Políticas comerciales y tipos de cambio

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• POLÍTICAS COMERCIALES, ARANCELES Y OTRAS RESTRICCIONES AL COMERCIO.
• EL DEBATE LIBRE COMERCIO/PROTECCIONISMO.
• EL SISTEMA GATT Y SUS AMENAZAS.
• TIPOS DE CAMBIO.
• MERCADOS DE DIVISAS Y SISTEMAS CAMBIARIOS.
11. POLÍTICAS COMERCIALES, ARANCELES Y OTRAS RESTRICCIONES AL COMERCIOO
• Explicación de las ganancias del comercio internacional utilizando el equilibrio parcial.−
Hemos visto hasta ahora las razones comerciales para defender el libre comercio. Sin embargo, en la realidad
el librecambio ha encontrado muchas dificultades. En este tema nos ocuparemos de ese debate.
Veamos las ganancias del comercio internacional, pero utilizando ahora las herramientas de equilibrios
parciales o análisis de un mercado de un bien concreto. En cambio, en el tema anterior considerábamos las
interdependencias que originaban la asignación de los recursos a la producción de dos bienes y su repercusión
en la economía mundial, lo que se llama análisis de equilibrio general.
Recordemos que la curva de demanda de un bien nos indica la cantidad que los consumidores desean comprar
para cada precio. En la figura 1. a), si el precio es Pm adquirirán Qm, siendo el excedente de los consumidores
el área ZPmM. Las reducciones de precios benefician a los consumidores. Así, si el precio baja a Pw, el nuevo
excedente sería ZPwW, con lo que observamos que el excedente aumenta en el área sombreada PwPmMW.
Recordemos también que el excedente del productor, para un precio Pm, venía dado por el área DPmE. Y si el
precio del mercado baja a Pw, el excedente del productor se reduce en el área sombreada PwPmEF, figura
1.b).
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En la figura 2ª, se dibujan las curvas de demanda y oferta del bien Y en el mercado del país A (recordemos
que tenía ventaja comparativa con el X), en ausencia del C.I. el precio sería PaA (Precio de autoarquía). Si
este país se abre al C.I. y el precio del bien Y en el mercado mundial es Pw, ese será ya el precio al que
pueden comprarlo los consumidores del país A, que adquirirán la cantidad DAW, mientras que los
productores nacionales sólo venderán SAW, siendo la diferencia importada.
Podemos observar que en comparación con la autoarquía, el excedente de los consumidores de ese país
aumenta en la suma de las áreas F+G, y el excedente de los productores disminuye en el área F, luego el
efecto neto positivo para el país es el área G.
Obsérvese que esa ganancia es mayor cuanto mayor es la diferencia entre el precio nacional y el mundial, con
lo cual coincide con las conclusiones obtenidas en el tema anterior. En general el caso del país A sería el de
cualquier país que no tuviera ventaja comparativa con un bien.
En la figura 2b, representamos la oferta y la demanda del bien Y en el país B (que era el país que tenía ventaja
comparativa con ese bien Y). El precio de autoarquía en ese país PaB, estaría por debajo del precio mundial
del bien PW. Si ese país se abre al C.I. ese será el nuevo precio al que pueden venderlo sus empresas.
Como los consumidores de ese país, sólo demandarán DBW, el resto hasta SBW se exportará; es decir las
exportaciones serán SBW − DBW.
En comparación con la autoarquía, los consumidores del país B ven reducido su excedente en H+I, mientras
que los productores ven incrementado el suyo en H+I+J, luego el efecto neto positivo para ese país es el
aumento de excedente dado por el triángulo J.
Vemos como los dos países obtienen ganancias con el C.I.
Observese que el mercado mundial estaría en equilibrio ya que al país mundial PW la cantidad importada por
el país A, iguala a la exportada por el país B.
1.2.− Aranceles. Efectos.
Un arancel es cualquier impuesto que recaiga sobre los productos importados. Se introduce así una
discriminación de productos según su origen. Los productos nacionales obtienen así un margen de protección.
Supongamos el caso de un país pequeño (para que una variación de sus importaciones de un bien no afecten al
precio mundial de ese bien). Sean sus curvas de Oferta y Demanda las de la figura 3.
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D' D'
DODO
Pc
Pa
P'
PW+t A
t
A B C D Pw
PW
Q2 Q'2 Q'1 Q1 Q''1 Q2 Q'2 Q'1 Q1
Figura 3 (aranceles) Figura 4 (cuotas)
En autoarquía el precio sería Pa y la demanda QA. Si se abre al mercado mundial es PW, ese país importaría
la cantidad de Q1 − Q2.
Si ahora su gobierno establece un arancel de t bien disminuirían Q'1 − Q'2 con lo cual el excedente de los
consumidores disminuye en la suma de las áreas A+B+C+D. Las empresas del país aumenta el excedente de
los productores en el área A y el gobierno obtiene el área C por el arancel, pero las áreas B y D, se pierden sin
que nadie las gane, luego el efecto neto del arancel es negativo. El arancel produce distorsiones de dos tipos:
• Ineficiencia en la producción: Se pone de manifiesto por el área B, el arancel permite a las empresas
nacionales aumentar la producción a costes superiores a los necesarios en la economía mundial. P.E.
si el precio de un producto fuera de 15 $, un arancel de 10 $ haría subsistir a las empresas de ese país
con unos costes unitarios de 15 $.
• Ineficiencia en el consumo: Se pone de manifiesto por el área D. El arancel está desplazado del
mercado o consumidores, que estarían dispuestos a pagar lo que de verdad costaría ese bien (el precio
mundial), pero que no sean pagar el sobreprecio, por lo que sus disponibilidades monetarias las
desvían a otras.
1.3.− Restricciones cuantitativas al comercio: Cuotas y VER.
Un caso de restricción cuantitativa es la cuota o contingente: Consiste en indicar por un gobierno el volumen
máximo a importar de un bien durante un año.
Otro caso de restricción cuantitativa es la VER (Voluntari−Export−Restraint) restricción voluntaria al
comercio. También se cita el volumen máximo a importar, pero se hace de manera negociada o voluntaria, es
decir con consentimiento de los exportadores hacia el mercado en cuestión. P.E. Las restricciones de ventas de
automóviles japoneses a USA en los años 80.
El efecto final es muy parecido al de un arancel. En la figura 4, si no hubiese Cuota o VER, la cantidad
importada sería Q1 − Q2. Al fijarse la cantidad máxima a importar Q'1 Q'2, se origina una escasez de
productos que hace que el precio suba hasta P' que permite a los extranjeros vender a un precio superior al
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lineal.
El área A es la transferencia de los consumidores a productores extranjeros (En cambio con los aranceles, esa
área se lo lleva el gobierno).
