Ortega Santos (2007) where have all the flowers gone

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“Where have all the flowers gone? Aprovechamientos forestales y desarticulación de la
Comunalidad en la provincia de Granada, siglos XIX-XX 1
Antonio Ortega Santos
Universidad de Granada
Palabras Clave: Comunales; Historia Forestal, Historia Ambiental; Economías
Campesinas.
I. Lo comunal como objeto de investigación: un debate abierto.
Es mi propósito, en las páginas que siguen, aportar por la necesaria revisión del
debate sobre la multicausalidad en la desarticulación de la comunalidad, pretendiendo
dotar al objeto de estudio de su radical historicidad y su capacidad explicativa sobre los
cambios en la relaciones economías campesinas-recursos naturales. Aportación teórica
al concepto de lo comunal, estudio de la dimensión histórica de los aprovechamientos a
escala nacional y aproximación a micro estudios de caso son las estrategias que
pretendo implementar en este artículo, para conseguir una visión general de la
dimensión socioambiental que los aprovechamientos comunales han tenido para con las
prácticas de reproducción socioeconómica de las comunidades rurales.
Si nos situamos en el contexto de la historiografía contemporánea española, el
debate nacido del famoso artículo de Hardin sobre la tragedia de los comunales tuvo
escasa relevancia, originando un fructífero debate de forma tardía. Este debate se
enmarcó en el contexto más general del proceso de privatización y de cambio en la
dinámica productiva y económica de los recursos y aprovechamientos comunales,
acaecidos al socaire de la Revolución Liberal2. El debate ha transcurrido por los
senderos del cuestionamiento sobre el tipo de propiedad y los factores institucionales
que incidieron en la misma, con lo que los aspectos administrativos y la capacidad de
exacción de bienes, rentas y productos de los bienes comunales no han ocupado, hasta
recientemente, el espacio central de discusión.
Subyace en estos estudios una apuesta por la lógica monetaria como prioritaria en la
gestión de los bienes comunales. La propiedad comunal se inserta dentro del conjunto
del sistema económico como generador de input; obviando la virtualidad de estos bienes
y servicios comunales para la reproducción y estrategias de subsistencia de las
comunidades rurales. Esta corriente, que podemos llamar estatalista, ha valorado de
forma especial las políticas forestales implementadas desde los poderes locales y estatal
a la hora de fomentar un objetivo productivista del monte, “culpando” a la
mercantilización de los terrenos forestales del desarrollo económico y la modernización
de las economías rurales (Bauer Manderscheid, 1980; Groome, 1990; Sanz, 1985 y
1986, G.E.H.R. 1994, 1996, 1999).
1
Sánchez Mártinez, J.D. et al. (eds.) Los montes andaluces y sus aprovechamientos: experiencias
históricas y propuestas de futuro, Universidad de Jaén, pp. 59-94
2
A este respecto, junto a Manuel González de Molina, hemos realizado una revisión de los diversos
recorridos y tendencias historiográficas sobre la dimensión del problema de lo comunal tanto en la
historiografía española como internacional; apostando por una relectura socioambiental de estas
cuestiones en “Bienes Comunales desde la Perspectiva Socioambiental” en Robledo, R. (ed.): Historia de
la Propiedad Comunal en España (en prensa).
1
Frente a esta corriente, han ido surgiendo autores que apuestan, apostamos, por
considerar que el éxito productivista en la gestión del monte supuso la promoción de
una manejo silvícola intensivo en la extracción de biomasa que primó el rendimiento
físico y monetario de los terrenos comunales, excluyendo del acceso y de la capacidad
de manejo de los recursos a las comunidades rurales (Balboa, 1990; Rico Boquete,
1993, Ortega Santos, 1999, 2002). Es en esta vía de reinterpretación de la propiedad
comunal en la que incidiré en las siguientes páginas. El comunal fue una de las piezas
claves en la dinámica socioeconómica y reproductiva de las comunidades rurales del
sudeste peninsular. Aportó materiales de construcción, combustible, forraje para el
ganado y, de forma indirecta, fertilización para los cultivos, y aportes complementarios
a la dieta (rebusca, espigueo, productos silvestres, caza, etc.). Pretendemos recuperar y
redimensionar la historicidad e importancia socioambiental que este conjunto de bienes
y servicios, extraídos y recolectados en predios de titularidad comunal, desempeñaron
en el contexto de las economías de base energética orgánica existentes hasta fines del
siglo XIX (elemento clave de muchas sociedades campesinas hoy en día, Carabias et al,
1995; Primack, 1999).
Planteo en estas páginas que la llamada “tragedia de los comunales”, en el caso
de la España Contemporánea, es un fenómeno que integra una serie de causas de índole
muy diversa, partiendo de un hecho central: la propiedad comunal se erige en un
espacio socioambiental durante toda la contemporaneidad en el que juegan y disputan
fuerzas sociales, económicas, jurídicas, productivas y ambientales. Este múltiple juego
de fuerzas convergentes, que impone formas de propiedad y de manejo de los terrenos
comunales que colisionan entre sí, es el atributo básico de lo que llamaré desarticulación
de la propiedad comunal.
II. Una reinterpretación de la desarticulación de la comunalidad en su vertiente
productiva.
En el debate historiográfico antes referido, resituar el estudio de la propiedad
comunal supone apostar por nuevos modelos interpretativos. Para ello, el concepto
“desarticulación” de la propiedad comunal me parece de lo más acertado. Se define
como un concepto integrador de diversas vías y estrategias de ruptura de lo comunal,
implementadas por diferentes grupos sociales y ámbitos institucionales o esferas de
poder y que confluyen en la ruptura de la relación reproductiva entre comunidades
rurales y ecosistemas forestales. Es ésta una propuesta que pretende huir, de forma
deliberada, de enfoques institucionalistas que priorizan el mantenimiento de la
propiedad comunal como forma de propiedad residual, vestigio del pasado y freno en el
logro de la sustentabilidad de los ecosistemas. En la misma medida, estos enfoques
(Berkes, F. Folke, C. 1998; Holling, 1998; Ostrom, 1999, 2000; Gibson, 2000) han
obviado la existencia de casos en los que el mantenimiento de la propiedad comunal no
ha supuesto ninguna limitación a la degradación ambiental de los terrenos comunales.
Por el contrario, el mantenimiento bajo titularidad pública o estatal de estos recursos
naturales ha sido un factor acelerante de la transformación de los sistemas bióticos,
guiando en el sur de la península ibérica a potenciar los rasgos desérticos y xeríticos de
estos ecosistemas.
2
En términos de historia ambiental, la mayor resiliencia3 de una organización
socioambiental no depende sólo, ni únicamente, de la forma de propiedad de los
recursos. Existe un factor institucional de indudable importancia, aunque también otros
mecanismos y resortes sociales, ambientales y económicos juegan un papel esencial en
el mantenimiento o la desaparición de la propiedad comunal. Ahí es donde entra en
juego el concepto aquí propuesto de “desarticulación”, concepto que acoge tanto las
formas de manejo de los recursos, su titularidad, las transformaciones jurídicas de los
mismos y la dinámica socioambiental.
En el caso español, la desarticulación de la propiedad comunal se asienta sobre
el binomio privatización-mercantilización del conjunto de factores productivos en el
contexto de una legislación liberal (González de Molina, 1995) y del pensamiento
ilustrado que caracterizó la propiedad comunal como rémora para el progreso
económico del país. No entraré a este debate ya discutido en la arena historiográfica
(González de Molina, 1993)4, pero si quisiera apuntar que el proceso de privatización
(consagración de la propiedad privada como única vía de asignación de derechos sobre
el principal factor de producción que es la tierra) implica no sólo a la tierra como input
agrícola, sino que afectó en la España del XIX a todos los recursos y bienes existentes
en los agroecosistemas. Con ello, no sólo se privatizó la titularidad sino también los
derechos de uso de los bienes y servicios ambientales, mucho de ellos bajo formas de
titularidad comunal o vecinal, generando una dinámica de desposeimiento y conflicto en
el mundo rural. El monte comunal, municipalizado en sus formas de gestión y manejo,
fue el ámbito en el que las disputas entre las oligarquías locales y los sectores sociales
más desfavorecidos libraron la batalla por el control del acceso a bienes y rentas
ambientales. La escasa capacidad intervencionista del Estado Liberal, en este aspecto
concreto, permitió este juego de poderes y contrapoderes.
Cuadro 1. Vías de Desarticulación de la Propiedad Comunal.
Montes Mediterráneos. Siglos XVIII-XX
Tipo de Vía
Factores de
Consecuencias
Consecuencias
Desarticulación
Político/Económicas
Socioambientales
Vía Jurídica
-Desamortización
-Privatización
-“Agricolización
y
-Deslindes
Términos Terrenos Comunales Ganaderización” del
Municipales
-“Construcción del Comunal.
-Deslindes Servidumbres
Territorio”.
-Apropiaciones Terrenos
Vía Productiva
-Legislación Forestal:
-Privatización Uso
-Triunfo
Manejo
Subastas Públicas Anuales -Mercantilización
Comercial: Pérdida de
Sistema Arbitrado de Uso -Salarización
Biodiversidad
Economía Rural
-Degradación
Pisos
-OligarquizaciónBioclimáticos
Municipalización y -Incremento dominio
Estatalización
de Arbustivo del Monte
Propiedad Comunal
3
El concepto de resiliencia refiere la capacidad de los ecosistemas de recuperar sus condiciones
primigenias tras la irrupción de cualquier tipo de “disturbio”, definido éste como cualquier tipo de
fenómeno atmosférico o acción antrópica con alta capacidad de destrucción de fauna o vegetación. Vid.
