa en la lectura con fines curativos. En este proceso, sus participantes
llevan a cabo discusiones con objeto de promover la integración de
sentimientos
y
pensamientos
para
promover
la
autoafirmación,
el
autoconocimiento o la rehabilitación -la biblioterapia se trabaja en grupo y
siempre con un profesional como guía- .
Puede considerarse tanto un proceso de desarrollo personal, como un
proceso clínico de cura. Existen pues, dos tipos de biblioterapia:
- la Clínica, destinada a personas con problemas sociales importantes, Su
aplicación se produce básicamente en instituciones de salud como hospitales,
clínicas, y organizaciones de salud mental. Es un método cada vez más
utilizado en los tratamientos de depresión, relaciones de pareja, autoestima,
duelo, prevención y tratamiento del “burnout” (Gold, 2008); apoyo en el TDC
(Trastorno Dismórfico Corporal) (Rosen, 2002), conductas de riesgo o con TCA
(Trastornos de la Conducta Alimentaria) (Sevillano, 2001), etc.
- La biblioterapia para el desarrollo personal, que se define como el
apoyo literario para ayudar a un desarrollo normal y progresivo de la persona
que pide ayuda. Puede ser aplicada en carácter preventivo y correctivo.
También puede ser usada bajo la forma de tratamiento de grupo. Mi
propuesta de “Taller de biblioterapia” pertenece a esta segunda categoría.
Al profesional que dinamiza el proceso, se le denomina biblioterapeuta, y
debe poseer la habilidad de conocer los problemas psicológicos a tratar,
conocer el libro que va utilizar a la perfección, y ser capaz de determinar el
impacto que el libro va a tener sobre las personas y el problema a tratar. En
biblioterapia se utiliza tanto literatura de ficción como literatura didáctica.
La biblioterapia puede ser un medio efectivo para el cambio de
comportamiento, auto-corrección y formación de los sujetos en la realidad
que será estudiada. Es una forma de mostrar que la lectura puede
transformarse en un medio para el encuentro con uno mismo, además de
la obtención de beneficios culturales.
Para la puesta en marcha de esta experiencia, se requiere:
•
Escoger un local adecuado para las reuniones del grupo. En mi centro,
la Biblioteca ha resultado el lugar idóneo.
•
Es requisito imprescindible que los participantes en el taller sepan leer, y
tengan habilidades de lectura adecuadas al texto recomendado. Deben
traer leídos los capítulos previstos para cada sesión, y participar en el
debate aportando sus reflexiones.
•
Un biblioterapeuta dinamizador, con formación suficiente y con
conocimiento de los intereses, necesidades y motivaciones de los
participantes, así como con un conocimiento profundo del libro elegido
para trabajar.
•
Preparar listas de material bibliográfico adecuadas a las necesidades de
cada grupo.
La bibliografía utilizada puede ser especializada o de
ficción. En este caso, puede resultar más sencillo llegar a identificarse e
implicarse con personajes ficticios puesto que, en los cuentos o en las
novelas, los conflictos son intensos y personales, pero se pueden ver
con cierta perspectiva ya que están distanciados en un tiempo y lugares
remotos. Es preciso estar al día en cuanto a publicaciones que pueden
resultar adecuadas a sujetos con diferentes tipos de necesidades.
3. Breve historia de la biblioterapia
En un breve recorrido por la historia, encontramos que
antigüedad,
desde la
la lectura ha sido una herramienta de utilidad para calmar
ansiedades diversas. En el antiguo Egipto, las bibliotecas estaban localizadas
en templos llamados “casas de vida” pues se consideraban centros de
conocimiento y espiritualidad. En la Edad Media, era habitual proporcionar
libros a los pacientes, como complemento terapéutico: la lectura de textos
sagrados era un procedimiento común, usado para aliviar el dolor y amortiguar
la angustia.
En los siglos XVIII y XIX, los hospitales psiquiátricos de Inglaterra, Francia,
Alemania y Escocia contaban con bibliotecas para pacientes ya que los
médicos que trataban enfermedades psíquicas recetaban la lectura como
terapia. Y en la primera mitad del siglo XIX, los servicios bibliotecarios eran una
parte significativa de los programas terapéuticos para estas patologías.