Existen otras diferencias entre las Cuotas y los Aranceles. Si aumenta la demanda nacional sujeto a arancel,
aumentarían las importaciones hasta Q''1 , pero no varia el precio (si el país es pequeño). En cambio si existe
Cuota, aumentaría la escasez y eso hará que suban los precios.
Otra diferencia entre Cuota y Arancel es de cara a la política de la competencia: Supongamos que hubiera una
sola empresa nacional que fabrica un bien sujeto a arancel, y quisiera subir el precio a Pa; esa empresa
monopoliza o no, no vendería nada, ya que sucede que aumenta la cantidad importada (En la figura 3, toda la
cantidad O − Q'1 sería importada). Luego con el arancel se limita el poder de mercado de las empresas
nacionales, al tener que competir con el resto del mundo.
En cambio con una Cuota, si la empresa nacional sube el precio a PA al estar limitada a la Cuota la cantidad a
importar, podrá vender parte de la demanda del mercado a ese precio (la otra parte será la cuota importada).
Es decir la cuota permite retener parte del poder del mercado de las empresas nacionales.
1.4.− Subsidios a la exportación.−
La subvención de las exportaciones pretende apoyar a las empresas nacionales en los mercados
internacionales.
1.4.− Subsidios a la exportación.−
La subvención de las exportaciones pretende apoyar a las empresas nacionales en los mercados
internacionales. Pese a que se considera una «práctica desleal» y los convenios internacionales la limitan,
reaparece en formas indirectas (por ejemplo, como política tecnológica mediante subvenciones a la
investigación necesaria en sectores orientados esencialmente a la exportación).
El análisis tradicional de sus efectos se muestra en la Figura. En ausencia de subsidios, al precio mundial de
libre comercio, PW. = 100, el país exportaría la diferencia entre 500 − 400 = 100 unidades. En un país
pequeño, un subsidio de 50 pesetas por unidad exportada significa que las empresas nacionales percibirán 150
pesetas por cada unidad que vendan en el extranjero, y por ello sólo estarán dispuestas a vender en el mercado
nacional si es al mismo precio (este efecto no aparecería si se tratase de un subsidio por cada unidad
producida, en vez de por cada unidad exportada). Ello retrae las compras de los consumidores nacionales.
El resultado es que de las 520 unidades que ahora se producirán, sólo 380 se venden en el país, mientras que
140 se exportan. Los perdedores son claramente los consumidores nacionales, que en reducir su excedente en
la cuantía de la superficie, A + B, y el estado que tiene que desembolsar una cantidad equivalente a B + C + D
(50 pesetas por cada una de las 140 unidades que ahora se exportan): mientras que mejoran los productores,
cuyo excedente aumenta en A + B + C. El efecto neto es: − (A + B) − (B + C +D) + (A + B + C) = − D, que
representan unas pérdidas de eficiencia en el consumo y la producción, respectivamente.
Si el país fuese «grande», la relación de intercambio se vería alterada por el subsidio, pero en contra de] país
que lo aplica, ya que el aumento en la cantidad exportada neta tendería a deprimir el precio de] artículo
exportado en el mercado mundial. Este efecto agravaría los perjuicios del subsidio.
A pesar de estos perjuicios las peticiones y tentaciones de subsidiar la exportación son visibles. ¿Por qué?. El
subsidio contribuye a aumentar la cuota de mercado de las empresas nacionales en el mercado mundial. Este
es su atractivo inmediato.
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PRECIO BIENESTAR NACIONAL
S
PW + subsidio
(150)
PW = 100 A B C D
140
380 400 500 520 CANTIDAD S* SUBSIDIO
(a) (b)
En mercados de competencia imperfecta, en los que se obtienen beneficios derivados del poder de mercado
(llamados en la jerga a veces «beneficios extraordinarios» o «rentas»), disponer de una cuota de mercado
mayor significa apropiarse una fracción más elevada de estos beneficios en detrimento de las empresas rivales
de otros países.
Esta es la base de la nueva argumentación en defensa de los subsidios a la exportación: si sus efectos
afectasen al bienestar global del país de la forma que muestra la Figura 6, se trataría de aplicar un «subsidio
óptimo», S*, lo suficientemente elevado como para llegar a obtener una ventaja frente a los competidores
extranjeros en términos de cuota de mercado, y lo razonablemente bajo para que su coste no llegase a
desbordar sus ventajas.
1.5.− Otras barreras arancelarias.
Bajo la denominación genérica de barreras no arancelarias (NTB) se incluye un amplio arsenal de medidas o
instrumentos, distintos de los aranceles, que producen el efecto de favorecer a los productos nacionales de¡
país que las impone. Su variedad es a veces un reto a la imaginación.
Las normativas de requisitos técnicos o sanitarios son buenos ejemplos. Son disposiciones cuya finalidad
declarada es la «garantía de calidad» de los productos alegando preocupaciones bien vistas en la opinión
pública, como la defensa de los consumidores, la salud pública o el medio ambiente. Pero eligiendo
«astutamente» los detalles de las especificaciones técnicas se produce el efecto de dejar fuera de mercado, o
imponer costes adicionales a productos extranjeros. Por ejemplo, la composición de arcilla de los ladrillos,
que requiere alguna legislación francesa, deja fuera a los ladrillos españoles e italianos. Los estándares de
calidad de algunos aparatos electrónicos en Alemania estaban hechos a medida de lo productos autóctonos.
Alterando ligeramente las cantidades o condiciones de algunos productos en las conservas (siempre apelando
a motivos sanitarios, por supuesto) se puede alejar de mercado nacional, al menos un tiempo un competidor
molesto. Y así sucesivamente.
Las normas meramente burocráticas son otra forma de barrera no arancelaria. Las formalidades aduaneras
pueden complicarse hasta hacer perder en tiempo la ventaja de coste.
Se puede obligar, como hizo Francia con los vídeos japoneses, a que la entrada en el país se produzca
precisamente en un (pequeño) puesto fronterizo (alegando por ejemplo instalación del «adecuado equipo
técnico»). Tratar de sistematizar la posibilidad de trabas administrativas es tan difícil como limitar la
imaginación de los burócratas en este campo (se diría que en él tienen su ventaja comparativa).
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Las políticas de compras públicas o adjudicación de obras y contratos públicos, es otra vía. A la hora de
adquirir una flota de coches oficiales o de un pedido de equipo informática para las administraciones públicas,
por ejemplo, el origen nacional puede ser un factor importante, de forma declarada o encubierta (y de forma
legal, legal o alegal, según los casos).
Los aspectos monetarios y financieros de las transacciones pueden asimismo tener consecuencias comerciales.
