técnicas de intervención psicológica

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TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA
CUADERNO DE PRÁCTICAS
PRÁCTICAS 1 A 6
Curso académico 2004-2005
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
A continuación van a presentarse un conjunto de actividades
prácticas que tienen el objetivo de fomentar la práctica de las
destrezas implicadas en el diseño y aplicación de las técnicas de
intervención psicológica. Tales actividades están pensadas para que
los estudiantes las lleven a cabo fuera de las horas de clase,
habitualmente
en
situaciones
cotidianas,
aprovechando
acontecimientos normales y frecuentes en sus vidas.
La estructuración cada práctica es la misma para casi todos los
casos. La práctica empieza con una introducción sobre la técnica o
destreza a entrenar y el contexto en el que es utilizada.
Posteriormente, se especifica de forma concreta el objetivo de la
práctica para, a continuación, señalar en qué consiste la tarea. A ello le
sigue el desarrollo pormenorizado de las actividades que hay que
llevar a cabo para finalizar con el registro que deberá ser entregado al
profesor en las fechas que se establezcan
Este cuaderno de prácticas es para su realización de forma
individual por cada estudiante. Sin embargo, la forma de trabajar en
cada práctica será la siguiente. En parejas tal y como han sido
organizados a principio de curso, primeramente habrá que tener leídas
las lecturas correspondientes al aspecto que se está tratando.
Posteriormente, habrá que leer la introducción de la práctica y
entender bien el objetivo que se persigue. A continuación, la pareja
establecerá cómo llevar a cabo las actividades aplicándolas a los
ámbitos que le sean propios. En todos los casos, las destrezas deberán
ser puestas en práctica de forma individual por cada uno de los
miembros de la pareja. De la misma manera, los registros deberán
entregarse por cada uno. Sin embargo, en algunos casos, los registros
serán presentados por el miembro pasivo de la pareja, que actuará de
observador de la conducta de su compañero.
El material que se tiene que entregar en cada caso, salvo
mención expresa en alguna de las prácticas, es el registro
correspondiente acompañado de una página en la que brevemente se
expresen observaciones a la actividad realizada, así como dificultades
surgidas.
2
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
PRÁCTICA Nº 1 Manejo de las situaciones de interacción
con un desconocido.................................................................. 4
PRÁCTICA Nº 2 Elaboración del autorregistro de una
conducta.................................................................................. 6
PRÁCTICA Nº 3 Identificación de antecedentes y
consecuentes de una conducta.................................................10
PRÁCTICA Nº 4 La respiración como técnica de control de
la activación...........................................................................14
PRÁCTICA Nº 5 La relajación como técnica de control de la
activación...............................................................................17
PRÁCTICA Nº 6 Elaboración de una jerarquía de miedos.........19
3
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
PRÁCTICA Nº 1
MANEJO DE LAS SITUACIONES DE INTERACCIÓN CON
UN DESCONOCIDO
Introducción
La técnica de extracción de información por excelencia a lo largo
de todo el proceso de evaluación-intervención y, particularmente, en
el inicio del contacto con la persona que viene demandando ayuda es
la entrevista. La entrevista es una situación de interacción cara a cara,
habitualmente entre el psicólogo y la persona que demanda la
intervención. Como tal situación de interacción, proporciona la gran
ventaja de su flexibilidad: permite indagar sobre aspectos muy
variados, a diferencia de lo que haría un test de inteligencia, que sólo
aportaría información sobre esa dimensión. Con la entrevista se
pueden explorar dimensiones de lo más variado en una misma sesión.
Además, permite acomodarse a la información que se vaya
obteniendo, dando lugar a la exploración de dimensiones que
inicialmente podían no estar previstas pero que el curso de la
entrevista viene a señalar como relevante.
Otra de las ventajas de la entrevista, que se deriva de su carácter
de situación de interacción, es que permite establecer un clima
adecuado con la persona. Esto es, facilita crear una relación y fijar los
papeles que deberán jugar cada uno. Ahora bien, eso mismo que es
ventaja se puede convertir en desventaja si no se maneja
adecuadamente los primeros momentos de la misma. En primer lugar,
se debe tener en cuenta que, en un marco clínico, la persona que acude
a consulta padece un determinado malestar. En caso contrario, no
acudiría al psicólogo. En segundo lugar, no va buscando a un amigo o
colega con el que establecer una relación simétrica; al contrario, esta
relación es claramente asimétrica: uno cuenta sus cosas y el otro da
consignas y corrige. En tercer lugar, no conoce de nada a quien
demanda ayuda hasta ese momento y ello puede crear incomodidad y
ansiedad añadida a la experimentada por el malestar que le impulsa a
buscar ayuda.
