Europa contempla cómo Ucrania se hunde en el caos Extraído de Viento Sur https://www.vientosur.info/spip.php?article8666 Ucrania Europa contempla cómo Ucrania se hunde en el caos - solo en la web - Fecha de publicación en línea: Miércoles 22 de enero de 2014 Copyright © Viento Sur - Todos derechos reservados Copyright © Viento Sur Page 1/4 Europa contempla cómo Ucrania se hunde en el caos Europa asiste, impotente y casi muda, a una segunda revolución en Ucrania. Mientras que este país está a punto de caer en enfrentamientos violentos y que el régimen de Viktor Yanukóvich, quien cuenta con el apoyo de Vladímir Putin, rechaza toda apertura, la Unión Europea ha decidido que era urgente esperar. "¡Necesitamos vuestra ayuda!" A última hora del pasado lunes, tras casi dos días de enfrentamientos con la policía, varios centenares de manifestantes se concentraron ante la sede de la delegación de la UE en Kiev. Peticiones de ayuda, pancartas, consignas. "¡Si no hay sanciones, no habrá paz!" gritaban los manifestantes reclamando a los gobiernos europeos que adopten medidas de represalia contra el régimen ucraniano: por ejemplo, congelar las cuentas bancarias y no conceder visados a cierto número de altos cargos y oligarcas o empresarios que les apoyan. Desde hace dos meses, y concretamente desde la primera gran manifestación que tuvo lugar en Kiev (21 de noviembre de 2013), Europa asiste, impotente y casi muda, a la segunda revolución ucraniana desde el hundimiento de la URSS. Porque se trata, efectivamente, de una revolución, cuyo resultado puede determinar durante mucho tiempo el provenir del país. Así lo resume Valeri Chalii, uno de los responsables del centro de estudios Razumkov, en una entrevista con Associated Press: "La reacción de la comunidad internacional es insuficiente. Se trata ni más ni menos que de la independencia de Ucrania. Si esto no se comprende hoy, mañana será demasiado tarde." Desde el mes de noviembre, gran parte de la población ucraniana está mirando a Europa. Y no solamente en las regiones occidentales, tradicionalmente abiertas a Centroeuropa y que habían propiciado la revolución naranja en 2004, sino también en Ucrania oriental, mucho más rusófona y que había votado masivamente a favor del presidente Yanukóvich en las elecciones de 2010. Esta vez ha habido manifestaciones en todo el país y los bastiones electorales del régimen ya no están al abrigo de las protestas. La repentina decisión de Yanukóvich de dar la espalda a Europa, negándose a firmar un acuerdo de asociación y de libre comercio con la UE, que venía negociándose desde hace años, ha trasladado brutalmente al país a otro universo: actualmente se halla bajo la tutela rusa. En primer lugar, porque los dirigentes de Kiev reconocen ahora que el cambio de orientación ha sido fruto de presiones fortísimas por parte de Moscú. En segundo lugar, porque este cambio de orientación ha venido acompañado de la emulación casi caricaturesca de los métodos de Putin. No solo se trata de los 15.000 millones de dólares desbloqueados de inmediato por Moscú ni de la rebaja del precio del gas ruso suministrado a Kiev en proporciones jamás logradas con anterioridad por parte de Ucrania. Tras varios encuentros con Putin -e intercambios de información entre los servicios de seguridad de ambos países-, Yanukóvich ha hecho adoptar por vía de urgencia un "paquete legislativo" que ha sido calificado de liberticida por todas las ONG y la totalidad de los responsables europeos. Ha sido la aprobación de estas leyes el pasado 16 de enero y su promulgación y entrada en vigor el martes, 21 de enero, lo que ha provocado las nuevas manifestaciones del domingo, tanto en Kiev como en otras ciudades del país, manifestaciones de dieron lugar posteriormente a enfrentamientos sumamente violentos en el centro de la capital ucraniana. Al igual que en Rusia, las asociaciones y ONG que reciben financiación extranjera (es el caso de la inmensa mayoría de ellas) deberán registrarse como "agentes extranjeros". Al igual que en Rusia, la participación en manifestaciones prohibidas será punible con penas de cárcel de 5 a 10 años. Al igual que en Rusia, será más fácil perseguir a los medios de comunicación, ya que se han ampliado las nociones de "crimen contra el Estado" o "alteración del orden público". Finalmente, los policías están autorizados a intervenir contra cualquier grupo de personas o cortejo de "más de cinco vehículos". Al principio esto causó muchas risas en Kiev, donde los cortejos de recién casados suelen circular por toda la ciudad. Después, unas 200.000 personas ocuparon de nuevo la plaza de la Independencia, el pasado domingo, reclamando la dimisión del gobierno y del presidente Yanukóvich y la convocatoria de elecciones. Copyright © Viento Sur Page 2/4 Europa contempla cómo Ucrania se hunde en el caos Violencias previsibles El lunes, a la vista de la amplitud de este nuevo levantamiento, los responsables europeos llamaron al régimen a derogar esas leyes represivas y a organizar lo antes posible "un diálogo político". Amables banalidades europeas, cuando desde