Lección nº 16 - Familia Cristiana Digital

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Lección nº 16
Enfoque. La ciencia, no obstante enseñarnos la explicación de las causas de los fenómenos
inmediatos, no puede explicarnos las causas de los fenómenos mediatos, por medio de la sabiduría.
Tenemos, la Sabiduría, que explica los fenómenos mediatos, es decir, los colaterales a los inmediatos,
por ejemplo, la vida y la muerte, el bien y el mal, la creación y la no creación, el amor y el odio, la
venganza y la remisión y muchos más fenómenos que se presentan a todo ser humano.
Lo primero, que hemos de saber y entender, está dado por la inteligencia humana que realiza,
entre otras, tres actividades: explica lo que acontece, para hablar de la función del entendimiento que
analiza, sintetiza, induce, deduce, entiende, teoriza y verifica, por medio del entendimiento. En segundo
lugar, la inteligencia que crea e inventa lo que no existe, para hablarnos de la actividad del arte, por
medio de emociones, habilidades y destrezas. En tercer lugar decide sobre lo que hay que hacer en la
vida práctica, responde por los actos, por medio de valores y experiencias vividas (Sabiduría) He aquí
la actividad de la libertad.
Ahora sí captamos, la sabiduría como la actividad de la inteligencia humana, que realiza el ser
humano, para llegar a una actividad libre, valorativa, responsable, orientada a la consecución de fines.
Momento 1º. La sabiduría bíblica. Estamos en la presencia de la sabiduría – sensatez –
habilidad como cualidad- actividad humana, de tipo universal, trasmitida y aprendida en diversos
ambientes. En el Nuevo Testamento, Jesús, supera la estrechez de los maestros, es decir, su legalismo;
por eso, Jesús, y enseña con autoridad, o sea, educa o instruye con autenticidad y transparencia para
mostrarse coherente en lo que piensa, siente, hace, tiene y sobretodo es.
Basta recordar aquellas expresiones del Eclesiástico (17, 1-13) Dios colma al ser humano de
inteligencia y sabiduría, le enseña a discernir el bien y el mal, le muestra sus maravillas para que se
admire de ellas, experimente y aumente la capacidad de asombro y contemplación. Por tal motivo es
importante volvernos, no tanto científicos, sino sabios para adquirir sensatez y ser capaces de explicar
los fenómenos mediatos. Jesús, es la sabiduría de Dios, como puede verse en 1 Corintios (1,30):
“Gracias a Dios ustedes son de Cristo Jesús que se ha convertido para ustedes en sabiduría de Dios y
justicia, en consagración y redención”.
De allí que Jesús como sabiduría de Dios responde a todos los interrogantes del hombre. El ser
humano puede adquirir dicha sabiduría como don de Dios según Santiago (1,5): “Si alguno de ustedes
le falta sabiduría, pídala a Dios, y la recibirá, porque él da a todos generosamente y sin reproche”;
como carisma del Espíritu (1 Corintios 12, 8): “Alguien por el Espíritu tiene el don de predicar con
sabiduría”, para poder entonces enseñar a otros (Colosenses 1,28): “Nosotros anunciamos, aconsejando y
enseñando a cada uno la verdadera sabiduría, a fin de que todos alcancen su madurez en Cristo”
Momento 2º. Grandes interrogantes sapienciales. Fuera de las preguntas, que se hace el ser
humano, referentes a la manera cómo suceden los fenómenos, también infinidad de interrogantes del
hombre, acerca de fenómenos que dicen referencia, por ejemplo, a la esencia de los seres, es decir, ¿qué
son los seres?, en otras ocasiones el mismo ser humano se pregunta por la existencia humana, es decir,
¿cómo existe el ser humano?, en otros momentos el hombre se interroga sobre el quehacer del hombre,
esto es, ¿qué cosas y cómo debe hacer el ser humano?, no falta, el interrogante y la pregunta sobre el
sentido de la existencia, o sea, ¿para qué existir y hacia dónde marcha la vida?; quién no se interroga
acerca de las exigencias prácticas del diario vivir y de la responsabilidad humana, es decir, ¿Qué debo
hace y qué no debo hacer?
¿Acaso la ciencia es capaz de responder, por ejemplo, por aquello de qué es la realidad más allá
de su apariencia? ¿Acaso no te planteas el que si ningún ser es necesario, por qué el cosmos, el
universo está repleto de seres, en lugar de la pura nada? ¿Tienen o no tienen los seres algún valor?