El objetivo de los primeros momentos del contacto inicial es
crear un clima agradable que facilite la relación profesional que se
debe establecer a partir de ahí. Para ello, el psicólogo debe hacer uso
de los recursos que la interacción le proporciona para lograrlo. En
concreto, el contacto ocular, la sonrisa y demás elementos de
paralenguaje juegan un papel fundamental.
4
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
Objetivo
Adiestramiento en la utilización de los elementos del
paralenguaje que fomentan que una persona se sienta bien en una
situación de interacción.
Tarea
Interaccionar con una persona desconocida de forma que se logre
entablar conversación con ella.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Desarrollo
Identifíquese una situación de posible interacción con un
desconocido. Por ejemplo, alguien en la parada del autobús.
Iníciese la conversación con alguna mención trivial sobre algo (si
hace mucho que lleva esperando, p.e.).
Una vez iniciado el contacto, hágase uso de los elementos de la
paralingüística para lograr que la persona continúe en la misma
(sonrisas, contacto ocular, etc.).
Váyase progresivamente trasladando el peso de la conversación de
uno mismo hacia el otro.
El compañero, actuando de observador, deberá anotar cuáles han
sido los parámetros verbales y no verbales utilizados en la
interacción
Repítase en otras dos ocasiones (para cada uno de los miembros de
la pareja)
Entréguese el registro y una hoja de comentarios sobre la actividad
y dificultades surgidas, en su caso
Registro
SITUACIÓN DURACIÓN
ELEMENTOS
PARALINGÜÍSTICOS
ELEMENTOS
LINGÜÍSTICOS
RESULTADOS
INTERACCIÓN
1.
2.
3.
5
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
PRÁCTICA Nº 2
ELABORACIÓN
CONDUCTA
DEL
AUTORREGISTRO
DE
UNA
Introducción
La autoobservación y su autorregistro es una de las técnicas
por excelencia a la hora de realizar un análisis funcional. Ello es así
porque, a diferencia de la entrevista, permite un registro en el
momento en el que ocurre de la conducta y demás eventos que son
objeto de evaluación. Asimismo, contra la dificultad de establecer
frecuencias y tasas concretas que se da en la entrevista, una técnica
observacional, como es el caso, permite obtener información precisa
sobre tal objeto de evaluación. Imagínese la dificultad que tiene para
la entrevista llegar a determinar con exactitud las veces que han
aparecido dolores de cabeza en el último mes y cuáles de ellas han
venido precedidas de discusiones con algún miembro de la familia o
con niveles elevados de activación. En otras palabras, el dato que
proporciona el autorregistro no tiene por qué estar sesgado por el
recuerdo y la reconstrucción del pasado que se hiciese en el momento
en el que se formula la pregunta.
Para informaciones que requieren un elevado grado de precisión,
como puede ser la tasa de una conducta (cuantos cigarrillos se fuma al
día, cuántas veces se arranca pelos de la cabeza), la observación de
tales eventos resulta imprescindible. Ahora bien, la observación por
otros es una técnica muy costosa, en tiempo y esfuerzo, además de
estar sujeta a limitaciones que tienen que ver con las posibilidades de
producir cambios en la conducta de quienes estamos observando (lo
que se conoce como reactividad de la observación). ¿Se mordería las
uñas lo mismo una persona que se sabe observada en relación a esa
conducta? ¿Podríamos observarla mientras está, pongamos, acostada
en su habitación para irse a dormir? Una alternativa a la observación
por otros que incrementa notablemente la eficiencia y reduce la
reactividad que pueden provocar esos otros sobre la conducta del
observado es la autoobservación y su autorregistro.
La autoobservación y su autorregistro permite obtener
información sobre una conducta cuando ésta acontece y puede ser
recogida aunque remita a conductas íntimas o contextos privados. No
obstante, la autoobservación y su autorregistro no están exentos de
dificultades que deben ser tenidas en cuenta cuando se diseña su
aplicación. Por una parte, como ocurría con la observación por otros,
6
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
la conducta a observar también es susceptible de reactividad. En este
caso la reactividad viene provocada por el mismo individuo quien
puede, pongamos, fumar menos de lo que fumaría por el hecho de que
se está registrando el número de cigarrillos que consume. En
ocasiones, la reactividad producida es en el sentido deseado (como
correspondería con el ejemplo anterior). En otros, por el contrario, la
reactividad puede inducir un incremento (o decremento) de la
conducta en el sentido contrario al deseado, como puede pasar en un
caso de rascado compulsivo.
Por otra parte, para aprovechar la ventaja que la técnica
proporciona, es conveniente que el registro de la conducta o conducta
se realice en el momento de acontecer1. Ello, sin embargo, requiere
que el diseño del registro no interfiera con la propia ejecución de la
conducta o que se convierta en un engorro resultando en un
inadecuado registro o, incluso, en su abandono.