hace semanas los líderes de la oposición advierten de que cada vez les resulta más difícil contener a las masas que se manifiestan... Las acciones violentas del domingo, que continuaron el lunes y, aunque de manera más esporádica, el mismo martes, no eran en absoluto imprevisibles. El profundo desbarajuste de los tres principales partidos de oposición y sus rivalidades hacen que los manifestantes se encuentren directamente cara a cara con el régimen, que desde hace un mes ha optado por endurecer sus posiciones. Así, todos los intentos de diálogo político emprendidos en noviembre han fracasado sistemáticamente, con los responsables del poder repartiéndose los papeles y tratando de avivar los desacuerdos en el seno de la oposición. El 25 de diciembre, además, la periodista Tetiana Chornovil, conocida por sus investigaciones sobre la corrupción, fue víctima de una agresión que a punto estuvo de costarle la vida. La idea del "clan" Yanukóvich es cerrar a cal y canto el escenario político para repartir a continuación el dinero llegado de Moscú entre su clientela electoral y preparar así las elecciones presidenciales de 2015. Frente al régimen, la radicalización del movimiento de protesta era especialmente visible el lunes, cuando uno de los dirigentes más populares de la oposición, el excampeón del mundo de boxeo Vitali Klichko, trató de interponerse entre manifestantes dispuestos a todo y las fuerzas antidisturbios. Regado con un extintor por los manifestantes, pudo constatar que miles de personas contemplaban sin displicencia -o incluso echaban una mano- a un grupo de radicales que atacaba con cócteles mólotov a la policía, obligando a esta última a retirarse precipitadamente. Esta violencia es también consecuencia de las numerosas provocaciones lanzadas por el régimen desde el mes de noviembre. A última hora del lunes, el servicio de orden de los manifestantes en "Euromaidan" detuvo a una docena de jóvenes violentos, sospechosos de actuar a sueldo de círculos próximos al gobierno. Los manifestantes organizaron entonces un interrogatorio público en la sede de los sindicatos, que estaba ocupada desde hacía varios días, retransmitido por numerosas cadenas de televisión por Internet. De 16 a 18 años de edad, algunos de ellos reconocieron que les habían prometido pagarles varias decenas de euros por romper coches, autobuses y escaparates. Al mismo tiempo, en la noche del lunes al martes se propagó en la plaza de la Independencia el rumor de que el ministro del Interior había autorizado el uso de fuego real... En este clima propicio a la propagación de actos de violencia, -"vamos hacia una guerra civil", dijo Arseni Yatseniuk, otro dirigente de la oposición, próximo a la exprimera ministra Yulia Timoshenko, que sigue en prisión-, el martes parecía entablarse una especie de negociación. El presidente Yanukóvich nombró una comisión encargada de discutir con los líderes de la oposición y Klichko se reunió con el responsable del Consejo Nacional de Seguridad. Yatseniuk, a su vez, envió una carta a este último reclamando la dimisión del gobierno y la derogación de las leyes liberticidas. En este contexto explosivo, el ministro sueco de Asuntos Exteriores, Carl Bildt, fue el primero que, el lunes, amenazó con aplicar sanciones al régimen. "Europa debe comenzar a reflexionar sobre medidas efectivas contra agentes corruptos que manejan los hilos en los bajos fondos de la política ucraniana", declaró. Se refería directamente a los grupos mafiosos y los turbios oligarcas que gravitan alrededor del presidente. Sin embargo, el sueco se quedó totalmente solo, pues los dirigentes europeos están divididos. Francia, en particular, no quiere ni oír hablar de sanciones y se muestra muy cautelosa desde el pasado mes de noviembre, entendiendo que su relación con Rusia prima sobre todo lo demás. A fin de cuentas, la UE ha decidido reducir los gestos al mínimo. Un comisario europeo, Stefan Fuele, acudirá el viernes a Kiev "para hablar de la situación". La UE admite de este modo que está desarmada ante un movimiento Copyright © Viento Sur Page 3/4 Europa contempla cómo Ucrania se hunde en el caos democrático que se manifiesta en Ucrania sobre la base de dos reivindicaciones: un Estado de derecho para luchar contra la corrupción generalizada, y elecciones pluralistas y no amañadas. Lejos de la plaza de la Independencia, en Kiev, que centra la atención de todos, estas últimas semanas se han desarrollado numerosas acciones e iniciativas en todo el país: debates, reuniones, escraches, cortes de carreteras, etc. "Muchos la llaman ya 'la revolución de la dignidad' o 'la revolución de la conciencia'. Se trata de cambiar su funcionamiento interno, de recurrir a la inventiva una vez agotados todos los recursos tradicionales", señala Annie Daubenton, especialista en Ucrania. Es esta revolución de la dignidad a la que la UE está dando la espalda. 21/01/2014 http://www.mediapart.fr/journal/international/210114/l-europe-regarde-l-ukraine-s-enfoncer-dans-le-chaos?onglet=full Traducción: VIENTO SUR Posdata: mediapart.fr Copyright © Viento Sur Page 4/4