Documento CUCS # 45C SC20095(1)Silva (B) Silva J. Medicina comunitaria. Introducción a un análisis crítico. Salud Colectiva (Buenos Aires, Argentina) 2009 enero-abril; 5(1): 121-126. Objetivos: Discutir la evolución del concepto “comunidad”, así como analizar las expresiones derivadas de “salud comunitaria” y “medicina comunitaria”, relacionadas con las propuestas de medicina integral y medicina preventiva. Metodología: Analítica descriptiva. Resultados: El autor discute dos abordajes al concepto de “comunidad”: 1) el estructuralfuncional; y 2) el de proceso. En el primero, el autor define a la comunidad como el agrupamiento de individuos de una localidad específica, caracterizado por tener una autonomía política limitada, un proceso de interacción y un sentido de pertenencia. A continuación, el autor señala cuatro críticas a este abordaje: su nula posibilidad para concebir o explicar el cambio social; la exclusión del concepto y las dinámicas de “clases”; la sumisión del ser humano a las estructuras; y su débil capacidad para captar las patologías sociales. En contraste, al caracterizar el abordaje de la teoría procesal, el autor señala que ésta concibe a la comunidad como basada y regida por la interacción de los sujetos bajo dinámicas específicas de socialización y control. Con estos antecedentes, el autor procede a reconstruir el origen de la medicina comunitaria a partir de 1960, cuando ésta aparece como aporte de agencias voluntarias para cubrir las lagunas existentes entre la medicina privada y la pública, y articulándose a operaciones de medicina preventiva realizadas por ciertas escuelas médicas universitarias. En este sentido, el autor describe los conceptos subyacentes a este tipo y práctica de medicina comunitaria: a) el concepto de salud comunitaria, bajo cuya directriz se llevan a cabo procedimientos preventivos y curativos en la población; b) las nociones de medicina estatal y medicina socializada, que incluyen en su cuerpo teórico a las ciencias sociales con interés en la salud humana; y c) el concepto de medicina integral, que implica aplicar acciones preventivas y curativas con la participación de la comunidad. Para el autor, el surgimiento de la medicina comunitaria en países industrializados y subdesarrollos está relacionado con la crisis del sector salud. En América Latina, esta crisis se manifiesta en lo siguiente: 1) la incapacidad para atender enfermedades infecciosas y carenciales; 2) el crecimiento de la tecnología de alto costo; 3) el incremento de la mercantilización de servicios médicos; y 4) el despliegue de una enseñanza médica no apegada a las necesidades de la población. Por lo tanto, el autor presenta cinco proposiciones para aplicar la medicina comunitaria en este contexto: a) la operacionalidad del concepto de “medicina integral” en la formación de recursos humanos; b) la experimentación de modelos de prestación de servicios integrales en el sistema de atención médica; c) la cobertura de lagunas entre la medicina privada y la pública; d) la renovación de los conceptos de la salud en la población; y e) el desarrollo de formas de intervención que acojan los hábitos, actitudes y comportamientos de la población. Conclusiones: Para el autor, la práctica de la medicina comunitaria obedece fundamentalmente al enfoque de medicina integral. El concluye que la implementación de las proposiciones de la medicina comunitaria no exige realizar modificaciones relevantes en la organización del sistema de atención médica. La reflexión teórica sobre la crisis del sector, efectuada en el seno de los trabajadores de la salud, favorece el desarrollo de una conciencia crítica sobre los problemas de salud de las poblaciones.