Objetivo
Aprender a diseñar un autorregistro de forma que se maximice la
información de cara al análisis funcional y se minimicen las
dificultades que puedan darse.
Tareas
Diseñar el autorregistro de una conducta que facilite la
realización del análisis funcional, así como su aplicación para
determinar las dificultades del mismo.
Desarrollo
1. Escójase una conducta. Debe ser una conducta que figure en el
repertorio del compañero que forma parte la pareja y cuya
frecuencia sea superior a una vez al día. Ejemplos posibles son
algunos de los mencionados (fumar cigarrillos, morderse las uñas,
rascarse, arrancarse pelos), si bien caben todo tipo de alternativas
(interrupciones en el tiempo dedicado al estudio, discusiones con
familiares, amigos o pareja, posturas corporales inadecuadas, etc.).
1
Se pueden hacer registros de huella en los que la emisión de la conducta y el momento de su
registro no coinciden en el tiempo. Por ejemplo, se pueden contar las colillas que aparecen en el
cenicero después de acabar la reunión de trabajo o se pueden guardar trocitos de papel en un
bolsillo cada vez que se enciende un cigarrillo para posteriormente contarlos y registrarlos. Estas
alternativas pueden ser útiles en los casos en los que el registro en el momento no sea posible, si
bien no deja de ser una forma de perder información con respecto a la que proporcionaría la
técnica registrando en el momento (¿qué pasa antes?, ¿qué pasa después?, ¿cuánto llego a fumar
del cigarrillo?
7
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
2. Defínase bien la conducta que se quiere registrar. Téngase en
cuenta que hay conductas que quedan bien definidas con sólo su
formulación (fumar, p.e., aunque incluso ésa podría dar pie a
establecer diferencias dependiendo de si se fuma el cigarrillo
completo o sólo parte de él). Por el contrario, otras exigen su
operativización (en el caso del estudio, p.e., ¿debe ser registrado el
tiempo o las veces que uno se pone a estudiar?, ¿debe distinguirse
entre estar sentado delante de los libros y estar realmente
estudiando?; en el caso de las interrupciones, ¿hay que computar el
número o la duración?; ¿se debe registrar la asignatura concreta o
el tiempo total de estudio?).
3. Establézcase que parámetro o parámetros de esa conducta se quiere
registrar (Número de veces, duración, intensidad...), así como otras
unidades de información que quieran ser registradas (¿qué pasó
antes?, ¿cómo de bien le supo?...).
4. Confecciónese un modelo de registro. Éste debe tener un formato
sencillo, que facilite el registro, a la par que exhaustivo,
permitiendo obtener la máxima información de las conductas y
demás eventos.
5. Establézcanse las instrucciones. En ellas deben hacerse constar
aspectos tales como cuál es la conducta a registrar, qué otras
unidades de información, cuál es el intervalo temporal, cómo se
debe proceder para registrar y cómo debe hacerse disponible el
registro.
6. Aplíquese. Suminístrese el autorregistro al compañero para que lo
lleve a cabo durante una semana.
7. Analícense los problemas que hayan surgido en cualquiera de los
aspectos contemplados hasta el momento (definición de las
conductas, procedimiento de registro, formato del mismo, etc.).
8. Rehágase el registro atendiendo a estas consideraciones.
9. Entréguese el registro cumplimentado, el modificado y una hoja en
la que se hagan constar observaciones y dificultades surgidas, en su
caso
Registro
Acorde con la conducta a evaluar. Deberá constar, en cualquier caso,
de lo siguiente:
• Definición de la conducta a registrar
• Parámetros de la conducta a registrar
• Otras unidades de información funcionalmente relacinadas
con la conducta a registrar
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Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
•
•
Modelo de registro
Instrucciones
Ejemplo
Conducta seleccionada: fumar cigarrillos
Unidades de observación: ocurrencia del consumo de cigarrillos,
momento, deseo de fumar, situación, pensamientos asociados
Registro:
Fecha: Lunes,
200 .
Hora Deseo
Situación
Pensamientos
Instrucciones: Cada vez que te enciendas un cigarrillo, deberás anotar
la hora del día, las ganas que tienes de fumártelo en una escala de 0 a
10 (0: ningunas; 10: muchísimas), la situación en la que te encuentras
(estudiando, esperando el autobús, ...) y lo que pienses en ese
momento. Para que no se te olvide, guarda el registro en la funda del
paquete de tabaco. Utiliza un registro para cada día de la semana.
