piano Katia y Marielle Labèque PIANOs Gonzalo Grau Raphaël Séguinier percusión batería Editado por Junta de Castilla y León Consejería de Cultura y Turismo Auditorio Miguel Delibes Av. Monasterio Ntra. Sra. de Prado, 2 47015 Valladolid T 983 385 604 [email protected] www.auditoriomigueldelibes.com Imprime: Gráficas Angelma Dep. Legal: Va-174/2012 Valladolid, España 2012 PIANO Katia Y Marielle Labèque pianoS — Gonzalo Grau percusión — Raphaël Séguinier batería · Katia y Marielle Labèque son Artistas en Residencia en el Auditorio Miguel Delibes Valladolid — domingo 26 de febrero de 2012 · 19.00 h sala de cámara. Auditorio Miguel Delibes PROGRAMA Parte I — Igor Stravinsky (1882-1971) Concierto para dos pianos (1935) Con moto Nocturno Cuatro variaciones Preludio y fuga — George Gershwin (1898-1937) Rhapsodie in Blue, para dos pianos –versión original G. Gershwin– — Parte II — Leonard BerNstein (1918-1990) West Side Story (1957) –arreglo para 2 pianos y 2 percusionistas de Irwin Kostal– Prologo · Jet Song · Something’s coming · Blues · Mambo · Cha Cha · Maria · America · I feel pretty · One Hand, One heart · Tonight · Somewhere · A boy like that · I have a love · Cool · The Rumble · Finale - Adagio “¿Nueva música? Al diablo, no ha habido nueva música desde Stravinsky”. Duke Ellington, en 1970, citado en Duke Ellington (1977), Jewell. Igor Stravinsky Oranienbaum, Rusia, 17-vi-1882; Nueva York, 6-iv-1971 Concierto para dos pianos (1935) La literatura pianística es generosa en la forma concertante para dos pianos: Bach, Mozart, Mendelssohn, Brahms, Bartók –incluyendo percusión como instrumento solista–, Poulenc e incluso Mahler compusieron conciertos para dos pianos y orquesta, por citar solamente a algunos de los compositores más representativos. No es tan habitual, en cambio, la forma concierto para dos pianos sin orquesta, pese a que el corpus para dos pianos o piano a cuatro manos sí es abundante, en la forma de transcripciones y obras originales para estas formaciones. Por ejemplo, el Padre Antonio Soler escribió seis conciertos para dos órganos o dos teclados y, ya en el siglo veinte, son numerosas las composiciones para esta formación a la que, pese a no contar con el apoyo orquestal, cuesta atribuirle el apelativo de “cámara” por la dimensión musical que posibilitan los dos instrumentos. Son bien conocidas las Variaciones sobre un tema de Paganini de Lutoslawsky, el Concertino de Shostakovich, las transcripciones de las Danzas sinfónicas op. 45 de Rachmaninov o su Rapsodia rusa y, mirando hacia España, las versiones para dos pianos de Triana –E. Granados–, Navarra –F. Marshall– y otras piezas de los cuadernos de Iberia de Albéniz que recientemente ha transcrito para dos pianos Joan Albert Amargós, por encargo de las hermanas Labèque. Igor Stravinsky decidió componer su Concierto para dos pianos –también conocido como Concierto para dos pianos solos o, en su nombre original en italiano, Concerto per due pianoforti soli– tras la creación de su Concierto para piano e instrumentos de viento. El interés por explorar las capacidades del piano como instrumento solista y la posible eventualidad de vivir en una ciudad en la que no hubiera orquesta residente, fueron las dos principales motivaciones del compositor ruso para escribir una de las obras que, junto a la Sonata para dos pianos, es considerada una de sus mejores composiciones del periodo neoclásico. El Concierto para dos pianos –tal y como se desprende de la conversación entre Stravinsky y el director americano Robert Craft para el libro Diálogos y un diario, 1963– es, según Stravinsky “seguramente mi favorito entre el conjunto de mi obra puramente instrumental”. Stravinsky inició la composición del Concierto para dos pianos el otoño de 1931, en Voreppe, inmediatamente después de haber finalizado su Concierto para violín, y no lo concluyó hasta el 9 de noviembre de 1935, quince días antes de su estreno. Tras haber compuesto el primer movimiento interrumpió la composición puesto que no podía “escuchar” el segundo piano. En sus propias palabras: “Toda mi vida he probado mi música mientras la componía, tanto para orquesta como para cualquier otra formación, a cuatro manos en un solo piano”. La