¿Valen más unas realidades que otras? ¿Qué puedo esperar validamente? ¿Tiene algún sentido lo que
sucede y lo que me sucede? ¿El universo tiene algún sentido último o va al azar? ¿Qué es el ser
humano? ¿Hay o no hay Dios? ¿Hay algo más allá del tiempo y el espacio? ¿Qué es el mal y el bien,
por qué hay mal? ¿De qué tengo responder? ¿Qué es bello y qué es feo? Interesante que seas capaz de
ir respondiendo, desde la sabiduría estos interesantes y trascendentales interrogantes.
Momento 3º. Objeto de la sabiduría. Estamos en la presencia de un saber sapiencial, es decir,
descubrir el valor, las posibilidades, la tarea, el sentido y la finalidad de la existencia, a través de la
experiencia de la vida, por medio de vivencias, por la realización de experiencias vividas, no por la
elaboración de teorías explicativas que deben ser verificadas.
Importante darte cuenta y ser consciente que la respuesta que da la sabiduría dice relación al
sujeto, a la decisión libre, a los valores y a la historia. Toda pregunta sapiencial conlleva una respuesta
sapiencial, puesto que no se refieren a hechos meramente objetivos, por ejemplo, a cosas que pasan en
la naturaleza, fuera de los sujetos, sino que se refieren a hechos de carácter volitivo, subjetivo,
experiencial, de actitudes, así los sentimientos, los afectos, a lo vivencial, personal; a lo que no
pertenece solamente a la naturaleza, también al espíritu y a la libre decisión del ser humano, así por
ejemplo, es el ser humano el que asume la actitud de amar, pues si alguien le dice a una mujer o a un
varón que necesita de él o de ella para vivir, allí no hay elección ni opción, menos libertad, simple y
llanamente lo que hay allí es vida parasitaria.
Ahora sí captas y descubres que la sabiduría, el saber sapiencial, que es un conocimiento por
experiencia vivida, conlleva un camino que haz de recorrer: haz de ver la realidad como un todo, como
algo integral. Luego vivir la realidad íntegra, no en partes aisladas. La sabiduría se entiende con la
existencia concreta y particular de cada ser humano, es decir, lo que vas viviendo en cada momento, los
tiempos y lugares propios de cada vida.
Seguidamente vive y comprende la comunión o unidad de cada vida, con toda la vida del
universo. Por último afronta todo lo que sucede desde el ámbito de la responsabilidad y de la libertad,
pues el ser humano, actúa más allá de las leyes que rigen lo natural y general, o sea, vive en el ambiente
de la opción, la libertad, el compromiso y la responsabilidad, por lo cual, cuando los hechos y los
sucesos llegan a cada ser humano, pierden su carácter general y se personifican, es decir, adquieren una
dimensión, un sentido y un valor, especial y particular para cada ser humano.
Puntos de vista de la guía. Una de las actividades de la inteligencia está dada sobre lo que
hay que hacer en lo práctico existencial, por ejemplo, responde de los actos por medio de valores y
experiencias vividas. Ningún científico, por científico que sea, es capaz de responder por los
fenómenos mediatos que tienen que ver con el ser humano, por ejemplo, por qué existe bien y mal,
odio y amor, violencia y paz, creación en lugar de nada, por qué existen realidades que valen más que
otras, si en verdad hay un más allá del tiempo y el espacio.
La sabiduría es un saber práctico, valorativo, ético, emocional, religioso, intuitivo, es vivencial.
Supera la razón humana, va más allá de la misma razón. Claro está que no está en contradicción con el
saber científico, pues es un saber inteligente que abarca un campo más amplio que el de la razón
objetiva, es el campo de la razón vital, o si se quiere el de la razón vivencial; o si se quiere el de la
libertad humana.
Texto bíblico para memorizar. “La sabiduría no entra en una persona perversa, ni vive en
un ser entregado al pecado” (Sabiduría 1, 4)
Preguntas para responder. ¿Te consideras más sabio que científico? ¿Crees que la ciencia y
la sabiduría se contradicen o se complementan? ¿Crees que lo religioso, lo ético pertenece a la ciencia o
a la sabiduría? Cuando, de lo afectivo se trata ¿será la ciencia o la sabiduría la que da sus respuestas?
¿Qué tipo de razón conlleva la ciencia y qué tipo de razón conlleva la sabiduría? ¿La educación nuestra
enfatiza más en la ciencia o en la sabiduría, debe enfatizarse la una o la otra? ¿Qué te hace pensar,
sentir, reaccionar, actuar y sus consecuencias con esta guía? ¿Qué diferencias y semejanzas encuentras
entre Ciencia y sabiduría? ¿Cuáles son los puntos del camino del saber sapiencial? Entre muchas
preguntas o interrogantes de la vida ¿Cuáles te llaman más la atención en la llamada Sabiduría?
Wilfer Ángel, prefiero la sabiduría a la ciencia, quiero ser más sabio que científico, sin despreciar
la ciencia
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