9
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
PRÁCTICA Nº 3
IDENTIFICACIÓN DE ANTECEDENTES Y CONSECUENTES
DE UNA CONDUCTA
Introducción
El análisis funcional es la tarea fundamental a partir de la cual va
a establecerse sobre qué se va a actuar y con qué técnicas. En otras
palabras, la bondad de una intervención viene definida, en buena
medida, por la calidad del análisis funcional que se haya realizado
sobre aquellos comportamientos que se desea modificar. El análisis
funcional es lo que permite determinar cuáles son los antecedentes
(aquellos elementos, ya sean externos o internos al propio individuo,
que actúan como elicitadores de una respuesta) y los consecuentes
(aquellos otros que mantienen la conducta). Llevar a cabo el análisis
funcional entraña, en definitiva, establecer las cadenas funcionales en
las que el comportamiento objeto de atención se encuentra enlazado
por los dos extremos.
Un ejemplo de una cadena funcional es el siguiente: un
estudiante, con miedo a los exámenes, piensa que tiene que entrar en
esos momentos para realizar uno; inmediatamente, comienza a sudar,
tiene palpitaciones, sequedad en la boca y pensamientos negativos.
Decide entonces que no se presenta y se marcha de la universidad. El
comportamiento que se pretende modificar es el del miedo a los
exámenes (léase sudoración, palpitaciones, pensamientos negativos,
abandono, etc.). Ese comportamiento es disparado cuando piensa en el
examen (antecedente interno) y se mantiene por reforzamiento
negativo al llevar a cabo evitación del mismo (consecuente).
Como se puede observar en el ejemplo comentado, dos son los
elementos imprescindibles para la realización del análisis funcional.
Por un lado, la relación temporal; por otro, la relación funcional. Para
proceder a realizar un análisis funcional, lo primero que debemos ver
es qué cosas han ocurrido inmediatamente antes e inmediatamente
después (relación temporal). No cabe considerar antecedente de una
respuesta un evento que acontece después de la emisión de dicha
respuesta. Tampoco puede considerarse como antecedente un evento
que ocurrió años antes a la emisión de la respuesta.
La relación temporal es condición necesaria, pero no suficiente.
Para que se pueda hablar de antecedente o consecuente de una
respuesta tiene que existir también una relación funcional entre
10
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
aquellos eventos y dicha respuesta. Si analizamos simplemente qué
cosas pasan antes de que el estudiante comience a sudar, a tener
palpitaciones, etc., como decíamos en el ejemplo, podemos
encontrarnos que entre ellas está el que el autobús ha pasado por su
parada, que un compañero se ha encendido un cigarrillo, que el viento
ha cerrado de un portazo una ventana... De la misma forma, si
observamos qué es lo que ocurre después de tales respuestas nos
podríamos encontrar con que un profesor de otro curso pasa por la
puerta del aula o que una mosca revolotea por el vestíbulo. Ninguno
de esos eventos tiene que representar, por el mero hecho de acontecer
simultáneamente en el tiempo, una relación funcional con la respuesta
objeto de interés. Esto es, su manipulación no tiene por qué implicar
un cambio en la probabilidad de aparición de la respuesta.
El objetivo del análisis funcional es, por tanto, el identificar qué
elementos son los desencadenantes de una conducta y cuáles otros
hacen que ésta se mantenga. Para poder dar por bueno un análisis
funcional (antes de pasar a la verificación de las hipótesis
funcionales), éste debe de poder ser explicado dentro de un modelo
sobre el comportamiento humano. ¿Sería el revoloteo de una mosca
(por muy próximo a la emisión del comportamiento que se suceda)
consecuente del comportamiento de miedo a los exámenes que el
estudiante muestra? Como no hay modelo psicológico que nos permita
relacionar tales eventos, no podríamos considerarlo como tal. ¿Sería el
malestar por no haber superado un examen que se ha estudiado
intensamente consecuente del comportamiento de miedo a los
exámenes? Pues de la misma manera, no tenemos conocimiento
psicológico alguno que nos permita poner en relación el incremento en
la probabilidad de aparición de una conducta con un estímulo
aversivo, luego aquél tampoco sería consecuente del comportamiento
de miedo (sudoración, pensamientos negativos, evitación).
Objetivo
Aprender a pensar en términos funcionales de forma que se
aprenda a realizar un análisis funcional.
Tareas
Identificar los antecedentes y consecuentes de una conducta
previamente identificada estableciendo hipótesis funcionales sobre su
elicitación y su mantenimiento.
11
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Desarrollo
Escójase una conducta. Puede ser tanto una conducta que figure en
el repertorio del compañero integrante de la pareja o de otro al que
se tiene accesibilidad y disponibilidad de observación (un familiar,
p.e.). Conviene que la frecuencia de aparición de la conducta sea
alta para facilitar la realización del análisis funcional (las rabietas
de un niño pequeño, p.e.).
