TAPEL. CIV. Y COM., ASUNCIÓN, SALA 5, 2005/09/21. MINISTERIO DE HACIENDA C. ORTEGA MOREL, GRACIELA NATIVIDAD S/ EJECUCIÓN DE SENTENCIA (AC. Y SENT. Nº 175).2º INSTANCIA. Asunción, septiembre 21 de 2005. ¿Es nula la Sentencia apelada? ¿Se dictó esta conforme a derecho? 1º cuestión. - El doctor Ortiz Pierpaoli dijo: Este recurso fue desistido en forma expresa por el recurrente, a su escrito de fs. 114 y sgts. Por lo demás, no observándose vicio o defectos de naturaleza procesal que hagan variable la declaración de nulidad de oficio de la sentencia en alzada en los términos de los arts. 113 y 404 del Código Procesal Civil, el mismo debe ser tenido por desistido. Voto pues en este sentido. Los doctores Castiglioni e Ynsfran. manifestaron: Adherirse al voto que antecede por sus mismos fundamentos. 2º cuestión. – El doctor Ortiz Pierpaoli dijo: Agravia al apelante la sentencia en alzada que en su segunda parte resolvió «Hacer lugar, con costas, a la excepción de inhabilidad de título deducida por Graciela Natividad Ortega Morel, y en consecuencia rechazar la ejecución seguida en su contra por el Ministerio de Hacienda», y al mismo tiempo «Ordenar el levantamiento de las medidas cautelares decretadas sobre bienes de Graciela Natividad Ortega Morel, y para el efecto, librar los pertinentes oficios, una vez que la presente resolución se encuentre firme y ejecutoriada». En efecto, sostiene el recurrente al fundamentar su escrito de expresión de agravios, a fs. 144 y sgtes. que «La sentencia arriba citada agravia a su parte, porque con fundamentos arbitrarios y alejados de la razonabilidad resolvió la cuestión sometida a su consideración». Asimismo, para destacar una disconformidad más elocuente con la resolución dictada por el Inferior, el apelante transcribe una parte del considerando de la misma, sosteniendo lo que dice el a-quo «… nótese que no existen o no han sido presentadas notificaciones que reflejen que haya sido intimada a la presentación de declaraciones juradas del I.V.A en el plazo de 10 días. Así las cosas -continúa- ante la falta de intimación no es viable la presente ejecución, sustentada en el certificado de fs. 10, por no reunir el requisito formal exigido por la ley. Cual es, remarcamos, la intimación previa, para procederse sin más trámites al cobro. La ejecución, sin más trámites requiere la intimación previa, si esta no se suscita, entendemos, que la vía ordinaria para el cobro de créditos fiscales debe pasar por el sumario administrativo, con notificación al contribuyent... En el sub exámine -continúa el Inferior- tampoco la mentada notificación existe, o por lo menos no fue agregada. De esta manera, resulta axiomático sostener que el certificado de deuda no trae aparejada ejecución, por ende, al amparo de lo dispuesto por el art. 528 del C.P.C. debemos rechazar la ejecución, y por consiguiente, levantar el embargo trabado sobre los bienes de la accionada...» Corrido traslado a la parte demandada, de los fundamentos del recurso de apelación, ésta contestó en los términos del escrito agregado a fs. 121 y sgtes., objetando las manifestaciones del apelante. Y negando los extremos sostenidos por el mismo, como la cita que hace del «Manual Impositivo – Ley 125/92», del Dr. Sindulfo Blanco, Tomo II, Página 207, que más arriba analizaremos. Termina pidiendo a este Tribunal que cumplidos los trámites esenciales del proceso, dicte resolución, confirmando con costas la sentencia apelada. De las actuaciones y de las constancias de autos, se puede apreciar que el fundamento de la excepción de inhabilidad de título deducida por la demandada a fs. 63 y sgtes., es el art. 98 de la ley Nº 125/91, que autoriza al contribuyente al pago provisorio del IVA en caso de la no presentación de la declaración jurada en el plazo establecido, en cuyo caso, la Administración podrá exigir el pago provisorio por un importe igual al que resulte de aplicar la tasa del impuesto sobre el monto total de las operaciones gravadas de cualquiera de las 12 últimas declaraciones juradas presentadas a opción de la administración «Alega igualmente que la accionada posee la última boleta, que es la Nº 0413, de fecha 17 de marzo de 1999, conforme a lo adjunta al Juzgado. Y, desde esa fecha viene presentando las declaraciones juradas sin movimiento, correspondiente a los meses