CLAYTON,M. H. Y RADCLIFFE, N.J.: Sustainability. A system approach. Washington, Westview
Press, 1996. GOODLAND,R. : “The Concept of Enviromental Sustainability” en Annual Review of
Ecological System, 26 (1996), pp. 49-111.
4
Por citar un solo ejemplo, ROBLEDO, R.: Economistas y Reformadores Españoles. La Cuestión
Agraria. Madrid, Ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación, 1993.
3
Vía Socioambiental -Conflictos Ambientales
-Triunfo
Lógica
-Modos de Uso Campesino Intercambio frente a
versus M. Uso Comercial Lógica de Uso
-Monetarización
Rentas ambientales
Fuente: Elaboración Propia
-Pérdida de Saberes
Campesinos.
-Ruptura
relación
Hombre/Ecosistema
III. De los montes públicos y la gestión forestal: una visión sobre la dinámica en la
provincia de Granada en el contexto nacional.
No es el propósito de estas páginas el elaborar una visión agregada de la dinámica
de la gestión forestal en el contexto estatal, abordaje ya emprendido por otros autores en
otros momentos en trabajos individuales o de compilación (GEHR, 1994, 1996; De
Dios, S et al, 2002; Sebastián Amarilla, J.A. y Uriarte Ayo, R. 2003). Por el contrario
pretendemos responder con una visión micro, precisando respuestas locales de manejo
forestas adaptadas a la dinámica legislativa emanada del Estado Liberal.
Sin reiterar el posicionamiento historiográfico del panorama español explicitado
páginas atrás, si podemos ponderar algunas de la afirmaciones realizadas con reiteración
basadas en trabajo empírico agregado. Asumamos en primer lugar, la fiabilidad limitada
de la información forestal en el tiempo contemporáneo para el conjunto del estado. Las
prácticas de escasa precisión en valoración de terrenos, la labor de rechazo cuando no
resistencia de los poderes forestales a la práctica de construcción científica del
territorio5, o la propia acción de unas comunidades rurales reacias a aceptar la
privatización/enajenación de usos comunales (Ortega Santos, 2002).
Plantear el proceso desamortizador como la gran oleada privatizadora del monte
público es poner el énfasis en la dimensión “propiedad” como asignadora de cuando y
cómo se privatizan bienes comunales (GEHR, 1994). El papel de los montes comunales
en el espacio mediterráneo es evidente (véase Cuadro 1 y 2). La incidencia del cambio
de titularidad en los montes públicos de sur peninsular mediterráneo es algo que
ponemos en cuestión. La reducción del volumen de montes en el período que va desde
mediados del siglo XIX al primer tercio del siglo XX fue mucho más reducida en
Andalucía Oriental que en el resto de España. Comunalidad atacada y subvertida
(ataque que dinamitaba las prácticas campesinas de manejo agrosilvopastoril) frente a
emergente manejo comercial industrial de los inputs forestales.
No existen patrones ni modelos para aplicar de forma homogénea al conjunto de la
diversa realidad socioambiental de los comunes en la península. Si podemos entender
que la individualización en casos como el gallego (Balboa, 1990 a Grupos de Estudios
de la Propiedad Comunal, 2004) fue una herramienta colectiva de reforzamiento del
metabolismo del agroecosistema en el que se insertaba el comunal. En Andalucía
Oriental, cada comunidad rural (y cada poder local) actuó de forma “autónoma”. Se
mantuvieron formas de propiedad comunal bajo prácticas de privatización del uso
devenidas de la imposición de los planes de aprovechamiento y el proceso de subastas
públicas de los usos ordinarios, y también vecinales. Pero por otro lado, hubo formas de
propietarización del comunal para insertarlo en el sistema agrícola de los municipios
(formas de “suertes” de las que no es Andalucía occidental privativa, véase el caso de
Freila y sus suertes de población en la provincia de Granada, Ortega Santos, 2003). Tras
cada paso y opción productiva estaban tanto los intereses de la comunidad como los
5
En perspectiva global, véase Scott (1998) y para el caso concreto de Andalucía Oriental Ortega Santos,
A. (2002).
4
propios dictados de los grupos oligárquicos que conformaron unos poderes locales
cargados no ya de simbolismo reproductivo sino de escenario en el que se jugó la
reproducción socioeconómica de las comunidades rurales (GEA, 1995).
5
Area
Geográfica
Superfici
e total
[1]
Granada
1252100
And Oriental
4207020
España
4978311
Fuente: GEHR (1994)
Area
Geográfica
Superficie
Total [1]
Granada
1252100
And. Oriental 4207020
España
49789311
Fuente: GEHR (1994)
Cuadro 2. Estimación Superficie Montes y Variación de Superficie Agrícola entre 1860-1931 (Has)
Superficie
Superficie
Total Montes
Superficie
Total
Valoración Sup. Agrícola
Productiva
Agrícola 1860
1860
Agrícola
Montes
1860-1931
1962 [2]
[3]
[4] = [2]-[3]
1931
1931
Porcentaje
Hectáreas
[5]
[6]= [2]-[5]
[7] = [5]-[3]
[8]= [(7)/(3)] 100
1220400
357218
863182
627737
592663
270519
75.7
4025500
1478335
2547165
2008043
2017457
529708
35.8
47334670
14672234
32525608
20899485
26435186
6137251
41.6
Cuadro 3. Proceso Privatización de Montes Públicos entre 1859-1826
Montes
Variación
Montes
% de [4]
% de [4]
% de [4]
Públicos
Sup. Agric
Enajenados
sobre su total sobre [1]
sobre [2]
1859 Estim.
1860-1931
1859-1926
[5]
[6]
[7]
[2]
[3]
[4]
159829
270519
38154
0.8
3.0
23.9
895875
529708
391468
8.2
9.3
43.7
11467241
6137251
4762481
100
9.6
41.5
% de [4] sobre
[3]
[8]
14.1
73.9
77.6
6
Area
Geográfica
Granada
And
Oriental
España
Area
Geográfica
Superficie
Total
[1]
1252100
4207020
49789311
Superficie
Total
[1]
Granada
1252100
And
4207020
Oriental
49789311
España
Fuente: GEHR (1994)
Cuadro 4. Superficie Montes Públicos 1859
Total
% de [2]
Montes
% de [4]
% de [4] sobre
Montes
sobre su
Públicos 1859
sobre su
[1]
[2]
total
Estimación
total
[6]
[3]
[4]
[5]
863182
2.7
159829
1.4
12.8
2547165 7.8
898875
7.8
21.3
32525680 100
11467241
100
23.0
Total
Montes
[2]
% de [2]
sobre su
total
[3]
592663
2.2
26435186 7.6
2017457 100
Superficie Montes Públicos 1862
Montes
% de [4]
% de [4] sobre
Públicos 1859
sobre su
[1]
Estimación
total
[6]
[4]
[5]
121675
1.8
47.3
504407
7.4
48.0
6838628
100
53.1
% de [2] sobre
[1] [7]
68.9
60.5
65.3
% de [2] sobre
[1] [7]
9.7
12.0
13.7
% de [4] sobre
[2]
[8]
18.5
35.2
35.3
% de [4] sobre
[2]
[8]
20.5
25.0
25.9
Cuadro 5. Superficie, producción y rendimientos de los montes públicos en 1924, e índices de rendimientos de los mismos en 1920-24
Area
Superficie 1924
Producción
Rendimientos
Indices de Rendimiento (España = 100)
Geográfica
Has [1]
1924 Miles Ptas 1924 Pts /Ha.
1924 [4]
1920 [5]
1920-1924 Promedio [6]
[2]
[3]
Granada
97427
160
1.6
39
31
35
And.
456565
1102
2.4
58
60
59
Oriental
6406477
26760
4.2
100
100
100
España
Fuente: GEHR (1994)
7
Como indica GEHR (1994), a mediados del siglo XIX, los montes públicos
ocupaban 23% de la superficie geográfica (excluido País Vasco) y suponían 35% del
espacio total de montes, dehesas y pastos, por lo que el proceso de privatización de
suelo ya estaba avanzado. El caso de Granada evidencia algunas disimilitudes respecto a
un patrón general a escala nacional. Si tomamos como referencia la distribución
porcentual de monte respecto al total a escala nacional observaremos como el monte
público se redotó de mayor dimensión (reforzó el stock de capital natural disponible)
entre la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX. Esta “debilidad
privatizadora” del monte público debe ser abordada en complejidad. No coincide con
vectores de reconstrucción del comunal, en muchos casos la privatización no impidió
que siguieran siendo usados como espacios forestales sin conversión a usos
agroganaderos. Como bien se resalta “la titularidad pública o privada de la tierra no fue,
en esta época, el factor determinante del uso que de ella se hacía, siendo más relevantes
sus diversas posibilidades productivas y los incentivos introducidos por el sistema de
precios, en el marco de las peculiaridades sociales, ecológicas y económicas de cada
zona…” (GEHR, 113).
Respecto al sistema de aprovechamientos, la infravaloración de rendimientos
económicos de los montes públicos tiene una de sus explicaciones en la estrategia de los
ingenieros forestales para indicar precios para los aprovechamientos comunales
inferiores a los valores de mercado con el fin de atraer a postores y sectores industriales.