La biblioterapia fue reconocida por primera vez como un aspecto de la
bibliotecología en 1904. El auge lo obtuvo en la década de los 50, tras la
Segunda Guerra Mundial, cuando los hospitales de los países más afectados
que contaban con bibliotecas, crearon programas de lectura dirigidos por
especialistas de la salud mental y bibliotecólogos. En 1949, Caroline Shrodes,
estudiante estadounidense, publica su tesis sobre biblioterapia, definiéndola
como un proceso dinámico que se da entre la personalidad de un lector y un
texto de ficción, movilizando emociones y utilizándolas para su uso conciente.
Esta tesis se convertirá en referente de estudios posteriores.
En la década de los 80, con el boom de los libros de autoayuda, se afianza
la idea del poder sanador de ciertas lecturas. Se parte del supuesto de que
determinadas alteraciones o sufrimientos psíquicos, podrían ser «curados»
mediante la prescripción de literatura específica. En los años 90,
a la
concepción clínica se suma la concepción humanística o de desarrollo
personal. No es necesario estar enfermo, deprimido o angustiado para hallar
alivio en un libro. La lectura puede ser (es) generadora de mecanismos que
tienden a nutrir el pensamiento y la vida emocional, generando recursos
psíquicos sostenedores de situaciones emocionales angustiantes.
Marc-Alain Ouaknin se refiere a la biblioterapia de esta forma: “La lectura
implica una interpretación que es en sí misma una terapia puesto que evoca la
idea de libertad y permite atribuir al texto más de un sentido. La biblioterapia
contempla no sólo la lectura sino también el comentario que le es adicional.
Así, las palabras se siguen unas a otras en una imbricación que conduce a la
reflexión, al encuentro de múltiples verdades, en la que curar configura como
un abrirse a otra dimensión.”
Caldin (2001) afirma acerca de la biblioterapia que: “consiste en la lectura
dirigida y discusión en grupo, que favorece la interacción entre las personas,
llevándolas a expresar sus sentimientos: recelos, angustias y deseos. De esta
forma el sujeto comparte con el grupo sus experiencias y valores”
En 2001 la IFLA
presenta las “Pautas para bibliotecas al Servicio de
pacientes de hospital, ancianos y discapacitados en centros de atención de
larga duración”; elaboradas por un equipo de bibliotecólogos de 10 países,
todos ellos especializados en la temática. Para elaborar dichas pautas el
equipo realizó una investigación en 25 países que brindó información diversa,
pero cuyo denominador común fue que la práctica de la biblioterapia daba
resultados positivos, y se llevaba a cabo sobre todo con niños, enfermos
mentales, ancianos y víctimas de catástrofes naturales (inundaciones,
terremotos, etc).(Panella, N., 2001)
4. La experiencia: El “taller de biblioterapia” en el IES Carmen Laffón
Al comienzo del curso 2010-2011, presenté al director del IES la idea de
poner en marcha un taller de biblioterapia para los padres de los alumnos de
ESO, con el libro de Maite Vallet, “Cómo educar adolescentes, un esfuerzo
que merece la pena”, y me animó a llevarla a cabo. El taller fue incluido en la
programación del Departamento de Orientación, como actividad dirigida hacia
los padres y las madres, y fue aprobada en el Consejo Escolar.
En el mes de Octubre, mediante una circular, presenté brevemente el
taller a las familias de 1º y 2º de ESO. En esta carta, presentaba los objetivos
del taller, el libro elegido y la distribución de capítulos en las sesiones, con su
temporalización. (ANEXO I). Un pie de página con los datos de la familia
interesada, debía entregarse en el Departamento de Orientación para confirmar
la asistencia. Se limitó el número de asistentes a 35, teniendo en cuenta la
capacidad de la Biblioteca, y comenzamos.
Cada sesión de hora y media, comenzaba con una presentación
personal de los asistentes, ya que se fueron incorporando familias nuevas a
medida que transcurrían las sesiones, y una breve introducción del
contenido a tratar. A partir de ahí, cada participante exponía sus impresiones
respecto a lo tratado. A veces, se referían a frases o párrafos concretos que les
habían hecho cuestionarse determinadas prácticas, o le habían dado luz en su
intervención. Se intercambiaban experiencias personales respecto a lo leído, y
se expresaban las dudas y las incertidumbres que plantea la convivencia con
los adolescentes así como las aportaciones del texto al respecto.
Cuando terminamos el taller, en la última sesión, pedí que rellenaran un
pequeño cuestionario de evaluación (Anexo II), donde recogí propuestas
para el próximo curso puesto que los participantes habían expresado su deseo
de continuar con la experiencia. Observé que pedían reflexionar sobre ellos
mismos, más que sobre los adolescentes, porque habían comprendido que su
estabilidad emocional es requisito previo para abordar los conflictos con
sus hijos.
