ruido-silencio-diálogo

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RUIDO-SILENCIO-DIÁLOGO
(El sonido como vehículo narrativo en el cine de David Lynch)
Introducción
Bresson siempre decía que la imagen no tiene un valor absoluto. Imágenes y sonidos deben su valor
y su poder sólo al uso que tú les asignes. Una sucesión de sonidos extradiegéticos y una secuencia
de fotogramas nos levantan del asiento y nos llevan de viaje a través de la pantalla. Siempre se ha
tendido a seguir una hegemonía impuesta por la imagen en la que el sonido, exceptuando
musicales, era un mero acompañamiento para remarcar emociones. Bresson decía que un sonido
nunca debe acudir en auxilio de una imagen, ni una imagen en auxilio de un sonido. La imagen y el
sonido no tienen que prestarse ayuda, sino que han de trabajar cada uno a su vez por una suerte de
relevo.
La obra de David Lynch es particularmente interesante a la hora de entender este concepto que
presenta Bresson. Su evolución profesional se inicia en la escultura y la pintura de vanguardia, a las
que decidió dar vida cruelmente en cortos sólo entendidos en un plano meramente artístico. Lynch
tomó prestados los lienzos de Francis Bacon para darles vida bajo la sombra de Jacques Tati,
Federico Fellini o Alain Resnais. Formando su lado puramente visual, donde la mayoria de los
criticos se quedan al analizar su obra. Pero observamos que desde Eraserhead y sobre todo tras
trabajar con Angelo Badalamenti, Lynch se va interesando cada vez más por la música y los
sonidos hasta el punto en que tras Inland Empire ha decidido dedicarse exclusivamente a componer
dejando a un lado el cine.
En este pequeño estudio partiremos de Eraserhead (1977) pasando por Elephant Man (1980), Blue
Velvet (1986) y Lost Highway (1997) hasta Mulholland Dr (2001) como pico en la colaboración con
Badalamenti y por último asomándonos con cuidado de no caernos a Inland Empire (2006).
“In heaven everything is fine”
Eraserhead, su primer largometraje, es oscura y compleja, incomprensible para el espectador medio
y demasiado vanguardista para la crítica generalista. Es una pelicula de particular interés ya que
introduce todos los conceptos audiovisuales en los que profundiza en peliculas posteriores.
Inspirado por la colaboración de Hitchcock con los compositores de vanguardia Remi Gassman y
Oskar Sala en The Birds (1963), Lynch decide construir un mapa de sonidos puramente artificiales y
usarlo como banda sonora para moldear la atmósfera creada por los efectos visuales. Usando
magistralmente el “room tone” el director distorsiona el silencio existente entre dialogos
transmitiendo la sensación de alienamiento y aislamiento que sufre Henry Spencer, el protagonista.
El sonido es una puerta al mundo del personaje, una relación sentimental absurda e irracional en
una ciudad industrial y asfixiante imaginada tras un mal sueño. Pero el sonido no sólo es usado
como soporte de las imágenes, en algunos momentos presenta una narración desde otro punto de
vista, los sonidos alienígenas y el ruido de fondo dan algunas respuestas mientras plantean muchas
otras. En Elephant man Lynch lleva esta idea a un plano similar, intercalando la respiración
angustiada de John Merrick con las llamas de la factorias del Londres del siglo XIX, el sonido del
aceite ardiendo en las lamparás del hospital o el agua entrando en las alcantarillas para situarnos al
otro lado de la pantalla y vivir en nuestras propias carnes la angustia existencial del protagonista.
También encontramos otra idea clave del cine Lynch: personajes que cantan una canción como
extensión del dialogo. Siempre siguiendo el mismo mise en scène, estos espectaculos coinciden con
el climax de la pelicula, como más adelante analizaremos con Blue Velvet o Mulholland Dr. Son
escenas empleadas como los silencios en el teatro de Beckett en los que el espectador recopila
todas las piezas del puzzle que conoce hasta ahora y las intenta encajar antes de continuar con la
pelicula. Pero como ya hemos dicho, además es una continuación del dialogo narrativo,
estéticamente se hiperboliza la idea planteada en toda la pelicula y auditivamente se ofrece algo
bello que contrasta con la decadencia de las imágenes. Aquí enlazamos la idea de que el sonido y la
imagen plantean discursos distintos.
