JESúS MARTíNEZ CARRióN Y EL COLMILLO PúBLICO

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CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES
RAFAEL TOVAR Y DE TERESA
Presidente
SAÚL JUÁREZ VEGA
Secretario Cultural y Artístico
FRANCISCO CORNEJO RODRÍGUEZ
Secretario Ejecutivo
INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES
MARÍA CRISTINA GARCÍA CEPEDA
Directora General
XAVIER GUZMÁN URBIOLA
Subdirector General de Patrimonio Artístico Inmueble
MAGDALENA ZAVALA BONACHEA
Coordinadora Nacional de Artes Visuales
SANTIAGO PÉREZ GARCI
Director del Museo Nacional de la Estampa
ROBERTO PEREA CORTÉS
Director de Difusión y Relaciones Públicas
JESúS MARTíNEZ CARRióN Y EL COLMILLO PúBLICO
Del trazo costumbrista a la línea revolucionaria
Donación Francisco Javier Gutiérrez Martínez
Durante el siglo XIX, el desarrollo tecnológico de los
sistemas de impresión permitió la profusión de revistas,
libros y periódicos ilustrados. La introducción de la litografía,
el huecograbado, la prensa plana y, posteriormente, la incorporación de los recursos fotomecánicos en las imprentas –el fotograbado
y la fotolitografía–, posibilitaron la reproducción múltiple de láminas,
estampas, fotografías y caricaturas en los medios editoriales.
Desde la segunda mitad de ese siglo hasta los primeros años del siglo
pasado, numerosos fueron tanto los medios impresos que dedicaron un
papel protagónico a la caricatura, como los artistas que ilustraron y
satirizaron con historietas y “cartones” el acontecer
político y social de la época. Varias generaciones de
caricaturistas mexicanos destacan en el panorama de la
prensa ilustrada mexicana: Constantino Escalante, Santiago Hernández, José María Villasana y José Guadalupe Posada, entre otros. Referentes en el universo editorial
mexicano que dedicaron a ese género un papel protagónico entre sus
páginas encontramos El Tío Nonilla, La Orquesta, El Padre Cobos o El Ahuizote,
por citar algunos.
Jesús Martínez Carrión fue un artista guanajuatense cuya obra fue seleccionada para representar
a México en la Exposición Universal de 1900, en París. Dibujante y acuarelista de impecable
oficio, colaboró en distintas publicaciones, recreando lo mismo escenas de orden costumbrista que
ingeniosas y mordaces caricaturas contra el régimen de Porfirio Díaz.
A partir de septiembre de 1903, Martínez Carrión funda y dirige El Colmillo Público, revista
periódica editada por Federico Pérez Fernández, la cual, a partir de marzo del siguiente año, fue
editada semanalmente hasta su suspensión definitiva, debido a la persecución de sus editores. Una
imprenta Gestetner y su establecimiento indefinido en varios domicilios, permitieron la publicación de varios de los cartones más críticos contra el régimen porfirista, realizados bajo la pluma de
Martínez Carrión. El último número de El Colmillo Público vio la luz el 1 de julio del 1906 y los
meses siguientes enmarcaron los trágicos acontecimientos que culminaron con la muerte del destacado artista y caricaturista nacido en San Miguel de Allende.
Jesús Martínez Carrión
Feminismo en acción
En: El Colmillo Público, tomo IV, núm. 140, 13 de mayo de 1906. Acervo MUNAE, INBA - Conaculta. Donación Francisco J. Gutiérrez Martínez.
SEPTIEMBRE/NOVIEMBRE 2015
El Museo Nacional de la Estampa celebra con este proyecto la generosa donación de una selección de cartones publicados en El Colmillo Público y agradece la generosidad del donante, el
arquitecto Francisco Javier Gutiérrez Martínez, cuya contribución enriquece cuantitativa y cualitativamente el acervo artístico de este museo, cuya vocación está dedicada al estudio y difusión del
patrimonio artístico de México.
M U S E O N A C I O N A L D E L A E S TA M PA
Av. Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, Centro Histórico, C. P. 06050, delegación Cuauhtémoc, México, D. F.
Tel. 8647 5220 / [email protected]
Jesús Martínez Carrión
Presos políticos
En portada de: El Colmillo Público, tomo III, núm. 113, 5 de noviembre de 1905. Acervo MUNAE, INBA - Conaculta. Donación Francisco J. Gutiérrez Martínez.
Programación sujeta a cambios
INBA 01800 904 4000 - 5282 1964 - 1000 5636
mUSEO NACIONAL DE LA ESTAMPA
m U S EO N A C I O N A L DE L A E STA M PA
nerse en el poder. Como varios de sus colegas opositores a la dictadura, pronto pagaría su osadía con la reclusión en la cárcel.