Amén de la combinación ilegal de usos ordinarios y vecinales, así como las prácticas
extractivas que los grupos sociales rurales ejercían en el monte como mecanismo de
resistencia a la privatización de usos (Ortega Santos, 2002).
Cuadro 6. Superficie, Producción y rendimiento del conjunto de montes privados y públicos en
1931
Area Geográfica
Superficie
Producción Miles Rendimientos ptas.
Indices de [3]
Hectáreas [1]
de Ptas [2]
Por Ha
España = 100
[3] = [2]/[1]
[4]
Granada
592663
17620
29.7
108
Andalucía Oriental
2017457
32473
16.1
58
España
26435186
728854
27.6
100
Fuente: GEHR (1994)
Como bien evidencia el Cuadro 6, a la altura del primer tercio del siglo XX los
rendimientos eran bajos por hectárea en el sur peninsular. Caso diferente marca la
provincia de Granada en la que como veremos más adelante con el estudio de caso en la
Comarca de Baza, los niveles de rendimiento económico de estos aprovechamientos
comunales eran muy altos, por la rentabilidad de un uso combinado de opciones
productivas cuyo remate y extracción se ejecutaron en el monte comunal (esparto con
un 23% de producción forestal total y derechos de pastos con 62% de la misma, junto al
caso poco estudiado de plantas aromáticas, etc.) (GEHR, 1999).
Del mismo modo que por diversos autores se pretende establecer una
periodización en el cambio en las formas de titularidad del monte (GEHR, 1999)
podríamos hacer un intento de traslación al campo de los cambios de uso. Se transitó
hacia un interés por establecer los mecanismos legales-normativos que permitían la
extracción de los usos ordinarios (con gran resultado en zonas esparteras, corcheras y
madereras por su inmediata rentabilidad comercial). La fase 1880-1924, siguiendo la
interpretación desarticuladora del comunal, supone la imposición de un manejo
8
industrial extractivo del monte con graves consecuencias socioambientales que iban
desde la imposición de varios episodios de extracción dentro de un mismo año forestal,
salarización de la relación entre comunidad rural y espacio forestal y ruptura del sistema
agrosilvopastoril.
Uso Comercial
Industrial
Privatización
Mercantilización
Rentabilidad Socioambiental
Rentabilidad
Comercial
Comunalidad
Uso Campesino
Vecinal
Agricolizaciòn
Siglo XIX
CAMPESINIDAD
Siglo XX
Figura 1. Vectores de Reconstrucción Histórica Usos Comunales
Como bien demuestra la Figura 1 el proceso complejo de desarticulación de la
comunalidad muestra como se produjo la deconstrucción histórica de las formas de
manejo campesino/comunal de los recursos en aras a obtener una mayor rentabilidad
comercial por la “puesta en cultivo” de los inputs forestales. A la descripción de este
proceso dedicaré las siguientes páginas, mostrando tanto la dimensión política de
cambio en las formas de gestión desde un estudio micro así como las formas en la que
se implementó el éxito o fracaso del manejo comercial de los usos comunales.
IV. Sistemas Campesinos y Comerciales de manejo de recursos: nuevas perspectivas
metodológicas aplicadas al estudio de la Comarca de Baza.
En los últimos tiempos, se ha renovado el interés por el conocimiento de los
cambios históricos, las transformaciones en los sistemas campesinos de manejo de los
recursos hasta la más inmediata actualidad. Estudios sobre realidades extraeuropeas
(Sharma, 1992; Klooster, 1997; Gari, 1999, Toledo, 1993 1995,1999) inciden en la misma
dirección: la existencia de sistemas de manejo campesino de los recursos fue un factor de
sostén de la biodiversidad de los ecosistemas - debido a la estrategia multiuso que las
comunidades rurales desplegaban-. Esta estructura se vio afectada por la inserción de
prácticas comerciales de manejo promovidas por los aparatos administrativos forestales de
los estados-nación.
Pero como podríamos definir esos sistemas de manejo campesinos hasta finales del
siglo XIX? Estamos ante ejemplos de sistemas de economía orgánica, con alto grado de
9
eficiencia en el uso de la biomasa, con nula aportación de energía fósil. En definitiva, el
monte se convierte en un factor clave del mantenimiento del sistema agrícola y ganadero
que venimos en denominar sistema agrosilvopastoril (Figura 2).
MADERA
APEROS
CARNE
CEREAL
COMUNIDAD
RURAL
SUBSISTEMA
AGRICOLA
SUBSISTEMA
FORESTAL
FERTILIZACION
ORGANICA
ALIMENTOS
PASTOS
FORRAJE
SUBSISTEMA
PECUARIO
ALIMENTOS
MADERA
MERCADO LOCAL
Figura 2. SISTEMA AGROSILVOPASTORIL
Fuente: Elaboración Propia. Masera (1999)
Se puede comprobar el nivel de autoabastecimiento de las comunidades rurales en
relación con sus ecosistemas (pluriactividad natural). El alto grado de interrelación entre
los subsistemas pecuarios, forestales y agrícolas y la extracción de excedente se orientaban
a la atención de mercados locales o comarcales. También en este contexto, el monte
abastece de bienes y recursos a los grupos domésticos para la producción de aperos de
trabajo, incluso era fuente de materias primas para los artesanos locales. Modelo bien
diferentes encontramos a fines del siglo XIX en los mismos montes de la Comarca de Baza
(Figura 3), configurándose un modelo comercial de gestión del monte que alteró
sensiblemente la relación entre comunidad y recursos naturales. En primer lugar, la
aportación del subsistema forestal al sistema pecuario se mantiene con los mismos
parámetros pero la privatización de derechos de uso de pasto genera como consecuencia
un cambio en los sistemas ganaderos. La ampliación del área agrícola junto a la
reducción del área forestal requirió de incremento de fuerza de tracción animal que se
sostuvo con los aportes forrajeros obtenidos tanto del cultivo agrícola como de pastos
del monte público. Por otro lado, un aspecto diferenciador es que la extracción del
excedente de estos recursos forestales se dirigió hacia el mercado nacional e
internacional – no al mercado local como ocurría en el sistema agrosilvopastoril-,
facilitando fibras maderables como el esparto o con plantas medicinales destinadas a la
elaboración de aceites de esencias. Con ello la comunidad local perdió el control sobre
10
esa producción de excedentes y la transferencia de recursos supuso una perdida neta de
recursos socioambientales para estas comunidades.
POLITICAS AGRICOLAS
POLITICA FORESTAL
MIGRACION
COMUNIDAD
RURAL
JORNALES
SUBSISTEMA
SISTEMA
AGRARIO
FORESTAL
TRACCION
ANIMAL
PASTOS
ALIMENTOS
SISTEMA
PECUARIO
MADERA
FIBRA PRODUCTOS
NO MADERABLES
MERCADO NACIONAL
INTERNACIONAL
DIAGRAMA 3. MANEJO COMERCIAL MONTES PUBLICOS COMARCA DE BAZA
Fuente: Elaboración Propia
El monte comunal se convirtió en fuente de materias primas y de jornales, pero
dejo de ser eje clave en la reproducción de las comunidades rurales. Cabe solo apuntar
un último elemento clave: la exclusión de derechos de uso. Incluso en el entorno de un
sistema agrosilvopastoril, existen reglas que asignan el derecho de uso dentro de las
comunidades, reglas surgidas de la construcción de la comunalidad (Berkes, 1996;
Constanza y Folke, 1996; Ostrom et al, 1996; Ostrom, 1990, 2000) y que no suponen en
ningún caso un sistema de libre acceso a los recursos. Tampoco suponen una ausencia de
sanción para las practicas que hacía peligrar la perdurabilidad del sistema agrosilvopastoril
(la capacidad de sanción es un mecanismo implícito en las reglas y derechos de uso;
Ostrom, 1990, 2000).
Durante los últimos dos siglos, se ha asistido a un conflicto entre "simplificación
institucional frente a la existente multiplicidad biológica", conflicto surgido de la distancia
entre la norma legal-forestal y la realidad socioambiental de los espacios naturales
intervenidos por dicha norma (Scott, 1998). Este conflicto trasluce la dicotomía
mantenimiento biodiversidad-modernización/desarrollo que no es más que el binomio
11
modernización /desarrollo convertido en una decisión unilateral, e impuesta por el estado,
de transformación de los recursos naturales que acentúa la ruptura naturaleza-sociedad en
el contexto de una privatización y centralización estatal del manejo tradicional de los
comunales.
Reflexionando sobre ese manejo comercial del monte, las comunidades rurales
vieron como se enajenaba el uso de múltiples “productos forestales” afectando de forma
directa a sus usos reproductivos. ¿cuál fue el nivel de mercantilización y privatización que
la legislación forestal implementó en el manejo del monte mediterráneo? ¿Qué especies
fueron las insertas en este manejo comercial dictado por la legislación forestal de la
segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del XX?
Abordamos desde aquí el estudio de la Comarca de Baza como escenario en el que
se verificó la privatización de usos de unos montes comunales que se mantuvieron bajo
titularidad pública (véase Ortega Santos, 2002). Para ello vamos a tomar el estudio de un
municipio (Zújar) con unos montes comunales cuya extensión superó las 11000 has (no
más de 8000 habitantes a mediados del siglo XX). El monte comunal fue exceptuado del
proceso desamortizador por acreditar su continuado uso vecinal, orientado a la extracción
de esparto y pastos (en menor medida, ya entrado el siglo XX plantas aromáticas y
albardín) mediante los planes de aprovechamiento y las subastas públicas desde el último
tercio del siglo XIX.