En particular en Eraserhead hay una escena que recoge a la perfección las dos ideas anteriormente
analizadas. El protagonista se encuentra en su habitación pequeña y claustrofóbica, su mujer le ha
abandonado aterrada por el monstruo que han engendrado, en un momento de locura o quizá dentro
de su propio sueño Henry Spencer viaja dentro del radiador de su cuarto y experimenta una serie de
sucesos kafkianos, en los que se incluye una mujer deformada que canta, que forman el climax de la
película. Entre los ruidos de fondo podemos apreciar un silbido que ahoga el silencio de la segunda
mitad de la escena, Lynch aseguró en una entrevista que correspondía a un micrófono dentro de una
botella de cristal que el mismo grabó.
http://www.youtube.com/watch?v=vGOaIO5ogHU
Lo que no se ve
Blue Velvet supuso, sin lugar a dudas, un nivel más de complejidad en el cine de Lynch. Un idílico
Lumberton cimentado a base de imágenes y sonidos en el que excavando un poco encontramos un
array de violencia, sexo, abusos y drogas. Un uso extensivo de mise en scene y sonidos tanto
diégeticos como extradiégeticos nos proyectan una danza brutal de normas sociales con los
impulsos más primitivos del ser humano. El sonido juega un papel clave en la narración, incluso
llegando a conformar la misma en determinadas escenas. Idea implícita en el propio título del film,
que juguetea con un fetiche sensorial múltiple, auditivamente se trata de la canción de Bobby
Vinton que se reproduce varias veces durante la pelicula. Blue Velvet es la primera pelicula en la
que Lynch cuenta con la colaboración de Badalamenti, esto supuso un abandono parcial del ruido de
fondo y los sonidos sintéticos que habían protagonizado el transfondo de Eraserhead o Elephant
Man para dar paso a instrumentación tradicional de cuerda y viento. Para la contrucción del utópico
Lumberton Lynch eligió música de cuerda de los años 50. Para David Lynch esta década es la mejor
línea paralela a sus películas, estereotipada como la época más feliz de los Estados Unidos al mismo
tiempo que sus ciudadanos experimentaban represión y miedo en una sociedad controlada por los
créditos y las fluctuaciones de la bolsa.
En las primeras escenas Lynch introduce el paraíso de Lumberton con Blue Velvet sonando
extradiegéticamente, la próxima vez que la oigamos será en un antro en las profundidades de la
ciudad sonando ya diegéticamente. La letra de la canción describe un amor “puro” y “bueno”, antes
de la escena del bar apreciabamos una atracción miscelánea entre Jeffrey y Dorothy y como más
tarde se aprecia el trozo de tela de la bata de Dorothy es un resorte sadístico y erótico del amor de
Frank Booth, la idea de la imagen y el sonido como antítesis de ideas se mantiene toda la pelicula
profundizando en el concepto de las apariencias y la realidad, de lo que se ve y lo que no, que lo
que oye y lo que no. Obviamente toda la decadencia oculta de la ciudad recae sobre la figura de
Frank y su mundo en cuya frontera Dorothy se balancea tocando polos opuestos. Su actuación en el
club es una continuación elegante de lo que habiamos visto en Eraserhead, la canción como
extensión del diálogo y además con una estética muy particular de glamour decadente. Observamos
al menos dos diálogos mudos en la escena: la seducción de Jeffrey por parte de Dorothy y los celos
y alejamiento de Sandy se manifestará en el silencio de la siguiente escena. Pero la actuación del
personaje de Isabella Rossellini no es aislada en la pelicula ni, probablemente, la más importante.
https://www.youtube.com/watch?v=Tii1hVwKy08
La otra “actuación” latente en la película es la protagonizada por Ben, un personaje grotesco, vestido en
atuendo de mujer que realiza un playback de “In dreams” de Roy Orbison a la que refiere como “CandyColored Clown They Call the Sandman” usando una lámpara de mesa como fuera un micrófono. Frank entre
los violentos diálogos, las amenazas y el huracán de obscenidades ya había mencionado a “Candy-Colored
Clown”, dejando a interpretación del espectador si se refería a Ben, a la canción o a ambos. La canción actúa
como vehículo del horror que está experimentando Jeffrey, la pesadilla se hace realidad. Algunas prostitutas
y personajes sin identidad aparecen en escena completando el esperpento y sus sombras bailan alrededor del
protagonista. Apreciamos que Lynch consigue un abichamiento de la canción debido al uso del playback,
idea que continuará en Mulholland Dr., y a la vez del rostro de Ben al usar la lámpara como micrófono
logrando una deformación total debido a la cohesión de imagen y sonido. En ese instante Jeffrey sabe que ha
abandonado la seguridad de su mundo y de su realidad.