Defínase bien la conducta que se quiere registrar. Téngase en
cuenta que hay conductas que quedan bien definidas con sólo su
formulación (fumar, p.e., aunque incluso ésa podría dar pie a
establecer diferencias dependiendo de si se fuma el cigarrillo
completo o sólo parte de él). Por el contrario, otras exigen su
operativización (en el caso del estudio, p.e., ¿debe ser registrado el
tiempo o las veces que uno se pone a estudiar?, ¿debe distinguirse
entre estar sentado delante de los libros y estar realmente
estudiando?; en el caso de las interrupciones, ¿hay que computar el
número o la duración?; ¿se debe registrar la asignatura concreta o
el tiempo total de estudio?).
Analícense los acontecimientos que se dan inmediatamente antes
de que la conducta ocurra. En el caso de que la conducta la
manifieste otra persona, ello requiere llevar a cabo la observación
de la misma procurando no interferir en su manifestación.
Anótense en un registro como el que se propone al final.
Analícense los acontecimientos que se dan inmediatamente
después de que la conducta ocurra. Anótense en el registro.
Propónganse hipótesis funcionales al respecto del comportamiento
objeto de análisis. Por ejemplo, se puede plantear que la conducta
de emberrenchinarse de un niño está elicitada por la presencia de la
madre cuando ésta no le presta atención y que se ve mantenida por
el hecho de que la madre responde a esos berrinches dirigiendo la
atención para decirle que como siga llorando lo va a castigar.
Compruébese la hipótesis funcional. Para ello es necesario poder
actuar ya sobre los antecedentes, ya sobre los contingentes, ya
sobre ambos. Por ejemplo, llévese al niño durante unas horas y
regístrese el número de berrinches que emite. En el caso de que
estos aparezcan, omítase cualquier gesto o manifestación dirigida a
él o ella.
Entréguese el registro y una hoja con comentarios y dificultades
surgidas, en su caso.
12
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
Registro
ANTECEDENTES
CONDUCTA
CONSECUENTES
Ejemplo
Conducta seleccionada: berrinches y conductas inadecuadas de un
niño de 3 años
ANTECEDENTES
CONDUCTA
CONSECUENTES
Atención por la madre al
hermano pequeño
La madre comienza a dar
de comer al hermano
pequeño
Lanzar contra la pared un
juguete
Se tira al suelo llorando
diciendo que la comida
ésa no le gusta
Regañina de la madre que
acude inmediatamente
Su madre lo coge del
suelo y le dice que si se lo
come todo le da de postre
un chocolate
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Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
PRÁCTICA Nº 4
LA RESPIRACIÓN COMO TÉCNICA DE CONTROL DE LA
ACTIVACIÓN
Introducción
Cuando el organismo se encuentra en una situación de reposo,
como ocurre cuando duerme la siesta, se produce un decremento
generalizado de muchas de las funciones fisiológicas que lo rigen. Por
ejemplo, disminuye su latido cardíaco, se reduce el número de actos
respiratorios, se reduce el tono muscular... Esta claro que en esas
condiciones sería francamente difícil afrontar una tarea como la de
resolver un problema de matemáticas o hacer una exposición oral.
Para esas y para otras muchas demandas de nuestra vida cotidiana es
necesario que el organismo se encuentre con un determinado nivel de
activación, mayor o menor dependiendo de las exigencias de la tarea.
Pero, en ocasiones, el organismo se ve sometido a una situación
que puede representar un peligro para su integridad. Ante tales
situaciones, el organismo reacciona con una respuesta de alarma que
desencadena una cascada de sucesos en los sistemas nervioso y
endocrino dando lugar al aumento de la frecuencia e intensidad del
latido cardíaco para facilitar el bombeo de sangre que distribuya más
rápidamente oxígeno por todo el cuerpo, la liberación de glóbulos
rojos por el bazo para transportar ese oxígeno, la síntesis y liberación
de azúcar por el hígado para su utilización por los músculos, el
aumento de la capacidad respiratoria y dilatación bronquial para
captar más aire, el incremento de la coagulabilidad de la sangre y de la
circulación de los linfocitos que participan en la reparación de un
posible daño en los tejidos, etc. Todo ello para acabar huyendo o
atacando a la fuente de la amenaza. Nos encontramos ante el polo de
activación opuesto al mencionado al inicio, como podría ocurrirle a
una persona que se ha visto, pongamos, atacada por un perro.
Sin embargo, los seres humanos, ante determinadas situaciones
que no entrañan un daño para su integridad emiten respuestas de
sobreactivación que tienen como consecuencias, entre otras, una
ejecución inadecuada ante la demanda a la que se tiene que enfrentar.