Y empecé a buscar el nuevo texto para el próximo curso. Tuve la suerte
(…de nuevo!!!) de encontrar el “Ámame para que me pueda ir” de J. Soler y M.
Conangla. De nuevo, un libro ideal para provocar reflexión en los padres y para
promover el equilibrio emocional preciso para hacer frente a las dificultades en
la convivencia con los adolescentes.
Así, al comienzo de este curso 2011-2012, entregué nueva carta de
presentación del taller a las familias, esta vez, incluyendo también a 3º y 4º de
ESO. Y a estas alturas del curso, ya hemos realizado las dos primeras
sesiones. Se han incorporado nuevas familias, manteniendo su asistencia las
del curso pasado.
5. Resultados y conclusiones
El análisis cuantitativo de los resultados obtenidos hasta el momento, es
quizás, poco motivador:
Participación en el taller
5% de las familias de los alumnos de ESO
Nº de Libros trabajados
1 al año
Nº Sesiones en el centro
6 al año (9 horas en total cada año)
Pero es la valoración cualitativa del trabajo realizado la que me animó a
presentar esta comunicación y difundirla como herramienta válida para
mejorar la calidad de la convivencia familiar, y en consecuencia, la mejora
de la convivencia en el centro:
-
Las familias participantes describen los beneficios que obtienen con la
actividad: la reflexión con el libro y el intercambio de experiencias en la sesión,
les ayuda a afrontar mejor la educación de sus hijos.
-
Las familias participantes han recomendado la lectura del libro trabajado
a otros padres, en lugar de darles consejo, cuando han tenido ocasión.
-
Algunos padres han leído junto a sus hijos párrafos o capítulos del libro,
aprovechándolo para el diálogo y la reflexión conjunta.
-
Cada una de las sesiones, ha sido rica en aportación de experiencias y
en el intercambio de ideas. Ha habido gran participación de los asistentes, de
forma ordenada. Cada asistente ha traído sus ideas previamente pensadas,
seleccionadas, subrayadas en el libro.
-
La distribución mensual de las sesiones ha permitido a los asistentes al
taller poner en práctica en sus casas algunas de las pautas descubiertas en el
texto, analizando después en la sesión los logros y las dificultades
encontradas. Esta dinámica ofrece la oportunidad elegir con autonomía las
posibilidades de intervención.
-
La selección adecuada de los textos, teniendo en cuenta el objetivo
pretendido y las características de las familias a las que nos dirigimos, es una
de las claves del taller. Los libros propuestos han resultado sumamente
adecuados para conseguir los objetivos propuestos.
-
Para mí, como dinamizadora del taller, la preparación previa a las
sesiones, solo ha requerido releer los capítulos previstos, subrayando algunas
ideas en el mismo texto, y elaborar un pequeño guión con las mismas.
-
En las sesiones de trabajo, se rompe el esquema de charla impartida por
experto/a a padres receptores. La participación es dinámica y fruto de una
reflexión previa, por lo que la satisfacción de los participantes es mayor.
-
Esta dinámica de trabajo prepara a los participantes en la toma de
decisiones y en la resolución de problemas con mayor autonomía
-
Los participantes manifiestan tener así más confianza en sí mismos a la
hora de afrontar conflictos en su dinámica familiar, por lo que se sienten más
satisfechos
-
Esta
dinámica
favorece
afrontar
los
conflictos
propios
de
la
adolescencia, con menos temor, lo que contribuye a reducir en general las
tensiones familiares
6. Libros utilizados en el taller de biblioterapia:
Curso 2010-2011
Vallet, M . Cómo educar a nuestros adolescentes. Un
esfuerzo que merece la pena. Ed. Praxis. ISBN: 978-847197-872-1
Curso 2011-2012
Conangla, M.; Solé, J. Ámame para que me pueda ir. Ed.
RBA ISBN 9788498670738.
7. Webgrafía consultada:
http://www.itinerario.psico.edu.uy/LabiblioterapiaaplicadaapacientesconCon
sumoproblematicodesustancias.htm
http://www.pucpr.edu/facultad/edctv/biblio_nec.htm
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S185117402009000100005
http://www.parasaber.com/salud/psicologia/terapiasalternativas/articulo/lectura-psicologia-curacion-biblioterapia/15417/
http://www.psicoactiva.com/forum/index.php?topic=1952.0
Anexo I: Cartas de Presentación del taller. Objetivos y temporalización
Anexo II Cuestionario de Evaluación
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