Resolución Gonzales Ortiz

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N°
196 -2010-PCNM
P.D N° 052-2009-CNM
San Isidro, 16 de junio de 2010
VISTO;
El Proceso Disciplinario N° 052-2009-CNM seguido a l doctor Carlos
Alberto Gonzales Ortiz, por su actuación como Juez Penal Permanente de
Leoncio Prado de la Corte Superior de Justicia de Huánuco y el pedido de
destitución formulado por el señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia
de la República; y,
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, por Resolución N°149-2009-PCNM el Consejo Nacional de la
Magistratura abrió proceso disciplinario al doctor Carlos Alberto Gonzáles Ortiz,
por su actuación como Juez Penal Permanente de Leoncio Prado de la Corte
Superior de Justicia de Huánuco;
Segundo.- Que, se imputa al doctor Carlos Alberto Gonzáles Ortiz, el haber
incurrido en irregularidades en la tramitación del incidente de liberación
condicional N° 082-2006, del sentenciado Juan Carlo s Salazar Isminio por
delito de tráfico ilícito de drogas en agravio del Estado, siendo las mismas las
siguientes:
A) Haber declarado por resolución de 20 de febrero de 2006,
procedente el beneficio penitenciario de liberación condicional del
sentenciado Juan Carlos Salazar Isminio, sin tener en cuenta lo
dispuesto por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, en el
expediente signado como Recurso de Nulidad N° 4052- 2004
(precedente vinculante) según el cual “cuando se produce la
refundición de penas como consecuencia de un concurso real
retrospectivo es de entenderse que finalmente la condena es una
sola o única…”, toda vez que al no cumplirse los requisitos previstos
por el artículo 51 del Código Penal para la configuración del
“concurso real retrospectivo” era imposible jurídicamente refundir las
dos penas del sentenciado en una sola, y por ende, inviable la
concesión del beneficio penitenciario de liberación condicional.
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B) Haber declarado fundada la solicitud de refundición de penas de los
procesos penales por tráfico ilícito de drogas (expedientes números
362-2002 y 953-1997) aplicando indebidamente el artículo 51 del
Código Penal, pues no concurrieron los elementos que configuran el
concurso real retrospectivo, y además porque no consideró que una
primera solicitud de refundición formulada ante la Sala Penal
Superior de Huánuco fue declarada improcedente por resolución de
fecha 29 de enero de 2004, contraviniendo el artículo 90 del Código
de Procedimientos Penales y artículo 4° de la Ley O rgánica del Poder
Judicial, refundición de penas dispuesta por el magistrado que sirvió
para conceder indebidamente el citado beneficio de liberación
condicional favoreciendo al sentenciado Juan Carlos Salazar Isminio.
.
Tercero.- Que, el doctor Gonzáles Ortiz no ha presentado escrito de descargo,
no obstante estar debidamente notificado, ni ha concurrido a prestar su
declaración ante la Comisión Permanente de Procesos Disciplinarios, pese a
que fue notificado debidamente por edicto en dos oportunidades;
Cuarto.- Que, sin embargo, no obstante lo antes señalado, el procesado ante
OCMA alegó que para emitir la resolución de refundición de condenas del
sentenciado Juan Carlos Salazar Isminio por delito de tráfico ilícito de drogas
ha tenido en cuenta el dictamen del Ministerio Público, quien opinó por la
procedencia de dicha refundición, haciendo hincapié que en el expedientillo no
existía la resolución de la Sala Penal Superior que ante similar solicitud opinó
por su improcedencia, desconociendo la existencia de la misma, puesto que
asumió sus funciones recién el 21 de enero de 2005;
Quinto.- Que, en el presente caso ambos cargos se analizarán de manera
conjunta por guardar conexión entre sí, en ese sentido de las pruebas que
obran en el expediente se aprecia que por resolución de 14 de octubre de
2005, el doctor Gonzáles Ortiz, declaró fundada la refundición de penas
solicitada por el sentenciado Juan Carlos Salazar Isminio, en los expedientes
signados con los números 953-97 y 2002-362, imponiéndole la pena única de
