Genios 4/11/05 13:40 Página 1 Nuestra mente Mentes literarias Javier López Iglesias Diez genios La definición de genio invoca necesariamente lo trascendental y lo extraordinario. Trascendentales y muy fuera de lo común son las personas que recoge este breve y subjetivo intento, este apunte antológico de mentes literarias excepcionales. Es obvio que no están todos los que son, pero no lo es menos que en este mosaico de genios de la lengua los diez que están son: Genios 4/11/05 13:41 Página 2 Homero (Grecia, siglo IX a.C.) Obras: Ilíada; Odisea. Es arriesgado hablar del genio de Homero porque son legión los eruditos que sostienen que Homero no fue una persona en particular, sino una tradición. Una escuela literaria de la que surgieron los dos grandes poemas épicos. En cualquier caso, si hablamos de esas dos joyas que constituyen la Ilíada y la Odisea, nos estamos refiriendo a dos clásicos cuyo genio ha trasvasado épocas, escuelas y tendencias para instalarse como dos referentes de la historia de la más alta literatura. Dante (Italia, 1265-1321) Obras: La vida nueva; Sobre la lengua vulgar; La monarquía; La divina comedia. No es posible discutir el genio en la historia mundial sin centrarse en Dante. Entre las fechas cruciales del autor, la muerte de su ideal amado o su amada idealizada Beatriz, el 8 de junio de 1290, cuando el poeta tenía 25 años, acaso sea la de más peso. En torno a esta platónica devoción gravitará gran parte de su obra. La Pascua de 1300 es la fecha en la que se fija el viaje que emprende en La divina comedia, y terminó el Infierno, su parte primera y más notable, en 1314. En los siete años que le quedaban de vida tuvo la sublime fortuna de componer el Purgatorio y el Paraíso, de forma que su deslumbrante poema estuvo terminado un año antes de su muerte. Shakespeare (Inglaterra, 1546-1616) Obras: Sonetos; El sueño de una noche de verano; Ricardo III; Romeo y Julieta; La fierecilla domada; El mercader de Venecia; Hamlet; Macbeth; César y Cleopatra; La tempestad. William Shakespeare cambió con su literatura nuestra forma de percibir y presentar la natu- raleza humana. En sus 52 años de existencia modeló con su escritura hombres y mujeres más reales que los de carne y hueso. Ahí están Falstaff, Hamlet, Lear, Macbeth o Cleopatra. Su lenguaje es primordial en su arte y es flor abundante. Sentía el impulso de acuñar nuevas palabras. Empleó mas de 21.000 palabras diferentes de las que inventó una de cada 12, casi 1.800 nuevos cuños, muchos de los cuales se siguen utilizando en la actualidad. Cervantes (España, 1547-1616) Obras: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha; Novelas ejemplares; La Galatea; Viaje del parnaso; Los trabajos de Persiles y Sigismunda; Los baños de Argel; El retablo de las maravillas. La vida de Miguel de Cervantes estuvo tan plagada de accidentes e infortunios que podríamos leerla como si fuera una de sus novelas ejemplares. Hace 400 años escribió el Quijote y ese hecho lo instala en la cumbre de la literatura. Es ejemplo de la obra en la vida, en lugar de la vida en la obra. El propio Cervantes escribió al final de su maravilloso libro: “Para mí sólo nació Don Quijote, y yo para él: él supo obrar y yo escribir, solos los dos somos uno…”. Kafka (República Checa, 1883-1924) Obras: La metamorfosis; Diario íntimo; El proceso; Cartas a Milena; El castillo; Un artista del hambre; La sentencia. Franz Kafka murió de tuberculosis antes de cumplir los 41 años. Si su muerte no hubiera sido tan prematura, probablemente hubiera sido asesinado en un campo de concentración alemán, como lo fueron sus tres hermanas y su amante Milena Jesenká. Originalidad y autenticidad presidieron las historias que nos dejó para siempre. Pero además disfrutamos de la genialidad de sus cuentos cortos, fragmentos, aforismos, anotaciones en diarios, aquellas cartas… Decir Kafka es decir capacidad de narrar, de atraparnos, de sumergirnos en la esencia de quien, mediante la escritura, inquieta. JANO EXTRA NOVIEMBRE 2005. N.