la actitud frente a la política de los jóvenes españoles Asignatura: Estructura Social de España. Diplomatura de Gestión y Administración Pública. 2º curso. • Introducción De la gran variedad de temas que se nos han planteado para poder realizar este trabajo, nos ha llamado poderosamente la atención la juventud española. Dentro de este sector social podríamos haber estudiado muchísimas variables de comportamiento: las actitudes sociales, familiares, las drogas, el alcoholismo, el empleo y la inserción laboral, la vivienda, sus preocupaciones e inquietudes, su visión de la sociedad, del futuro, la visión que tienen acerca de ellos mismos... La lista sería interminable. Pero el tema que quizás nos ha llamado más la atención es el de la participación de la juventud en la vida política de su país. En los últimos tiempos, los medios de comunicación se hacen eco del auge del asociacionismo juvenil a organizaciones no gubernamentales, de la identificación de los jóvenes con ciertos problemas sociales, pero ¿qué hay del asociacionismo político? ¿Cómo participan los jóvenes en la política? ¿Realmente les interesa? o, por el contrario, ¿se sienten indiferentes? ¿Cómo ha evolucionado su interés por la política en los últimos años? Son esta serie de preguntas las que más despiertan nuestro interés. Tal y como hemos apuntado antes, el comportamiento social de los jóvenes está siendo ampliamente estudiado: temas como el de las tribus urbanas, las ONG´s (Jóvenes por la intolerancia, plataforma del 0´7, Greenpeace, etc.), los movimientos estudiantiles, la objeción de conciencia, la insumisión y otros asuntos ya citados en el primer párrafo son de total actualidad. Con todo, creemos que es un interesante objeto de estudio la relación entre política y juventud. Tenemos dudas acerca del interés de los jóvenes por la política, acerca de su participación. Nuestra proposición es demostrar que el interés por la política y la participación en ella ha descendido en los últimos años por parte de este sector de población; asimismo, queremos analizar las razones de este comportamiento y las posibles soluciones, es decir, de qué forma se podría conseguir revitalizar el interés y la participación política en la juventud española. • Aproximación histórica: En este apartado nos vamos a remontar hacia 1960, fecha en que se realiza la primera encuesta nacional a la juventud, con el fin de analizar desde este momento en adelante la situación de la juventud frente a la política. En general, todos los estudios acerca del tema coinciden en que el comportamiento de la juventud española en este periodo no se diferenciaba prácticamente del comportamiento del resto de la población. Había un alto nivel de apoliticidad, motivado en gran parte por la falta de información de los ciudadanos respecto de la política. Prieto Lacaci indica la posible causa de esta falta de información: Todo parece indicar que la política del régimen de Franco estuvo orientada a obstaculizar la aparición de una conciencia política participativa. En este sentido, A. López Pina y E. Aranguren opinan que La ausencia, apatía, inercia, carencia de información no reflejan sino reacciones a la relación gobernantes−gobernados tal como es percibida por los españoles. Posteriormente, y a medida que el régimen franquista llegaba a su fin, el disentimiento de la población con los principios autoritarios y autocráticos de Franco fue aumentando en la misma proporción que surgían movimientos de orientación democrática. De ahí que en la Encuesta Nacional a la Juventud de 1968 se observe la presencia de actitudes sociopolíticas progresistas y modernizadoras entre los jóvenes, 1 fundamentalmente entre los estudiantes. Se puede concluir que, tal y como dice J.M. Maravall, el desarrollo sociocultural y económico precedió al cambio político . Veremos después cómo se fue modificando el grado de interés por la política en los jóvenes españoles, pero es necesario resaltar ahora, como componente de la evolución histórica, la actitud juvenil pro−democratizadora de mediados de los años 70, especialmente del movimiento estudiantil en defensa de los derechos y libertades en ese momento coartados por el régimen. Con el cambio de régimen se produce el más importante grado de involucración política de la población que se recuerda. De hecho, la participación electoral en el referéndum de 15 de diciembre de 1976 sobre la Ley para la Reforma Política, así como la participación en los primeros comicios democráticos del 15 de Junio de 1977, batió todas las previsiones. El punto álgido se alcanzó en 1977, con una participación del 77.2% del electorado. A partir de ahí, y con la consolidación del régimen democrático, tanto la juventud española como el resto de la población ven mayoritariamente satisfechas sus aspiraciones, y desciende el grado de atención por la política. Éste oscilará a partir de ahora conforme a los momentos en que la política sea noticiable o no; es decir, momentos como la integración en la OTAN, la guerra del golfo, el caso GAL o los recortes de las prestaciones propias del Estado del Bienestar acrecentarán la atención de los ciudadanos. Pero todo esto lo veremos más profundamente en los siguientes puntos que vamos a tratar. • El interés de los jóvenes españoles por la política: Como habíamos señalado antes, la mayoría de los estudios realizados coinciden en que, en los últimos 25 años, el interés de los españoles por la política ha sido escaso. En los primeros años de la transición a la democracia, de 1976 a 1978, se produjo una notable reducción de las actividades de indiferencia o de desinterés total hacia la vida política. Después de este cambio de actitud, los niveles de interés de los españoles hacia la vida política se han mantenido relativamente estables a lo largo de los 80, con variaciones coyunturales que no suponen en ningún caso un cambio de tendencia . Ya en 1979, y con posterioridad a las elecciones de marzo de ese año, alrededor del 70% de los jóvenes decían no interesarse nada o interesarse poco por la política. Hay que tener en cuenta que el intenso clima político de los años 76−78 había quedado atrás. Los jóvenes adoptan una postura reticente y pasiva en el plano personal cuando tienen que responder por su propio grado de interés y compromiso político, al contrario que cuando les preguntan por el interés en general que la política pueda despertar. Así, en 1982 sólo un 2% de los jóvenes entre 15 y 20 años declara sentirse muy interesado por la política. Un 9% declara interesarse bastante, mientras que el 87% restante se declara poco o nada interesado. Aunque, como vamos a ver, el nivel de interés por la política asciende en 1991, las cifras son todavía precarias: 2