IV.1. Sistemas de Manejo de Recursos Forestales en Zújar: Esparto y Montes Comunales.
El Esparto (Macrochloa Tenacissima) es una planta de la familia de las gramíneas,
presente en los montes del sudeste de España. La planta - llamada "atocha"- puede medir
50-60 centímetros y sus hojas extendidas con raíces casi horizontales caracterizándose por
su incombustibilidad, duración y tenacidad (Jordana Morera, 1992). La vida de la atocha6
es larga, alcanzando incluso 60 años, y cuando entra en decadencia sólo con prenderle
fuego se extienden pequeñas atochas que brotan en 3 años. Las aplicaciones del atochar
son múltiples, pero se puede agrupar en tres distintas (Fernández Palazón, 1974): industria
del esparto propiamente dicho; saquerío y arpillería; y elaboración de pasta para la
industria de celulosa y papel (sobre todo el albardín).
El mercando del esparto sufrió fuertes fluctuaciones de exportación durante el
siglo XVIII, alternando fases de prohibición de extracción en rama a comerciantes
extranjeros (1749-59,1783-93,1797-1820) con fases de libertad de comercio (1760-82,
1793-96), aunque siempre monopolizado por comerciantes ingleses (Gómez Díaz, 1985;
Sánchez Picón, 1992). Entre 1860-80, los precios crecieron, forzados por la industria
nacional y extranjera - a pesar de una oferta muy superior a la demanda-, por el
descenso de materia prima disponible en los mercados debido a la guerra de secesión
americana, destinándose el esparto a la fabricación de papel (Jiménez Blanco, 1986).
6
Entendiendo que no es el esparto en sí, sino la planta completa que lo produce; mientras que esparto son sólo las hojas
objeto de aprovechamiento, como explica J. Jordana y Morera (1992): Algunas Voces Forestales. Madrid,
M.A.P.A./ICONA.
12
G r á f ic o 1 . A p r o v e c h a m ie n t o F o r e s t a l d e E s p a r t o .
M o n t e s d e U t ilid a d P ú b lic a , E s p a ñ a 1 9 0 1 - 1 9 3 4
1200
1000
Miles
800
600
400
200
A ños
H as.
Qm.
1933
1931
1929
1927
1925
1923
1921
1919
1917
1915
1913
1911
1909
1907
1905
1903
1901
0
P ta s . C o n s t .
F u e n te : E s ta d ís tic a P r o d u c c ió n d e M o n te s
Desde 1880, los sistemas de explotación y comercialización del esparto entraron
en una fase de declive, debido al "estrechamiento del mercado" provocado por la
entrada del esparto argelino en los circuitos comerciales (hasta entonces no explotado);
esparto de menor calidad pero de mayor rendimiento por hectárea que el esparto
español. A principios del siglo XX, las buenas expectativas de mercado para este producto
forestal, intensificó la extracción en los Montes de Utilidad Pública (M.U.P.) al
incrementarse el número de hectáreas y la cantidad recolectada 7, pero atendiendo a las
necesidades de la hacienda local y estatal y a los intereses de los comerciantes rematantes
de las subastas, como indica la Memoria relativa a la ejecución del Plan de
Aprovechamiento en 1889-1890 8.
La respuesta de los poderes locales ante la ausencia de postores a las subastas
fue la ampliación del número de años para ejecutar el aprovechamiento para atraer a los
comerciantes de esparto. El Ayuntamiento de Zújar, en una petición al distrito forestal
demandaba que "Los aprovechamiento de Zújar y Guadix cuyo disfrute solicitan los
Ayuntamientos que se arrienden por 3 años..". El monte público de Zújar se convirtió
en el dominio perfecto para las especies arbustivas mediterráneas, tanto del esparto
como plantas aromáticas –. Esta opción forestal del municipio de Zújar encontró
perfecto marco de desarrollo en una legislación forestal que propiciaba la gestión
comercial del monte público. En Zújar, la apuesta por un manejo recolector de plantas
arbustivas se consolidó, desde mediados del siglo XIX, por la presencia de una serie de
factores favorables de diversa índole:
a. condiciones edafológicas hacían prácticamente imposible el uso agrícola del
comunal pero facilitaban la recolección del esparto existente en el cerro de Jabalcón.
7
A. Lleo (1929) es un ejemplo de la consideración de este producto en el mundo mediterráneo al describirlo como".. el
hollado y rústico esparto, producto netamente nacional, que entra en el tejido de cordeles, cestas y esteras,
modesta y benéfica industria de abolengo morisco, que aun hoy, después de tantos siglos, absorbe las veladas y los
ocios de sinnúmero de hogares, y que cada día adquiere mayor importancia por el empleo de maquinaria y
métodos modernos...". en "La Papelera Española" en La Industria del Papel en España durante la Guerra
presentada al Congreso de Ingeniería de 1919, págs. 143-144
8
".. si bien el producto no ha recobrado la importancia que tuvo hace algunos años, ofrece sin embargo, un interés
creciente..)(..debemos aumentar la tasación, ya que no para todos los montes, por lo menos en aquellos donde los
remates se hayan adjudicado con mejoras notables de los tipos..." AHMZ. Legajo s/n.
13
b. explotación comercial del esparto como factor de sostenimiento de la hacienda
local, alentando las oligarquías locales el mantenimiento del sistema de subastas públicas.
c. por último, el sistema de explotación comercial se convirtió en elemento central
del control desde las esferas de poder local de los recursos reproductivos de la comunidad,
al asignarse jornales y salarios generados por la recolección del esparto.
Todo ello produjo una crisis en la comercialización del esparto de Zújar en el
período 1860-1915 - a pesar de las buenas expectativas existentes hasta ese momento ocasionada por el mantenimiento de unos precios de tasación en los Pliegos de Subasta que
hacían escasamente competitivo el esparto del sudeste peninsular evidenciándose la crisis
en la fuerte recesión en los precios de remate (el precio de remate en 1900 era equivalente
al de 1870). La crisis comercial del aprovechamiento forestal de esparto tuvo su origen en
al menos tres aspectos diferentes:
1. mantenimiento del sistema comercial como única vía válida de explotación
forestal según las decisiones de los Ingenieros de Montes a pesar de las altas fluctuaciones
del mercado.
2. Unido a lo anterior, un aumento de los niveles de extracción de este monocultivo
forestal junto a una fijación irreal de precios de tasación dictados por los intereses
hacendísticos de las haciendas locales y estatales que pretendieron asegurar la periodicidad
y fiabilidad de los industriales rematantes de las subastas.
3. Por último, los rematantes ya no eran "residentes" en la comarca de Baza sino
representantes de industrias de saquería o celulosa (radicados en Almería o Murcia) que
pujaban a los niveles mínimos de tasación fijados para obtener el control de gestión del
monte público.
Pero ¿cuál era la realidad productiva del esparto aparte de soluciones de índole
técnica?
Entre 1915 y 1930 tuvo lugar una recuperación comercial del sector gracias a las
necesidades de dicho producto forestal para diferentes aplicaciones industriales al quedar
desatendidas determinadas zonas por la contienda bélica mundial. Cuando se produjo la
reactivación comercial, el monte público se encontraba en plena crisis productiva al haber
estado sometido a un proceso previo de explotación abusiva en el último tercio del siglo
XIX. Parecía irreconciliable el nivel de extracción del ecosistema con las expectativas
coyunturales de mercado - estabilidad de precios de tasación y remate -, máxime cuando
los procesos de gestión y recolección estaban controlados por una élite de rematantes de
subastas (familias Peregrín y Caparrós) que se apoyaba en miembros preeminentes del
poder local (ex-alcaldes) reconvertidos a rematantes del esparto (José Avilés Martínez o
Gregorio Montoya Molina).
14
Gráfico 2. Aprovechamiento Forestal de Esparto. Precio Tasación y Remate,
Montes de Zújar, 1870-1940.
80000
70000
Pesetas
60000
50000
40000
30000
20000
10000
18
70
18
74
18
78
18
82
18
86
18
90
18
94
18
98
19
02
19
06
19
10
19
14
19
18
19
22
19
26
19
30
19
34
19
38
0
Años
Pr. Tasación
Pr. Remate
Fuente: A.H.M.Z., Expedientes de Subastas.
Después, entre 1930 y 40, se configuraron los rasgos definitorios de la dinámica
de explotación implantada con posterioridad a 1945: escaso interés de los rematantes en
las subastas públicas y pujas por el mínimo de tasación. Sólo en la década de los 50, y
motivada por las necesidades del sistema autárquico y los presupuestos ideológicos del
franquismo9, se reactivó el mercado interno del esparto tanto en sus parámetros
productivos como comerciales
Pero, ¿cuáles eran los métodos de recolección del esparto del monte público? Estos
métodos han permanecido inalterables a lo largo de los últimos 150 años, por la escasa
viabilidad del uso de maquinaria para la recolección, dependiendo totalmente de la fuerza
de trabajo humano y de la tracción animal para el arrastre del esparto desde las zonas de
cogida a las de pesado. Una vez realizada la recolección se trasladaba el esparto a las
romanas de pesado, vigiladas por un representante de los rematantes de las subastas y un
empleado del ayuntamiento para proceder al definitivo empacado y transporte en camiones
para la recepción de cada industrial espartero. Cabe, no obstante, cuestionarse cuál fue la
incidencia real de este aporte de trabajo y jornales para los grupos campesinos. La ruptura
del sistema agrosilvopastoril y la mercantilización de la gestión de los comunales
9
Del Arco Blanco, M. (2004): Las Alas del Ave Fénix. La Política Agraria del Primer Franquismo (1936-1959). Ed.
