Orillas del Duero XIX

EN
EL
ENTIERRO
DE
UN
Orillas
AMIGO
'
Tierra le dieron una tarde horrible
dd mes de julio, bajo d sol de fuego.
A un paso de la abierta sepultura
había rosas de podridos pétalos
entre geranios de áspera fragancia
y roja flor. El cielo
~~~:!.
//
/
a:.~~~~~n
/
~~~~
De los gruesos corddes suspendido¡
pesadamente, ~descender hicieron
d ataúd al fondo de la fosa
/
los dos sepulture~os...
..;../'
y al reposar sonó con recio golpe,
solemne, en d silencio.
UiÍgolpe
perfectamente
de ataúd en tierra es algo
serio.
Sobre la negra caja se rompían
r
los pesados terrones polvorientos...
""",
/
del Duero
Era una tarde, cuando el campo huía
del sol, y en el asombro del planeta,
como un globo morado aparecía
la hermosa luna, amada del poeta.
En el cárdeno cielo vIoleta
alguna clara estrella fulguraba.
El aire
, ensombrecidQ
..
iPrimavera soriana, primavera
humilde, como el sueño de un bendito,
de un pobre caminante que durmiera
de cansancio en un páramo infinito!
iCampillo amarillento,
como tosco sayal de campesina,
pradera de velludo polvoriento
donde pace la escuálida merina!
iAquellos diminutos pegujales
de tierra dura y fría,
donde apuntan centenos y triga:les
que el pan moreno nos darán un día!
Y otra vez roca y roca, pedregales
desnudos y pelados serrijones,
la tierra de las águilas caudales,
malezas y jarales,
hierbas monteses, zarzas y cambrones.
iOh tierra ingrata y fuerte, tierra mía!
jCastilla, tus decrépitas ciudades!
jLa agria melancolía
que puebla tus sombrías soledades!
iCastilla varonil, adusta tierra,
Castilla del desdén contra la suerte,
Castilla del dolor y de la guerra,
tierra inmortal, Castilla de la muerte!
del puente el padre tío
que surca de C~stilla eryermo frío.
jOh Duero, tu agua corre
y correrá mientras lásnie'Vesibláncas
,
.
de enero el sol de mayo " ;;"j::.\/jf¡l¡JJ
haga fluir por hoces ybl1rrancas¡;;j';'
mientras tengan las sierras su turba:nte
de nieve y de tormenta,
';?1!
y brille el olifante ' ! '
!¡J,:!,
;
del sol, tras de la nube ceniciéfit~:;
¿y el viejo romancero
,.
fue el suefio de un juglar junto a tu orilla?
¿Acaso como tú y por siempre; Duero,
irá corriendo hacia la mar Castilla ?
~¡';
",~¡!~
c,.~~ /
El aire se llevaba
de la honda fosa el blanquecino
-y
aliento.
tú, sin sombr~ ya, duerme y reposa,
larga paz a tus huesos...
Defmitivamente,
~uerme un sueño tranquilo
A don
Francisco
Giner
de los Ríos 1
y verdadero.
~-
XVI
El hombre es por natura la bestia paradójica,
un animal absurdo que necesita lógica.
Creó de nada un mundo,"y su obra terminada,
«Ya estoy en el secreto -se dijo--, todo es nada»
XVII
El hombre sólo es rico en hipocresía.
J.11"sus diez mil disfraces para engañar confía ;
In la doble llave que guarda su mansión //
para la ajena hace ganzúa de ladrón.
/
XVIII
jAh, cuando yo era niño
soñaba con los héroes de la l1íada!
Áyax era más fuerte que Diomedes,
Héctor, más fuerte que Áyax,
y Aquiles el más fuerte; porque era
el más fuerte... jlnocencias de la infancia!
jAh, cuando yo era niño
soñaba con los héroes de la lliada!
XIX
El c"sca-nueces-vacías,
Colón de cien vanidades,
vive de supercherías
que vende como verdades.
Como se fue el maestro,
la luz de esta mañana
me dijo: Van tres días
que mi hermano Francisco no trabaja.
¿Murió?.. Sólo sabemos
que se nos fue por una senda clara,
diciéndonos: Hacedme
un duelo de labores y esperanzas.
Sed buenos y no más, sed lo que he sido
entre vosotros: alma.
Vivid, la vida sigue,
los muertos mueren y las sombras pasan ;
lleva quien deja y v:ve el que ha vivido.
jYunques, sonad; enmudeced, campanas!
Y hacia otra luz más pura
partió el hermano de la luz del alba,
del sol de los talleres,
el viejo alegre de la vida santa.
...Oh, sí, llevad, amigos,
l Don Francisco Giner, fundador de la Institución Libre de
Enseñanza, fue uno de los profesores más queridos y admirados
de Machado. El poema, escrito a 1os tres días.de morir Giner, se
publicó en la revista España,el 26 de febrero de 1915.
'~
su cuerpo a la montaña,
a los azulesmontes
del ancho Guadarrama.
Allí hay barrancpshondos
de pinos verde&/dondeel viento canta.
Su corazón repose
bajo una encina casta,
en tierra de tomillos, donde juegan
mariposasdoradas...
Allí el maestroun día
&oñabaun nuevo florecer de España.
~%a,
21febrero1915
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