Lectura personal y comunitaria de la Palabra de Dios

Pastoral de Espiritualidad
LECTURA ORANTE DE LA PALABRA
EVANGELIO DE JUAN 8, 1-11
Domingo 17 de Marzo 2013
5º de Cuaresma
PREPARACIÓN.- Los invito en este tiempo de cuaresma, de penitencia, perdón y paz a
escuchar la voz de Dios. Es la hora de la búsqueda incesante de la plenitud de vida, tiempo
que nos va abriendo camino hacia la plenitud – pascual – personal y comunitaria.
El Dios de Jesucristo, abre su corazón y nos acoge con los brazos de Padre,
especialmente en tiempos difíciles y llenos de complejidad.
El evangelio de san Juan, introduce una temática de mucha actualidad como es el
juzgar y condenar. Es decir, se da un salto brutal, no hay espacio ni tiempo para Ver.
¿Cuántas veces nos quedamos en el señalar con dedo acusador y damos pasos a la acción
condenatoria? ¿Tenemos disponibilidad para ver en profundidad? ¿Mi forma de ser me lleva
a condenar? ¿Cuántas veces condeno sin analizar las causas más profunda? ¿Condeno setenta
veces siete? ¿Los fariseos y escriban eran policías? ¿Son jueces? Qué falta de respeto por la
persona humana, la mujer es llevada por los líderes del cumplimiento y de la aplicación de
ley.
Miremos nuestra forma de vivir y preguntémonos ¿Cuántas veces he condenado con
mi mirada? ¿Cuántos momentos juzgo con mi comportamiento y silencio? ¿Cuántas veces
juzgo y condeno en el tribunal de la población, del trabajo, de la comunidad cristiana y de la
vida familiar?
Hay momentos de la vida cotidiana en que interrumpidos el pasar de la vida. En
muchas ocasiones vamos introduciendo cuñas, obstáculos, trampas, cizañas y no dejamos
pasar la vida humana con toda su esperanza, riqueza, optimismo y plenitud.
En lugar de vivir como facilitadores de la dignidad, nos transformamos en obstáculos
y no dejamos pasar la mano de Dios, mano justa, mano misericordiosa; mano que abraza y no
castiga.
El encuentro con Jesús, siempre abre un futuro nuevo, es como abrir una tierra nueva y
un cielo nuevo. El encuentro con Jesús, es camino de conversión, es camino de reconciliación,
es ruta que nos encamina hacia el Reinado de Dios y su justicia.
LECTURA.- ¿Qué dice el Texto de Juan 8,1-11?
Empecemos a ver y a ver en profundidad, sumergirse en el pozo de la Palabra de Dios.
Fijémonos en cada detalle de los versículos de este texto.
 Versículos 1 Jesús se fue al monte de los Olivos. Jesús vuelve a la soledad, espacio de
oración y encuentro con el Padre.
 Versículo 2 Regresa en la mañana. Se sentó y enseñaba. Los maestros enseñaban
sentados y los alumnos sentados a su alrededor escuchaban. En el templo se dedica a
enseñar, pone en práctica la pedagogía del amor y de la misericordia.
 Versículo 3 los maestros de la ley y los fariseos se presentaron con una mujer. La ley,
la autoridad y los que daban la línea a seguir
 Versículo 4 Maestro, esta mujer ha sido sorprendida cometiendo adulterio.
Reconocen a Jesús como maestro, es decir, con autoridad. ¿Qué tipo de autoridad?
 Versículo 5 En la ley de Moisés se manda que las mujeres deben morir apedreadas?
Colocan en un dilema a Jesús, enfrentarse con Moisés y con Dios, aquí está el centro
del problema. Cuando alguien es acusado a muerte, los testigos son responsables de la
primera piedra, con lo que quedan comprometidos con esa muerte (Lv 24,10-16;: Dt
17,2-7); es una nueva manera de garantizar que el testimonio sea verdadero y no cargar
con una sangre inocente en la espalda cuyo clamor sería escuchado por Dios1
 Versículo 6 Jesús se agachó y se puso a escribir con el dedo en la tierra. Buscaban
motivos para acusarlo. Es posible que Jesús se desatiende lo que le señalan,
seguramente ellos ya la habían condenado.
 Versículo 7 Como ellos insistían en preguntarle, Jesús se levantó y les dijo:
-Aquel de ustedes que no tenga pecado, que tire la primera piedra. Jesús se pone de
pie para interpelarlo, no para humillar, para mirar hacia adentro de la vida. El viaje al
centro de nuestra vida, al centro de nuestra historia personal.
 Versículo 8 Volvió a agacharse y siguió escribiendo en la tierra. Es un nuevo mensaje
que Jesús envía, sus gestos de agacharse y levantarse, es posible que nos invite a mirar
en profundidad lo que importa y lo que está fuera de la misericordia y de la
humanización.
La mujer no cuenta en este diálogo, solamente los hombres hablan, cuestionan y
condenan.
 Versículo 9 Al oír esto se fueron uno tras otro, comenzando por los más viejos… No
interesaba la mujer, tendieron una trampa a Jesús. Se fueron perdiendo en el espacio
de la intriga, la acusación, la inflexibilidad de la ley y la deshumanización. Jesús,
escucha en su silencio a la mujer, en cambio, los que hablan más de la cuenta y actúan
como jueces inmisericorde, quedan inmóvil en su conciencia y caminan con el peso de
un corazón de piedra que anula la vida y la vida en abundancia.
 Versículo 10 Jesús se levantó y le preguntó:
-¿Dónde están? ¿Ninguno de ellos se ha atrevido a condenarte?