Por ejemplo, los controles de cambios de divisas pueden dificultar conseguir financiación o medios de pago
para las importaciones de algunos productos, u obligar a gravosos depósitos previos, que reducen el atractivo
de adquirir al exterior.
Un carácter especial tienen las alteraciones de los tipos de cambio. Las devaluaciones, por ejemplo, pueden
servir para ganar competitividad, como veremos. Aunque los acuerdos internacionales han tratado de imitar
las alteraciones de las paridades de monedas a los, casos en que haya razones económicas sólidas, no es
infrecuente que se discutas tal o cual devaluación ha sido «competitiva», es decir, generada con el fin básico
de mejorar la competitividad frente al extranjero, tanto encareciendo los productos importados como
abaratando las exportaciones nacionales.
2.− El debate libre comercio versus proteccionismo.
Tanto las teorías clásicas como las modernas del comercio internacional han generado considerables debates
acerca de las ventajas relativas del libre comercio y de la protección.
No se trata generalmente de elegir entre comercio o autarquía, sino de discutir si en qué casos y qué tipo
concreto de limitaciones o restricciones pueden eventualmente mejorar los resultados del libre comercio. Ya
se ha insistido en la tradición antiproteccionista de la profesión económica. Cuando las nuevas teorías
reivindicaron el papel central de la competencia imperfecta, economías de escala y diferenciación de
productos pareció que se abrían nuevos frentes con un sesgo pro−proteccionista. Pero la lectura proteccionista
de los nuevos enfoques no resultó tan sólida, y ante el peligro de generalizar argumentos sutiles que requieren
amplia, precisa, y fiable información acerca de múltiples aspectos de la estructura del sistema económico, hoy
el mensaje mas sensato parece ser que, aunque conocemos las limitaciones teóricas del libre comercio, éste
sigue siendo la referencia más válida de la que partir al discutir el sistema comercial más deseable.
Pasaremos revista sucintamente a los tipos de argumentos más relevantes en la polémica:
2.1.1.− Desplazar la relación de intercambio o argumento del poder de mercado.
Entre los efectos de un arancel ya vimos que estaba, en el caso de un país grande. la mejora en la relación real
de intercambio (precios de exportación / precios de importación) derivada de la presión a la baja sobre el
precio mundial del artículo importado que supone la reducción de las importaciones del país que impone el
arancel. Este argumento es válido en la medida que las compras del país que lo utiliza sean lo suficientemente
significativas como para afectar sensiblemente a los precios en los mercados mundiales, es decir, que se trate
de un país «grande», en sentido económico, con poder de mercado.
Este argumento tiene una variante moderna basada en el poder de mercado que confiere la diferenciación de
productos. Recordemos que la ausencia de poder de mercado (competencia perfecta) se da cuando una
empresa no puede elevar el precio porque la respuesta de los consumidores sería acudir a otro de los múltiples
proveedores que ofreciese idéntico artículo: esto deja de ser así cuando no existen proveedores alternativos
(monopolio) o existen pocos (oligopolio), o los productos que ofrecen no son «idénticos» desde la perspectiva
del comprador; por tanto, la diferenciación de producto ofrece poder de mercado (como revelan los spots
publicitarios basados en que «aunque el producto Y es algo más barato yo sigo utilizando X»). Esta cierta
capacidad de incidir sobre el precio (poder de mercado) mediante un arancel está abierta así incluso a un país
«pequeño» en los casos de productos diferenciados.
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2.1.2.− Industria naciente.−
Los momentos iniciales en que emerge una industria o actividad en un país pueden verse comprometidos si
esa industria nacional «naciente» se ve sometida a la pura competencia de otras empresas ya «maduras»
extranjeras. El gobierno protegería a la industria naciente hasta que su consolidación le permitiera competir en
condiciones de «igualdad».
Esta argumentación fue utilizada por las jóvenes naciones del siglo XVIII y XIX, entre ellas Estados, Unidos,
Alemania y Canadá. Naturalmente, los problemas vienen no solo al analizar por qué razones una industria
naciente puede verse en inferioridad de condiciones frente a la competencia extranjera: comercialización y/o
imagen, economías de escala o learning by doing (aprendizaje mediante la práctica) y sobre todo y en
cualquier caso, cómo saber cuándo la industria naciente «ha crecido» para retirarle la protección, por no
hablar de qué hacer si la industria nunca acaba de crecer lo suficiente o se revela ineficiente a nivel mundial.
Además, siempre quedaría la duda acerca de hasta qué punto la misma protección podría contribuir a «relajar»
a las empresas nacionales, al salvaguardar as e la presión directa de la competencia internacional.
Para aplicar este argumento hay que efectuar una evaluación, de cuáles son las industrias en las que el país
tendría competitividad en el futuro; un aspecto polémico es: ¿estamos seguros de que la administración lo
puede hacer mejor, por ejemplo que el mercado de capitales, decidiendo qué actividades merecen
financiación?.
Si el mercado de capitales tiene «fallos» que lo alejan de la eficiencia a largo plazo, el argumento acaba
siendo una versión del caso más general de distorsiones o imperfecciones de, los mercados.
Una situación en la que se considera aplicable el argumento se refiere a la de c6nflicto entre la ventaja
comparativa (eficiencia) y learning−bv−doing.
Coste medio o unitario
BCA
1º País
2º País
Q1 Q2 Q, cantidad acumulada
(experiencia)
En la Figura se muestran las curvas de aprendizaje de dos países: muestran cómo se va reduciendo el coste por
unidad a medida que se acumula experiencia (medida en el eje horizontal como Q, unidades producidas desde
que se inició la actividad). La curva más elevada suponemos que corresponde al primer país que inició la
producción, mientras que la más baja corresponde al que se plantea entrar. Para cada nivel de Q, el segundo
país tiene ventaja sobre el primero.
Pero de hecho el primer país ha acumulado hasta hoy una experiencia Q, y tiene un coste unitario hoy
representado por el punto A, mientras que el segundo país si entra inicialmente, se situaría en torno al punto
B, incurriendo en un coste superior. Si ésta fuese la situación, tendría sentido «proteger» a la industria
(naciente) del segundo país hasta que llegase al menos al punto C. La justificación radicaría en evitar que una
ventaja meramente temporal (cronológica si se quiere) no impidiese el aprovechamiento de la mayor
eficiencia. Podemos preguntarnos: ¿es el Airbus uno de esos casos?, y si es así, ¿hasta cuándo requerirá
protección?
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2.1.3 Protección frente a las importaciones como promoción de exportaciones
Asegurar una parte sustancial del propio mercado a las empresas nacionales puede permitir a éstas el
aprovechamiento de las economías de escala y, por lo tanto, la consecución de unos costes unitarios bajos que
conviertan a esas industrias en potenciales exportadoras.