de Abril, Mayo y Junio, pero que los funcionarios del Ministerio de Hacienda, en convivencia con los Abogados del Tesoro, no le permiten presentar declaraciones juradas «porque dicen que primero deben pagar los honorarios de los Abogados del Tesoro», por trabajos realizados en otro juicio, entre las mismas partes pero que tramita ante el Juzgado del 4º Turno en lo Civil, contenido en el Expediente Nº 44, Folio 153, del año 2000, que ofrece también como prueba. Y es precisamente las declaraciones juradas correspondientes a los meses de Abril, Mayo y Junio, del año 2000, la liquidación que corresponde, es la agregada a fs. 10 de autos, cuyo pago por vía compulsiva reclama el Ministerio de Hacienda. Por tanto, la excepcionante, según manifiesta, niega en forma absoluta y total «adeudar un solo céntimo al Ministerio de Hacienda», porque el art. 98 antes citado, resuelve la cuestión. Decretada la apertura de la excepción a prueba, la demandada lo que debía acreditar en autos, es la imposibilidad que tenía para pagar el IVA en las condiciones señaladas en el art. 98 de la ley 125/91, por ella invocada, para evitar la expedición del Certificado de Deuda Tributaria, agregado a fs. 10 porque las pruebas ofrecidas a fs. 79, constituyen complementos del argumento sostenido en la excepción de inhabilidad de título. Desde que en autos no se probaron los extremos sostenidos por la misma en el sentido de que los Abogados del Tesoro le impedían la liquidación del IVA para el pago en las condiciones señaladas en la norma del art. 98, hasta tanto abone los honorarios profesionales devengados en el otro expediente tramitado ante el Juzgado del 4º Turno, este extremo queda aislado en el contexto del proceso, que de demostrarse sí podría beneficiar a la ejecutada. En otro orden de consideraciones, teniendo en cuenta la resolución dictada por el Inferior, creo errónea porque el fundamento que hizo viable a la excepción de inhabilidad de título deducida se refiere a otras diligencias cumplidas ante la presentación de las declaraciones juradas del IVA dentro del plazo de 10 días. Este no fue el fundamento de la defensa procesal deducida, sino el incumplimiento del art. 98 de la ley Nº 125/91. En estas condiciones, no hay duda que el instrumento que contiene el Certificado de Duda Tributaria, no sólo trae aparejado ejecución, sino que su reclamo para el pago del crédito se rige por el procedimiento de ejecución de sentencia. Los caracteres del título original de la deuda, lo convierte en un instrumento público comprendidos en as previsiones del art. 375 del Código Civil, al haber sido librado por «…Inc. b) funcionarios públicos, en las condiciones determinadas por las leyes, constituyendo por ello títulos ejecutivos, conforme lo dispone el art. 448, inc. a) del Código Procesal Civil. La ley Nº 125/91, en su art. 229, establece que la Administración Tributaria por intermedio de la Abogacía de Tesoro, promoverá la acción ejecutiva para el cobro de los créditos tributarios que sean firmes, líquidos o liquidables, constituyendo título ejecutivo fiscal el certificado en que conste la deuda expedida por la administración. El art. 230 del mismo cuerpo legal, establece los requisitos formales que debe contener el certificado para adquirir ejecutividad, que son: 1) Lugar y fecha de emisión, 2) Nombre del obligado, 3) Indicación precisa del concepto e importe del crédito, 4) Nombre y Firma del Sub-Secretario de Tributación. A nuestro entender, el documento de fs. 10 reúne los requisitos arriba citados. Asimismo, el art. 231 de la aludida legislación, prescribe taxativamente que «… El cobro ejecutivo de los créditos fiscales se hará efectivo por el procedimiento de ejecución de sentencias, conforme a lo establecido en el Código Procesal Civil…» En tanto a la manifestación de la parte demandada, al referirse a la jurisprudencia contenida en el «Manual Impositivo - Ley Nº 125/91, del Dr. Sindulfo Blanco, Pagina 207, II Tomo, relativa a la excepción de inhabilidad de título, en la que sostiene que a diferencia del proceso de ejecución civil, en el proceso de ejecución fiscal por deudas tributarias, la ley Nº 125/91 autoriza el examen de la causa u origen que sirve de base en el juicio sumario, basado en que la última parte del art. 231 de la citada normal dispone que «Se podrá oponer