Frank durante la canción parece emocionado y todos sus impulsos primitivos bajo control. Al igual que el
terciopelo azul “Candy-Colored Clown” es una faceta que determina quién es y qué hace. Frank transforma
los mensajes de felicidad de la letra de la canción en justificaciones para su comportamiento. El sonido
corresponde a la deformación de la escena, a la violencia de la imagen, que no se ve.
http://www.youtube.com/watch?v=d0PbwLTLKA4
“That's fucking crazy man”
Lost Highway es el intento de evadir la frontera mental humana. Un noir capaz de mostrar en pantalla lo
intangible en forma de simbolismos desordenados. Lo que sentimos, no lo que comunicamos. David Lynch
no elige el día a día de una persona cualquiera para lograr su empeño, en una peripecia mortal se libera de
toda narrativa convecional y pasa a retratar la mente de un hombre que acaba de matar a su mujer.
Desde el inicio de la pelicula ambas narrativas, visual como auditiva, mantienen un papel clave a partes
iguales. El protagonista “quiere recordar las cosas a su manera, no necesiariamente de la forma en que
ocurrieron” estableciendo el plano visual. Por otro lado, los diálogos iniciales se mecen en un “room tone”
similar al de Eraserhead, silencio que coloca a cada personaje en su infinto y único asilamiento individual
previamente camuflado por los celos del protagonista. Cada palabra rompe el silencio, silbando de forma
insoportable de un lado a otro. Es ese uso magistral del sonido en los diálogos lo que hace plantear al
espectador “qué ha pasado en la relación”. Esta tensión va aumentando llegando al clímax en la fiesta de
Andy, donde la cinta de Moebius tiene su principio. Aquí comienza el viaje en el que sabes que estás yendo
demasiado rápido, ciego debido a la noche, donde la sensación de velocidad hace bombear adrelanina a tu
riego sanguíneo. Desde los tiempos acelerados de la percusión de Trent Reznor hasta la dulzura de los golpes
de tono de David Bowie. Boogie-woogie, jazz y Rammstein como guinda. El uso del sonido para construir
emociones y crear colisiones simbólicas. Un cambio de música ambiental en una fiesta y de repente Robert
Blake es tu subconsciente.
http://www.youtube.com/watch?v=qZowK0NAvig
En la segunda parte de la pelicula el diálogo es disperso, silencioso a veces y amplificado otras. Las
piezas orquestadas acompañan a la tecnología: los zumbidos de un telefono, el ruido de una lampara
o una cinta en un proyector. Estos fragmentos fueron grabados por el propio Angelo Badalamenti
usando la orquesta sinfónica de Praga y, más tarde, mezclado con sonidos que grabó Lynch usando
el acoplamiento de cables en finas cintas de PVC y botellas de vino. Los tonos bajos de
Badalamenti se entrelazan con un caos de ruidos extraños. Dejando aparte cualquier snobismo por
parte de Lynch, esta técnica es una continuación de lo usado en su opera prima, pero adeacuada a
nuevas formas de narración. En Lost Highway los sonidos no son parte de la atmósfera como
ocurría en sus anteriores pelculas, ahora son parte de la narración. Esta idea será clave para entender
Mulholland Dr. La conexión de esta pelicula con la siguiente, a través de géneros cinematográficos,
a través de historias. La concepción del tiempo de Godard: el presente necesita al futuro para
determinar su pasado.
