La matanza de Toulouse alerta del peligro de la extrema derecha

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Internacional
La matanza de Toulouse alerta del peligro de la extrema
derecha europea
Sarkozy ha escorado su discurso político hacia la derecha en un país
donde se registran hasta 1.000 actos racistas al año
jaime g. morajaime_gg / madrid
Día 20/03/2012 - 15.18h
reuters
Marchas en Toulouse contra la matanza
El asesinato de tres niños y un rabino en Toulouse ha sacudido la campaña electoral
francesa. El presidente Sarkozy y su principal rival, el socialista Hollande, han
suspendido sus actos, en señal de duelo. Solo el centrista Bayrou se ha salido del guión.
Y lo ha hecho para poner el foco en la candidata de la extrema derecha: Marine Le
Pen.
La líder del Frente Nacional, que ha renovado la imagen radical del partido fundado por
su padre, Jean-Marie Le Pen, partió en las encuestas con un amplio apoyo, de hasta el
18%. Un porcentaje que ha caído conforme Sarkozy escoraba su discurso hacia la
derecha.
«Sarkozy tiene claro que su rival es Hollande y Le Pen y eso explica su giro hacia la
derecha. Está tratando de ganarse ese electorado pensando que puede recuperar después
políticas centristas», apunta Cristina Manzano, subdirectora general de FRIDE
(Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior).
«Hay reductos y colectividades que no se han integrado en el sentido de
adoptar usos franceses»
Y es que en Francia la integración no es una cuestión que esté solucionada pese a contar
con inmigrantes de segunda y tercera generación. «Hay reductos y colectividades que
no se han integrado en el sentido de adoptar usos franceses», piensa Manzano. «Se ha
reabierto el debate de la integración».
El propio Sarkozy amenazó con abandonar el Tratado de Schengen de libre circulación
si en un año no se reforma para que todos los países apliquen los mismos criterios.
Porque, sostiene Sarkozy, «los acuerdos de Schengen no permiten ya responder a la
gravedad de la situación».
Toques a la integración y al multiculturalismo, como la prohibición del velo integral
en la calle. Factores imbricados en otro de carácter estructural: el miedo al otro. «Tras
el 11-S ya se pudo ver un sentimiento antimusulmán. La crisis ha venido a exacerbar
todo esto», sostiene Manzano.
Francia es un buen ejemplo. Como informa en las páginas de ABC el corresponsal Juan
Pedro Quiñonero, las estadísticas confirman más de 1.000 actos racistas al año. En 2009
se registraron 130 agresiones físicas racistas y 806 amenazas o actos de intimidación.
Las estadísticas confirman más de 1.000 actos racistas al año
A finales de 2010 crecía en las calles de Francia el movimiento «anti-gentuza», en
referencia a los inmigrantes pobres, franceses musulmanes o de raza negra. Son en su
mayoría simpatizantes de Marine Le Pen que, aunque ha suavizado la imagen del FN, es
experta en el arte del populismo. Sesgos populistas, según Manzano, muy extendidos
con la crisis.
«Se aprecia un patrón común en Europa, socidades aparentemente muy abiertas donde
surgen grupos que defienden valores muy tradicionales, como el predominio del hombre
blanco», señala Manzano. Y los políticos contribuyen a ello cuando «usan la
demagogia».
La presencia de la extrema derecha política en Europa es palpable. En Dinamarca,
se ha consolidado como la tercera fuerza política, igual que en Holanda; en Austria,
Jörg Haider llevó a su partido a ser la segunda fuerza política con eslóganes como
«Trabajo en vez de Inmigración» en Austria y en Suecia consiguieron veinte escaños
en las últimas elecciones tras superar el umbral del 4% necesario para obtener
representación parlamentaria.
Sarkozy se enfrenta ahora al reto de conseguir que los sucesos xenofóbos no se vuelvan
contra él, tras su «derechización» en las últimas semanas. Manzano cree que la reacción
va a ser cauta. «No va a opinar sobre quién está detrás de esto. Tiene que desligarse del
lenguaje más radical».