13 años de privación de la libertad;
Sexto.- Que, el artículo 4° de la Ley N° 10124 señala ex presamente que “ En
los sucesivos juzgamientos a que dé lugar la aplicación del artículo primero de
esta ley, las sentencias pronunciadas en la primera y siguientes causas por
delitos conexos, no podrán ser modificadas en cuanto califica la naturaleza
legal del hecho punible y la culpabilidad del agente; pero las penas y medidas
impuestas se tomarán en consideración para refundirlas en la penalidad o
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tratamiento único a que se haga acreedor por los cargos que le resulten en
cada nuevo juzgamiento con el mejor conocimiento de su personalidad
criminal”;
Séptimo.- Que, la refundición de penas debe ser entendida como una
institución que busca reconducir a una penalidad única los casos de concurso
real que no han podido ser enjuiciados en un solo proceso. En consecuencia,
para aplicar la refundición es preciso que los hechos materia de condena
guarden entre sí una relación de concurso real y que no medie entre ellos una
sentencia judicial firme ni una causa de extinción de la acción;
Octavo.- Que, en ese sentido sólo cabe la refundición de penas si los hechos
que determinaron la condena que se quiere refundir ocurrieron con anterioridad
a la primera sentencia, de lo que se infiere que uno de los presupuestos para
que opere dicha institución lo constituye la conexidad y coetaneidad de los
hechos correspondientes a los ilícitos penales por los cuales haya sido
sucesivamente condenado;
Noveno.- Que, en el presente caso, el doctor Gonzáles Ortiz, refundió la
condena impuesta a Salazar Isminio por sentencia de 14 de octubre de 1997,
como autor del delito de tráfico ilícito de drogas a 13 años de pena privativa de
la libertad, causa N°953-97, por hechos suscitados el 6 de febrero de 1997, con
la condena impuesta al mismo, por sentencia de 13 de diciembre de 2002, por
delito de tráfico ilícito de drogas, a 6 años y 8 meses de pena privativa de
libertad, expediente 2002-0362, por hechos suscitados el 14 de agosto de
2002, no obstante que los hechos correspondientes a la segunda condena
ocurrieron en el 2002, esto es, con posterioridad a la emisión de la primera
sentencia, 4 años 10 meses después de emitida la primera sentencia,
incumpliendo de este modo con los presupuestos de temporalidad y
coetaneidad e incluso sin tener en cuenta el artículo 51 del Código Penal que
señala “ Si después de la sentencia condenatoria se descubriere otro hecho
punible cometido antes de ella que merezca una pena inferior a la impuesta…”
ni lo precisado por la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema que
en la resolución recaída en el Recurso de Nulidad N° 367-2004 de 23 de
febrero de 2005, precedente de carácter vinculante, señaló que para la
operatividad de las excepciones mencionadas en el artículo 51 del Código
Penal, debe efectuarse una comparación entre la pena concreta impuesta en la
primera sentencia y la pena legal conminada para el delito recién descubierto,
pero cometido antes de la primera sentencia;
Décimo.- Que, asimismo, al emitir la resolución de 14 de octubre de 2005, el
procesado tampoco tuvo en cuenta que la Sala Penal de la Corte Superior de
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Justicia de Huánuco, por resolución de 29 de enero de 2004, ya había
declarado improcedente similar solicitud, la cual al no haber sido impugnada
adquirió la calidad de cosa juzgada, contraviniendo el artículo 90 del Código de
Procedimientos Penales que señala que “… Tampoco se admitirán nuevas
incidencias que se sustenten en los mismos hechos que fueron materia de una
resolución anterior o que tuvieran el mismo objeto o finalidad que aquellos ya
resueltos…”, así como el artículo 4° de la Ley Orgá nica del Poder Judicial que
señala que “Toda persona y autoridad está obligada a acatar y dar
cumplimiento a las decisiones judiciales… emanadas de autoridad judicial
competente, en sus propios términos, … sin restringir sus efectos… No se
puede dejar sin efecto resoluciones judiciales con autoridad de cosa juzgada, ni