Jesús se pone de pie, con este gesto, pone de relieve que la vida de esta mujer pecadora
le interesa. Es el encuentro entre dos persona, del cuestionamiento y la interpelación, se
pasa a la atención de la ninguneada y juzgada, de la trampa tendida y miserable a la
acogida y la misericordia.
 Versículo 11 11Ella le contestó: -Ninguno, Señor. El tribunal se queda sin argumentos,
se cae por su propio peso. De la palabrería, se pasa al silencio, quedan sin voz, la única
voz que resuena, es la voz del Maestro, la voz del Pastor que acoge con mano justa y
liberadora.
-Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar. Jesús, no aparece como
el Juez: él está lleno de Dios, lleno del amor del Padre, lleno de la justicia, lleno de la
misericordia que no tiene límites. Las palabras de Jesús, sanan, liberan, llaman al
cambio de vida e invitan a la conversión desde el corazón.
Preguntas para profundizar:
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¿Qué destacas o subrayas del texto?
¿Quiénes participan en este relato?
¿Qué rostros descubres en la lectura?
¿A los maestros de la ley y fariseos les interesaba la vida de la mujer?
¿Qué descubres en las palabras señaladas por los maestros de la ley y los fariseos?
¿Jesús se interesó por el tema de fondo?
MEDITACIÓN.- ¿Qué me dice o nos dice el texto para nuestra vida?
Este relato de la Palabra de Dios. ¿Qué caminos me quiere mostrar? Meditamos
con estas preguntas:
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¿Qué conexión con mi vida descubro en el texto?
¿Qué encontramos en común o diferente entre el texto y nuestra vida cotidiana?
¿Los problemas de ese tiempo, son los mismos problemas de nuestro tiempo?
Del listado de verbos (acciones) ¿Cuáles te ayudan en la vida cotidiana? ¿Qué acciones
significan signos de vida y dignidad? ¿Cuáles me muestran signos de muerte y
esclavitud?
¿Has vivido situaciones que buscaban castigo y sanción a otros y otras? ¿Has tenido
experiencias en que has actuado como juez?
En vida personal, familiar, comunitaria, social, política y del trabajo. ¿En qué lugar me
ubica el texto en esta hora de mi vida?
¿A qué me llama el texto? ¿En qué descubro que da sentido a mi vida?
¿Me he dejado llenar y abrazar por la Palabra de Dios?
¿Qué nos quiere infundir la Palabra de Dios? ¿Qué espiritualidad nos invita a vivir
Jesús? ¿Nos convoca a vivir la misericordia o el sacrificio? ¿La humanización y el
perdón?
ORACIÓN.- ¿Qué le respondo al Dios de la vida?
En los pasos anteriores (Lectura y Meditación) seguramente ha sido empapada con la
oración. Una actitud orante para leer la Palabra de Dios y un clima de oración para
escuchar la voz de la Palabra.
La actitud de oración debe ser realista, nada ingenua, y a eso se llega por la lectura. Debe
nacer de la experiencia de nuestra “nada”, y de los problemas reales de la vida, y a eso
llegamos por la meditación. Debe convertirse en una actitud permanente en la vida, lo
cual se va consiguiendo en la contemplación.
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Señor de la vida, abre mi corazón, para amar la vida, defenderla y protegerla.
Señor de cercanía y compañía. Ayúdame a caminar y entrar en el templo de la paz y la
justicia.
Ábreme el corazón y que no juzgue desde mis egoísmos y personalismos.
Cuántas veces he dejado en la soledad del dolor, del sufrimiento, la risa y la injusticia de
hombres y mujeres en mi familia, en la comunidad y en el trabajo. Señor, ayúdame a
vaciar mis egoísmos, intolerancia, envidias y maltratos a los demás.
Señor de esperanza, muéstrame caminos para cambiar de vida, abrirme a la conversión y
construir juntos a otros y otras la justicia, el respeto y la dignidad.
CONTEMPLACIÓN.- Deja que el Señor te hable y te ame
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La Palabra de Dios, se disuelve en mi vida cotidiana y empieza ser vida.
Me cambia para tener una nueva mirada, una nueva visión…
La Palabra de Dios, me ayuda a empezar a mejorar mi proyecto de vida.
Los acontecimientos de la vida y los grandes problemas de hora presente, los discierno a
la luz de Palabra de Dios.
Mi proyecto de vida se va llenando de inclusión, de pluralidad, de unidad en las
diferencias, de comunión y en libertad.
ACCIÓN.- Y ahora ¿Cómo hago vida esta Palabra?
“Como
la lluvia y la nieve caen desde el cielo, y sólo regresan allí después de empapar la
tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al que siembra y pan al que
come, así será la palabra que sale de mi boca: no regresará a mí vacía, sino que cumplirá mi
voluntad y llevará a cabo mi encargo. (Isaías 55,10-11)
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¿A qué acciones concretas me invita el Señor?
¿Qué frutos para la vida, para la solidaridad, para la justicia, la paz y la libertad?
ORACIÓN DE ENVÍO.Dios de cercanía y atento a la vida de los humildes,
Enséñanos a escuchar la vida de los que son invisibilizados,
Indigentes e ignorados.
Señor, escucha las palabras de los que no cuentan y desechables,
Los que claman al cielo.
Acoge sus gemidos, ábreles la vida y la esperanza,
Pon oído atento a sus pecados,
Cierra las puertas de un tribunal injusto,
E instala jueces con mano justa y misericordiosa, Amén