particularidad del concierto para dos pianos no le permitía una prueba de este tipo, así que pidió a Pleyel construir un piano doble, en forma de caja con dos pequeñas colas en forma de triángulo. De esta forma “completé el Concierto en mi estudio Pleyel, testando auditivamente compás tras compás con mi hijo Soulima en el otro teclado”. La partitura original de la obra, editada por Schott, incluye como prefacio una nota introductoria firmada por el propio autor: “Este concierto fue interpretado por primera vez por mi y por mi hijo, Sviatoslav Soulima Stravinsky por primera vez en la Université des Annales en París en la Sala Gaveau, el 21 de noviembre de 1935”. Con este concierto, Stravinsky y su hijo Soulima realizaron una larga gira por Europa y Suramerica gracias quizás a la baja complejidad del montaje, sin orquesta, tal y como había vaticinado Stravinsky. A diferencia de un concierto para piano solista al uso, este concierto no contempla el desdoblamiento de las partes entre un piano solista y el otro piano acompañante –haciendo el papel sustitutivo de la orquesta–. Más bien estamos ante una obra a medio camino entre el concierto solista y una sonata a gran escala. En ocasiones los pianos dialogan íntimamente, mientras que en otras, se establece entre ellos un fuerte contraste. Gran parte del material que cada piano defiende en su parte es intercambiable con el del otro, en contraste con lo que sucedería si se tratara de una transcripción al uso de un concierto para piano y orquesta. Distribuido en cuatro movimientos: Con moto, Notturno-Adagietto, Quattro variazioni y Preludio y fuga –Preludio lento, Fuga a 4 voci–, Stravinsky tuvo en cuenta la tradición anterior. Prestó particular atención a las variaciones de Beethoven y Brahms mas, sin embargo, llama la atención el desconocimiento del compositor ruso del concierto para dos pianos de Bach. Aún así, las resonancias barrocas –propias del neoclasicismo en que se enmarca el estilo compositivo de Stravinsky en esa época– aparecen ya en el primer movimiento –que remite al primer movimiento de una sonata al uso– mientras que el segundo movimiento, Notturno-Adagietto, fue descrito por el propio Stravinsky como “no demasiada música nocturna como música para después de la cena, de hecho, un digestivo para los movimientos largos”, mientras que afirmaba que el primer piano era como una “bailarina representada por un clave”. Las variaciones están basadas en un tema que no aparece previamente sino en el último movimiento, Preludio-Fuga. De hecho, Stravinsky había previsto inicialmente situar en primer lugar el preludio y fuga previo a las variaciones, pero una vez acabada la partitura decidió invertir el orden. Se trata de unas variaciones que se diferencian por el uso de diferentes velocidades y líneas melódicas en diferentes octavas, para acabar con una práctica habitual en Stravinsky: un ostinato en intervalo de tercera. El último movimiento, por último, consiste en un preludio lento y una fuga a cuatro voces que finaliza con un fuerte fortissimo disonante que no se resuelve. George Gershwin Brooklyn, Nueva York, 25-ix-1898; Beverly Hills, California, 11-vii-1937 Rhapsodie in Blue, para dos pianos Versión original de G. Gershwin Resulta llamativa la sentencia de un caballero del jazz como Duke Ellington, en la que afirma que no existe “nueva música” después de Stravinsky –véase la cita que aparece al inicio de las notas–. Esta sentencia, personal si quieren, pero que invita a la reflexión, es idónea en un programa como el presente, en el que se pone en evidencia que la línea entre la revolución rítmica promovida por Stravinsky tras sus ballets El pájaro de fuego, La consagración de la primavera y Petrouchka y el Jazz, con sus ritmos sincopados, el swing y la improvisación, resulta muy delgada e incluso algo confusa. George Gershwin manifestó en The Composer in the Machine Age –1930– que “una composición entera escrita en jazz no podría vivir”. Son muchos los que han calificado su Rhapsodie in Blue como una obra de jazz. Probablemente inducidos a la confusión por los ritmos utilizados por Gershwin –que ciertamente imitan o sugieren el swing y el uso sistemático de un ritmo sincopado propio del