Buenas noches a Todos Me siento muy orgullosa de estar

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Buenas noches a Todos
Me siento muy orgullosa de estar aquí esta noche y también estoy muy agradecida con
ASCOLBI por designarme como ganadora de este premio. Como dice la filosofía oriental
“las cosas llegan en el momento preciso, no antes ni después” y así es, este
reconocimiento me llegó y cimbroneó todo mi estatus laboral y personal, en el buen
sentido.
Hace unos años, no digo cuantos para que no me nominen todavía en la categoría de
vida y obra, formé parte de la Junta Directiva de ASCOLBI, y debo reconocer que es un
trabajo arduo, no sólo por la poca receptividad de nuestros profesionales a la idea de
agremiarse, sino que además están los frentes de trabajo que se tienen que desarrollar
desde allí: el posicionamiento de la profesión como una profesión igual a las demás
profesiones; la falta de políticas públicas contundentes para el desarrollo de bibliotecas
y sus servicios; la identificación de tendencias e innovaciones en la gestión de
información que pueden ser de impacto en la práctica profesional, para llevarlas a sus
afiliados; ejercer la vocería y la defensa de los intereses de los bibliotecólogos; y
potencializar la capacidad de realizar servicios y soluciones para el sector.
Que precisamente ASCOLBI, que hoy en día realiza todas estas tareas y más, y sobre
todo en cabeza de nuevas generaciones de la profesión, con una dinámica y ejecución
loables, sean quienes me otorgan esta distinción, hace que a mi valer, sea más motivo
de orgullo para mí. La dinámica de trabajo que se genera alrededor de ASCOLBI es
genial, los lazos que se conforman allí, son verdaderos y duraderos; tuve la fortuna de
estar allí, y tengo la suerte de ver cómo hoy en día, estos jóvenes sacan adelante
nuestra agremiación.
Durante mi formación y desarrollo profesional, me crucé con verdaderos pioneros y
visionarios que lograron prever la trasformación que las tecnologías traían para la
profesión como fueron Moisés Pedraza Robayo, quién recibió la distinción en la
categoría vida y obra hace unos pocos años, y José Arias Ordóñez a quién estamos
rindiendo homenaje el día de hoy, con el mismo premio. Ellos influyeron
considerablemente en mi modo de ver la función social de la profesión, y por eso les
estoy muy agradecida.
También me siento especialmente agradecida con varias personas increíbles cuya
presencia en mi vida, hace parte de la razón por la que me encuentro hoy recibiendo
esta distinción:
- Mi familia, que ha tolerado pacientemente mi pasión por la profesión, esto quiere
decir: ausencias, trasnochos, madrugadas, ceños fruncidos, computadores conectados a
mi espina dorsal, en fin, todo aquello que los hace enojar, pero aun así me siguen
permitiendo amarla, y se sienten orgullosos de mí.
- Mis colegas, con quienes he compartido algo más que el formato MARC, salones de
clase, winisis o koha, cómo son Lyda España, Carlos Bermúdez, Ruth Vallejo, Carlos
Zapata, Marina Rodríguez, Myriam Marín, Jorge León, y otros tantos que se me pueden
quedar entre el tintero, pero que si los nombro uno a uno, corro el riesgo de aburrir y de
pronto dormir a la audiencia.
- Los Jesuitas, su visión, su “magis” en el saber, en el hacer y en el ser, su conciencia por
la opción humana, en fin, esas mil enseñanzas que dejaron en mí.
- Mis lugares de trabajo con todo y sus compañeros, que en realidad son grandes
formadores de las personas, su cultura organizacional nos deja improntas indelebles o
mañas, destaco las experiencias vividas en:
• Ministerio de Educación: fue mi primer trabajo en el área y me parecía estar en un
recinto sagrado, allí conocí dos extremos de bueno y malo: lo que dicen las políticas
públicas y lo que hacen los empleados públicos.
• Naciones Unidas – PNUD: con ellos aprendí la organización de estos organismos
internacionales, la seriedad y responsabilidad que demandan en el trabajo, y la
tozudez de esta Colombia, que no aprovecha como debiera estas oportunidades.
• Universidad Javeriana, mi alma mater y muchas cosas más, con sus curas, su gente
tan diversa, sus pretensiones y sus realidades, sus estudiantes y mis alumnos, en fin,
toda una escuela de formación.
• Fedepalma, organización gremial dónde su presidente ejecutivo, Dr. Mesa valora y
respeta la información y la labor del bibliotecólogo, y mi equipo Giovanni y Diana con
los que día a día trabajamos para ofrecer la mejor información para todos los
interesados sin distingo ni preferencia.
Con este reconocimiento la vida me dice que mi trabajo aún no termina, que a pesar de
las nubes oscuras en el cielo, el sol está ahí, que lo poco que hemos logrado como
gremio ha hecho la diferencia en el ejercicio profesional de muchos egresados. Sigamos
adelante con más dedicación que nunca. Si con lo poco hemos logrado tanto, ya
estamos esperando la firma de la ley que reforma la ley 11, imaginen todo lo que
podremos lograr en el futuro, con más cabezas y más manos unidas en el Colegio
colombiano de Bibliotecología, ASCOLBI. GRACIAS.
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