Comares
15
incidieron en el control de los niveles productivos del "capital natural" (O`Connor, 1994) y
del capital humano.
Cuadro 7. Nivel de Empleo en tareas de recolección de Esparto, Zújar, 1876-1985
Años
Total
Obreros
Total de
Jornales
Jornales por
Obrero
Total Kg. Cogidos
por Obrero
Kg. por
Obrero y día
1876
1903
1920
1930
1954
1956
1957
1958
1960
1961
1962
1963
1967
1985
500
400
375
381
350
360
351
342
320
332
330
330
310
332
7775
7628
5100
3576
4416
5337
4016
5779
5399
6882
6440
6442
4872
3829
15.5
19.0
13.6
9.4
12.7
15.3
11.5
16.5
15.4
19.7
18.4
18.2
13.9
11.5
1400.0
1716.7
1226.0
847.0
1135.7
1607.4
1032.0
1529.6
1518.0
1876.9
1756.6
1740.0
1414.7
1185.7
90.03
89.14
90.20
90.04
90.01
102.40
89.99
109.70
108.40
70.60
96.20
90.00
90.01
102.84
Fuente: AHMZ. Legajo s/n. Expedientes Subasta de Aprovechamiento Forestal de Esparto en Zújar.
Elaboración Propia.
Esta aportación de salarios que suponían un complemento importante para las
economías campesinas fue uno de las consecuencias de la intensificación de los niveles
de extracción de esparto del monte en los últimos 130 años. Si la comunidad rural no
interactuaba con el comunal para obtener energía y alimentos – culminada la
desarticulación jurídica y socioambiental del comunal -, parece comprensible que dichas
comunidades apostaran por el comunal como fuente de jornales.
Cuadro 8. Nivel de Empleo en tareas de Recolección de Plantas Aromáticas. Zújar, 1930-77
Años
1930
1932
1934
1935
1942
1945
1950
1955
1958
1960
1965
1968
1970
1975
1977
Total Obreros
Total Jornales
Jornales por
Obrero
Total Kg. cogidos
por Obrero
Kg. por
Obrero y Día
35
37
40
39
28
30
29
32
26
29
24
29
27
25
26
102.2
108.2
106.9
230.0
87.5
145.2
132.2
162.3
158.5
170.7
155.2
158.8
152.4
158.0
172.5
2.90
2.90
2.67
5.89
3.10
4.80
4.55
5.07
6.09
5.88
6.47
5.47
5.64
6.32
6.63
261.0
246.5
229.6
589.0
285.2
456.0
395.8
430.9
499.3
441.0
517.6
464.9
473.7
511.9
530.4
90
85
86
100
92
95
87
85
82
75
80
85
84
81
80
Fuente: AHMZ. Legajo s/n. Expedientes Subasta de Aprovechamiento Forestal de Plantas
Aromáticas en Zújar. Elaboración Propia.
16
Respecto a los procesos de recogida de plantas aromáticas, hay que añadir dos
peculiaridades: la especialización de los operarios - conocimiento de las especies,
sistemas de arranque que no dañasen las matas- y el mayor componente estacional de
esta recogida -junio/septiembre- coincidente con el período final del año forestal.
Pero junto a los ingresos obtenidos por la recolección de productos forestales, en
el marco del modo de uso comercial del monte, pervivió el reparto de esparto (cupo
vecinal) por los rematantes de las subastas a las comunidades rurales para usos
artesanos. El concepto cupo vecinal o "sobrante" debe ser precisado
terminológicamente: se refiere al volumen de esparto que los rematantes estaban
obligados a proporcionar a los vecinos. No obstante, en ningún caso este cupo
determinó el volumen total de esparto susceptible de explotación comercial tal y como
establecía la legislación forestal desde las Ordenanzas de Montes de 183310. El cupo
vecinal se determinaba como la cantidad de esparto que excedía tras atender los
requerimientos del mercado; el esparto subastado fijaba el cupo que se podía suministrar
al vecindario. De ahí el concepto, etimológicamente correcto, de "sobrante" a pesar de
ser un producto necesario en múltiples faenas agrícolas era "sobrante" desde la óptica
del uso comercial del monte.
Gráfico 3. Aprovechamiento Total y Vecinal de Esparto.
Montes de Zújar, 1870-1940 (promedios quinquenales).
35
30
25
20
Miles Qm.
Apr. Total
Apr. Vecinal
15
10
5
0
1870- 1876- 1881- 1886- 1891- 1896- 1901- 1906- 1911- 1916- 1921- 1926- 1931- 19365
80
5
90
95 1900 05
10
15
20
25
30
35
40
Fujente: Expeidntes de Subatas, A.H.M.Z.
Años
El nivel de aprovechamiento vecinal estuvo subordinado a las necesidades
inmediatas de mercado -a pesar del carácter "racional" de la explotación forestal que
algunos autores atribuyen a las subastas públicas (Jiménez Blanco, 1986)-. La crisis de
gestión del esparto en el monte comunal también se reflejó en el descenso fuerte del
cupo vecinal - reducido en un 50% en el período 1916-1930-. Los bienes y productos
forestales no atendían, por entonces, a los requerimientos reproductivos de la
comunidad, sino que el acceso al uso de los recursos por parte de la comunidad era un
10
En este caso se primaba la atención a los usos vecinales frente a las posibilidades de venta de productos forestales,
Sección Séptima: Pastos, Hierbas y otros usos o aprovechamientos, Real Decreto, 22/12/1833, Ordenanzas
Generales de Montes (Bravo, 1892).
17
factor subordinado dentro del modelo forestal comercial monetarizado. Uno de los
elementos centrales de la desarticulación productiva del comunal ya se había
implementado.
IV.2. Consolidación del Sistema de Manejo por Subastas del Esparto del Monte
Comunal de Zújar, 1860-1940.
El eje central del proceso de gestión comercial del monte público en el último
tercio del siglo XIX se fundamenta en el ciclo: municipalización-estatalizaciónprivatización-mercantilización de las prácticas extractivas en los montes públicos. El
resultado final de este ciclo es la generación de rentas monetarias por la extracción de la
producción del monte, tanto para atender a las estrategias hacendísticas de los poderes
locales como de la administración estatal central. La primera subasta pública de esparto
se realizó en 1866 en un ambiente de confusión y ambigüedad entre aprovechamiento
vecinal y comercial "...reservándose el derecho a estos vecinos de consumir con la
atocha y cuanto necesiten de aquellos para sus faenas agrícolas.." 11. Mas allá de las
condiciones establecidas en Los Pliegos de Condiciones Económico-Administrativas se
manifestó una mayor oposición de los vecinos a las subastas de esparto, manifestada
mediante el recurso a la "extracción ilegal". Este tipo de protesta ocasionó quejas
formales del rematante al exponer la Alcaldía de Zújar a los industriales que pujaban
por la subastas del esparto del monte "... que no ignoren los concurrentes, la
repugnancia general que tiene el vecindario y especialmente la clase jornalera, a las
subastas que de este artículo viene practicándose y principalmente cuando se remata en
personas extrañas al municipio.." 12.
La "aparente solución” para la Alcaldía pasaba por la anulación de todo tipo de
subasta vigente y acordar que "... el esparto que producen estos montes públicos quede
libre para que en su debido tiempo lo extraiga el vecindario indistintamente a
condición de que satisfagan los que lo utilicen al Ayuntamiento una peseta de arbitrio
por cada quintal, cuyo ingreso se calcula suficiente para cubrir el presupuesto
municipal del año inmediato..". Esta suerte de fatalismo oficial alentaba las presiones
para mantener el control municipal de la gestión del monte público, al permitirse bajo la
forma del pago de un canon al ayuntamiento, el acceso a cada vecino a la corta de
esparto (que ya se venía realizando de forma “ilegal”13). Pero esta práctica tenía un
grave inconveniente: la legislación forestal estatal.
11
En este año el rematante Pablo Fernández Arance, vecino de Láhujar (Almería), encontró serios problemas a la hora
de iniciar el aprovechamiento por la oposición de la comunidad al considerar el monte como propiedad particular -con
origen en las Suertes de Población- y por ello tuvo que suscribir contratos de arrendamiento particulares con cada uno de
los vecinos -requisito que el Ayuntamiento se vió obligado a respetar a posteriori- poniendo de manifiesto la
argumentación municipal sobre el carácter privado de estos montes junto al uso comunal de los mismos que fue
esgrimido a lo largo de la exceptuación de estos montes del proceso desamortizador de 1855.
12
AHMZ. Legajo s/n, Actas de Cabildo, 23-4-1872.