2.1.4 Políticas antidumping
Se trata de adoptar medidas de protección para hacer frente a la práctica desleal por parte de empresas
extranjeras llamadas dumping, que recordemos consiste en vender en los mercados exteriores a precios
inferiores al del propio mercado, e incluso a veces inferior al coste, durante un cierto tiempo.
En principio, el dumping, al disminuir el precio parece beneficiar a los consumidores de los países
importadores. El problema surge a L/P, ya que puede llevar a la quiebra a la industria nacional, que no puede
competir a esos precios, quedando luego el mercado de ese país a merced de los precios más altos que fijen las
empresas extranjeras, cuando tengan el control.
Los problemas de las medidas antidumping son de definición y de información: ¿Incluye el precio un
margen de beneficio razonable? ¿Cuáles son los verdaderos costes de producción de las empresas
extranjeras?, etc.
2.1.5 Defensa frente a los bajos salarios
Algunas protecciones son la respuesta, frecuentemente esgrimida, al dumping social que efectuarían países
que producen a bajo coste gracias a los bajos salarios o condiciones laborables mínimas. Cuando los
productores de la Unión Europea se enfrentan a los del sudeste asiático, este argumento es habitual.
Al margen de los argumentos mencionados, en el proceso de toma de decisiones sobre políticas comerciales,
los elementos de presión de grupos de intereses políticamente organizados tienen un importante papel. Por
ejemplo, una política de libre comercio puede tener efectos netos positivos, pero si se perjudica a un
determinado grupo de productores con mucho peso político, posiblemente no se lleve a cabo, en defensa de
sus intereses.
33. EL SISTEMA GATT Y SUS AMENAZASS
3.1 Introducción.− El GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) tiene su origen en 1947, cuando un
grupo de países se reunieron en Ginebra para negociar la reducción de aranceles. Hay que tener en cuenta que
en aquellos momentos, aunque existía una cierta libertad de comercio, no se había consolidado ninguna
institución que coordinara o fomentara avanzar hacia el libre comercio, objetivo difícil en aquella época, dado
que la realidad estaba plagada de trabas al comercio.
El GATT tenía como objetivo la concesión de acuerdos recíprocos y mutuamente ventajosos, dirigidos a la
sustancial reducción de aranceles y otras barreras al comercio, y a la eliminación del tratamiento
discriminatorio en el comercio internacional. En concreto, se basa en la concesión recíproca por parte de sus
miembros de la cláusula de nación más favorecida; los países se comprometen a extender a todos los
firmantes cualquier concesión comercial efectuada a uno de ellos.
Luego, el sistema de comercio que planteaba el GATT tenía tres rasgos básicos: unilateralidad, no
discriminatorio, y recíproco. Este último instrumento de reciprocidad ha sido clave para el caminar hacia el
libre comercio, pues los intereses de los exportadores contrarrestaban las presiones, en sentido opuesto, de las
empresas que competían con las importaciones.
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3.2 Rondas de negociaciones: Valoración.−
En las cinco primeras rondas de negociación desde 1947, aunque se consiguieron algunas reducciones
arancelarias, éstas eran negociadas producto a producto. Fue en la Ronda Kennedy (1964−1967) donde ya se
reducen los aranceles globalmente en un porcentaje significativo (y no producto a producto) y, además, se
introdujeron nuevas cuestiones, como las agrícolas y las barreras no arancelarias.
Haciendo una valoración global hasta la Ronda Uruguay (1986−1994), los países industrializados redujeron
los aranceles a un nivel medio muy moderado, del 6 al 7% de productos manufacturados. Sin embargo,
subsistían restricciones en sectores específicos importantes, como la agricultura y los textiles, mientras que
otros ámbitos como los servicios y propiedad intelectual quedaban fuera de acuerdos.
Cuando se firmó en 1994 la Ronda Uruguay por 125 países, que entró en vigor en 1995, se avanzó bastante en
la liberación del comercio internacional, al haberse incluido nuevas áreas y haberse clarificado muchas reglas
y procedimientos en el ámbito de las relaciones comerciales internacionales.
Además, se crea la OMC, que desde 1995 sustituye de manera institucional al propio GATT. La OMC
constituirá un foro donde se resuelva las disputas comerciales entre países integrantes.
Como valoración global de la Ronda Uruguay hay que considerar dos perspectivas:
• Por una parte, se trata de un acuerdo que más que producir beneficios tangibles inmediatos, mejoró el
clima de las relaciones económicas internacionales en términos de expectativas y oportunidades. El
FMI estima una ganancia derivada de este acuerdo de un 1% del PIB mundial.
• Por otra parte, no se puede considerar a este acuerdo como el triunfo del libre comercio, ya que tiene
más de 500 páginas con excepciones y salvaguardas. Pero de no haberse firmado, hubiera habido un
retroceso hacia posiciones proteccionistas, por lo que el hecho de haberse firmado ya tiene un valor
intrínseco. Ha supuesto una reducción de los aranceles a un nivel medio del 3,9% (sólo Australia y
Nueva Zelanda lo tienen más elevado), y las franquicias arancelarias afectan al 43% de las
exportaciones de los países desarrollados.
Por sectores destacan los acuerdos para productos agrícolas y textiles, que hasta entonces habían sido
problemáticos en el comercio internacional. En el caso de los productos agrícolas, los países industrializados
habían venido aplicando políticas proteccionistas, lo que había originado fricciones entre USA y la UE, y
quejas de terceros países, ya que el proteccionismo agrícola había generado muchos excedentes, que al ser
llevados a los mercados mundiales a precios subvencionados, distorsionaban el precio mundial, perjudicando
a los países productores más eficientes. El acuerdo de la Ronda Uruguay compromete a los países
desarrollados a reducir las subvenciones a la exportación en aproximadamente 1/3 en el plazo de 6 años.
También destaca la incorporación de nuevas áreas de mucha importancia, como los servicios, que en la UE
representan la mitad del PIB; los servicios financieros, de seguros y de telecomunicaciones, representan
actualmente un 20% del comercio internacional. Tras la firma del acuerdo, se trata de aplicar los principios de
mercados abiertos y la cláusula de nación más favorecida al comercio de servicios.
3.3 Amenazas al sistema GATT/OMC.−
Vamos a ver dos tipos:
3.3.1 Regionalismo
El GATT admite los acuerdos regionales en forma de áreas de libre comercio y uniones aduaneras. Este
fenómeno, al que hemos hecho mención en el tema anterior, constituye una excepción al criterio de no
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discriminación, ya que la limitación de aranceles y otras barreras sólo afecta a los socios del acuerdo regional.
Estos acuerdos se basan en las ganancias puertas adentro por la creación de comercio, mayor competencia,
aprovechamiento de las economías de escala, y en general, racionalización eficiente de la producción (aunque
contando con que esto supone costes de reajuste internos que pueden ser importantes).