Es el caso de aquella persona que tiene miedo a volar y que lo pasa
muy mal cuando se da la circunstancia de tener que realizar un viaje
haciendo uso de ese medio de transporte. Si la situación a la que se
enfrentase fuera el ataque de un perro rabioso, esas respuestas que se
mencionaban serían muy adaptativas. En el caso de volar en avión, tal
14
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
cascada de acontecimientos se convierte en algo tremendamente
disfuncional.
Las técnicas de control de la activación pretenden actuar sobre
estas respuestas en aquellos casos en los que las mismas son
desproporcionadas para la amenaza que la situación representa, dando
oportunidad a ejecutar comportamientos adecuados a las demandas de
las mismas. La respiración es, de ellas, la más sencilla de aprender.
Objetivo
Conocer los efectos sobre la activación de la respiración y
aprender una técnica sencilla de respiración para su control
Tareas
Aplicación de una técnica de control de la respiración tras haber
incrementado el nivel de activación a partir de una situación de
ansiedad
1.
2.
3.
4.
Desarrollo
Escójase una situación ansiógena. Basta para ello en pensar en
alguna que resulta desagradable, como puede ser hacer una
exposición en clase de una asignatura particularmente exigente, o
enfrentarse a algo con lo que uno se sienta particularmente mal.
A medida que se va pensando en la situación, váyase tomando el
pulso. Para ello, tomése un reloj y localícese la arteria carótida en
el cuello. En ella se podrán sentir a cada lado en la parte frontal del
cuello, debajo del ángulo de la quijada, los golpes rítmicos.
Utilícense los dedos índice y corazón (nunca el pulgar). Una vez
localizado el pulso, cúentense el número de “golpes” durante un
intervalo de un minuto (o de medio y multiplíquese por dos). Esta
medición puede también realizarse por el compañero de la pareja.
A continuación y de forma inmediata, una vez sentado de forma
cómoda, iníciese una respiración pausada. El objetivo debe ser
lograr no superar el número de 12 actos respiratorios por minuto.
Debe realizarse concentrándose en la respiración, haciéndola de
forma pausada y rítmica, sin hacer fuertes inspiraciones ni contener
el aliento en ningún momento. El compañero puede contribuir a
marcar el ritmo de la respiración
Al cabo de 3 minutos, se debe tomar el pulso de nuevo. Obsérvese
el número de pulsaciones en relación a las obtenidas antes de
ejercitar la respiración. De nuevo, el compañero puede ser quien
realice la medición. Recuérdese la ley de los Valores Iniciales por
15
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
la que se establece una relación inversa entre los niveles previos a
la presentación de un estímulo y los niveles con los que se
responde a él. De tal manera que si la respuesta ante la situación
ansiógena no es muy elevada, hay que esperar que en situación de
reposo las diferencias con la primera medición sean menores que
en el caso de que la respuesta ante la situación ansiógena sea muy
intensa.
5. Repítase el ejercicio en tres ocasiones claramente distanciadas unas
de otras. Una por la mañana y otra por la tarde, una un día y otra al
siguiente, de forma que actúe en la menor medida posible la
habituación. Para evitar esa habituación, también se puede pensar
en situaciones distintas en cada ocasión.
6. Entréguese el registro y una hoja con comentarios sobre la
actividad y dificultades surgidas, en su caso.
Registro
HORA
INICIO
ppm PRE
FRECUENCIA
RESPIRATORIOS
ppm POST
HORA
FINAL
16
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
PRÁCTICA Nº 5
LA RELAJACIÓN COMO TÉCNICA DE CONTROL DE LA
ACTIVACIÓN
Introducción
La relajación muscular es el componente más frecuentemente
utilizado en las intervenciones conductuales orientadas a problemas
tales como la ansiedad, el estrés o el dolor. Tanto es así que ha llegado
a ser considerada como la aspirina de la Psicología: sirve para casi
todo. Su efectividad ha sido puesta de manifiesto en un buen número
de estudios, si bien habitualmente como complemento de otro tipo de
técnicas. Además, se señala el beneficio que sobre otras áreas puede
tener el uso del entrenamiento en relajación.
La relajación muscular actúa a través del sistema parasimpático
disminuyendo la actividad del sistema simpático. Los efectos que se
logran con ella son la disminución del tono muscular, la inducción de
una respiración más lenta y profunda, el enlentecimiento y
regularización del ritmo cardíaco, el incremento de la respuesta
psicogalvánica (aumento de la resistencia epitelial galvánica), la
disminución del número de respuestas espontáneas no específicas, el
aumento de la coherencia interhemisférica cerebral con mayor
difusión y persistencia del ritmo alfa y la disminución del consumo de
oxígeno y de la eliminación del dióxido de carbono. En general, está
acompañada de un incremento en el bienestar general percibido por la
persona.