º 1.583 . www.doyma.es/jano 89 Genios 4/11/05 13:41 Página 3 Proust (Francia, 1871-1922) Obras: En busca del tiempo perdido (A la sombra de las muchachas en flor; Por el camino de Swann; El mundo de Guermantes; Sodoma y Gomorra; La prisionanera; Albertina ha desaparecido; El tiempo recobrado); Contra Saint-Beuve. El genio de Marcel Proust es vasto, casi shakesperiano, a la hora de crear personajes diversos. Gran artífice de la memoria como objeto narrativo, el autor de la monumental En busca del tiempo perdido dejó escrito: “Dado que los muertos sólo existen en nosotros, es a nosotros mismos a quienes golpeamos sin descanso cuando persistimos en recordar los azotes que les hemos propinado”. Proust pensaba que el sufrimiento erótico no tiene límites, que las intrusiones en nuestra soledad nos dañan el pensamiento, que la única manera de concentrarnos en el dolor es mantenerlo a distancia. Para nuestro bien como lectores, hizo de estos pensamientos razón de escritura. En sus obras constatamos el resultado. Tolstói (Rusia, 1828-1910) Obras: Guerra y paz; Ana Karenina; Relatos de Sebastopol; Infancia, adolescencia, juventud; Felicidad conyugal. Tormenta de nieve; La muerte de Ivan Illich. La narrativa de Léon Tolstói es sorprendentemente rica. Tratar de acotar o definir su genio, una empresa absurda. Es común la afirmación de los críticos de que este conde ruso, narrador deslumbrante, lo ve todo, y lo cuenta como si nadie lo hubiera visto jamás. Sin embargo, mezcla la extrañeza de lo que ve con el sentido de lo universal, como si lo que él mismo ha visto no lo hubiera visto salvo a través de lo que en su literatura describe. Obras: Viaje de ida; La señora Dalloway; Al faro; Orlando; Las olas; Los años; Entre actos. Virginia Wolf, autora de algunos de los perfiles más desgarrados de los personajes contenidos en la novela europea, se sentía fundamentalmente lectora. “Si todo lo dicho es verdad —dejó escrito—, si leer un libro tal como se debe exige un alto grado de imaginación, comprensión y criterio, probablemente concluiréis que la literatura es un arte muy complejo, y que es muy probable que no lleguemos a ser capaces, después de toda una vida dedicada a la lectura, de hacer aportación alguna, digna de consideración, a la critica literaria. De ahí que debamos quedar en lectores…”. Ella leía y en la soledad de su cerebro, que acabó por naufragar en las aguas del río Ouse el 28 de marzo de 1941, se levantó una de las cumbres literarias de la historia. De su mano partieron algunas de las novelas más originales de la tradición occidental. Borges Pessoa Poeta visionario. Poeta de lo sublime. Fernando Pessoa, que en vida sólo vio publicado su libro Mensaje, fue uno y varios al escribir bajo la firma de tres heterónimos distintos: Alvaro de JANO EXTRA NOVIEMBRE 2005. N.º 1.583 Woolf (Inglaterra, 1882-1941) (Argentina, 1899-1986) Obras: Pedro Menard, autor del Quijote; Ficciones; El Aleph; El informe de Brodie; Elogio de la sombra; La historia universal de la infamia; Cuadernos de Bustos Domecq; El fulgor. (Portugal, 18881935) Obras: Mensaje; Libro del desasosiego; Obras completas de Alvaro de Campos; Ricardo Reis y Alberto Caeiro. 90 Campos, Alberto Caeiro y Ricardo Reis, cada uno de ellos poeta con mayúsculas. En consecuencia no deberíamos hablar del genio, sino de “los genios” del escritor portugués. Con Pessoa la fascinación se inicia con su nombre que significa, persona o máscara. Tantas son las máscaras tras las que se oculta como las distintas literaturas que su poesía contiene y que, en buena medida, le hacen inabarcable, infinito, eterno. . www.doyma.es/jano Jorge Luis Borges es a la literatura lo que la literatura es a Jorge Luis Borges: todo. Borges es una biblioteca. Se sentía parte de la literatura y confesaba sin rubor que los libros constituían la razón única fundamental de su existencia. Poeta notable y ensayista brillante, la historia lo acoge como uno de los mejores cuentistas —así le gustaba ser llamado— que los libros han conocido. En dos o tres páginas nos introduce en historias asombrosas cargadas de simbolismo en las que a menudo se mezclan espejos, brújulas, caminos que se bifurcan, laberintos… metáforas de las que se sirve para intentar desentrañar aquellas preguntas que flotan sobre toda su literatura :¿qué es el hombre?J