El regionalismo representa una amenaza al sistema de comercio del GATT por los posibles efectos sobre los
países no socios del bloque regionalista:
• Destaca el efecto de desviación de comercio, derivado de la tendencia a sustituir importaciones de terceros
países por las procedentes de los nuevos socios, al beneficiarse éstos de unas menores barreras, que
subsisten para los terceros países.
• Obtención de poder de mercado para el bloque regional; este bloque es un comprador o vendedor más
importante que sus socios por separado, lo que puede dar lugar a incrementos en la protección.
• Efecto contagio: los países que inicialmente quedan fuera del bloque, pueden evaluar las anteriores
amenazas y verse inducidos, a su vez, a constituir otros bloques comerciales, con lo que aumenta la
regionalización, alejándose el objetivo de conseguir un comercio internacional global liberalizado.
3.3.2 Unilateralismo
El contexto clásico de unilateralismo tuvo gran vigor en Inglaterra en el s. XIX; supone que un país adopta
libremente el libre comercio, basado en la creencia de las ventajas de éste.
Pero las actitudes unilaterales recientes, más que fomentar unilateralmente el comercio lo que hacen es exigir
unilateralmente a otros que liberalicen el acceso a sus mercados. El caso más notable es alguna legislación
comercial USA, que autoriza a adoptar represalias ante barreras no justificadas o razonables. La preocupación
no es ahora la protección del mercado nacional, sino el acceso a los mercados exteriores.
La opinión de algunos autores ante esta actitud es que se trata de una vulneración del sistema GATT, puesto
que éste fundamenta su objetivo de libre comercio en la reciprocidad y multilateralismo; aparte de que esta
postura USA de erigirse el ámbito mundial del comercio es equivalente a la de gendarme mundial; siendo una
manifestación más del síndrome del gigante empequeñecido.
44. TIPOS DE CAMBIOO
4.1 Definición.−
El tipo de cambio nominal muestra el precio de la moneda extranjera expresado en ptas. Por ejemplo 100
ptas/$. Esta es la convención europea, que es la que vamos a seguir. El sistema británico es al revés, es decir,
cuánta moneda extranjera hace falta para comprar una nacional.
Una depreciación de la moneda nacional hace que aumente la cantidad de ésta para adquirir una moneda
extranjera. Por ejemplo sería pasar de 100 ptas/$ a 125 ptas/$. Y viceversa, una apreciación hace disminuya la
cantidad de moneda nacional necesaria para adquirir una unidad de moneda extranjera.
El tipo de cambio real es el tipo de cambio nominal ajustado por la diferencia de precios con respecto al
exterior. Así, el tipo de cambio real entre la peseta y el dólar viene dado por:
EP*
S = −−−−−−−−−−−
10
P
E = Tipo de cambio nominal.
P = Índice de precios en España.
P* = Índice de precios en USA.
Lo relevante para ver si un país gana o pierde competitividad es el tipo de cambio real. Un país puede ganar
competitividad cuando el numerador crezca respecto al denominador, es decir, bien porque su moneda se
deprecia (aumento de E), o bien porque los precios extranjeros crecen más deprisa que los nacionales (P*
crece más que P).
4.2 Determinantes: la paridad del poder adquisitivo.−
Según la teoría de la paridad del poder adquisitivo, los movimientos de los tipos de cambio se deben
fundamentalmente a las divergencias entre las tasas de inflación de los distintos países. Veámoslo con un
ejemplo: supongamos que una cesta de bienes equivalente al consumo de una familia en una semana tiene un
precio en España de 100 ptas., mientras que la misma cesta tiene en USA un precio de 1 $:
• Supongamos que en el mercado de divisas el cambio está en 50 ptas/$; luego si una persona tiene en
España 500 ptas., podría comprar 5 cestas de bienes, mientras que si cambia sus 500 ptas. por 10 $, en
USA podría comprar 10 cestas, y si suponemos que no hay costes de transporte, podría importar 10
cestas de USA. Y un americano que tuviera 10 $ también preferiría comprar 10 cestas en su país y no
5 en España.
• Si el tipo de cambio fuera de 125 ptas/$, el consumidor español con sus 500 ptas., podría comprar 5
cestas en España, y sólo 4 cestas en USA. En cambio, un consumidor USA que dispusiese de 10 $
podría cambiarlos por 1.250 ptas., y comprar en España 12,5 cestas. Sería una exportación española a
USA.
• En ambas situaciones todos los consumidores, independiente de su país y moneda, tendrían un
incentivo a adquirir los productos en uno de los dos países. Esa situación de desequilibrio no se
produciría si el tipo de cambio fuera de 100 ptas/$, ya que entonces a los consumidores les sería
indiferente en dónde adquirir los bienes y en qué moneda pagarlos (con 500 ptas. compraría 5 cestas
en cualquiera de los dos países). El coste de la misma cesta sería equiparable en cualquier país y
moneda que comprase. A esta situación se la denomina Paridad del Poder Adquisitivo (Purchasing
Power Parity).
Supongamos ahora que en España hay al año siguiente una inflación del 25%, que eleva el precio de la cesta a
125 ptas., mientras que en USA no hay inflación. Si el tipo de cambio se mantiene en el anterior de 100
ptas/$, con 500 ptas. sólo se podrán comprar en España 4 cestas, mientras que si las cambiamos por 5$,
podremos comprar 5 cestas en USA. ¿Qué ha sucedido? El principio de la paridad del poder adquisitivo
requiere que el tipo de cambio se acompase a la evolución de precios, y por lo tanto el nuevo nivel de la
paridad del poder adquisitivo sería de 125 ptas/$. Si el tipo de cambio no pasa a ser 125 ptas/$, la peseta
quedaría sobrevalorada respecto a la paridad del poder adquisitivo, lo que se traduce en una merma de la
competitividad de los productos del país (este caso tiene los mismos efectos que el caso primero que hemos
visto, de que el tipo de cambio fuera 50 ptas/$: resultaba más interesante importar de USA).
En la práctica se suelen observar desviaciones de los tipos de cambio respecto a lo que determinaría la paridad
del poder adquisitivo. Razones:
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• La teoría de la paridad del poder adquisitivo refleja una tendencia a largo plazo. No cabe exigir a una
teoría una precisión día a día (requiere tiempo para ajustarse).
• La presencia de bienes no comerciables, es decir, que no intervienen en el comercio internacional. Por
ejemplo, los servicios profesionales, peluqueros, notarios, la vivienda, etc.
• Los costes de transporte. Puede haber diferencias de precios de un producto entre dos países, y no
efectuarse transacciones de él si los costes de transporte contrarrestan la diferencia de precio.