13
El rematante José Heredia Ruiz -hacendado y miembro del Ayuntamiento- exponía a la Alcaldía que su intención al
presentarse a la subasta en 1872 no era el lucro sino que el aprovechamiento beneficiara a la clase jornalera del pueblo ya
que "..habiendo tenido utilizado el vecindario como es publico acaso mayor cantidad de quintales de esparto que la de
los tres mil para su aprovechamiento están destinados con la atadura de las mieses y otros usos, pidió se le releve de la
obligación de satisfacer dicho número de quintales nuevamente, sin perjuicio de que se les entreguen el que necesiten a
los vecinos que lo soliciten..)(..toda vez que los tienen suministrados extraoficialmente y con mucho exceso, con las
publicas e indudables extracciones del monte que le han hecho para los usos agrícolas y otros..." AHMZ. Legajo s/n,
Actas de Cabildo, 21-12-1872.
18
Se enfrentaba en el caso del esparto, la supuesta "baja rentabilidad" (monetaria)
de los usos tradicionales (dinámica socioambiental) frente al manejo emergente de los
usos industriales del monte. En 1876 surgieron conflictos entre los intereses inmediatos
del Ayuntamiento (de las oligarquías locales) y los intereses mediatos de la comunidad
campesina al considerar “… que al transcurso de unos años quedara destruido este
respetable producto forestal que cubre los gastos municipales y otros generales del
vecindario a consecuencia de extraerse constantemente sin sujeción a las épocas que
debe hacerse..."14. La solución adoptada por el Ayuntamiento fue la imposición de una
serie de condiciones a los que pretendían optar al remate de subasta: compromiso de
contratar el derecho de uso del esparto del monte por un período mínimo de 10 años y
cesión de 3000 quintales de esparto para uso vecinal, prácticas “socioambientalmente
incompatibles”.
Los problemas de manejo comercial del monte se acentuaron con la crisis del
mercado del esparto acaecido desde la década de los 70. En Zújar la no asistencia de
postores a las subastas 15, a pesar de la rebaja en los tipos de tasación, acentúo una crisis
provocada por "..la extraordinaria baja de precios que ha sufrido este genero
comparativamente con los tipos fijados, cuyo acontecimiento perjudica
extraordinariamente los intereses públicos y privados de este vecindario que suponía,
ver cubierto su presupuesto municipal..."16.
Pero ¿fue "la necesidad social" el eje básico de la gestión del monte por los
ayuntamientos o se priorizó la gestión comercial sobre las necesidades de
abastecimiento de la comunidad rural?
Consolidado el mecanismo de subastas para la explotación forestal y la
incidencia de las decisiones administrativas y productivas de los Ingenieros de Montes
en el manejo de los terrenos forestales (Garrabou y Sanz Fernández, 1985), no generó
una disminución de los problemas. La legalidad y efectividad de los sistemas de remate
de subasta, el “control” de las subastas por los sectores industriales a través de
testaferros fueron algunos de los problemas más importantes. Los sistemas de gestión
comercial del monte fueron un detonante para el surgimiento de otros conflictos: la
oposición de la comunidad al sistema de subastas públicas junto a la articulación de una
práctica pseudolegal de selección de los rematantes de las subastas por los poderes
locales17.
Pero si la recolección fraudulenta de esparto por la comunidad rural fue un factor
que justificó la oposición de los rematantes a la cesión del cupo vecinal de esparto al
ayuntamiento, también fue un argumento para no respetar los plazos legales de
recogida. En 1884, el rematante Exequiel Cabrera pedía una prórroga (ante la mejora
14
AHMZ. Legajo s/n, Actas de Cabildo, 27-1-1876.
15
En años anteriores se había concedido a D. Guillermo McMurray, conocido industrial del esparto de la zona de
Almería (Gómez Díaz, 1985) que se hizo con el remate de la subasta por 10 años pero decidió al final no asumir el
Contrato de Gestión.
16
La salida ofrecida por el Ayuntamiento a esta crisis de producción y mercado fue realizar por administración
municipal el aprovechamiento de espartos sobrantes de los montes en pro de los intereses públicos como se cita en
AHMZ. Legajo s/n, Acta de Cabildo, 5-8-1878.
17
En 1901 el Ayuntamiento exponía que la constante quiebra económica de los rematantes de la subasta suponía para
la Corporación sufragar los gastos de guardería por lo que decidió suprimir los guardas del monte quedando éste ".. al
libre albedrío de los que quieran realizar sustracciones y daños..". AHMZ. Legajo s/n, Actas de Cabildo, 3-3-1901).
19
del clima y disponibilidad de mano de obra18) para no respetar los plazos fijados por la
Corporación e iniciar la recogida un mes antes de lo permitido. La Corporación
Municipal no permitió la prórroga al rematante - en resolución 31/12/1884 - aunque, al
final acordó concederla "...porque además de ser justa la petición del rematante de
negarla seria un caso muy perjudicial para las subastas venideras en las que los
rematantes no tomarían el interés que es de desear y este pueblo sentiría la falta de los
ingresos que por este concepto le corresponden...". A este modelo de manejo forestal
industrial, la comunidad respondió con diversas formas de resistencia19.
La reactivación comercial del sector en el periodo 1910-40 sólo encontró el
obstáculo de los incipientes procesos roturadores del monte20 que ponían en duda la
ejecución de la recolección del esparto en el monte público en su conjunto y su
rentabilidad económica del esparto. Por ello, los rematantes de las Subastas de Espartos
desde 1914 insistieron en solicitar rebaja en el tipo de subasta debido a las
roturaciones21 que hacían imposible el mantenimiento de los aforos de recolección de
esparto. Solo quedaba un paso más en la desarticulación productiva de la propiedad
comunal: la supresión de los cupos vecinales de esparto.
Pero la razón para eliminar los repartos de cupos vecinales no fue el uso abusivo
desplegado por la comunidad rural sino la incapacidad del ayuntamiento de Zújar para
abonar al rematante el valor del cupo vecinal de esparto debido a "... la inesperada alza
que ha tenido el esparto..)(.. o se forma un presupuesto extraordinario para repartir
entre el vecindario la cantidad que falta para adquirir los cinco mil quintales, medio
gravoso que produciría justas quejas en los vecinos o sólo se puede repartir la cantidad
de setecientos cuarenta y dos quintales que se pueden adquirir por tres mil pesetas
presupuestadas" 22. La primacía del esparto como opción de "monocultivo forestal" y la
privatización de los derechos de uso, al distribuirse el esparto según nivel impositivo de
cada vecino, convirtió a los vecinos en meros suministradores de mano de obra para la
recolección.
IV.3.. El ciclo Moderno-Industrial de Gestión del Esparto de Zújar, 1940-80.
El llamado ciclo moderno-industrial del esparto supuso el último paso en una
creciente intensificación de los niveles de extracción de especies botánica arbustivas, que
tuvo como principal consecuencia ambiental, la extensión de monte mediterráneo de
18
En 1884 se cita con profusión en la documentación municipal el carácter excepcional del aprovechamiento de ese
año forestal debido a los intensos temporales de lluvia en el mes de julio que impidieron la normal recolección del
esparto del Monte Comunal.
19
En 1906 el rematante Rafael Ubeda Moreno fue indemnizado por el Ayuntamiento de Zújar (AHMZ. Legajo s/n,
Actas de Cabildo,23-9-1906) liberándolo de los deberes contraídos en la adjudicación de la subastas (Acta de Cabildo 78-1906). Consideraba injusta y excesiva la tasación de daños causados en los espartos por el rematante -tasación
realizada por el Cuerpo de Ingenieros de Montes, Acta de Cabildo 8-8-1909- ya que dichos daños había sido causados
por la recolección fraudulenta realizada por vecinos.
20
"..se debe proponer como aprovechamiento de labor y siembra ,todo el terreno roturado que asciende a unas siete
mil hectáreas para que se proceda a la parcelación de dicho monte con lo cual se beneficiaría mucho los intereses del
municipio..)(..que como propone la Comisión de Montes se pida por el Alcalde al Sr. Ingeniero de la Región la
parcelación del monte roturado incluyéndola en el Plan de Aprovechamiento Forestales de 1917 a 1918 con cuyos
recursos unidos a los de pastos y espartos se aliviarán mucho las cargas que pesan sobre estos vecinos por la falta de
este ultimo producto forestal debido a las roturaciones..." AHMZ. Legajo s/n, Acta de Cabildo, 11-5-1917.
21
AHMZ. Legajo s/n, Actas de Cabildo, 9-8-1914.
22
AHMZ. Legajo s/n, Actas de Cabildo, 7-8-1920.
20
Gráfico 4. Aprovechamiento Forestal de Esparto.
Producción Total Estatal, 1953-1970.
800
700
600
Miles
500
400
300
200
100
0
1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970
Años
Has. Totales
Qm. Prod.
Millones ptas
Fuente: A.H.M.Z., Expedientes de Subastas.
rasgos xeríticos. Desde 1940 la recuperación comercial del sector estuvo altamente
intervenida por una administración estatal que creó, para atender a las peticiones y
necesidades de una industria nacional, el Servicio Nacional del Esparto. ¿Cuál fue la
reacción ante la crisis productiva de los espartizales? ¿ se potenció la opción mercantil o
se intentó redimensionar la funcionalidad socioeconómica del ecosistema?
