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La historia interminable de Michael Ende, por Pez Linterna
Pez Linterna · Wednesday, July 31st, 2013
Se robó un libro. Bastián no lo planeó. Él iba huyendo de un grupo
de niños que lo atacaban, entró a una vieja librería a refugiarse, y
terminó cometiendo también una infracción. No pudo evitarlo.
Estaba atraído por esas dos culebras que se mordían la cola. Lo
tomó al primer descuido del librero y huyó. Robar, en cualquier
lugar, es un delito. Está penalizado, aún y cuando tengas 12 años.
Incluso tratándose de un libro. Quizás, para algunos románticos,
un libro nunca se roba. El libro escoge al lector. En este caso, que
Karl Konrad Koreander, el mal humorado librero, conociera de
Fantasía no podía ser algo casual. Pero lo que viviría Bastián ese
día, era sin duda parte de la condena.
Entre los libros de ocasión que se encontraban en la misteriosa librería de Koreander,
La historia interminable sigue siendo actualmente una novela de culto. Fue escrita por
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Michael Ende, autor que empezaba a ser reconocido en la época por sus obras Jim
Botón y Lucas el maquinista y Momo, ambas merecedoras del premio de literatura
infantil y adolescente de Alemania, respectivamente. La historia interminable fue
escrita durante casi tres años en Genzano, una localidad de Roma, y publicada en
alemán en 1979. Merecedora del Premio Janusz Korczak, tuvo un vertiginoso éxito que
la llevó a ser traducida a otros 36 idiomas y reeditada infinidad de veces hasta la
actualidad. En español, Alfaguara es la editorial que posee los derechos, y ha variado
las portadas a cada nueva edición del libro. En todos los países
que se publicó, la edición solo mantenía una misma condición que
Ende concilió con su editor antes de editarla: el contenido del
libro se imprimiría a dos tintas, verde y rojo, señalando el cambio
de Fantasía al mundo real. Otras condiciones del autor que
surgieron en el proceso creativo fueron descartadas por el alto
costo de la publicación. Es por esta razón que las portadas no son
de cuero, ni tienen incrustaciones de madreperla y ni siquiera
tienen a las dos culebras.
La intención del autor era crear un libro con un formato similar al que se robaba
Bastián dentro de la historia. El libro que tiene el lector en sus manos es el mismo que
roba y lee Bastián dentro de la historia pero que, además, es el libro que contiene a
toda la nación de Fantasía entre sus letras. Puede parecer confuso, y mucho más
cuando desde el libro le piden a Bastián, este simple lector, que le otorgue un nombre
a la Emperatriz Infantil, alta gobernante de Fantasía, para evitar que la Nada acabe
con su mundo. Es decir, el lector comienza a ser un personaje más. En este caso,
Bastián debe enunciar… decir… dar un nombre. Bastián, que solo buscaba evadir su
sobrepeso, el bullying en el colegio, la pérdida de su madre y la mala comunicación
con su padre. Bastián quería salvarse en la lectura, pero la lectura lo reta, le pide que
los salve.
Es así como transcurre la primera parte de esta novela
fantástica, con Bastián acompañando con su lectura a
Atreyu, un joven guerrero de Fantasía, que transita
junto a su caballo —y luego con Fújur, el dragón de la
suerte— por todo el reino de Fantasía para descubrir
que la Nada está devorando sus tierras. Hasta que deja
de ser lector, le solicitan el nombre y Bastián forma
parte de la historia, del libro. En la segunda parte,
Bastián está dentro de Fantasía. Se apodera del Auryn, un amuleto mágico casi
indestructible como el anillo de Tolkien, capaz de crear y dar el libre albedrío a partir
de su inscripción al reverso: “Haz lo que quieras”. Esas dos víboras que lo atraían, una
de oro y otra de plata, que se enlazan mordiéndose la cola, son ahora su tesoro. Pero
también le otorgan libertad, responsabilidad y poder. Este adolescente ahora es libre
de hacer lo que quiera, incluso de olvidarse de su imagen en el espejo y de
transformarse en un personaje abusivo con el poder. Se verá flaco, se sentirá más
poderoso que Atreyu y querrá el poder como arma para cambiar su mundo. Bastián
busca palabras para organizar su vida y construir una identidad, y la fantasía es una
excusa simbólica para contar su historia. Bastián, finalmente, supera la libertad plena
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del Auryn y se reconcilia con su identidad, para poder dar el primer paso hacia la
juventud, revelándose ante las normas de su vida cotidiana.
Hay adaptaciones cinematográficas que intentaron rescatar el
espíritu de La historia interminable. La primera de las tres
películas que se realizaron, es un referente obligado en el
inconsciente colectivo de la generación de los ochenta. Es quizás,
también, la más fiel al libro. Y eso a pesar de que Bastián sea un
niño flaco, o que Fújur, el imponente dragón, tenga el rostro de un
tierno cachorro de peluche. Ende, ofendido ante la adaptación del
guión, pidió que lo sacaran de todos los créditos de la película,
manteniéndose únicamente como autor del libro. Denunciaba en
la película rasgos cursis y melodramáticos que no estaban en la
obra literaria. No por esto dejó de ser un éxito en taquilla. Suerte
que no tuvieron los siguientes dos intentos cinematográficos en su segunda y tercera
entrega, que fueron desafortunadas y devoradas por la Nada.
La historia interminable es una lectura imprescindible para los jóvenes. Un clásico del
género, sin fecha de caducidad, que reflexiona conceptos como el libre albedrío, la
Nada y la creación. Bastián robó un libro, pero se enfrentó a sus monstruos, a los
ajenos y defendió una nación con el don de su palabra. Descubrió la responsabilidad
de darle nombre a las cosas, obligándolo a formar parte de una historia. Al final de su
viaje, Bastián Baltasar Bux supo que crecer era dejar de huir, esconderse y sobrevivir,
y empezó a creer para evitar que la Nada lo consuma.
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on Wednesday, July 31st, 2013 at 10:00 am and is filed under
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