jazz– y por el título algo malicioso con que el propio Gershwin quiso provocar esta confusión, muchos han considerado a Gershwin como un sinfonista de jazz. Una forma algo sui generis de rebajar su categoría. Nada más lejos de la realidad, Gershwin es ante todo, un gran compositor y, son de sobra conocidas las sugerencias de Maurice Ravel al compositor norteamericano al ser requeridas sus enseñanzas en composición: “yo no tengo nada que enseñarte, sigue con tu estilo artístico”. De forma habilidosa, Gershwin recreó el género jazzístico bajo las formas clásicas, utilizando los máximos recursos disponibles: trinos y glissandi en el clarinete, trompeta con sordina, ritmos sincopados y algunas notas propias del blues. El título, como decimos no es casual. La rapsodia remite a una forma típica del romanticismo, en la que la música fluye de forma libre y continua, enlazando temas sin relación entre ellos y sin aparente estructura –al contrario que la sonata–, mientras que el apelativo in blue sugiere un doble juego de palabras. Por una parte, remite al género blues, nacido de los cantos de trabajo y los negro spirituals de la comunidad afroamericana, en los tiempos de su esclavitud, que da forma al jazz. Por otra parte, in blue sugiere también un juego sinestésico propio de los simbolistas –tal y como hacía por ejemplo Debussy– y la atribución del color azul a la nostalgia y tristeza propia, por otra parte, del carácter originario del género blues. Sentencias como las de Leonard Bernstein –The Atlantic Monthly, 1955– son sintomáticas de un momento efervescente a nivel creativo: “La Rhapsody no es una composición. Es una sucesión de párrafos separados pegados entre sí con un poco de pasta hecha de harina y agua (…) No creo que haya habido un compositor de melodías tan inspirado desde Tchaikovski (…) pero si de compositores hablamos, entonces es otro asunto.”. Llama la atención que un compositor y músico de la talla de Bernstein sea capaz de emitir comentarios de este tipo, pero cabe decir que en algo estaba en lo cierto. La Rhapsody es precisamente una rapsodia por su condición de unir “párrafos” melódicos de forma sucesiva y sin relación alguna entre ellos y, aún más en lo cierto, la inventiva melódica de Gershwin es digna de envidia, como es evidente. La famosa Rhapsody in Blue, más conocida en su versión para piano y orquesta, fue originalmente compuesta para dos pianos y, posteriormente, para piano y Big Band –formación de vientos–. En esta formación se estrenó el 12 de febrero de 1924 en el Aeolian Hall de Nueva York, a cargo de la Jazz Band de Paul Witheman y el propio autor como solista. Pese a las susceptibilidades que generaba el hecho de que pudiera, aparentemente, mezclarse el Jazz con la música clásica, la obra tuvo un éxito arrollador en su estreno. La versión de la Rhapsodie in Blue para dos pianos, obviamente, no contiene el temido y esperado glissando del clarinete, pero éste está sugerido por una escala sutil que se ve completada con unos trinos que rápidamente sitúan al oyente en la atmósfera nocturna, nostálgica, jazzística... de las calles de una ciudad norteamericana a principios del siglo xx. Breve, con respecto a la gran cantidad de temas que llega a exponer en el tiempo que dura la misma –unos quince minutos aproximadamente–, la versión para dos pianos no desmerece las posteriores versiones para Big Band u orquesta, sino que más bien sugiere el ambiente de los locales en que el Jazz iba haciéndose hueco paulatinamente en los oídos de los norteamericanos. Leonard Bernstein Lawrence, Massachussetts, 25-iv-1918; Nueva York, 14-x-1990 West Side Story Comedia musical, arreglo para dos pianos y dos percusionistas de Irwin Kostal No hay que tener en cuenta la desafortunada sentencia que uno de los mayores directores de orquesta y compositores del siglo xx, dejó escapar sobre otro de los compositores más grandes del siglo pasado. A él se le atribuye también la siguiente: “Me gustaría oír a alguien de forma casual silbando algo compuesto por mí, en algún lugar, aunque sólo fuera una vez” –The Joy of music, 1960– y es probable que por aquel entonces no fuera consciente del tremendo éxito que su musical West side story había tenido y