En octubre de 1906, la policía descubrió que en la imprenta de Martínez Carrión estaban las planchas en donde se tiraba La Revolución
Social, un periódico de línea radical que llamaba a la sublevación armada, por lo que el caricaturista fue relegado a un calabozo insalubre.
Tres meses en una celda bastaron para que fuera liberado agonizante y ciego para morir en el hospital, el último día de 1906, a consecuencia de tuberculosis pulmonar. Sobre su muerte también la historiografía apunta otras versiones: el investigador Ricardo Pérez Escamilla
JESúS MARTíNEZ CARRióN
Y EL COLMILLO PúBLICO
escribió que el director de El Colmillo Público fue “apaleado en la prisión de Belén durante una noche helada, [donde] los carceleros le
proporcionaron la cobija piojosa de un tifoso, y que de esa enfermedad murió”.
Años después del trágico fallecimiento de Martínez Carrión, Santiago R. de la Vega, colega caricaturista y magonista, apuntó en
una carta dirigida al Chango Cabral, en 1925: "él hizo la caricatura de todos los políticos de oro, edad cuyas postrimerías tú y yo
Del trazo costumbrista a la línea revolucionaria
alcanzamos. Y no sería desacertado decir que tú y yo recibimos parte de la herencia espiritual de Martínez Carrión y que nos influyó
Donación Francisco Javier Gutiérrez Martínez
cuando comenzábamos”.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la caricatura política en México tuvo un
Rafael Carrasco Puente, en su célebre obra La caricatura en México, lamentó que “el demasiado relieve que se le ha dado [a José
desarrollo excepcional. Considerado desde algunas posiciones como un “arte menor”, y no
Guadalupe Posada], opaca un poco los merecimientos de otros artistas de su tiempo, como Martínez Carrión, que, sin duda, lo supera en
pocas veces menospreciado, ese género constituye una de las expresiones estéticas más
la interpretación de los tipos de barriada (pintores de ollita, ropavejeros, indios de ‘pata rajada’, paragüeros), entre los cuales, para don
prolíficas y arraigadas en la cultura visual de México.
Jesús, una criada y un soldado eran, sin posible dubitación, la pareja clásica de Venus y Marte”.
A finales de ese siglo, cuando el porfiriato ya era una atroz dictadura, se desarrolló un
La recuperación de la obra de Martínez Carrión nos permitirá entender mejor no sólo el desarrollo de la caricatura mexicana, sino
periodismo moderno y especializado, identificado con la propaganda de un México idílico:
también una de las expresiones estéticas características de los últimos años del siglo XIX y de principios del siglo XX. Necesitamos
una nación en camino al progreso, sin estridencias ni protesta. A la par, se gestó una prensa
voltear la mirada a estos artistas, a estas caricaturas, retratos del momento; mirar desde esa perspectiva la Historia, con mayúscula, y
popular, mordaz, crítica e insolente, capaz de gritar las verdades que los grandes rotativos
silenciaban. Esta prensa “de a centavo”, como popularmente se le reconocía, llegaba a los
Jesús Martínez Carrión
El borracho, 1901
iletrados y a las clases populares, quienes aprendieron a leer sus imágenes soeces, cuestiona-
Acuarela sobre papel. Colección Lance Aaron y familia.
Jesús Martínez Carrión
Sin título, 1897
encontrar, así, lo que fuimos. Si seguimos negando esa otra mirada, nuestro conocimiento de México será una vulgar historieta.
Acuarela sobre papel. Colección Lance Aaron y familia.
AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ
Cura dor
doras, y también a reír ante la represión política y la miseria que se vivía en aquel entonces.
Paradójicamente, algunos de los artistas que participaban activamente en los medios
impresos proclives al régimen de Díaz, también colaboraron en la prensa identificada con
la otra línea editorial. Muchos de estos creadores supieron diferenciar sus convicciones
políticas del trabajo cotidiano.
Las imágenes costumbristas y las representaciones de un idealismo nacionalista que se
gestaron para la prensa moderna y oficialista, fueron trastocadas en los medios que critica-
Durante catorce años trabajó en El Hijo del Ahuizote, publicación satírica fundada por Daniel Cabrera y Manuel Pérez Bibbins, que
posteriormente, en 1902, fue restituida por Ricardo y Enrique Flores Magón. Ante la clausura de este medio, y a la par de sus colaboraciones en El Ahuizote Jacobino, Martínez Carrión fundó y dirigió El Colmillo Público. Todas estas publicaciones fueron radicalmente
adversas y críticas ante la figura y el régimen político del dictador Porfirio Díaz.