La relajación muscular es parte integrante de técnicas como la
Desensibilización Sistemática (DS), aunque algunos estudios hayan
señalado su prescindibilidad. En términos generales, la DS viene a
utilizar la relajación como una respuesta incompatible con la ansiedad
(no se puede estar ansioso y relajado al mismo tiempo). El
adiestramiento en relajación como una respuesta antagónica a la de la
ansiedad es, precisamente, la base de la DS en su formulación
original. Para que en éste o en cualquier otro caso en el que se vaya a
utilizar la relajación resulte útil, es imprescindible un adiestramiento
que permita alcanzar un grado de relajación muscular profunda de
forma natural y rápida. Es más, se va a requerir que se ponga en
práctica de forma diferencial, es decir, que partes del cuerpo
mantengan tono muscular mientras que las que no son imprescindibles
para la ejecución se encuentren relajadas Un ejemplo sería el del
17
Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
jugador de fútbol que tiene que lanzar un penalti: habrá que lograr que
mantenga tensión suficiente en aquellos grupos musculares necesarios
para lanzar la pena y hacerlo con fuerza, pero relajación en aquellos
otros que no intervienen en esa acción y que podrían interferir con el
resultado perseguido, como son los músculos de la nuca y el cuello, de
la cara, de los brazos.
Objetivo
Dominar una técnica de relajación muscular basada en la
propuesta de relajación muscular progresiva de Jacobson
Tareas
Tras la lectura de los materiales correspondientes a la técnica que
figuran en el programa, aplicación del programa de relajación que se
puede encontrar en Rubio, Cabezuelo y Castellanos (1996), realizando
cada día las actividades señaladas en la sesión correspondiente,
registrando el momento en el que se han llevado a cabo y el contexto
(lugar y personas presentes), así como cumplimentando el
autorregistro de relajación que se adjunta en la documentación.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Desarrollo
Léase todo el ejercicio para familiarizarse con los métodos y los
grupos musculares.
Escójase una habitación tranquila que disponga de cama, sillón o
sofá cómodo que proporcione apoyo suficiente para la espalda y la
nuca, así como espacio suficiente para extender las piernas en línea
recta.
Lleve a cabo los ejercicios correspondientes al Día 1. Para ello,
puede ser facilitador recurrir al compañero que pudiera ir leyendo
las instrucciones de cada grupo muscular. Deberá hacerlo
manteniendo la cadencia correspondiente (5’’ de tensión, 1’ de
relajación). Después de esa primera sesión ya no se va a necesitar a
nadie de ayuda. Otra alternativa, en el caso de que no se pueda
contar con nadie, es grabarse uno mismo las instrucciones de cada
grupo muscular, respetando, igualmente las cadencias establecidas
Anótese el día del mes, hora de comienzo, hora de finalización,
lugar y personas presentes cuando se ha llevado a cabo el ejercicio.
Cumpliméntese igualmente el registro de relajación.
Al día siguiente, procédase con el ejercicio del Día 2
Cumpliméntense los autorregistros.
Continúese cada día con los ejercicios correspondientes. A su
finalización, cumpliméntese el autorregistro.
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Curso 2004-2005
8. Entréguese el registro y una hoja con comentarios y dificultades
surgidas, en su caso.
Registro
HOJA DE AUTORREGISTRO DE RELAJACIÓN DE FINALIZACIÓN
HORA
FINALIZACIÓN
SITUACIÓN
INTERFERENCIAS
GRADO
RELAJ.
ALCANZAD0
(0-10)
ZONA DEL
CUERPO
MENOS
RELAJADA
ZONA DEL CUERPO
MÁS RELAJADA
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Curso 2004-2005
PRÁCTICA Nº 6
ELABORACIÓN DE UNA JERARQUÍA DE MIEDOS
Introducción
Las técnicas de exposición han mostrado ser altamente eficaces
para combatir las fobias. Las fobias describen esas situaciones que no
suponen una amenaza real para el individuo. En tales situaciones, el
miedo pierde el carácter adaptativo para convertirse en un conjunto de
reacciones indeseables que interfieren seriamente con las demandas de
la vida cotidiana. Se entiende que esto ocurre cuando la respuesta es
desproporcionada con respecto a las exigencias de la situación, no
puede ser explicada o razonada por parte del individuo, está más allá
del control voluntario, lleva a la evitación de la situación temida y
persiste a lo largo del tiempo.