tendría en el futuro y de que su música se convertiría en uno de aquellos hits que uno puede silbar de forma casual y sin venir a cuento. La versión para dos pianos y percusión es original del especialista en Broadway Irwin Kostal, quién también ayudó a Leonard Bernstein en la orquestación del conocido musical. En dicha versión Kostal siguió las indicaciones de Bernstein y en ella la batería de jazz ocupa un lugar preponderante en el arreglo, sobre todo en aquellos pasajes más brillantes, como el Prólogo, el Blues, America, Keep Cool o The Rumble. En las danzas de origen latino –Mambo y Cha Cha– sin embargo, la variedad en la percusión se magnifica y se aprecian de forma evidente otros instrumentos que enriquecen la versión, como el triángulo, las maracas, las cajas o la pandereta. La versión está bien equilibrada, con momentos intimistas, como Maria o I Feel Pretty, en que la presencia de los percusionistas es más testimonial y los dos pianos toman protagonismo. Pero sea cual sea la forma en que se presente la música de Leonard Bernstein para esta historia de amor –inspirada en el inmortal ejemplo shakespeariano de Romeo y Julieta– lo cierto es que, más de cincuenta años después de su composición la música no ha perdido nada de su magia original y uno puede seguir vibrando con los ritmos jazzísticos, latinos y las melodías imperecederas de una obra también inmortal, como los grandes clásicos. El proyecto para el musical que acabaría llamándose West side story empezó a gestarse en 1949, cuando Jerome Robbins propuso a Leonard Bernstein y Arthur Laurents colaborar en una adaptación musical contemporánea de Romeo y Julieta. El proyecto, que Bernstein inicialmente visualizó como una ópera, no salió adelante hasta varios años después, en forma de musical, cuando, tras algunos retoques en el concepto original de la historia –introduciendo el factor latino, ausente en la idea original– West side story se estrenó finalmente en Broadway en 1957. Basada en un libro de Arthur Laurents, con música de Leonard Bernstein, letra de Stephen Sondheim y concepción y coreografía de Jerome Robbins, la obra vivió 732 representaciones antes de pasearse en gira por Estados Unidos. En 1961 se rodó una película musical dirigida por Robert Wise y el mismo Jerome Robbins, con Natalie Wood como protagonista, que ganó diez Oscars. En 1984 Leonard Bernstein dirigió musicalmente por primera vez la obra, en una grabación con grandes voces operísticas del momento, como José Carreras, Kiri Te Kanawa y Tatiana Troyanos. © Mercedes Conde Pons Directora de la Revista Musical Catalana. Katia Y Marielle Labèque pianos Las hermanas Katia y Marielle Labèque poseen un agudo contraste musical y forman un dúo con una gran comunicación, sincronización y energía. Recibieron sus primeras enseñanzas de la mano de su madre, la pianista italiana Ada Cecchi –antigua alumna de Marguerite Long–. La popularidad les llegó por su grabación a dos pianos de la Rhapsody in Blue de Gershwin –una de los primeras grabaciones de música clásica en conseguir un Disco de Oro–. Desde entonces han desarrollado una impresionante carrera. Han tocado con las orquestas más prestigiosas del mundo, como la Filarmónica de Berlín, Bayerischer Rundfunk, Sinfónicas de Boston y Chicago, Orquesta de Cleveland, Gewandhaus de Leipzig, Sinfónica de Londres, Filarmónicas de Londres y Los Ángeles, Filarmonia della Scala, Orquesta de Filadelfia, Staatskapelle de Dresden y la Filarmónica de Viena, bajo la dirección de S. Bychkov, C. Davis, C. Dutoit, J. E. Gardiner, M. Harth-Bedoya, K. Jarvi, Z. Mehta, S. Ozawa, A. Pappano, G. Pretre, S. Rattle, E. P. Salonen, L. Slatkin y M. Tilson Thomas. Han participado en los festivales del Musikverein de Viena, Hamburgo, Munich, Carnegie Hall, Disney Hall, Royal Festival Hall, La Scala, Berlin Philharmonie, Blossom, Hollywood Bowl, Lucerna, Ludwihsburg, Nueva York Mostly Mozart, BBC Proms de Londres, Ravinia, Ruhr, Tanglewood y Salzburgo. Obtuvieron un gran éxito en el Concierto de Clausura de la Filarmónica de Berlín, junto a la orquesta y S. Rattle en el Waldbühne, ante una audiencia récord de 33.000 espectadores. Interpretan música barroca con grupos como The English Baroque Soloists con