El Ayuntamiento de Zújar, apoyado en el Reglamento de Contratación de las
Corporaciones Locales de 9/1/1953 (junto a la O.M. 12-5-1952), inició procesos de
"autoconcesión" del aprovechamiento y recogida de esparto para su posterior venta a
Sociedades Compradoras (Contratos de Compra Venta Directa). Este sistema de
aprovechamiento - sujeto a las cláusulas de los Pliegos de Condiciones Económico
Administrativas - estableció por la Comisión de Hacienda del Ayuntamiento de Zújar 23
unos altos niveles de extracción y precios de esparto recolectado - incluso de aquel
esparto recogido y que excedía el total permitido – estableciendo la figura de
representantes de la sociedad compradora y del ayuntamiento en cada una de las romanas
de pesada que debían emitir un informe diario. Sólo desde 1971, las obligaciones
contractuales para los rematantes de subastas fueron mucho mayores, asumiendo los
gastos de recogida, apilamiento y traslado de lo recolectado24, ante la crisis financiera del
consistorio. Durante todo este período, el contrato de Compra-Venta se convirtió en un
intento de lucha contra la crisis comercial de la segunda mitad del siglo XX ante lo
insostenible de los niveles de extracción y precios de tasación del producto forestal.
23
Estos datos han sido tomados del Contrato de Compra-Venta de Esparto del Año Forestal de 1956-57 del Monte de
Propios del Ayuntamiento de Zújar, que incluye datos de venta del Albardín.
24
"3ª.- No disponiendo este Ayuntamiento de medios económicos para realizar el aprovechamiento, el comprador se
obliga a entregar a esta Administración Municipal o a la persona que se le indique, las cantidades necesarias para la
cogida, debiendo iniciarse ésta al precio de 1,50 ptas. kilo y como máximo llegar a 1,60." AHMZ. Legajo s/n.
Expediente de Contrato de Compra Venta del Esparto del Monte Público de Zújar, Año Forestal 1971.
21
Cuadro 9. Aprovechamiento Forestal de Esparto. Montes de Zújar, 1945-78.Precio Indice,
Tasación y Remate (Miles de pesetas y 1945=Indice 100).
Año
1945
1946
1947
1948
1949
1950
1951
1952
1953
1954
1955
1956
1957
1958
1959
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
Precio Indice
Precio Tasación
717 (100)
710 (99)
108 (15.1)
108 (15.1)
108 (15.1)
108 (15.1)
717 (100)
717 (100)
717 (100)
560 (78.1)
525 (73.2)
585 (81.6)
585 (81.6)
525 (73.2)
525 (73.2)
525 (73.2)
525 (73.2)
206 (28.7)
206 (28.7)
206 (28.7)
206 (28.7)
206 (28.7)
93.7 (13.1)
93.7 (13.1)
93.7 (13.1)
93.7 (13.1)
93.7 (13.1)
93.7 (13.1)
379.4 (100)
379.4 (100)
379.4 (100)
379.4 (100)
379.4 (100)
379.4 (100)
379.4 (100)
619.1 (86.3)
651.3 (171.7)
814.2 (214.6)
814.2 (214.6)
414 (109.1)
430 (113.3)
435 (114.6)
435 (114.6)
435 (114.6)
270 (71.2)
550 (144.9)
550 (144.9)
420 (110.7)
420 (110.7)
420 (110.7)
371 (97.8)
165 (43.5)
165 (43.5)
165 (43.5)
165 (43.5)
165 (43.5)
75 (19.8)
75 (19.8)
75 (19.8)
75 (19.8)
75 (19.8)
75 (19.8)
Precio Remate
825 (100)
825 (100)
825 (100)
825 (100)
825 (100)
825 (100)
651.3 (78.9)
650 (78.8)
716 (86.8)
738.5 (89.5)
786.7 (95.3)
704.7 (85.4)
784.7 (95.1)
480.4 (58.2)
1068.8 (129.5)
555 (67.3)
1238.8 (150.1)
1045.2 (126.7)
1188.3 (144)
425.4 (51.6)
668.8 (81)
150 (18.2)
120 (14.5)
100 (12.1)
70 (8.5)
100 (12.1)
70 (8.5)
76.4 (9.3)
80 (9.7)
126 (15.3)
76 (9.2)
216 (26.2)
200 (24.2)
320 (38.8)
Fuente: AHMZ, Legajos s/n. Expedientes de Subastas.
El principal problema en la explotación del esparto de los Montes de Zújar desde
1940 fue el conflicto entre el municipio y una oligarquía de rematantes (representantes de
industrias nacionales de transformación) que pretendían imponer criterios de
“racionalidad” y estrategias de mercado para dirigir la gestión forestal de los montes
públicos, disputa ésta mediatizada esta por la legislación forestal del Estado. El análisis
del precio de tasación evidencia una "revalorización" del esparto, por las decisiones
emanadas del Servicio Nacional, frente a una tendencia al equilibrio del Precio Indice precio que se fijaba incrementando un 25% el Precio de Tasación, con lo que se
convertía en precio de referencia en el mercado -; mientras que los precios de Remate
22
describían fuertes fluctuaciones debido a crisis cíclicas por la extracción abusiva de los
atochares, reducción de volumen extraíble por ampliación de repoblación forestal, etc.
Cuadro 10. Volumen Aprovechamiento Forestal Esparto-Albardín, Montes de Zújar, 1950-1970
(1950= Indice 100)
Año
1950
1951
1952
1953
1954
1955
1956
1957
1958
1959
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
1970
Volumen Previsto (Miles Kg.)
496.8 (100.0)
496.6 (99.6)
496.5 (99.6)
492 (99.0)
490 (98.6)
552 (110.7)
554 (111.5)
555 (111.5)
502 (100.7)
232 (46.5)
230 (46.1)
231 (46.3)
225 (45.1)
229 (45.9)
230 (46.1)
227 (45.5)
229 (45.9)
232 (46.5)
236 (47.3)
225 (45.1)
230 (46.1)
Volumen Recolectado (Miles Kg.)
657.3 (100.0)
654 (99.5)
635 (96.6)
625 (95.1)
350 (53.2)
257.6 (39.2)
523.7 (79.7)
602.3 (91.6)
522.1 (79.4)
451.2 (68.6)
485.5 (73.9)
490 (74.5)
619.9 (94.3)
579.7 (88.2)
485.2 (73.8)
438.5 (66.7)
422.3 (64.2)
425.2 (64.7)
415.2 (63.1)
375.5 (57.1)
305.7 (46.5)
Fuente: AHMZ. Expedientes de Subastas de Esparto.
El volumen teórico de esparto susceptible de ser extraíble (cantidad de esparto
que se denomina aforo) no fue nunca punto de referencia para limitar el máximo esparto
extraído, al no respetarse las condiciones/períodos legales de recogida. Esta
permisividad del Ayuntamiento para con la extracción de esparto en cantidades
superiores a las permitidas y en épocas del año en que estaba prohibido, fue práctica
común desde 1962, en un contexto favorable por la desaparición de la Guardería
Forestal del Monte de Zújar. En el período 1940-80, el mercado creó condiciones
generales de explotación mediatizadas por las decisiones concretas de unos
Ayuntamientos convertidos en gestores del monte –papel asignado por la
administración forestal- aunque sometidos a las directrices emanadas del Servicio
Nacional del Esparto. Desde 1940, el enfrentamiento entre poder local, rematantes de
esparto y las directrices del Servicio Nacional del Esparto generó como consecuencia
una creciente administración “pseudofraudulenta” emanada de unos poderes locales,
frecuentemente reacios a aceptar las directrices emanadas de los órganos forestales del
estado. Paradigmático es el Expediente para el arriendo de Espartos del Monte Público
del año forestal 1948-49 que muestra la "gestión ilícita y fraudulenta del monte
comunal"25 por el Ayuntamiento.
25
AHMZ. Legajo s/n. Expediente para el arriendo de los espartos del monte público de Zújar, Año forestal 1948-9.
23
La fundamentación de esta acción administrativa fue la escasa producción del
esparto del monte y la cada vez más reducida presencia de licitadores a las subastas, que
ocasionaba "..quebranto administrativo y grave repercusión social..)(...para adoptar las
decisiones inmediatas que aconseja el interés general y la defensa de los del municipio,
para que no se malogre una riqueza positiva con la doble finalidad de revertirla entre
el elemento obrero para aliviarle de la miseria que le crea el prolongado paro forzoso y
contando con la lógica de una reacción en el mercado de esparto que permita una
contratación ventajosa..". Obviando visiones paternalistas y benefactoras del poder
local, el Ayuntamiento simuló un postor sin solvencia para ejercer el derecho de tanteo
a favor del consistorio con lo que se impedía que la subasta quedara desierta "...postura
municipal y oficial en abierta pugna con la finalidad de toda licitación pública que ha
de significar la mayor amplitud de llamada a los licitadores.." 26.
Un segundo elemento de conflicto fueron las disputas entre Ayuntamientos y
rematantes del monte sobre las condiciones de explotación; cuyo primer detonante fue
la calificación del monte como Grupo A (O.M. 14/3/1950) que sólo permitía concurrir a
Industriales Machacadores y no Industriales Papeleros a las subastas públicas. La
inexistencia de postores en las subastas anuales, a pesar de la rebaja del 20% en el
precio de tasación, mostró la aguda crisis comercial del sector27 obligando al
Ayuntamiento de Zújar a solicitar la necesaria recalificación del esparto como papelero
de grupo B28.
Fueron múltiples los problemas derivados de las disputas y disensiones entre
rematantes de subastas y ayuntamientos: condiciones de las subastas (precio por kg de
esparto verde o alzado), ampliación período recogida, vigilancia y transporte,
incremento extracción esparto por mejores condiciones climáticas anuales29, o las
disputas con el Servicio Nacional del Esparto-Sindicato Nacional de la Madera y el
Corcho 30 (libertad de precios frente a “atonía del mercado” denunciada por poderes
locales, información al Servicio de cualquier tipo de modificación en propiedad o venta
de espartales, reflejando producción de almacenistas-industriales, ayuntamientos,
montes de utilidad públicas y distritos forestales, así como fincas particulares).