Las técnicas de exposición han desarrollado diferentes variantes,
de acuerdo con el énfasis en unos principios u otros, si bien todas
tienen en común la exposición al estímulo fóbico. El primer desarrollo
sistemático de estas técnicas se debe a Joseph Wolpe quien, a partir de
sus observaciones trabajando con gatos, vino a establecer que operaba
un mecanismos de inhibición condicionada o contracondicionamiento
por el cual una respuesta condicionada (RC) de ansiedad podía ser
eliminada mediante la asociación al estímulo condicionado (EC)
generador de la ansiedad una respuesta antagónica a aquella. Tras
diversas pruebas, Wolpe estableció la relajación como la respuesta
antagónica idónea. A partir de aquí nació la Desensibilización
Sistemática (DS).
El procedimiento de DS entraña, en primer lugar, establecer una
jerarquía de miedos, de forma que la técnica inicie con aquel elemento
de la lista que menor ansiedad genera para ir, progresivamente,
escalando en la jerarquía. Es de esperar que, si el procedimiento es
adecuadamente aplicado, los estímulos que inicialmente tenían valores
elevados de ansiedad, a medida que se va instaurando por
condicionamiento clásico una asociación entre los EC y las respuestas
antagónicas a la ansiedad (la relajación), esos valores de ansiedad
vayan disminuyendo hasta desaparecer, habiéndose sustituido la RC
de ansiedad por una RC de relajación. Para esta técnica, por tanto, el
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Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
Curso 2004-2005
establecimiento de una correcta gradualidad se convierte en elemento
crucial2
Objetivo
Aprender a realizar una correcta jerarquía de miedos.
Tareas
Realizar la jerarquización de miedos a utilizando los estímulos a
los que uno mismo puede presentar algún tipo de fobia, si bien ella no
represente un problema.
Desarrollo
1. Utilícese al compañero de la pareja o, en su defecto, a una persona
cercana que se pueda prestar a colaborar. Una vez escogida,
indáguense situaciones que le producen miedo, aunque éste no sea
muy intenso ni mucho menos represente un problema (valdría, a
estos efectos, el desagrado ante determinados insectos, el malestar
hacia los perros...)
2. Una vez identificadas las situaciones, es imprescindible
operativizarlas máximamente. De una correcta especificación de
los estímulos va a depender que la jerarquía que se pueda extraer
sea fiable. Si los estímulos fóbicos están definidos de forma vaga,
es posible que en cada una de las presentaciones la recreación de
tales estímulos sea distinta, produciendo fluctuaciones en la escala
de miedos. Una jerarquía adecuada debe oscilar entre los ocho y
los 15 estímulos3, si bien es posible comenzar con un conjunto
mayor para, tras la realización del paso siguiente, dejarla reducida
a esas cifras.
3. A continuación, procédase a realizar la jerarquía de miedos. Para
ello se puede utilizar el siguiente procedimiento. Escríbanse en
diferentes trozos de papel cada uno de los estímulos mencionados.
Pídale a la persona que escoja de todos ellos aquél que le genera
mayor ansiedad. Posteriormente, debe escoger aquel otro que le
2
Los principios teóricos propuestos por Wolpe han sido cuestionados para enfatizar el papel de
mecanismos operantes, en concreto, de la habituación para explicar la efectividad de las técnicas
de exposición. En la misma línea, se ha puesto en duda que sea imprescindible la gradualidad. De
hecho, algunos estudios han revelado cómo es factible la desensibilizacón con una escala
descendente o sin escala alguna. Parece, de hecho, que la frecuencia y duración de las
presentaciones es una variable de más peso que el orden de los estímulos. Con todo, la gradualidad
juega un papel en la medida en que facilita la aceptación del tratamiento por parte de la persona
fóbica
3
Cuando las situaciones fóbicas son muy dispares (por ejemplo, fobias a animales y fobias
situacionales como puede ser a conducir), conviene establecer jerarquías distintas que se
desensibilizarán independientemente
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Técnicas de Intervención Psicológica. Cuaderno de prácticas
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produce menor ansiedad. Con esos dos elementos, ya se está en
condiciones de generar la escala. Solicítese que se atribuya un
valor de 0 a 100 a cada uno de esos dos estímulos. A partir de ahí
váyase pidiendo que valore el resto de los elementos.
4. Una vez que todos los estímulos han sido valorados, repásese en
forma de escala todos los estímulos. El objetivo aquí debe ser
establecer una jerarquía que no tenga saltos importantes ni deje
ninguno de los niveles de ansiedad sin estímulos. En el caso de que
esto ocurra, búsquense nuevos estímulos que puedan completarla y
procédase como en el paso anterior.
5. Repásese de nuevo la escala para comprobar que han quedado
todos los niveles adecuadamente representados. Asimismo, si
existiese algún nivel sobrerrepresentado, selecciónese algunos de
los estímulos que contribuyen a ese nivel.
6. Entréguese la jerarquía y una hoja con comentarios sobre la
actividad y dificultades surgidas, en su caso.
Jerarquía
Orden
Estímulo
Nivel de
ansiedad (0100)
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
22
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