la excepción de inhabilidad cuando el título no reúna las requisitos formales exigidos por la ley (art. 230), o existan discordancias entre el mismo y los antecedentes administrativos en que se fundamente…» y agrega el distinguido jurista compatriota que esto es así porque «como el título de duda fiscal que se ejecuta se fundamenta o tiene su origen en un expediente administrativo que aún estaba sujeto a apelación ante el superior jerárquico, la deuda reclamada en la ejecución aún no estaba firme ni ejecutoriada y por tanto, no era exigible judicialmente el monto documentado en el Certificado de Deuda Fiscal presentado por el Ministro de Hacienda como basa de ejecución…» Este razonamiento no es posible aplicar en la jurisdicción civil y comercial, por el carácter específico de las acciones. Constituye sí un presupuesto de la jurisdicción contenciosa administrativa teniendo en consideración el origen del título, que surge de una actividad exclusivamente administrativa, que para su validez deberá recorrer varias instancias en dicha jurisdicción. Además, conforme a la norma del viejo Código de Organización Administrativa, ante la promoción de una acción contenciosa, lo primero que el Tribunal de Cuentas dispone es la agregación de los antecedentes administrativos, cuyas diligencias son totalmente extrañas al procedimiento civil y comercial. Además, en la citada jurisdicción, por expresa disposición del art. 465 del Código Procesal Civil en los juicios ejecutivos no se discute la causa de la obligación. Por tanto, a mérito de lo brevemente expuesto, soy de criterio que la resolución recurrida, en la parte que fue materia de recurso debe ser revocada, con costas, por cuanto el rechazo de la excepción de falta de personería, que fue denegada por el Inferior, debe ser confirmada, al no ser cuestionada por el que promovió la citada defensa procesal. El doctor Ynsfran Saldívar dijo: Adherirse al voto precedente por los mismos fundamentos. El doctor Castiglioni dijo: En cuanto al recurso de apelación contra la S.D. Nº 1063 de fecha 29 de octubre de 2003, adhiero totalmente al voto del colega preopinante pero agrego que el Certificado de Deuda Tributaria, que ha tenido por base a la ejecución es un título ejecutorio suficiente por si mismo, siempre que su emisión se adecue a las condiciones legales para la misma. La excepción de inhabilidad de título tuvo por fundamento en que «El título fiscal no es válido por se mismo, sino como producto de un proceso que se da administrativa y que es su consecuencia». Estas argumentaciones son un extracto de doctrinas administrativas foráneas que no responden a nuestra realidad dado que el certificado de deuda tributaria es título ejecutivo por imperio de la ley, y, por tanto, no puede discutirse la causa, y es válido siempre que el aspecto formal de su emisión se adecue a la ley. La emisión del certificado de deuda tributaria ha sido como consecuencia de no presentar el ejecutado sus declaraciones tributarias dentro del plazo. Pero, el mismo ejecutado al oponer la excepción ha dicho que «los funcionarios de hacienda en connivencia con los Abogados no le permiten presentar Declaración Jurada porque dicen que primero deben pagar Honorarios de Abogado del Tesoro». En estas condiciones deben revocarse el punto tercero y cuarto de la sentencia recurrida, y en su lugar disponer llevar adelante la ejecución por la totalidad del capital reclamado, con sus intereses y costas del juicio. También debe dejar sin embargo ejecutivo. Es mi voto. Con lo que se dio por terminado el acto, firmando los Señores Miembros de conformidad, todo por ante mi de que certifico, quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue: Asunción, Setiembre 21 de 2005 Por el mérito que ofrece el acuerdo y sentencia y sus fundamentos. Por tanto, el Tribunal de Cuentas, primera sala. Resuelve: Tener por desistido del recurso de nulidad interpuesto en estos autos. Confirmar, con costas, el punto uno de la S.D. Nº 1063, de fecha 29 de octubre del año 2003, dictada por el Juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del Sétimo Turno, que rechazó la excepción de falta de personería. Anotar, registrar, notificar y remitir con copia a la Excma. Corte Suprema de Justicia. Carmelo Castiglioni – Linneo Ynsfrán Saldivar. – Fremiort Ortiz Pierpaoli.