OMI – Propuesta de México para el marco estratégico 2018-2023. TEMA: “Iniciativa para regular las actividades que contemplan el vertimiento de desechos provenientes de actividades mineras de exploración y explotación de los fondos marinos en zonas de jurisdicción nacional” DESCRIPCION: La Organización Marítima Internacional (OMI) como organismo especializado de las Naciones Unidas, es la autoridad mundial encargada de establecer normas para la seguridad, la protección y el comportamiento ambiental que ha de observarse en el transporte marítimo internacional. Su función principal es establecer un marco normativo para el sector del transporte marítimo que sea justo y eficaz, y que se adopte y aplique en el plano internacional. La OMI a través del Convenio y Protocolo de Londres considera la prevención de la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras materias como uno de los primeros convenios mundiales dedicados a proteger el medio marino de las actividades de los seres humanos, entro en vigor desde 1975. Su objetivo es el fomento del control efectivo de todas las fuentes de contaminación del mar y la adopción de todas las medidas posibles para prevenir la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras materias. El convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques, (MARPOL) es el principal convenio internacional que versa sobre la prevención de la contaminación del medio marino por los buques a causa de factores de funcionamiento o accidentales, sin embargo, tanto el Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los buques (MARPOL 73/78) como el Convenio y Protocolo de Londres, no contemplan la regulación del vertimiento de desechos, la contaminación del medio marino a causa de factores de funcionamiento o accidentales provenientes de buques, plataformas u otras construcciones en el mar, por las actividades mineras de exploración y explotación de los fondos marinos. El Convenio y Protocolo de Londres, explícitamente excluyen del ámbito de aplicación de dichos instrumentos normativos, las actividades de exploración y explotación de los recursos minerales del lecho marino (Articulo III, fracción 1.c del Convenio; y articulo 1, fracción 4.3 del Protocolo). Esto deja un vacío en la regulación de tales actividades a nivel internacional, quedando en los gobiernos la responsabilidad de regular los aspectos relativos a las afectaciones ambientales que tales actividades ocasionan. La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM) es una organización internacional autónoma establecida en virtud de las Convención de las Naciones Unidas, sobre el Derecho del Mar de 1982 y del acuerdo de 1994 relativo a la aplicación de la Parte XI de dicha Convención. La Autoridad es la organización mediante la cual los Estados Partes en la Convención, organizan, administran y controlan las actividades que se llevan a cabo en los fondos marinos y su subsuelo fuera de los límites de la jurisdicción nacional (es decir, en “La Zona”). TENDENCIAS Y NOVEDADES: La AIFM, ha trabajado en un reglamento que constituye el primer segmento de un Código Minero que regula la exploración de todos los minerales de los fondos marinos en “La Zona”. Su alcance es la prospección y exploración de los nódulos polimetálicos y constituye la primera pieza jurídica producida por la autoridad. El código requiere de la autoridad para establecer y mantener revisiones periódicas de las reglas ambientales y de los procedimientos para asegurar una protección efectiva de los impactos ambientales producidos por actividades en “La Zona”. La Comisión Económica para América Latina y el Cribe (CEPAL), a través del documento: “El impacto producido por la actividad minera en los fondos profundos oceánicos sobre los recursos genéticos y el Reglamento para la prospección y exploración de nódulos polimetálicos en “La Zona”, en diciembre del 2004, llevo a cabo un análisis del Código y emitió una serie de recomendaciones para facilitar la aplicación del mismo, resaltando las posibles repercusiones ambientales en “La Zona” por la exploración y explotación de los nódulos polimetálicos. Estas recomendaciones básicamente identifican y sugieren procedimientos para obtener datos ambientales básicos para establecer líneas de base ambiental que faciliten las evaluaciones de las repercusiones ambientales producidas durante la exploración minera. El Código Minero constituye un documento innovador que introduce un procedimiento particular de evaluación ambiental para conciliar el desarrollo de la actividad minera marina con objetivos ambientales, económicos y de seguridad. DATOS JUSTIFICADOS: En la OMI existe un vacío en la regulación por la contaminación del medio marino a causa de vertimiento de desecho, de factores de funcionamiento o accidentales de buques, plataformas u otras construcciones en el mar que realizan actividades mineras de exploración y explotación de los fondos marinos o transporte de esos recursos hacia zonas de jurisdicción nacional. RETOS: Que los desechos procedentes de la actividad minera submarina en aguas jurisdiccionales, cuenten con una regulación “estándar” aplicable a todas las naciones, dentro del marco del Convenio y Protocolo de Londres, para ello, el reto es que se promueva la coordinación entre los Grupos Científicos del Convenio y Protocolo, el Grupo Mixto de expertos sobre Aspectos Científicos de la Protección del Medio Marino y la AIFM, a fin de homologar criterios y procedimientos que lleven a la eventual enmienda del Convenio y el Protocolo, de esta manera se tendría un marco regulatorio internacional, aplicable a la minería submarina, relativa a la disposición de los relaves o desechos, así como el control del volumen de tales materiales que se vierten al mar y su localización.