modificar su contenido…” ;
Décimo Primero.- Que, por otro lado, el procesado, basándose en la
refundición de las penas, por resolución de 20 de febrero de 2006, concedió el
beneficio penitenciario de liberación condicional al sentenciado Juan Carlos
Salazar Isminio, contraviniendo el precedente vinculante establecido por la Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema en el recurso de nulidad N° 40522004, del 10 de febrero de 2005, por el que “… cuando se produce la
refundición de penas como consecuencia de un concurso real retrospectivo es
de entenderse que la pena es una sola o única…”, toda vez que en el presente
proceso no se cumplieron los requisitos previstos por el Código Penal para la
configuración de la figura del concurso real retrospectivo, por lo que era
imposible jurídicamente refundir las dos penas del sentenciado en una sola, y
por ende, inviable la concesión del beneficio penitenciario de liberación
condicional;
Décimo Segundo.- Que, asimismo, el Tribunal Constitucional en el caso de los
beneficios penitenciarios por sentencia recaída en el expediente N° 2196-2002HC/TC, ha establecido que “… los beneficios penitenciarios pueden ser
estimados como derechos subjetivos expectaticios de los internos, ciertamente
condicionados, porque su aplicación no procede automáticamente por el solo
hecho de que quien lo solicitase se encuentra privado de libertad, sino que
están sujetos a presupuestos establecidos en la norma, los que aún si fueran
cumplidos por el sentenciado no constituyen un factor decisivo para su
concesión, pues su otorgamiento estará librado a la evaluación judicial de si el
condenado se encuentra apto para su reincorporación a la sociedad…”, por lo
que el magistrado al analizar el otorgamiento o no de un beneficio penitenciario
debe tener en cuenta que el tratamiento brindado al sentenciado cumpla con la
finalidad de rehabilitarlo y convertirlo en una persona apta y útil para la
sociedad y no en una amenaza para ésta, lo que el procesado no constató
puesto que por sentencia de 14 de octubre de 1997, Salazar Isminio fue
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condenado a 13 años de pena privativa de libertad como autor del delito de
tráfico ilícito de drogas y por sentencia de 29 de enero de 2003, lo vuelven a
condenar por el mismo delito a 6 años y 8 meses de pena privativa de libertad;
Décimo Tercero.- Que, a mayor abundamiento, por sentencia de 26 de junio
de 2006, la Segunda Sala Penal de Huánuco revocó la resolución de 20 de
febrero de 2006, que declaró procedente el beneficio penitenciario de liberación
condicional y reformándola la declararon improcedente y ordenaron que se
impartan las órdenes de captura contra el sentenciado Juan Carlos Salazar
Isminio, por no haberse dado el concurso real retrospectivo previsto en el
artículo 51 del Código Penal y contravenido lo establecido por la Ley N° 26320;
Décimo Cuarto.- Que, finalmente en cuanto al hecho alegado por el procesado
que concedió el citado beneficio de libertad condicional confiado en la opinión
favorable del representante del Ministerio Público, ello no lo exime de
responsabilidad, puesto que el Juez tiene la obligación de estudiar los
expedientes y aplicar la norma que corresponde al caso concreto, debiendo
preocuparse por el contenido y calidad de sus resoluciones;
Décimo Quinto.- Que, de lo expuesto se ha acreditado que el doctor Carlos
Alberto Gonzáles Ortiz declaró fundada la solicitud de refundición de penas
solicitado por Juan Carlos Salazar Isminio en los procesos penales por tráfico
ilícito de drogas (expedientes números 362-2002 y 953-1997) aplicando
indebidamente el artículo 51 del Código Penal, puesto que no concurrieron los
elementos que configuran el concurso real retrospectivo, y además porque no
tuvo en cuenta que una primera solicitud de refundición de penas formulada
ante la Sala Penal Superior de Huánuco fue declarada improcedente por
resolución de fecha 29 de enero de 2004, contraviniendo el artículo 90 del
Código de Procedimientos Penales y artículo 4° de l a Ley Orgánica del Poder
Judicial.