No hay banda en el imperio interior
Mulholland Dr es una pelicula de emociones y sentimientos. No hay estructura narrativa ni
formación de personajes. La película tiene cierta lógica onírica alineada con Un chien andalou o Le
sang d'un poète, pero el sueño no tiene porqué parecer un sueño, al menos no todo el tiempo. A
primera vista, el universo de la película se asemeja al nuestro pero contemporáneo en tiempo y
espacio. Un encuentro entre un cowboy y un director de cine en una lúgubre colina de Hollywood,
la yuxtaposición de elementos que no encajan es una idea que se repite a lo largo de la pelicula. El
director da un paseo por hasta quizá media docena de generos cinematográficos entre atmósferas
viciadas de cine negro, homicidios misteriosos, cine adolescente, musical, comedia absurda,
melodrama y crisis de identidad que producen Vértigo. Para enfatizar estas yuxtaposiciones Lynch
se ayuda del sonido, pero no exactamente como hacía en Lost Highway, sino acercándose más al
sonido del terciopelo azul. Los diálogos tienen un papel crucial en la conexión de las dos narrativas,
ya que el sueño de Naomi Watts está formado a partir de reminiscencias de imágenes y, mucho más
importante, a partir de conversaciones y sonidos. Los diálogos son el único punto conexión obvio
del que el espectador dispone. Por ejemplo, el diálogo de Camilla con el director en el coche es un
paralelismo con la escena del casting de Diane. Parece que poco a poco Maya Deren se apodera de
la mente David Lynch. Las escenas se repiten pero en contextos distintos, con duraciones distintas,
con permutaciones inesperadas, pero los diálogos se mantienen firmes a la narrativa y nos permiten
tocar suelo un rato.
La escena del club Silencio es indudablemente una de las mejores de la película. Rebeca del Rio
hace playback sobre su propia versión a capella de “Crying” en español. Diane y Camilla
contemplan el espectáculo conmocionadas hasta que la cantante sufre un desmayo y cae al suelo en
medio de la canción. La canción no se detiene, haciendo obvia la falsedad del canto. Esto es
justamente la respuesta a las preguntas que Lynch nos planteaba con sus canciones y actuaciones,
el poder de crear una ilusion, de crear películas que son sueños y sueños que son películas. Pero
justamente no hay nada ilusorio en la representación de nuestro inconsciente y nuestras emociones.
Lynch plantea con la escena la siguiente pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre emocionarte por algo
real o por una ilusión? Para David Lynch esta diferencia no existe. Las protagonistas saben que la
canción es un truco, que es tan solo una cinta reproduciendose. Así mismo, conceptualmente, Lynch
usa este momento para dar a conocer al espectador y a la propia Diane que todo es un sueño.
http://www.youtube.com/watch?v=cAbmfVzPHFg
No hay banda y no hay verdad. El sonido se separa de la imagen para siempre. Los bajos, tambores
y clarinetes forman una narrativa aparte. La música ahora es un diseño de sonidos que cuentan algo
con lenguaje propio que no se puede traducir a palabras. En Inland Empire Lynch da una vuelta de
tuerca más a esto y deja liberar sus tics más enfermizos. El espectáculo y las coreografías hablan de
la decandencia de Hollywood como monstruo de entretenimiento. Las luces desenfocadas
acompañan los sintetizadores y los bajos sordos. La música, compuesta por el propio David Lynch
(semilla de su reciente EP), abarca una escala de grises que desconcierta al espectador. Los sonidos
alienígenas se suceden y las sombras bailan entre lo onírico, lo surreal y lo absurdo. Las ideas se
entremezclan y difuminan entre golpes de efecto, tanto visuales como auditivos. Si Lynch aún no ha
perdido la cabeza, nosotros sí.
https://www.youtube.com/watch?v=o4N48d9eLsI
Bibliografía
http://www.imageandnarrative.be/inarchive/worldmusica/bjornekeberg.htm
http://www.davidlynch.de/shewore.html
http://www.rogerebert.com/scanners/take-mulholland-dr-to-the-lost-highway-inland-empire-exit
http://www.synoptique.ca/core/en/articles/mulholland/
David Lynch – Quim Casas (2007) Editorial Cátedra
Filmografía
The Pervert's Guide to Cinema (2006)-Slavoj Žižek
David Lynch ideas (http://www.youtube.com/watch?v=ZPc1N7kf_AQ)
David Lynch on Mulholland Drive (http://www.youtube.com/watch?v=QssleSenCz8)
David Lynch Interview for 'Lost Highway' (http://www.youtube.com/watch?v=xjNSdYB4rIM)
David Lynch: Eraserhead Stories (Documental y entrevistas)
Toda la obra de David Lynch.
Darío Martínez Romero
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