Como veremos en las siguientes preguntas, los mercados de divisas están sujetos a múltiples perturbaciones,
procesos de ajuste, etc., que dan lugar a que la noción de equilibrio sea más una referencia teórica que una
realidad.
Antes de comenzar la siguiente pregunta, hagámonos ésta: ¿Mejora una devaluación nuestra competitividad?
Va a depender de la elasticidad de importaciones y exportaciones. Generalmente se da el siguiente perfil
temporal (figura 7, curva en forma de J):
El efecto beneficioso de una devaluación sobre la balanza comercial puede requerir varios meses. Por
ejemplo, hay que tener en cuenta la rigidez de las importaciones (petróleo, etc.) y aumentos de pagos por
éstas. El efecto beneficioso empezará a notarse a medio y largo plazo, por el aumento de las exportaciones.
55. MERCADOS DE DIVISAS Y SISTEMAS CAMBIARIOSS
5.1 Mercado de divisas: factores comerciales.−
A corto plazo la evolución de los tipos de cambio toma como referencia el mercado de divisas. Como en todo
mercado, va a existir una oferta de divisas y una demanda de divisas. Veamos cada una de ellas:
5.1.1 Oferta de divisas
Suponemos, de momento, que la principal fuente de oferta de divisas se asocia a las exportaciones españolas.
La relación entre la oferta de divisas y el tipo de cambio se refleja en la curva de oferta (figura 8). Si el tipo
de cambio sube, la peseta se deprecia, luego los bienes españoles resultarán más baratos, y se exportará más,
por lo que aumentará la oferta de divisas. Por ejemplo, si la peseta se deprecia de 100 a 110 ptas/$, la oferta de
dólares aumentará de 500 a 600 $, y viceversa si el tipo de cambio baja.
Consideremos ahora simultáneamente la oferta y la demanda de divisas. El tipo de cambio de equilibrio sería
100 ptas/$. Si el tipo de cambio fuera 110 ptas/$, aparecería un exceso de oferta sobre la demanda (en la
figura
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, 600−400 = 200 $), que provocaría una tendencia a que el tipo de cambio bajase. Y viceversa, si por ejemplo
el tipo de cambio fuera 90 ptas/$, habría exceso de demanda sobre la oferta (en la figura
, 620−340 = 280 $) y la tendencia del tipo de cambio sería a subir.
5.1.2 Demanda de divisas
Vamos a suponer, de momento, que la fuente dominante de demanda de divisas son los pagos de
importaciones (los importadores necesitan dólares para pagar). La relación entre la demanda de divisas y el
tipo de cambio se refleja en la figura 8. Si el tipo de cambio sube porque la peseta se deprecia, los bienes
importados se hacen más caros, luego disminuirán las importaciones. Por ejemplo, si el tipo de cambio pasa
de 100 a 110 ptas/$, la demanda de dólares bajará de 500 a 400 $, al reducirse las importaciones, y viceversa
si el tipo de cambio baja.
Podemos comprobar que se da la teoría de la paridad del poder adquisitivo. Por ejemplo, si hay una inflación
en nuestro país, se encarecen nuestros productos en relación con los extranjeros, lo que haría que:
• A cada tipo de cambio se adquirirían menos productos españoles por parte de los extranjeros, es decir,
disminuirían nuestras exportaciones, por lo que la curva de oferta de la figura 8 se desplazaría hacia la
izquierda, hasta O'.
• A cada tipo de cambio se adquirirían más productos extranjeros que españoles, es decir, aumentarían las
importaciones, desplazándose la curva de demanda de la figura 8 hacia la derecha, hasta D'.
El resultado sería un tipo de cambio de equilibrio depreciado (más pesetas por dólar, como se deduciría de la
paridad del poder adquisitivo).
5.2 Mercado de divisas: factores financieros.−
Evidentemente la oferte y demanda de divisas no proviene solamente de las transacciones comerciales, sino
además, y sobre todo, de los movimientos de capital (entradas y salidas de éste). La mayor parte del volumen
intercambiado diariamente en los mercados de divisas tienen origen financiero.
En una economía abierta, los movimientos de capitales están vinculados a las expectativas de rentabilidad, las
cuales tienen dos elementos principales:
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5.2.1 Tipos de interés: Los elevados tipos de interés en un país dan lugar a una entrada de capital hacia ese
país, y viceversa, los bajos tipos de interés en un país provocan una salida de capitales.
En el caso extremo de que no hubiera restricciones en los movimientos de capitales, un país pequeño tiene que
aceptar el tipo de interés mundial como un dato, ya que cualquier causa que tienda a elevarlo provoca una
entrada de capitales atraídos por esa mayor rentabilidad, y esa afluencia de fondos devolvería el tipo de interés
al nivel mundial.
5.2.2 Expectativas de apreciación/depreciación: En realidad, con movilidad perfecta, lo que se igualan son
las rentabilidades esperadas. Veámoslo con un ejemplo: Si invertir en una letra del tesoro en España rinde un
interés del 12% anual, y en un bono del tesoro USA un 8%, una persona que disponga de un millón de pesetas
puede hacer dos cosas (supongamos que el tipo de cambio actual es 100 ptas/$):
• Invertir en España y obtener al cabo de un año 1.120.000 ptas.
• Convertir el millón en 10.000 $ e invertirlos en USA, con lo que dentro de un año obtendrá 10.800 $.
Si se espera que dentro de un año el tipo de cambio siga siendo 100 ptas/$, esos 10.800 $ equivaldrían a
1.080.000 ptas., y sería más atractivo invertir en España. Pero si se espera que dentro de un año el dólar se
haya apreciado (la peseta depreciado) hasta 110 ptas/$, los 10.800 $ valdrán 1.188.000 ptas., y la inversión
más rentable será en USA, ya que la apreciación del $ (depreciación de la peseta) más que compensa la
diferencia de tipos de interés.
En equilibrio, para que ambas inversiones tengan un atractivo similar, se ha de cumplir la paridad de
intereses:
e* = Tipo de cambio en ptas/$ esperado al vencimiento de la inversión.
e = Tipo de cambio en ptas/$ actual.
d = Tasa esperada de depreciación de la peseta (apreciación del dólar).
Si d es positivo, la peseta está depreciada, y viceversa, si d es negativo la peseta está apreciada.
En el ejemplo, la diferencia entre los tipos de interés es compatible con una expectativa de que el dólar se
aprecie un 4% al final del período, esto es:
Esta relación nos indica que en un país con un tipo de interés i superior al del resto del mundo, existe una
expectativa de depreciación de su moneda, es decir, la moneda se considera actualmente sobrevalorada en
relación con el tipo de cambio esperado.