Asimismo, se ha acreditado que dicha refundición de penas dispuesta por el
magistrado sirvió para conceder indebidamente el beneficio penitenciario de
libertad condicional al sentenciado Juan Carlos Salazar Isminio, sin tener en
cuenta lo dispuesto por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, en el
expediente signado como Recurso de Nulidad N° 4052- 2004 (precedente
vinculante) según el cual “cuando se produce la refundición de penas como
consecuencia de un concurso real retrospectivo es de entenderse que
finalmente la condena es una sola o única…”, toda vez que al no cumplirse los
requisitos previstos por el artículo 51 del Código Penal para la configuración del
“concurso real retrospectivo” era imposible jurídicamente refundir las dos penas
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del sentenciado en una sola, y por ende, inviable la concesión del beneficio
penitenciario de liberación condicional.
Décimo Sexto.- Que, con dicha conducta el magistrado Gonzales Ortiz ha
atentando contra la imagen del Poder Judicial, menoscabando el decoro y la
respetabilidad del cargo, bienes jurídicos que todo magistrado está llamado a
proteger en cada acto de su actuación funcional y también en su vida privada,
por lo que es pasible de la sanción de destitución de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 31 numeral 2 de la Ley N° 26397, Ley Orgánica del
Consejo Nacional de la Magistratura;
Décimo Séptimo.- Que, el Código de Ética del Poder Judicial, aprobado en
Sesiones de Sala Plena de fechas 9, 11 y 12 de marzo del 2004, establece en
su artículo 3 que “El Juez debe actuar con honorabilidad y justicia, de acuerdo
al Derecho, de modo que inspire confianza en el Poder Judicial”; asimismo, el
artículo 5 del Código en mención señala que el Juez debe ser imparcial tanto
en sus decisiones como en el proceso de su adopción; sin embargo, en el
presente caso el procesado no observó los valores antes invocados y
desmereció el cargo con su conducta irregular, la misma que resulta compatible
con la sanción solicitada;
Por estos fundamentos, apreciando los hechos y las pruebas con
criterio de conciencia, el Pleno del Consejo Nacional de la Magistratura,
considera que hay motivos suficientes para aplicar en este caso la sanción de
destitución, por lo que en uso de las facultades previstas por los artículos 154
inciso 3 de la Constitución Política, 31 numeral 2 y 34 de la Ley 26397, y 35 del
Reglamento de Procesos Disciplinarios del Consejo y estando a lo acordado
por unanimidad por el Pleno del Consejo Nacional de la Magistratura, en sesión
del 15 de abril del 2010;
SE RESUELVE:
Artículo Primero.- Dar por concluido el proceso disciplinario y aceptar el
pedido de destitución formulado por el señor Presidente de la Corte Suprema
de Justicia de la República, y en consecuencia, destituir al doctor Carlos
Alberto Gonzales Ortiz, por su actuación como Juez Penal Permanente de
Leoncio Prado de la Corte Superior de Justicia de Huánuco.
Artículo Segundo.- Disponer la cancelación del título de Juez Especializado
Penal del Juzgado Penal de Leoncio Prado de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco.
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Artículo Tercero.- Disponer la inscripción de la medida a que se contrae el
artículo primero de la presente resolución en el registro personal del magistrado
destituido, debiéndose asimismo cursar oficio al señor Presidente de la Corte
Suprema de Justicia de la República y a la señora Fiscal de la Nación, y
publicarse la presente resolución, una vez que quede consentida o
ejecutoriada.
Regístrese y comuníquese
MAXIMILIANO CARDENAS DIAZ
EDMUNDO PELAEZ BARDALES
ANIBAL TORRES VASQUEZ
CARLOS MANSILLA GARDELLA
LUIS MAEZONO YAMASHITA
GASTÓN SOTO VALLENAS
JAVIER PIQUE DEL POZO
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