IV.4. Sistemas de Manejo Forestal de Plantas Aromáticas: Zújar ,1929-1980.
A lo largo del siglo XX, los sistemas de manejo comercial del monte público de
Zújar no solo afectaron a la extracción de esparto sino que también se recolectaron
26
AHMZ. Legajo s/n, Actas de Cabildo, 15-10-1949.
27
"...el problema que afecta a todos los ayuntamientos propietarios de montes de espartizal de la región provoca y
acentúa en términos alarmantes una natural reducción de actividades patronales y laborales y su trascendente
repercusión en el orden económico y social al mantener el prolongado paro número de braceros y adquiere en el sector
local proporciones sin precedentes de lastimosa calamidad pública..)(..desierto el aprovechamiento del esparto se debe
a la mala calidad del mismo y a su clasificación en el Grupo A (esparto industrial).." AHMZ. Legajo s/n, Actas de
Cabildo, 13 y 16-10-1949.
28
AHMZ. Legajo s/n. Correspondencia Oficial. Carta al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico Forestal de la
Provincia de Granada 15-2-1954.
29
"..las excelentes condiciones de lluvia y temperatura que presenta el año en curso y que están
influyendo muy poderosamente en el desarrollo de la actual cosecha de esparto...)(.. sin que sirva de
precedente en campañas sucesivas debe rectificarse el aforo..." AHMZ. Legajo s/n. Expediente para el
Arriendo del Aprovechamiento de Esparto del Monte Público de Zújar, Año Forestal 1948-9.
30
Circular nº1 del Servicio Nacional del Esparto del año 1959
24
plantas aromáticas (tomillo, romero, espliego, etc.) que, aunque cosechadas bajo formas
de trabajo tradicional, orientaron toda su producción hacia mercados nacionales o
internacionales de aceites de esencias desde 1929 (sobre sistemas de destilación, véase.
Pellín, 1996). En 1912 se instaló en Granada la empresa Destilaciones García de la
Fuente S.A. - iniciando la elaboración-comercialización de productos aromáticos,
naturales o sintéticos -, acrecentándose desde entonces un mayor interés comercial por
la recolección de plantas aromáticas en fincas privadas y, sobre todo, por las subastas de
plantas de los montes públicos (Pellín, 1996). No obstante, desde los años 60 la
producción de aceite de esencias se vio limitada por una "normalización" de los precios
de mercado (Morales Hernández, 1995) y por la reducción de la mano de obra en los
municipios por la intensa emigración.
Pero ¿cuáles eran las condiciones de explotación de las plantas aromáticas del
monte de Zújar?.
Estas condiciones fueron establecidas en el Pliego de Condiciones Económicas
para la subasta de Plantas Aromática del monte de Zújar de 192931, pretendiendo
conformar un período plurianual de subasta (1929-34) con una única condición
especial: ingreso del 90 % del remate en la Caja Municipal en los 15 días siguientes a la
comunicación de la adjudicación al rematante32. De mucho más interés para los sistemas
de extracción y explotación de este recurso forestal fue el Pliego de Condiciones
Reglamentarias y Facultativas para las Subastas, Adjudicación y Aprovechamiento de
productos de los Montes Públicos del Distrito Forestal de Granada, Año Forestal 1941
en el que se reflejaban condiciones de explotación, pago de remate y sistemas de
recolección33. Dicha normativa establecía las especies a recoger (tomillo, salvia y
espliego, Condición nº 113), extendía el año forestal hasta el 30 de septiembre
(Condición nº 116) y consignaba el número de alambiques a instalar con capacidad
máxima de 1250 litros (Condición nº 115). El rematante - sometido a una inspección al
finalizar el período de aprovechamiento- debía comunicar al Ingeniero o empleado
encargado del monte el número de destilaciones efectuadas por cada artefacto y el
número de kilogramos de cada esencia obtenido (Condición nº 123). También podían
los funcionarios forestales de Montes retirar de la recolección a trabajadores que no
ejecutaran correctamente la extracción del producto (Condición nº 98).
El desarrollo de los sistemas de gestión comercial34 de Plantas Aromáticas del
Monte Comunal de Zújar ha tenido desde 1929 una orientación determinada por tres
factores concurrentes: problemas de producción por el escaso rendimiento de un monte
en el que competían en nivel extractivo con otros productos forestales y altos precios de
tasación; rematantes de las subastas que no procedían de la comunidad, sino que
provenían de la comarca de Huéscar (área de industria de destilado y transformación
31
AHMZ. Legajo s/n. Expediente para la Subasta del Aprovechamiento de Plantas Aromáticas del Monte Comunal de
esta villa por cinco años forestales. Villa de Zújar, Año 1929.
32
La única excepción a este sistema se fijó en la Providencia del Ingeniero Jefe del Distrito Forestal de 25 de
Septiembre de 1929 al comunicar al Ayuntamiento la obligatoriedad de satisfacer el 20% de Propios al Estado o en caso
contrario se obligaba al rematante a satisfacer al Ayuntamiento sólo el 70% del remate, abonando el 20% restante el
ayuntamiento al propio Distrito Forestal para obtener la licencia de explotación e iniciar el aprovechamiento.
33
citado en AHMZ. Legajo s/n. Correspondencia Oficial.
34
Para una descripción pormenorizada de los sistemas de producción comercial y destilación del conjunto de especies
botánicas incluidas bajo el epígrafe de plantas aromáticas ver E. Martín Fernández (1977), M. Gaviña Mújica (1974) o
M.P. García Vallejo (1970).
25
secundaria de la materia prima) y, por ultimo, alto nivel de fluctuación de los precios de
los remates de las subastas por problemas climatológicos, comerciales, etc.35
Gráfico 5. Aprovechamiento Forestal Plantas Aromáticas. Volumen Recolectado
Montes de Zújar, 1929-77.
600
500
Qm.
400
300
200
100
1929
1931
1933
1935
1937
1939
1941
1943
1945
1947
1949
1951
1953
1955
1957
1959
1961
1963
1965
1967
1969
1971
1973
1975
1977
0
Años
Fuente: A.H.M.Z., Expedientes de Subastas
Pero ello no era óbice para que desde los ayuntamientos se reclamara un mayor
ajuste de las previsiones de producción ordenadas por la administración forestal. En el
Expediente de Subasta del Aprovechamiento de Plantas Aromáticas, Año Forestal de
1935 36, el Ayuntamiento de Zújar protestó por el volumen de productos forestales a
extraer del Monte Público que había fijado la 5ª División Hidrológico Forestal. La
resolución del ayuntamiento era manifiesta:"...no existen en este monte 200 quintales
métricos de dichas plantas..." 37. Junto a la oposición directa del Ayuntamiento a los
precios fijados por la 5ª División Hidrológico Forestal generó como resultado la
constate declaración de subastas desiertas en el período 1940-5038. En 1951 se produjo
una reactivación del mercado internacional de aceite de esencias (Martín, 1977),
35
AHMZ. Legajo s/n. Comunicación Nº 2971 del Cuerpo Nacional de Ingenieros de Montes. Distrito Forestal de
Granada, Año 1929.
36
AHMZ. Legajo s/n. Plan de Aprovechamientos Forestales del Monte de Zújar redactado por la 5ª División
Hidrológica Forestal del Guadalquivir.
37
AHMZ. Legajo s/n. Edicto del Alcalde Presidente de Zújar, 2-9-1934.
38
Esta era la principal queja que expresaba el Alcalde Presidente de Zújar al Excmo. Sr. Ingeniero Jefe del Distrito
Forestal de Granada con fecha 29 de Julio de 1948. AHMZ. Legajo s/n. Correspondencia Oficial (Documento nº 427).
26
coincidente en Zújar con la inclusión de las plantas aromáticas dentro del Plan General
de Aprovechamientos del año forestal 1951-5239, recuperando el ritmo anual de subastas
públicas de plantas aromáticas40. Las soluciones adoptadas por las diferentes
administraciones locales y estatales se tradujeron en una reducción de los precios de
tasación facilitando la incorporación de industriales a las subastas públicas, y una mayor
armonización del nivel de extracción de plantas (aforo) a las disponibilidades de un
monte mediterráneo.
Abreviaturas:
A.H.M.Z.: Archivo Histórico Municipal de Zújar.
s/n: sin número.
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39
Comunicación del Sr. Ingeniero Jefe del Distrito Forestal de Granada, 5ª División Hidrológico Forestal
del Guadalquivir al Alcalde Presidente de Zújar. AHMZ. Legajo s/n, Correspondencia Oficial,(Documento
nº 200) 26-6-1951.
40
El Ayuntamiento de Zújar - carta del alcalde de Zújar con fecha 14/2/1951- ofreció al Distrito Forestal la cantidad
económica que se podía percibir por la ejecución del citado aprovechamiento a la vez que solicitaba un precio de
tasación ajustado a los ingresos previstos. Este planteamiento fue tomado como referente a la hora de fijar los precios de
tasación en las subastas por el Ingeniero Jefe del Distrito Forestal. AHMZ. Legajo s/n. Correspondencia Oficial
(Comunicación de 7/3/1951 al Alcalde de Zújar, Documento nº 200).
27
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