J. E. Gardiner, Il Giardino Armonico con G. Antonini, Musica Antiqua Köln con R. Goebel y, Venice Baroque con A. Maron. Recientemente han realizado una gira con la orquesta The Age of Enlightement y S. Rattle. Han tenido el privilegio de trabajar con compositores como Louis Andriessen, Luciano Berio, Pierre Boulez, Philippe Boesmans, Osvaldo Golijov, György Ligeti, Olivier Messiaen. En noviembre 2011 estrenaron el Concierto para 2 pianos de Richard Dubugnon en Los Ángeles bajo la dirección de S. Bychkov, seguido de por conciertos en Paris con la Orquesta de Paris, y en Leipzig con la Orquesta Gewandhaus. Recientemente han sacado un Cd con una nueva versión de la Rhapsody in Blue de Gershwin y West Side Story de Bernstein, en su propio sello discográfico KML Recordings. –www.kmlrecordings.com–. Crearon su propia compañía discográfica para construir un puente que enlace los diferentes estilos de música y la creación contemporánea. También iniciaron la Fundación KML –www.fondazionekml. com– dirigida a fomentar la investigación y el desarrollo del repertorio de dúo de piano, a través de la fusión y reunión con artistas de todos los campos. En la actualidad están trabajando en un nuevo proyecto The minimalist Dream House inspirado en los conciertos de principios de 1961 de La Monte Young en el loft neoyorquino de Yoko Ono. Katia y Marielle Labèque y un grupo de amigos del mundo del rock y la música clásica se juntan para celebrar este revolucionario y nuevo movimiento y sus diversas áreas de influencia –www.labeque.com–. En España, Katia y Marielle Labèque son muy conocidas y admiradas, actuando con regularidad durante los últimos 20 años con las mejores orquestas, en los mejores festivales y ciclos de conciertos. Son Artistas en Residencia del Auditorio Miguel Delibes de Valladolid. En enero 2011 ofrecieron el Estreno en España de la obra Nazareno de Golijov/Grau junto a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, y el director Miguel Harth-Bedoya. La grabación de este concierto hecha por Deutsche Grammophon salió al mercado en diciembre de 2011. gonzalo grau PERCUSIÓN Inicia sus estudios musicales bajo la guía de sus padres Alberto Grau e Isabel Palacios a los tres años de edad. Realiza estudios musicales –clásicos y populares– en el Colegio Emil Friedman. A los trece años de edad ingresa en la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela como violoncellista y dos años mas tarde en la Camerata Renacentista de Caracas como miembro titular. Colabora como instrumentista con las más importantes agrupaciones corales de Venezuela y paralelamente a sus estudios musicales académicos continúa su desarrollo como ejecutante en diversos estilos populares. Con el tiempo Gonzalo Grau desarrolla habilidades como “multi-instrumentista” en instrumentos como el piano, cello, viola da gamba, cuatro, percusión y canto. En 1995 recibe una beca en el Berklee College of Music en la ciudad de Boston,USA, donde tres años más tarde terminaría sus estudios con el honor ‘Summa Cum Laude’ como pianista de jazz. Desde entonces ha sido parte de la vanguardia de la música latina, tocando y arreglando para una gran diversidad de agrupaciones y artistas entre los cuales podemos resaltar la Maria Schneider Orchestra, la Spanish Harlem Orquestra, Timbalaye, Mango Blue, las producciones La Pasión Según San Marcos y la ópera Ainadamar de Osvaldo Golijov, Rolando Villazón, Katia y Marielle Labeque y sus propios proyectos Plural y La Clave Secreta, agrupación nominada a los premios Grammy de la Academia –2008– en la categoría Mejor álbum tropical latino, por su producción independiente Frutero Moderno. Vive en la ciudad de Boston donde sigue su actividad como multiinstrumentista, arreglista, compositor y productor dentro de géneros como la salsa, timba, latin jazz, flamenco y clásico-crossover. Recientemente ha realizado dos producciones discográficas para el sello clásico alemán Deutsche Grammophon: la grabación en estudio de La Pasión Según San Marcos de Golijov, y México del tenor de ópera Rolando Villazón. También ha producido las grabaciones de Mango Blue, West Side Story con las hermanas Labeque, y Nazareno con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Como