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Esta expresión implica una relación inversa entre el tipo de cambio hoy, e, y el tipo de interés nacional,
, que se refleja en la figura 9.
Esta relación entre el tipo de cambio actual, e, y el tipo de interés nacional,
, se desplazaría:
• Por un aumento del tipo de interés en el resto del mundo (incremento de
), que hace que la moneda nacional se deprecie (aumenta el tipo de cambio actual), pues se ha hecho más
atractivo invertir en el extranjero (paso del punto E al E')
• Si se espera que en futuro la moneda nacional se deprecie (aumento de e*), ello tiende a depreciar
inmediatamente la moneda nacional, porque el rendimiento a invertir en pesetas se ve reducido ya ahora,
sin esperar a que tenga lugar la depreciación. La importancia de las expectativas de lo que vaya a suceder
con el tipo de cambio sobre el comportamiento actual del tipo de cambio es una implicación importante.
Hay que insistir en que los razonamientos anteriores se basan en el supuesto de movilidad internacional
perfecta de capitales. Hay, por tanto, al menos dos situaciones en que habría que reformularlos:
• Limitaciones a la movilidad de capitales; por ejemplo, cuando existen controles de cambios en un país,
puede que no se aproxime el tipo de interés de ese país al mundial.
• Imperfecta sustituibilidad entre activos valorados en distintas monedas, que puede hacer que la respuesta a
diferencias de rentabilidades esperadas no sea el único criterio. Por ejemplo, porque las monedas de
algunos países se consideren sujetas a algún tipo de riesgo (de iliquidez o insolvencia), lo que llevaría a
requerir una prima de riesgo para aceptar títulos denominados en esas monedas.
Pese a todo, la tendencia es que los tipos de interés se muevan conjuntamente a nivel mundial. Noticias sobre
inestabilidad o problemas políticos en algún país importante tienen efectos inmediatos, pues los agentes
actúan para maximizar unas carteras según criterios de rentabilidad y riesgo, que son muy sensibles a la
evolución de las expectativas acerca de los dividendos de unas acciones o los tipos de interés de una moneda.
Los mercados de divisas se ven así muy influidos a corto plazo por las expectativas, con ajustes de precios a
diario, lo que a veces se denomina volatilidad de los mercados.
5.3 Sistemas cambiarios: Flotación versus Fijación. Ventajas e inconvenientes.−
Hasta ahora hemos supuesto que el libre juego del mercado conduce al tipo de cambio a su nivel de equilibrio.
Esto sería un sistema de tipo de cambio flexible o flotante.
También han existido históricamente sistemas de cambio fijos. Aunque la elección de este tipo de cambio fijo
se haga en un momento en que éste sea el de equilibrio, el problema surge cuando el tipo de cambio fijo deja
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de ser el de equilibrio, como consecuencia de cambios que aparecen con el tiempo. Por ejemplo, supongamos
que las empresas nacionales desean incrementar sus importaciones de maquinaria porque un progreso
tecnológico extranjero hace rentable esa maquinaria. Esto implica un desplazamiento a la derecha de la curva
de demanda hasta D' (figura 10). Ahora el equilibrio en el mercado de divisas se lograría para un tipo de
cambio de 110 ptas/$ (punto E'); pero supongamos que las autoridades nacionales tratan de fijar el tipo de
cambio en 100 ptas/$ (punto E). Si las autoridades se han comprometido en fijar el tipo de cambio, tienen
cuatro opciones:
Figura 10
1) Intervenir en el mercado de divisas.− Al tipo de cambio de 100 ptas/$, la oferta es de 500 $ (punto E) y la
demanda es de 740 $ (punto F); la diferencia tendería a elevar el tipo de cambio. ¿Cómo evitarlo? El banco
Central nacional suministra de sus reversas los dólares necesarios(en la figura 740−500 = 240 $),
vendiéndolos al tipo de cambio oficial (pero para eso, lógicamente, tiene que disponer de esas reservas o pedir
créditos).
2) Políticas comerciales.− En la medida en que el exceso de demanda de divisas proceda de que las
importaciones que se desean efectuar en el país superen a sus exportaciones, la restricción de las
importaciones (mediante contingentes, aranceles, etc.) frenará ese exceso. Pero aparte de las distorsiones que
provoquen estas medidas, como pueden ser dificultar o impedir la modernización del equipamiento industrial,
puede que estas medidas no puedan aplicarse por los compromisos comerciales internacionales que tenga
asumidos el país, como el GATT, la pertenencia a la Comunidad Europea, etc.
3) Políticas contractivas.− Se trata de reducir la demanda global del país, con lo que se atenuará su demanda
de importaciones. En esta opción se pone de manifiesto la influencia de restricción externa que suponen los
tipos de cambio fijos. La política de estabilización (manejo de instrumentos monetarios y/o fiscales para
regular el nivel de actividad económica) se supedita a las exigencias del compromiso de mantener una
determinada paridad del tipo de cambio. Esto puede suponer un cuello de botella importante a posibles fases
de expansión, en las que la demanda de importaciones para modernizar la industria del país aumentaba, y las
limitaciones de reservas impedían sostener esas mayores importaciones.
4) Devaluación.− Esta opción es abandonar el compromiso de mantener el tipo de cambio, y adoptar otro tipo
de cambio más realista. En el ejemplo, el nuevo tipo de cambio sería 110 ptas/$ (punto E'). En el SME, las
alteraciones de las paridades entre monedas requieren el acuerdo multilateral de los participantes.
Entre las ventajas e inconvenientes de ambos sistemas cambiarios, tenemos:
− La principal ventaja del sistema de cambios fijos es la certeza que confieren a las transacciones comerciales
y financieras. Por el contrario, los tipos de cambio flexibles introducen una incertidumbre considerable.
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¿Cuánto me costará la maquinaria que contrato hoy para que me suministren y pague dentro de varios años?
Hay instituciones como los mercados de futuros, para cubrirse de esos riesgos cambiarios, pero ni son
gratuitos para el usuario ni para la sociedad.
− Los tipos de cambio fijos no garantizan la no utilización oportunista del tipo de cambio como arma
comercial, que resultó en el pasado muy perniciosa para el comercio internacional.
− Otro inconveniente de los tipos de cambio fijos es su vulnerabilidad a los movimientos especulativos;
cuando una moneda, por ejemplo la peseta, está bajo sospecha de devaluación, una persona que venda esa
moneda a cambio de otra fuerte (por ejemplo, el marco), se espera a la devaluación, y una vez producida,
recompra la peseta y se gana en ese cambio de moneda un porcentaje. Estas actuaciones originan una presión
vendedora sobre la peseta que agrava la situación inicial, haciendo necesaria a veces una devaluación que,
antes de la especulación, tal vez era evitable.
