ONG y parlamentarios intentan convencer al

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NEGOCIOS
LATERCERA Domingo 8 de noviembre de 2015
Factores que influyen
en la definición del
monto de los aportes
17
Nueva LUD
¿Ha considerado donar a fines sociales parte de su herencia?
Amplía objeto de donaciones
No lo ha considerado
22,2
En %
Sí donará
22
19,4
DEPORTE
Sí lo ha considerado, no lo decide aún
16,7
18 18
Prefiere donar en vida
16,7
No donará
12
CULTURA
16,7
No sabe / No contesta
8
8,3
8
6
4
Opiniones sobre de la legislación vigente en incentivos tributarios
a las donaciones
En %
Complejo y topes de beneficios muy bajos
4
SOCIAL
UNIVERSIDADES
No lo tiene definido
Porcentaje definido ingresos propios
No sabe / No contesta
Rentabilidad endowment de la fundación
Tope de incentivos tributarios
Proyectos y solicitudes de terceros
Monto anual predefinido en empresa
Gastos o nuevos proyectos de la fundación
Utilidades de empresa (monto o porcentaje)
31,4
Falta de otros incentivos
25,5
EDUCACIÓN
Se requiere buena ley de donaciones con sistema unificado
Nuevas
Anteriores
13,7
Falta eliminar la multa al gasto rechazado y definición más clara del gasto
9,8
SALUD
Los beneficios tributarios son escasos respecto a los países anglosajones
9,8
CULTO RELIGIOSO
Incentivos son útiles, pero el sistema de aplicación es complejo
5,9
NS / NC
3,9
MEDIO AMBIENTE
ILUSTRACION: Alfredo Cáceres • INFOGRAFIA: Rodrigo Valenzuela • LA TERCERA
ONG y parlamentarios intentan convencer al gobierno de
que reactive la iniciativa que entrega incentivos tributarios a
la filantropía. Donaciones de personas y empresas llegan al
0,12% del PIB, cifra que podría ser mayor, aseguran.
Texto: FERNANDO VEGA
De hecho, ya el proyecto de ley de
la administración Piñera reconocía
una menor recaudación transitoria de US$ 173 millones, argumentando que, luego, el efecto fiscal se
diluiría entre los múltiples beneficios de la iniciativa.
“Estamos esperando a que nos
pueda recibir el ministro Rodrigo
Valdés (de Hacienda), no tanto para
explicarle la importancia de una
ley única de donaciones para los
ciudadanos, pues sabemos que Hacienda está consciente de eso. Queremos reunirnos con él para tener
su compromiso de poner esta iniciativa en la agenda administrativa 2016 y conversar sobre la mejor
fórmula para alcanzar la adiciona-
lidad de recursos a la que apunta
el proyecto”, dice Von Wolfersdorff.
En vez de reducir la recaudación,
añade que el proyecto debería mejorarla. “La invitación es a analizarlo en conjunto en vez de mantenernos estancados en la situación actual que, en definitiva, es negativa
para todos. Queremos cambiar eso
y lo queremos trabajar junto con
Hacienda, como socio en materia de
solidaridad y recursos para el bien
común”, sostiene la emprendedora social.
En 2004, el documento titulado
“Estudio comparativo del sector
sin fines de lucro” entregó un primer retrato de la solidaridad en
Chile. El texto mostraba que las
Ilustración: ALFREDO CACERES
pequeñas y las grandes ayudas, colaboraciones y donaciones constituyen un actor relevante en la economía chilena: emplean en forma
remunerada a más de 303.000 personas e implican una capacidad de
gasto equivalente a 1,5% del PIB.
Los datos anteriores sitúan al
sector sin fines de lucro (SSFL)
chileno como el mayor de Latinoamérica: en
2004, el 7% de
la población
nacional adulta destinó parte de su tiempo
al trabajo voluntario en
áreas de educación, salud,
servicios sociales y desarrollo comunitario. Eso sí, según el informe, la principal fuente de ingresos del sector fue el Estado, que
aportó el 45%. “Este nivel supera
al de otros países en transición, en
especial latinoamericanos”, indica el documento.
Pero una ley única, aclara el director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica,
Ignacio Irarrázaval, por sí sola no
soluciona todos los problemas,
aunque “sí tendría inmediatamente un aspecto positivo, que es eliminar la odiosa discriminación
que termina existiendo por haber
diversidad de trato en algunos ámbitos”. Por ejemplo, explica, “no
hay una ley que cubra donaciones
en temas ambientales y sostenibilidad, y también existen diferentes
tratamientos tributarios que tienen
algunos y otros no”.
A nivel de empresas
Hasta ahora, en Chile la filantropía
ha sido capaz de movilizar importantes recursos para la cultura, la
educación y campañas sociales.
Casi todas las familias ligadas a los
principales grupos empresariales
del país mantienen fundaciones o
contribuyen a instituciones que
colaboran con los demás, asegura
el estudio reciente de la UAI.
Los aportantes declaran hacerlo
para ayudar a los más necesitados,
mejorar el acceso a las oportunidades o sencillamente para devolver
a la sociedad parte del patrimonio
que han generado.
Respecto del comportamiento de
quienes tienen más recursos, las cifras de la casa de estudios constatan que las empresas (contribuyentes de impuesto de primera categoría) son las mayores aportantes
acogidas a beneficios tributarios.
“La evidencia señala que los países
que tienen exenciones tributarias
para los individuos tienen mayores
rangos de aportes en donaciones a
organizaciones benéficas. Según
el World Giving Index, la proporción es un 12% mayor en países
que ofrecen un incentivo a las personas (33% de personas de estos
países realiza donaciones), versus
aquellos que no tienen (21% de
personas de estos países realiza donaciones)”, detalla el informe.
Agrega que entre 2009 y 2013 la
cantidad de individuos de ultra alto
patrimonio ha aumentado un 58%
en el país, mientras que el total de
donaciones acogidas a las principales leyes de exención tributaria
sumó $ 132.487 millones al 2012.
Por ello, apunta a la existencia de un
“margen potencial de crecimiento
de los aportes sociales, si se considera el registro de donaciones acogidas a los incentivos tributarios y
el nivel de compromiso e interés en
el ámbito de desarrollo social que
declaran los propios empresarios”.
El estudio de la UAI se realizó entre octubre de 2014 y enero de 2015,
mediante entrevistas a líderes e integrantes de 75 grupos empresariales de Chile. El perfil de los entrevistados está vinculado a la toma de
decisiones: propietarios o ejecutivos de primera línea.
Es difícil determinar con exactitud si todo ese grupo está pensando en hacer filantropía, pero las señales indican una tendencia a participar del proceso. En los mismos
family offices, donde se gestionan
las fortunas de varios grupos, reconocen la existencia de fondos que
se manejan separadamente y de
manera muy conservadora, con el
único destino de ir alimentando
una causa solidaria. N
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