compositor ha sido comisionado por la Orquesta Sinfónica de Atlanta para la temporada 2008, por la Orquesta Sinfónica de Chicago para la serie MusicNow 2008, y por la Orquesta Filarmónica de Brooklyn para el Nuevo Latino Festival 2009. En 2010 escribe Nazareno, suite para dos pianos y orquesta inspirada en La Pasión Según San Marcos de Golijov, encargada por las pianistas Katia y Marielle Labeque y estrenada en enero del 2010 por la Orchestre de Paris. En el mismo año, la International Bach Academy le encarga un oratorio para coro de voces mixtas y orquesta sinfónica titulado Aqua, estrenado en agosto del 2011 en Berlín, Caracas y Stuttgart, con la Orquesta Juvenil de Alemania y la Schola Cantorum de Caracas. Con dicha obra, Gonzalo recibió el premio Compositor de Europa 2011 [Europäische Komponistenpreis 2011], otorgado por el Young Euro Classic Festival, en Berlín. Raphaël Séguinier batería Nació en 1979, y empezó a tocar la batería de forma autodidacta a los quince años, después de estudiar piano durante cuatro años. Influenciado por la escena indie/noise/postrock –Fugazi, Mogwai, Sonic Youth…–, toca en diversos grupos, creando y auto produciendo sus proyectos musicales, así como actuando en toda Europa. Su interés se dirige hacia la improvisación y la música experimental y decide unirse a Collectif Zazen en 2003. Colabora con músicos de todos los ámbitos como el jazz, hardcore, música electronica, tradicional, y graba numerosos discos con ellos. En 2005, se traslada a París, donde empieza su carrera profesional como batería de estudio. Al mismo tiempo realiza giras internacionales con artistas como Nouvelle Vague, Emile Simon, Chocolate Genius, Cocoon o Saul Williams. En 2010, Katia Labèque le llama, primero para unirse al proyecto B for Bang, y posteriormente para grabar junto a ella y su hermana Marielle, la obra West Side Story en la versión para pianos, batería y percusión. También forma parte de su proyecto The Labeques Minimalist Dream House. Actualmente ha formado un nuevo grupo con David Chalmin –Red Velvet, Dimension X, B for Bang– y Massimo Pupillo –ZU, Dimension X, B for Bang–, y un proyecto de improvisación de batería/ electrónica con el productor francés Villeneuve. Próximos programas Orquesta Sinfónica de Castilla y León Valladolid Extraordinario Jóvenes Intérpretes Jueves 8 de marzo de 2012 20.00 h · Sala Sinfónica — SALAMANCA ABONO OSCYL 3 Viernes 9 de marzo de 2012 20.30 h · CAEM Salamanca Auditorio Miguel Delibes VALLADOLID en familia Sábado 3 de febrero de 2012 12.30 h · Sala Sinfónica ELENA FRUTOS OSCYL Banda de música de Arroyo de la Encomienda Julio Vicente Perpiñá JOSÉ MArÍA VILLEGAS Belén Otxotorena PIANO NARRADORA IGNACIO SOLER KATIUS, La niña del arroyo ALEJANDRO POSADA director PIANO fagot Obras de F. Mendelssohn, S. Rachmaninov y C. M. von Weber Valladolid ABONO OSCYL 12 Jueves 15 y viernes 16 de marzo de 2012 · 20.00 h Sala Sinfónica Lionel Bringuier director Nicholas Angelich PIANO Obras de J. Brahms director delibes+ Sábado 3 de marzo de 2012 · 22.00 h Sala Teatro Experimental Delafé y las flores azules GRUPO INVITADO delibes+ Viernes 9 de marzo de 2012 22.00 h. · Sala Teatro Experimental Joe Lovano europa quartet Danza Sábado 10 de marzo de 2012 20.00 h. · Sala Sinfónica Compañía Nacional de Danza Holberg Suite Scarlatti, Pas de Deux Walking Mad Cámara Domingo 11 de marzo de 2012 19.00 h. · Sala de Cámara Ensemble Vallmont Obras de L. van Beethoven y E. W. Korngold HOY MUERO VIERNES Cámara Domingo 4 de marzo de 2012 19.00 h. · Sala de Cámara PIANO Domingo 18 de marzo de 2012 19.00 h. · Sala de Cámara Yuja Wang Conjunto Ynstrumental Obras de S. Rachmaninov, Obras de I. Márta, N. Westlake, T. Takemitsh, G. Fitkin y J. Cage L. van Beethoven, A. Scriabin, G. Fauré, C. Debussy, I. Albéniz y M. Ravel piano CÁMARA ––– Jueves 26 de abril de 2012 Sala sinfónica · 20.00 h · 70 / 60 / 45 / 30 / 20 € Anne-Sophie MUtter VIOlÍN Daniel Müller-Schott Lambert Orkis violonchelo PIANO Ludwig vOn Beethoven 1770–1827 Piotr Illich Chaikovski 1840–1893 — — Trío con piano n.º 7 en Si bemol mayor, op. 97, “Archiduque” Trío con piano en La menor, op. 50, “A la memoria de un gran artista” www.auditoriomigueldelibes.com