− Una ventaja importante de los tipos de cambios flexibles es la mayor autonomía de las políticas internas, al
no tenerse que supeditar éstas a los compromisos internacionales. En cambio, hemos visto que con tipos de
cambio fijos se producen restricciones internas que pueden frenar posibles fases de expansión. Pero bajo otro
punto de vista, los tipos de cambio flexibles generan una falta de disciplina que puede dar lugar a adoptar
políticas inflacionistas a veces irresponsables.
− Otra ventaja del tipo de cambio flexible es que devuelven al país el equilibrio externo de forma automática.
En la práctica son frecuentes los regímenes de flotación sucia o intervenida, en la que los bancos centrales
permiten que las monedas fluctúen, pero intervienen más o menos discretamente cuando consideran que se
producen fluctuaciones excesivas o injustificadas.
El SME es mixto; establece una paridad entre cada dos monedas, y permite unas bandas de fluctuación hasta
del
15%.
5.4 El sistema financiero internacional.−
En las tres últimas décadas, las transacciones financieras internacionales han crecido a un ritmo superior a
más del doble del crecimiento del comercio internacional en bienes y servicios. Hoy se puede hablar de un
sistema financiero globalizado a nivel mundial y liberalizado.
Las razones para la emergencia de estos mercados globalizados y liberalizados han sido las siguientes:
• Agilizar y financiar el comercio internacional.
• Eludir regulaciones nacionales sobre la actividad financiera, como límites a tipos de interés, restricciones a
determinados préstamos o prestatarios, etc.
• Eludir controles nacionales (políticos, fiscales, etc.) sobre la actividad financiera.
• Las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones, al reducir mucho los costes de transacción y
posibilitar operaciones en tiempo real entre dos mercados financieros del mundo cualquiera, permitiendo la
agilización de procedimientos y reducción de costes de intermediación y la introducción en las bolsas de
sistemas de contratación continua informatizados (en España tuvo lugar en 1989).
De la misma manera que los mercados de la bolsa nacionales permiten que un residente de un país
diversifique su cartera de valores con una pluralidad de acciones de distintos tipos de empresas, la
globalización de los mercados internacionales permite la diversificación internacional de carteras.
Con todo, la liberalización global de los mercados financieros es mucho menor de lo que sería si el mundo
17
fuera un solo país. Las razones, entre otras, son: costes de transacción adicionales a los internos de un país;
riesgos cambiarios; riesgos políticos (insolvencia, limitaciones a la repatriación de rentas de inversiones), etc.
5.5.− El sistema financiero internacional.
Los años recientes han testimoniado una aceleración del crecimiento de los mercados financieros
internacionales, en los que son objetos de intercambios activos/pasivos (desde los más clásicos como títulos
de deuda y acciones de empresas, hasta todo un amplio conjunto de nuevos instrumentos financieros).
En las tres últimas décadas las transacciones financieras internacionales han crecido a un ritmo que más que
duplica según algunas estimaciones el de crecimiento del comercio internacional en bienes y servicios. Hoy se
puede hablar de un sistema financiero globalizado a nivel mundial y liberalizado.
Las razones para la emergencia de estos mercados globalizados y liberalizados han sido esencialmente:
• Agilizar y financiar el comercio: En este sentido, la internacionalización de la financiación tiende a
acompañar a la internacionalización del comercio.
• Eludir regulaciones nacionales o domésticas sobre la actividad financiera, como límites a tipos de interés,
restricciones a determinados prestamos o prestatarios, etc.
• Eludir el control (político, fiscal, etc.) de la jurisdicciones o gobiernos nacionales de origen, desde el temor
de la antigua URSS a que sus depósitos en bancos de USA fueran confiscados o congelados a la
conveniencia de evitarse el impuesto implícitos que supone la obligación de mantener los bancos una
reservas obligatorias o legales (unos fondos que no pueden prestar de forma legales).
• Un factor decisivo de otro tipo han sido las nuevas tecnologías de información y comunicación, al reducir
enormemente los costes de transacción y posibilitar operaciones en tiempo real entre cualesquiera dos
partes del mundo.
De la misma forma que la existencia de mercados nacionales como las bolsas, permite que un residente en un
país diversifique su cartera manteniendo una pluralidad de acciones, P.E. de distintos tipos de empresas, la
globalización de estos mercados internacionales permiten la diversificación internacional de carteras.
Las razones para esta diversificación son en principio esencialmente las mismas que existen para diversificar a
nivel domestico, singularmente reducir riesgos. Dada la generalizada aversión al riesgo de las personas, la
diversificación es un principio básico de la teoría de cartera (que corresponde a la sabiduría popular: no poner
todos los huevos en la misma cesta).
Desde el punto de vista colectivo, la ganancia de la libre circulación de capitales es esencialmente la mejora
en la eficiencia que supone que los recursos financieros puedan dirigirse a los destinos que, por ser más
productivos, que el mercado valora como potencialmente más rentables. Si los mercados globalizados
facilitan esto, aportan una contribución positiva.
Por otra parte, por lo que respecta a la estructuración de estos mercados, existen ventajas asociadas a un
conjunto de centros financieros importantes, con elevados volúmenes de contratación; en esos mercados son
factores básicos los conocimientos, la información, los costes de mediación.... factores todos ellos que generan
tanto economías de escala como externalidades en la intermediación que conducen a que las inversiones se
mediaticen desde unos centros entre los que destacan Londres, Nueva York y Tokio.
En esos centros la competencia es intensa, lo que tiene la ventaja adicional, desde el punto de vista del sistema
financiero en su conjunto, de permitir eludir comportamientos de poder de mercado que podrían ejercerse a
nivel nacional, pero son inefectivos a nivel global. Así mismo, la competencia entre centros es importante.
Los cambios organizativos y de costes originados en la bolsa de Nueva York en los 70, llevaron a que en los
80, Londres se viese inducida a la reforma que se denominó Big−Ban de 1986, con agilización de los
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procedimientos y reducción de costes de intermediación al menos para transacciones de importante cuantía.
Esta reforma, a su vez obligó a las principales bolsas europeas a modernizarse (introducir sistemas de
contratación continuas informatizadas). En España tuvo lugar en 1989.
Con todo, la diversificación a escala global, es mucho menor que lo que debería ser si el mundo fuera un solo
país. Existen razones para que la diversificación sea incompleta. Básicamente:
− Costes de transacción adicionales a los internos: P.E. riesgos cambiarios, o riesgos políticos (insolvencias,
limitaciones a la repatriación de rentas de inversiones....).
Organización Mundial del Comercio.
Tribunal.
Salvedades.
Sistema Monetario Europeo.
8. POLÍTICAS COMERCIALES Y TIPOS DE CAMBIO
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