En uno de los primeros estudios sobre la caricatura mexicana, Rafael Carrasco Puente escribió: “[Martínez Carrión] se especializó
de pulque en El Mundo. Semanario Ilustrado, era el mismo que aparecía aplastado y repri-
en caricaturas del general Porfirio Díaz y en trazos de tipos populares, con la circunstancia regocijadísima de que solía caricaturizarse
mido en El Colmillo Público.
él mismo (si se permite el pleonasmo), ya como cargador de número, ya como aguador o bien como soldado o sardo”.
Con una trayectoria que apenas cuenta con escasas revisiones académicas, Jesús Martí-
La obra de Martínez Carrión es de una enorme originalidad. Sus personajes populares son retratos de la sociedad de entonces y sus
nez Carrión fue un sólido artista formado en la Academia de San Carlos, notable dibujante,
cartones fueron dardos contra el poder porfiriano. Sus caricaturas dedicadas a Porfirio Díaz son un espejo de la cruel dictadura y de su
acuarelista, impresor y editor, que participó como ilustrador y caricaturista en ese periodo
pluma tampoco escaparon los caciques regionales y los gobernadores que mataban en caliente.
José de Jesús Martínez Carreón, su nombre correcto, nació en San Miguel Allende,
El impacto de su obra no se debe sólo a la denuncia: la calidad de su trazo hizo que cada uno de sus dibujos se fijara en la mente
popular. Es decir, fue capaz de crear arte, no panfleto, y ello contribuyó a la concientización de una sociedad ávida de democracia.
Guanajuato, en junio de 1854, como se asienta en su certificado de bautismo, aunque
Tangible en sus colaboraciones para El Hijo del Ahuizote y El Colmillo Público, Carrión asumió una militancia magonista; su
numerosas fuentes consigan su natalicio en 1860. Formó parte de una generación de carica-
obra estuvo inmersa en el discurso de satanización al capital, el gobierno y el clero, “esa trinidad sombría”, como le llamó Ricardo
turistas en la que destacan José María Villasana, José Guadalupe Posada y Daniel Cabrera.
Flores Magón.
Referente ineludible en la prensa ilustrada de la época, trabajó el dibujo con un gran nivel
Recurrente en los cartones de Martínez Carrión es la denuncia de la represión a los mineros de Cananea, acontecida en 1906: uno de
artístico, como puede comprobarse al revisar la colección de imágenes que ilustran el
los eventos trágicos que marcaron los últimos años del régimen de Díaz y que ha sido considerado como un preámbulo de la lucha
Almanaque mexicano de arte y letras para 1895. A la par, realizó una serie de retratos para
armada revolucionaria.
el libro Liberales ilustres mexicanos de la Reforma y la Intervención.
En: El Colmillo Público, tomo IV, núm. 144, 10 de junio de 1906. Acervo MUNAE, INBA - Conaculta. Donación Francisco J. Gutiérrez Martínez
cadas en El Colmillo Público.
ron al porfiriato para crear retratos insolentes: el pobre que era representado con un jarro
fundamental de la prensa ilustrada mexicana.
Jesús Martínez Carrión
La huelga de Cananea
mente cultivados en la pintura decimonónica. Por otro, revelan la vena satírica que, a la postre, marcaría el sello de sus caricaturas publi-
De igual manera, la alianza de don Porfirio con la jerarquía católica fue motivo de una detracción incesante y de denuncia constante,
Maestro de la acuarela, nos legó muestras de una calidad asombrosa. Sus “tipos mexi-
pues fue comprendida por Martínez Carrión como la traición de Díaz a los principios liberales. “Los científicos” también fueron blanco
canos” y retratos costumbristas son, por un lado, modelo dentro de esos géneros amplia-
de su crítica: los cartones del artista guanajuatense evidencian el enfrentamiento a un grupo político que nunca cesó en su afán de mante-
Jesús Martínez Carrión
¡Feliz año!
En portada de: El Colmillo Público, tomo III, núm. 69, 1 de enero de 1905.
Acervo MUNAE, INBA - Conaculta. Donación Francisco J. Gutiérrez Martínez
Jesús Martínez Carrión
3 de junio de 1861. Melchor Ocampo: Inflexible campeón de la Reforma.
En portada de: El Colmillo Público, tomo IV, núm. 144, 10 de junio de 1906.
Acervo MUNAE, INBA - Conaculta. Donación Francisco J. Gutiérrez Martínez
Jesús Martínez Carrión
Lo que es, es
En: El Colmillo Público, tomo III, núm. 113, 5 de noviembre de 1905. Acervo MUNAE, INBA - Conaculta. Donación Francisco J. Gutiérrez Martínez
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